CRISTO NUESTRA JUSTICIA PRINCIPIO 14 PRINCIPIO Creemos que sin la justicia de Jesucristo ningún ser humano mortal puede subsistir ante el Dios santo. El profeta Isaías se expresa del siguiente modo. “Si bien todos nosotros somos como sociedad, y todas nuestras justicias como trago de inmundicia; …” (Isaías 64:6) Para aclarar este asunto importante en nuestra vida de fe, citamos a continuación algunos Testimonios: “Puesto que somos pecadores y malos, no podemos obedecer perfectamente una ley santa. No tenemos justicia propia con que cumplir lo que la ley de Dios exige. Pero Cristo nos preparó una vía de escape. Vivió en esta tierra en medio de pruebas y tentaciones como las que nosotros tenemos que arrostrar. Sin embargo, su vida fue impecable. Murió por nosotros, y ahora ofrece quitar nuestros pecados y vestirnos de su justicia”. CC,43; Romanos 5:1; Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; Rom1:16, 17; Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. Rom3:23, 24. por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en “ Qué es la justificación por la fe? Es la obra de echar al polvo la gloria del hombre y hacer por él lo que no está en poder de hacer por sí mismo. Cuando los hombres reconocen entonces su propia nulidad, están preparados para ser revestidos con la justicia de Cristo.” , Cristo Nuestra Justicia. P 73 “Así tienen remisión de los pecados pasados, por la paciencia de Dios. Más que esto, Cristo imparte a los hombres atributos de Dios. Edifica el carácter humano a la semejanza del carácter divino y produce una hermosa obra espiritualmente fuerte y bella. Así la misma justicia de la ley se cumple en el que cree en Cristo” DTG, 710, 711. Por su perfecta obediencia ha hecho posible que cada ser humano obedezca los mandamientos de Dios. Cuando nos sometemos a Cristo, el corazón se une con su corazón, la voluntad se fusiona con su voluntad, la mente llega a ser una con su mente, los pensamientos se sujetan a él; vivimos su vida. Esto es lo que significa estar vestidos con el manto de su justicia. Entonces, cuando el Señor nos contempla, é ve no el vestido de hojas de higuera, no la desnudez y deformidad del pecado, sino su propia ropa de justicia, que es la perfecta obediencia a la ley de Jehová. PVGM, 253-254 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual… en Cristo, según nos escogió en él… para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado” Efesios 1:3-6. El ser humano es aceptado por Dios a través de Jesucristo de el que se obtiene la vida eterna: “…todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna…” Juan 17.2. Padre Cristo “…mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testimoniado acerca de su Hijo … Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo” 1 Juan 5:9-11. Ser humano “La ley requiere justicia, una vida justa, un carácter perfecto: y esto no lo tiene el hombre para darlo. No puede satisfacer los requerimientos de la santa ley de Dios. Pero Cristo, viniendo a la tierra como hombre, vivió una vida santa y desarrolló un carácter perfecto. Ofrece éstos como don gratuito a todos los que quieran recibirlo. Su vida reemplaza la vida de los hombres. Así tienen remisión de los pecados pasados por la paciencia de Dios. Mas que esto, Cristo imparte a los hombres atributos de Dios. Edifica el carácter humano a la semejanza del carácter divino, produciendo una hermosa obra espiritualmente fuerte y bella”. DTG, 710, 711. “ Porque así como la desobediencia de un hombre los muchos fueron contados pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.” Romanos 5:19. La raza humana es desobediente a la voluntad de Dios y por lo tanto es pecadora, así que la única solución posible para cambiar el curso de las cosas es la introducción en el proceso de alguien, humano, que es obediente, no pecador y puede adjudicar su justicia a los que no lo son por naturaleza pero lo adquieren por la fe a través de la adquisición de un nuevo estado espiritual. “La justicia es amor, y el amor es la luz y vida de Dios. La justicia de Dios está personificada en Cristo. Al recibirle, recibimos la justicia. No se obtiene la justicia por conflictos penosos, ni por rudo trabajo, ni aun por dones o sacrificios, es concedida gratuitamente a toda alma que tiene hambre y sed de recibirla.” DMJ, 23. Los símbolos que se usan en la Palabra de Dios para ilustrar la justicia son muy ilustrativos: Cinto “ Y será la justicia cinto de sus lomos…” Isaías 11:5 Diestra “… te sustentaré con la diestra de mi justicia” Isaías 41:10 Ondas del mar “…y tu justicia como las ondas de la mar” Isaías 48:18 Luz “…mi justicia descubriré para luz de pueblos” Isaías 51.4 Adorno “Con justicia serás adornado…” Isaías 54:14 Coraza “Pues de justicia se vistió como de coraza…” Isaías 59:17 Árbol “…y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya” Isaías 61:3 Manto “…rodeóme de manto de justicia…” Isaías 61:10 Morada “…Jehová, morada de justicia…” Jeremías 50:7 Arroyo “Antes corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo” Jeremías 5:24 Sol “Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salud…” Malaquías 4:2 CONCLUSIÓN “Esta fe sencilla, que acepta al pie de la letra lo que Dios dice, debe ser estimulada. El pueblo de Dios debe poseer la clase de fe que se ase del poder divino; “porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8) Aquellos que creen que por amor de Cristo, Dios ha perdonado sus pecados, no deben, por causa de la tentación, dejar de seguir peleando la buena batalla de la fe. Su fe debe volverse cada vez más fuerte hasta que su vida cristiana, como sus palabras, declare: “La sangre de Jesucristo… nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7) Debe enseñarse a la gente que Cristo es su salvación y su justicia. Satanás tiene el premeditado propósito de impedir que las almas crean en Cristo como única esperanza suya; porque la sangre de Cristo limpia de todo pecado obra eficazmente sólo a favor de aquellos que creen en su mérito, y la presentan ante el Padre como presentó Abel su ofrenda… El centro de nuestro mensaje no es sólo los mandamientos de Dios, sino también la fe de Jesús. Una brillante luz resplandece sobre nuestra senda hoy día, y nos induce a aumentar nuestra fe en Jesús. Debemos recibir todo rayo de luz, y andar en él… Al recibir mayor luz, los hombres deben ser reformados, elevados y refinados por ella”. Obreros Evangélicos, 169-171. “La justicia por la cual somos justificados se nos atribuye. La justicia por la cual seremos santificados nos será concedida. La primera nos hace pretendientes del cielo y la segunda nos hace apropiados para entrar en él”. Cristo nuestra Justicia, p 69 Los rasgos distintivos de la justicia, de acuerdo a las Sagradas Escrituras, son propias del carácter de Dios, ya que El mismo es la justicia: oETERNIDAD “Tu justicias es justicia eterna, y tu ley la verdad” Salmo 119:142. oPAZ “Y el efecto de la justicia será la paz…” Isaías 32:17 oSEGURIDAD “…y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre” Isaías 32:17 oVITAL “…la justicia es para vida…” Proverbios 11:19 oDON “…los que reciben la abundancia de la gracia, y del don de la justicia”. Romanos 5:17. oFRUTOS “Llenos de frutos de justicia, que son por Jesucristo…” Filipenses 1:11. oANUNCIABLE “…guardó a Noé, pregonero de justicia…” 2 Pedro 2:5. oDIVINA “Conforme a tu nombre, oh Dios, así es tu loor hasta los fines de la tierra; de justicia está llena tu diestra.” Salmo 48:10. “ La justicia es la práctica del bien y es por sus hechos por lo que todos han de ser juzgados. Nuestros caracteres se revelan por lo que hacemos. Las obras muestran si la fe es genuina o no.” PVGM, 289. 290