CAPITULO 2 TEMAS ESENCIALES. LOS MODELOS CONTABLES La unidad de medida: Consiste en elegir una moneda de cuenta y en valorizar los diversos elementos patrimoniales asignándole un precio a cada unidad. Generalmente, se utiliza como moneda de cuenta el dinero que tiene curso legal en el país dentro del cual funciona el ente. Inflación: La pérdida persistente de poder adquisitivo de la moneda, por lo que en vez de mantener a lo largo del tiempo el mismo poder de compra, lo va disminuyendo. Si la moneda pierde poder de compra, hará falta cada vez más cantidad de dinero para adquirir las mismas cosas. Deflación: Es el fenómeno inverso a la inflación. Se manifiesta por la baja en el nivel de precios. Índices de precios: Para calcular el incremento promedio, deben elaborarse números índice del nivel de precios, los que idealmente tendrían que tomar en consideración todos los bienes y servicios que se intercambian en la economía ponderando, además, su participación relativa. El índice se refiere al nivel de precios vigente a lo largo del mes durante el cual fueron haciéndose relevamientos. El índice describe la evolución del nivel general de precios. En la Argentina existen 2 grupos de índices, ambos elaborados por el INDEC: ● Índice de precios al consumidor ● Sistemas de Índice de precios mayoristas Los más apropiados a efectos contables parecerían ser los precios al por mayor, por ser éste el mercado donde predominantemente se desenvuelven las empresas. El sistema de índice de precios mayoristas, está integrado por 3 indicadores: ● Índice de precios internos al por mayor ● Índice de precios internos básicos al por mayor (IPIM) ● Índice de precios básicos del productor Según el INDEC, el IPIM por su cobertura, es el que más se asemeja al anterior índice de precios al por mayor base 1981 = 100, publicado hasta 1996. De éste índice se publican su nivel general e indicadores específicos para distintos sectores y tipos de bienes. El IPIM mide la evolución promedio de los precios a los que el productor local o el importador directo venden sus productos en el mercado doméstico. Se incluyen el impuesto al valor agregado y los impuestos internos y a los combustibles. Ajuste Integral: Todas las partidas que están en una moneda “anterior al cierre de ejercicio” deberán ser reexpresadas por inflación. Esta reexpresión tiene por finalidad, uniformar la unidad de medida de todas las partidas de los estados contables, o sea, conseguir que las mismas quedan en moneda homogénea o constante. Mecanismo General de Reexpresión: 2 pasos: 1. Determinación de la fecha de origen de las partidas. El proceso de asignar fechas de origen suele denominarse “anticuación” dado que consiste en determinar la antigüedad de cada partida. En términos generales puede decirse que la fecha de origen es aquella en la cual una partida afecto o incidió en el patrimonio o en los resultados. 2. Reexpresión de los importes originales. Corresponde realizar una simple multiplicación: Importe Reexpresado = importe original x Coeficiente Corrector El Coeficiente Corrector debe medir la inflación producida entre la fecha de origen de cada partida y el cierre de ejercicio. El Coeficiente Corrector se determina a través de un cociente: Coeficiente Corrector = Índice de precios de cierre de ejercicio/Índice de precios de la fecha de origen Cuánto más retrocedamos en el tiempo, más valía el dinero y menores eran los precios, por lo tanto, más altos deben ser los coeficientes para llevar precios remotos a precios expresados en moneda de hoy. En períodos de inflación los coeficientes son siempre superiores a uno. En lapsos de baja de precios, pueden ser menores a uno, pero siempre mayores a cero. Esto se debe a que el coeficiente surge de un cociente entre índices de precios y tanto el numerador como el denominador de tal cociente son positivos (mayores a cero), por lo que el coeficiente siempre será positivo. “Para reexpresar las cuentas cuyos saldos surgen por diferencia entre otros importes, dichos saldos deben desagregarse en sus elementos componentes, y éstos deben reexpresarse por separado. Ej: Resultados de venta de títulos, Diferencias de Cambio, Utilidad Bruta. Lo que determina que haya que reexpresar es que el poder adquisitivo de la moneda en que esté registrado el bien corresponda a un momento anterior al cierre del ejercicio. Partidas Monetarias: Son las que tienen un valor cierto en moneda legal. Ej: dinero en curso legal en caja y bancos, créditos en pesos sin cláusula de ajuste. El Capital Monetario es la diferencia entre activos monetarios menos pasivos monetarios. La tenencia de activos monetarios provoca pérdidas por exposición a la inflación. Si el capital monetario es mayor a cero, es porque los activos monetarios superan a los pasivos monetarios, por lo que el RECPAM será mayor a cero. Partidas No Monetarias: Son las que no tienen un valor cierto en moneda legal, por lo tanto, si hay inflación, su precio puede subir, es decir, que no sufren plenamente el impacto de la desvalorización del dinero. Ej: mercaderías de reventa, materias primas, productos elaborados, maquinarias, instalaciones, inmuebles, acciones de otras sociedades, etc. RECPAM (Resultado por Exposición a la inflación o deflación): Así como la inflación potencia, por los cambios en los precios relativos, los resultados por tenencia de las partidas monetarias, también genera un resultado por tenencia de los activos y pasivos monetarios. Este resultado por tenencia de partidas monetarias es reconocido como RECPAM. Ej: Si olvidamos en un cajón un billete de $10.- hace años, si lo encontramos hoy, se habrá desvalorizado, ya que las cosas que se podían adquirir con el mismo, años atrás, eran más que las que nos permite comprar ahora. Por lo tanto, como el dinero de curso legal mantiene inalterable su valor nominal, se produce una Pérdida por Tenencia. A diferencia de lo que ocurre con la tenencia de dinero, si se mantiene una deuda en un período de inflación, la misma se desvaloriza y genera, por tanto, una Ganancia por Exposición a la inflación. El Capital ajustado por inflación suele desglosarse en 2 partidas: por un lado, la cuenta Capital Suscripto o Social, en la que se muestra el valor legal del capital, o sea, el valor nominal de las acciones en circulación; por separado, se expone la cuenta Ajuste del Capital, en la que se muestra la Reexpresión del capital legal por efectos de la desvalorización monetaria. - Los cambios en el importe del capital monetario provienen únicamente de aquellas transacciones en que intervienen de manera simultánea partidas monetarias con otras que no lo son. - Las transacciones en que solo intervienen partidas monetarias modifican la composición pero no el importe del capital monetario. - Las transacciones en que no intervienen partidas monetarias no alteran ni la composición ni la magnitud del capital monetario. ¿Cuál es el mecanismo para determinar el RECPAM a través del estado de cambios en el capital monetario? Ordinal-number 1 Determinar el capital monetario al inicio del ejercicio (o en una empresa en marcha al cierre del ejercicio anterior) y aplicarle la tasa de inflación hasta el cierre del periodo. Si no hubiera habido otros cambios en el capital monetario, eso sería el RECPAM. Pero si hubo otras modificaciones, hay que cumplimentar los siguientes pasos: Ordinal-number 2 Establecer, a fin de cada mes, los aumentos o disminuciones operados en el capital monetario y aplicarles a esas variaciones la tasa de inflación desde los respectivos fines de mes hasta el cierre de ejercicio. Este cálculo arrojará los importes en que variará el RECPAM del capital monetario inicial por efecto de las modificaciones del capital monetario experimentadas cada mes. Ordinal-number 3 Efectuar la suma algebraica del RECPAM derivado del capital monetario inicial más o menos los resultados por exposición a la inflación derivados de las sucesivas modificaciones mensuales. El resultado final será el RECPAM del ejercicio. Capital a mantener: Teniendo en cuenta que el Patrimonio Neto está compuesto por capital (o aportes) y resultados, a mayor importe asignado al capital, corresponderá una menor magnitud de los resultados y viceversa. Posiciones doctrinarias: ● Mantenimiento del capital Financiero. El capital está dado por cifras efectivamente invertidas por los propietarios, entendiendo por tales los aportes realmente efectuados, así como las ganancias capitalizadas, en la medida en que provengan de incrementos patrimoniales genuinos. En esta concepción, la ganancia es todo incremento patrimonial, todo aumento de riqueza, que no provenga de nuevos aportes de propietarios. El concepto de capital financiero permite una adecuada medición de la ganancia, aun en el caso en que se cambie total o parcialmente el ramo de actividad. Por tanto, el capital financiero demuestra flexibilidad y capacidad de adaptación a una economía moderna en continuo proceso de profundos cambios tecnológicos. ● Mantenimiento del Capital Físico. Aquí se trata de mantener el valor de los bienes que determinan la capacidad operativa o productiva de la empresa, o sea, que el capital se identifica con el valor de los bienes físicos necesarios para mantener la capacidad operativa. El capital físico ha sido definido con la capacidad productiva de la empresa. Existirá ganancia solo si la capacidad productiva física o la capacidad operativa de la empresa exceden al final de un período la capacidad productiva física que existía al comienzo del mismo. En este modelo el activo debe quedar valuado a los costos de reposición. La limitación del concepto de capital físico es que se lo considera un circuito cerrado, en cuanto a su aptitud para poder comparar entre si resultados de diferentes empresas, o bien, de distintas actividades dentro de una misma empresa. Criterios de medición: Desde el punto de vista de medición de los activos al cierre del ejercicio, existen 2 posturas: ● Utilizar los costos de adquisición o producción originales, o sea, basarse en Valores Históricos. En lugar de medir el bien a lo que costo en el momento en que se lo adquirió, se le asigna lo que costaría reponerlo (volver a comprarlo o producirlo) al momento en que se practica la medición contable; o sea, lo que costaría reponerlo hoy, si hoy fuera la fecha de cierre del ejercicio. ● Aplicar valores del presente (también llamados Valores Corrientes). * Desde el punto de vista de los pasivos: ● Utilizar los valores históricos, que en general mantienen el valor nominal del compromiso inicialmente asumido y le adicionan el interés devengado calculado de acuerdo con la tasa de interés pactada o le restan al monto a pagar al vencimiento los intereses no devengados, según el caso. ● Utilizar Valores Corrientes. Costo de adquisición: Es el sacrificio que debe afrontarse para obtener o producir un bien. No es sinónimo de precio de compra, el costo de adquisición es más abarcador, incluye otras partidas, el principal componente, pero no el único es el precio de compra. También forman parte del costo las erogaciones adicionales relacionadas con la compra y recepción, y cuando corresponda, los gastos de montaje y puesta en marcha. Los Costos Directos, son aquellos que pueden identificarse con cada adquisición en particular, es decir que solo se incurren si se efectúa “esa” compra. Que las erogaciones adicionales necesarias para la compra y recepción formen parte del costo de adquisición de los bienes de cambio, significa que, en vez de imputarlos directamente como resultado negativo, lo trasladamos al valor del bien y los mantenemos en el activo, hasta que se produce la venta, en cuyo caso juegan en resultados por vía del CMV. Aumentar el valor contable de las mercaderías adquiridas por medio de la acumulación de costos directos de compra y recepción, posterga su reconocimiento como resultado, el que recién se produce cuando se venden los bienes, por vía del incremento del CMV. Valores Corrientes: Es el valor que tiene el bien en el momento en que se está practicando la medición. Los siguientes son distintos valores corrientes según la naturaleza de los elementos patrimoniales: ● Valor Neto de Realización (VNR): Es el precio de venta del bien menos los gastos directos que requerirá su enajenación. Los gastos directos de venta son los que se identifican con cada venta en particular, es decir, que no se incurren si no se efectúa “esa” enajenación. Ej: Comisiones a vendedores. Este valor resulta apropiado para aquellos activos que no requieran esfuerzo de comercialización, o sea, que pueden ser colocados con facilidad. Además se requiere que sean bienes fungibles (son los que pueden ser sustituidos por otros de similar calidad sin que ello altere la cuantía del patrimonio de su propietario) y que tengan un valor de mercado conocido. ● Costo de reposición: Es lo que costaría volver a adquirir un bien o volver a fabricarlo, sobre la base de precios vigentes al momento en que se hace la medición. Este valor suele ser utilizado para aquellos activos cuyo destino final es la venta, pero que requieren todavía un esfuerzo para concretarla. El valor de reposición es utilizado también para la medición de los compromisos no cancelables en moneda, donde surja la obligación de entregar bienes que estén en el activo. ● Valor actual: Es el valor hoy de un importe a percibir en el futuro. ¿Cómo se determina? Deduciendo de la suma a recibir en el futuro, los intereses por el período que media hasta su liquidación, considerando para el descuento la tasa de interés vigente al momento de la medición contable. * Dado un cierto criterio de mantenimiento del capital, la utilización de valores corrientes solo modifica el importe de resultados atribuido a cada ejercicio, pero el total de ganancia en la vida de la empresa. Si al cierre del ejercicio se aplica el criterio de medición al costo, los bienes se mantendrán a su importe original. En cambio, si al cierre del primer ejercicio, se aplican valores corrientes, el importe de la mercadería debe ser aumentado, como contrapartida de ese aumento del valor de las mercaderías se constituirá un resultado positivo que por no provenir de una venta, se puede calificar como resultado por tenencia. * El criterio de medición del costo original recién reconoce la ganancia con la venta del bien, o sea, cuando ha habido una transacción en firme y no admite beneficio alguno antes de la venta. En cambio la postura de valores corrientes reconoce ganancia en el momento en que aumenta el valor del bien durante su tenencia, o sea, cuando el bien aumento de valor pero todavía no se ha vendido, por supuesto, también reconoce ganancia cuando el bien se vende, pero por diferencia entre el precio de venta y el último valor contabilizado. En definitiva, cuando se valúa al costo, el resultado por la negociación de bienes aparece en un solo importe, como utilidad bruta. En cambio, cuando se aplican valores corrientes, tal importe se desagrega en 2: resultado por tenencia y resultado por venta. Puede ser que todo o parte del resultado por tenencia se reconozca en un ejercicio anterior al resultado por ventas, con lo cual se anticipa el reconocimiento de la ganancia. * Existe consenso en que el importe a asignar a los bienes que aportan los socios, cuando se constituye una sociedad o se incrementa su capital, debe ser su valor corriente. En el caso de que un socio aporte un título público, este debe estar a valores corrientes, y como estos no requieren esfuerzo de venta, su valor corriente será el valor neto de realización, mismo criterio se aplica a bienes recibidos por donación, trueque o fusión de empresas. * Aun cuando al cierre del ejercicio se usen valores corrientes, la incorporación de los bienes comprados o producidos se hace a su costo de adquisición o producción. Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA) (1970): a) Medición al costo, para los activos que se incorporan al patrimonio por compra o producción. b) Devengado para asignar las variaciones patrimoniales (entre otras, resultados positivos y negativos) a cada ejercicio. c) Realización, como condición adicional para el reconocimiento de los ingresos. Solo se podían incluir en el estado de resultados ingresos provenientes de operaciones concluidas definitivamente en el aspecto jurídico y en cuanto a las prácticas comerciales aplicables. d) Prudencia, que establecía que, entre 2 valores alternativos de un activo, debe elegirse el menor. De aquí surgía la comparación al cierre del ejercicio entre “costo y mercado, el menor”. Valor Límite de los Activos: Los activos no deben ser sobrevaluados, para tal fin, se les asigna un valor límite conocido como Valor Recuperable por encima del cual se considera que las diversas partidas están sobrevaluadas. Por lo tanto, llegado al cierre del ejercicio, deberá efectuarse una comparación entre el importe contabilizado y el valor límite correspondiente. Este valor límite no podrá ser sobrepasado, por lo que si el importe contabilizado hasta el momento es mayor, deberá reducírselo. Valor Recuperable: Se trata de un valor “de salida” del patrimonio; es la cifra de dinero que se podría obtener o recuperar vendiendo, usando o cediendo en locación un bien. El valor recuperable no es un criterio de medición de los activos al cierre del ejercicio, su rol es servir como tope, como límite de comparación para evitar la sobrevaluación de activos. Por valor recuperable se entiende el mayor entre el Valor Neto de Realización y el Valor de Utilización Económica, es decir que está dado por el mayor importe entre el valor de cambio y el valor de uso del respectivo activo. Los activos pueden tener: ● Un valor de cambio, importe que se obtiene por su venta o trueque. ● Un valor de uso, es la cifra que podría obtenerse empleando el bien en un uso distinto al de su venta. El VNR es el precio de venta de un bien menos los gastos directos que requerirá su comercialización. Los gastos directos de venta son los que solo se incurren si se efectúa esa enajenación. El VUE atiende al significado económico que el activo en cuestión tiene para la entidad, en razón de su ramo de actividad y de la utilización que de él se haga. Algunos bienes tienen tanto valor de venta como valor de uso, en tanto, que otros activos solo poseen uno de los dos. La comparación con los valores recuperables debe efectuarse al nivel de cada bien. MODELOS: Representación de la realidad a fin de poder explicar su comportamiento o evolución. Los estados contables tratan de explicar la realidad patrimonial, financiera y económica de las empresas, así como su evolución a lo largo del tiempo. Por lo tanto, los criterios utilizados para confeccionar tales estados constituyen un modelo contable. Parámetros que intervienen en la determinación de los diferentes modelos contables a) La unidad de medida: Los bienes que integran el patrimonio de cada empresa deben ser reducidos a un común denominador, para ello se utiliza la moneda, suponiendo que la misma constituye un patrón estable de valor. Cuando hay inflación, existen 2 posturas: ● No tomar en cuenta la existencia de la inflación y emitir los estados contables como si la misma no existiera (moneda nominal). Moneda Heterogénea. b) El capital a mantener: Dos posturas: ● Mantenimiento del capital Financiero ● Mantenimiento del capital Físico c) El criterio de medición aplicable al patrimonio al cierre de cada ejercicio: ● Mantener los valores originales de incorporación en el patrimonio, o sea, valores históricos ● Aplicar valores del presente, o sea, Valores Corrientes Resultado por tenencia de bienes en el patrimonio: En los modelos que se basan en Costos Históricos, el resultado por negociación de bienes surge de comparar el ingreso por ventas (que al producirse la transacción es un valor corriente) con el costo de adquisición de los bienes vendidos (que es un valor del pasado). En cambio en los modelos que aplican Valores Corrientes, el resultado de negociación surgirá de comparar ingresos por ventas con el costo corriente de los bienes vendidos y no con su costo histórico de adquisición. MODELOS Modelo 1: Criterio de medición Costo Histórico, Moneda Nominal (heterogénea), Capital Financiero: Solo se reconocen resultados por tenencia negativos. Solo se reconocen ingresos cuando se procede a la venta de los bienes, es decir, cuando la ganancia esta “realizada”, en este modelo, en este modelo se considera que una ganancia esta “realizada” cuando proviene de una operación jurídicamente concluida. En el caso de la compraventa de cosas muebles (mercaderías, máquinas, rodados, títulos, etc.), la compraventa se perfecciona cuando se han cumplido 2 requisitos: 1. La “tradición” o entrega de la cosa. 2. El consentimiento del comprador. La compraventa de inmuebles se perfecciona con la entrega de la “posesión” del bien y con la escritura traslativa de dominio, la que debe ser otorgada ante un escribano, o sea, un primer requisito para que se reconozca ganancia es que debe haber una transacción en firme, una compraventa jurídicamente perfeccionada. La realización es condición necesaria, pero no suficiente, para el reconocimiento de la ganancia en los estados contables. El ingreso, además de estar realizado, debe estar devengado, es decir, debe corresponder al ejercicio. Un resultado se califica como devengado en un ejercicio o periodo contable cuando se lo puede identificar con ese ejercicio o periodo, o sea, cuando corresponde a dicho lapso. Entonces, si en el día de la fecha hemos entregado mercaderías y estás han sido recibidas de conformidad por el comprador, esa venta está realizada y devengada, y la ganancia derivada de la misma podrá incluirse en el estado de resultados. Devengado es que los resultados que deben reconocerse en cada ejercicio son los que corresponden al mismo, independientemente de que estén cobrados (si son ganancias) o que estén pagados (si son pérdidas). En consecuencia, si efectuamos una venta que se perfecciona hoy, pero que vamos a cobrar recién dentro de 3 meses, de todos modos el ingreso debe exponerse en el estado de resultados, porque está realizado y devengado. Con respecto a los activos, no deben exponerse directamente los saldos que a la fecha surgen de la contabilidad, sino que deben seguirse una serie de pasos: 1. Hay que determinar las cantidades de cada bien que efectivamente posee la empresa al momento de cierre de ejercicio, para ello es necesario practicar un recuento físico de todas las existencias. 2. Si hubiera diferencias entre los saldos contables y las cantidades realmente poseídas, aquellos deben modificarse para adecuarlos a la realidad. 3. Debe comprarse el importe contabilizado para cada activo con su valor recuperable, y optarse por el menor (S/criterio de Prudencia). Síntesis del modelo: ● Cuando se compran o fabrican bienes, se los incorpora en el patrimonio a su costo de adquisición o producción. ● Son mantenidos a ese costo original, hasta el momento de su venta, con la excepción que se indica a continuación: En oportunidad al cierre del ejercicio debe compararse el costo original de las mercaderías en existencias con su valor recuperable y elegir el menor de ambos. En consecuencia, si el valor recuperable fuera menor, habría que reducir el valor de costo original de los bienes a dicho valor límite. La diferencia se incluirá en el estado de resultados como resultado negativo. Es decir que en este modelo se pueden registrar resultados por tenencia pero únicamente negativos. ● Si el valor recuperable fuera más alto que el costo, se mantendría el bien a su costo original y no se efectuaría registración alguna, o sea, que no se contabilizan los resultados positivos por tenencia. Modelo 2: Criterio de medición Costo Histórico, Moneda Ajustada x Inflación (constante-homogénea), Capital Financiero: Se reexpresan los estados contables por inflación, para que queden en moneda constante. El dinero en caja, por ser un bien “monetario” no se reexpresa, manteniendo su valor nominal. La mercadería pasa de su costo histórico a su costo reexpresado. También se ajusta el capital suscripto, con la diferencia que el incremento en su valor nominal, en vez de sumarlo directamente a su saldo, se expone por separado, en una cuenta denominada “Ajuste de Capital”. Aparece el RECPAM. Excepto en la corrección de la unidad de medida, el esquema de funcionamiento es exactamente igual al modelo 1. El capital a mantener, igual que en el modelo anterior, estará dado por los aportes de los propietarios, en su caso, reexpresados por inflación. Cuando se incorporan bienes en el patrimonio por compra o propia producción, el costo es el criterio para asignarles valor. Solo se reconocen ingresos cuando se produce a la venta de los bienes, es decir, cuando la ganancia esta “realizada”. Existe el mismo valor límite, y se aplica el criterio de prudencia que determina que al cierre de ejercicio se compare el costo con el valor recuperable y se elija el menor. La única diferencia consiste en que en vez de comparar costo (original) con el valor recuperable, se hará: “costo ajustado por inflación o valor recuperable, el menor”. Se reconocerán las pérdidas por tenencia, pero no las ganancias por tenencia. ¿Cuándo se ajusta por inflación, el valor recuperable será más alto que cuando no se toma en cuenta la inflación? No, porque el valor recuperable está determinado al último día del ejercicio y, en consecuencia, es el mismo para ambos modelos. En este modelo el objetivo, en cuanto a unidad de medida, es que todas las cifras de los estados contables quedan expresadas en una moneda cuyo poder adquisitivo corresponda al cierre del ejercicio. Toda partida que esté expresada en moneda anterior al cierre del ejercicio debe ser ajustada. Al mantener activos y pasivos monetarios durante un período de inflación, se genera un resultado por tenencia de los mismos (RECPAM). En cuanto a la registración del Ajuste por Inflación, los asientos que haya que efectuar responderán a las siguientes reglas: 1. Comparar el importe reexpresado con el importe original. La diferencia se imputará contra Resultado por Exposición a la inflación. 2. Comparar, en el caso de los activos, el importe a exponer con el importe reexpresado. La diferencia constituirá un Resultado por Tenencia. Las registraciones efectuadas conforme a la primera regla constituyen asientos de ajuste y, por tanto, no describen una transacción, buscan corregir los saldos en moneda nominal. Al comparar con el modelo anterior, es trascendente que los resultados serán siempre menores si se ajustan por inflación que si no se lo hace; este es el caso del Capital, el capital reexpresado será mayor que el capital sin ajustar, por lo que dado un determinado importe de patrimonio neto como contrapartida del dinero, el resultado retenido será menor cuanto mayor sea el capital. En el caso de que se liquide una empresa, el producido de la realización de todos sus activos es de $5000.-, su capital original es de $1000.- y el ajustado por inflación es de $7000.-, si no se ajusta por inflación, quedara una ganancia a distribuir entre los socios de $4000.-, pero si se han ajustado los estados contables por inflación, ni siquiera se alcanzara a reembolsarles el capital aportado, pues quedara una pérdida acumulada de $2000.Un segundo aspecto importante consiste en que en este modelo se explicita el resultado por exposición a la inflación, que siempre existe, pero que no es relevado en los estados contables confeccionados en moneda heterogénea. Se lo considera realizado, por lo cual es lo expone siempre en el estado de resultados, sea positivo o negativo. Los activos se incorporan a su costo y, al cierre de ejercicio, se los valúa a “costo reexpresado o valor recuperable, el menor”. Modelo 3: Criterio de medición Valores Corrientes, Moneda Nominal (heterogénea), Capital Financiero. Se reconocen tanto los resultados negativos por tenencia como los positivos. En este caso el costo de reposición (valor corriente de las mercaderías de reventa que requieren esfuerzo de comercialización, se incrementó). Modelo 4: Criterio de medición Valores Corrientes, Moneda Constante (AxI), Capital Financiero. El resultado por tenencia de las mercaderías (en moneda de cierre) tiene que medirse en moneda constante restando del valor corriente en moneda de cierre de ejercicio el costo original, reexpresado en moneda de cierre. Este RxT es neutralizado en parte por la perdida por exposición a la inflación. El capital a mantener estará dado en principio por los aportes de los propietarios, los que deberán reexpresarse en moneda constante. Cuando se incorporan bienes en el patrimonio por compra o propia producción, el costo es el criterio para asignarles valor. En cuanto al reconocimiento de ingresos, no se exige que haya una transacción terminada para reconocer resultados positivos, de manera que se reconocen resultados positivos en 2 casos: a) Cuando están realizados. b) Ganancias por tenencia, que se dan cuando un activo incorporado tiempo atrás en el patrimonio presenta una medición mayor que la original (o en un pasivo, una medición menor). En el caso de los bienes que requieren esfuerzo de venta, su valor corriente será el costo de reposición. El CMV ha dejado de ser el costo histórico de compra para pasar al costo corriente al momento de la venta. Se mantiene un criterio de prudencia en el sentido de que los activos no deben ser sobrevaluados y, por tanto, no pueden exceder un valor tope o limite, dado por su valor recuperable. En cierta medida, hay una reformulación del criterio de prudencia, dado que ya no debe asignarse al activo el menor de los valores, la base para la medición de las partidas es su valor corriente, aunque sea superior al costo histórico. Una vez establecido el valor corriente se lo comparará con el valor recuperable optándose por el menor. Para exponer el activo y el pasivo del balance en el modelo de valores corrientes no hace falta su Reexpresión por inflación. Pero la misma se tornará necesaria para la determinación de los resultados por tenencia. Si todas las mercaderías compradas estuvieran en existencia, el resultado por tenencia se obtendría comparando el valor corriente del stock, al fin del ejercicio, con su costo de adquisición reexpresado en moneda de cierre. Pero cuando durante el ejercicio hay venta, el resultado por tenencia total estará formado por 2 partes: a) Sobre lo vendido, que resultará de comparar el valor corriente al momento de la venta con el costo de adquisición, todo llevado a moneda de cierre. b) Sobre la existencia, que se obtiene comparando el valor corriente del stock al cierre de ejercicio con su costo de compra o producción en moneda de cierre. Modelo 5: Valores Corrientes, Moneda Nominal (heterogénea), Capital Físico. El capital ya no son los pesos aportados, sino que es el importe al cierre del ejercicio de los activos necesarios para mantener la capacidad operativa. La diferencia sustancial con el modelo 3 de Valores Corrientes, Moneda Nominal y Capital Financiero, es que el mayor valor de la mercadería no se acredita a ganancia por tenencia, sino a una Reserva para Protección del Capital. El capital a mantener no será el dinero aportado, ajustado o no por inflación, sino el valor de los activos necesarios para mantener la capacidad operativa de la empresa. Esto implica que, al cierre de ejercicio, debe determinarse el valor corriente de las partidas patrimoniales vinculadas con el mantenimiento de la capacidad operativa, por este motivo este modelo no resulta compatible con el criterio de medición al costo, sino solo con la utilización de VC. Si al inicio del ejercicio existieran en el activo partidas no imprescindibles para mantener la capacidad de operación del negocio, su importe también formará parte del capital final. El criterio de mantenimiento de capital físico implica que todo aumento en el valor corriente de los activos afectados al giro del negocio tiene como contrapartida un aumento de capital y no una ganancia por tenencia como ocurría en el modelo de valores corrientes y mantenimiento del capital financiero. Pero hay que tener presente que si disminuye el valor corriente de tales activos, la contrapartida no es una pérdida por tenencia, sino una disminución del capital. En vez de acreditarse o debitarse directamente la cuenta capital social, suele mantenerse esta por el importe aportado y acreditarse a cuentas específicas que suelen denominarse “Ajuste por Mantenimiento del Capital” o “Ajuste del Capital por Revaluación de Activos”. El RECPAM solo aparece en los modelos que aplican moneda homogénea. En cambio, Resultado Monetario va a exponerse aun en los casos en que no se practique el ajuste por inflación. El RECPAM resulta de aplicar la tasa de inflación al importe de las partidas monetarias. En cambio, el Resultado monetario resulta de aplicar a las partidas monetarias los cambios específicos ocurridos en el costo de ciertos activos. En cuanto a la medición de los bienes al incorporarse en el patrimonio, se les asigna su valor de costo. Se reconocen resultados positivos por la negociación de bienes, o sea, cuando están realizados, cuando provienen de una operación jurídicamente concluida. Por el uso de valores corrientes, el resultado por negociación de bienes surge de comparar el ingreso por ventas menos el costo corriente de los bienes vendidos y no menos su costo histórico de adquisición. Los cambios en el valor de las partidas afectadas al giro del negocio, es decir, las que tienen que ver con su capacidad operativa, no se consideran resultados del período, sino que incrementan o disminuyen el importa del capital. Las modificaciones en el valor de los activos que, por no estar vinculados al giro del negocio, no afectan la capacidad operativa de la empresa se tratan como resultados por tenencia, sean positivas o negativas. La determinación del resultado monetario se origina al conservar en partidas monetarias, es decir, con valor fijo, importes necesarios para el mantenimiento de la capacidad operativa. En este caso tiene 2 componentes: a) el proveniente del dinero que se debe mantener inmovilizado para hacer frente a las erogaciones cotidianas, y b) el derivado de haber vendido mercaderías en vez de reponerlas inmediatamente, manteniendo mientras tanto dinero efectivo, en este caso el costo de las mercaderías aumento con el tiempo requiriendo más dinero para comprar la misma cantidad. CAPITULO 6 CAJA Y BANCOS El rubro Caja y Bancos, se encuentran dentro del rubro “Disponibilidades”, presenta las siguientes características: 1. Liquidez Inmediata 2. Medio de pago 3. Poder cancelatorio ilimitado Representa el rubro más líquido de la estructura patrimonial y que además debe poner utilizarse como medio de cancelación de deudas. La incorporación de partidas en el rubro Disponibilidades debe ser “restrictiva”, excluyendo la posibilidad de ser expuestos como disponibilidades todos aquellos elementos del activo que no constituyan moneda de curso legal, moneda extranjera con cotización conocida o saldos en cuentas corrientes, o cajas de ahorro bancarias expresadas en las monedas mencionadas y sin restricción alguna en su utilización o afectación, cheques de terceros (no diferidos) en moneda de curso legal o en extranjera, y giros postales y bancarios a la vista. Contenido del Rubro: Los elementos patrimoniales que integran el rubro Disponibilidades, o Caja y Bancos, podrían enunciarse como sigue: ● Efectivo (moneda de curso legal): En pesos y moneda extranjera. ● Saldos en cuentas corrientes bancarias (surgen luego de la aplicación de la conciliación bancaria): En pesos y moneda extranjera. ● Saldos en cuentas de caja de ahorros (surgen luego de practicar la conciliación bancaria, dejando expresa constancia de que el grado de liquidez de dichos saldos podría estar limitado): En pesos y moneda extranjera. Otros elementos que posean las características del rubro enunciadas: ● Valores a depositar (son cheques recibidos de clientes y aun no depositados en alguna de las cuentas del ente, con la aclaración de que no se trata de cheques de pago diferido, pues estos habrán de representar un crédito, por tratarse de valores con una característica de grado inferior de liquidez. Los cheques de pago diferido representan una orden de pago librada a fecha determinada, posterior a la de su libramiento contra una entidad autorizada en la cual el librado debe contar con fondos suficientes depositados a su orden en cuenta corriente o autorización para girar en descubierto). ● Fondos Fijos (se trata de sumas de dinero que provienen de retiros previos de cuentas bancarias para atender pagos de gastos menores de escaso monto, situación que origina la necesidad de su cancelación en efectivo, dichos fondos serán repuestos periódicamente cuando se agoten o lleguen a un nivel predeterminado. Mientras en el Fondo Fijo se trabaja con reposiciones periódicas que pueden estar dadas en función de importes o fechas; la Caja Chica representa pequeñas sumas de dinero con que cuentan distintos sectores de un ente cuya rendición habitualmente se efectúa al fondo fijo respectivo). ● Valores al cobro (Cheques cuya sucursal bancaria de emisión no permite su depósito directo en alguna de las cuentas bancarias del ente, y por ende, deberá ser entregado, a un banco para que se encargue de su cobranza y de la acreditación posterior. ● Giros bancarios a la vista. No deben considerarse como partidas integrantes de este rubro los depósitos a plazo fijo, ni los cheques de pago diferido recibidos de los clientes, ya que deberán exponerse bajo el rubro inversiones, y Créditos por ventas, respectivamente. Tampoco deben considerarse partidas integrantes de este rubro los Gastos a rendir por parte del personal de la empresa que hubiere recibido alguna suma de dinero en concepto de gastos de representación y cuya rendición se encuentre pendiente. Similar tratamiento debe asignarse a la documentación respaldatoria de anticipos de sueldos al personal, que recién serán compensados en oportunidad de practicarse las liquidaciones de haberes respectivas; Los gastos a rendir deben ser considerados como Otros créditos, y los Anticipos para sueldos se deberían exponer compensados del pasivo por las remuneraciones devengadas y pendientes de pago al cierre de un período económico. Se debe destacar que al referirnos a la inclusión en este rubro de los saldos en cuentas corrientes bancarias, esta afirmación no incluye aquellos saldos acreedores emanados de nuestros registros y que pueden corresponder a cuentas con instituciones bancarias que han otorgado la autorización para girar en descubierto. El giro en descubierto implica la emisión de cheques, por parte de la empresa, por encima del límite de fondos depositados en la cuenta mencionada. La partida en cuestión deberá ser incluida dentro del Pasivo, como una deuda. *No deberían ser considerados como cobranzas los cheques de terceros emitidos por los clientes, antes de la fecha de cierre de ejercicio, pero aun no recibidos por el ente. *No deberían ser computados como pagos los cheques emitidos por el ente y no recibidos en forma fehaciente por el respectivo acreedor. No deberían ser considerados como cancelaciones de pasivos los cheques entregados oportunamente y vencidos, a la fecha de cierre del ejercicio, representando, estos últimos, pasivos pendientes de cancelación. *No correspondería incluir en este rubro los saldos de cuentas correspondientes a instituciones bancarias, cuya operatoria se hallare suspendida por el organismo de control. *Si bien ya se ha comentado la conveniencia de la no inclusión de los saldos acreedores de las cuentas corrientes bancarias, emanadas de nuestros registros, debería contabilizarse el devengamiento de los intereses relacionado con los saldos antedichos, desde el momento de la utilización de la posibilidad de girar en descubierto hasta la fecha de cierre del período. *La existencia de caja de dinero en efectivo y de otros valores al cierre del periodo debe ser verificada a través de un procedimiento de recuento físico, arqueo. El procedimiento mencionado habrá de permitir la verificación de la coincidencia entre los saldos de las cuentas correspondientes a dinero en efectivo, valores a depositar y otros valores de similares características, y el resultado del procedimiento practicado. En caso de verificarse diferencias, las mismas deberán ser consideradas como resultados del período, excepto que el ente contara con normas que responsabilizarán y sancionarán a los responsables de la custodia de los valores de que se trata, en cuyo caso dichas diferencias no constituirán resultados para el ente, sino que deberán contabilizarse como créditos diversos, hasta tanto sean reintegrados por el o los responsables. *No deberían ser incluidos en el saldo del o los fondos fijos los gastos ya efectuados y no rendidos. *Los saldos de las cuentas corrientes bancarias que deberán ser expuestos al cierre del período habrán de surgir como resultado final luego de haberse practicado la conciliación bancaria. - Existen 4 procedimientos para llevar adelante la conciliación bancaria: 1. Partir del saldo informado por el banco para llegar al saldo de los registros del ente. 2. Partir del saldo de los registros del ente para llegar al saldo informado en el extracto bancario. 3. Partir de ambos saldos para tratar de llegar a saldos iguales. 4. Practicar conciliación bancaria. *Deberán computarse las partidas conciliatorias que pueden corresponder a aquellas pendientes en la conciliación anterior y que no cancelaron al mes siguiente, los débitos o acreditaciones bancarios no contabilizados por la sociedad, así como también los débitos y créditos registrados por el ente y aun no considerados por el banco. Dichas partidas deberán analizarse, pues surgirán, según lo detallado, partidas permanentes y temporarias, siendo estas últimas las únicas que podrían quedar pendientes, ya que las partidas permanentes serían ajustadas por el ente. Saldos en moneda extranjera. El ingreso de divisas en el patrimonio plantea para el ente la necesidad de conocer el tipo de cambio vigente en dicho momento, para convertirlas a moneda de curso legal del país, así como también surge la necesidad de conocer el cambio aplicable al cierre de cada período, mientras subsistan las divisas y aquel tipo de cambio a la fecha de su venta o de su utilización para cancelar deudas. *Los problemas derivados de estas operaciones según Mario Biondi son los siguientes: 1. Tipos de cambio que deben utilizarse en la conversión de cuentas y estados financieros a otras monedas. 2. Tratamiento a dar a las ganancias y pérdidas que surjan por hacer la respectiva conversión de divisas. 3. Las consecuencias impositivas a que puede llevar la conversión. 4. Las formas de exposición y/o manifestaciones que se requieren para los rubros vinculados con esta operaria. En el momento en que se registre el ingreso de las divisas, el valor a ser atribuido a ella sería el de su cotización a dicho momento. A partir de entonces, y al cierre de cada período, la diferencia entre la cotización al inicio del período y/o al momento de su ingreso debería ser considerada como un resultado financiero devengado, siempre que el criterio de medición primario sea el de valores corrientes. Otro inconveniente a resolver es el tipo de cambio a emplear cuando no existen mercados libres para la compraventa de moneda extranjera. En un país y un momento determinados, podrías ocurrir que los tipos de cambio de las monedas extranjeras sean: a) Fijados por el gobierno. b) Manipulados por el mismo. En tales situaciones, podría dudarse sobre la conveniencia de emplear los tipos de cambio de mercado para la conversión de los saldos de créditos y deudas en moneda extranjera o de posición a largo plazo. Para atacar este problema, existen varios enfoques a tener en cuenta: ● Utilizar, el precio de mercado ● Cuando hubiere un mercado oficial (de uso obligatorio) y otro paralelo (clandestino) basar las conversiones en las cotizaciones observadas en el paralelo. ● En lugar de emplear alguna cotización, utilizar alguna partida de equilibrio. *En valor de cotización de la moneda extranjera resulta de difícil determinación ante situaciones de control de cambios. *En síntesis, las partidas de este rubro deben revaluarse al tipo de cambio comprador del mercado oficial al cierre de cada período, en virtud de representar dicha cotización, la que permite reflejar adecuadamente la realidad económica. Medición contable al cierre del período y efectos de la inflación/deflación: Las partidas representativas del efectivo en caja, valores a depositar o saldos en cuentas corrientes bancarias o de ahorro, en moneda de curso legal del país, se encuentran automáticamente medidas a su valor nominal o escrito, y luego de efectuados los ajustes pertinentes, generan resultados por exposición a la inflación/deflación. Las partidas en moneda extranjera, se miden a su cotización de cierre, no generan resultados por exposición a la inflación/deflación, es preciso determinar las diferencias de cambio en términos reales, despojadas del efecto inflación/deflación, para esto debe compararse el saldo al inicio de la cuenta patrimonial en moneda extranjera, al cual se le adicionan los distintos movimientos (deudores y acreedores, excepto las diferencias de cambio), todo ello en moneda de poder adquisitivo de cierre del periodo, frente a la medición de la cuenta patrimonial en moneda extranjera. Por diferencia se obtiene el resultado financiero en términos reales. Se destaca que siempre que la tasa de inflación supere el aumento en la cotización de la divisa, la diferencia de cambio real será negativa y en caso contrario, positiva.