Mcfarland: Sin límites Por: Duilio Cesar Guerrero Islas La película tiene muchas enseñanzas de perseverancia, esfuerzo, ganas de salir adelante, en fin, de la vida y sus recompensas cuando se lucha arduamente por lo que se quiere. Sin embargo, desde la perspectiva docente tiene diversas enseñanzas de liderazgo que debemos tomar en cuenta. Primera enseñanza: “Sin importar el marcador, controle sus emociones”. Al inicio de la película se ve a White como entrenador de un equipo de Fútbol Americano el cual ante el primer receso va perdiendo contra su oponente. En la discusión de camerino, uno de sus jugadores se pasa de listo y el Coach sin pensarlo le lanza un zapato al casillero junto a al joven; con la mala suerte que este rebota y le rompe la cara. Esta acción le costó al Coach perder su puesto y una mancha en su hoja de vida lo cual le obligó a viajar a un lejano pueblo llamado McFarland a impartir clases de Educación Física en una remota escuela. Controlar las emociones debe ser una de las principales habilidades de un docente. Claro está que no es sencillo pero un control de grupo depende de su líder y llega tan alto como crece su líder; no controlar las emociones en definitiva no es un buen ejemplo para ningún equipo y podría costarte el empleo o el respeto del alumnado. Segunda enseñanza: “Sepa identificar las fortalezas de sus alumnos”. Cuando Jim comienza en su nueva escuela se encuentra con un grupo de jóvenes desorientados; uno de ellos jugando en el equipo de fútbol americano, otros que solo se sentaban a mirar a los demás correr en las clases de educación física. Jim pudo ver el potencial de sus muchachos y decidió crear un equipo que nunca había existido en la escuela y comenzar a prepararlos para el primer campeonato de campo traviesa en California. Como es de esperar, al principio se burlaban de él y su idea, pero como buen soñador y visionario sabe identificar esas gemas ocultas y pulirlas para que brillen por sí solas. Un gran maratonista en un equipo de fútbol americano es cómo tener a un experto en ventas haciendo cierres contables. Invierta más en desarrollar las fortalezas de sus colaboradores que en obligarlos a cumplir con tareas mal asignadas y si sus habilidades no son para su equipo, ayúdales a encontrar el equipo correcto o como en este caso, haga un nuevo equipo. Tercera enseñanza: “Difícil es perder cuando saben que no hicieron lo suficiente”. Durante uno de los entrenamientos bajo un ardiente sol luego de haber trabajado en la mañana en los campos y de haber ido a clases, uno de los maratonistas sugirió que era muy difícil subir las colinas. Era más que evidente que en efecto era difícil pero su Coach sabía que no lo estaban dando todo. Las grandes batallas no se ganan haciendo el mínimo esfuerzo y aunque a veces cuesta sacar lo mejor de nuestros jugadores, el líder siempre debe ver más allá de las apariencias de sus colaboradores y sacar a relucir lo mejor de ellos. Dejarlos rendirse no debe ser una opción para un buen líder. Cuarta enseñanza: “Celebre las pequeñas y grandes victorias”. Cuando el equipo de McFarland ganó su primera competencia, mientras se dirigían de regreso a casa, su Coach decidió desviarse y llevarlos a conocer el mar. La alegría de esos jóvenes al ver por primera vez el mar me hizo pensar en las cosas que nosotros damos por sentado y cómo muchas veces éstas son un tesoro para otros. Identifica las cosas que le agradan a tu equipo y cuando se dé la oportunidad sorpréndelos. Comprarles pizza cada vez que desean celebrar algo es bueno las primeras dos veces, pero después pierde su valor de reconocimiento. Entrenamiento del equipo: Claramente podemos ver en la película como el entrenador pudo reconocer el talento de los chicos destacados puesto que ellos corrían y tenían una preparación previa del deporte (competencia inconsciente). White al llevarlos a su primera competición se da cuenta que debe contextualizarlos a nivel deportivo, puesto que los alumnos sólo estaban familiarizados con correr en líneas rectas y en las competencias existían colinas y otro tipo de obstáculos que requerían técnica en cuanto a la autogestión de energía, respiración y velocidad. Debían también mejorar su condición física y White especializó sus entrenamientos para mejorar la técnica de sus alumnos. En cuanto a alimentación no se llevaba una nutrición deportiva puesto que ellos llevaban la típica dieta mexicana: Huevos, arroz, frijoles, tortilla… Mencionaban en la película, sin embargo esta ingesta calórica les era funcional para desempeñar todas las actividades de su día: Trabajar en el campo, ir a la escuela y realizar sus entrenamientos.