Universidad Politécnica Territorial del Estado Lara “Andrés Eloy Blanco” Doctorado en Ambiente y Desarrollo Dirección de Creación Intelectual, Desarrollo Socio Productivo y Estudios Avanzados. UPTAEB Electiva I "La Educación en los Nuevos Teoricismos Conducentes al Bienestar de la Humanidad" EL DESPLAZAMIENTO AMBIENTAL UNA MIRADA DESDE LA GEOPOLITICA ENSAYO. Facilitador: Dr. Cecil Pérez Participante: MSc. Ing. Kiuz Chacón Cárdenas Agosto, 2020 Introducción La sociedad capitalista se ha apropiado de los recursos naturales sin considerar que estos son finitos, limitados y agotables, lo que ha traído en consecuencia la expoliación de los recursos y la generación de desequilibrios ecológicos, como pruebas fehacientes de esta situación están el cambio climático, el calentamiento global, la perdida de la biodiversidad y la destrucción de la capa de ozono. Todas estas alteraciones a su vez han generado una crisis social puesto que los territorios, han dejado de aportar los recursos en la cantidad y la calidad mínima que requiere un determinado grupo social, para satisfacer sus necesidades básicas. Es así como se observa en las sociedades problemas relacionados con la inmigración, desempleo, violencia, enfermedades físicas y sicológicas, que les impiden vivir plenamente. Cabe destacar que los problemas sociales, al igual que los ambientales por lo general no se suscriben al territorio donde se originaron, el movimiento histórico de las masas en la búsqueda de espacios más aptos para su vida, genera a su vez graves problemas en aéreas extensas, más generalizadas, vemos así como surge la migración. La migración ha estado presente durante toda la historia de la humanidad. Sin embargo, en la actualidad estos flujos migratorios se han incrementado de modo vertiginoso, debido a las catástrofes naturales que cada vez con mayor frecuencia e intensidad devastan amplias zonas en los distintos continentes, así como por los graves impactos en el ambiente producto del cambio climático, ambos elementos causan daños y afectaciones a la población mundial con una violencia incluso superior a la de los conflictos armados, dando origen a una nueva categoría de migrantes: los desplazados ambientales. Actualmente son millones las personas que se ven obligadas a migrar debido a que en sus hábitat no cuentan con las condiciones mínimas que les garanticen una calidad de vida y en algunos casos ni la vida misma. A través de este documento se presenta el tema de los Desplazados Ambientales, considerando el análisis de este problema bajo el enfoque que nos provee la geopolítica en sus diferentes dimensiones y además se destaca la importancia que tiene el hacer valer el derecho de todos los seres humanos de una vida digna, libres de miedo y necesidades. Desplazados Ambientales Es necesario conceptualizar lo que es un refugiado ambiental, se puede señalar que en la década de los setenta algunos académicos comenzaron a introducir el término de Refugiado Ambiental, para referirse a un amplio grupo de personas las cuales afectadas por diferentes procesos ambientales se han visto en la necesidad de abandonar su hábitat tradicional para establecerse en áreas menos vulnerables dentro o fuera de su país de origen. En el año de 1985 en un reporte de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, El Hinnawi indica que los refugiados ambientales son aquellas personas que han sido forzadas a abandonar su hábitat tradicional, temporal o permanente debido a alteraciones ambientales marcadas, naturales o producidas por el hombre, que ponen en riesgo su existencia y/o afectan seriamente su calidad de vida. Por su parte el británico Norman Miers, definió a los refugiados ambientales como aquellas personas que no pueden garantizar su sustento en sus lugares de residencia habitual como resultado de las sequias, erosión de la tierra, deforestación y otros problemas ambientales asociados con las presiones de la población y la miseria. Estas definiciones citadas reconocen el impacto tanto del deterioro gradual del ambiente producido por la industrialización, urbanización y los desastres como los problemas propios del desarrollo en la movilidad humana. Al tratar el tema de los refugiados ambientales, es necesario entender las causas, diferenciar entre personas que ya han sido desplazadas por catástrofes repentinas, los que están en riesgo de serlo debido a afectaciones y cambios graduales en el ambiente y las que salen de su país, es decir cruzan fronteras internacionales. Causas y proyecciones La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) define la migración como un “movimiento de población hacia el territorio de otro Estado o dentro del mismo que abarca todo movimiento de personas sea cual fuere su tamaño, su composición o sus causas, que incluye migración de refugiados, personas desplazadas, migrantes económicos. La Organización de las Naciones Unidas para los refugiados ACNUR, advierte ya en el año 2006 sobre la difícil situación en que viven poblaciones desplazadas que comienzan a incrementar de manera exponencial, “entre ellas las víctimas de la trata de personas; los involucrados en procesos migratorios mixtos; y los desplazados a causa de catástrofes naturales, degradación medioambiental y proyectos de desarrollo. Para la mayoría de los académicos, instituciones internacionales humanitarias y de desarrollo nunca es mono causal, es decir no es causado por un solo elemento, sino que por el contrario la decisión de emigrar se toma en función de diversos factores que convergen en un mismo tiempo, estos factores pueden ser ambientales, estructurales políticos, económicos, culturales, sociales o situaciones de violencia que hacen que una persona sea vulnerable ante las contingencias ambientales. Dentro de las principales causas del desplazamiento ambiental, de acuerdo a su origen se tienen: Catástrofes naturales (origen natural) y Globalización económica modelos de desarrollo y Cambio climático y problema energético (Antropogénicos). Catástrofes naturales Dentro de las catástrofes naturales se pueden diferenciar claramente dos tipologías: Los que ocurren repentinamente como son los terremotos, tsunamis, huracanes, ciclones, erupciones volcánicas e inundaciones. Los desplazamientos que generan esta situación son de tipo forzado y está asociado a la destrucción repentina de la vivienda, a las evacuaciones de la vivienda a través de llamados del gobierno para garantizar la seguridad de las personas. En el caso de las catástrofes que ocurren de manera gradual como sequias, desertificación, deshielo, incremento del nivel del mar y la subsecuente perdida de zonas costeras. Aquí es difícil de distinguir entre un desplazamiento voluntario y uno forzado. Estos desastres son considerados producto de un deterioro ambiental antropogénico acumulativo. A modo de ilustrar la situación que se genera por efecto de las catástrofes naturales sobre los desplazamientos, la Federación Internacional de la Cruz Roja y las Sociedades de la Media Luna Roja, aporta las siguientes cifras: un promedio anual de 211 millones de personas fueron afectadas durante la presente década por catástrofes naturales, muchas de las cuales tuvieron que desplazarse forzadamente, al resultar inhabitables los lugares que ocupaban tradicionalmente. Por otra parte el aumento de estas catástrofes naturales a nivel mundial y de la intensidad de su capacidad destructiva, hicieron que esta cifra triplicara el promedio de la década anterior, que no superó las 70 millones de personas. Otro antecedente importante proporcionado por este organismo internacional de asistencia humanitaria y que debería llevar a una reflexión profunda, es que la cifra actual de damnificados por estos desastres naturales es hasta cinco veces mayor que la cifra de personas afectadas por conflictos armados, cuyo promedio anual se acerca a las 40 millones de personas. Modelo de desarrollo y globalización económica. El modelo de desarrollo planteado por el capitalismo, propone que el progreso, el crecimiento económico y la industrialización, serán la llave maestra que permita que los atrasados, los incompetentes, los analfabetas, o sea, la mayoría de los países del mundo, lleguen un día a ser como sus preceptores, como los triunfadores en la carrera de la modernización. (Escobar, 2007). Este discurso permite presentar al desarrollo, como el más deseable de los objetos a alcanzar, así se completa lo que podríamos llamar el círculo de la dominación, donde el dominado se asume como tal, actúa como tal, necesita ser tal. El modelo de desarrollo está relacionado con la ideología del mundo occidental, donde se asume que el progreso o el crecimiento pueden continuar indefinidamente. Morín (1990), señala que se dio por hecho que el progreso nos lleva al desarrollo y el desarrollo al progreso, sin embargo esta es una concepción reduccionista, donde básicamente se consideran solo elementos económicos para definir el desarrollo de una comunidad, Estado o Nación, sin embargo el desarrollo es un proceso altamente complejo, donde los múltiples factores que lo crean, limitan y controlan, deben ser estudiados en conjunto para poder comprenderlo. El desarrollo ha creado con el transcurso del tiempo esperanzas, en algunos casos resignación, en otros desesperación y en algunos rebelión, lo que ha generado conflictos en todo el mundo, quedando claro que el desarrollo ha generado catástrofes ecológicas y sociales globales. (Chacón, 2019) La globalización económica tiene una influencia directa en el aumento de las migraciones internacionales. Al respecto el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) 2006, acota que “cada vez hay más zonas del mundo que se ven empujadas a establecer vínculos con la economía global, y en el proceso experimentan a menudo enormes agitaciones sociales. Estas convulsiones con frecuencia producen emigraciones, (...) una característica fundamental de la globalización son los flujos a gran escala de bienes y servicios, activos financieros, tecnología y personas a través de las fronteras internacionales”. Queda claro que el modelo de desarrollo adoptado por las distintas naciones, se caracterizan por priorizar un crecimiento acelerado de sus economías a partir de la explotación de sus recursos naturales y mediante el incremento de megaproyectos de infraestructura, extractivos y energéticos, que causan desplazamiento forzado de población ante el agotamiento de bienes básicos para la subsistencia humana, como el agua, o debido a la destrucción de formas de vida tradicionales y de subsistencia. Hemos visto como desde el fin de la Guerra Fría, el orden mundial viene transitando de un esquema bipolar a otro multipolar, este tránsito se caracterizaría por el hecho de “que nos acercamos a una prolongada etapa de rivalidad hegemónica entre potencias globales, potencias mundiales y potencias regionales por acceder a niveles mayores de la jerarquía de potencias en el sistema-planeta” (Rodríguez, 2010). Es evidente que la ecología y el ambiente serán factores de conflicto adicionales, tanto por la necesidad de los Estados de controlar el agua y preservar sus propios entornos naturales, como por el imperativo de cautelar su respectivo patrimonio ecológico territorial. Los riesgos de guerra ambiental, es decir de utilización de componentes del clima o del medio ambiente como instrumentos de destrucción masiva, podrían acentuarse en el futuro. Para Taylor y Flint (2002) lo que mucha gente plantea es que las tendencias actuales son insostenibles desde el punto de vista ecológico, lo que lleva a afirmar que la crisis ecológica global es la tensión definitiva entre el lugar y el espacio, entre hacer de la Tierra un lugar habitable y explotarla como espacio de recursos. Cambio climático y problema energético. Tal como lo indica Estenssoro (2013) el consenso científico señala que el cambio climático se viene agudizando desde la Revolución Industrial en adelante y, en este sentido, es evidente que fueron los países más poderosos y a la vez más industrializados del planeta los que tienen la mayor responsabilidad en su generación. Sin embargo, la compleja paradoja política que plantea esta situación en la actualidad es que parte significativa de la responsabilidad respecto de tomar medidas claves de mitigación de este problema global recae en países en vías de desarrollo. Continúa el autor indicando que una de las características de la geopolítica ambiental es que la variable ambiental y la variable energética se transforman en un fenómeno con dos caras. Esto se debe a que la llamada Civilización Industrial depende de los combustibles fósiles -carbón, gas y petróleo- para su funcionamiento (particularmente del petróleo, como fuente de energía primaria) y como es sabido, los combustibles fósiles son los grandes emisores de dióxido de carbono (C02), que a su vez es el más importante de los GEI de raíz antropogénica, con más del 76% del total de estos. Ahora bien este problema se acentúa ya que según los datos aportados por Energy Information Administration de los EE.UU, 2006, el consumo de energía a nivel mundial se incrementará en un 57% entre 2004 y 2030, y los combustibles fósiles, seguirán siendo los más utilizados por su importancia en el transporte y en el sector industrial. Aun y cuando existen avances y esfuerzos que se han realizado por diversificar la matriz energética a nivel mundial, esta seguirá dependiente de los combustibles fósiles, por lo menos, hasta mediados del presente siglo y probablemente más allá, transformando a ambas variables, energía y medio ambiente, en un solo fenómeno geopolítico. Lo anterior quiere decir que la solución de la ecuación compuesta por las variables: disponibilidad de recursos energéticos y crisis ambiental, se transforma en determinante para el devenir de los asuntos políticos mundiales, regionales y locales, dado que su discusión nos retrotrae al tema de la supervivencia misma y explica por qué el tema se viene transformando en un tópico político estratégico prioritario, que puede manifestarse en grados crecientes de tensión Norte-Sur. Esta situación es bastante alarmante a tal punto que el Instituto del Medio Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de las Naciones Unidas, estimó en 50 millones las personas que al 2010 se habrían visto forzadas a migrar por afectación ambiental a sus territorios y en 1990 el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC) pronosticó que entre 150 a 250 millones de personas podrían hacerlo hacia el 2050. Por otra parte un informe encomendado por la Organización Internacional para las Migraciones OIM (2008), establece que “en cifras relativas, ello significa que en el 2050 el cambio climático habrá sido la causa del desplazamiento de una persona por cada 45 en el mundo.” Es indudable que el cambio climático se erige como la principal causa de desplazamiento ambiental, siendo solo superada por el número de afectados por catástrofes naturales, sin embargo es fundamental reconocer que el modelo de desarrollo hegemónico es el que ha generado problemas de carácter ecológico y ambientales de tan enorme magnitud que ha puesto en riesgo, por primera vez en la historia, la continuidad de la vida del ser humano en el planeta. Análisis del problema generado por los desplazados ambientales Ahora bien analizaremos estas causas a profundidad y veremos como representan una fuente de tensión y conflicto en el nuevo orden global emergente. Debemos estar claros en que los desplazados ambientales surgen debido a la problemática que se ha generado en sus habitas originarios y que esta problemática está relacionada directamente con los problemas ambientales de un territorio determinado, que puede ser local, regional o nacional. Es importante señalar que los problemas ambientales son altamente complejos, al igual que los problemas sociales, puesto que los elementos que intervienen en los mismos son múltiples, así que sí se pretende abordar la crisis global que actualmente se vive, es necesario presentar propuestas de solución también complejas que abarquen varios elementos simultáneamente. Martínez (2011), indica que para abordar los problemas complejos, como es la crisis global, es necesario abordarlo a través las ciencias de la complejidad, ciencias que han surgido por las exigencias del mundo actual. El término de “ciencias de la complejidad” fue acuñado a raíz de la fundación del Instituto Santa Fe (Nuevo México, EE.UU) dedicado al estudio de los fenómenos, comportamientos y sistemas que exhiben complejidad; están marcados por inestabilidades, fluctuaciones, sinergia, emergencia, autoorganización, no linealidad, bucles de retroalimentación positiva y negativa, equilibrios dinámicos, rupturas de simetría o cercanos al caos. Uno de los estudiosos de la complejidad es Edgar Morín, quien en sus múltiples obras que van del año 1981 al 2000, se aproxima a la definición de la complejidad, señala la necesidad de interconectar distintas dimensiones de lo real, donde el sujeto se ve obligado a desarrollar una estrategia de pensamiento que no sea reductiva ni totalizante, sino reflexiva, plantea que se requiere de un pensamiento que una lo que está separado, que respete lo diverso, sin dejar de conocer lo uno, que trate de discernir las interdependencias. Bajo en enfoque de la complejidad realizaremos el siguiente planteamiento. Está claro que el gran problema es que durante las próximas décadas la matriz energética seguirá dependiendo de los combustibles fósiles y aunque se han realizado a nivel mundial importantes avances y esfuerzos por diversificar la matriz energética a nivel mundial, a fin de contar con “energías limpias”, nuestra civilización seguirá dependiente del petróleo y sus derivados los combustibles fósiles, por lo menos, hasta mediados del presente siglo y probablemente más allá, transformando a ambas variables, energía y ambiente, en un solo fenómeno geopolítico. John P. Holdren, Director The Woods Hole Research Center y Presidente de la American Association for the Advancement of Science, señaló que la “energía es el centro del problema ambiental, el ambiente está en el centro del problema energético, y resolver el dilema energía-economía-ambiente es el núcleo del problema del bienestar sustentable tanto para las naciones industrializadas como en desarrollo”. (Zanelli, 2011) Por su parte el politólogo canadiense Homer-Dixón, también señaló que la crisis del Cambio Climático y la dependencia de nuestra civilización de los combustibles fósiles, son un sólo problema y que él sintetiza como el “problema del carbono” (C02), por lo tanto, la solución del calentamiento global y la necesidad de contar con fuentes energéticas limpias de CO2 son inseparables (Homer-Dixon, 2009). A manera ilustrar el impacto que los problemas ambientales generan en relación a los desplazamientos humanos masivos, tenemos que ya en el año 2004 el Pentágono planteó al Presidente George Bush (hijo) que el Cambio Climático implicaba una amenaza aún mayor para la seguridad de los Estados Unidos, que el terrorismo fundamentalista islámico que derribó las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre del 2001, dado que en los próximos 20 las mega-sequías y el hambre provocarán revueltas masivas, migraciones catastróficas y guerras nucleares. Por lo tanto, los EE.UU. debían, entre otras medidas, construir fortalezas defensivas tendientes a proteger al país de los inmigrantes por el cambio climático (Towsend y Harris, 2004) De igual manera en noviembre del 2007, el Center for Strategic & International Studies y el Center for a New American Security, señalaron que a raíz del “calentamiento global”, la seguridad de los EE.UU., se vería crecientemente amenazada por fenómenos tales como: la emergencia de conflictos bélicos por recursos de agua dulce, masivas migraciones de personas desplazadas, aumento de la construcción de reactores nucleares para abastecimiento energético, enfermedades infecciosas cada vez más frecuentes y mortales, entre otros problemas (Campbell, et. al, 2007). En nuestros días vemos como el presidente de los Estados Unidos ha desarrollado toda una campaña política dirigida a la construcción de un muro que separe a este país de México tratando de impedir con este medio físico, la migración que se ha generado en Centro América debido a factores políticos, sociales, económicos y ambientales. Al respecto, Rueda, Vasquez y Lucatello (2018), señalan que Donald Trump, no ha defraudado a nadie con sus acciones anticlimáticas; ya que ha mostrado una consistencia entre su discurso personal y político con las acciones de su gobierno. Su visión negativa muestra una oposición leal a los avances científicos del cambio climático y ello, ha provocado que sea visto como un presidente que está excluyendo a su administración de un tema geopolítico relevante. Por su parte Quintana y Diaz (2018) acotan que la llegada de Donald Trump al gobierno de Estados Unidos, después de las polémicas elecciones de noviembre de 2016, representa el retorno de la política y los políticos conservadores y ultranacionalistas a la Casa Blanca esto, además, ha despertado la preocupación de muchos debido al discurso agresivo contra los migrantes indocumentados y el multilateralismo climático por parte del actual presidente estadounidense. Si bien, aunque no es la primera vez que existe una política anticlimática y negacionista del calentamiento global, ahora la negativa estadounidense de apoyar los compromisos internacionales, asumidos en el Acuerdo de París, ha cobrado mayor resonancia por la exacerbación de los problemas derivados del cambio climático, ya que la capacidad de resiliencia de la Tierra parece ser superada y el incremento de la vulnerabilidad socioecológica aumenta, restando capacidad de prevención, mitigación y adaptación. Estas situaciones de desplazamientos, tal como se ha planteado con anterioridad, no es ajena a ninguna parte del planeta, es decir es un problema global, vemos así como en China en la década del 90 se generaron más 13,6 Millones de personas desplazadas en el interior de su territorio, esto debido a la construcción de mega proyectos de desarrollo económico como son las presas hidroeléctricas. En este país las llamadas “migraciones ecológicas” shengtai yimin, forman parte de una estrategia nacional para reducir la presión sobre el ambiente y para erradicar la pobreza existente. (Rubio, 2017) Sin embargo los resultados de estas reubicaciones han sido mixtas, para algunos autores ha contribuido a disminuir la pobreza pues han logrado reconstruir su modo de vida y su sustento y otro autores señalan que el balance es negativo ya que se rompe el tejido social de las comunidades ubicadas, pérdida de identidad y el aumento de los problemas económicos y sociales. ¿Y qué sucede si nuestra mirada se dirige al viejo continente?, es decir hacia Europa donde observamos como a diario cientos de personas la mayoría de origen sahariano, perecen tratando de llegar a países como España, Italia y Grecia, ya que estos representan los puertos de entrada. Es laméntale cuando oímos expresiones como que “El Mar Mediterráneo esta transformado en un gran cementerio de Migrantes”. Segur cifras aportadas por ACNUR en 2018, 2.262 personas perdieron la vida tratando de alcanzar Europa por el Mediterráneo. Esto causa una gran preocupación a esta institución puesto que las acciones de los Estados estén disuadiendo cada vez más a las ONG de realizar operaciones de búsqueda y rescate, y pide que se eliminen de inmediato. “No se puede permitir que continúe la tragedia del Mediterráneo”, dijo Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. “No podemos hacer la vista gorda ante la gran cantidad de personas que mueren a las puertas de Europa. No se deben escatimar esfuerzos por salvar vidas en peligro en el mar”. Al estudiar el problema de los desplazados ambientales Rubio (Op.cit) acota que desde la segunda mitad del Siglo XIX el proceso de descolonización y construcción de Estados modernos ha sido difícil para muchos países alrededor del mundo, en alguno de ellos se han presentado problemas económicos, políticos y sociales, han reproducido patrones de marginizacion y desigualdad así como escenarios propicios para el estallido de conflictos armados o la proliferación de autototalitarismos y dictaduras militares. Como si esto fuera poco además convergen otros problemas que magnifican la situación ya existente y que están representados por la degradación ambiental, terremotos, inundaciones, sequias y escasez de recursos. En palabras de la autora “…la confluencia de estas circunstancias complejas producen la tormenta perfecta para la proliferación de crisis humanitarias severas y prolongadas, así como los deslazamientos forzados masivos en las que millones de personas se encuentran atrapadas en condiciones extremas de vulnerabilidad, con pocas o ninguna alternativa de una vida digna”. Ante un problema complejo, una solución compleja. No cabe duda que los desplazados ambientales vienen a representar uno de los más graves problemas que a los diferentes gobiernos del mundo está afectando en la actualidad. Ahora es reto es determinar ¿qué podemos hacer ante esta situación? y además asumir la responsabilidad que todos y todas tenemos en nuestro accionar. Especialistas señalan que se debe aumentar la resilencia de las personas, aumentar su capacidad para resistir y enfrentar las contingencias ambientales, de igual manera es necesario que desde los gobiernos y las instancias internacionales desarrollen acciones en sus planes nacionales sobre el cambio climático, específicamente en los ejes de mitigación o adaptación, mecanismos y políticas tendientes a proteger los derechos de los desplazados ambientales y los medios de comunicación promover reportajes que aborden estas realidades, en particular la situación de las poblaciones más vulnerables. En relación a un cuerpo de leyes que le brinde protección a los desplazados ambientales, no existe como tal, la documentación relativa a ellos está relacionada con el Estatuto de los Refugiados, dictada en 1951, y los Principios Rectores del Desplazamiento Interno, establecidos en 1998 y de allí la importancia de la intervención de otros organismos internacionales, no solo de las Naciones Unidas, para crear un ente al margen del problema, e incluir, además, una legislación global que abarque protección no solo a nivel legal, sino de asistencia sanitaria, asilo y apoyo humanitario para los afectados como la Cruz Roja y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media luna Roja, que son instituciones que brindan atención apoyados en su gran equipo voluntario de ayuda. (Avendaño y Aguilar, 2014) Además es muy importante que la sociedad civil y la ciudadanía en general estén fuertemente involucradas, ya que ellas juegan un rol fundamental en la exigibilidad de políticas públicas nacionales sobre cambio climático y en la contraloría social de aquellos megaproyectos de inversión (extractivos, energéticos) nocivos para el medioambiente. Por otra parte es fundamental que funcionarios públicos, académicos, especialistas, estudiantes, jóvenes, se comprometan, escuchen y estén dispuestos a aprender y reconocer las necesidades de los más vulnerables desde el campo y no en un escritorio. Los desplazamientos forzosos pueden ser evitados siempre y cuando se plantee la construcción de un modelo de desarrollo más humano y justo y además se consideren los derechos humanos. Conclusiones Los seres humanos obtenemos de los recursos naturales el sustento para nuestra vida, es por esto que el deterioro o degradación de estos son la causa más relevante en el desplazamiento de las poblaciones, ya sea dentro o fuera de su territorio, que busca asegurar su subsistencia. Cuando se presentan desastres de origen natural o antropogénico se generan procesos de migración que conllevan al establecimiento de asentamientos de personas en lugares distintos a los de su origen. Es así como surgen los refugiados ambientales que son aquellas personas que han sido forzadas a abandonar su hábitat tradicional, temporal o permanente debido a alteraciones ambientales marcadas, naturales o producidas por el hombre, que ponen en riesgo su existencia y/o afectan seriamente su calidad de vida. El desplazamiento por causas ambientales es una realidad que afecta a millones de personas en todo el mundo, esta situación genera sufrimiento humano, pérdidas materiales cuantiosas y contribuyen a intensificar la pobreza. No existe un cuerpo de leyes que señale la protección directa de los desplazados ambientales, el manejo de su situación se realiza bajo los lineamientos jurídicos como son el Estatuto de los Refugiados, dictada en 1951, y los Principios Rectores del Desplazamiento Interno, establecidos en 1998, en los cuales las labores de protección no incluyen a las poblaciones desplazadas por desastres, ni aquellos que se ven afectados por sucesos naturales en sus condiciones de desplazados internos. Es necesario recalcar que la vulnerabilidad de las personas, depende de su capacidad para encarar situaciones adversas y del compromiso de los gobiernos y de la comunidad internacional para proporcionar todos los mecanismos que permitan por una parte asumir la problemática como un tema de vital importancia, predecir y facilitar mediante recursos y activos aquellas regiones menor desarrollo la adaptación en situaciones de riesgo. El reto consiste por una parte en mitigar los efectos predecibles del cambio climático y además atender a la población que continua e históricamente se ve afectada de manera negativa y de múltiples maneras por un medio adverso, conociendo sus necesidades y mecanismos de adaptación. Los ciudadanos podemos a través de nuestro accionar diario realizar pequeños cambios que pueden multiplicarse por miles y millones, donde las personas asuman una postura responsable tanto con sus semejantes como con el ambiente. Es necesario revisar los litros de agua que gastamos diariamente, la basura que tiramos muchas veces sin considerar hacia dónde va a parar, los alimentos que día a día se desperdician en el mundo y que si fueran distribuidos apropiadamente servirían para solucionar muchos de los problemas de hambre a los que pueblos enteros están sometidos. Es muy importante que nos sensibilicemos ante la problemática de los desplazados ambientales, que dejemos de verlos solo como una cifra, un número. Cada refugiado es una persona que sufre, que vive una tragedia. Tal como señaló en días recientes un refugiado en España “Siento que hay un luto que me acompaña desde que deje mi país y no creo que este sentimiento me abandone nunca” Bibliografía Consultada Acevedo, P. “Desplazados ambientales, Globalización y Cambio Climático: Una mirada desde los Derechos Humanos y los Pueblos”. Observatorio Ciudadano. 2011 Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados. ACNUR . 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