Isidore Aguste Marie François Xavier Comte Montpellier, Fr., 1798 – París, 1857 Teoría Sociológica Clásica Madalina Olimpia Ungurenu, 2º de Sociología 1. CONTEXTO HISTÓRICO. Los acontecimientos históricos que vivió Augusto Comte son cuantiosos y la mayoría de ellos de carácter político y cultural, y por ello lógicamente, así mismo, social. Así pues, a lo largo del s. XIX, Francia padeció más sacudidas políticas que cualquier otra nación de ese momento histórico. Aunque debemos tener en cuenta que nos encontramos en una época en la que ya, los principios de la Ilustración como movimiento cultural e intelectual europeo, estaban en auge. Estos principios tenían como objetivo luchar contra la ignorancia (analfabetismo, creencia en lo místico y religioso) de la humanidad mediante las luces del conocimiento y de la razón, como base de toda ciencia y como fundamento de cualquier progreso. Estas vivencias le marcaran de por vida y tendrán una enorme influencia en sus obras más destacables como podremos constatar más adelante. Aunque no fue testigo del inicio de la Revolución Industrial (en 1760, Gran Bretaña durante la monarquía liberal y se extendió por toda Europa hasta 1850), si pudo observar el cambio fundamental que supuso. Esto es, el paso de unas sociedades agrarias-rurales basadas en la agricultura como modo de producción con un sistema feudal-monárquico-absolutista, a otro tipo de sociedad burguesa-industrial-urbana basada en la industria como modo de producción con un sistema monárquico-constitucional-liberal y más tarde republicano, en Francia al menos. A efectos de esto, tiene lugar de forma general, una profunda y veloz transformación que afectó a la integra estructura social. Este tránsito explica todas aquellas innovaciones tecnológicas (ej. máquina de vapor, trenes, barcos…) inéditas, cambios socioeconómicos y culturales que propiciaron progresivamente un nuevo estilo de vida, de ahí su obstinada preocupación por “la formación de un plan de reorganización social”. A propósito de lo anterior, se ha de decir que en Francia, la Revolución Industrial fue un proceso más gradual y no hubo un “despegue” como en otros países sino más bien se materializó una lenta transformación en sus modos de producción especialmente en la zona del norte (en principio pocas fabricas), para la consecución del progreso económico nacional. El interés por mencionar la Revolución Industrial se explica por el hecho de que durante este periodo nace <<la cuestión social>> a razón de las numerosas consecuencias negativas provocadas por dicha revolución y la conformación del nuevo sistema industrial (base del capitalismo posterior), es decir, una expresión que surge por la necesidad de preocupación social por parte muchos intelectuales, políticos y religiosos a lo largo del s. XIX. Un poco más tarde se produce la Revolución Francesa en 1789, la cual obviamente le influyo, sin embargo Comte no llego a vivir las barbaries de la dictadura del terror de Robespierre (17931794), uno político francés conocido irónicamente con <<el Incorruptible>> que llego al poder a través de una engañosa campaña democrática a su espalda, pues resulto ser totalmente lo contrario, hasta tal punto de mandar intransigentemente sobre sus iguales e incluso llego a imponer a los franceses el culto del Ser supremo. La dictadura tiene su fin el 27 de junio de 1794 a razón principalmente de la victoria de Fleurus del 26 de junio de ese mismo año que propulso activamente los ciudadanos franceses a no tolerar su duro e inflexible régimen. Este ambiente revolucionario impulso a Comte a realiza una crítica hacia los postulados de Voltaire y Rousseau, cuyas aportaciones en el ámbito socio-político y las califica como nefastas ya que según él, se trata de modelos utópicos metafísicos difícilmente alcanzables y que además no pueden proporcionar un orden que genere cohesión social y por ende, tampoco otorgan moralidad a la sociedades presentes. Después de la revolución, el ambiente socio-político estuvo dominado por las diversas categorías de los revolucionarios, los radicales y los moderados. Así pues, en 1804, cuando Comte tenía tan solo 6 años, Napoleón Bonaparte es coronado como emperador (monarquía absoluta) y comienza la era napoleónica, desde ese mismo año hasta 1814. Comte pudo observar la expansión militar protagonizada por Napoleón durante este periodo y todos aquellos costes y cambios sociales que esto implicaba. Su ansia de dominación le llevó a la abdicación y al exilio en la isla de Elba en 1814, año en el que se produjo la Restauración Borbónica con la figura de Luis XVIII hasta 1824 y además, podríamos hacer un inciso y decir que muchos países convocaron un acuerdo en ese momento para mantener el absolutismo en Europa. Napoleón, a pesar de estar exiliado, consigue escapar de la isla y vuelve el 20 de marzo de 1815 para instaurar su imperio de los <<Cien Días>>. Sin embargo, poco después Napoleón es vencido en la batalla de Waterloo en Bélgica y el 28 de junio de 1815 se produce la Segunda Restauración Borbónica cuando Luis XVIII vuelve como rey a Francia. Como vemos, la adolescencia de Comte abarca una época bastante caótica caracterizada por rápidos y numerosos cambios sucesivos aunque no fueron los únicos traumáticos. Por consiguiente, durante el reinado de Luis XVIII se da un régimen monárquico constitucional, es decir, el poder ejecutivo residía en el rey, representando así al primer monarca de la Restauración Borbónica en Francia. Su sucesor fue Carlos X (1824-1830), considerado el último rey <<reinante>> Borbón de Francia. Es conocido por practicar una política absolutista ultramonárquica fraudulenta debido a que postuló iniciativas impopulares encaminadas a favorecer los privilegios de la nobleza y del clero. Por ello, al llegar al poder no encajó con el sistema político ya formado, en su mayoría, por grupos políticos de carácter más liberal. Este es otro rasgo que podemos apreciar en las obras de Comte. Él denuncia profundamente esa incapacidad de aquellos que están al poder por establecer el orden y según él se debe a que simplemente se realiza reformas sobre un sistema político ya formado, de ahí la necesidad de cambiar su base primeramente teórica y luego práctica. Así pues, tiene fin el reinado de Carlos X con la Revolución de Julio de 1830 en París, llamada también las Tres Gloriosas (Trois Glorieuses), momento en el que Comte alcanza su madurez y comienza su Cours de philosophie positive (París, 1830-1842, 6 vols.), impulsado por ambiente socio-político que lo envolvía. Tras esta revolución llega al poder Luis Felipe I como rey de Francia, conocido como <<el rey ciudadano>> hasta 1848, año en el que se produce otra magna revolución que destrona a Luis Felipe I y pone fin a la monarquía francesa dando paso a la Segunda República Francesa (primero semipresidencialista entre 1848 a 1851, después autoritaria presidencialista hasta 1852), cuyo lema nacional más plausible es “Libertad, Igualdad y Fraternidad”. Será por tanto Napoleón III, sobrino de Napoleón Bonaparte, el último monarca de Francia, elegido a través de sufragio universal, una de las razones por la cual es denominado como <<el príncipe-presidente>>. Durante la Segunda República se dio un cierto periodo de estabilidad en Francia aunque terminó con el golpe de estado de 1851 protagonizado por el mismo Napoleón III. Así, con la ayuda de un plebiscito proclama el II Imperio Francés en 1852 que duró hasta 1870. Finalmente, Comte fallece a la edad de 59 años durante el II Imperio Francés con Napoleón III al frente. 1. BIOGRAFÍA. Isidore Marie Auguste Francois Xavier Comte, más conocido comúnmente como Auguste Comte nace el 19 de enero en 1798 en Montpellier, una ciudad al sur de Francia, es considerado uno de los padres fundadores de la Sociología junto a Karl Marx, Max Weber y Emilie Durkheim. Auguste Comte creció en una familia modesta, católica y monárquica. Es hijo del funcionario Louis Auguste Comte. En la escuela destacó entre sus compañeros pues era considerado un alumno brillante. En 1814 ingresó en la Escuela Politécnica de Paris, el centro más distinguido de Francia por aquel entonces. Aunque su estancia fue breve ya que a los dos años de estar ahí fue expulsado. A pesar de ello, se instauro en Paris y empezó a impartir clases particulares de matemáticas. Más tarde, en 1817 se convirtió en el secretario de Saint-Simon (1760 – 1825), pero su relación no duró más allá del 1824. La principal razón de la ruptura fue el intento de atribución del trabajo de Comte, más concretamente del Plan des travaux scientifiques nécessaires pour réorganiser la société (1822) donde por primera vez Comte formulaba la ley de los tres estados. A lo largo de este tiempo Comte ahonda más profundamente en los problemas sociales y políticos de su momento. En 1825 (año de la muerte de Saint-Simon), se casó con Caroline Massin aunque terminarían separándose en 1842. Sólo un año después, en 1826, empezó a impartir su curso de filosofía positiva, aunque pronto se vio obligado a dejarlo a causa de una depresión que terminó rozando la locura. En diciembre de ese mismo año fue dado de alta, aunque realmente no se había recuperado, ya que en abril del 1827 recayó en la depresión y se intentó suicidar. En 1829 retomó su curso de filosofía positiva y en 1830 publicó el primer volumen de Cours de philosophie positive. No fue hasta 1842 cuando terminó su obra. A partir de este momento Comte dejó de leer libros y periódicos para centrarse en su pensamiento. Comte fue el primero en utilizar el término sociología en el volumen cuarto del Cours de philosophie positive (1839). A partir de 1844 vive del subsidio que le proporcionaban sus discípulos y de la ayuda económica que le prestó John Stuart Mill (1806 – 1858). Finalmente falleció en París el año 1857, víctima de un cáncer de estómago. 2. CONTEXTO HISÓRICO-SOCIAL DE SUS OBRAS. En cuanto a la famosa obra de Comte, el Plan de los trabajos científicos necesarios para reorganizar la Sociedad, se redactó en 1822 cuando tenía 24 años. Durante esos años reinaba en Francia Luis XVIII, y lo que pretendía era volver al statu quo del Antiguo Régimen. Esta obra de Comte fue de algún modo contestataria en esa época, ya que pretendía una reorganización de la sociedad muy distinta a la que pretendía Luis XVIII. A razón de que pretende poner límites intelectuales, morales e institucionales al régimen de terror y caos iniciado en el 1789. El progreso, la razón la ciencia y la política son procesos muy positivos si discurren estabilizados por el orden de las instituciones nuevas. El binomio orden y progreso es tema esencial de la Sociología de Comte. La política es asunto práctico y científico: “el objetivo de la praxis política es propiamente evitar las revoluciones violentas” de ahí su necesidad de reorganización pues preveía que la sociedad estaba en un estado caótico, proclive al cambio. Comte abomina de Rousseau y se considera seguidor de Montesquieu, y su De l´esprit des lois (1748), y de Condorcet y su Esquisse d` une tableau historique du progres de l`espirt humaine (1795). Su programa consiste en “elevar la política al rango de las ciencias de la observación”. El orden en el progreso es la clave de la evolución de la humanidad en tres estadios. En el orden de las determinaciones lo fundamental es el estado de la civilización para llegar a la organización de la sociedad. El positivismo de Comte es bidimensional, determinista e idealista, a la vez. La Sociología de Comte es más una teoría general, positivista – normativa que una ciencia investigadora. Como ya hemos mencionado, Comte trabajaba en París como secretario de Saint–Simon. Corría el año 1824, cuando se pelea cuando se pelea con su maestro a raíz de que éste intentara atribuirse la paternidad del opúsculo de 1822, intitulado Plan des travaux scientifiques nécesarries pour réorganiser la société. Comte rompe definitivamente con Saint–Simon. En la mencionada orbita, Comte avanza lo esencial de su pensamiento. El texto en cuestión constituye, según el propio Comte, “el gran descubrimiento del año 1822”. En el escrito aparece esbozada por primera vez la famosa ley de los tres estadios. Más tarde en 1826 inaugura en su apartamento su curso de filosofía positiva, en el cual, pretende presentar en 72 lecciones el conjunto de las ciencias recogido en la unidad de su principio positivo. El auditorio que tuvo fue poco numeroso pero de calidad; lo constituían economistas, matemáticos, naturalistas y personalidades del momento. Probablemente cansado de no recibir ningún reconocimiento académico, sufre una fuerte depresión nerviosa en la 4ª lección de su curso, lo que le obliga a recibir internamiento médico. Fue dado de alta ese mismo año pero en 1827 se intenta suicidar. Publicará el primer volumen de su Cours de philosophie positive en 1830 que acabará totalmente en 1842 (6 vols.). Así acuña la primera vez el término Sociología en el 4º volumen de dicho libro (1836), sustituyendo otras expresiones utilizadas con anterioridad como física social, para alejarse para alejarse de este término utilizado por Quételet (1796 – 1874), en 1835, para designar trabajos de Estadística aplicada a la Criminología y la Demografía. Comte rechazo así la metodología de las ciencias sustituyéndola por un planteamiento histórico. También acusa a un académico belga, refiriéndose a Quételet del uso oportunista del concepto de física social en su obra clave. Posteriormente, la palabra sociología aparecerá en el título de una de sus obras Systeme de politique positive, ou Traité de Sociologie, instituant la religión de la himanité (1851 – 1854). Así mismo, en 1852 publica su Catéchisme positive ou Somaire explosition de la religión universelle, donde expone una sociedad positivista reorganizada en Iglesia. 3. COMENTARIO Y ANÁLISIS DE LOS TEXTOS. 3.1. Plan des travaux scientifiques nécessaries pour réorganiser la sociéte (1822) Como punto de partida, Comte muestra una indignada preocupación respecto a la persistente crisis sistémica de su momento, de ahí la necesidad de “la formación del plan de reorganización”, pues según él, tanto los reyes como los pueblos han procedido mal hasta dicha fecha. El ambiente social necesitaba ser renovado y para ello, asegura imprescindible la creación de una nueva doctrina competente para esta labor tan sumamente importante. Así pues, motivado por “la terrible crisis que atormenta la sociedad”, se dispone a revisar las formas de organización de su época y precedente a ello, a razón de mostrar que marcha debe ser adoptada en la formación y consiguientemente, en la aplicación de dicho plan y así mismo, “cuáles son las fuerzas sociales llamadas a dirigirlo”. A continuación, expresa no compensarle la tarea de criticar y denunciar la mala praxis llevada a cabo por los reyes y la ciega subordinación de los pueblos, pues tan solo seguían con la dinámica política establecida inicialmente (remoldeada en innumerables ocasiones), aunque si concreta tener esto un propósito ya que tanto para prevenir como para curar, hay que mirar al pasado. Dicho lo anterior, tal es la magnitud de su preocupación que acusa la <<discapacidad políticogubernamental>> respecto a los incesantes e ineficientes cambios constitucionales, apuntando así mismo, a que la sociedad de su momento se estaba aproximando a una nueva fase de <<desarrollo>>: la producción industrial. A efectos de lo anterior, más tarde hace una alusión citando a Newton, el cual, a través de la observación empírica pudo crear una teoría (leyes naturales) que explicara los fenómenos naturales. Por lo que Comte, también quiere encontrar una <<ley social>> (¡la que tiene por objeto la refundición completa del sistema social!), y para ello, cree pertinente imitar los métodos propios de las CC Naturales. En consecuencia, Comte entiende que para poder elaborar una plan de reorganización social, esto es; establecer un nuevo orden social, primero deben fundarse los cimientos teóricos en base a un principio general característicamente magnánimo (desde su pto. de vista, el altruismo = valor ético-moral impulsor y regulador de ese orden social que constituye la base para desarrollar el sistema de relaciones sociales y legislaciones para la sociedad), y segundo, poner en práctica tales fundamentos a priori postulados teóricamente (criterio primario a raíz de la influencia lógicamente asimilada por vivir durante el siglo de las luces, donde la mayor verdad y en la que todo se basaba, era la razón = ciencia). De esta forma, sugiere aplicarse lo que hoy en día conocemos como <<método científico>> pues hace una marcada división entre el trabajo teórico, lo equivalente a un marco teórico de cualquier proyecto integrando sus posibles hipótesis, y el trabajo práctico, que correspondería a la metodología y su concreta aplicación. Luego, a pesar de la mala praxis socio-política que se había cometido hasta su época, advierte Comte ser una consecuencia inevitable (a causa, según su criterio, de que el espíritu humano está lleno de vicios = desviación primitiva), pues no partía de un principio general teórico, o mejor dicho, de la <<ley social>>. En efecto, esta ley daría forma y cohesión a lo que llamamos sociedad permitiendo crear un orden y por ende, un control social “al dirigir todas las fuerzas particulares hacia un fin de actividad general…y combinada” puesto que “fija el sentido en que debe ser concebido todo el sistema”. Prosiguiendo en el análisis, Comte deja claro que esta reorganización social debe tener como objetivo “la acción ejercida sobre la naturaleza para modificarla en beneficio del hombre o de la producción” ya que “el fin del viejo sistema era militar y el fin del nuevo es industrial”. Por lo que la primera tarea era proclamar el fin de esa transición. Ahonda en los efectos de esta ocurrencia para aclarar que hasta la fecha solo se habían centrado en la parte práctica, olvidando la división fundamental del poder espiritual (trabajo teórico-reflexivo) y el poder temporal (trabajo práctico, ceñido a la concreción de los supuestos teóricos). Denuncia y reniega esa <<desviación primitiva>> ya que todo se ha producido en la dimensión práctico- temporal (en lo político), es decir, los cambios se resumen a una disección entre el poder legislativo y el judicial, tan solo una mera subdivisión. Mientras tanto, “los pueblos…han sido arrastrados necesariamente a concebir como orgánicos los principios críticos que sirvieron para luchar contra el viejo sistema…reducido al miserable estado de un esqueleto descamado”. Comte cree que el pueblo ha puesto su mira de atención exclusivamente “en las modificaciones del viejo sistema, esto es, en aplicaciones de la doctrina crítica aún más complejas...destruyendo cada vez más el sistema feudal y teológico sin reemplazarlo jamás, hacia una completa anarquía, única salida natural de semejante camino”. Algo que para un defensor de la sociología del orden, un planificador y organizador innato, era inconcebible. En lo que sigue compara la organización del sistema de producción industrial con el proceso de reorganización social volviendo a plasmar reiteradamente esa necesidad de cambio, proponiendo a su vez “dos tipos de consideraciones: una, teórica; la otra, práctica; una, de concepción; la otra, de ejecución. La primera procede necesariamente a la segunda, a la que está destinada a dirigir. En otros términos, jamás hay acción sin especulación preliminar”. Dicho esto, para corroborar sus postulados expone en forma de ejemplo la formación del sistema teológico y feudal ya que cumple con esos dos requisitos diferenciadores básicos proporcionando así “una fuente inagotable de instrucción”. Tras ello, Comte vuelve a retomar la idea de quienes se deben encargar del trabajo teórico, y quienes, de la puesta en práctica del mismo. Llega a la conclusión de que los sabios son los más adecuados para el gobierno moral pues poseen la máxima capacidad cultural intelectual y la autoridad teórica. Igualmente, cree ser los sabios <<los elegidos>> para esta tarea sumamente importante ya que se dedican a las ciencias de la observación, en la cual, él pone todas sus esperanzas, en otras palabras, en la razón. También, por no ser la crisis un problema exclusivamente francés, indaga en los problemas nacionalistas que se aprecian en Europa y describe el panorama como “un estado de reciproca oposición hostil, disfrazada bajo el nombre de equilibrio europeo”. A esta situación, contribuyeron activamente los legistas, quién según él, tan solo se han limitado a distorsionar los antiguos postulados políticos en beneficio de una determinada nación. Por ello, denuncia la labor teórica de los legistas proponiendo que estos, gracias a su cualidad elocuente son los adecuados para la puesta en marcha y seguimiento del trabajo práctico (sistema administrativo). Así es como lo recalca: “en el sistema a construir, estará el poder espiritual en manos de los sabios, y el poder temporal pertenecerá a los jefes de los trabajos industriales”. En vista de lo anunciado, se hace necesaria la unión de las fuerzas europeas y de los sabios para solventar el problema, los cuales conforman, según Comte, un fuerte “lazo social necesariamente proporcional a la importancia del fin de la asociación”. Por último, aunque no menos importante, incluye su teoría de la loi des trois états (la ley de los tres estadios; 1º el estado teológico o ficticio, 2º el estado metafísico o abstracto y 3º el estado científico o positivo), proponiendo lo siguiente: la gran mayoría de naciones han tenido un mismo recorrido histórico paralelo al desarrollo como civilización. De tal forma que en el primer estado teológico, Dios daba respuesta a todo, mientras que el segundo estado metafísico o abstracto, conforma simplemente una transición al último estado, pues domina la generalización de ideas por la abundancia de ocurrencias similares. El tercer estado, el científico o positivo representa la perfección del ser humano y la elevación a un estado de conciencia altruista. De manera análoga compara estos tres estados con las etapas de desarrollo de cualquier ser humano: en la 1ª tendríamos la niñez y/o la infancia, en la 2ª, parte de la adolescencia para entrar a la vida adulta y en la 3ª alcanza la madurez. Igualmente, algo semejante aclara al proponer que estos tres estados son aplicables a la ciencia y afirma Comte, estar la ciencia a un paso de llegar al tercer estado animándose, en última instancia, a ofertar un prospecto a seguir por los sabios de Europa. A modo de conclusión, a mi parecer, Comte era un tanto elitista al proponer que particularmente los sabios eran los más capaces de dicha tarea. Entiendo que cayó en la trampa de la razón, es decir, pensar y creer que puede ser utilizada en una única dirección: el bien común (atendiendo también a su principio de altruismo). Aunque la realidad es bien distinta ya que siempre hay un polo negativo en cualquier acción humana. Podemos contrastar lo que acabo de enunciar con la farisea del progreso basada en la industrialización de su época, pues, a pesar del bienestar general que prometía para mayoritariamente la población civil, esta acción humana tiene consecuencias nefastas para la Tierra, madre (origen) de cualquier supuesto teórico. Realmente, lo que Comte hizo, a efectos de jugar con una doble moral, fue <<darle la vuelta a la tortilla>> criticando el sistema antiguo, apostando por un nuevo sistema industrial apoyado por grandes teorías elaboradas por sabios que no supieron prever las consecuencias irreversibles de dicho plan de reorganización social. Definitivamente, con esto último, no quiero desacreditar a Comte ni mucho menos. Es verdad que el orden y el control tienen sus pros y sus contras, al igual que la idea de progreso. Así por ej. , el control demográfico de la población se hace necesario en una sociedad como la nuestra, inmersa en un continuo crecimiento y desarrollo. Es preciso este tipo de control, simplemente para garantizar con la fuerza de los números cierto orden y equilibrio (es decir, la reproducción y sostenibilidad de nuestra especie y en efecto, de la Tierra). Por lo que, no es que los sabios de Comte no supieran ver esto, básicamente no se podía prever pues el proceso de industrialización no había sido analizado según la loi des tres états. La industrialización en ese momento, estaba en su primer estado teológico pues veían en ella una especie de mesías, al igual que fue Cristo en el estado teológico de la historia de la humanidad. Así lo que hemos vivido hasta ahora ha sido la etapa metafísica del salvaje capitalismo, en principio pesado1 gracias a al binomio orden y progreso de Comte. 4.2. Cours de philosophie positive (París, 1830 – 1842) En este breve fragmento, Comte piensa que ha llegado el momento de acuñar el término de Sociología a la llamada por el mismo Física social y/o Filosofía positiva con el fin holístico de nombrar a “la ciencia social naciente cuya misión específica es la comprensión científica de la sociedad positiva, científica o industrial, etapa más avanzada de la humanidad, según su ley de los tres estados”. Ese cambio se debe principalmente a su progresiva evolución y conformación en ciencia. 4.3. Sistème de politique positive (1851– 1854) La frase que se aporta tiene un significado sociológicamente peculiar (de perspectiva micro que se convierte en macro sí se cumple su premisa) pues Comte, propone la palabra altruismo para referirse a un sistema de actitudes y comportamientos, que, oponiéndose al egoísmo, se fundamenta en la benevolencia con el prójimo y el interés personal. Trabajar por los intereses del colectivo redunda en el interés propio y resulta más beneficioso que el comportamiento egoísta. 4.4. Catéchisme positiviste ou Sommarie explosition de la religión universelle (1852) Con esta frase “saber para prever y prever para poder”, Comte nos explica el objetivo <<positivo>> de la Sociología de su momento, una nueva ciencia que debe tomar como modelo las ciencias naturales. De este modo, si el ser humano quiere transformar el entorno a su antojo, debe conocer las leyes que lo rigen. Por ello, tendrá que desarrollar un pensamiento científico para poder tener la capacidad de predecir lo que va o puede suceder en la sociedad. Esta tarea no se puede realizar solo desde la contemplación empírica y resulta paradójico porque al mismo tiempo fomenta la acción social. 1 1 Zygmunt Bauman, Modernidad líquida, México, Fondo de Cultura Económica, 2003, Bauman concreta dos tipos de capitalismos proponiendo una transición: en principio pesado (ej. Fordismo), ahora liviano (neocapitalismo actual). Esta distinción se encontrará concretamente en el Capítulo 2, “Individualidad”, págs. 59-97. 4. REPERCUSIÓN POSTERIOR. Su logro más importante es la creación del concepto de Sociología como una nueva ciencia emergente. Es considerado el padre de la sociología francesa, y en cierto modo el primer sociólogo como tal. Es el creador de las bases de la sociología que conocemos ahora pues plantea la sociología como una ciencia. Cualquiera que pretenda imitar el sistema de las ciencias naturales a la sociología, sigue las directrices de Comte. Uno de los seguidores más famosos fue John Stuart Mill Aunque en la actualidad, no sea su obra de gran utilidad, dado su contexto, Comte empezó a ver a la sociedad como un objeto de estudio científico. Esta idea aún sigue vigente, pues hacemos uso de metodología científica para estudiar la sociedad. Así mismo, supongo que pudo influenciar a Tocqueville aunque no en el sentido de redefinir sus ideas sino más bien, deslumbró Comte a Tocqueville, al crear este una nueva ciencia, de ahí posiblemente su interés por argumentar que “un mundo nuevo requiere de una ciencia política nueva”, similar a lo que Comte postula con “la insuficiencia de la opinión de los reyes y de los pueblos ha demostrado que es necesaria una nueva doctrina verdaderamente orgánica, la única capad de acabar con la terrible crisis que atormenta la sociedad.” Obviamente, también es considerado el principal impulsor del positivismo sociológico que representa una de las ramas fundamentales de la filosofía de la ciencia, muy cercana a las propuestas del empirismo. Propone la construcción de teorías explicativas de las relaciones existentes en el mundo a partir de la observación directa de sus regularidades y de la experimentación con casos particulares. Así pues, por último, dentro de esta corriente sociológica, posteriormente, podemos encontrarnos las aportaciones de Fréderic Le Play (1806 – 1882), con la realización de sus monografías sobre las familias trabajadoras europeas, y también a Émile Durkheim (1858 – 1917) considerado el fundador del positivismo funcionalista, con su estudio sobre las causas de suicidio. Todos ellos tratan de establecer tipologías explicativas o leyes acerca de las relaciones de causalidad que determinan los fenómenos sociales. 5. GLOSARIO DE LOS CONCEPTOS PROPUESTOS. Altruismo → concepto acuñado por Comte para referirse a un sistema de actitudes y comportamientos, que, oponiéndose al egoísmo, se fundamenta en la benevolencia con el prójimo y el interés personal. Trabajar por los intereses del colectivo redunda en el interés propio y resulta más beneficioso que el comportamiento egoísta. Es un elemento presente en la dinámica reorganizadora por ello, la acción política y social ha de estar empapada de la idea de altruismo. Sociedad → para Comte la sociedad conforma un organismo y/o sistema, pero para que cualquier sistema sea considerado como tal es imprescindible que tenga el fin de dirigir todas las fuerzas particulares para un fin general. Solo es sociedad si hay una acción general y combinada, de ahí atención en la aplicación del concepto altruista. Física social → es el nombre inicial que Comte da a la disciplina que estudia, es decir, la sociedad de forma sistemática. Más adelante se convertiría en disciplina científica, en efecto, en Sociología. Filosofía positiva → se trata de un tipo de conocimiento característica del último estadio, el estadio o estado positivo. Conocimiento basado en la experiencia, lo observado y lo empírico. Sociología → Comte define la Sociología como una ciencia social naciente cuya misión específica es la de compresión científica de la sociedad positiva, científica o industrial, etapa más avanzada de la humanidad según su loi des tres états. Comte concibió, además, a la Sociología como una scientia scientiarum, la holística de todas las ciencias cuyo objeto es el conjunto social histórico de hechos y creaciones más comprensivos. En su posterior obra Systeme de politique positive, ou Traité de Sociologie, instituant la religión de la himanité (1851 – 1854, 4 vols.) concibe a la Sociología como la religión científica o laica de la sociedad en su estadio moderno. Savoir pour prévoir → Según la definición que Comte hace sobre las Sociología, esta debe tomar como modelo a las CC Naturales. De este modo si el hombre quiere transformar el entrono a su antojo, debe conocer las leyes que lo rigen. Por tanto, la esta fórmula resume el espíritu de la filosofía positiva pues, de la ciencia vine la previsión y de la previsión, la acción. Igualmente, la previsión social será posible una vez se conozcan las leyes que rigen la evolución y la estabilidad social. Esta previsión garantiza, según Comte, el abandono de los ideales metafísicos por la realidad de los hechos. Una vez que la Sociología muestre al hombre las leyes del desarrollo y la estabilidad social, éste las utilizará para el beneficio colectivo. Estado o estadio teológico → uno de las tres fases en las que Comte divide la historia de la humanidad. Atiende a la época donde las personas explicaban las ocurrencias por fuerzas de otro mundo o por acción de Dios. Si la comparamos análogamente respecto al desarrollo de las personas, este estado atiende a la niñez de cualquier ser humano. Estado o estadio metafísico → al igual que antes, uno de las tres fases en las que Comte divide la historia de la humanidad. Se remota a la época donde las personas explicaban las ocurrencias por la observación sin aplicar métodos científicos por lo que se considera un estado de transición ( el paso del mitos al logos). Si la comparamos análogamente respecto al desarrollo de las personas, este estado atiende a la adolescencia en tránsito hacia la madurez, como proceso natural y cognitivo de cualquier ser humano. Estado o estadio positivo → así mismo, uno de las tres fases en las que Comte divide la historia. Se refiere a la época donde las personas explican las ocurrencias mediante la observación y el método científico. Si la comparamos análogamente respecto al desarrollo de las personas, este estado, el científico o positivo representa la perfección del ser humano y la elevación a un estado de conciencia altruista que se alcanza en la madurez. Loi des trois états → es la teoría que engloba los tres estados anteriores, es decir, la forma en la que Comte explica las distintas fases históricas, basándose en la forma de hallar conocimiento y equiparándolas a una etapa del desarrollo humano. Por ello, apunta que la gran mayoría de naciones han tenido un mismo recorrido histórico paralelo al desarrollo como civilización. 6. FUENTES CONSULTADAS. - https://www.unprofesor.com/ciencias-sociales/la-revolucion-industrial-ano-de-inicio-y-fin-1742.html - http://www.finanzasparatodos.es/gepeese/es/inicio/laEconomiaEn/laHistoria/revolucion_industrial.html - https://redhistoria.com/robespierre-y-su-dictadura-del-terror/ - Benjamín Oltra, José Ignacio Garrigós, Alejandro Mantecón, Rafael Mora & Christian Oltra Algado (2014). Atlas del pensamiento y ciencias sociales en los tiempos modernos. Síntesis: Madrid. - Oltra, B.; Garrigós, José I.; Mantecón, A.: Oltra Algado, (2004) La sociedad, la vida y la teoría: teoría sociológica desde una perspectiva de sociología narrativa. Centro de Investigaciones Sociológicas: Madrid. - Oltra, B.; Garrigós, José I.; Mantecón, A.; Oltra Algado, C.; Real Villareal, M.; (2005) El argumento de la Sociología, CEE Limpencop, S.L.: Universidad de Alicante.