Historia del periodismo deportivo El nacimiento de un oficio Las primeras publicaciones de revistas dieron inicio al nacimiento de la prensa dedicada a deporte. Una de las más relevantes: ‘Estadio’, que se considera la cuna de los grandes exponentes y los futuros periodistas que pasarían por sus oficinas. Autodidactas vs profesionales, un debate que se abre al entender que la pasión y la experiencia fue lo que se necesitó para posicionarse en un campo desconocido. El periodismo deportivo nacional no cuenta con una historia ostentosa. Basta con revisar las mallas curriculares de la carrera de periodista para ver que no es un área que se explote como tal. La realidad es que la especialidad está al debe en la academia, aunque también hay que considerar que fue en 1953 cuando se abrió la primera escuela de Periodismo en la Universidad de Chile. Pero a pesar de este atraso en cuanto a la formación profesional, la experiencia y la pasión se encargaron de llenar ese vacío. No hay registros formales de cual fue la primera revista, pero sí hay certeza de que el hito que marcó un ante y un después de esta área del periodismo, fue la publicación de ediciones escritas especializadas del deporte. El balón pie se fue convirtiendo en la actividad popular por excelencia, desde que en 1930 Chile participó en el primer mundial de fútbol que se disputó en Uruguay y luego que ocho años más tarde se instalara el Estadio Nacional en Santiago. A estas fechas, el fútbol ya se jugaba profesionalmente, pero aún no tomaba un rol protagónico en los medios de comunicación de la época. Sport Ilustrado, realizada en Valparaíso y Los Sports (1923), fueron de las primeras publicaciones que se tiene registro. Si bien pudieron aportar en el área, no pudieron prosperar, pero tuvieron la misión de preparar el terreno para lo que se venía, especialmente, esta última que se encargó de reconocer a deportistas de elite como Marcelo Plaza, quien fue medallista olímpico por esos años. Hasta que en 1941 sale la primera edición de la revista Estadio, que llegó a posicionar al deporte y al fútbol esencialmente, como un tema trascendental para la sociedad criolla. Sergio Gilbert la describe como las más “emblemática para el desarrollo del periodismo deportivo chileno”. Desde su inicio, la revista dejó en claro su abierta disponibilidad para la pluralidad de temas y que la crítica constructiva serían los valores que rondarían en sus publicaciones. El mismo Gilbert señala, en sus propias palabras, que “Estadio fue el principal baluarte de la prensa deportiva chilena”, y esto principalmente por tres razones: que siempre estuvo a la vanguardia en cuanto al deporte nacional, siguió a los deportistas chilenos por todo el mundo y porque se convirtió en el alma mater de las próximas generaciones de periodistas que se dedicaron a esta área. De esta revista salieron grandes exponentes como Renato González, Antonino Vera y el querido Julio Martínez, que luego de transformaciones dentro de la edición, se dedicaron a escribir columnas. Estos referentes llegaron a marcar el estilo de la prensa dedicada al deporte y fueron ellos precisamente, quienes, con su pluma, dieron su nacimiento. Gol y Gol (1962), Foto Sport (1977) y Deporte Total (1981) fueron las publicaciones que siguieron, sin obtener la misma relevancia, exceptuando la última que logró posicionarse ante la quiebra de Estadio. Así también, el suplemento deportivo de 12 páginas de La Nación se encargó de explotar la popularidad del fútbol criollo en esa época, aunque en un intento desesperado de rescatar adherentes por su afiliación directa con la dictadura militar. Podría mencionar a todas las revistas que vinieron después, pero Estadio fue las más relevante por ser la cuna de los grandes referentes de la historia de la prensa deportiva. Jóvenes egresados de periodistas llegaban ilusionados a sus dependencias para conocer y aprender de los ídolos que se dedicaron a leer desde pequeños, incluso como una especie de ritual. Este fue el caso de Julio Salvat, quien en 1970 entró a trabajar para la publicación, que expresa la profunda admiración de profesionalismo de Julio Martínez, quien además logró atravesar generaciones, y destaca a Antonio Vera como el “faro del periodismo deportivo en Chile”. Entonces, por un lado, hay que dejar en claro que Estadio cumplió un rol fundamental funcionando como una “universidad de papel” según Gilbert. Y que fue en ella donde podemos apreciar particularmente, que la prensa deportiva se desarrolló en la marcha, se aprendió haciendo y es una cualidad que no se puede pasar por alto. Me parece que, para aquella época, que un aficionado pudiera dedicarse al rubro era muy acertado. Sin embargo, queda un vacío entre los profesionales y los autodidactas, que en el fondo se podría incluso considerar algo normal si se entiende que la propia historia del periodismo se constituyó bajo limites difusos. Diego Peralta, periodista del sitio web Generación Deportiva plantea que un error privilegiar muchas veces el rostro y no el estudio. “Yo creo que pasa en todos los medios y puntualmente en el fútbol, que hoy un ex jugador o alguien que dice saber, lo ponen como panelista, reportero y se analiza deporte. En el fondo, cubre el rol del periodista y la verdad es que no estoy de acuerdo, porque para eso uno estudio cinco años y tiene todas las herramientas necesarias para entregar bien la información”. Considerando el enorme esfuerzo académico y monetario que se tiene que hacer para estudiar una carrera universitaria en Chile, es decepcionante ver que se les de la oportunidad a figuras deportivas, y no expertos de la comunicación. Pero aún así, existe otro lado de la moneda que no lo ve como una competencia sino como un gran aporte al área. Roberto Báez, ex periodista de Santiago Wanderers piensa que “el periodismo propiamente tal puede ser un oficio no tan solo una profesión, no necesariamente pasar por una escuela para poder ejercerlo” ya que en base a su experiencia de trabajar en un club y estar en constante vinculación con los medios señala que “hay bastante gente que ejerce sin tener el título, y créeme que muchas veces son más éticos y profesionales que los que pasaron por alguna universidad”. Es un debate muy amplio en el área comunicativo, que daría para expandirse y cuestionarse el rol periodístico como un fenómeno en el deporte en la sociedad chilena y latinoamericana, de la cual no me explayaré en este texto. Pero siempre teniendo en cuenta que la prensa deportiva se constituyó en la práctica y no en lo teórico.