EMPRENDIMIENTO E INNOVACIÓN EN COLOMBIA, Es increíble cómo las personas están capacitadas para sincronizar sus ideas, tener coraje e ingenio para dar una postura, o crear un plan acción generando consecutivamente cambios positivos en nosotros mismos y para las comunidades, esto es posible partiendo de un impulso alimentado por el poder del emprendimiento, además del poder del cambio, esto nos concede un abanico de oportunidades para empezar a proyectar nuestras visiones, recreando y poniendo a prueba las ideas emergentes que en el camino van apareciendo. Todos nos hemos preguntado por qué el tema de emprender ha ido evolucionando contundentemente de manera positiva en las sociedades, pero esto se traduce a las ganas de buscar otras formas de ganarse la vida a través de la creatividad, la innovación, el reinventarse y poder adquirir ingresos que mejoren su calidad de vida, pero es importante que lleguemos a materializar lo que estamos planeando, que no simplemente se queden en el mar infinito de ideas olvidadas. ¿Por qué las personas deciden emprender? Hay que aclarar que las personas que hoy en día emprenden, o tienen proyectos nuevos e innovadores, no nacieron con estos dones, sin embargo, lo que sí es cierto, es que atraviesan por un proceso que los va alimentando poco a poco, ya sea teniendo como base el medio que los rodea, las metas que se colocan día a día, las ganas por seguir adelante, el amor a realizar lo que les gusta y apasiona, o incluso impulsados por la necesidad de generar ingresos por la falta de empleo, pero sobre todo, se ven atraídos por la capacidad de asumir riesgos por un bien propio y colectivo, y además conocer qué es lo que hay más allá de su zona de confort, esto genera en ellos un atractivo por perseguir la esencia de lo desconocido y poder llegar a plantearlo a un nivel empresarial, además de querer conocer otras visiones y perspectivas que ayuden a motivar y darle un empujoncito extra dando paso así a nuevas estrategias y modelos a seguir. emprender e innovar va mucho más allá de iniciar un negocio, estas personas deben ser flexibles, sobre todo cuando están en el inicio de una nueva aventura, ya que estarán expuestas a muchas situaciones donde estará en juego su capacidad para asumir retos, el hecho de mantener una unidad de mando y se verán obligados a tomar las decisiones más sabias evitando así a toda costa una inestabilidad comercial, económica y sobre todo emocional. En el transcurrir del tiempo los negocios que nacen a partir de ideas innovadoras han sido propicios para el logro de la unión a nivel mundial de comercializar e interactuar entre diferentes culturas. Si nos ubicamos en el contexto colombiano, ¿qué importancia le genera al país tener un público emprendedor e innovador? A los gobiernos en general, les interesa tener diseños de planes, programas y proyectos, que en este caso les ayude a generar progresivamente la activación de la economía, y esto se produce a través de la creación de empresas y nuevos negocios, mediante la innovación y el emprendimiento; contradictoriamente, en nuestro país este sistema que busca promover el desarrollo social, cultural y económico a través del emprendimiento innovador, avanza de manera desacelerada, ya que no existe el enfoque suficiente hacia esta población, debido a que no hay una buena administración de recursos, lo que frena de cierto modo la evolución de nuevos mercados, y por ende, la creación de pequeñas, medianas y grandes empresas. ¿qué es lo que estamos haciendo mal? ¿qué nos hace falta? Uno de los mayores retos para un emprendedor innovador es poder sentir el apoyo en el entorno donde vive, ya que de allí mismo podrá tomar los recursos necesarios para poder darle forma a su proyecto, pero todo lo anterior parte de una base fundamental que es la economía de un país, la capacidad financiera que tienen las empresas y el nivel de creatividad de los individuos que hace que todo sea posible y puedan así mismo construir desde cero su idea. Según Juan Andrés Vásquez, gerente de inversiones de promotora, firma que se especializa en gestiones de fondos de capital privado y banca de inversión, el problema no está en la dificultad para desembolsar recursos a las compañías, sino en que no existen fondos de Venture capital suficientes en Colombia, para así poder invertir en las oportunidades de crecimiento acelerado que necesitan las empresas para poder mantenerse en el mercado actual. Lo que eventualmente va a ir desplegando una serie de dificultades para que el país resalte económicamente a un nivel global. Sabemos que existe una estructura clave que desarrolla el impulso, crecimiento, proyección y avance que sirve de herramienta para los países con relación a su economía, y que se nutre principalmente de los individuos como base, los cuales serán un pilar a la hora de generar movimientos inteligentes para la creación de nuevos emprendimientos o proyectos, ¿cómo podemos potencializar a los individuos para que haya una generación y difusión de conocimiento para la innovación? Es importante que el país brinde estos espacios de interacción, donde prime el desarrollo personal que va a repercutir en un futuro a la sociedad. Una de las variables que relaciona el comportamiento emprendedor es la educación, ya que esta le brinda a las personas las herramientas bases para poder crear proyecciones de vida y le permitan cultivar en ellas alternativas o iniciativas claves para el desarrollo del emprendimiento innovador, pero si analizamos el terreno Colombiano, podemos afirmar que no nos están proporcionando las oportunidades educativas a las que tenemos derecho, ya que hay una alta tasa de desescolarización, y esto lo podemos constatar mediante un informe presentado por la organización de la sociedad civil Niñez Ya, que nos demuestra que el 62% de los jóvenes que terminaron el bachillerato no lograron acceder a educación superior, y el 40% de los niños y niñas que no asisten al colegio están en zonas de conflicto armado o de alto riesgo. Esto apunta directamente a un desequilibrio que afecta las bases para generar una sociedad que esté en pro del progreso hacia el desarrollo de la economía del país, ya que la población carecería de conocimientos clave y experiencia, además de la preparación necesaria que alimentarían notoriamente la esencia del espíritu emprendedor e innovador, con base a lo anterior, si un individuo tiene habilidades propias, pero si no es complementado con una educación óptima, será un poco más complejo poder desarrollar sus proyectos ante la sociedad. Si Colombia quiere generar cambios positivos en materia de innovación y emprendimiento, deberá enfocarse en hacer grandes inversiones a la educación del país, ya que este sería el semillero para nuevos empresarios que quieran crear otros tipos de mercados, e incluso proyectarse a mercados extranjeros, generando importantes avances para el crecimiento de la economía del mismo. Por otro lado, si un país es subdesarrollado y no cuenta con los recursos básicos indispensables, y existe un alto porcentaje de pobreza, los niveles de proyecciones hacia la creación de empresas serán muy bajo, ya que no contaría con un banco de apoyo a estas comunidades, pudiendo aprovechar y explotar al máximo el potencial en bruto que pudiese tener sus habitantes. Esta estructura de la que hablamos anteriormente, también se encuentra apoyada por las organizaciones empresariales, las cuales brindan soporte a la economía de un país; las estrategias trazadas por dichas empresas ayudarán en la identificación de propósitos centrales y a la definición de un compromiso específico, estas son condiciones indispensables para que una empresa logre resultados sostenidos en innovación. No podemos dejar de lado las herramientas que estas organizaciones tendrán que adoptar, tales como la tecnología, los recursos humanos, el nivel de competitividad junto con las estrategias de mercado. La tecnología en este punto será ficha clave para poder apuntar con más contundencia hacia el campo de la innovación, sin esta herramienta esencial, la empresa u organización estará condenada al estancamiento, ya que se volverá obsoleta y no podrá aportar más a la sociedad, la cual está en constante evolución, además que no será competitiva entre otras empresas. La competencia generada entre organizaciones empresariales tendrá gran importancia, ya que el producto que dará a cambio estas rivalidades, será la posibilidad de conocer nuevos tipos de mercado, los cuales irán al ritmo del desarrollo tecnológico. En Colombia, la tradición empresarial no favorece la innovación, ya que se centran o están más enfocados en la calidad del producto, junto con la calidad de proveedores y la capacidad empresarial, pero dejan de la lado elementos clave como lo son la innovación y la implementación de tecnología a la hora explorar el mercado; si hacemos una comparación a nivel global, podemos apreciar que otros países nos llevan mucha más ventaja en cuanto al posicionamiento de los productos, la innovación y exploración de nuevas formas de mercado, y la alta tecnología al momento de ejecutar las estrategias clave para generar mayor impacto en el desarrollo de la sociedad, sin hablar de las conexiones comerciales que son fundamentales para el crecimiento de la economía. Colombia debe hacer énfasis en la mejora de sus medios de comunicación, y además de su posicionamiento en el mercado, de eso depende que genere mayor reconocimiento en a niveles internacionales. De acuerdo al artículo de “EL ESPECTADOR” escrito por María Alejandra Medina C. que nos habla acerca de “¿Cómo va Colombia en desarrollo tecnológico?, nos dice que, en 2017, Colombia conservó el puesto 84, en una lista de 176 países, en el Índice de Desarrollo de las TIC (tecnologías de la información y las comunicaciones) que realiza la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), El organismo reconoció las acciones de las entidades competentes del Gobierno Nacional para promover el acceso a la tecnología, una mejor calidad en los servicios y la innovación, pero señaló que hay retos como la expansión de la banda ancha móvil y el despliegue de infraestructura. Con esto podemos afirmar que aún nos hace falta mejorar aspectos que nos llevarían a tener mayor competitividad en un marco estratégico, la infraestructura es uno de los puntos críticos que denotan avances a niveles de progreso económico y social. El actual atraso en la infraestructura de Colombia se ha convertido en una limitación para alcanzar el crecimiento adecuado en las diversas actividades económicas. La Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI) señala que en los últimos años se ha duplicado la inversión en el sector al pasar de un 1,2% en el 2012 a un 2% en el 2013, Igualmente, la CCI manifestó que, a pesar de las inversiones, aún existen sobrecostos en el transporte, así como impactos económicos obtenidos por el rezago de la infraestructura. Además de querer progresar en la innovación de modelos económicos y de emprendimiento, Colombia también debe mejorar el sector de transporte de carga comercial, el 71% de la carga transportada al interior del país se moviliza por carreteras, el 28% en vías férreas, el 1% a través de los ríos y menos del 0,5% en avión, según el estudio “Indicadores del sector transporte en Colombia” al 18 de diciembre del 2013 realizado por la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo. Mientras que la mayor parte de la carga de comercio exterior es enviada por el modo marítimo, al concentrar el 98%, seguido por el carretero, con el 2% y el aéreo, con menos del 0,5%. Estos indicadores explican que Colombia presenta un rezago considerable en la inversión en infraestructura de transporte y que requiere de grandes cambios para mejorar la productividad y competitividad de sus sectores productivos. Pero, ¿Qué sucede con la logística para el comercio internacional? La Encuesta Nacional de Logística del DPN muestra que el 37% de los costos logísticos en Colombia está concentrado en el transporte marítimo y el 33% en el internacional. Estos factores hacen que la logística represente hasta el 20% del valor del producto final, lo que le ha restado competitividad al país en los mercados mundiales. Colombia debe ir hacia la nueva tendencia que apunta a la integración de los diferentes modos de transporte, para optimizar los servicios y reducir costos. En un nivel macroeconómico, todas estas variables coaccionan entre sí para dar resultados en el campo de emprendimiento, o creación de empresas y el elemento clave de materia de innovación, ya que un nivel depende netamente del otro, pero si en cada nivel de la estructura se presentan retrasos, puede haber una afectación negativa que se verá reflejada en el desarrollo de nuevos mercados innovadores. Es por ello que Colombia debe invertir más en educación, velar más por el crecimiento de las comunidades minoritarias, hacer un alto a la corrupción que tanto nos destruye como partes de un sistema, sin hablar de la importancia de los jóvenes que representan el futuro de una nación que busca ser líder enfocado en la innovación, además de facilitar y adaptar muchos más medios que permitan la interacción y el apoyo a emprendedores con entes capitalistas que busquen financiar sus modelos o ideas, ya que, en un futuro no muy lejano, precisamente estas ideas innovadoras marcarán un antes y un después en nuestra economía, no podemos olvidar que debemos fortalecer las conexiones entre empresas en torno a la innovación y la transferencia de conocimiento. Es cierto que tenemos un alto porcentaje de comunidades emprendedoras, pero es indispensable analizar nuestros proyectos teniendo una visión mucho más amplia, el cambio empieza desde nosotros mismos, somos los pilares fundamentales para que este sistema pueda funcionar.