78 Hombre 35 años. MI: Movimientos anormales de los miembros. EA: Comienza hace 24 horas con vómitos en varias oportunidades y cefaleas pulsátiles intensas. En la tarde de hoy, episodio de pérdida de conocimiento y movimientos tónico-clónicos de los 4 miembros, de 2 a 3 minutos de duración que ha repetido 6 o 7 veces en las últimas 2 horas. Estos episodios se acompañan de incontienecia esfinteriana y salivación aumentada, con sopor entre las crisis, no recuperando totalmente el conocimiento entre ellas. Ultima crisis hace 15 minutos. AP: Operado hace 1 año y medio de tumor cerebral maligno con crisis convulsivas posteriores. Tratado con DFH, lográndose un control parcial de las crisis por lo que ha requerido internación. No abandono de medicación. Exámen: Paciente en coma, apirético. Ventilación espontánea, bien coloreado. CV: RR de 110 pm, tonos normofonéticos. PA 130/80. PP: Buena entrada de aire bilateral, sin estertores. SNC: Pupilas simétricas que responden a la luz. Vagabundeo ocular. Maniobra de Foix sin respuesta. No rigidez de nuca. Hipotonía generalizada. Caen más pesadamente los miembros izquierdos. ROT vivos con aumento del área de obtención y extensión de la respuesta en forma bilateral. Clonus de pie bilateral. Cutáneo-plantar indiferente a izquierda. AGRUPACIÓN SINDROMÁTICA: -Sindrome motor irritativo caracterizado por episodios de movimientos tónico-clónicos de los 4 miembros, de 2-3 minutos de duración que se han repetido 6-7 veces en las últimas 2 horas. Dichos espisodios motores por sus características y por presentarse en un paciente epiléptico conocido decimos que corresponden a crisis epilépticas de tipo motoras. Las mismas son generalizadas por comprometer ambos hemisferios desde el inicio. La pérdidad de control esfinteriana y salivación aumentada, con sopor postcrisis son parte de la crisis convulsiva. La presencia de crisis convulsiva tónico-clónica generalizada, las cataloga como tipo "gran mal". -Compromiso de la conciencia catalogado como coma, entendiendo por tal la ausencia de vigilia. Destacamos que entre las crisis, el paciente no recupera la conciencia, persistiendo con sopor. Maniobra de Foix sin respuesta: ausencia de respuesta al estímulo doloroso (comprimir atrás de las orejas). El coma en este contexto se debe al estado de mal epiléptico. -Sindrome de hipertensión endocraneana aguda que aparece hace 24 horas, dado por vómitos en varias oportunidades y cefaleas pulsátiles intensas. Destacamos que este SHEC aparece antes de las crisis convulsivas. -Las pupilas simétricas que responden a la luz, indican integridad del mesencéfalo (así como del nervio óptico y III par). -Presenta sindrome piramidal bilateral (hiperreflexia, hipotonía) con elementos focales al exámen dado por paresia a izquierda y cutáno-plantar indiferente a izquierda que permite sospechar que la lesión predomina en hemisferio derecho si bien el exámen se deberá reiterar luego de la crisis. Los elementos de liberación piramidal (hiperreflexia y clonus) sugieren que esta lesión piramidal es antigua. Estos datos pierden valor por encontrarnos en la etapa reciente post-convulsión y se deberá reiterar el exámen neurológico en la evolución si bien sospechamos que la lesión predomina a derecha. Por ser un paciente con una lesión estructural (tumor operado), es posible que la lesión sea previa y que no corresponda a una parálisis de Todd. DIAGNÓSTICO POSITIVO: Por presentar crisis convulsivas reiteradas, sin recuperación de conciencia entre ellas durante un período mayor de 30 minutos decimos que el paciente presenta un estado de mal convulsivo. Es un estado de mal epiléptico convulsivo, generalizado. Destacamos que este diagnóstico es clínico y que constituye una emergencia médico-neurológica que determina la aplicación de medidas terapéuticas urgentes. La presencia de episodios convulsivos previos, reiterados, desde hace 1 año y medio permiten catalogar al paciente como epiléptico, es decir, portador de crisis epilépticas reiteradas en el tiempo e iguales entre sí (si bien desconocemos este dato) con un patrón clínico que nos recuerda a éstas. DIAGNÓSTICO ETIOLÓGICO: Etiología: complicación vascular de tumor persistente. El paciente presenta una epilepsia secundaria ya que tiene el claro antecedente de que las crisis comenzaron hace 1 año y medio luego de la operación de un tumor cerebral maligno. La misma es secundaria al propio acto operatorio. En cuanto a la causa del estado de mal convulsivo, pensamos que la presencia de sindrome de hipertensión endocraneana de 24 horas de evolución indican la existencia de una complicación aguda que pensamos sea de origen vascular debido a la presencia de cefaleas intensas y pulsátiles. Esta complicación vascular probablemente corresponda a un sangrado por complicación de tumor residual. Se trata por tanto de una complicación que corresponde a un sangrado intratumoral. En cuanto a la etiología del tumor, no es posible establecerlo con exactitud. Se trata de un tumor maligno, probablemente primitivo del SNC (meningioma, astrocitoma, oligodendroglioma, etc.). Por la alta agresividad es probable que corresponda a un glioblastoma. Prácticamente descartamos los tumores secundarios ya que por el tiempo de evolución, ya se hubiese expresado el tumor primitivo u otras metástasis. Para determinar el tipo tumoral solicitaremos la historia clínica del paciente y la descripción del acto operatorio. Interesa especialmente conocer si el tumor pudo ser resecado en su totalidad. DIAGNÓSTICO PATOGÉNICO: La presencia de un foco neuronal que descarga de forma hipersincrónica determina las convulsiones que al comprometer secundariamente ambos hemisferios, determinan la generalización del proceso. Por tanto se trata de crisis epilépticas secundariamente generalizadas. La complicación vascular intratumoral actual puede haber determinado irritación neuronal con descarga aumentada del foco epileptógeno lo cual favoreció la aparición del estado de mal convulsivo. Destacamos que no existen otras causas que expliquen la aparición del estado de mal convulsivo (abandono del tratamiento, infecciones, etc.) DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL: No lo planteamos en cuanto al estado de mal convulsivo. En cuanto al tipo tumoral, ésto será aclarado por la historia clínica valorando el estudio anatomopatológico de la pieza resecada. DIAGNÓSTICO DE TERRENO: Está supeditado a si se confirma la presencia de tumor residual, en este caso, el terreno es malo. PARACLÍNICA: Se comenzará la terapéutica de inmediato y en cuanto la situación clínica lo permita, se irá realizando la valoración paraclínica. Solicitaremos lo antes posible exámenes destinados a valorar la actividad eléctrica cerebral, determinar la presencia de lesiones intracraneanas, valorar el tratamiento antiepiléptico. -Electroencefalograma: Es un exámen fundamental en la evolución ya que la remisión del estado de mal epiléptico no es solo clínico sino electroencefalográfico. Mostrará la presencia de actividad epileptógena que puede ser generalizada así como localizada a nivel del foco epileptógeno. Idealmente es de gran utilidad la monitorización electroencefalográfica continua para descartar actividad epiléptica. Esto es obligatorio si es necesario recurrir a anestesia general. -TAC de cráneo con y sin contraste. Esperamos observar la presencia del lecho tumoral residual luego de cirugía. Valoraremos la presencia de tumor residual y el compromiso de estructuras vecinas así como el edema peritumoral que se pone en evidencia con la inyección de contraste. Valoraremos la existencia de sangrado que apoyará la hipótesis de que fue una complicación vascular la que originó el estado de mal convulsivo. Destacamos que si con la TAC no es posible observar correctamente la lesión, recurriremos a RMN. -Difenilhidantoinemia para corroborar que el paciente se encuentra en rango terapéutico (normal: 10-20 ug/ml) -Fondo de ojo: Valoraremos elementos de hipertensión endocraneana. En la etapa inicial podrá observarse dilatación venosa, sin latidos, con venas no colapsables. Posteriormente se observa borramiento del borde de la papila y más tardíamente edema de papila. -Exámenes de valoración general: Glicemia: de especial importancia ya que la hipoglicemia provoca convulsiones. Ionograma: sodio y potasio pero también calcio y magnesio Creatininemia, azoemia y exámen de orina para valoración renal. Crasis sanguínea por la posibilidad de un proceso hemorrágico en curso. HIV, VDRL TRATAMIENTO: Como dijimos se trata de une emergencia médica-neurológica ya que el estado de mal convulsivo determina muerte neuronal significativa luego de una hora de iniciado. Será médico y dirigido por internista y neurólogo. Estará dirigido a revertir el estado de mal convulsivo. Posteriormente y de acuerdo a los hallazgos de la TAC, se consultará con neurocirujano la posibilidad de lesiones de indicación quirúrgica. -Ingreso a sala de emergencia. -Monitorización cardiovascular, oxímetro de pulso e idealmente monitorización electroencefalográfica continua. -Valorar la ausencia de factores que puedan determinar obstrucción de via aérea (cuerpos extraños, prótesis dentarias, etc.) y protección de la lengua y via aérea colocando cánula de Mayo. -Suspensión de via oral hasta lograr compensación -Reposo absoluto en cama con especiales cuidados para que el paciente no se traumatice en caso de convulsión. -Decúbito lateral o Lateralización de cabeza para evitar aspiración de vómitos en un paciente en coma y con vómitos. -Via venosa periférica aportando suero glucofisiológico a razón de 40 gotas/minuto más 2 gramos de KCl por litro de suero ajustando según la clínica y el ionograma. -Protección gástrica con Ranitidina 50 mg iv cada 8 horas. -Metoclopramida 10 mg cada 8 horas iv -IOT y conección a tubo en T con oxigenoterapia humidificada para proteger via aérea. -SNG para degravitar el estómago por presentarse con vómitos. -Aportaremos 50 cc de suero glucosado al 50% rápidamente asociado a 100 mg de tiamina (para evitar precipitar encefalopatía de Wernicke en caso de ser un individuo predispuesto). Se iniciará el tratamiento específico del estado de mal convulsivo con: -Difenilhidantoína Siempre se hace la carga habitual aunque ya estuviera recibiendo medicación. 1000 mg en 200 cc de suero fisiológico a pasar en 20 minutos iv. No glucosado. Luego se sigue con 125 mg iv cada 6-8 horas. Administración lenta ya que puede provocar hipotensión y arritmias (ritmo de infusión menos de 50 mg/min). La difenilhidantoína se administra en 200 cc de suero fisiológico (precipita con glucosa). La difenilhidantoína es la droga fundamental del tratamiento ya que es la que previene las recurrencias. -Diazepam 10 mg iv a pasar lentamente (2 mg/min) inicialmente que reiteraremos cada 10 minutos hasta yugular la crisis hasta un máximo de 30 mg. El diazepam es útil para yugular la crisis pero tiene corto efecto por lo que no previene las recurrencias. El diazepam debe administrarse también de inicio. Se justifica porque rápidamente ingresa al SNC y actúa rápidamente para tratar el estado. Se administra igual aunque no se esté "moviendo". Alternativamente puede utilizarse lorazepam. Si definimos como status: Aportamos ambas drogas de inicio: Diazepam + DFH. No importa si venía recibiendo DFH. Se administra Diazepam aunque no esté convulsivando. Las dosis son las habituales siempre. -En caso de no responder a estas medidas en un lapso de 40 minutos, se utilizará fenobarbital a razón de 50-100 mg por minuto hasta un máximo de 1.000 mg. Para adoptar esta medida será necesario que el paciente se encuentre bajo IOT ya que la asociación de barbitúrico y benzodiacepina produce profunda depresión respiratoria y de conciencia. Anestesia general: Se mantiene 6 a 12 horas y luego se comienza a bajar la dosis con control clínico y del EEG. -La ausencia de respuesta obligará a anestesia con Tiopental (carga 4 mg/kg en 2 minutos y mantenimiento de 0,2 mg/kg/min) realizada por anestesista bajo control electroencefalográfico continuo y con el paciente intubado y ventilado artificialmente. -La última opción que también debe ser supervisada por el anestesista es la anestesia general con isoflurano y curarización con atracurium (u otro agente bloqueador neuromuscular) bajo estricta monitorización electroencefalográfica ya que el bloqueo neuromuscular impide observar la manifestación de la crisis. Para tratamiento de la HEC: -Dexametason 8 mg iv inicial y 4 mg cada 6 horas para disminuír el edema peritumoral. -Manitol 100 cc de la solución al 20% cada 6 horas a pasar en 20 minutos no más de 24-48 hs. -De ser necesario se conecta a ARM e hiperventilación. Posteriormente se consultará con neurocirujano para evaluar la posibilidad de resección tumoral. PVI: Grave 20% de mortalidad. Grave porque se da en un paciente con lesión estructural y agravio previo (contexto del paciente). Grave por el tiempo de evolución que lleva (2 horas de estado de mal epiléptico). Hasta 60 minutos se desarrollan cambios fisiopatológicos que son posibles de revertir. Luego de 90 minutos, es más difícil de revertir ya que los cambios fisiopatológicos desarrollan autonomía. PVA: Grave. Destacamos que muchos mueren dentro de la semana próxima al status (no se sabe bien, tal vez por efecto de las drogas, trastornos metabólicos, infección, pero no dependen del status en si). En lo alejado la enfermedad neoplásica sella el mal pronóstico.