I _* * ma' ( jL. B 1 S T O L F I . - - “ Il d o l o r e c o n f o r t a t o d a l l e m e m o r i e ” ^ / 3 ffl\ tewcro fflr» z=^2h ------------- ' M o n te v id e o » N o v i e m b r e 5 de 1 9 0 4 N ù rr VERANO 1904 51^ ,0 Fábrica de Sombreros en general para Señoras, Seño­ ritas, Hombres y Niños. ~ni—Iifirr*-n— ** *' * i 1 ^ N avarro Variados surtidos EN ARTICULOS DE MODA TELEFONO Casa fundada Be Montevideo Núm. 173 EN 1892 v f, V V?, 'F Uruguay 145 M O N T E V ID E O precios módicos \ír 'ir J La In t e r n a c i o n a l B o n a e re n s e «OLD MAN» * La hora de la gran carrera era esperada con interés por el inmenso público que ocupa­ ba las tribunas: Grande era el deseo de pre­ senciar el encuentro de los tres anos con la vieja generación; así se explica que el públi­ co invadiera la pista cuando los cinco campeo­ nes se presentaron al prim er toque de campa­ na. Todos sin excepción se hallaban en estado resplandeciente dando evidente prueba del gran empeño de los compositores en preparar á sus pupilos. Oíd Man, el valiente potrillo de la Petite Ecurie se cotizó gran favorito en el ring con un número de 15.516 boletos sobre un total de 31581. Le seguían: Calepino con 5602, Padilla con 4280, Orún con 3417, y Gay Simón con 2766. Al dar la señal de partida Calepino conforme su habitual táctica tomó la dirección del lote imprimiendo un tren violen­ to; Oíd Man se colocó segundo á dos cuerpos; más atrás venía Padilla procediendo á Orán, Gay Simón último á cuatro cuerpos. En ese orden pasaron por prim era vez frente á las tribunas en medio del clamoreo del público que seguía con avidez el desarrollo de la gran carrera. Sin mayores alternativas siguieron hasta la recta opuesta donde Orán avanzó hasta co­ locarse tercero entre Padilla y Oíd Man que seguía segundo, galopando con entera desen­ voltura. Calepino siem pre al frente se soste­ nía en su tren violento sin m iras al, parecer, de desfallecer. Desde entonces la carrera toma verdadero interés; las distancias se acortan, los esfuerzos aum entan, Gay Simón avanza, Orán retrogada perdiendo terreno hasta ju ed ar últi­ mo; ese íué el momento en que Estévez llevó á su potrillo al ataque y al entrar en la recta tom aba la delantera sin mayores esfuerzos so­ bre Calepino. Gay Simón desaloja á Padilla del tercer puesto y con grandes bríos se acercaba á Calepino; llegados á la altura del antiguo Paddok Oíd Man llevaba dos cuerpos de ven­ taja sobre el hiio de Camors pero allí volvió éste á la carga con ím petu avasallador des­ contando terreno en tanto que se acercaban al triunfo para caer vencido á casi un cuerpo de Oíd Man, que traspuso la m eta en medio de las ovaciones del público. U ruguay. U na v i s i t a á los s tu d s de M a r o ñ a s Deseosos de dem ostrar al público que lo que en nuestro núm ero anterior prometimosestamos dispuestos á cumplirlo, resolvimos ha cer una visita á los principales studs de nues- P id a n O p o rto íí tro turf, tomando informaciones del estado dé los caballos, de su próxim a actuación, etc- éfc. Debemos hacer constar, á fe de imparciales, que en todas partes fuimos recibidos ex­ quisitamente, poniendo los entraineurs ó capa­ taces, á nuestra disposición todos los datos que pudieran servirnos. Empozamos nuestra visita por el STUD RECUERDO Stud que ha hecho popular la valiente Amina, la yeguita de líneas armoniosas y de andar desenvuelto que de la simple categoría de per­ dedora, pasó, á fuerza de victorias ruidosas, á ocupar uno de los primeros puestos en la lista de nuestros mejores animales. Actualmente ocupan su caballeriza los si­ guientes pensionistas: Amina, Sueño y París. A m ina es por demás conocida de los sportmens para que nos detengamos á hacer su apología. Desenvuelta y ágil, la hija de Mivoisin y Mis Bowler es el producto más simpático de nuestras pistas. Como decimos más arriba, de modesta corista que era, debido á la asidua y competente preparación que su dueño le ha sabido dar, figura hoy en las carreras de fon­ do, en competencia con los mejores campeo­ nes de Maroñas. Resplandeciente como una espada, se apres­ ta para la lucha del domingo en que defen­ derá los colores de la casaca azul en el Gran Prem io dé Honor. A no dudarlo, su rol en la gran prueba será honroso, á pesar de los 60 kilos que le corresponderán y no extrañaríam os verla, en el momento solemne, surjir como una saeta del fondo del grupo para discutir con los de­ lanteros el honor de la victoria. París, un potrillo de dos años que su dueño prepara para las luchas del año que vie­ ne nos produjo una sorpresa grandísim a. H a­ bíamos oído hablar de él como de uno de los potrillos que más darían que hablar en los clásicos futuros, y al verlo nos encontramos con un caballito de figura casi vulgar, en el que no reconocimos por cierto la pintura que nos hicieron de ese hijo de Montevideo y Americana. El medio hermano de Fido está todavía atrasadísimo y quizás por eso su figu­ ra nos impresionó tan desagradablem ente. El tercer pensionista es Sueño, un hijo de Tonic que hasta ahora no ha hecho más dormir. Este caballo, será prabablem ente rado de training debido á que se toca alj rrer. Term inada nuestra inspección pasam vecino D O IVI L U I Z ” STUD 20 DE SEPTIEMBRE Esta im portante caballeriza, que bajo la competente dirección de Manuel de Armas ha obtenido tantos triunfos en los últimos tiempos cuenta con un numeroso y escojido número de pensionistas. Capricieux, el mañero hijo de Exmoor y Zig Zag es á no dudarlo el mejor representan­ te de este Stud. Recientemente traído de Bue­ nos Aires á causa de sus carreras contradicto­ rias que m otivaron su suspensión, comenzó su campaña adjudicando un handicap sobre 1300 metros 1.19 3/5, venciendo á cuatro lijeros á los que dispensaba 5, 7, 9 y 10 kilos; en su segunda tentativa, terminó detrás de Paolín al que daba nueve kilos entrando delante de Farsante, Amina y Aguará Guazú en 2500 metros (2.42 2/5). La explóndida figura de este magnífico zai­ no revela á las claras su clase y pujanza. El año entrante dará mucho que hacer á nuestros guapos. Calandria, la hija de Offenheit y Catel, una lijera que en el año de potranca venció por dos veces seguidas á la potrillada de en­ tonces, representada por F arsante, Chulo, Botafogo, etc. Después ha continuado apareciendo en la pista con interm itencias, conquistando p ara sus colores una victoria y retirándose á descansar por pequeñas tem poradas. Vidalita, otra hija de Offenheit, lista y alegre, que en distancias cortas se hace tem i­ ble por su lijereza, es una buena yegua de handicap que da mucho dinero á su ecurie. Divina, cuyo nom bre apasiona á muchos sportm ans, no es un producto sobresaliente, pero en las pruebas de perdedores suele adju­ dicarse algún triunfo. Tritón, por Cavour y Santuzza, un caballo de figura ra ra que sin duda se prepara para d ar un disgusto á la cátedra, cuenta en su h aber algunos placés y un triunfo compartido con Colula. Y por últim o Kruger que en la reunión últim a term inó 2.° de Colula en una atropella­ da magnífica, im ponente. H ay adem ás en este Stud, dos productos para el año entrante. Carm elita, una herm ana en tera de T rafalgar, de distinguido aspecto; u na herm ana entera de C alandria llam ada Cachirla y un hijo de Im perio de deslum brador aspecto. Baio la dirección de Manuel de Armas y con la m onta oficial de Justiniano Morales este Stud ocupa uno de los prim eros puestos por su im portancia y el dinero ganado. T erm inada nuesfra visita pasamos al STUD SARAVIA Este Stud que luce en sus colores la g ra­ n a de las am apolas, cuenta con un buen plantel de pensionistas, bien acondicionados y llevados á las pistas siem pre en estado irrepro­ chable. F idias, por A lerta y Fondre, un zaino de g ran alzada que hace pocas reuniones ganó al galope u na c a rre ra de 2000 m etros, es el crédi­ to del Stud. Su figura irreprochable y su pre­ paración im pecable lo im ponen ante todo el mundo como un producto del que hay que cui­ darse. El domingo tom ará parte en el Premio de Honor conducido por Saravia (hijo). Niebla, la indómita hija de Combate y Ne­ vada ocupa un box próximo al de Fidias. Nie­ bla sería á nuestro juicio un producto de pro­ vecho para su stud si sus mañas no la trajeran tan mareada. Cada vez que toma parte en una prueba sus bríos obstaculizan y dificultan la largada en la que lleva siempre el peor sitio. Clodover, sano por fin de sus dolencias, co­ rrerá en breve. Tenemos verdaderos deseos de conocer la actuación de este producto de Monarque y Coqueta, pues su estam pa hace pensar. Manzanares, el viejo, el remendado y co­ nocido Manzanares, tiene también un puesto en esta ecurie. Con este hijo de Aquiles y La Rachel, sus dueños han tenido que hacer una obra de paciencia, para ponerlo de nuevo en condiciones de correr. A fines de mes le veremos lucir la casaca roja en alguna carrerita que se avenga con sus años. Un hijo de Stileto, potrillo de buen aspec­ to y espléndida cabeza completa el lote de pu­ pilos del señor Saravia. STUD GORDON Piedra Alta, Bengala y Yenadita forman el conjunto de este stud, que creemos pronto que­ brará la m ala suerte que desde hace mucho lo persigue. Las dos hijas de Hervidero son los elementos principales con que don Tomás Guillin cuenta para esto. Esperamos ver á la ca­ saca azul triunfar muy pronto. En la misma caballeriza se cuidan Pichinango y Zorzal que desde varios meses estaban enfermos. Pronto reaparecerán. Terminamos con la tarde nuestra visita á este stud, dejando para la semana entrante la Ecurie Chantilli, Cololó, Santa Lucía, T rib u ­ na, etc., etc. U ruguay. U n a p la n c h a En nuestra visita al Stud Saravia y en­ contrándom e en un círculo de entraineurs y aficionados saboreando el amargo infaltable en estas circunstancias, vino en la conversación á tratarse del Prem io de Honor. Uno de los propietarios diio que haría co­ rre r su caballo por puro lujo, pues no lleva­ ba esperanzas de ganar á __ (aquí algunos nombres). El que suscribe, por alentarlo, le dijo: Tenga confianza am igo.... Cuando ese premio lo ganó F ido__ aquella droga de F ido__ Un silencio en el que se sentían fiotar ri­ sas contenidas siguió á estas palabras hasta que uno de los presentes con la gravedad del ca­ so dirijiéndose al im prudente y señalando á uno de los del grupo que se atusaba nervio­ sam ente la p era dijo: Amigo X, le presento al señor Maneco V elázquezüü N o tic ia s s p o r t iv a s Gacetilla, Repórter, F ak ir y Yerba Dulce han sido traídos de Buenos Aires y form arán con T rib u n a el Stud del mismo nombre. T a rje ta s P ostales Y N O V E D A D E S EN G E N E R A L Postales con cabello natural Oran surtido en Monogramas, Acuarelas (con re tra to s ) Escritores Bromuros (n eg ro y de color) Paisajes —Vistas, Hombres célebres, Monumentos, Copias de cuadros, Postales tinas para regalo, Postales del Ejército del Sur y otras de actualidad y periodistas uruguayos, Poetas, poetisas, Vistas de Montevideo, Costumbres criollas. Albums para postales y retratos Perfumerías finas. Cosméticos * 7 ^ AM BROSIO GIZ GOMEZ - Calle 1! de M o 25S, osi. A m id i de la Paz Croissants Pan de gluten puro y bizcochos recibido directamente de todas clases por la casa / ---------------------------------------- 1 , CASA Cxcelsíor PASTAS ID E ! E s p e c ia l Alimenticias T O M A S GALLEG O £ 182 «Itu za n g ó « 182 Entre Rincón y 25 de Mayo 3 Teléfono En Urugvaya i486 M O N T E V ID E O Q y" ■ ■ o Gramófonos Víctor 9 Unicos a p a ra to s oue re p ro d u ­ cen con toda exactitud la voz h u ­ m a n a com o lo h a n reconocido los m á s a ra n d e s m a e stro s y c a n ta n te s del m undo. Variado repertorio y gran existencia de discos cantados por T a m a g n o , C a r u so , De Liueia O xilia, B a ttis tin i y demás cantantes conocidos, co­ mo también ejecución de las más afamadas Orquestas y Bandas del mundo. n i i i ......... i i i i i i ii ii ii ii ii i i iii i i i P r ó x i m a m e n t e e s t a r á p r o n t o el C a t á l o g o de diseo s q u e r e m it i r e m o s g r a t i s á q u ie n lo s o lic ite . ( C os t a d o N o r t e ) E. D ellazop p a. ----------- — ---------- — P id a n O p o rto -------- ■ * " " * ~ - * “ O O M L U I Z ” ■O Año I O RESTES B A R O FFIO , D IR E C TO R A R TÍSTIC O . S a b a d o 5 de N o v ie m b r e de 1 9 0 4 Núm. 2 EN R IQ U E CROSA CARLOS M. CANTU D IR E C TO R , A D M IN IS T R A D O R . Regalos internacionales El presente griego-criollo, que en forma de Ministro Plenipotenciario le enviaremos á los argentinos Las sabias lecciones de urbanidad que mis primeros maestros supieron inculcarme siempre me valieron para salir de apuros supliendo á mi esca­ sa inteligencia y á mi mediocre ilnstración. Esto les esplicará á ustedes el hecho de que algunos amigos míos siguiendo la inveterada cos­ tumbre que caracteriza á las gentes de este país, de poner apodos á to­ do el mundo, hayan elejido uno para mí que no es otro que el que verán ustedes al final de estas líneas, apodo que dicho sea de paso, no está del todo mal aplicado según las ra­ zones que ya he expuesto. Al fin y al cabo, no seré yo quien proteste de este hecho, pues el tal mo­ te ha venido á servirme de pseudó­ nimo ahorrándom e con ese motivo el trabajo de distraer mi imajinación en una fruslería de tan poca monta cual lo es la de buscar un nómbrete cual­ quiera con que decirles á los lectores:el que tiene el honor de que le hayan ustedes leído, es don Temistocles Berruguete ó don Teodoro Mal­ trecho. Al em prender hoy la tarea de es­ cribir esta página, solo dos fines per sigo y esto digo, por que no se me ha ocurrido aun un tercero. El p ri­ mero, que es el fundamental, es el de cumplir un deseo que desde tiem­ po viene aguijoneándome: el de ver mis ideas expresadas en letras de molde. Bien seguro estoy de que estas ideas no serán vehículo de enseñanza, pero su publicación me satisface y espero que el público me disculpará el abuso que hago de su bondad cumpliendo mis aspiraciones y mis deseos, que otros hay que le insultan, le roban y le vejan en tanto que sus protes­ tas no se oyen. El otro fin perseguido, no crean us­ tedes que voy á decirles que es un fin económico, no, á pesar de que so­ brados motivos tienen en pensar así, pues en este mundo la mayoría de las cosas tienen un principio ó un fin análogo. En este caso, más me vale no aspirar á eso por que me moriría de hambre si del fruto de mi trabajo intelectual pensara ali­ m entarme. El otro fin, repito, lo representa el ocuparme en un quehacer que cons­ tituye el más grato de mis entretenim ientos. Y ahora que les he explicado el motivo de mi presencia en B lanco y N egro ahora que ya estoy presentado ante el público, hago una genuifleceión, llevóme la diestra al lad. oopuesto del pecho y sonrío. Ustedes responderán al salu­ do y luego exclam arán: bueno, ¿y qué? ¿que nos va á decir usted? Y yo, como ahora se puede hablar con libertad, como y a ha desaparecido la mordaz censura policial que tanto £jaflo hizo al periodismo, tomo la plabra y .... Cualquiera diría que iba á lanzar una violenta diatriba contra las institucio­ nes ó que con rudeza iba á atacar á Fulano ó á Mengano pero no es asi. Todo lo contrario; creo que lo mejor, en mi caso, es inclinarse á favor de la opinión pública y como esta está tan dividida seguro estoy de que no atacando á nadie, lograré captarm e sus simpatías ocultando mi modo de pensar acerca de los políticos. Y dejando á un lado este trillado asunto por considerarlo insultancial é improductivo, podré hablarles por ejemplo de lo bien que anda el tiem ­ po, (tema obligado cuando no hay nada que decir), ó de que asistí á la millonésima representación de «Don Ju an Tenorio» por no haber tenido otro lado donde ir. Que el teatro esta­ ba lleno y que como todos los años, la obra produjo gran hilaridad desde el prim ero hasta el último acto, pues ahora es usual reírse de lo serio y llorar de placer. Esto lo afirmo, por­ que estoy convencido de que el Teno­ rio es una obra seria, á pesar de que no muy conforme con eso de que los m uertos se levantan de los sepul­ cros en reivindicación de sus dere­ chos. ¡Si esto fuera cierto! ¡Si de la misma m anera se levantara ese mon tón de ilustres muertos cuyas doc­ trinas falsificadas están sirviendo hoy de m ercancía á viles comerciantes, cuantos desengaños! Y sobre todo, ¡qué enorme paso daríamos hacia la ver­ dad! Mas no perdamos tiempo en refle­ xiones de esta índole por que lo que podría resultar es que de pena nos muriéram os y entonces, entonces se trocarían los papeles. Y á buen seguro que no me causaría m ucha gracia eso de morirme ahora, pues han de saber ustedes que soy yo un jovencito, (co­ sa que no había declarado antes por razones que olvido de intento), que recién entro á la vida y que por ese motivo la amo, pues no la conozco. Este hecho que aparenta constituir una rareza en mí, es una ley natural. El hombre se encanta de todo aque­ llo que no conoce; después que consi­ gue su objeto, rara vez sigue éste sien­ do de su agrado. Ejemplos de esta ley aplicada al amor, estamos viendo to­ dos los días. Fulanito que se cree es­ tar perdidam ente enamorado de Menganita le ofrece á esta m orirse de pena si re ­ niega á aceptar el caudal de amor que le b rin ­ da en cambio de un poquito de su cariño. La niña tem erosa de que su negativa sea la causa de una m uerte acepta. Al mes siguiente, se re­ pite la am enaza de m uerte pero esta vez con fi­ nes diam etralm ente opuestos... Entre tanto, tiene el honor de saludar á ustedes con su consideración más distinguida. U rbano Cumplido. Birrem e empavesada que vas hácia Citeres Surcando, con tu prora, el piélago sensual, Déjame en un peñasco desierto de mujeres Soñando en el fantasm a de la Inm ortalidad! Tentacular lujuria, cáncer de Macabeos, Parca de torso eximio, Sulam ita oriental, Aparta de mis lábios tu cáliz de deseos; Yo estoy armado en guerra, no puedo claudicar. Yo voy armado en guerra, hácia las nuevas zonas, En el audaz corsario que reta al huracán; En vano me acaricias, en vano me coronas; ¡Adiós dulce Citeres! ¡Adiós Felicidad! Quiero dejar im presa la estela del corsario En el nocturno oleage del piélago sin fin; D ar m uerte, en las tinieblas, al pulpo fabulario Que hace abism ar las naves que van al porvenir. Tender la red exim ia de las evocaciones En los ignoticos vórtices del m ar de la Auvanké, Ajeno á las Sirenas, de áureas fascinaciones, A cuya voz naufragan los nautas del saber!... Después... acaso nunca... cumplido el vaticinio, Torne, glorioso y triste, nostálgico de paz En busca de la Amable, de pectoral biclinio Donde posar la frente que ajó la tem pestad!... Entonces, solo entonces, airón de mi cimera, Serán, tus hombros gratos á mi afiebrada sien; Y áncoras tus brazos, y fresca enredadera Tu virgen cabellera más suave que la miel. Islas afortunadas serán tus pectorales De líneas exquisitas que alegre contemplar; Islas afortunadas para las inmortales Fatigas del austero piratá intelectual!... Entonces si birrem e, que vas hácia Citeres Surcando con tu prora, el piélago sensual, Juntos olvidaremos, en lechos de placeres El lírico fantasm a de la Inmortalidad! A. V asseur. En el cementerio, hum ilde en la prim itividad de su agreste poesía, el mismo doloroso y estuporoso recogi­ miento señoreó nuestras almas. Milenaria tristeza de los viejos cipreses llenos de sombra canora; ritmo del m ar sobre la playa desierta; queja del viento en el follaje; melancolía sagrada, dolor difuso, imprecisa nostalgia, emoción que no se define pero que vibra recónditam ente como una cuerda pulsada... Y luego, una vez más, la obsesora visión de aque­ lla carne de holocausto y de inocencia, toda blanca entre la cándida flora y en­ tre los castos linos!... Y he aquí cómo ante una escena que tiene tanta no comprendida solemnidad, sobre esta tierra desolada y bajo este cielo de Junio, he evocado el ritmo lloroso de unos versos muy viejos y m uy íntimos escritos al dulce calor de la aldea: M elodía de oro en el s e n d e ro ... Cabe el triste molino pensativo, U na saetazo de luz dulce y festivo P o n e u n a l isa sobre el m uro au stero . ¡Qué tristeza tan honda la de la tarde gris en que llevamos al camposanto rústico aquella carne de inocencia, toda blanca entre la cán­ dida flora y entre los castos linos! Fragilidad de la m ateria! ¿Y era aquello, aquello tan me­ nudo, tan incorpóreo, tan celeste—un plumón císnico, una rosa intocada, un lirio que dice de extenuaciones suprem as—era aquello tan de­ leznable y tan exiguo lo que fuera no ha mu­ cho, en el apacible rutinarism o de un hogar de la aldea, hechizadora infancia llena de música de risas y de aromas de candor? Bajo la foscura del cielo, aquella nieve incólume en torno á las tantasm ales palideces del rostro, — sere­ no con la sum a serenidad que impone la Muer­ t e - e r a como el símbolo de la brevedad de una vida deslizada por una ru ta de ilusión y de ensueño, con lejanías de rosa y de sol entre la dorada alegría de la m añana... ¡Albura sin pecado, destinada á las solemnidades de eternosilencio y á los m isterios de la eterna putrefacción!... Por aquel camino orillado de bojes um bríos hemos llevado al pobre niño aldeano en pos de era quim era de la Muerte que es acabam iento para el cuerpo é indecisión para el espíritu__ ¡Por aquel cam ino!... Llovía m enudam ente. A ratos, una ráfaga venida no se sabe de dónde —acaso aquella alm ita errante y b uena,—hacia oscilar la niebla y sollozar los árboles entecos á la vera del sendero lleno de antiguas a ñ o ­ ranzas... Y aquel duelo hiem al rim aba bien con nuestro duelo. Teníamos en los ojos una hum edad de lá­ grim as, y en el corazón un deseo un flujo, un deseo m uy hondo y m uy intenso de besar aque­ lla carne yerta, aquella boca inm óvil, aquellas m ejillas céreas, aquellos ojos abiertos á las con­ tem placiones de ultravida! Bajo la im placable rigidez que m arm olizara aquel cuerpo adorable, avizorábam os todos el espíritu regocijado y pue­ ril que mariposeó sobre las alegrías de la vida y se abismó después, como encogido de terror y de pena, en las desoiuciones de la M uerte!... T iene la erm ita Son de esquila; C ruza u n buey P á ja ro rim ad o r sola u n p lañidero nostálgico y esquivo el trig a l; h ay un lascivo sobre el a le r o ... Y a p o r la senda tris te u n a sotana; L u eg o el cortejo blanco; la cam pana E n el am biente azul su son deslie; H a y rosas sobre el féretro , y en tan to P e n e tra el m u ertecito al cam posanto Sollozan todos, p ero el sol s o n r íe ... H ay un rincón de som bra plácida en esta aldea de mis sueños; un rincón grato á las evo­ caciones legendarias; un rincón que me ha he­ cho m editar m uchas veces en las tristezas de la vida y de la m uerte... Yo he paseado por é l ' la inviolada m ajestad de mis quim eras. Y m irando á lo hondo, m uy á lo hondo, en el agua túrbida é impetuosa que serpea por el antiguo canalón en ruinas, junto al álamo de plata, he herm anado mi ensueño con el ensue­ ño fugitivo de la onda, y lo he dejado desli­ zarse como él hacia lejanos ru n b o s, acaso ha­ cia la m ar opulenta ó hacia el desierto árido. Una colum na tronchada por los años trae á mí alm a u n a sensación de añoranza y á mi m en­ te un recuerdo de los foros de Roma, trágicos en la som bra angustiosa de su vencim iento se­ cular. T al vez aquí ha soñado un héroe. T al vez aquí ha corporizado un poeta sus ideacio­ nes insignes en églogas de frescura virgiliana. Tal vez h a sido éste el marco de un idilio de aldea, de uno de esos idilios del medioevo, olorosos á perfum es del campo, monótonos y llenos de galante rusticidad... Ju n to á esa ru in a en que vaga un reposo m ilenario, mi alm a se complace en la evoca­ ción de lo heroico. Se me antoja que el viento que á las veces ulula salvajem ente entre la fronda caduca y en torno á la colum na rota, lleva el eco de estruendos m arciales y de h a­ zañosas lides. Pienso entonces en la oscura epo­ peya helicense de Nogales, y, obsedido por la bélica fantasmagoría, busco el acento de los si­ glos en los salmos del agua, cuya alm a sono­ ra y tras hum ante rueda á través de esos vie­ jos canal por donde ha corrido acaso tanta grandeza y tanta lágrim a... Domingos de la aldea, con sus vocingleros somatenes, con sus procesionales alegrías, con sus fastuosidades so lares! ¡ Domingos de la al­ dea bajo el azul dotante de Provenza, en el alba risueña y en el quieto crepúsculo! ¡ Do­ mingos de la aldea con sus romeros místicos con sus francos bullicios, con sus gárrulos soné*’ de campanas en los fraternales m ediodías! Y m ientras fuera oficia la vida sus liturgias victoriosas—una alondra borracha de sol de la huerta ha cantado en mis ventana—me anego en la tranquila nostalgia de mi corazón, y en­ sueño en una rim a de Ñervo que, como aqué­ lla en que loara á la Melancolía, diga los se­ dantes consuelos de la soledad y la augusta grandeza de los silencios fam iliares... F rancisco A lherto Schixca. Los liermanos Selja,n El otro día tuvimos en nuestra redacción una agradabilísim a visita: la de los explorado­ res Mirko y Estéban Seljan, dos ióveues vale­ rosos que se han pasado la m ayor parte de su vida viaiando por extraños países, recojiendo impresiones, realizando estudios geográficos, siendo héroes de raras aventuras, etc. No hace mucho se diriiieron al Africa; se internaron en Abisinia, llegando, no sin gran ­ des penalidades y va­ riados e p is o d io s , á Adis Abeba, residen­ cia del e m p e r a d o r Menelick II, á quien los jóvenes explora­ dores fueron presen­ tados por el repre­ sentante de R u sia , conde Olasw. El em perador Me­ nelick los trató con afabilidad y entera­ do de los deseos y del objeto que p e r s e ­ guían los hermanos Seljan, les f a c i l i t ó una escolta de tres­ cientos hombres a r­ mados. Con estos ele­ mentos los explora­ E s teb a n Seljan dores visitaron el la­ go Rodolfo hasta Victoria Vyansa y descubriendo la provincia de Turkam na hasta el nacimiento del Nilo Blanco. Los hermanos Seljan son los primeros ex­ ploradores que hayan descubierto las tierras de Turkamna. Muchas fueron las penalidades que sufrie­ ron en esta exploración los jóvenes expedicio­ narios. En el camino fueron atacados por los negros, enemigos irre co n ciliab le del temible Negus, pero fueron vencidos los salvajes por las fuerzas á las órdenes de Mirko, no sin que saliera éste herido de dos flechazos en el cuer­ po. Los vencidos salvajes tributaron entonces en la persona de Mirko, homenajes de respe­ to hacia el em perador Menelick. La expedición hizo por aquellas regiones mucha caza de elefantes y leones y la ciencia geográfica fué enriquecida con preciosos datos. A su regreso á Adis Abeba, Menelick, alta­ mente complacido por los resultados de la expe­ dición, condecoró á los hermanos Seijan con las condecoraciones «Cruz de Salomón» y «Gran E s­ trella de Etiopia», además del título honorífico de conde de «Turkamna». El término de tiempo que los hermanos Seljan estuvieron en Abisinia, fué de tres anos y medio. A su regreso á Europa los jóvenes explora­ dores dieron conferencias que obtuvieron gran éxito, escribiendo tam bién artículos científicos para los principales periódicos europeos. « Tanto sus conferen­ cias p ú b l i c a s , q u e iban acompañadas de las proyecciones lu ­ minosas de las nu merosas vistas foto­ gráficas tomadas en el lugar de sus aven­ tu ra s-c o m o sus a r­ tículos en los perió­ dicos han lla m a d o justam ente la aten ­ ción del mundocientífico por los nuevos datos que aportaban á la ciencia. Después de estas conferencias, los her­ manos Seljan, incan­ M i r k o Seljan sables, se lanzan á nuevas exploraciones. Esta vez es la América del Sud el punto elegido para sus excursiones científicas. Llegan á Río de Janeiro y dan una serie de conferencias sobre los países que habían anteriorm ente recorrido y el éxito en estas con­ ferencias fué que el Gobierno Brasilero se deci­ diese á prestar su concurso á los hermanos Seljan para continuar en sus exploraciones. Obtenido esto, los exploradores se dirigieron al Sud del Estado de San Pablo, llegando hasta el Salto Grande del «Paraná panema». Desde este punto han explorado regiones completamente des­ conocidas, llegando hasta la «Sierra del Diablo», entre el «Paraná» y «Tieté», territorio del Estado de «San Pablo» habitado por los indios coroados. Vueltos al Salto del «Paraná-panema» en una pequeña canoa, em prendieron un viaje que duró cuarenta días, recorriendo todo el curso del nom­ brado río hasta su em bocadura con el «Paraná» y encontrando en este trayecto innum erables saltos y remolinos. Una vez en el P araná, le atravesaron y se Salto Reina V i c t o r ia (Ig uazú S a l t o d e l a U n i ó n <I g u a z ú - B r a s i l ) internaron en territorio del Estado de Matto Grosso, encontrando el río «Joinheima», cuyo curso siguieron hasta llegar á los campos llamados «Va­ quería». De aquí atravesaron la sierra «Maraca­ yá», lleg-.’ndo á la m árgen del río «Miranda» que les llevó hasta «Corumbá», de donde se dirigieron á la Asunción. En el próximo número hemos de publicar un re­ súmen inédito y redactado por el seíior Esteban Seljan de los viajes realizados por el interior de Africa. Ilu s­ trarán este breve diario de viajero una serie de precio­ sas é interesantes vistas. Publicaremos además la vista general de la casca­ da de Sete Quedas, única fotografía que de ese pun­ to se ha obtenido y que nosotros seremos los p ri­ meros en dar á publicidad. Esto es sin disputa toda una prim icia greográfica. Ras M a k o n e n y Los hermanos Seljan una vez que cumplan en Montevideo con varios compromisos referentes á Conferencias que han de realizarse probablem ente en el Ateneo, se em barcarán para Buenos Aires, donde demora­ rán unos días, v iendo luego á la vida errante del viajero explorador. San En esta nueva excursión recorrerán todo i centro de nuestra América, principalm ente P< rú, Bolivia, el valle de Arauca, costas del Aim zonas, Venezuela, Ecuador, Colombia. Sin disputa alguna, los intrépidos viajero tendrán ocasión de ver escenas, paisajes, tipo rarísimos. Los hermanos Seljan no han prometido ser nuestro corresponsales durante esc viaje, cuyas penurias r contratiempos serán sil duda ¡numerables. Tendremos pues intere' santes relaciones sobre esg excursión por la parte vir« gen de nuestro continente, conjuntamente con vistas fotográ ficas originalí si m as. En la presente informa­ ción van algunas vistas de' las cataratas del Iguazú y fotografías de Ras Makonen y su secretario Nantiba Gebban Gebrú en viaje su S e c r e t a r i o á Europa. Los hermanos Seljan tuvieron ocasión de viajar en el mismo vapor que los dos persona­ jes negros y alli trabaron relación. El secretario de Ras Makonen, es según di­ cen nuestros informantes, una persona ilustradí­ sima, poseedor de varias lenguas, etc. BernardinoJ^Paraguay) ¡Oh, la ra d ia n te s u lta n a , Con que p rim o r se e n g a la n a !. . . P o em a s C ortos X _ia, rosai A q u e lla flo r ta n herm osa, A q u e lla ex p lé n d id a ro sa Q ue m e d iste eon afán: L a g u a rd é en a n tig u o vaso, M ás sus p é ta lo s de raso M ustios y tr is te s están . . . . D e p ro n to , e x ta sia d o v i Q ue u n n e g ro ru lo asom ó P o r tu fre n te a la b a s trin a ; L a m an o lle v a ste á a llí L a jo y a no m ás lució, —¡Oh v e n g a n z a fem enina! — T u m ira d a , que es d iv in a T odo el b rillo le q u itó !. .. I_ia, serenata m N ad a pudo m i cuidado N i los besos q ue la h e dado, C rey en d o b e sa rte á tí; L e f a lta u n a lta r: t u seno, M o rirá p o r que es v eneno E l a m b ie n te que le di. A sí, de su av es colores, E l a lta r de m is am o res T iene u n a flor: la ilusión; Si le fa lta tu m irad a, C u al la ro s a d elicad a M o rirá en m i corazón!. . . IE1 a-nlllo . . . E n la n o ch e c a lla d a L le g ó la v ib ra c ió n á tu s oídos: D el g u ita rro : la n o ta a p a sio n a d a , D el b an d o lín : la risa a lb o ro zad a, Y del v io lín , lo s flé b ile s quejidos! E l g a la n te tro v a d o r E sp e ró con á n sia loca, Q ue d el cáliz de tu boca S a lie ra com o u n a flor, U n a p a la b ra de am o r;— Y ¡oh delicia! ra d ia n te ap are c iste , E l p echo d el g a lá n , la tió de am o res Y en m edio de tu s flores: ¡Adiós! ¡adios¡ d ijiste C on tu a c e n to cu aja d o de prim ores! II E n tu s dedos de m a rfil L a jo y a u fan a lucía, Y e sp arcía L a p ie d ra —que el ra y o h e ría — E n co n to rn o , luces m il. O bediente á la in q u ie tu d D e tu a rd ie n te ju v e n tu d , L a jo y a sie m p re ju g a b a E n tu s dedos, y b rilla b a Com a la e s tre lla del Sud; ¿No sab e s lo q u e p a s ó ? ... P o r tu voz de q u e ru b in e s Q ue u n in s ta n te resonó: E l g a lá n n o m ás c a n tó , T e e n v id ia ro n los jazm in es, E l g u ita rro enm udeció, C a lla ro n lo s b a n d o lin es, L a ro n d a tr is te m a rc h ó Y h a s ta en le ja n o s co n fin es T a n solo ¡adiós! se escuchó!.. I sm ael C o r t in a s . T al, que so n rien d o e x c la m a b a n L o s qu e e n to rn o p u lu la b a n : P rim a v e ra de 1904. DlSOLiUCIÓH DE UR GUARDIA flACIONflU Mudanza L e y e n d o la ú l t i m a o r d e n del día forzosa B atallón 4.° JRPB ............ . 1... El comandante Eduardo Iglesias A rre g la n d o las c a c h a r p a s A casita... B a t a l l ó n 7. ° ) Batallón E s p e r a n d o . . . los n i q u e ls M unicipal La o f i c i a l i d a d d e l 2.° d e C a b a l l e r í a Los ‘ ‘ B e n j a m i n e s ” La ú l t i m a g u a r d i a del R e g i m i e n t o B a t a l l ó n l.& j ENRIQUE KUBLY Y ARTEA&A El periodismo nacional ha perdido la sema­ na pasada á uno de sus más ilustrados repre­ sentantes: Enrique Kubly y Arteaga. La vida de Kubly es una continua sucesión de luchas y de cambios de rumbo; su persona ha sido independiente y ha estado también (es de lam entar) sometida á la voluntad de otra. Pero no vamos á juzgar aquí su actuación pública. Solo deseamos dejar constancia de nuestro pésar y de nuestro tributo do admira- ce de la lista de periodistas ilustres uno de los últimos de la generación fuerte, de la generación que estaba acostum brada á la lucha sin términos medios. Paz eterna para el espíritu inquieto, que si S e p e l i o del s e ñ o r Kubly cometió desafueros tuvo perennem ente la disculpa de un desinterés absoluto. JUAN FRANCISCO MENA Cabeza del busto de Kubly por Morelli eión hacia el colega caído en m itad del cami­ no de la vida. En diversos diarios fundados por Kubly demostró cuan vastos eran sus conocimientos y que sutil espíritu guiaba su pluma. La sátira, la m ordacidad, la oportunidad en la crítica tenían en K ubly á su más ca­ racterizado representante. No hace aún mucho tiempo sus «Siluetas de Palacio» causaron la adm iración de los lec­ tores de La República é hirieron profundam ente al m andatario que las inspiraba. Después de una vida de continua lucha, con altos y bajos, con prosperidades y desengaños, K ubly m uere repentinam ente y conJéLdesapare- De una m anera im prevista murió días pa­ sados el señor Juan Francisco Mena, hombre de carácter y de prestigio en las filas nacio­ nalistas. En estos últimos tiempos había actuado en la m inoría aunque no de una m anera activa. El señor Mena estuvo durante muchos anos S e ñ o r Juan tntiorío «lo! «*»Aw( Mana Francisco Mena alejado del país, en la República Argentina, donde desempeñó algunos cargos en la adm i­ nistración. Al acto del sepelio del cadáver asistió m u­ cha concurrencia, haciendo uso de la palabra los señores doctor Eduardo Vargas y Solano A. Riestra. PARgUE CENTRAL Fué sin disputa al­ guna una expléndida ñesta la que el dom in­ go pasado se realizó en el Parque Central á beneficio de la Ju n ta Central de Auxilios. La tarde no favore­ ció sin embargo, á los iniciadores del festi­ val, pero de todos mo­ dos el hermoso parque se vio concurridísimo. Se hizo allí de todo El p a l c o e n e i lo que hay que hacer cuando se ponen en jnego los músculos: ca­ rretillas humanas, tirar la bala, football, pe­ lota, carreras de obstáculos, carreras de resis­ tencia, etc. La novedad de la fiesta fué sin disputa la gabota bailada por un cuadro de ciclistas mon­ tados. Todo el mundo esperaba eso con verdadera curiosidad y por cierto que no quedaron de­ fraudadas las esperanzas de los que esperaban Los c i c l i s t a s LA FIESTA EN LOS POCITOS El tiempo no se mostró benévolo al ini­ ciarse la tarde del domingo pasado y las fies­ tas realizadas en los Pocitos estuvieron á pun­ to de fracasar. Como se había establecido de antemano los festejos se iniciaron el sábado y el domingo continuaron y term inaron. Hubo de todo: fue­ gos artificiales, piílata, rompe cabezas, m úsi­ ca... (Mi una palabra lo de siempre en estas clase de fiestas popu­ lares. Los muchachos hicie­ ron de las suyas, acu­ diendo á todos los pa­ satiempos. Hubo mu­ chas caras sucias, mu­ chos megullones, mu­ chos palos dados en el aire y muchas disputas, porque era imposible que el e t e r n a m e n t e ver algo novedoso. Esnúmero del program a fué de los más lu­ cidos. Y ahora la nota ju s­ ticiero: formaron la comisión de honor, ba­ se del éxito de la fies­ ta, los sefiores: C. Sturzenegger, C. Schubert, J. J. Eisso, Eduardo Laussac, A. Strausch, Alberto D’Angelo, O. Bottini, Edmundo Acevedo, A. Basaiíez (hi­ jo), H. W endeburg, E. Parque Central Schmidt y L. Lausac. Algunos detalles para term inar: La carrera de Postas, uno de los números más originales, fué ganada por el team del Club Nacional de Regatas. Todos los demás núm eros del program a fue­ ron llenados debidam ente y aplaudidos por la concurrencia. Al final una comisión de distinguidas da­ mas distribuyó los premios á los vencedores de las diferentes pruebas. Jugando... igual espíritu hispano no se revelará en estas aglomeraciones públicas como se ha revelado ya en oti-as ocasiones. Pero lo principal de los festejos fué el par­ tido de football jugado entre el Club Nacional y el Club Cambridge. La comisión organizadora de los festejos portóse galantem ente con los jóvenes jugadores pues además de conducirlos en tren expreso hasta la cancha, los ob­ sequió con un buen ser­ vido lunch en el Hotel de los Pocitos. Con tres hurras es­ truendosos dados pol­ los jugadores en el mo­ mento de regresar á la ciudad agradecieron á la referida comistón sus atenciones. Componían el cuadro vencedor del partido los jóvenes Atilio Bianchi, Aníbal Falco, Mar­ cos Frommel, Aníbal Rovegno (cap.), César Pérez, Rafael Bordabehere, J . Arrachaederia, G. Rincón, J . González Lucro, R. Duarte, O. Ghio. Referee: II. Ballesteros. Jueces de raya: Antonio Méndez y Santiago Puchet. En cuanto al complemento de la fiesta: los fuegos artiñciales, diremos que estuvieron á la altura de los antecedentes del pirotécnico Primucci. Lástima que el fuerte viento reinante no deió que las piezas se quem aran á gusto... de Primucci, naturalm ente y ese fue el con­ tratiempo más grave de la fiesta. La iluminación, adornos de casas particu­ lares, etc., muy novedosos y bonitos. El partido de football entre el Club Na­ cional y el Cambridge fué la nota más intere­ sante de la fiesta. La lucha fué reüida, los «muchachos» de uno y otro club estuvieron á la altura de sus A v u e l t a s con la s a r t é n : La P i ñ a t a antecedentes, demostrando ser verdaderos y ex­ pertos footballistas. El público se interesó en este partido y los burras se repitieron entusiastas. A la terminación del partido una comisión de damas hizo el reparto de los premios á los vencedores: hermosos objetos de arte. De noche la comisión de festejos dió ájlos jugadores de football un espléndido lunch en el Hotel de los Pocitos. Hubo m ucha animación y se bebió una co­ pa de champagne en honor de los que habían salido victoriosos. De noche los jugadores regresaron al cen­ tro en un tren expreso, y en momentos que en la «terrasse» estaba la fiesta en todo su apogeo. Resúmen: Que la comisión organizadora de las fiestas puede estar satisfecha del resultado ob­ tenido, un resultado que ha dado animación al simpático pueblo de los Pocitos, alegrando las calles solitarias durante los meses de invierno, llevando el bullicio y la animación á la plaza que solo las olas habían acariciado en la fría estación. Los Pocitos resurgieron una vez más á la vida intensísim a de sociedad y hubo «flirteos» y entrevistas tiernas, palabras furtivas, prim e­ ras comunicaciones de alm as.... P ara algo sirven estas fiestas!... Puede dedirse que las noches del sábado y domingo fueron dos anticipaciones á las gran des y aristocráticas xoirées á plein air que nos trae el verano como obsequio primoroso. LA NOTA TRÁJICA Terminarem os nuestra resefia ilustrada de los sucesos más im portantes ocurridos la sema­ na pasada, con la nota roía: un crim en por celos. Una m ujer hermosa, un am or llevado á... los extremos, un am ante celoso y fiero, disgus­ tos, rifias, acechanzas, una sospecha, una sor­ presa y el drama, al final del cual la m uerte se encarga de correr el telón. Dicen las crónicas que el m atador, Luís Conde, se entregó á la policía en la puerta de la casa donde se efectuó el crim en (Pasaje Ra­ mírez). ¡Mucha serenidad, caram ba!... Y esplicable, por otra parte, porque para m atar á una mujer poco se necesita. Estos crím enes debiera la ley punirlos con m ayor severidad. El hombre que mata á una m ujer indefen­ sa es sencillamente un cobarde. ^ ^ La c a s a d o n d e s e e f e c t u ó e l crimen H istoria- m - a n d a n a q_-u.e parece c o m e d ia ((CONTINUACION ra la satisfacció n de los n e rv io s so seg ad o s, tenido la v e lad a c o n f o r ta b le ... E n la sa la de esp era se despiden. — B uenas noches, m a m á ... — B u en as noches, s e ñ o r a ... —B u en as noches, h ijo s. . . cru z a d o s d e la n te .le M a tild e que c a lla . . c a lla in fin ila m e n te . .. ) ¡Cómo callas!, . e x c la m a -¡Cómo c allas, eh!. sacu d ien d o con im p a c ie n c ia la cabeza. N o sé p o r qué m e casé contigo! M a t il d e se ex tre m e c e en to d a u n a v ib ra c ió n y se in c o rp o ra en un ad em á n . Su p ie l re tro c e d e a l b lan E S DEN A I I I co m a y o r.—¡A lberto! ¡A lberto! ¡te a tre v e s á d ecir eso !. .. P o r qué te h a s casado conm igo, p re g u n AI.IÌERTO M A T H .DE ta s ! . . . ¡Y lo sé yo, acaso? ¿Lo sé y o ? . .. Yo, que d e sp u és de c u a tro añ o s, a u n m e p re g u n to si verM atild e y A lb e rto e n tr a n en su s h a b ita c io n e s. d a d e ra m e n te te quiero, si so y c o m p le ta m e n te tu y a , A l b e r t o , que p e n e tra ú ltim o c ie rra con p re s ­ con to d a esa g e n e ro sid a d lo ca del a m o r enloqueteza la p u e rta . D espués, se v u e lv e b ru sc a m e n te c id o ? .. . N os conocim os, b ie n sabes, en u n a n o ch e h a c ia su m u jer que se h a tira d o con a b a n d o n o so ­ de te a tro , á tra v é s de u n o s g em elos que tie n e n la b re un so fá.en fu n d ad o de b lan co . Sus b razo s p u e sto s fa lse d a d de a g ra n d a r la s co sas. . D espués, te hicisen a lto com o un te s am ig o de m is p a r de am enazas, p rim o s p a ra v e ­ tie m b la n de v i­ n ir á los recibos b ració n n e rv io sa que se d a b a n los á c ad a g e sto de v ie rn e s . . . b i e n - 5.V t.Hlph su s p u ñ o s que se re c u e rd a s . . . Y el a p rie ta n con r a ­ cap ric h o d el te a ­ ? 1 J l, b ia . L o s o d io s tr o se h izo fo r­ co m p rim id o s p o r m a l. .. Y n o s c a ­ p ru d e n c ia s y am e­ sam o s. . . Y o c re í d re n ta mi en tos de que p o r a m o r. .. p o b res de e sp íri­ D e s p u é s .. . d e s ­ tu , e s ta lla n con pués... ¡Dios mío! fra g o r y espum as v i que n o . . . v i de c a ta ra ta s v e n ­ el de s e n g a ñ o ... cedoras). — ¡M a­ T ú lo h ic iste s p o r tild e ! ¡ M atild e ! que éram o s 'ric o s ¡Van á a c a b a r con­ y y o e ra u n b u en W / r Z i 'i » jy h m igo!. . . C on mi p a rtid o . .. y y o . . p a cie n cia. . . con yo, (encojiéndose m is m i r a m i e n de h o m b ro s) yo t o s .. . E sto es inn o sé p o r q u é lo s o p o rta b le !. . . E s ­ h ic e .. . Me a g ra ­ to no pued e ser... d ab as . . . n o m e N o puede s e r . .. d isg u stab as... m e ¡no señor! A quí h a la g a b a s m u h a y uno dem ás: ó tu cho. . . m e m e n tis te s de a m o r a lg o . . . Y creyen* dos! ¡No puede ser!. . ¡No p u ed e ser! (A lb e rto do te n e r y o ta m b ié n aq u í algo;. . . (llev án d o se cam in a con rigideces de co m p ás p o r la a lfo m b ra la m an o a l c o ra z ó n ). . . m e e n tu sia sm é te d is c re ta de la sa la á o scu ras. H a b la á tro zo s, á l a ­ dije: b u e n o ... M am á n o te q u e r í a ... Hú lo" satigazos. C uando h a b la se en ro jece y b a ja la v is ta b e s . . . t ú r e c u e r d a s ... M e ech ab a en c a ra tu pocon u n a v e rg ü e n z a y u n m iedo de su v a lo r de to r m e n ­ b reza, la in u tilid a d de tu c a r r e r a . . . Y o . . . !y y a ta de v e ra n o a n te su m u je r b u e n a m e n te h e c h a á m u ­ ves! tie n e s que a g ra d e c e rm e siq u ie ra e s o . . . lu ch é ñ eca esposa de u n m uñ eco esposo. C uando c a lla m ira á to d o lo q u e p u d e jia ra v e n c e r su n e g a tiv a . . y M atild e á m edios ojos, en u n a e sp era. . .E s ta tir a d a á lo lo co n seg u í. . . A h o ra veo q u e a q u e lla m i lu c h a , la rg o d el m u e b le m u elle, le d eja d ec ir y a n d a r y ca ­ que a q u e llo s m is deseos, n o e ra n m á s que c a p ri­ lla, c a lla con m u c h a a n g u s tia y m ucho m iedo d e n tro , ch o s de c h iq u ilin a q u e desea u n a n to jo y se mo m u y d e n tro de aquel flo recim ien to alb o y le v e de e n ­ r ir ía h a s ta co n se g u irlo . . . E so . . . e n tu sia sm o s de cajes rizad o s y su av es que d e sm a y a n la in c o n siste n c ia m u c h a c h a ... C o s a s ... (M atild e h a b la con calm a, de su tra m a sobre el a b a n d o n o v o lu p tu o so de su d u e ­ d esp acio sam en te, con tra b a jo , triste m e n te . A lb e rto ñ a. U n b razo se d obla -p o r bajo*fte la n u c a y a b re el e scu ch a in m u ta b le ). . . Y h o y te q u ejas de m i m a ­ escote lig ero . U n a e n tre íttz m iste rio sa e n se ñ a la sos­ d r e . . . N o tie n e s p a c ie n c ia ... T e p o n es in s o p o r­ p ech a do u n sa n tu a rio , com bas de cú p u la s que tie m ­ ta b le . .. V ienes, rev u e lv e s, g rita s, te quieres im ­ b lan . . . án fo ra s re p le ta s que p re su m e n su í c o r . . . cíelos p o n e r. .. N® sabes q u e estás en la ca sa de m i b lan co s . . U n a lie n to tib io de p erfu m es su b e del s e ­ m a d r e ... Q ue to d o lo que v iste s es de e l l a . . . c reto a b a n d o n ad o de sus senos p q r el a m b ie n te . . . Q ue to d o lo que g a s ta s es de e l l a . . . Q ue to d o H u elen a lie n to s de ca rn e s jó v en es como deseos que lo que com es. .. b u s c a n . . . U n a m ano a c a ric ia la im p acien cia de sus A l b e r t o , (in te rru m p ie n d o )— E so es ech árm elo n e rv io s p o r la su av id ad de la piel del cuello d e sn u ­ en c a r a . . . E so es in s u lt a r m e ... dó. . L a s carn es de b la n c o m a rfil p alid ecen e n tre la M a t il d e , (b u e n a m e n te )—No, n o A lb erto ; n o es d eb ilid ad d é la s sedas con ritm o s v a g o s ... A la lu z in s u lta rte , n o es e c h á rte lo en c a r a . . . E s . . . es de la a ra ñ a encendida, so rtija s de b rilla n te s ilu m ique es la v e r d a d ... la p u ra v e r d a d ... t ú com ­ n á n com o e s t r e l l a s ... p r e n d e s ... A m a m á le debes t o d o . . . ! A lb e rto se d etien e de p ro n to con lo s b ra z o s A l b e r t o —¿Y q u é q u ieres que h ag a? ¡Tú v e s . . . Ha M a t il d e —Sí, yo v e s . . . Q ue tú tie n e s la c u l­ p a . . . Como tú h a y m u c h o s ... Y o s é . . . P e ro lo que yo te digo, es que n o tie n e s ra z ó n de im p o ­ n e rte en casa ajen a , en casa que n o t i e n e s . . . n i creo que a u n m u je r. . . A l b e r t o , (cojíéndola de u n b razo con b ru s­ quedad) ¿Q ué dices, M atilde? M a t il d e , (después de u n a v io le n c ia ). . . Sí, A l­ b e r t o ... Y o no sé lo q u e p a sa p o r m í . . . ¡A v e­ ces te q u iero u n p o c o . . . A v e c e s . . . te lo c o n ­ f i e s o ... m e eres in d if e r e n te ... (G im o te a n d o ) ... T a m b ié n ... desde q u e nos casam o s n o m e h a b é is dado m ás besos n i m ás a p a sio n a d o s que á m i m a ­ d r e . . . N in g u n a d if e r e n c ia ... Se p u ed en c o n ta r la s c a ricias q ue m e h a s h e c h o .. . Se p u ed en c o n ta r lor. Se re s tre g a con los e x tre m o s de lo s ded o s lo s ojos m ojados. L uego, fu n d a su b a rb illa m e n u d a solare u n a m ano, y se q u e d a g im o tean d o en u n a a c titu d de p e n sa m ie n to d o lo ro s o . .. A m b o s sile n ­ cian u n o s m in u to s, que el relo j de la c h im e n e a c u e n ta m o n ó to n a m e n te . . . Y en la e sta n c ia c a lla ­ da, la h o ra se re v u e lv e con u n b rev e so n a r de cascab el, y u n a c e n to re p e tid o c u a tro veces de p a lo m a de la selv a, su e n a en el espacio com o u n a h u rla m is te r io s a .. . E l m a trim o n io se e stre m e c e y esc u c h a m o rir lo s ú ltim o s so n id o s. . . A fu era, d u e r­ mo un g ra n s u e ñ o . . . A l b e r t o , se p re c ip ita d ee p ro n to , de ro d illa s á los pies de su m u je r. H a y e n su ro s tro cien a n ­ sia s y cien g e sto s de c o r a je . .. L e coje con p a- I m, ilJl1 : la s v eees qu e h a s e n tra d o á m i a l c o b a . . . (M a til­ de h ace u n silencio. L u eg o , con re so lu c ió n ): D im e: H e te n id o y o acaso esa fe lic id a d con que D ios p re m ia á to d o s los c a s a d o s .. . ? ¿H e sido y o tu es­ p o sa. . . ó tu m u j e r . . . tu c o s a . . . tu p o rta m o n e ­ d as . . . ? ¡C uatro años, D ios m ío, y . . . sie m p re la m i s m a ... u n a c ria tu ra g ra n d e , u n a m u c h a c h a sin m á s v a l e r . . . u n a m u ñ eca de a d o r n o . . . u n a m u ­ je r so lte ra que tie n e u n c o m p a ñ e ro . . . ta m b ié n s o l t e r o ... D os so lte ro s que v iv e n j u n t o s . . . si esto es v i v i r . ..! A l b e r t o , (con im p e rtin e n c ia ). . ¿Y qué quieres? M a t il d e , (con aso m b ro , a c o lo rá n d o se ) — ¡Qué quiero! ¡Qué qu iero m e d ic e s!.. . Q u ie ro .. . (D eci­ did am en te) que t ú seas h o m b re !. . . (S aca de e n tr e u n p lie g u e de la b a ta u n a m in ia tu ra de p a ñ u e lo d e seda b lan co bo rd ad o en re a lc e de flo re s de co- .Ai lo w ti Jf» '* ' ' » - z - r m y 's sió n los b ra z o s d esn u d o s que so stie n e n la s m e ­ jilla s a f i e b r a d a s ... Y le b u sc a lo s o jos co n lo s s u y o s ... Y le ru e g a la m i r a d a . . . Y le h a b la m ise ric o rd io sa m e n te com o u n co n d en ad o . — ¡M a­ t i l d e ! ... ¡M atild e buena! ¡P e rd ó n a m e !... ¡P e rd ó n a ­ m e ! ... ¡No se a s así! D esde a h o ra seré ese h o m b re q u e tú l l o r a s . . . E m p e z a re m o s á v iv ir de n uevo. B o rrem o s el p asad o , que fá c il es c u an d o e l q u e re r lo q u iere. H a y d e n tro de m í u n d e sp e rta m ie n to que m e p u ls a lo s n e rv io s y m e e n e rv a la v id a de m i sa n g re . . E m p iezo á c o m p re n d e r n u e s tra so le­ d a d de frío . E m p ie z o á s e n tir el re m o rd im ie n to de tu in v ie rn o n u p c ia l. . . (Con lo c u ra , so rd a m e n te , fr e ­ n é tic a m e n te ) Soy tu h o m b re, M atilde! M atild e, v ib ra , o n d u la , tie m b la d e fie b re , b a jo el a lie n to v e n c e d o r de a q u e lla s c a rn e s de v a ró n p u l­ sado, y sa b o re a v o lu p tu o sa m e n te la e sc la v itu d de u q u e lla c a ric ia qu e e n tr a p o r la s sed as h a s ta la p iel com o u n v a h o de v e ra n o s e n s u a l . . . — ¡ O h ... s í ! . . . m u rm u ra ag o n iza n d o y se a b a n d o n a co n todo el a b an d o n o de u n ca n sa n c io m u y g ra n d e que h a d u rad o m uchos a ñ o s . . . E l re lo j rim a la a rm o n ía de a q u e lla lo c u r a . . . A tr a v é s de la s p e rsia n a s, lle g a de lejos u n r u ­ m o r com o u n h o sa n n a que se a c e r c a ... Y p are á n d o se los ojos y el a lie n to y en c a d e ­ n an d o la s m ira d a s desde a d e n tro , cerca, ta n cerca que los la b io s tie m b la n en la v ecin d a d del beso, el m a trim o n io bebe b o rra c h a m e n te la m iel v irg e n de un tá la m o o lv id a d o ... A l b e r t o —H e p ensad o , M atild e m ía, que p a ra g u s­ t a r el sa b o r sab io de la f r u ta o lv id a d a de n u e stro h u e r­ to , es n ecesario h u ir de a q u í . . . H u ir c u a n to a n ­ t e s . . . L e j o s ... L ejos de este n id o a j e n o . . . D e este n id o p r e s ta d o . . . D e e ste n id o v iejo que tie ­ n e v ie ja s h is to ria s de a m o res m u e rto s . .. D esnudem os el a lm a á la p u e rta de e sta casa ajen a, de su a m b ien te e sc la v iz a n te que n o s vence con sus p reo cu p acio n e s y sus c o n d escen d en cias. . . D ejarlo todo, egoísm os, convenciones, m ied o s v e r ­ g o n z a n te s y a c titu d e s de c o rd e ro .. . T e n e r el v a lo r de no s e r n a d a p a ra e sp e ra rlo to d o . .. S a b e r de ja r el cóm odo b ácu lo del m en d ig o p a ra ir á b u s­ c a r la d ich a p ro p ia lu c h a n d o te m e ra ria m e n te con el m iste rio de la v i d a . . . E l a m o r q u ie re se r D ios p o r q u e es hijo de los d io s e s .. . E l a m o r q u iere se r d é sp o ta p o r que no sabe se r e s c la v o . . . (S ecreta­ m e n te ) M atild e, h u y a m o s .. . M ás a llá de la re ja del so la r de tu m a d re el m u n d o es m u y g ra n d e . . . H a ­ gam o s n u e stro nido a u n q u e sea con e sp in a s. .. E l a m o r do lo ro so es el a m o r m ás f u e r t e . . . M a t il d e , (com o c o n te stá n d o se á sí m is m a ).. . T engo m ie d o . . . A l b e r t o , (b esán d o la a m p lia m e n te ). . . ¿Y si t u ­ v ieras de esto to d a tu v id a ? .. . D i. M atild e, lo s p e r­ d e ría s sin ll o r a r l o s ? ... (A lb erto le o p rim e e n tr e la ep ilep sia de sus brazo s, y le m ira la re s p u e s ta . . . Su m u je r in d ecisa sab o rea la fre sc a sen sació n de los labios, y a q u ila ta de u n g o lp e el p o r v e n i r .. . E l su eñ o es d o rad o . . . L a te n ta c ió n le fo rtific a la sa v ia d e sus v e n a s . . . E l a lm a se y e rg u e en tr iu n fo com o u n a ro sa ro ja que a b rie ra en u n s o p l o ...) M a t il d e , (con a lie n to se n su a lm e n te m o rib u n ­ do) .. . —V am o s. . . (Y no se dicen m ás. U n ab razo h a b la g ra n d e ­ m en te en el s i le n c io ... P e rfu m e s y a lie n to s e n ti­ b ia n la s a l a . . . E n ta n to , desde la ch im en ea, la voz d el re lo j p arece que a c u s a .. . D e p ro n to , A lb e r­ to se d e sp ren d e de su m u je r en u n a a c titu d r e ­ su elta.) A l b e r t o —V a m o s .. . T u capa, tu som brero, el m í o . . . V am os, M a tild e ...! (Y le tom ó el b razo y le a rr a s tr ó h a c ia la p u erta.) M a t il d e , (d eten ién d o se u n in s ta n te ). . . Y nos v am o s a s í . . . sin d e s p e d irn o s ? ... A l b e r t o , (so rp re n d id o ). .. ¿De q u é ? .. . M a t il d e —D e to d a s e sta s c o s a s ... T u v e s . . . en c u a tro a ñ o s. . . A l b e r t o , (cieg am en te)—Todo eso h a m u e r t o ... y los m u e rto s se o lv i d a n ... A n d a . . . V a m o s ... Como dos lad ro n e s h u y e ro n de la casa. L a s p u e rta s e n to rn a d a s en se ñ a b a n í^ c a m in o de la fuga. A fuera, c la re a b a el día. Y á la lu z in d ecisa de la p e n u m b ra, se m ira ro n u n in s ta n te . E s ta b a n v e stid o s de g ala, con los m ejo res tra je s, com o c u an d o se casaro n . E lla m u ch as sed as y m u c h a s g a sa s d el color de la s n u p cias, b lan co de e u c a ristía , b lan co de a zah ares, b lan co de v irg e n . . . E l reflejo b la n ­ do de la lu z n u ev a q u e a sc e n d ía p o r el cielo, le alu m b ra b a con luz suave la b la n c a lu z de la p iel sin s a n g r e ... A la e x a n g ü id a d v io le ta de la s o je ra s c u rv a s, lo s ojos a lu m b ra b a n como u n p a r de e stre ­ lla s n e g r a s .. . E l, de n e g ro recio, de cerem onia, de solem nidad, tr a ía á la m em o ria los sa lo n e s d eslu m ­ h ra n te s de la s fie sta s sociales, la s p o m p as d el b oato, lo s edenes del d in e r o .. . Solo a lg u n a s a rru g a s y a lg u n a s lan g u id e c e s re c o rd a b a n fre sc a s fie sta s de fiebres y lo c u ra s de n e r v i o s ... Y A lb e rto , a l con­ te m p la rse , pensó com o u n re lá m p a g o en su o rg u llo de v a ró n re v e la d o y en el secreto de que h a b la n la s c a rn e s d e sp ie rta s p o r la c a r i c i a ... Y sab o reó como u n tra g o de n é c ta r, la e m b riag u ez de la v a n id a d . . . L uego, hizo u n ad em án . —M ira, M atild e, la a u ro ra , la tu y a , la m ía, la n u e s t r a . . . U n d ía q u e em p ieza com o u n a h is to ­ r ia . . . U n a m o r que n a c e á la luz de u n n u ev o s o l . . . ¡O h !... ¡V ivir de n u e v o ! ... ¡R e v iv ir!... S en ­ t i r la sa v ia a rd e r p o r la s v e n a s com o fu eg o s que r u e d a n .. . ¡A b rir los ojos de u n sueño m a lo !. . . ¡D ejar la ja u la p a ra v o la r á g u sto !. .. E n tre lo s c a n te ro s de ro sa s y jazm in es, y á la m a la lu z que se m b ra b a el cielo, los esposos se a le ja ro n h a c ia donde n a c e n la i a u r o r a s ... E S C E N A IV LOS MISMOS—EL DÍA QUE NACE—LOS CAMPOS QUE DESPIERTAN A m an ece la m a ñ a n a tr iu n f a n te so b re los c a m ­ p o s d o rm id o s. L o s p rim e ro s a rre b o le s de la luz del n uevo d ía a sc ie n d e n p o r la c ú p u la c e le ste com o u n m a n to de oro encen d id o , y la s e s tre lla s tie m ­ b la n com o si tu v ie ra n frío , com o si tu v ie ra n m ie ­ do. Se a p a g a n . L a s fro n d a s re c o sta d a s so b re el fo n ­ do del cielo, se re c o rta n com o p ed azo s de g ig a n te s n eg ro s. Y la s so m b ras p re n d id a s á sus g re ñ a s con ra b ia de lu c h a se re p lie g a n sobre el suelo, en la lu ju ria esp esa de los p a sto s, y b u sc a n los rin c o ­ nes, y c o rre n con el p a v o r de la s catástrofe-,. Y la lu z en em ig a, que se tie n d e desde a rrib a s e re ­ n a m e n te , a m p lia m e n te , com o u n a llu v ia de oro, p e n e tra p o r la selv a, re s b a la p o r la s ría s o c u lta s y lo s p a sto s dorm idos, y a l a h u y e n ta r el m is te ­ rio de lo n e g ro que es a b rig o p a ra el su eñ o de la tie rra , p are c e u n a m a d re h a c e n d o sa que lla m a ­ ra á su s hijos, d e sarro p án d o lo s, y les dijera: ¡A nden, le v a n te n que es d ía ya! E l a m b ie n te ru m o re a . Se e sc u c h a n tro z o s de c a n to de h o m b res y de p á ja ­ ro s, la d rid o s de ja u ría , re s o n a r de ru ed as, tre p id a r de cam in o s em pedrados. A lg u n a s c h im en eas e n c u m ­ b ra d a s sobre casas b la n c a s, sa c a n su h u m o p e re ­ zoso á d o ra r al sol. A lg ú n c a m p a n a rio v ecin o b a l­ b u cea con to rp e z a la voz tr is te del A n g e lu s. E s el h im n o a l viejo P a d re R ubio. D esde la c a rre te ra , el m a trim o n io e scu ch a r e ­ v iv ir la tie r r a com o u n g ra n la tid o que em p.eza, m ie n tra s a n d a n sin dom inio, en la in c o n cien cia to n ta de u n a su g e stió n de a lm as. Y la p a re ja se a p rie ta de p ro n to los b ra z o s e n la z a d o s en el g es­ to de u n nudo, y se e strem e cen . E l a lie n to fre s ­ co y fra n c o de la b risa c am p e sin a íes re s b a la pol­ la s c a rn e s com o en u n beso la rg o que m uerde. A m bos se m iran . H a y en su s o jos a n sia s de re v elacio n es, so rp re sa s de v e rd ad es difíciles. Y u n o después de o tro , c o b ard em en te, e x c la m a n en u n m edio to n o erizado: — ¡Qué f r ío ! ... — ¡Qué frío !. .. á. su lado, á la c la rid a d le ja n a de la a u ro ra , u n o b rero re c o rtó u n in s ta n te su p e rfil sobre el fondo lu m in o so , com o u n b u sto que an d a . Y en u n escam o teo de la p en u m b ra , A lb e rto sin tió el e sp a n to de u n saco b u rd o que le ro z a b a a l paso. Se m ira ro n am p lia m e n te , se ex cu saro n , y el v ia n ­ d a n te c o n tin u ó el cam ino d el tra b a je , en u n a n d a r to rp e de p o b re h u m a n id a d que se a r r a s tr a con agobio. —U n o b r e r o ... m u rm u ró A lb e rto p o r lo bajo, y m ie n tra s re so n a b a con seco re s o n a r el paso b ru sco y ta rd o d e l b u e n h o m b re sobre el cam ino, aq u el se sin tió re s p la n d e c e r p o r d e n tro , com o una m a la lu z q u e se enciende, com o el d o lo r de u n a rev elació n . (S ig u e ) . M a n u e l M e d in a B eta n c o r t . La torre de la s ratas Los arzobispos de Maguncia Hotto I y IJotto II fueron dos malísimas personas. Del uno se cuenta que el mismísimo demonio lo precipitó en el infierno por el volcán del Etna; del otro no se sabe á punto fijo por qué camino fué á la ciudad doliente; pero sobran motivos para creer que está cociéndose en una de las calderas de Pedro Botero. Juzgue el lector el grado de posibilidad que se contiene en la anterior hipótesis. Allá, á mediados del siglo X, Hotto ú Othon, que con uno y otro nombre le designaron las an­ tiguas crónicas, era abad del monasterio de Fulda, de la ordende San Benito, fundado por San Bonifacio. Es de suponer que sus intrigas, más que sus méritos, le llevasen á ocupar la silla arzobispal de Maguncia. En tan alto puesto, en vez de ser un buen pastor de sus ovejas, se dedicó á trasqui­ larlas sin piedad. El ex abad de Eulda, además de cruel, era un avaro de tomo y lomo. Por en­ tonces las riberas del Khin fue­ ron devastadas por t e r r i b l e s inundaciones; perdiéronse todas las cosechas, y el poco trigo que pudo recogerse fué acaparado por el arzobispo con la sana in­ tención de revenderlo luego y embolsarse, como es consiguien­ te, una buena cantidad. Los pobres habitantes de los campos maguntinos perecían de La t o r r e de hambre. De suponer es que algunos se comerían á sus propios hijos, que de tales horrores hay ejemplos en aquella dichosa edad. El caso fué que, acosados por las torturas del hambre, acudieron á su obispo, al represen­ tante para ellos de Dios en la tierra, y en nom­ bre de Cristo crucificado, le pidieron algo del trigo en que rebosaban los graneros del palacio arzobispal. Pero Hotto, haciendo á tan justa de­ manda oídos de mercader, contestó que él no tenía su trigo para repartirlo como pan bendito, y que si tan hambrien-tos estaban los m agunti­ nos, que comiesen yerba ó se devorasen unos á otros, ó reventasen. La pobre gente, creyendo que lágrim as que­ brantan pellas, y hasta corazones como el de Hotto, rodeaban día y noche el palacio del arzobispo, pidiendo paná grandes y doloridas voces. Tanto griterío encendió en cólera al prelado, el cual mandó que sus guardias cargasen sobre la indefensa m ultitud, obligándola á encerrarse en una casería. Entonces Hotto tuvo una idea, que bien puede calificarse de luminosa: abrasar á toda aquella vociferadora mochedumbre, en la cual había mujeres, ancianos y ñiños. Y dicho y hecho. Los guardas del arzobispo rodearon de haces de lena la alquería, y allí entre las llamas perecieron, dando horribles alaridos, centenares de desgraciados. El bueno de Hotto contem plaba muy gozoso aquel espectáculo, y decía, riendo, m ientras sus víctimas gritaban, retorciéndose de dolor en la enorme hoguera: — ¡Eli, cómo chillan las ratas! Cuando el fuego hubo reducido á cenizas la granja y á los refugiados en ella, retiróse el arzobispo á descansar tranquilam ente, seguro de que y a no turbarían su apacible sueno los gritos de la exterm inada banda de ham brientos... Entonces ocurrió una cosa que bien puede calificarse de prodigio. En los calcinados es­ combros—según la frase de Víc­ tor H ugo,—como en las úlceras de Asuero los gusanos, comen­ zaron á brotar verdaderas le­ giones de ratas peludas, es puntosas, repugnantes; y toda aquella m ultitud, siem pre cre­ ciente, de horribles alim añas, como si obedeciesen una orden misteriosa, invadieron el pala­ cio arzobispal. Hotto, aterrado, corría de una á otra cámara; pero en vano: las ratas le seguían, le cercaban, se le subían por las vestiduras. Despavorido salió del palacio, pero las implacables alim añas le siguieron al través de los campos... En una isla del Khin se al­ zaba una torre formidable, fo r­ mada por gruesos muros, y cu­ las r a t a s yo interior estaba solamente alumbrado por estrechos saeteros. El prelado se arrojó al río, llegó á nado á la isla y se creyó en salvo cuando se vió dentrode la torre. Esa creencia se vió pronto desvanecida. Las ratas se lanzaron al río, llegaron á laisla, rodearon la torre, royeron las puertas, penetraron por los saeteros y, cada vez en m ayor número, chillan do como chillaban los ham brientos abrasados por el obispo, persiguieron al prelado, que lo­ co de terror, dando voces (le socorro, que nadie oía, murió al fin devorado por las feroces alim añas... Así refiere la tradición la m uerte de Hotto, arzobispo de Maguncia; pero, ¿no es verdad que al través del fabuloso relato se transparenta la verdad de un hecho histórico realizado por la justicia popular? Probablem ente la historia de La torre de las ratas no será otra cosa que una especie de sím­ bolo de la venganza del pueblo de Maguncia con­ tra infames acaparadores. Sea lo que quiera, encierra una enseñanza que no deben olvidar los que explotan en su provecho la m iseria de los desgraciados. Zeda. —Coraje que como anunciamos fué traído de Buenos Aires para disputar el Premio N a­ cional, fué floreado por Garrido sobre 2500 metros. Probablem ente será montado por Cocherito á quien por lo visto no lo asustan las suspensiones. —Pichinango, recientem ente traído de la playa está sano de su m anquera y se galopa. Sta r ter . A p r e c i a c i o u e s y p r o n ó s tic o s El domingo se disputará en el Hipódromo de Haronas el Premio de Honor en un tiro de 3500 m etros, la carrera de m ayor distancia que se corre en nuestra pista. Conservan la inscripción siete productos entre los cuales se halla el veloz pupilo del Stud Imperio que probablemente irá á la prueba, llevando un alivio de nueve y once kilos sobre el resto del lote. Si como se espera lvarthoum se decide á cruzar el río,dará gran real­ ce á la carrera, pues á pesar de que poco le ha favorecido la fortuna en cuantas ha disputado, hay que tener en cuenta la diferencia de caballos con que se ha medido, á los que se medirá. —Después de Karthoum la más indicada nos parece Amina que de un tiempo á esta parte está haciendo carrera bastante sugestiva y si hubiera lucha nada sería de extrañe que á último momen­ to la viéramos figurar honrosamente al final. Iguazú bien colocado con el peso favorecido que le dispensa la edad, podría dada su ligereza, hacer un buen papel, pero el tiro nos parece demasiado largo para que se sostenga en punta, única forma en que podría triunfar. El resto no lo considera­ mos con títulos suficientes para salir vencedores en la prueba. —El valiente hijo del Amigo es á nuestro ju i­ cio el más indicado para llevarse los mil pesos del premio y él será sin duda el favorito del público que ya conoce las bondades del simpático pupilo del Ecurie Chantilly, él será también nuestro can­ didato seguros de que no hará un mal papel. —Dará principio la reunión con el premio Karthoum. Ocho mediocres disputarán el premio que debe estar entre Mitón y Alta Gracia; nos­ otros pronosticaremos á ésta últim a, pero sin des­ conocer que tanto Terremoto como Yacaré podrán salir vencedores, sobre todo éste último si está en estado. Viene luego el premio Fido en la que reapa­ recerá Proclam a si se decide por esta prueba y F akir, un pupilo del Stud Tribuna, hermano en­ tero de Perícles. Krupp en la reunión últim a hizo una buena carrera llegando puesto con Hulano á quien venció en un match. Colula ganó de pun­ ta á punta la cuarta carrera, venciendo con faci­ lidad á Krüger. Sante M em oriegs la fija eterna; nosotros nos quedaremos, con Mont Pelée que con peso liviano no va mal colocado y si la monta no es mala, debe hacer algo. En seguida le toca el turno al premio de «Honor», y después al «Lidiador», para potrillos y potrancas de tres anos. Esta carrera á prime ra vista parece hallarse á merced de los dos primeros, ambos ganadores de clásicos pero la diferencia de peso puede hacer variar el resul­ tado. Nosotros aunque parezca extraílo daremos nuestro voto á una debutante: Gladys; algo se es­ pera de ella y nosotios... también esperamos. La quinta carrera premio «Artois» es una de las más difíciles de la tarde, pues tanto el prim ero como el último pueden vencer. La nove­ dad de esta carrera está en el debut de Coraje, un potrillo que se prepara á disputar el premio «Nacional». No vá con él nuestro voto porque no sabemos aun como se portará en nuestra pista, en cambio nos gusta K rüger que parece estar en buen estado. Term inará la reunión con el premio «Gue­ rrillero» sobre 2000 metros. Esta carrera es un verdadero rompecabezas, pronosticar el ganador es tarea sumamente difícil, pero como os ne­ cesario apartar uno, señalaremos á Proclama, que después del descanso puede figurar entre los primeros. En su ausencia nos gusta Vidalita. Nuestros pronóticos son: Premio «Karthoum»: Alta Gracia « «Fido»: Mont Pelee « de «Honor»: Karthoum « «Lidiador»: Gladys « «Artois»: K rüger « «Guerrillero»: Proclam a, en su au­ sencia Vidalita. EL PROG RAM A A causa de un accidente ocurrido á últim o m om ento, no damos el program a de la* c a rre ­ ras del domingo. Lam entam os el contratiem po y pedim os disculpa á nuestros lectores. No se repetirá. Primer concurso infantil DE C A R IC A T U R A S Queda iniciado hoy el prim er concurso infan­ til de B la n co y N e g r o . A todos nuestros peque­ ños é inteligentes lectores los exhortam os á que nos favorezcan con sus producciones y esperamos que no veremos defraudadas nuestras esperan­ zas. Y sin muchos prehám bulos vamos al grano: B A S E S La Dirección de B la nco y N e g r o prem iará con un hermoso juguete de valor de 10 pesos al niño ó niña no m ayor de 10 años que envíe la mejor caricatura de los dos siguientes personajes: 1. ° Excmo. señor Presidente de la República ciuiadano don José Batlle y Ordóñez. 2. ° General en jefe de las fuerzas revolucio­ narias ciudadano Basilio Muñoz. Las caricaturas deben venir en sobres cerra­ dos con un lema, el cual debe escribirse también en otro sobre que contenga el nombre del autor. El plazo para la recepción de caricaturas quedará cerrado el 25 de Noviembre próximo, debiendo publicarse el resultado del concurso el 2 de Diciembre. La caricatura prem iada se publicará el día 2 de Diciembre conjuntam ente con el retrato del autor. J U R A D O El jurado que dictam inará en este concurso lo componen los señores siguientes: H erm enegil­ do Sabat. Emilio Frugoni, A. Gutiérrez Rivera, Manuel Medina Betancort, y el Director Artísti­ co de esta revista. L as m áquinas de volar La lucha entre los varios sistemas de aeros­ tación es más reñida cada día, y la confianza que en el triunfo tienen los defensores del aviador va aum entando á medida que va que­ dando demostrado que para llegar á resolver la navegación aérea por medio de estas m áqui­ nas, sólo falta una condición: tener un motor que guarde, en peso y fuerza, la misma propor­ ción con el peso del aparato, que guardan los músculos motores de un ave con el peso del ave misma. Hoy se construyen ya motores muy liieros y de gran potencia, y, por consiguiente, hay motivos para creer que la principal dificultad está llam ada á desaparecer en breve. Aunque y a Leonardo de Vinci, en 1500, y Lunoy y Bienvenue, en 1784, anduvieron tras de inventar máquinas voladoras, los primeros ensayos de aviadores no se efectuaron hasta 1880, en cuyo alio un austríaco, Kress, demos­ tró la posibilidad del vuelo horizontal, aunque sólo en cortas distancias, por medio de un aeroplano de su invención. Fundándose, sin duda, en que el funciona­ miento de un aviador está copiado del vuelo de las aves, en 1891 el ingeniero alemán Otto Lilienthal construyó una m áquina voladora, cuya forma se asemejaba á la de un pájaro con las alas extendidas. Máquina de Berliner * ^ " Orville W right, ha llegado á recorrer 266 metros en una prueba y 800 en otra, v alién ­ dose de un aviador de 338 kilógram os de peso, con motor de 12 caballos y dos hélices. Las pruebas se realizaron reinando fuerte viento, y la velocidad á que llegó el aparato fué tal, que se calcula que habría podido hacer unos 55 kilómetros por hora. En los prim eros aero planos era necesario que el aparato partiese de una colina elevada; dos ó más hombres lo lle­ vaban corriendo hasta el borde de aquella altu ­ ra, y luego lo soltaban de pronto, y al en­ contrarse el aviador en el espacio con el timón ó por medio de unas alas se hacía más suave la caída y se daba la dirección deseada. Pero Mcquina de G a t h m a n n hoy, gracias á la aplicación de motores poco pesados, el aparato parte solo desde una altu­ ra relativam ente escasa, y luego sube algo más en el aire por medio de una hélice especial. Como quiera que uno de los problemas de la máquina voladora es el obtener un peso mínimo al mismo tiempo que un gran tamafio y no menor fuerza, se ha pensado en construir una especie de cometas en forma de tetraedros, y reunirlas luego entre sí. El profesor Graham Bell es el autor de esta curiosa idea, cuya ventaja consiste en que, según se van anadiendo cometas, va aum entando considerablem ente la superficie y fuerza del aparato, con solo un ligerísimo aumento de peso. Otro inventor, Luis Gathmann, se ha pre­ sentado como innovador; en su concepto, es un absurdo querer im itar con el aviador el mecanismo natural al vuelo de un pájaro, no debiendo haber entre uno y otro más sem ejan­ za que entre el movimiento de una locomotora y el de un caballo. Con estas ideas como fun­ damento, ha proyectado un «barco-aéreo auto­ móvil» que tiene todo el aspecto de un gigan­ tesco ventilador eléctrico horizontal, y que probablem ente no resultaría en la práctica tan excelente como en teoría lo encuentra su autor. En oposición á Gathm ann, el inventor del transm isor telefónico, Emil B erliner cree que el secreto de la navegación aérea solo consiste en im itar la estructura de las aves y los ele­ mentos de su vuelo. El que quiera conservar su estómago sano.no debe consumir otro aceite que el de olivas. Es por demás sabido que no hay aceite mejor, ni más puro. Véndese en todos los almacenes en [latas de 2 y 2 1/2 kilo. Unicos receptores en el Uruguay PETILLON, GAL1MBERT1 Y Cia. 230 - Avenida de La Faz - 232 MONTEVIDEO E r lie ß e ^ ¡Jd. los @igarrillos e Ä P R ie n e s <Jjam6a Qafé JU cfîuevo Claris 5cVerino San pomati Casa especial en café, licores y bebidas finas DE FABRICA DE SOMBREROS Ju an A bal P a r a se ñ o r a s , s e ñ o r ita s y n iñ a s Ventas por mayor y menor E S P E C IA L ID A D En sombreros de castor, paja y fantasía BUENOS AIRES 221 al 223 Al lado de la Exposición de Industrias acionales Teléfono “ La U r u g u a y a ” 1407 M O N T E V ID E O CÁLLE CUIDASELA Esq, FLACA INDEPENDENCIA M O N T E V ID E O Un toda casa arreglada no debe faltar el Catálogo y precios corrien­ tes de la P ro v isió n K iss de Barcelona y Ferrari. 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El doctor Bollará realiza estos viaies en carácter semi oficil y es además corresponsal del im portante diario parisién Le Fígaro. No hay porque decir que nuestra adquisi­ ción es de suma im portancia y que nuestros lectores nos la han de agradecer. He aquí ahora el sumario del libro á p ubli­ carse en folletín ilustrado y pronto para encua­ dernar aparte: DIEZ AÑOS DE lidades. Actua­ ® Aparece todos los viernes alas 8 a. m. PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN P o r tre s m eses en la c a p ita l . ¡> seis » » » » un a ñ o » » $ 1 .2 0 »2.40 »4.50 T a r if a de a vis o s c o n v e n c io n a l N úm ero su elto lO cen tesim o s VIAIE M arsella—Niza—Monte Cario—La «riviera» —Génova—T u rín —Superga—Milán—Como y los lagos—Venecia—F irenze—Roma—Napoli y Pompei—B rindisi—Corfú y el castillo de M iram ar— Corinto —Píreo — Atenas y su Acrópolis — Patrasso. Del Pireo á Salónica—los Dardanelos—Cons­ tan tinopla—Scutari. Esm írna —Damás — B eirut — Zale—Betlem— Jerusalem —Porto S aid —Suez. 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