Feliz centenario a Osasuna, pero con memoria El Club Atlético Osasuna cumple 100 años, y desde los distintos grupos, investigadores y familias de pioneros del club, nos sentimos muy honrados de poder asistir a este centenario, pese a que la Pandemia ha dejado deslucidos y postergados muchos de los actos que merece. También nos sentimos muy honrados por haber podido aportar desde el auzolan de la memoria histórica un enfoque de memoria democrática que humaniza y agiganta a Osasuna como club de origen humilde y modesto en términos económicos o geográficos pero inmenso en cuanto a bagaje histórico, afición, pundonor del equipo y en la apuesta humanista por los derechos civiles, sociales y culturales de sus pioneros durante los años veinte y treinta. Tal es el caso de Eladio Zilveti, uno de los artífices del nombre del club y promotor del euskera en Iruñea, y que desde 2017 cuenta con una calle anexa al estadio del Sadar. En aquellas primeras directivas del club, encontramos también a otros personajes comprometidos con el avance de la cultura y la mejora social, como Fortunato Aguirre, quien llegaría a ser alcalde de Estella en 1931, y formaría parte de la directiva a inicios de los años veinte. Alberto Lorenzo también fue directivo durante aquellos años, dedicándose igualmente al periodismo y siendo director en 1932 del único periódico republicano de izquierdas de Navarra, “democracia”. Ramón Bengaray, amigo íntimo de Alberto, importante político republicano, dirigente del Frente Popular de Navarra, impresor y cantante, fue directivo primero en 1925 y después en los años treinta. Natalio Cayuela, de Izquierda Republicana y secretario de la Audiencia, fue presidente de Osasuna desde 1929 a 1935 (aunque ya lo había sido anteriormente), en uno de los períodos más brillantes de la historia del club, cuando por primera vez alcanzó la Primera División. Por último, José Javier Villafranca, también directivo y dirigente comunista, acabó sus días en una prisión de Barcelona durante la guerra civil. Todas las personas hasta ahora nombradas, todos estos pioneros, a excepción de Villafranca, fueron asesinados por los golpistas en Navarra. Pero la represión y la violencia no sólo se extendió sobre la directiva del club, sino también sobre sus jugadores. Andrés Jaso, quien militó en Osasuna, pero también en otros equipos como Sabadell, Levante o Sporting de Gijón, murió en un bombardeo de aviación en Asturias en 1937. Sus familiares todavía lo buscan. Otro jugador ocasional de Osasuna, en este caso como guardameta, Filomeno Urdíroz, miembro del PSOE, murió asesinado en Izurzu en 1937. Y la lista de represaliados se extiende con personas ligadas a Osasuna encarceladas y forzadas al exilio. Seguramente, trabajadores del club, al margen de directivos y jugadores, también pudieron sufrir represalias tras el 18 de julio de 1936. Por ello, la investigación y el empeño por reconstruir estas historias no puede detenerse. Como ejemplo de ello, y de lo que queda por hacer, recientemente se ha profundizado en la historia y vinculación al club (como vicepresidente en 1924) de Florencio Alfaro, concejal socialista de Pamplona antes y durante la Segunda República, muy implicado en las reformas sociales de la ciudad, y finalmente asesinado en Donostia. Poniendo en valor todas estas trayectorias ligadas al club, y en lo que supusieron para conformar los ideales de Osasuna, nos sentimos muy desconcertados y desalentados como familiares, equipos de investigación y grupos memorialistas al ver cómo en eventos clave como la Medalla del Parlamento el precio de la unanimidad es el silencio de la represión a los pioneros que se vuelve a traducir en el apartheid de los familiares de los mismos. Una unanimidad pactada a la baja por fuerzas políticas que ocultan, silencian, esconden, boicotean la memoria democrática, encontrando mil subterfugios para eludir las leyes de memoria o cumplirlas “a medias”. Ahora, de nuevo, en los preparativos de la Medalla de la Ciudad de Pamplona a Osasuna, los grupos que estamos trabajando en enfoque de derechos humanos y memoria, nos hemos enterado por parte de grupos políticos sensibles, de la fecha, sitio y hora del acto sin que Alcaldía haya invitado a ninguna familia de pioneros o grupo memorialista. Hemos solicitado por registro, a alcaldía y vía grupos municipales, que al menos dos familiares (si no fuese posible por aforo) pudieran asistir por contribuir con el gesto simbólico al reconocimiento de la labor de los pioneros, aunque su rol fuese de simples espectadores. Todos los grupos de la oposición municipal han estado de acuerdo en la presencia de familiares de pioneros asesinados o desaparecidos. De un modo totalmente falto de empatía, alcaldía ha mantenido una negativa frontal y el servicio de protocolo se ha dirigido a los peticionarios de Osasunaren Memoria y Grupo de Investigación Ramón Bengaray expresando que Luis Sabalza ya representa toda la historia del Club y que no va a asistir nadie más, de modo que tampoco estiman conveniente que lo hagan los familiares de pioneros. Asciende a ocho la nómina actualmente comprobada de asesinados y desaparecidos pioneros de Osasuna, personas activas en la defensa de los colores de Osasuna y en la construcción de una identidad cultural y social fuerte, con valores y derechos civiles, humanos y democráticos en Navarra y Pamplona. Nada más representativo del centenario de un Club como Osasuna que toda aquella gente valiente y defensora de la democracia que alumbró el nombre y la identidad primera del club y que fue asesinada por su defensa en la extensión de derechos para todas las personas desde un punto de vista de justicia social, laico y democrático. Nada más antidemocrático que el silencio, la desmemoria y el incumplimiento abierto o soterrado del mandato democrático de las leyes de memoria histórica y la lejanía respecto a los estándares europeos. Instituciones de Francia, Alemania, Inglaterra quedarían más que perplejas ante la resistencia del Club Atlético Osasuna o determinada coalición política a un reconocimiento amplio, sincero y suficiente a familiares de tantas vidas robadas que están siendo en el último tiempo contadas, homenajeadas y visibilizadas en prensa, radio y televisión y diferentes estudios, mientras, quienes deben darles todo el espacio y el reconocimiento, siguen a remolque o poniendo palos en la rueda. Desde ese punto de vista exhortamos al Club Atlético Osasuna, a Parlamento de Navarra, Ayuntamientos y cualquier institución que arrope a Osasuna en los sucesivos actos del centenario a que reserven un hueco a la altura para pioneros de Osasuna; que los honren, visibilicen y saluden a través de sus familiares; que no dejen de celebrar sus vidas; que no dejen de denunciar sus injustas muertes y represión; que no dejen de recuperar sus valores democráticos y de justicia social además de ser ejemplo e inspiración de la lucha y resistencia en un equipo centenario con tanta gente detrás. Agradecemos infinitamente a familiares, testigos, instituciones, tomadores de decisión, investigadores y grupos memorialistas que sí están trabajando en este sentido de recuperación de la memoria completa, sin omisiones interesadas y antidemocráticas. Asimismo invitamos a quienes conozcan más detalles vitales sobre los pioneros a que aporten datos para reconstruir sus vidas y la represión que sufrieron y a que sigan la pista de las investigaciones, libros, charlas y otras iniciativas. Y felicitamos de corazón a Osasuna por la medalla del Parlamento, por la medalla de la ciudad de Pamplona y por los merecidos reconocimientos que vengan y esperamos que reaccione y dé todo el espacio merecido a esta memoria completa que hará a Osasuna más grande, valiente y luchador. A lo dicho, feliz reconocimiento. Feliz centenario, pero... con memoria. Firmado: Esther, Jaxin, Josu, Eduardo, Mar, Pili, Maite... (estudiar la firma oportuna) En nombre del Equipo de Investigación Ramón Bengaray y todos los artesanos de la Memoria Histórica de Osasuna