V J JÓVENES VOLUNTARIOS El primer paso para el servicio ORACIÓN INICIAL Señor, danos la sabiduría que juzga desde arriba y ve a lo lejos. Danos el espíritu que omite lo insignificante en favor de lo esencial. Enséñanos a serenarnos frente a la lucha y a los obstáculos y a proseguir en la fe, sin agitación, por el camino por Ti trazado. Danos una actividad serena que abarque con una visión unitaria la totalidad. Ayúdanos a aceptar la crítica y la contradicción. Haz que sepamos evitar el desorden y la dispersión. Que amemos todas las cosas justamente contigo. Oh Dios, fuente de ser, únenos a Ti y a todo lo que converge hacia la alegría y la eternidad. Amén. ILUMINACIÓN BÍBLICA Mateo 25, 14-29. Con la siguiente lectura, toma tu tiempo para leer y reflexionar el Evangelio que acompaña este documento como fuente de inspiración. Luego, en grupo, comparte todo lo que sientes y entiendes. OBJETIVO DEL SUBSIDIO Dar a conocer, en las distintas Instancias de Pastoral Juvenil, los principales aspectos concernientes al Programa Nacional “Jóvenes Voluntarios”, para que, a la luz del Espíritu Santo, puedan incentivar y desarrollar, en comunión, la red de voluntarios y las diferentes opciones de voluntariados en todas las Arqui/Diócesis/Vicariatos. ¿QUÉ ES UN VOLUNTARIADO? El voluntariado es la acción que ejerce un grupo de personas que sirven a una comunidad de manera desinteresada. Por definición, los voluntariados no cobran por su servicio ni reciben honores o gratificación de clase alguna para sí mismos; un voluntario dedica parte de su tiempo en ayudar al otro de manera comprometida, responsable y por decisión propia. Voluntariado es… - Responder a las distintas necesidades de las comunidades. - Servir a Cristo a través de los hermanos más necesitados, de forma desinteresada. - Dedicar tiempo a una causa buena que mejore la sociedad. - Una acción que genera un compromiso. - Aprender a ser atentos, solidarios, cercanos y fraternos. REFERENCIA BÍBLICA Y DOCTRINAL SOBRE EL VOLUNTARIADO No he venido a ser servido sino a servir (Mateo 20, 28) Frente a los que luchan por alcanzar el poder y el éxito para hacerse ver; frente a los que quieren ser reconocidos por sus propios méritos y trabajos, los discípulos están llamados a hacer lo contrario. Por eso les advierte: “Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor”. Con estas palabras señala que en la comunidad cristiana el modelo de autoridad es el servicio. Una oportunidad única para el crecimiento y también de apertura al don divino de la fe y la caridad, es el servicio. Muchos jóvenes se sienten atraídos por la posibilidad de ayudar a otros, especialmente a niños y pobres. A menudo, este servicio es el primer paso para descubrir o redescubrir la vida cristiana y eclesial. Muchos jóvenes se cansan de nuestros itinerarios de formación doctrinal, e incluso espiritual, y a veces reclaman la posibilidad de ser más protagonistas en actividades que hagan algo por la gente. (Christus Vivit, 225) Quisiera detenerme ahora en la vocación entendida en el sentido preciso del llamado al servicio misionero de los demás. Somos llamados por el Señor a participar en su obra creadora, prestando nuestro aporte al bien común a partir de las capacidades que recibimos. (Christus Vivit, 253) ¿CÓMO ESTABLECER UN VOLUNTARIADO? Para llevar a cabo un voluntariado, podemos tomar en cuenta la siguiente estructura, la cual permitirá organizar ideas y tener experiencias voluntarias: SEMBRAR/VER Mediante diferentes campañas por las redes sociales, visitas parroquiales y entre encuentros de movimientos juveniles de nuestras instancias sembramos el espíritu de servicio, buscando atención de jóvenes que puedan tener un posible perfil de voluntario. IDENTIFICAR/JUZGAR Culminando el proceso del llamado es importante escuchar los motivos del joven interesado y reconocer mejor el perfil, buscar referencias de vida pastoral, sin olvidar que no es una limitante para brindar un servicio. Todo esto ayuda al coordinador del programa en la instancia al momento de ubicar a cada voluntario en algún servicio. PLANIFICAR/PREPARAR/ACTUAR En esta etapa es importante tener el perfil del joven, saber quiénes pueden ser líderes en diferentes experiencias. Para este momento ya se puede contar con el “Equipo de Jóvenes Voluntarios Arqui/diocesano/vicarial”. Este equipo se encarga junto al coordinador del programa en la instancia, de identificar las zonas más vulnerables y donde es posible establecer una experiencia de voluntariado, al llegar a esta etapa el equipo de voluntarios debe planificar con detenimiento todo lo necesario previamente, durante y después de la acción voluntaria. Deberán responder a las siguientes preguntas: 1. Dentro de la instancia ¿En qué circunstancia identifico a Jesús crucificado? (En orden de prioridad identificar 3 circunstancias). 2. ¿Cómo me siento al reconocer esta realidad? 3. ¿A que me invita hoy en día Jesús desde la cruz? Y ¿Qué puedo hacer por Él? Es importante en esta etapa involucrar al equipo de voluntarios, no hay mejor forma de motivar que sintiéndose escuchado y valorado. De estas preguntas tendremos la base y las necesidades reconocidas para poder planificar la experiencia voluntaria. ACCIONAR/ACTUAR Finalmente, estando ya todo organizado y planificado, llega el momento de la parte importante de la pastoral juvenil, conociendo la realidad, limitaciones, dones y talentos del equipo y la instancia seleccionada. Es importante aclarar todas las preguntas necesarias al voluntario antes de llegar a esta etapa. VALORAR/REVISAR/CELEBRAR En cada experiencia debemos identificar luces y sombras de cada una de ellas, esto nos servirá para las planificaciones futuras y poder llevar una evaluación constante de nuestro servicio, buscando siempre la excelencia y que todo es para Dios, de igual manera nos ayudar a valorar y celebrar con Cristo el servicio realizado. Se recomienda para esta etapa realizar una reunión lo más pronto posible pasado el momento de ACCIONAR. En esta reunión se deberá llevar registro escrito el cual servirá para memoria histórica del programa y mejorar en futuras experiencias. Dicha reunión servirá para que cada voluntario identifique el momento donde pudo encontrarse con el rostro de Cristo en la experiencia y quizás el momento donde pudo llegar a sentirse alejado del rostro de Cristo. RECOMENDACIONES PARA REALIZAR UN VOLUNTARIADO 1. ¡Haz del Voluntariado algo que te apasione! Hay muchas maneras de servir al Señor, encuentra las que más te guste y ¡empieza! 2. Tu bienestar es muy importante: Establece un servicio voluntario que te haga sentir feliz y cómodo y te permita crecer y trascender. 3. ¡Ofrece un voluntariado de calidad! Es importante que el servicio que ofrezcas esté lleno de tus talentos, capacidades y conocimientos. 4. Mantén el enfoque de que el Voluntariado es un servicio por, y para, Cristo; en donde sea que Él, y su Iglesia, te necesiten. 5. ¡Nunca te rindas! El camino del Voluntario puede ser difícil o complicado, pero recuerda: El Señor está contigo y te recompensará. 6. ¡Siempre en comunión! Ningún Voluntario es más que otro, ni somos entes particulares. Debemos mantener siempre un trabajo armonioso y en equipo. 7. ¡No dejes de aprender! El Voluntariado es una oportunidad valiosa para el crecimiento espiritual y personal. Por lo tanto, recuerda mantenerte en constante formación, creciendo como Voluntario y como cristiano. 8. ¡Recuerda lo que representas! Es importante respetar lo que significa pertenecer al Programa Jóvenes Voluntarios, rechazando cualquier remuneración económica, o evitando hacer solicitudes sin la debida autorización. ¿QUÉ ES UNA “RED DE VOLUNTARIOS”? Una “Red de Voluntarios” es el nombre que se le da al conjunto de servidores que forman parte del Programa de Jóvenes Voluntarios en cada Instancia, a quienes se les brinda espacios de espiritualidad, formación, acompañamiento y diversas herramientas que los motiven a ser Voluntarios de Cristo, comprometidos para trabajar y cumplir con los objetivos y propuestas del Programa a nivel nacional, su Secretariado y demás realidades pastorales. Nota: Se le llama “Red” porque el trabajo se teje en conjunto a través de la unión, el compromiso y la dedicación de cada integrante que la conforma. 3 Pasos para conformar una red de voluntarios: 1. Explora/Analiza tu Instancia: Analizar y conocer el entorno y la realidad diocesana, mirar las comunidades y sus jóvenes, identificar las necesidades de las personas cercanas a la instancia y establecer prioridades y expectativas de servicio que ayudarán a plantear cuál será el compromiso y razón para crear un Voluntariado. 2. Convocar a jóvenes con perfil profesional: Invitar a jóvenes de todas las Experiencias Juveniles, Parroquias y/o Vicariatos a que, a través de su profesión, talentos, dones y conocimientos, ofrezcan su servicio al Señor y al prójimo. Se sugiere incluir también jóvenes que no pertenezcan a una experiencia juvenil (con formación cristiana de base, pensando en que puedan ser prospectos para formar parte de la experiencia juvenil de su parroquia). Nota: Para este paso, se recomienda diseñar un formulario que recoja los datos más importantes sobre el joven (Datos personales, parroquia, experiencia juvenil, profesión, dones, talentos y aprobación del Coordinador y/o Párroco), pudiendo ser público, mediante las Redes Sociales, para que cualquier joven pueda formar parte de la Red. 3. Organizar y Encaminar la Red: Teniendo conformado la lista de los voluntarios, es fundamental iniciar el trabajo de formación y capacitación de los jóvenes voluntarios, brindando momentos de espiritualidad, formación, capacitación e interacción donde puedan ir conociendo el Programa y de qué forma podrán servir a Cristo a través del Voluntariado, este espacio es propicio para ayudar a los jóvenes a poder descubrir cuáles son sus talentos y que función o servicio podrán desempeñar en el voluntariado. Es allí donde será necesario que el delegado conforme su equipo y que este le sea de ayuda en la organización y caminar de la red. Claves para trabajar la red de voluntarios: Trabajo organizado: Todos los pasos deben ser desarrollados de una manera organizada y disciplinada, recordando que somos hijos de un Dios de orden, para así poder obtener los mejores resultados. Trabajo en Equipo: Todo es mejor en comunidad. Por lo tanto, requiere la colaboración no solamente del Delegado del Programa, sino también del Secretariado de Pastoral Juvenil, animador de la Red de movimientos y el responsable de “JOVENMISIÓN”. Trabajo en Oración: Es fundamental comprender que el servicio voluntario representa a la Iglesia Católica, orante y misionera. Es por ello que se considera indispensable mantener buenas prácticas de oración personal y comunitaria en todo momento. Nuestro inicio y culmen debe ser estar en comunión constante con Jesús, quien es nuestro Voluntario por excelencia. ¿POR QUÉ DEBERÍAMOS HACER VOLUNTARIADOS? - Conocemos nuevas personas: Ellas, al igual que tú, quieren ayudar a otros. - Construyendo con tu entorno: Así conoces y aprendes que puedes tener personas muy cercanas en tu misma comunidad que de alguna manera están pasando por diversas situaciones que requieren de tu ayuda. - Descubres tus habilidades y talentos: Conoces capacidades en ti que a lo mejor no sabías tener y de este modo también los pones en prácticas ayudando a otros. - Actúas en base a tus valores: Desde el cuidado de animales, pasando por comedores, limpiezas a áreas verdes hasta darle de comer a los más necesitados. - Te ayuda a ser más humano. - Te ayuda a iluminar tu vocación: y es que a través del servicio podemos ir descubriendo lo que verdaderamente nos hace feliz y este es un paso fundamental para saber ubicar el sentido de nuestra vocación. MESA REDONDA En equipos de 4 o 5 personas o con el secretariado de la instancia deberán leer, analizar y responder las siguientes interrogantes. Pueden escoger a un hermano que lleve agenda de todo lo discutido en este momento. Preguntas a responder: ¿Por qué es necesario establecer un voluntariado en mi instancia? ¿Somos constantes en los voluntariados que iniciamos en mi instancia? ¿Por qué la constancia es un reto en los voluntariados? ¿Qué deberíamos hacer para motivar a los hermanos a participar de una red de voluntarios y realizar voluntariados? ¿En mi instancia tenemos jóvenes dispuestos a servir y donar sus habilidades y capacidades en pro de ayudar a otras personas? RETOS Luego de tomarte el tiempo para interactuar con tus hermanos las preguntas generadoras, te invitamos a realizar un reto, compromiso personal o comunitario que den respuesta a una realidad, en tu familia o comunidad, es decir que ayude a cambiar o mejorar la realidad. Te presentamos algunas acciones voluntarias que puedes realizar estando en este tiempo de confinamiento: · Cocinar para la familia. · Compartir algo de comer con algún vecino que lo necesite y propiciar un momento de oración con él/ella (Teniendo en cuenta las normas de prevención sanitaria) · Limpiar las áreas verdes del hogar y si está a tu alcance sembrar una planta. · Compartir el Evangelio con un amigo. · En el lugar donde trabajes, habla sin miedo a tus compañeros de lo grande que es el amor de Cristo e invita a algunos de ellos a que voluntariamente hagan una oración contigo. · Sé embajador de esperanza en tu hogar: Limpiando con entusiasmo y de forma dispuesta, ayudando a tus hermanos en las tareas, haciendo el mandado de las compras si es necesario, siendo testimonio y luz con cada uno de los que conviven contigo, escuchando un poco de música católica y compartiéndola con tus familiares es un signo de evangelización. · Hacer ejercicio en la casa (Te ayudará a mantener tu cuerpo y mente sano). · Escuchar a tus amigos, sobre todo a aquellos que sientas que se han apartado de Dios y que necesitan ser escuchados, darles animo a través de mensajes y haciéndole sentir que estas cerca de ellos. · Ayudar al vecino, quizás te puedas poner de acuerdo con ellos para limpiar tu cuadra y adornarla con algunos mensajes evangelizadores (Teniendo en cuenta las normas de prevención sanitarias) · Practicar con más continuidad los valores de la tolerancia y paciencia con las personas que convivo diariamente. (familia, vecinos, amigos). · Haz durante 10 días publicaciones en tus redes sociales con mensajes de aliento y esperanza y coméntanos tu experiencia con los retos y etiqueta a la Pastoral Juvenil de Venezuela (@pjvenezuela) con las etiquetas: #VoluntariosDeEsperanza #EmbajadoresDeEsperanza "Estoy llamado a ser o a hacer algo para lo que no está llamado nadie más. Ocupo un lugar en el plan de Dios sobre la tierra que no ocupa ningún otro. Ya sea rico o pobre, despreciado o alabado por los hombres, Dios me conoce y me llama por mi nombre”. Beato John Henry Newman. Elaborado por el Equipo Nacional del Programa Jóvenes Voluntarios. Periodo: 2020-2022. V J JÓVENES VOLUNTARIOS El primer paso para el servicio