Fabula el Águila y la Zorra Dos amigas, la zorra y el águila, después de muchos años de amistad, decidieron vivir juntas. El águila encontró un árbol bastante alto, donde puso sus huevos, y la zorra los dejó junto a unas zarzas en la base del árbol. Todo iba bien, hasta que un día, mientras la zorra salía a buscar comida, el águila con mucha hambre se acercó a las zarzas, se llevó los zorros bebes y se los comió junto con sus crías. Cuando la zorra se dio cuenta, tuvo que resignarse a maldecir desde lejos, porque le era imposible atrapar a un animal que volaba tan alto. Al poco tiempo, el águila recibió su castigo por su traición: Mientras unos hombres sacrificaban una cabra, el águila la tomo y la llevó a su nido, mientras aún conservaba algo de fuego. El aire hizo que se esparciera, lo que hizo que consumiera su nido junto con sus pequeños hijos que no sabían volar. Cayeron al suelo y fueron devorados por la zorra. Moraleja: No existe nada mas importante que una amistad. Nunca la traiciones. Tarde o temprano, pagarás por esa traición. Fabula el Águila y el Escarabajo Un águila perseguía a una pequeña liebre, hasta al punto que la acorraló y estaba a punto de comérsela. La liebre pidió entonces ayuda a un escarabajo, para que ayudara a salvar su vida. El escarabajo le pidió amablemente al águila que le perdonara la vida a la liebre. Sin embargo, el águila hambrienta, la devoró sin pensarlo en frente del escarabajo. Entonces, desde ese día juro vengarse del águila por haberse comido a su amiga. Siempre miraba donde ponía los huevos el ave, para echarlos a rodar a la tierra. El águila, desesperada, recurrió a Zeus para que cuidara de sus huevos. El le ofreció su regazo, pero el escarabajo se dio cuenta del asunto, y dejo car una bolita de barro en el regazo de Zeus. Al sacudir su mano para quitarlo, los huevos cayeron a la tierra también. Desde entonces, las águilas no ponen huevos en época de vuelo de los escarabajos. Moraleja: No desprecies ningún ser ni nada que consideres insignificante. No existe nada tan débil que no pueda alcanzarte. No subestimes a nadie. Fabula un Gusano en la Cima Cuenta la historia de un águila bastante fuerte, que montó su nido en una roca muy alta y empinada, que casi tocaba las nubes con sus alas. Empollaba sus huevos ahí, que finalmente nacieron. El águila se iba muy tranquila a buscar comida, ya que se sentía muy segura por lo inaccesible de su hogar. Un día, regresó a su nido y se encontró con tremenda sorpresa: Un pequeño gusano había logrado llegar al nido y se había acomodado en el. Con mucha rabia y bastante confundida, tomó al gusano con sus garras y se disponía a matarlo. - ¡¿Cómo pudiste llegar hasta este sitio?! + Se-señora águila, ¡no me mate por favor!. Si me deja vivir le diré como pude subir. - Adelante, y te prometo no matarte y perdonarte. + Pues, señora águila, llegué aquí arrastrándome... y arrastrándome y arrastrándome. Moraleja: ¿Quieres saber como han llegado tan alto algunas personas? Perseverancia. Para llegar al éxito, esa cima alta y empinada, debes seguir intentándolo y trabajar duro constantemente. Nada que valga la pena es fácil. Fabula el León y el Ratón Estaban un par de ratones jugando en el prado, y sin querer despertaron a un León que dormía en los alrededores. Se levantó de repente y atrapó a uno de los ratones. El ratón, muy asustado, le dijo al león que le perdonara la vida y así, daría su vida a su servicio. Aunque al león le dio un poco de risa la promesa, aceptó. Unas semanas después, el león fue trapado por las redes de un cazador, sin forma alguna de escapar. El ratón, al escuchar los rugidos del león, se acercó y comenzó a roer la red. De esa forma, el ratón cumplió con su promesa. El león pensó mucho acerca de ese favor, y de que tenía que hacer un cambio en la perspectiva con la que veía a los otros animales. Moraleja: No trates mal ni menosprecias a los demás. Puede que en algún momento necesites su ayuda, o que terminen siendo mejor de lo que esperabas. Dales una oportunidad.