Religión HISTORIA IGNORADA LAS 30 MONEDAS DE JUDAS 34 ¿MÁS PODEROSAS QUE EL ARCA DE LA ALIANZA? Entre las RELIQUIAS del CRISTIANISMO, destacan aquellas que han infringido un daño a Jesús de Nazaret: los clavos de la cruz, las espinas de la corona, la lanza de Longinos… Pero entre todos estos OBJETOS DE PODER destacan las monedas de JUDAS… Tal y como advierte el personaje del sacerdote EXORCISTA que protagoniza 30 MONEDAS, la última serie dirigida por ÁLEX DE LA IGLESIA: “Quien reúna las treinta monedas tendrá en su poder un arma más poderosa que el mismo ARCA DE LA ALIANZA: el sufrimiento de Dios, la más poderosa de las energías…”. Texto: Antonio Luis Moyano 35 Religión HISTORIA IGNORADA “E ntonces uno de los Doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue donde los jefes de los sacerdotes y les dijo: ‘¿Cuánto me daríais si os lo entrego?’. Ellos le prometieron treinta monedas de plata. Y desde aquel instante comenzó a buscar una ocasión para entregárselo”. (Mateo, 26, 14). El estreno de la serie de televisión 30 monedas, dirigida por Álex de la Iglesia, ha puesto de actualidad una de las reliquias más emblemáticas del cristianismo: las monedas de plata que recibió Judas a cambio de entregar a Jesús de Nazaret a los romanos. Más allá de la ficción televisiva, ¿cuál es la historia y el verdadero poder que se atribuye a esta reliquia que motivó la crucifixión de Jesús? UN TESORERO LLAMADO JUDAS Doce discípulos –número no exento de significado simbólico– fueron los que acompañaron a Jesús de Nazaret en su misión predicadora. Todos procedían de la región de Galilea (norte de Israel), salvo uno de ellos, conocido como Judas Iscariote, probablemente por ser oriundo de la ciudad de Cariote (o Kerioth) en la provincia de Judea (sur de Israel). Fue este quien pasó a la Historia por traicionar a su Maestro vendiéndole a los romanos a cambio de treinta monedas de plata (MÁS ALLÁ, 373). Esta motivación económica en la entrega de Jesús se insinúa varias veces en los Evangelios. En el texto atribuido a Marcos –el más antiguo de los evangelios, compuesto hacia el año 70–, podemos leer: “Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, fue a los sumos sacerdotes para poner en sus manos a Jesús. Ellos, al oírlo, se alegraron y prometieron darle dinero…” (Marcos 14, 10). Lo mismo puede leerse en Lucas, en el que se añade que, antes de negociar con los sumos sacerdotes la entrega de su 36 Maestro, había sido el mismo Satanás el que había entrado en el discípulo traidor (Lucas 22, 3). En el último y más tardío de los evangelios, el que la tradición atribuye al apóstol Juan –pero que, como los demás textos, es de autoría anónima–, no se menciona este episodio. Sin embargo, Judas es presentado con los peores epítetos, refiriéndose a él como un “diablo” en palabras de Jesús (Juan 6, 70), a pesar de haber sido elegido como uno de sus apóstoles. Muy probablemente se trate de un recurso literario con el que se pretende magnificar la figura de Jesús que, al ser identificado como el Mesías, no puede pecar de ignorancia al elegir a Judas entre sus discípulos. Tal y como argumenta Fernando Bermejo en La invención de Jesús de Nazaret (2018): “Independientemente de si el relato de la traición de Judas tiene o no una base histórica, crea problemas en la medida en que hace de Jesús alguien que se había equivocado en la elección de un discípulo y que, además, ignoraba su propio destino. Esto obligó a la tradición a postular que Jesús sabía que iba a ser traicionado y que conocía la identidad del traidor. Que estos relatos de la predicción de la traición no “ JUDAS es presentado en los evangelios con los peores epítetos, refiriéndose a él como un “diablo” en palabras de Jesús. MONEDAS EN TIEMPO DE JESÚS PALESTINA FUE CONQUISTADA POR LOS GRIEGOS EN EL 333 A.C. LUEGO, HACIA EL AÑO 164 A.C. SE EMANCIPARÍA LOGRANDO SU PROPIO AUTOGOBIERNO A TRAVÉS DE LA DINASTÍA DE LOS MACABEOS. CIEN AÑOS MÁS TARDE, HACIA EL 63 A.C. PERDERÍA SU AUTONOMÍA BAJO EL PODER DEL IMPERIO ROMANO. ASÍ PUES, EN LA PALESTINA DEL SIGLO I CIRCULABAN TRES TIPOS DE MONEDAS: H GRIEGAS: CALCO, ÓBOLO, DRACMA (EQUIVALENTE AL DENARIO ROMANO), DIDRACMA Y ESTÁTER (O SHEKEL, EQUIVALENTE A UN TETRADRACMA). H JUDÍAS: SE ACUÑARON, EN DISTINTOS PERÍODOS, DESDE EL SIGLO V A.C. HASTA EL AÑO 70, Y ACOSTUMBRABAN A IMITAR LAS MONEDAS DE LOS PAÍSES DOMINANTES. EL PRUTÁ ERA LA MONEDA DE MENOR VALOR (UNA REBANADA DE PAN TENÍA EL PRECIO DE DIEZ PRUTÁS). H ROMANAS: LEPTÓN, CUADRANTE, SEMIS, AS, DUPONDIO, SESTERCIO Y DENARIO (MONEDA DE PLATA EQUIVALENTE AL SALARIO DE UNA JORNADA DE TRABAJO, Y CON EL QUE PODÍA COMPRARSE PAN PARA VEINTICINCO PERSONAS). TAMBIÉN SE MENCIONAN CANTIDADES MONETARIAS –QUE NO ERAN ACUÑADAS FÍSICAMENTE– COMO LA MINA (100 DRACMAS) Y EL TALENTO (EQUIVALENTE A 6.000 DENARIOS). 37 Religión HISTORIA IGNORADA son otra cosa que una invención pía lo prueba su incongruencia interna. Judas es identificado por Jesús ante el resto de los discípulos sin que estos hagan nada contra él (…). Tras ser desenmascarado, Judas participó en la cena con los demás”. En el mismo evangelio de Juan, también se alude al carácter avaricioso de Judas al que, paradójicamente, parece encomendársele la función de administrador o tesorero del dinero de los Doce. En el episodio de la unción en Betania (en la imagen de la derecha), acaecido seis días antes de la Pascua, Jesús fue recibido por María y Marta, hermanas de Lázaro, al que había resucitado. María tomó una libra de perfume en ungüento de gran valor –en la Antigua Roma la libra era una unidad de peso equivalente a unos 273 gramos– y ungió los pies de Jesús. Fue el mismo Judas el que manifestó que por qué no se había vendido aquel perfume por trescientos denarios (un legionario romano raso cobraba 150 denarios anuales en tiempos de Julio César) para repartir ese dinero entre los pobres. En el mismo evangelio de Juan se atribuye a Judas una intención menos generosa: “Esto lo dijo, no porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón; y como tenía la bolsa (es decir, gestionaba las finanzas del grupo), robaba de lo que había en ella” (Juan 12, 6). Tal y como señala Juan Bosch (1909-2001) en Judas Iscariote, el calumniado (1955), es la primera vez que los evangelios singularizan a Judas del resto del grupo atribuyéndole estas palabras que parecen definir su espíritu pragmático y un carácter seco, en un ejercicio de doble moral. Sin embargo, el testimonio de Juan plantea suficientes contradicciones con el resto de evangelistas como para barajar la posibilidad de que este retrato de un Judas huraño responda más bien a una “ 38 interesada caricatura del personaje, como un antecedente del que luego va a convertirse en traidor. Si nos remitimos a Mateo –texto anterior al de Juan– encontramos que estas palabras de indignación ante el derroche de un valioso perfume son pronunciadas no por Judas, sino por los fieles discípulos de Jesús, a los que este reprende diciéndoles: “¿Por qué molestáis a esta mujer? Ha hecho una buena obra conmigo. Pues siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no me tendréis siempre” (Mateo 26, 10). Parece que existió una tradición en los orígenes del cristianismo interesada en ofrecer una imagen avariciosa de Judas. EL CAMPO DEL ALFARERO ES EL NOMBRE DEL CAMPO QUE LOS SACERDOTES COMPRARON CON LAS TREINTA MONEDAS QUE RECIBIÓ JUDAS ISCARIOTE POR VENDER A JESÚS, QUE A PARTIR DE ENTONCES SE DEDICÓ A CEMENTERIO DE EXTRANJEROS. EL NOMBRE QUIERE DECIR “CAMPO DE SANGRE”. EL CAMPO SE LLAMABA, TAMBIÉN, “CAMPO DEL ALFARERO”, PUES DE ÉL SE EXTRAÍA TIERRA ROJA (“CAMPO DE SANGRE”) MUY ADECUADA PARA ESE TRABAJO. SE CONTINUARON ENTERRANDO PEREGRINOS ALLÍ HASTA INICIOS DEL SIGLO XIX. HACELDAMA HA SIDO PROPIEDAD DE LOS ARMENIOS NO UNIDOS DESDE EL SIGLO XVI. Así pues, parece que existió una tradición en los orígenes del cristianismo interesada en ofrecer una imagen avariciosa de Judas. ¿TRAICIÓN POR TREINTA MONEDAS? Aunque los cuatro autores evangélicos coinciden en proyectar una misma imagen de Judas, identificándolo con un ser abyecto que, influenciado por el mismo diablo, entrega a Jesús; tan solo uno de ellos, el atribuido a Mateo (compuesto entre los años 80 y 90), menciona de manera explícita el precio de treinta monedas de plata como móvil para esta traición. No obstante, considerando que este relato fuera históricamente auténtico –y no una invención de los evangelios–, no parece probable que Judas se viera impulsado por un móvil exclusivamente económico en su acción de delatar a su Maestro. En todo caso, esta entrega por treinta EL VALOR DE LAS 30 MONEDAS EL TÉRMINO EMPLEADO EN GRIEGO ARGURIA (MONEDA DE PLATA) NO PERMITE IDENTIFICAR EL VALOR MONETARIO EXACTO POR EL QUE JESÚS FUE VENDIDO. EL AUTOR DEL EVANGELIO CONSIDERÓ QUE NO ERA NECESARIO MENCIONAR EL TIPO DE MONEDA, PUES ESTE RESULTARÍA OBVIO PARA QUE LOS LECTORES DE SU ÉPOCA (NO ASÍ PARA LOS LECTORES DEL SIGLO XXI) ESTIMARAN LA CANTIDAD QUE JUDAS HABRÍA RECIBIDO POR ENTREGAR A SU MAESTRO. LOS EXPERTOS COINCIDEN EN IDENTIFICAR ESTAS TREINTA MONEDAS CON TETRADACMAS (YA QUE TREINTA DENARIOS SERÍA UNA CANTIDAD EXIGUA PARA EL PRECIO DE UN ESCLAVO, ASÍ COMO DEL TERRENO ADQUIRIDO POR LOS SACERDOTES PARA QUE SIRVIERA DE CEMENTERIO). EL TETRADACMA O SICLO DE PLATA PESABA 14,4 GRAMOS, TENÍA UNA PUREZA ENTRE EL 90-95% Y ERA ACUÑADO EN LA LOCALIDAD DE TIRO (SUR DE FENICIA, ACTUAL LÍBANO). TREINTA MONEDAS (120 DENARIOS) ALCANZARÍAN UN PESO DE CASI MEDIO KILO DE PLATA. HOY ES UNA DE LAS MONEDAS MÁS CODICIADAS POR LOS COLECCIONISTAS… ENTRE OTRAS RAZONES PORQUE ALGUNA DE ELLAS PUEDE INTEGRAR PARTE DE LA RELIQUIA MÁS PODEROSA DEL PLANETA. 39 Religión HISTORIA IGNORADA ¿DÓNDE ESTÁN LAS 30 MONEDAS? EN ITALIA SE CONSERVARÍAN VARIAS MONEDAS DE JUDAS: TRES DE ELLAS CUSTODIADAS EN LA CATEDRAL DE GÉNOVA Y UNA EN LA BASÍLICA DE LA SANTA CRUZ DE JERUSALÉN EN ROMA. HASTA ESPAÑA HABRÍAN LLEGADO, AL MENOS, DOS MONEDAS: UNA HABRÍA SIDO FUNDIDA, SEGÚN UNA TRADICIÓN, EN LA CAMPANA DE LA CATEDRAL DE VELILLA DEL EBRO (ZARAGOZA). DE LA OTRA MONEDA SE HABRÍA TENIDO NOTICIA EN EL AÑO 2002 CUANDO, DURANTE LA PREPARACIÓN DE UNA TESIS DOCTORAL SOBRE ARTE EN EL SIGLO XVII, MARÍA JESÚS MUÑOZ HALLÓ UN INSÓLITO DOCUMENTO EN EL ARCHIVO DE LA NOBLEZA DEL HOSPITAL TAVERA DE TOLEDO QUE HACÍA REFERENCIA A UNA SUPUESTA MONEDA DE JUDAS, QUE HABRÍA SIDO TRAÍDA DESDE LA PUEBLA DE MONTALBÁN HASTA LA CATEDRAL TOLEDANA EN 1788 POR EL CARDENAL FRANCISCO DE LORENZANA (1722-1804). TIRANDO DEL HILO, MARÍA JESÚS MUÑOZ LOCALIZÓ UN LIBRO INVENTARIO EN EL ARCHIVO PARROQUIAL DE LA PUEBLA DONDE, ENTRE OTRAS RELIQUIAS, SE MENCIONA “UNA MONEDA DEL PRECIO DE LA SANGRE DE JESUCRISTO”. ¿SERÁ ESTA MONEDA, JUNTO A LAS OTRAS VEINTINUEVE, PARTE DE LA RELIQUIA MÁS PODEROSA DEL UNIVERSO? 40 monedas de plata debería interpretarse como una concesión retórica de los Evangelios conforme a la literatura de la época, que acostumbra a atribuir la traición a motivaciones económicas. Tal y como argumenta Antonio Piñero en Ciudadano Jesús (2012): “Este motivo del amor desmesurado al dinero, entre gentes muy convencidas de la venida inmediata del Reino de Dios, resulta poco verosímil y teatral. Es conocido que en la literatura antigua se atribuye normalmente al deseo de dinero las causas de muchas traiciones”. Como motivación última que explicaría la entrega de Jesús a las autoridades se han especulado otras teorías, aunque ninguna de ellas sea comprobable históricamente. En el contexto de la existencia de un frente de resistencia judía contra la opresión romana, cabe la posibilidad de que Judas apostara decididamente por una revolución armada, estrategia esta que sería frenada por un Jesús, demasiado cauteloso con el uso de la violencia. Con la entrega de Jesús a los romanos y su posterior ejecución pública, Judas habría perseguido provocar una situación que sirviera como detonante para el estallido de una revuelta social que enfrentara a las facciones más nacionalistas contra Roma. Lo que algunas décadas más tarde desembocaría en la primera guerra judeo-romana (66-73)… El hecho de que sean treinta monedas de plata, y no otra cantidad, el dinero por el que Judas decidió entregar a Jesús, también parece responder a una licencia literaria del autor del evangelio de Mateo, que acomodaba su escritura a las profecías del Antiguo Testamento. LA PROFECÍA DE LAS TREINTA MONEDAS En el mismo evangelio de Mateo se reconoce que la mención de las treinta monedas se extrae de las antiguas profecías. Cuando Judas se arrepiente de haber trai- cionado a Jesús, acude de nuevo antes los sumos sacerdotes y les devuelve las treinta monedas arrojándolas al suelo antes de ahorcarse. “He pecado –les dice–, entregando sangre inocente” (Mateo 27, 4). Los sacerdotes recogieron las monedas, pero no las entregaron como ofrenda al templo porque se consideraban dinero de procedencia ilegal (léase impuro) al haber constituido “precio de sangre”. Conforme a la doctrina legal judía de la época, toda cantidad de dinero que fuera entregada en el templo y cuya proceden- “ cia fuera dudosa podía, en este caso, utilizarse para cubrir necesidades básicas. De hecho, parece que era una práctica común que muchas transacciones de compra y venta fueran anuladas, dentro de un plazo determinado, cuando el vendedor de una finca devolvía el dinero recibido arrojándolo al templo para que fuera recogido por el comprador. Así fue como los sacerdotes recogieron las treinta monedas y con ellas adquirieron un terreno conocido como “el campo del Alfarero” y que serviría de cementerio para extranjeros. Es- cribe el autor del evangelio de Mateo: “Así se cumplió lo que dijo el profeta Jeremías. Tomaron las treinta monedas de plata en que fue tasado aquel a quien pusieron precio los israelitas y las dieron para el campo del Alfarero…” (Mateo 27, 9). Sin embargo, Mateo parece estar escribiendo “de memoria” y sin consultar el Antiguo Testamento, ya que confunde al profeta Jeremías con Zacarías, personaje que debió vivir hacia los siglos VI y V a.C. El error puede deberse a que Jeremías se refiere a la compra de una finca, pero cuyo precio final es de diecisiete (y no treinta) monedas de plata. Es en Zacarías 11 donde se mencionan las treinta monedas de plata como el salario que un pastor recibe del Señor y que este decide entregar como ofrenda al templo. Tal y como advierte Isaac Asimov (1919-1992) en su Guía del Nuevo Testamento (1969) ninguna similitud hay entre este pasaje de Zacarías y el de Mateo: “En Zacarías se deposita el dinero en el tesoro del templo, que es precisamente lo que los sacerdotes se niegan a hacer con el dinero de Judas. Por consiguiente, los dos pasajes no son paralelos, tal como parece creer Mateo, sino, por el contrario, antitéticos”. Más congruente al texto de Mateo es otro pasaje que encontramos en el Éxodo, donde treinta monedas de plata es precisamente el valor que se asigna a la vida de una persona esclava: “Si el buey acornea a un esclavo o a una esclava, el amo del buey pagará treinta monedas de plata al dueño del esclavo o de la esclava” (Éxodo 21, 32). Quién sabe, tal vez las treinta monedas de Judas realmente existan y estén convenientemente escondidas en distintos rincones del mundo, para que nadie logre reunirlas y hacerse con todo su inmenso poder… n Con la entrega de Jesús a los romanos y su posterior ejecución pública, Judas habría perseguido provocar una situación que sirviera como detonante para el estallido de una revuelta social que enfrentara a las facciones más nacionalistas contra Roma. 41