Muchas gracias Sr Presidente. Teniendo en cuenta el interés de todos los aquí reunidos por expresar nuestra opinión y a la vez el reducido tiempo dispuesto para la exposición de los argumentos, es que trataré de ser lo mas concreto posible sin que esto signifique de manera alguna desinterés o liviandad de mi parte ante el que considero unos de los actos más importantes de los últimos años, tratados y por tratar en este Honorable Congreso de la Nación. En el presente debate abordaré en particular los temas de la necesidad de inversiones extranjeras para el desarrollo de la industria energética en nuestro país, el establecimiento de una política energética de matríz integrada por fuentes tradicionales y alternativas y la exigencia de fijar claras estrategias de control permanente y profesional sobre toda empresa que explote recursos del Estado. Tal como ya lo expresé públicamente, Sr. Presidente, apoyo la iniciativa de declarar de interés público nacional y prioritario el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos, ese fue el objetivo último que se propusieron desde el siglo 19 los pioneros de la actividad. Pero exijo la responsabilidad política que implica todo el control de un área estratégica para el crecimiento del país. Es por todos sabido que sólo valiéndose del aumento de inversiones los países pueden aprovechar sus recursos para con estos poder llevar adelante verdaderas políticas de inclusión. Si creemos que sólo con inversiones de capitales nacionales lo podremos lograr, estaremos cayendo en un peligroso error ya que el mercado de capitales de nuestro país tiene una dimensión tan reducida que no esta en condiciones de financiar la expansión que la industria energética nacional requiere. Este punto es el que nos demuestra a las claras la falta de sustentabilidad que evidencia la producción de energía a largo plazo con recursos exclusivamente argentinos. Por lo tanto despreciar el capital extranjero es garantía de fracaso como también lo es, y esto lo decimos por lamentable experiencia propia, el permitir que las empresas extranjeras transfieran las ganancias a sus países de origen beneficiándose de la impericia, desidia, inoperancia y falta de control de los organismos nacionales que se han creado para, entre otras cosas, evitar los vaciamientos de empresas. Y cuando menciono a los organismos refiero expresamente a los artículos 96, 97, 98, 116, 117, 128 y 129 de la Ley 24.156 de Administración Financiera y los Sistemas de control del Sector Público Nacional. Debemos tener presente que todo esfuerzo de inversión nueva requiere de un ambiente político, jurídico y económico favorable. Supone también que el contexto económico se muestre positivo en los dos elementos principales, costos y precios. No podemos inversión seguir extranjera permitiendo en que Argentina la siga decreciendo. Sin ir mas allá de nuestro continente, hoy en Brasil y Chile por cada dólar que remiten las empresas extranjeras a sus países de origen entran 2 en concepto de nuevo capital y las herramientas no son prebendas ni debilidades fiscales o de control, ni tampoco la prohibición de remitir ganancias, sino elevar la confianza y las oportunidades de negocios para que las empresas del exterior tengan plena seguridad sobre su inversión. Respecto a la notoria falta de control sobre el gerenciamiento de Repsol en YPF, la cual llevó entre otros grandes problemas, al vaciamiento de la empresa, permítame Sr. Presidente en este punto hacer referencia a los siguientes datos, “entre 1999 y 2011 las reservas de petróleo de YPF se redujeron en un 40,5% y las de gas en un 47,1%, mientras la producción de petróleo caía un 38,3% y la de gas un 25,4%, Se trata de una conducta depredatoria. Una compañía petrolera que cada vez produce menos al tiempo que sus reservas decrecen esta siendo vaciada” Esta cita es por demás concluyente respecto a las dos grandes calamidades que Argentina vivió, el desfalco por parte de la empresa extranjera y la falta de control por parte de las entidades del estado generadas ad hoc. Cabe agregar que los datos que expresé respecto a la caída de las reservas y de la producción de petróleo, no son desconocidos por el gobierno ya que son los mencionados en la respuesta a Repsol por parte de la intervención de YPF publicada en la página web de Yacimientos Petrolíferos Fiscales el pasado 25 de abril. La mayoría de las exposiciones a la hora de hablar de falta de controles las hemos basado en los términos de fuga de capital, perdidas millonarias y falta de inversión, todos puntos reales, ciertos y dolorosos por su resultado para todos los habitantes del pueblo argentino. Mas no quiero dejar pasar este momento para remarcar la falta de control de mayor fatalidad que ya hemos sufrido el pasado 16 de abril del corriente año, fecha en la cual luego de que se le detectara un alto grado de plomo y otros metales pesados en sangre fruto de la contaminación del agua potable de la región de Añelo, provincia de Neuquén, falleció a los 55 años, nuestra compatriota, miembro de la comunidad Mapuche, la Sra. Cristina Cherqui. Sr. Presidente, esta muerte sumada a la contaminación que sufre la totalidad de la población de Añelo, es el resultado más indignante y execrable que la ausencia de control sobre la empresa Repsol YPF nos lega a los argentinos, toda vez que nada hay mas sagrado que el derecho a la vida. Los datos que menciono respecto a la contaminación fueron denunciados por la Asociación Superficiarios de Petróleo de la Patagonia (ASSUPA) y 200 pobladores de Añelo en calidad de querellantes, entre los cuales paradójicamente se encontraba Sra. Cristina Cherqui. Esa denuncia acusa a YPF por el vertido de hidrocarburos en el agua que se consume en la región donde se comprobó que el grado contaminante es de 500 veces mas de lo permitido para aguas recreacionales. Desde ya que los que no se conmueven para nada con la información anterior son los propios directivos de Repsol ya que han sido ellos mismos los firmantes de los informes de la empresa en los cual expresan que entre 2006 y 2010 ha registrado unos 7.000 derrames de hidrocarburos y a manera de excusa indican que esto es algo “inherente a la industria petrolera”. Lo que no dicen estos artífices y justificadores del desastre es que debido a esos “inherentes” derrames, Repsol vierte en alguna parte del mundo 5.13 toneladas de residuos contaminantes por día. Sabemos que la ciudadanía que aquí representamos, quiere que YPF vuelva al estado y es la misma ciudadanía que nos señala y nos conmina a no volver a cometer los errores en que hemos incurrido al no ejercer las funciones de control que el caso imponía. En los últimos 20 años hay varios ejemplos de errores y modificaciones en los marcos regulatorios y de control, inclusive en los países mas desarrollados. Es un signo de evolución asumir los errores siempre que no se abandone el intento de mejorar, a través de la regulación y el control genuino, el aumento de la competencia, la reducción de costos y el aumento de la eficiencia energética. Voto afirmativamente el proyecto de Ley de la Soberanía Hidrocarburífera de la República Argentina dejando expreso mi profundo interés en que el Poder Ejecutivo Nacional, a través de los organismos respectivos, tome como tarea primordial el seguimiento, control, regulación y prevención de todas las acciones que la empresa mixta tome desde el momento de la intervención dictada por el Decreto 557/12 del Ejecutivo, con el objeto que hagamos de este importante momento en la historia del sector energético de nuestro país el punto de partida del mejor futuro para todos los habitantes de la Nación Argentina. Hoy tenemos la gran oportunidad de comenzar a transitar el camino de lo que considero debe ser la nueva política energética de nuestro país. Donde podamos definir una matriz exenta de toda miopía, evitando el error de poner al petróleo como única herramienta y avanzando sobre las llamadas energías alternativas como lo son la hidráulica, solar, eólica, geotérmica, de la biomasa, de las mareas o nuclear. La Argentina debe analizar las diferentes estrategias energéticas futuras en vista de tres aristas, el agotamiento de los combustibles fósiles proyectado por varios especialistas para dentro de los próximos 50 años, la contaminación y el efecto invernadero que los hidrocarburos ejercen letalmente sobre nuestro planeta y por último la voluntad de que Argentina se convierta en un proveedor eficiente de energías alternativas a nivel nacional primero, pasando en una segunda etapa a la exportación al Cono Sur para luego convertirse en exportador mundial. El tratamiento de opciones energéticas toma la destacada relevancia que tiene en nuestros días debido a que estas van directamente asociadas a los grandes valores que se discuten cuando se trabaja por la democracia, los derechos humanos, el estado de derecho, la inclusión social, la seguridad internacional y la lucha contra el terrorismo. Debemos dejar específicamente claro, allende la nacionalización, el reconocimiento de la soberanía de los estados sobre los recursos naturales y las actividades económicas, con el derecho a ejercer un control efectivo sobre la explotación de los recursos. Por último respecto a lo alertado por algunos legisladores en cuanto a las posibles acciones del gobierno español ante la expropiación que aquí tratamos, considero que no ameritan preocupación, toda vez que se trata de la relación entre un gobierno y una empresa privada. Además creo oportuno comentar que es casi inexistente la titularidad del gobierno español sobre Repsol y que mejor explicación de ello que las propias palabras del economista Alberto Garzón Espinosa cuando expresa que desde su privatización, durante el gobierno socialista de Felipe Gonzalez en 1987, la empresa fue pasando gradualmente a manos extranjeras llegando en la actualidad a que, “el 42% pertenece extranjeros a fondos gestionados grandes bancos, de inversión habitualmente por y el 9,5% pertenece a la empresa mexicana PEMEX. El resto de la empresa es propiedad del grupo de capital privado español Sacyr (10%), de una entidad financiera española como Caixabank (12’83%) y de más capital privado español”. Es importante señalar que España tiene coincidencia de opinión con el gobierno de la República Argentina en cuanto al tratamiento de los recursos y el mejor ejemplo es el Artículo 128 de la Constitución Española donde en su inciso 1 expresa “Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad esta subordinada al interés general” y en el inciso 2 “Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica. Mediante Ley se podrá público recursos especialmente reservar o en servicios caso de al sector esenciales, monopolio y asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general”. Muchas gracias Sr. Presidente.