El volcanismo basáltico de la Formación Dumisseau en la Sierra de Bahoruco, SO de la República Dominicana: registro del magmatismo de pluma mantélica de la Provincia Ígnea Caribeña. Boletín Geológico y Minero, 128 (3): 541-568 RESUMEN La Fm Dumisseau aflorante en la Sierra de Bahoruco ofrece la oportunidad de estudiar en tierra el magma-tismo de pluma mantélica generador de la Provincia Ígnea Caribeña (CLIP) durante el Cretácico Superior. Consiste en una secuencia de unos 1.0-1.5 km de potencia compuesta principalmente por flujos basálticos y depósitos piroclásticos máficos, con depósitos sedimentarios volcanogénicos subordinados e intrusiones sin-volcánicas de sills y diques doleríticos. Todas las rocas volcánicas fueron emitidas o re-sedimentadas en condiciones marinas relativamente profundas, como atestiguan también las raras intercalaciones de chert y calizas pelágicas. En base al contenido en MgO, TiO2 y de elementos traza incompatibles, en la Fm Dumisseau se identifican tres grupos geoquímicos: toleitas pobres en Ti; basaltos ricos en Ti o transicionales; y basaltos alcalinos ricos en Ti y en LREE. La modelización geoquímica indica una procedencia a partir de fundidos gene-rados e incorporados a diferentes profundidades en el manto, lo cual es consistente con los procesos que tie-nen lugar durante el ascenso de una pluma mantélica bajo la corteza oceánica. Dos edades 40 Ar/ 39 Ar de roca total indican la extrusión de magmas al menos en el intervalo 92-74 Ma (límite Turoniense-Coniacense a Maastrichtiene), resultando coetáneos con la formación del CLIP. Como consecuencia, la Fm Dumisseau cons-tituye un fragmento emergido del CLIP, con el que debe tener continuidad a través de la Dorsal de Beata. Estas rocas aparecen discordantes bajo las facies carbonatadas con algas rojas del Eoceno mediosuperior, constituyendo el basamento volcánico cretácico de la Sierra de Bahoruco Como resultado de un programa de exploración minera en la cordillera de los Andes del norte de Chile entre los 21° y 22° Lat. Sur se colectaron 27 muestras para ser datadas por el método K/Ar. Estos resultados unidos a similares obtenidos por otros autores, permiten distinguir varios ciclos intrusivos y volcánicos en el área. La actividad intrusiva está documentada en el Paleozoico (Ordovicico-Silurico, Carbonífero y Pérmico), en el meso-Cretácico, en el límite Cretácico-Terciario y en el Terciario inferior. Durante el Oligoceno se reconocen faces de alteración y mineralización cuprífera de importancia. El volcanismo andesitico aparece bien desarrollado en el Cretácico inferior y en el Eoceno. El volcanismo acido se iniciaría en el meso-Cretácico con rocas subvolcanicas, para ser claramente efusivo en el Oligoceno y principalmente en el Mioceno Superior. La distribución de los intrusivos y de las rocas volcánicas sugiere más bien una superposición en el tiempo, que una zonación o migración de la actividad magmática para esta zona. Las areniscas pérmicas y triásicas de un sondeo de casi mil metros, localizado en Siglienza, Cordillera Ibérica con una composición de sublitoarenitas-grauvacas y arcosas-ubarcosas, respectivamente, tienen cementos de ilita formados en varias etapas de su historia diagenética, como demuestran su morfología y composición, las reacciones diagenéticas entre estos componentes y otros minerales no arcillosos y la secuencia general de cementacion. Las edades absolutas determinadas por el método K/Ar indican asI-mismo que las ilitas autigénicas se han formado entre 2028+44Ma. Y 153,8+34Ma., es decir, entre el Hettangiense-Sinemuriense y el Callovíense-Tithoniense. Estas edades coinciden con el periodo en que la tectónica extensional fue más intensa en el Aulacógeno Ibérico, con el desarrollo de numerosas manifestaciones volcánicas. La elevación de los flujos caloríficos basales y el movimiento convectivo de los fluidos dieron lugar a la neoformación de las ilitas fibrosas. Estos valores implican la existencia de gradientes geotérmicos muy superiores a los que se pueden deducir de la potencia de sedimentos de la cuenca.