El Intercambio de Jóvenes celebra 50 años en Japón Por Megan Ferringer The Rotarian -- Septiembre de 2012 En 1962, Australia se encontraba en medio de una transformación. La nación buscaba maneras de desmantelar sus leyes inmigratorias que se habían establecido en prejuicio de los asiáticos, cuando la Segunda Guerra Mundial seguía viva en la memoria de mucha gente mayor. Cuando Yoko Sekimoto, la primera alumna japonesa que participó en el programa de Intercambio de Jóvenes, llegó a Melbourne ese mismo año, ella no se daba cuenta de que muchas personas no veían del todo normal su presencia. Pero 50 años después, Sekimoto se queda atónita ante la maravillosa amabilidad de sus anfitriones. “Todo el mundo me trataba como si fuera su hija o hermana. La guerra apenas había acabado 17 años antes, pero me sentí bien acogida en un ambiente de generosa hospitalidad,” relata Sekimoto (su nombre de casada; en aquella época, se llamaba Yoko Miyazaki). El programa de Intercambio de Jóvenes en Japón se inauguró con la ayuda de un rotario australiano. Don Farquhar pronunció un discurso durante la Convención de Tokio de 1961 sobre la necesidad de entablar lazos de amistad y solidaridad en el mundo, especialmente con Japón. En su opinión, la mejor manera de lograrlo fue mediante el patrocinio de intercambios estudiantiles. “Don era una persona de tremenda valentía y visión”, según Stuart McDonald, dirigente a cargo del desarrollo del programa de Intercambio de Jóvenes de Australia. “En 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, Don se quedó ciego tras una batalla contra el ejército japonés. No obstante, no perdió de vista la vocación de su vida: promover la buena voluntad y la paz”. Cuando Farquhar terminó su discurso, se le acercó un gobernador japonés, quien le pidió que ayudara a organizar el primer Intercambio de Jóvenes con un estudiante de Japón. Los clubes rotarios de Rosebud y Kurume coordinaron el intercambio de un año de Sekimoto. Un par de semanas después de su arribo, otro grupo de estudiantes japonés llegó a Sídney, y el año siguiente Japón dio la bienvenida a numerosos estudiantes australianos. Por fin, el programa de Intercambio de Jóvenes se había concretado en Japón. La visita de Sekimoto a Australia, junto con el inicio del programa de Intercambio de Jóvenes en Japón, se consideró un hito histórico y las fotos del intercambio son parte ahora de los archivos nacionales de Australia, dice McDonald. “Cuando tenía 16 años, Japón pasaba por una época difícil”, comenta Sekimoto. “Cuando vine a Australia, lo vi como un paraíso. El estilo de vida era distinto. Fue un momento decisivo en mi vida; todo cambió por completo”. Su experiencia como estudiante de Intercambio de Jóvenes le despertó la curiosidad de explorar el mundo. Después de acabar con sus estudios secundarios y universitarios, Sekimoto consiguió trabajo como auxiliar de vuelo, se casó, y vivió en Egipto antes de regresar a Japón. “La historia de Yoko es otro ejemplo magnífico del programa de Intercambio de Jóvenes”, comenta McDonald. “Gracias al programa, 50 años después han entablado miles de amistades entre los japoneses y gente de todo el mundo”.