ARBOR - ACTUALIZACIONES CLÍNICAS DE NUTRICIÓN © ____________________________________________________________ Después de nuestras vacaciones de verano, volvemos con un tema fascinante – la relación entre la dieta y el acné y si alguna práctica dietética en especial puede ayudar en el tratamiento de este estado. Como veréis, el “estándar docente” sobre este tema parece estar en contradicción con la evidencia científica más reciente. El presente tema se esta enviando a nuestros suscriptores estándar, de tal manera que Ud. esta bienvenido a compartir con colegas profesionales y estudiantes. Si ellos están interesados en tener su propia suscripción ellos pueden aplicar a través de nuestra website (instrucciones al final). Afectuosamente, El Equipo Editorial ARBOR - ACTUALIZACIONES CLÍNICAS DE NUTRICIÓN http://www.nutritionupdates.org ____________________________________________________ REVISION DE INVESTIGACIÓN EN NUTRICION Estudio 1: Dieta con un IG bajo como tratamiento para el acné Un nuevo ensayo Australiano ha utilizado una dieta con una carga glicémica (GL) baja como tratamiento para reducir el acné. Método: Ensayo clínico controlado a ciegas con 43 hombres jóvenes (15-25 años de edad) con acné se les dio una dieta con una GL baja (25% de energía de proteínas, 45% de carbohidratos con un IG bajo, carga glicémica dietética=101) o una dieta convencional de control (dando importancia a alimentos con una densidad de carbohidratos sin hacer referencia a su IG, carga glicémica dietética=174) durante 12 semanas. Evaluación de acné fue realizado por los investigadores que fueron cegados en cuanto a la dieta que seguía el sujeto. Un sub-conjunto de 31 sujetos fue sometido a un análisis del sebo. Resultados: Los sujetos con GL baja tenían una cantidad significativamente menos de lesiones de acné en la final de la prueba comparando con los control. Consumieron menos energía (p=0,06) y experimentaron una mayor pérdida de peso, un menor índice de andrógeno libre (p=0,04), mayor proteína de unión del factor de crecimiento similar a la insulina (p=0,001), menos auto-informes de piel grasosa (p=0,013). El recuento de lesión fue correlacionada con la significativamente (p=0,007) superior proporción de grasas saturadas a monoinsaturadas en el sebo en el grupo bajo GL vs el grupo control (r=0,39, p=0,03). Ver gráfico en la versión de Acrobat. Refs.: Smith RN. et al. A low-glycemic-load diet improves symptoms in acne vulgaris patients: a randomized controlled trial. Am J Clin Nutr. 2007 Jul;86(1):107-15. and Smith RN. et al. The effect of a low glycemic load diet on acne vulgaris and the fatty acid composition of skin surface triglycerides. J Dermatol Sci. 2008 Apr;50(1):41-52. Estudio 2: La leche y la prevalencia de acné Un estudio americano reciente ha comparado el consumo de lecho con la prevalencia del acné en niños. Método: Estudio cohorte observacional prospectivo en 4.273 jóvenes cuya dieta se analizó en tres ocasiones a lo largo de 3 años, y auto-informaron de su estado de acné al año siguiente, momento en el que eran adolescentes. Resultados: Ratios de prevalencia multivariado ajustado fueron mayores en los que ingirieron más leche desnatada pero no otro tipo de leche. Ver tabla. Ref.: Adebamowo CA. et al. Milk consumption and acne in teenaged boys. J Am Acad Dermatol. 2008 May;58(5):787-93 COMENTARIO Durante muchos años, la sabiduría convencional dispensado por los médicos sobre la relación entre la dieta y el acné vulgaris ha sido que no hay ninguno (ref.1, 2). En un estudio reciente, el hecho de que casi la mitad de un grupo de estudiantes de medicina del último año creyó que la dieta era un factor importante en el desarrollo del acné era un error desafortunado "que probablemente perpetuaría desinformación entre la comunidad" (ref.3). La "opinión experta" de los médicos se encuentra en un marcado contraste con lo que piensan sus pacientes. Numerosos estudios han mostrado que las personas están bajo la clara impresión que efectivamente la dieta tiene relación con el acné, particularmente alimentos grasos y el chocolate (ref.4-6). Una prudente mirada a esta cuestión revela algo fascinante - que, aunque los libros de texto médicos de antaño apoyaba firmemente la idea de "dietas acné", durante los últimos 50 años se ha invertido completamente (ref.7,8). Sin embargo, la confianza actual de los expertos es que no hay nada en la historia dieta-acné basado en casi ninguna evidencia "ref.2, 9). El hecho es que la evidencia más citada a favor del punto de vista "moderna" es un único ensayo clínico aleatorizado, realizado hace casi 40 años. Este ensayo no encontró aumento de la prevalencia del acné después de 4 semanas de ingerir chocolate vs barras de caramelos control además de la dieta normal (ref.10). Que se trataba de un pequeño estudio en el que participaron sujetos con una alta prevalencia de acné y que tanto los dulces de control e intervención, eran igualmente altos en grasa y azúcar (ambos grupos habían aumentado significativamente la producción de tejido sebáceo durante la fase de tratamiento) puede haber sido olvidado por los que lo citan. Desde entonces, el tema parece haber sido eliminado completamente de la agenda de los investigadores. Una revisión de más de 1.500 ensayos clínicos controlados sobre el acné encontró que menos de la mitad de uno por ciento mencionan la dieta (ref.11). Entre los pocos trabajos de investigación que han abordado el tema fue un ensayo corto con pacientes con acné en 1978 que no pudo encontrar la ventaja de eliminar alimentos con resultado positivo ante una prueba cutánea para identificar alergias (ref.12). En 2002 Cordain et al. Informó el fascinante hecho de que el acné fue completamente ausente en dos sociedades espectacularmente nooccidentalizadas, y se preguntó si el acné se podría considerar una "enfermedad de la civilización". Se especuló que el acné puede deberse en parte a las repercusiones del aumento de la carga glicémica en niveles de insulina (ref.13). Hasta ahora, allí se ha quedado el tema. Los resultados del nuevo Estudio 2 que relaciona la ingesta de leche con la prevalencia del acné es una adición interesante a la escasa literatura de investigación. Los autores - del reconocido "grupo Harvard" de epidemiólogos nutricionales - anteriormente habían publicado los resultados de las niñas en este cohorte de adolescentes, que eran similares, pero aplicado a la leche entera, semidesnatada y desnatada (ref.14). Sus datos son prospectivos, pero no demuestra que se trata de un vínculo casual. Si la relación resulta ser casual, uno puede considerar cualquier número de factores relacionados con la ingesta de leche, incluyendo el contenido en grasa, proteínas, hormonas y muchos otros componentes. No hay mucho en la literatura actual para poder guiarnos a cualquier otra conclusión. Lo que podemos decir es que la patología del acné es demasiado compleja como para prestarse a cualquier explicación simplista, como que el acné es "causado por" un exceso de grasas en la dieta. En este contexto, los resultados del nuevo Estudio 1 son particularmente interesantes. Este ensayo clínico aleatorizado correctamente realizado en Australia exploraron la hipótesis de Cordain que el acné puede estar relacionado con la carga glicémica dietética. Los investigadores descubrieron que un cambio de dieta con alimentos de mayor o menor GI puede significativamente beneficiar a quienes padecen de acné. Esto se logró en un grupo de jóvenes cuyo acné, aunque clasificado de leve a moderado en grado, fue sin duda suficiente para impactar en la autoestima de los jóvenes típicamente cohibidos. El nuevo Estudio 2 no es un ensayo de gran tamaño y claramente más de este tipo de trajo será necesario. No obstante, representa un comienzo en la dirección correcta. El acné es una cuestión de preocupación clínica diaria de los médicos de atención primaria y sus pacientes, y las preguntas sobre la dieta en relación con el acné son muy comunes. Francamente, hay que concluir que el asesoramiento que los médicos han estado dando a estos pacientes durante muchas décadas se ha basado en poco más que hipótesis. Quizá "no sabemos" habría sido una mejor respuesta. No estamos seguros que esto haya sido la intención de las últimas pautas del American Academy of Dermatology para el manejo del tratamiento del acné, en las cuales dicen: "no existe evidencia sobre el papel de la dieta en el acné" (ref. 17). En cualquier caso, la investigación reciente indica que esta conclusión ya no es exacta. Los clínicos deben llegar a sus propias conclusiones ante estos resultados preliminares y sugerir a sus pacientes con acné "la oportunidad de tratar" con una dieta baja en GL. Nuestra opinión es que esto no constituiría un cambio difícil de introducir, es improbable de causar daño, y por lo menos ofrece una posibilidad de beneficio. References: 1. Cordain L. Implications for the role of diet in acne. Semin Cutan Med Surg. 2005 Jun;24(2):84-91. 2. Danby FW. Acne and milk, the diet myth, and beyond. J Am Acad Dermatol. 2005 Feb;52(2):360-2. 3. Green J. et al. Perceptions of acne vulgaris in final year medical student written examination answers. Australas J Dermatol. 2001 May;42(2):98-101. 4. Tan JK. et al. Beliefs and perceptions of patients with acne. J Am Acad Dermatol. 2001 Mar;44(3):439-45. 5. Wolf R. et al. Acne and diet. Clin Dermatol. 2004 Sep-Oct;22(5):387-93. 6. Tallab TM. Beliefs, perceptions and psychological impact of acne vulgaris among patients in the Assir region of Saudi Arabia. West Afr J Med. 2004 Jan-Mar;23(1):85-7. 7. Thiboutot DM. et al. Diet and acne revisited. Arch Dermatol. 2002 Dec;138(12):1591-2. 8. Rolleston H. et al. Diet in health and disease. Eyre and Spottiswoode, London 1939. 9. Magin P. et al. A systematic review of the evidence for 'myths and misconceptions' in acne management: diet, face-washing and sunlight. Fam Pract. 2005 Feb;22(1):62-70. 10. Fulton JE Jr. et al. Effect of chocolate on acne vulgaris. JAMA. 1969 Dec 15;210(11):2071-4. 11. Lehmann HP. et al. Acne therapy: a methodologic review. J Am Acad Dermatol. 2002 Aug;47(2):231-40. 12. Wüthrich B. et al. [Acne vulgaris: results of food allergen tests and a controlled elimination diet (author's transl)] Dermatologica. 1978;157(5):294-5. 13. Cordain L. et al. Acne vulgaris: a disease of Western civilization. Arch Dermatol. 2002 Dec;138(12):158490. 14. Adebamowo CA. et al. Milk consumption and acne in adolescent girls. Dermatol Online J. 2006 May 30;12(4):1. 15. Danby FW. Diet and acne. Clin Dermatol. 2008 Jan-Feb;26(1):93-6. 16. Liepa GU. et al. Polycystic ovary syndrome (PCOS) and other androgen excess-related conditions: can changes in dietary intake make a difference? Nutr Clin Pract. 2008 Feb;23(1):63-71. 17. Strauss JS. et al. Guidelines of care for acne vulgaris management. J Am Acad Dermatol. 2007 Apr;56(4):651-63