LA TRANSFORMACIÓN DEL CARÁCTER POR LA SITUACIÓN Autor ZACHARY NARANJO CATAÑO INSTITUCIÓN DE FORMACIÓN CRUZ ROJA SECCIONAL RISARALDA TÉCNICO LABORAL POR COMPETENCIAS EN AUXILIAR DE ENFERMERÍA ÉTICA, VALORES Y CONVIVENCIA CIUDADANA PEREIRA, 2020 “La mente es su propia morada y por sí sola, puede hacer del cielo un infierno y del infierno un cielo” John Milton. Este artículo reflexivo está basado en el libro El Efecto Lucifer: El porqué de la maldad. Capítulo I. La psicología del mal: Transformación del carácter por la situación, por el autor Philip Zimbardo, quien es conocido dentro del mundo de la literatura y psicología por crear textos que van enfocados en la explicación del porqué las personas hacen lo que hacen y qué los impulsa a realizarlas, visualizando al ser humano como un sujeto inundado de emociones que activan por el desarrollo social de cada uno, cabe resaltar que la realidad del capítulo se enfoca en determinar cómo las situaciones tienen el poder de influir dentro de la transformación del carácter. Este capítulo, se subdivide en situaciones que permiten verificar como la lucha constante entre el bien y el mal se va extendiendo dentro de cada persona, como lo nombra el autor dentro de las tres verdades de la psicología, dentro de las cuales, a groso modo explica de manera enfática la vulnerabilidad que tienen todas las personas para ser susceptibles a tomar para su vida decisiones dentro del contexto del bien o el mal, sin embargo, hace una anotación importante en donde explica que así como los ángeles se pueden convertir en demonios, los demonios pueden transformarse a su vez en ángeles. A pesar de ser algo metafórico, lo anterior se adapta a nuestra realidad en el sentido en que el alma o el espíritu del ser humano, como lo nombraba Dante en la edad media, es esa expresión que tienen los sujetos para combatir esa guerra interna entre el bien y el mal, el cual se separa por un simple hilo que el autor lo llamaba agujero negro, entendiéndose como la absorción de los buenos o malos sentimientos y/o emociones que se naturalizan en el interior del ser. El texto profundiza diversos conceptos que conllevan a tener una noción frente a las personas y las situaciones que generan la transformación de un poco de maldad dentro de la bondad y un poco de bondad dentro de la maldad. En general, el conocimiento que tenemos de nosotros mismos se basa únicamente en experiencias limitadas a situaciones familiares donde hay reglas, leyes, políticas y presiones que delimitan nuestra conducta. (…) Pero, ¿qué ocurre cuando nos hallamos en un entorno totalmente nuevo y desconocido donde nuestros viejos hábitos no bastan? (Zimbardo, 2007, pp. 9) Así mismo, el término del efecto lucifer ha sido considerado por disciplinas como la psicología para hacer referencia a la explicación sobre como una persona que se le cree normal, dentro del contexto social, que no se ve envuelto en problemas, es capaz de cometer actos de maldad. Siendo imprescindible comprender que el concepto de bueno y malo debe verse de manera subjetiva puesto que, dentro de cada sociedad estos componentes han sido mitificados de formas diferentes, siendo influenciados por cada una de características y costumbres de células sociales independientes entre sí. Sin embargo, el concepto que se tiene en general frente a ciertas conductas universales, como el hurto por ejemplo, debe ser comprendido dentro de una sociedad única que va enfocada al reconocimiento de la verdad y no dentro de un mundo donde la maldad predomina, esto conllevara a que el concepto de emociones, sentimientos y yo, entendiéndose como el sujeto, sean un conjunto de cosas y no algo fragmentado entre sí. La sociedad por lo tanto, juega un papel de suma importancia, puesto que es el papel del entorno cultural que define al sujeto respecto a comportamientos o conductas sociales y los significados o calificaciones individuales acerca del bien y del mal o de li establecido – permitido y lo que no lo está. Las diferencias entre las diferentes culturas o células sociales, llevan al individuo a la experimentación de cambios y a una adaptación forzada que no solo distorsiona su carácter, sino también su capacidad de toma de decisiones e incluso su personalidad, generando respuestas negativas ante la alteración, como lo es el caso de los inmigrantes, por ejemplo, sus prácticas, ritos, costumbres o conductas nativas son diferentes a las de la cultura a la cual llegaron recientemente a hacer parte, conllevando a una confrontación social del individuo con su nuevo entorno, por la dicotomía del bien y del mal, puesto que se le aporta facilidad a culpar a las demás personas, en tal caso a las personas de la ciudad nueva por las situaciones o las emociones que emiten, en vez de cambiar lo que el inmigrante es o lleva arraigado por generar aceptación dentro de algún circulo. Es entonces como la comprensión del sujeto como individuo moral se complica, puesto que la apreciación de sus conductas negativas no tienen lugar dentro de un contexto nuevo donde se desempeñe de la misma manera a como era su costumbre. La justificación de los comportamientos negativos de las personas generalmente se acostumbra a hacerse desde el punto de vista individual, o como se aplica en algunos campos, desde los factores disposiciones de cada ser, su personalidad, por ejemplo, y no desde las circunstancias, los factores externos al sujeto, el entorno, las situaciones que interactúan constantemente y de manera dinámica con lo que son como personas individuales, permeando consigo a la presentación de un sinfín de excusas y/o justificaciones de sus conductas o acciones faltas de moral, cuando en realidad, es preciso comprender que todos los seres humanos, tienen la capacidad de transformación de sus conductas, que consideremos naturales, por otras que no necesariamente sean positivas, y que esto ocurre frente a un cambio circunstancial que se presente, siendo el determinante de sus comportamientos, no sus intenciones, destrezas, valores morales o enseñanzas culturales, sino muy por el contrario la naturaleza de la circunstancia o situacional. Referencias Zimbrano, P. (2007). El efecto lucifer. El poder de la maldad. Edit. Paidós