Diferencias entre dirigir y liderar: El director planifica y gestiona mientras que el líder investiga, innova y busca otras maneras de hacer las cosas. Dirigir sin liderar implica que nadie pueda aportar ideas nuevas al modo de hacer del director. El líder, en cambio, apoyará las ideas por parte de sus colaboradores, siempre buscará la mejor manera de hacer las cosas y nunca jamás lo hará por quedar bien él sino por ofrecer un mejor resultado a la causa. Si el director dispone de personal que utiliza según sus necesidades, sin más, el líder trata de implicar al personal para que conecte emocionalmente con los objetivos y se sienta parte útil del proyecto. Dirigir, a secas, implica una posición estática. Nos limitamos a gestionar recursos actuales, sin previsión de lo que pasará en el futuro. Eso forma parte de otra planificación. El líder, por contra, avanzará hacia el futuro a medida que avanza en el proyecto actual. Su previsión de futuro siempre forma parte de sus planes, ya que busca la innovación y la transformación. Un director es alguien que a nivel administrativo puede gestionar y coordinar. Puede hacerlo muy bien pero no ser capaz de liderar. Liderar significa ir por delante, es decir, mostrar el camino. También hay que ser un buen gestionador para ser un buen líder. Lo ideal es que el líder sepa dirigir y gestionar y tenga cuantas más habilidades posibles mejor. La gran diferencia, creo que radica en que dirigir implica algo impersonal: dirigimos departamentos, proyectos, empresas… pero lideramos personas. Es por eso que el líder tiene un matiz emocional que el director no tiene y es por ello que consigue mejores resultados. Ser líder es algo natural en muchas personas, pero como ya te imaginarás no hay nada que con práctica no se pueda aprender. El carisma es algo innato, pero se puede trabajar, nosotros sabemos cómo hacerlo y tenemos el curso perfecto para ti. Compra ahora Cómo ser un líder carismático y verás cómo mejoras tu relación con los demás y poco a poco vas consiguiendo tus objetivos.