Resumiendo lo tratado se dirá que la colación es una obligación legalmente exigible entre los herederos forzosos porque estos tienen derecho a una cuota legitimaria establecida por norma legal imperativa respecto de la cual el causante no puede libremente disponer en razón de su intangibilidad, como lo establece el artículo 733 del Código Civil, sino el objeto de la colación seria el de reintegrar de manera ficta a la herencia neta todas las donaciones o liberalidades que fueron otorgados por el causante en vida a favor de quienes a su muerte tendrán la calidad de herederos forzosos para que lleguen tanto los anticipados, como los no anticipados, en las mismas condiciones y con las mismas expectativas hereditarias. También respecto a este análisis del objeto de colación Zannoni (1982), afirma que debe destacarse que “no significa que la colación constituya una defensa de la legítima misma”. (p. 723). Añade el autor que, si bien “la colación se exige entre los legitimarios, su finalidad conjuga históricamente dos directivas: la presunta voluntad del causante de no mejorar a ninguno de ellos” (p. 723), salvo que expresamente la dispusiese así en su testamento; y, por ende, la igualdad entre todos los herederos.