Ensayo Neuromarketing Con el surgimiento cada vez más constante de empresas con productos y servicios, ofreciendo al mercado un sinnúmero de alternativas y posibilidades. El consumidor actual se enfrenta a un panorama con diversas elecciones de compra, muchas opciones para escoger, y precisamente en este punto es donde suelen generarse reacciones positivas y negativas por parte del consumidor. Desde este punto surge la necesidad imperativa de conocer lo que en realidad quiere el consumidor, cuáles son las motivaciones, necesidades, o emociones que lo impulsan a adquirir productos y servicios (“¿por qué entre tantas ofertas escoge precisamente uno?”), analizar sus reacciones, conocer sus intereses adentrarse en él mismo para descubrir y satisfacer sus deseos. El término neuromarketing surge de la combinación de la neurociencia con la mercadotecnia, lo que precisa que es una práctica que estudia el comportamiento del consumidor a través de sus emociones, motivaciones y percepciones en relación con productos y servicios, con el objetivo de estructurar y llevar a cabo las estrategias de marketing enfocadas al segmento de mercado objetivo. Estudiando los efectos que tienen los elementos de comunicación publicitaria dentro del cerebro humano buscando poder llegar a predecir la conducta del consumidor. Existen diferentes tipos de investigación que proveen información acertada y relevante sobre el comportamiento del consumidor, que en algunas fases logran predecir la rentabilidad de un producto en el mercado, y hasta posibles preferencias, analizando diferentes variables, pero sin arrojar información concisa. Con los estudios de neuromarketing se obtiene un gran avance, buscando dar respuesta a muchos interrogantes planteados que han surgido a través de las investigaciones neurocientíficas, conocer las verdaderas necesidades, tratar de comprender la mente tanto consciente como inconsciente, así como la reacción a todas las experiencias en las que nos vemos involucrados y la influencia de la percepción del cerebro en la toma de decisiones. Buscando adentrarnos un poco en el mundo del neuromarketing es importante resaltar el término racionalidad, Para el cual (Enriquez, 2012) determina que se trata de la capacidad que poseen todos los seres humanos para pensar, comparar y actuar de acuerdo con un conjunto de principios o código de valores, sobre la conveniencia o inconveniencia de tomar una decisión en algún aspecto de su vida. El ser humano intenta elegir la opción que mayores beneficios le provea, hasta donde se lo pueda permitir. Sin embargo las decisiones de consumo nunca fueron totalmente racionales, así lo plantea (Enriquez, 2012) durante su libro Código emocional del consumidor, en el cual se plantean los últimos avances de las neurociencias donde se ha demostrado que la toma de decisiones de consumo no son un proceso racional, por lo que durante el proceso de compra los clientes no examinan detenidamente los atributos de un producto o servicio para adquirirlo. Incluso este proceso de selección en la mayoría de los casos es relativamente automático, que deriva de hábitos y otras fuerzas metas conscientes, entre las cuales gravitan la propia historia, la personalidad, las características neuropsicológicas (Glimcher, 2010, p. 83.) A partir de la ayuda de las neurociencias se conoce que aspectos de la vida cotidiana están involucrados en la decisión final de compra. Las implicaciones de la irracionalidad dentro del proceso de compra plantean el interrogante sobre el verdadero impulso y motivación que recae sobre el comprador. Para lo que, si consideramos las emociones como parte de este proceso, teniendo en cuenta que los seres humanos somos individuos emocionales con una necesidad profundamente arraigada, de relacionarnos entre nosotros y con el mundo que nos rodea (Scott Robinette, 2001), podemos resaltar el vínculo entre este aspecto y un plan de marketing donde se implementan prácticas experienciales que indirectamente impulsan al consumidor en la decisión final, las emociones son parte crucial en la vida del ser humano puesto que están relacionadas con la necesidad de supervivencia dando profundidad y sentido a la vida, es la que nos impulsa a actuar y a participar. Sin la emoción subraya el autor de el Método de Hallmark la vida carecería de sentido, de esencia, de valor experimental y de recompensas. Con los estudios en neuromarketing surge la necesidad de implementar factores experienciales que involucren sentidos y alteren la emoción dentro de una estrategia comercial buscando impactar la atención del consumidor. El marketing emocional es la búsqueda en el ámbito de toda empresa de una conexión sostenible que haga que los clientes se sientan tan valorados y bien cuidados que se desviarán de su camino para ser leales, cuyo objetivo es generar un estado de lealtad tanto de los clientes como de la empresa con el fin de crear una relación que vaya más allá de un intercambio comercial, se busca crear y fortalecer una relación emocional que asegure establecer sentimientos positivos para fidelizar a los clientes a cierta marca, y a la empresa a cuidar de las necesidades de los consumidores. (Robinette, Brand & Lenz, 2001, p. 53). Dado el desconocimiento del consumidor por parte de las empresas, que cada vez buscan crear un vínculo emocional con sus clientes que permita darle paso a la fidelización a través del conocimiento y la conexión con el mismo, surgen términos y principios básicos de innovación efectiva dentro de una organización lo cual está directamente relacionado con interpretar y conocer las conductas de un prospecto para abordarlo de manera adecuada. Se debe resaltar que jamás habíamos tenido un consumidor tan inteligente y complejo como el de hoy, de esta manera lo plantea (Klaric, 2012) resaltando al consumidor como un receptor de toneladas de información a la que tiene acceso con un simple clic, aspecto que influye durante sus procesos compras cotidianas y más importantes. El acceso a diferentes mercados en el caso de productos y servicios provenientes de diferentes lugares del mundo a los que acudimos sin mayor dificultad, la existencia de diferentes productos para una misma categoría, hacen todavía más complejo el proceso de decisión. Hoy las cosas valen más por lo que significan que por lo que son, lo que nos sugiere entre líneas que las estrategias enfocadas en las cualidades y atributos del producto pueden no ser totalmente efectivas, sino más bien investigando a profundidad sobre el conocimiento de las necesidades subconscientes antropológicas del consumidor para lograr entenderlas y conectar con el cliente para ofrecer una propuesta de valor más allá de los diferenciadores funcionales de un producto. «El hombre es un ser emocional, por lo tanto requiere productos y servicios que le agreguen emoción a su vida». Referencias Diaz, R. (2018). Neuromarketing. Enriquez, A. C. (2012). Neuromarketing y Neuroeconomía: Código emocional del consumidor. Bogotá. Forbes. (Diciembre de 2016). Neuromarketing: el camino directo a la mente del consumidor. Obtenido de https://www.forbes.com.mx/neuromarketing-camino-directo-la-mente-delconsumidor/ Klaric, J. (2012). Estamos ciegos . Planeta libros . Scott Robinette, C. B. (2001). Marketing Emocional: El Método de Hallmark para Ganar Clientes para Toda la Vida. Grupo Planeta (GBS).