Especialidad de Santuario - Armando Thomas Gónzalez Lázaro I.¿Cuál es el nombre de las tres partes del Santuario? Dios ordenó construir el Santuario del desierto para dar a su pueblo una lección objetiva de las verdades espirituales y eternas. El Yo “habitaré en medio de ellos” de Éxodo 25:8 contiene el vocablo “habitar”, que ha sido traducido de la palabra hebrea shakan, la cual, aunque se traduce “habitar”, “morar”, tiene una connotación aún más profunda, ya que nos comunica la idea de que ese “habitar” es el de un vecino, alguien que quiere estar cerca y gozar de nuestra amistad. El Santuario del desierto fue el recinto sagrado donde Dios moraba en medio de su pueblo, pero obviamente esto es un símbolo de una verdad superior: antes que en templos materiales hechos por el hombre (Hech.17:24), Dios quiere morar en el templo del alma humana (1 Cor. 3:16, 17) para llenarla con la gloria del Espíritu Santo, quien es el representante personal del Señor Jesucristo, porque es “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria” (Col 1:27).“Ningún edificio terrenal podría representar la grandeza y la gloria del templo celestial, la morada del Rey de reyes. . . Sin embargo, las verdades importantes acerca del santuario celestial y de la gran obra que allí se efectúa a favor de la redención del hombre debían enseñarse mediante el santuario terrenal y sus servicios” (PP 371). El Santuario fue construido en base a un esquema que contempla tres secciones claramente discernibles: el Atrio, el Lugar Santo (qódesh) y el Lugar Santísimo(qódesh qodashim). A. Describir qué había en cada parte. 1)En el Atrio se ubicaban 2 muebles: el altar de los holocaustos y el lavacro. 2)En el Lugar Santo había 3 muebles: la mesa de los panes de la proposición, el altar del incienso y el candelero. 3)En el Lugar Santísimo sólo había un mueble: el Arca de la alianza. B. Describir lo que cada mueble representaba. 1) Altar de los holocaustos. Se lo llama “altar” (Éxo. 28:43; 29:12, 44; 30:20). La palabra hebrea usada aquí (mizhéaj) significa “lugar de sacrificio”. También se lo denomina “altar delos holocaustos” (Éxo. 30:28; 31:9; 35:16; 38:1; 40:6, 10, 29). El vocablo “holocausto” no expresa en nuestro idioma toda la riqueza de contenido que tiene en el hebreo. Proviene del original ‘olah, que significa “lo que asciende”, y puede comunicar la idea de entrega total y sin reservas en “olor suave” a Dios, quien a su vez acepta la ofrenda de consagración enviando el “fuego divino” para consumirla (Lev. 9:24). La madera y el bronce fueron los materiales usados para construir el altar (Éxo. 27:1-­­8; 38:1-­­7), y sus medidas eran: cinco codos de largo por cinco de ancho y tres de alto (el codo medía aproximadamente medio metro). En el altar uno ve la bondad y la severidad de Dios: bondad hacia nosotros los pecadores, y severidad hacia la víctima vicaria que lleva nuestros pecados (Rom. 11:22). La posición del altar como primer mueble del atrio sugiere que no hay acceso a Dios a no ser por medio de un sacrificio. El altar anticipa simbólicamente el mensaje evangélico de que Jesús es “el Camino, y la Verdad, y la Vida”, y que “nadie viene al Padre” sino por Él (Juan 14:6) 2)El lavacro. No tenemos información bíblica en cuanto al tamaño y a la forma del lavacro, pero sabemos que se lo construyó usando los espejos de bronce de “las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo” (Éxo. 38:8).El bronce pareciera representar la firmeza, la solidez y la incorruptibilidad de los mandatos de Dios. A medida que el creyente ve reflejadas las deformidades de su carácter en el espejo de Dios-­­el cual corresponde a su Palabra y sus mandamientos (Sant. 1:23-­­25)-­­, el poder divino penetra en su vida y, avivando su conciencia, lo conduce a los pies de la cruz, donde nuestro Señor nos transforma “por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo” (Tito 3:5).El sacerdote de la antigua dispensación podía allegarse a Dios por el agua y por la sangre. En el altar de los holocaustos la sangre habla de la justicia de Dios, y de la justificación que se le imputa vicariamente al creyente. En el lavacro del agua se indica el paso siguiente, el de la santificación. Mediante estos dos símbolos se expresa claramente que Cristo nos es hecho por Dios “justificación, santificación y redención” (1 Cor.1:30).Jesús vino con el fin de ser la fuente de pureza para el hombre. Por medio de Cristo, el pecador llega a formar parte del pueblo de Dios. Y ello es posible porque el Salvador vino “mediante agua y sangre” (1 Juan 5:6). 3) La mesa de los panes. Fue construida de madera de acacia y recubierta totalmente de oro. Medía dos codos de largo por uno de ancho y uno y medio de alto. Según las indicaciones bíblicas, la mesa tenía una doble corona (cornisa) de oro que la rodeaba en todo su contorno. La simbología nos autoriza a suponer que esta doble corona señala a Jesús quien, como “Rey y Sacerdote” (Heb. 7), fue “coronado de gloria y de honra” (Heb. 2:9). Por otro lado, la madera de acacia simboliza la humanidad de nuestro Señor, y el oro, su divinidad. En esta mesa especial se colocaban doce panes en dos pilas, y sobre cada pila se ponía incienso (Lev. 24:7). Esto representa el alimento espiritual que Cristo nos da, el cual se renueva contantemente, así como los panes de la mesa del Santuario se renovaban cada semana. El “pan sagrado” es un “pan continuo” o “perpetuo” (Núm. 4:7), renovado cada sábado sin interrupción. El que se lo renovara cada sábado establece una relación íntima entre el descanso espiritual (Gén. 2:1-­­3) y el gozo de la presencia de Cristo en nosotros, que hace del tiempo sabático un anticipo de la eternidad 4) El altar del incienso. El Santuario del desierto tenía dos altares: el de los holocaustos y el altar del incienso. Este último fue colocado en el Lugar Santo, frente al velo que separaba el Lugar Santo del Santísimo (Éxo. 40:26). Fue construido con madera de acacia y se lo recubrió totalmente de oro. El altar del incienso medía dos codos de alto, y su cubierta cuadrada tenía un codo de lado. Loremataba una corona de oro y en cada esquina tenía un cuerno (Éxo. 37:25-­­27). Sobre los cuernos se untaba la sangre de la expiación cuando el Sacerdote o la congregación pecaban y tambiénen el Día de la Expiación (Levítico4:7, 18; 16:18). El incienso que el Sacerdote colocaba sobre las brasas participaba de ciertas características especiales (Éxo. 30:34-­­38), y debía ofrecérselo dos veces al día, continuamente (Éxo. 30:7-­­8), en ceremonias estipuladas. La quema del incienso era la tarea más sagrada de todas las que podía realizar el sacerdote. Le daba la oportunidad de llegar hasta el velo, detrás del cual se escondía el arca del pacto. En tiempo de Zacarías se interpretaba como un favor superlativo de parte de Dios el que un Sacerdote pudiese oficiar en la quema del incienso; no se concebía que lo hiciera por segunda vez. La quema del incienso coincidía con el momento en que el pueblo elevaba sus plegarias. David decía: “Suba mi oración delante de ti como el incienso” (Sal. 141:2), y su pensamiento coincide con el registrado en Apocalipsis: “Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos” (Apoc. 8:4).El altar de los holocaustos y sus sacrificios nos comunican una verdad fundamental: en Cristo hay reconciliación perpetua, mientras que el altar del incienso, donde se ofrece el perfume santo, enseña que Cristo intercede en forma perpetua. El altar del incienso representa a Cristo como el medio eficaz a través del cual elevamos a Dios nuestra alabanza. Por lo tanto, los dos altares deben ser estudiados y comprendidos como la expresión multifacética de una verdad sacrificio es la antesala de la alabanza (Heb. 13:13-­­15). esencial: el 5) El candelabro (heb. menorah) La Escritura no da las medidas (Éxo. 25:31-­­40), pero sí informa que se le entregó a Bezaleel un talento de oro y se le indicó que hiciera un candelabro usando fuego y martillo en su construcción. El artefacto resultó ser el más elaborado y bello de todo su mobiliario. El candelabro, construido de oro puro, tenía base y tallo, y de este último salían simétricamente tres brazos de cada lado, los que, sumados al del centro, completaban el número siete de la perfección. Cada brazo de por sí constaba de tres cálices a modo de flor de almendro, con sus globos y lirios. Los siete brazos remataban en siete lámparas, que debían permanecer encendidas día y noche (Éxo. 25:31-­­40; 27:20; 37:17-­­24; Lev. 24:2, 3).Además de su cualidad estética para el embellecimiento del Lugar Santo, la lámpara estaba allí esencialmente para alumbrar. La luz se proyectaba en tres direcciones: •Alumbraba “delante del Señor” (Éxo. 40:25), y en ese marco era el símbolo de la presencia permanente de Dios en medio de su pueblo (Apoc. 4:5). Debía iluminar de continuo, pues de haberse apagado habría comunicado un mensaje de juicio y muerte (1 Sam. 3:3).•Alumbraba hacia “la mesa” (Éxo. 26:35), realzando el pan como símbolo del alimento espiritual que Dios da a su pueblo. El hambre del alma se satisface cuando nos dejamos guiar por la luz del Espíritu Santo. “Nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo” (1 Cor. 12:3).•En tercer lugar, la lámpara alumbraba “hacia delante del candelero” (Núm. 8:2; Éxo. 25:37). La luz y el testimonio van unidos. La luz aquí es un símbolo de la iluminación del Espíritu Santo por medio del cual el templo del alma humana queda iluminado para la gloria de Dios. 6) El Arca de la alianza. El Lugar Santísimo, donde estaba el Arca, quedaba separado del Lugar Santo mediante un cortinado llamado “el velo” (Heb. 9:3). Este velo tenía diez codos de altura, y el material usado era lino torcido, azul, púrpura y carmesí. Tenía adornos de querubines bordados y estaba suspendido de corchetes de oro. Los cuatro pilares o columnas que sostenían la estructura del cortinado eran de madera de acacia y estaban revestidos de oro, y las basas eran de plata (Éx. 26:31-­­33).Según el registro bíblico, el Arca del Pacto era el único mueble que había dentro del Lugar Santísimo. Estaba construido de madera de acacia y recubierto de oro por dentro y por fuera. Medía dos codos y medio de largo por uno y medio de ancho. La cubierta o tapa llamada el propiciatorio, era de oro puro y tenía encima dos querubines, los cuales formaban con el propiciatorio una sola pieza. El propiciatorio estaba rodeado de una cornisa también de oro. Los querubines estaban ubicados, uno en un extremo, y el otro en el otro extremo. “De una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos. Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines” (Éx. 25:18-­­20). El Arca fue el receptáculo de las tablas de la Ley (Deut. 9:9, 11, 15; 10:5), la que a su vez eran testigos del pacto que Dios había concertado con su pueblo. Otros dos elementos que se colocaron dentro del Arca fueron la vara de Aarón que reverdeció y una urna con maná (Heb. 9:4; Éx. 16:33).A un lado del Arca se encontraba el rollo que contenía las leyes ceremoniales (Deut. 31:25, 26).Este mueble sagrado era símbolo del trono de Dios (1 Sam. 4:3-­­7), el lugar privilegiado donde Dios escogió manifestar su presencia perpetua en medio de su pueblo (Éx. 25:21, 22).La palabra hebrea kappóreth, que lleva implícita la idea de “cubrir”, se tradujo como hilasterionen la versión griega de los LXX, como propitiatoriumen la Vulgata latina, y como “propiciatorio” en nuestro idioma. En el Nuevo Testamento Jesús pasa a ocupar el lugar del templo (Juan 2:19-­­22) y del Arca, porque Él en sí es el único lugar en la tierra donde Dios está presente en su plenitud (Col. 2:9) y, consecuentemente, llega a ser el instrumento de la Omnipotencia para redimir al mundo (2 Cor. 5:19). Jesús es el único hilasterion (Juan 3:16), la única propiciación u ofrenda expiatoria (Rom. 3:25) del pacto eterno, ya que en Cristo se ha hecho la aspersión única que quita los pecados del mundo (Heb. 9:12, 22-­­28). II.Dibujar un modelo a escala del Santuario, del atrio y de la posición de todos los muebles. Agregar los puntos cardinales N, S, E y O. III. ¿Cuántas cubiertas revestían el Santuario? A. Nombrar el tipo de cubiertas en orden desde el interior hacia el exterior. 1. Primera cubierta - Cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí; “con querubines de obra primorosa” (Éx. 26:1-6). 2. Segunda cubierta – Cortina de pelo de cabra (26:7-13). 3. Tercera cubierta - Cubierta de pieles de carneros teñida de rojo (26:14) 4. Cuarta cubierta – Cubierta de pieles de Tejones (26:14). B. Describir lo que cada cubierta representa. 1. Primera cubierta –El lino fino es la vestimenta celestial y símbolo de la justicia de Cristo (Apoc 19:8), mientras que el azul señala su naturaleza celestial. El púrpura es el color de la realeza, y lo proclama como Rey, a la vez que el carmesí lo prefiguraba como “Varón de dolores” (Isaías 53:3), que derramaría su sangre para redimir a la raza humana. Estos colores representan la plenitud de la divinidad de Jesús, pero no eran visibles desde afuera. 2.Segunda cubierta –En el Yom Kippur se utilizaban “dos machos cabríos para expiación” (Lev. 16:5). El hecho de que se utilice el pelo de cabra en el santuario, señala a Cristo como nuestra expiación. 3. Tercera cubierta –La cubierta de pieles de carneros hace alusión al momento en que Abraham estaba a punto de sacrificar a su hijo en el monte Moria. En el momento supremo, Dios manifiesta su misericordia proveyendo una víctima para el holocausto. Abraham “vio detrás de sí un carnero enredado por sus cuernos en un zarzal. Y Abraham fue, tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo” (Gén. 22:13). El carnero representa la provisión que Dios hizo, al dar a su Hijo en sustitución de la raza humana caída. Las pieles teñidas de rojo nos recuerdan que “en Él tenemos redención por su sangre, el perdón de los pecados según la riqueza de su gracia” (Efe. 1:7).4.Cuarta cubierta –No era una cubierta de grandes pretensiones ornamentales; todo lo contrario, su apariencia no muestra signos de belleza ni distinción. Pero resulta ser una cubierta esencial, ya que era una protección resistente contra los agentes y agresiones externas. Como todo lo que contenía la morada era precioso y de gran valor, hubiera sido absurdo poner algo delicado para protegerlo. Esta cubierta no es ostentosa, ni atrae por sí misma. No deja percibir la gloria que contiene, lo cual nos recuerda a Cristo. El profeta dijo: “No hay parecer en Él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos”(Isaías 53:2). El hecho de que se hayan utilizado pieles de un animal inmundo envolviendo al santuario, también representa a Cristo en su encarnación. Aunque adoptó ln la Tierra a humana degradada por 4,000años de pecado, en “Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Col. 2:9). IV.Los siguientes colores fueron usados en el Santuario y en la vestimenta de los Sacerdotes. Mencionar lo que representa cada color: A. Rojo o carmesí –Símbolo del pecado (Isa. 1:18) y del precio que se pagó por él (1 Pedro 1:19-­­20).B. Azul–Origen celestial de Cristo(Juan 3:13)yla lealtad y obediencia a los Mandamientos de Dios (Núm. 15:37-­­40). C.Púrpura–Color de la realeza (Jue. 8:26; Est. 8:15; Dan. 5:7). Representa a Jesús como Rey de reyes.D.Blanco–Color de la pureza, símbolo de la justificación y la santificación (Isa. 1:18; Apoc. 7:14). E.Negro–Pecado, tristeza, dolor y muerte (Est. 4:1; Joel 1:8; Apoc. 6:12).F.Dorado–Representa la majestad y la gloria de Cristo(Apoc. 1:13) y la victoria de los hijos de Dios (Apoc. 4:4).G.Plateado–Simboliza la redención, es decir,el precio de nuestras iniquidades ha sido pagado(MaC.Púrpura–Color de la realeza(Jue. 8:26; Est. 8:15; Dan. 5:7).Representa a Jesús como Rey de reyes.D.Blanco–Color de la pureza, símbolo de la justificación y la santificación (Isa. 1:18; Apoc. 7:14). E.Negro–Pecado, tristeza, dolor y muerte (Est. 4:1; Joel 1:8; Apoc. 6:12).F.Dorado–Representa la majestad y la gloria de Cristo(Apoc. 1:13) y la victoria de los hijos de Dios (Apoc. 4:4).G.Plateado–Simboliza la redención, es decir,el precio de nuestras iniquidades ha sido pagado(Mat. 26:15; 27:3, 9).H.Bronce–Justicia y juicio (Deut. 28:15, 23). V.Memorizar y participar de un diálogo sobre 1 Juan 1:9, Dan. 8:14 y Éx.25:8. VI.¿De cuál de las doce tribus fueron los Sacerdotes? ¿Por qué? Durante el incidente del becerro de oro en el Sinaí(Éx. 32),los hijosde Levíse pusieron de parte del Señor, razón por la cual fueron elegidos para servir en el Santuario(32:26-­­29).Esta tribu fue tomada para el servicio de Dios en lugar de los primogénitos, y fueron dados a los sacerdotes para ayuda: “He aquí, yo he tomado a los levitas de entre los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos, los primeros nacidos entre los hijos de Israel; serán, pues, míos los levitas”(Números 3:12).A esta Tribu pertenecieron Moisés y Aarón. Este último fue consagrado como el primer Sumo Sacerdote. VII. Describir la vestidura de: A. El Sacerdote “El hábito del sacerdote comúnera de lino blanco tejido de una sola pieza. Se extendía casi hasta los pies, y estaba ceñido en la cintura por una faja de lino blanco bordada de azul, púrpura y rojo. Un turbante de lino, o mitra, completaba su vestidura exterior”1.B.El Sumo SacerdoteLas vestiduras del Sumo Sacerdote eran de costosa tela de bellísima hechura, como convenía a su elevada jerarquía.Según Éxodo 28, dichas vestiduras consistían en: el efod, el manto del efod, el pectoral, la mitra, el cinto del efod, la túnica de lino y los calzoncillos de lino. El manto del efod, Además del traje de lino del sacerdote común, el Sumo Sacerdote llevaba una túnica azul, también tejida de una sola pieza. El borde del manto estaba adornado con campanas de oro y granadas de color azul, púrpura y escarlata. 26:15; 27:3, 9). H.Bronce–Justicia y juicio (Deut. 28:15, 23). El efod. Sobre el manto azul llevaba el efod, vestidura más corta, de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido. El efod no tenía mangas, y en sus hombreras bordadas con oro, tenía engarzadas dos piedras de ónix que llevaban los nombres de las doce tribus de Israel.El cinto del efodErauna faja de los mismos colores y materiales del efod (azul, púrpura, carmesí y lino torcido), hermosamente elaborada. El pectoral o racional. Sobre el efod estaba el racional, la más sagrada de las vestiduras sacerdotales. Era de la misma tela que el efod. De forma cuadrada, medía un palmo, y colgaba de los hombros mediante un cordón azul prendido en argollas de oro. Llevaba 12 piedras preciosas encima, todas engastadas en oro(Éx.28:17-­­20): Sardio, Topacio, Carbunclo, Esmeralda, Zafiro, Diamante, Jacinto, Ágata, Amatista, Berilo, Ónice y Jaspe. El Urim y el TumimA la derecha y a la izquierda del racional había dos piedras grandes y muy brillantes. Se llamaban Urim y Tumim. Mediante ellas se revelaba la voluntad de Dios al Sumo Sacerdote. Cuando se llevaban asuntos ante el Señor para que Éllos decidiera, si un nimbo iluminaba la piedra de la derecha, era señal de aprobación o consentimiento divinos, mientras que, si una nube oscurecía la piedra de la izquierda, era evidencia de negación o desaprobación. La mitra Consistía en un turbante de lino blanco, que tenía una plaquita de oro sostenida por una cinta azul, con la inscripción: “Santidad a Jehová”. VIII. Leer El Conflicto de los Siglos, p. 479, y Hebreos 4:14-­­16, luego participar de un debate sobre el asunto. IX. ¿Qué clase de animales eran traídos diariamente al atrio? El holocausto continuo consistía en dos corderos de un año para cada día. Un cordero se ofrecía por la mañana, y el otro a la caída de la tarde (Éx. 29:38, 39). Además, había otros animales limpios qué se podían ofrecer con distintos propósitos: cumplimiento de un voto, ofrenda voluntaria, sacrificio por la culpa, ritos de consagración acción de gracias, entre otros. En las leyes ceremoniales se mencionan novillos(Núm.8:8), carneros(Lev.6:6), cabras (Lev.3:12), machos cabríos (Lev.4:24)y tórtolas o palominos(Lev. 5:7). X. Escribir un párrafo o mencionar cómo Cristo era representado en el Santuario y en sus servicios. 1. La escena del santuario: Las referencias al altar del incienso, al incensario y al ángel, indican que en el Lugar Santo del Santuario celestial se está llevando a cabo una actividad ritual. Las visiones del Apocalipsis suelen ser introducidas por una escena del Santuario celestial. Antes de los mensajes a las siete iglesias, Jesús aparece vestido como Sumo Sacerdote en el Lugar Santo (1:12-20). La escena del trono, que enfatiza el papel que cumple el Cordero (caps. 4 y 5), introduce los siete sellos. Las siete trompetas son introducidas por la visión del altar del incienso (8:2-6). Antes de la visión del conflicto cósmico (caps. 12-14), Juan ve el Lugar Santísimo del Santuario celestial y el arca del testimonio, que contiene el Decálogo (11:19). Las siete plagas son precedidas por una visión que anuncia que los servicios del santuario han llegado a su fin (15:5-8). En los dos últimos capítulos del libro (21, 22), se incrementa el uso de las imágenes del santuario/templo. Dios desciende en la Nueva Jerusalén a habitar de manera permanente entre su pueblo. 2. Contenido de la visión: El pasaje que usted menciona introduce las trompetas como una visión distinta y las separa de la visión de los siete sellos. Cuando comienzan a sonar las trompetas, Cristo aún está mediando por nosotros en el Santuario celestial, ministrando en el Lugar Santo. El hecho de que el incienso ardiente del Lugar Santo era en primer lugar responsabilidad del Sumo Sacerdote (Éxo. 30:7, 8) indica que el ángel visto por Juan representa probablemente a Jesús como nuestro mediador. Él recibe las oraciones de los santos, contaminados por el pecado, y los purifica con su incienso expiatorio (cf. Núm. 16:46, 47). El pasaje menciona otro aspecto de la mediación de Jesús: los juicios de Dios contra el mundo malvado. Los carbones usados para encender el incienso que crea una nube de humo que asciende a Dios, también simbolizan el juicio (por ej., Gén. 19:24). Algunos de los carbones fueron removidos del altar del incienso y colocados en el incensario para que fuera más fácil arrojarlos a la tierra (cf. Eze. 10:2). Los truenos, relámpagos y terremotos suelen aparecer cuando Dios manifiesta su presencia en el juicio (cf. Isa. 29:6). El período de las trompetas es en primer lugar el tiempo durante el cual Cristo aún realiza los servicios diarios por su pueblo, y también el tiempo durante el cual se llevan a cabo, dentro de la historia, los juicios divinos contra los malvados. En ambos, Cristo es el mediador. 3. Significación de las escenas del santuario: Estas escenas del santuario se encuentran intencionalmente en ese lugar del libro a fin de comunicar un mensaje. En primer lugar, revelan que Dios gobierna el mundo desde su Santuario celestial. A ese centro de comando divino se dirigió Cristo después de su ascensión. Desde allí, Dios influye y dirige la lucha cósmica entre el bien y el mal. En segundo lugar, estas escenas señalan los dos aspectos del ministerio celestial de Cristo: Su obra diaria de reconciliación, y el servicio anual representado por el Día de la Expiación. Vemos que Jesús intercede por nosotros en el Lugar Santo, pero vemos también que su obra ha de pasar al Lugar Santísimo, y que finalmente llegará el momento cuando su obra sacerdotal llegue a su fin. Por último, vemos que el tabernáculo de Dios desciende del cielo a nuestro planeta. El Apocalipsis nos habla de la obra de Cristo en el Santuario celestial.