Cuestionario. 1. Concepto de fuentes de derecho. El término fuente del derecho designa todo lo que contribuye o ha contribuido a crear el conjunto de reglas jurídicas aplicables hoy por las personas. Como regla general las principales fuentes del Derecho, fueron la religión y las costumbres. De ahí emanó la moral que fuese tratada y estudiada por la ética y luego por el derecho. Las fuentes del derecho son los actos o hechos pasados de los que deriva la creación, modificación o extinción de normas jurídicas. A veces, también, se entiende por tales a los órganos de los cuales emanan las leyes que componen el ordenamiento jurídico. 2. defina fuentes formales. Las fuentes formales describen al lugar donde surge el Derecho, es decir aquellos elementos de donde normalmente se basa el legislador para crear disposiciones jurídicas; tradicionalmente se señalan: la legislación, la jurisprudencia y la costumbre, comprende además el estudio de los sistemas que tienen o han tenido vigencia. Puede considerarse como los procesos de manifestación de normas jurídicas. Las fuentes formales se encuentran constituidas por distintas etapas que se presentan en un orden determinado, los cuales deben de acreditar distintos supuestos de derecho. 3. defina Fuentes subsidiarias. Son aquellas que en un momento dado sirven para integrar las lagunas del Derecho o de la ley. O aquellas a las cuales se puede recurrir en última instancia para resolver una situación planteada. Por ejemplo: Los principios generales del Derecho. Otros tratadistas dicen que son fuentes subsidiarias "Aquellas que proveen cierto material" para la comprensión de las fuentes principales. Sería el caso de la doctrina y la jurisprudencia. 4. defina fuentes auxiliares La doctrina más generalizada llama auxiliares aquella: fuentes de ayuda o auxilio al jurista como, por ejemplo, el Derecho comparado, la sociología, la psicología y otras ciencias y disciplinas aplicable al Derecho en algunos aspectos. 5. Defina Fuentes Históricas: Son documentos históricos que hablan o se refieren al Derecho. En la antigüedad estos documentos eran muy diversos (papiros, pergaminos, tablillas de arcilla en las que algunos pueblos estampaban sus leyes y contratos). Se refiere a las fuentes jurídicas según su aplicación en el tiempo. Serán vigentes las fuentes positivas actuales que no han sido derogados por otra ley o el reglamento que no ha sido substituido por otro. Serán históricas las fuentes que han perdido su vigencia y se sitúan en la historia del Derecho Positivo. 6. Proceso de formación de la Ley Este proceso se halla determinado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) desde su artículo 202 al 215. Las leyes pueden originarse por la asamblea Nacional, por la iniciativa de un diputado, o también por el Poder Ejecutivo, entre otros entes. Los proyectos de Ley recibirán dos discusiones, el primero de exposición de motivos y el segundo de la comisión directamente relacionado con la materia objeto de ley, quienes consultaran a los órganos de Estados, a los ciudadanos, y a la sociedad organizada para oír sus opiniones. El presidente de la Asamblea Nacional declarará sancionada la ley "decreta" y se emite por duplicado la redacción final al Presidente de la República a los fines de su promulgación. El Presidente de la República podrá solicitar la modificación de algunas disposiciones si lo considera, levante la sanción de la ley o de parte de ella. La Asamblea Nacional por mayoría absoluta de los diputados decidirá acerca de los aspectos planteados por el Presidente y la remitirán nuevamente para su promulgación. La ley quedará promulgada al publicarse "cúmplase" en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela. En resumen se puede apreciar en el siguiente cuadro los pasos para la formación de la Ley en Venezuela. 7. Costumbres En ciertos casos, las leyes tratan de modificar las conductas que suponen una mala costumbre. Lo habitual es que las leyes concuerden con las costumbres de la sociedad. Las costumbres, de hecho, pueden constituir una fuente del derecho, ya sea de aplicación previa o simultánea a la ley. Existen tres clases de costumbres: 1. Secundum Legem o de acuerdo a la ley, que deriva su vigencia de la propia norma jurídica que le concede la facultad de reglar un caso concreto. El artículo 17 del Código Civil Argentino se refiere a este caso cuando expresa que los usos y costumbres no pueden crear derechos, excepto cuando las normas jurídicas se refieran a ellos, o en casos no contemplados por las leyes. Ejemplos de normas que remiten a la costumbres en el Código civil: el artículo 950 (las leyes y usos del lugar rigen la forma de los actos jurídicos) el artículo 1424 (con respecto al plazo para el pago de la cosa comprada, se refiere a los usos del país). Otros ejemplos figuran en el mismo ordenamiento legal, en los artículos 1427, 1504, 1556, 1627, 1632, 2268, 2631 y 3020. 2. Praeter legem, este caso sería la costumbre como verdadera fuente creadora de normas, a falta de precepto legal. Ya vimos que el artículo 17 del Código Civil Argentino, luego de la reforma de la ley 17.711, le otorga esta posibilidad. Antes de la reforma y mientras existía la duda sobre la costumbre como creadora de derechos, ya la jurisprudencia la había tomado en consideración en supuestos de lagunas legislativas (supuestos no contemplados por la ley) por ejemplo en el nombre de las personas, especialmente el de la mujer casada, o en las cuestiones referidas al servicio doméstico, donde se aceptó como costumbre que los pagos en este sector se realicen sin recibos. 3. Contra legem, o sea en contraposición a lo que prescribe la norma legal. Esto fue objeto de enorme discusión, basada en la jerarquía de las fuentes del derecho. Los racionalistas colocaban a la ley por encima de las costumbres y por lo tanto estas no podían derogar una ley. La escuela histórica consideró a ambas normas en un plano de igualdad, y por lo tanto era posible que la costumbre dejara de lado una ley anterior. La jurisprudencia argentina solo ha aceptado este tipo de costumbres en asuntos referidos a remate. En doctrina, a pesar de que el artículo 17 del Código Civil es claro al respecto, al no aceptar las costumbres contrarias a las leyes, se pronuncian a favor de su vigencia varios autores, como Borda, Arauz Castex o Spota, pues sostienen que las leyes muchas veces llegan tarde, cuando a la costumbre las ha derogado en la práctica. 8. La jurisprudencia Es el conjunto de sentencias y demás resoluciones judiciales emitidas en un mismo sentido por los órganos judiciales de un ordenamiento jurídico determinado. Tiene un valor fundamental como fuente de conocimiento del derecho positivo, con el cual se procura evitar que una misma situación jurídica sea interpretada en forma distinta por los tribunales; esto es lo que se conoce como el principio unificador o unificado. Se entiende por jurisprudencia a la doctrina establecida por los órganos judiciales del Estado (por lo general, el Tribunal Supremo o Tribunales Superiores de Justicia) que se repite en más de una resolución. Esto significa que para conocer el contenido completo de las normas vigentes hay que considerar cómo han sido aplicadas en el pasado. En otras palabras, la jurisprudencia es el entendimiento de las normas jurídicas basado en las sentencias que han resuelto casos basándose en esas normas. 9. Doctrina . Una doctrina es un conjunto global de las concepciones teóricas enseñadas como verdaderas por un autor o grupo de autores. Puede tener una dimensión ideológica que puede ser política, legal, económica, religiosa, filosófica, científica, social, militar, etc. Las doctrinas a veces pueden ser consideradas falaces, sofísticas o dogmáticas por su origen religioso o mitológico. Una doctrina es un conjunto global de las concepciones teóricas enseñadas como verdaderas por un autor o grupo de autores. Puede tener una dimensión ideológica que puede ser política, legal, económica, religiosa, filosófica, científica, social, militar, etc. 10. Analogía Es comparación o relación entre varias cosas, razones o conceptos; comparar o relacionar dos o más seres u objetos a través de la razón; señalando características generales y particulares comunes que permiten justificar la existencia de una propiedad en uno, a partir de la existencia de dicha propiedad en los otros. En el aspecto lógico, permite comparar un objeto con otros, en sus semejanzas y en sus diferencias. Una analogía permite la deducción de un término desconocido a partir del análisis de la relación que se establece entre dos términos desconocidos. La analogía posibilita una vía inductiva de argumentar. Nos permite intentar representar un pensamiento o experiencia respecto a un objeto a través de una comparación de distintas dinámicas o situaciones; dando a entender que éstas comparten similitudes. 11. Principios Generales del Derecho Los principios generales del Derecho son los enunciados normativos más generales que, sin haber sido integrados al ordenamiento jurídico en virtud de procedimientos formales, se entienden formar parte de él, porque le sirven de fundamento a otros enunciados normativos particulares o recogen de manera abstracta el contenido de un grupo de ellos. Estos principios son utilizados por los jueces, los legisladores, los creadores de doctrina y por los juristas en general, sea para integrar lagunas legales o para interpretar normas jurídicas cuya aplicación resulta dudosa. 12. Potestad reglamentaria. La potestad reglamentaria es la prerrogativa por la que las administraciones públicas pueden crear normas con rango reglamentario, es decir, normas subordinadas a las leyes, ya sean reglamentos, decretos o instrucciones. No es privativa del Poder Ejecutivo, otros órganos también pueden ejercerla. Así por ejemplo, las Cámaras del Parlamento o Tribunales Superiores de Justicia. No obstante, la potestad reglamentaria está radicada principalmente en el Ejecutivo. 13. Los límites de la potestad reglamentaria. La primera condición para la validez de un reglamento es que el órgano que lo dicta tenga competencia para dictarlo. A este límite se refiere la LPAC al prescribir "las disposiciones administrativas no podrán vulnerar la Constitución o la Leyes ni regular aquellas materias que la Constitución o los Estatutos de Autonomía reconocen de la competencia de las Cortes Generales o de las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas” (art. 128). Un segundo límite se refiere al principio de jerarquía normativa en función del cual los reglamentos se ordenan según la posición en la organización administrativa del órgano que los dicta sin que en ningún caso el reglamento dictado por el órgano inferior pueda contradecir al dictado por el superior. Como prescribe la LPAC: "Las disposiciones administrativa se ajustarán al orden de jerarquía que establezcan las leyes. Ninguna disposición administrativa podrá vulnerar los preceptos de otra de rango superior". Un tercer límite es material, se refiere a los ámbitos en que el reglamento no puede entrar. Como dice la LPAC, "sin perjuicio de su función de desarrollo o colaboración con respecto a la ley, no podrán tipificar delitos, faltas o infracciones administrativas, establecer penas o sanciones, así como tributos, exacciones parafiscales u otras cargas o prestaciones personales o patrimoniales de carácter público" (art. 128). En cuanto al ejercicio de la potestad reglamentaria, supone una adecuación a los hechos, esto es, el respeto por la realidad que trata de regular, esta exigencia se enmarca en el principio de interdicción de la arbitrariedad (art. 9 CE). Esa regla se quebranta también cuando el reglamento viola los PGD. La Constitución impone la regla de la irretroactividad en el art. 9.3 para las "disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales". Aquellas, las sancionadoras, tendrán siempre carácter retroactivo "en cuanto favorezcan al presunto infractor" (LRJSP). El art. 129 LPAC introduce unos principios de buena regulación que en suma, son unas obviedades que debería observar un buen responsable público, lo diga o no lo diga la Ley. 14. Reglamento Es un documento que especifica una norma jurídica para regular todas las actividades de los miembros de una comunidad. Establecen bases para prevenir los conflictos que se puedan hacer entre los individuos. La aprobación corresponde tradicionalmente al poder ejecutivo, aunque los ordenamientos jurídicos actuales reconocen potestad reglamentaria a otros órganos del Estado. Por lo tanto, según la mayoría de la doctrina jurídica, se trata de una de las fuentes del derecho, formando pues parte del ordenamiento jurídico. La titularidad de la potestad reglamentaria viene recogida en la Constitución. También se le conoce como reglamento a la colección ordenada de reglas o preceptos. Los reglamentos son la consecuencia de las competencias propias que el ordenamiento jurídico concede a la Administración, mientras que las disposiciones del poder ejecutivo con fuerza de ley (decreto ley) tiene un carácter excepcional y suponen una verdadera sustitución del poder legislativo ordinario. 15. tipos de Reglamentos Reglamentos para leyes orgánicas. Estos se establecen con el fin de esclarecer las lagunas legislativas de las leyes orgánicas, o bien para explicar las situaciones ambiguas que las mismas puedan presentar. Una ley orgánica es una ley que regula temas de interés nacional, o bien de relevancia colectiva, veamos con un ejemplo. La educación en un país es regulado por medio de una ley orgánica, esta establece que se crearan centros educativos para las poblaciones más desvalidas, pues bien, el reglamento viene a establecer pautas para la creación de dichos centros. Reglamento para leyes ordinarias. Conviene aclarar que las leyes ordinarias son de magnitud inferior a las leyes orgánicas, las cuales, tratan de asuntos por igual de importancia general, lo único que difieren es que las ordinarias son de menor extensión. Sin embargo, la práctica legal acostumbro a que los vacíos legales de estas leyes deban ser aclarados por los mismos reglamentos. Interno Empresarial. Estos son los que se manifiestan solo a nivel de corporaciones, el contenido de estos reglamentos van referidos a las conductas que deben observarse en el área de trabajo, en el área de producción e incluso en la presentación de los informes. Estos instrumentos a nivel empresarial, son de obligatorio cumplimiento y observación por el capital humano que forma parte de la empresa, debiendo los mismos ser consecuentes con este, para la convivencia óptima. Interno Académico. Guardan similitud con los reglamentos empresariales, con la excepción debida de que estos se realizan a niveles académicos, es decir, estos reglamentos han sido creados para la regulación de conductas en las instituciones educativas a cualquier nivel. Son muy comunes en las escuelas básicas, donde se colocan al conocimiento de los representantes, quienes deben estar enterados de las normativas a seguir por parte de los alumnos y de ellos como parte de la comunidad educativa; dicho reglamento debe ser observado por el personal docente y administrativo. Institucional. Es comprensible que los entes gubernamentales deben mantener una organización conductual idónea, y más aún con el papel que representan ante la sociedad, esto es solamente posible, por medio de la creación de reglamentos de conductas. Estos se tornan en necesarios para la convivencia correcta de los funcionarios en el ejercicio de sus funciones, lo que permitirá disfrutar de un ambiente óptimo para ellos mismos y para la colectividad. Web. Contrario a lo que muchos puedan pensar, las empresas digitales y los trabajos digitales se rigen por una serie de conductas preestablecidas en las plataformas respectivas, siendo de estricta observancia por el personal que labora por las mismas e incluso por los usuarios al utilizar aquella. No escrito. Son aquellos que contienen una serie de normativas básicas, las cuales, se infieren de la propia dinámica del lugar; muchos alegan que estos hacen referencia a las normas de cortesía y convencionalismos sociales necesarios para la sociedad. 16. Resolución administrativa La resolución administrativa consiste en una orden escrita dictada por el jefe de un servicio público que tiene carácter general, obligatorio y permanente, y se refiere al ámbito de competencia del servicio.