ORACION INICIAL Bienaventurado Padre Pío, testigo de fe y de amor. Admiramos tu vida y como fraile capuchino, como sacerdote y como testigo fiel de Cristo. El dolor marcó tu vida y por eso comprendes nuestras penas. El amor te llevó a ocuparte de los enfermos, atraer a los pecadores, a vivir profundamente el misterio de la Eucaristía y del perdón. Fuiste un poderoso intercesor ante Dios en tu vida, y en el cielo sigues ocupándote de tus hijos. Queremos contar con tu ayuda. Ruega por nosotros a Dios, nuestro Padre misericordioso. Amén Pensamiento del Padre Pío No te preocupes del mañana, piensa únicamente en hacerlo bien hoy, y cuando llegue mañana se llamará hoy entonces pensarás en ello. Padre Nuetro, Tres Avemaría y un Gloria. ORACION FINAL Padre Pío, enséñanos la humildad del corazón para formar parte de los pequeños del Evangelio, a quiénes el Padre les ha prometido revelar los misterios de su Reino. Ayúdanos a rezar sin cansarnos nunca, seguros de que Dios conoce lo que necesitamos, antes de que se lo pidamos. Danos una mirada de fe capaz de reconocer prontitud en los pobres y en los que sufren el rostro mismo de Jesús. Apoyamos en la hora del combate y de la prueba, y si caemos, haz que experimentemos la alegría del Sacramento del perdón. Transmitirnos tu tierna devoción a María Madre de Jesús y Madre nuestra. Acompáñanos en la peregrinación hacia la patria bienaventurada, donde esperamos llegar también nosotros para contemplar la Gloria del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN