HUMILLACIÓN y EXALTACIÓN del CRISTIANO ______________________________________________________________________ Copyright © 2017 por: Joel Perdomo “HUMILLACION y EXALTACION … ¡IMPORTANTE! ESTE LIBRO ES UNA OFRENDA A DIOS Y LOS DERECHOS DE AUTOR HAN SIDO CEDIDOS A LA IGLESIA DE CRISTO EN LA TIERRA. POR TANTO: PUEDE SER COMPARTIDO GRATUITAMENTE POR CUALQUIER MEDIO POSIBLE. PUEDE SER IMPRESO – SIN FINES DE LUCRO. PUEDE SER TRADUCIDO A CUALQUIER IDIOMA – SIN ALTERAR SU CONTENIDO ORIGINAL. ES UN REGALO DEL HNO. JOEL PERDOMO A LA AMADA IGLESIA DE CRISTO EN LA TIERRA. DANDO POR GRACIA, LO QUE POR GRACIA HA RECIBIDO. ESTOS LIBROS TOMARON CASI 20 AÑOS ESCRIBIRLOS. COMPARTALOS CON OTROS CRISTIANOS, SERIA TODO LO QUE PIDO A CAMBIO. ¡DIOS TE BENDIGA! JOEL PERDOMO 2 … del CRISTIANO” Jesús dijo: “Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”. Mateo 23:12. 3 “HUMILLACION y EXALTACION … INDICE Itroducción……………………………………………………………..7 Capítulo 1 - EL AMOR DIVINO………………………………………..9 I. EL PLAN ETERNO DE REDENCIÓN a. Del trono a la cruz b. El amor de Dios manifestado en la vida de Jesús c. El amor divino demanda respuesta del ser humano CAPÍTULO 2 - LA SIMPLICIDAD COMO UN ATRIBUTO DIVINO…...15 a. La humildad revelada en el carácter de Dios b. Dios se agrada de los humildes c. El principio de la exaltación, es la humillación d. Dios resiste a los soberbios CAPÍTULO 3 - LA HISTORIA DE LA CRUZ…………………………...23 a. La sublime historia del amor divino b. El propósito eterno de salvación c. Las dos caras de la cruz 4 … del CRISTIANO” CAPÍTULO 4 - LA HUMILLACIÓN Y EXALTACIÓN DE JESÚS……….31 a. La humildad de Jesús desde su nacimiento b. Jesús se humilló, asimismo c. Jesús como el siervo de Jehová CAPÍTULO 5 - EL EJEMPLO DE HUMILDAD DE JESÚS………………39 I. JESÚS FUE EJEMPLO DE SERVICIO Y HUMILDAD a. Aprended de mi II. JESÚS SE HUMILLÓ, ASIMISMO…………………………………...44 a. El sentir de humildad de Cristo b. La humillación del cristiano c. Negarse, asimismo d. La lucha entre la carne y el espíritu CAPITULO 6 - EJEMPLO DE HUMILLACIÓN EN LA BIBLIA………….51 I. EJEMPLOS DE HUMILDAD EN EL NUEVO TESTAMENTO a. El ejemplo del apóstol Pablo b. La humillación de Pedro c. La humildad de José y María d. La humildad de Juan el bautista e. La humildad de los ministros de Dios 5 “HUMILLACION y EXALTACION … II. EJEMPLOS DE HUMILDAD EN EL ANTIGUO TESTAMENTO……...63 a. La humildad de David b. La verdadera bendición c. La humillación de Job d. La humillación de José III. LA HUMILLACIÓN Y LA EXALTACIÓN…………………………..76 a. La humillación y la exaltación de los hijos de Dios CAPÍTULO 7 - LA HUMILDAD COMO CARACTERÍSTICA DE LOS HIJOS DE DIOS……………………………………………………….79 a. El que se humilla, será exaltado b. La humildad en el cristiano c. Aprendiendo a servir conforme a la voluntad de Dios CAPÍTULO 8 - DISCÍPULOS DE CRISTO……………………………...89 a. El cristiano como hijo de Dios b. El cristiano como discípulo de Cristo c. Discípulos de Cristo, cada día Conclusión……………………………………………………………97 6 … del CRISTIANO” INTRODUCCIÓN La vida de Jesús, es el más grande ejemplo de humildad que la humanidad haya conocido, desde su nacimiento hasta su muerte, la historia de la salvación está impregnada de un mensaje de amor y sencillez. Jesús se humilló, asimismo, al venir al mundo para cumplir con el plan de redención del ser humano. Él tampoco fue ostentoso en su vida y ministerio terrenal. Jesús dejó un legado de humildad a fin de que siguiéramos sus pasos en la tierra; por esa razón, su vida y ministerio constituyen el tema central del estudio de este libro. La historia de Jesús ha sido impactante alrededor del mundo, a través de toda generación posterior a su muerte y resurrección, conquistando y transformando el corazón de quien recibe su sencillo mensaje de fe y un amor práctico. Esto se debe, en gran parte, a que Jesús se identificó con los más humildes. Al vivir de forma sencilla en la tierra, cualquier ser humano puede entender su lenguaje de amor transmitido en palabras y hechos. Cuando Juan envió a sus discípulos a preguntarle a Jesús que, si él era el Mesías, les respondió con su labor entre los desvalidos. Él dijo: 7 “HUMILLACION y EXALTACION … “Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio” (Mt. 11: 5). La labor de Jesús, durante su ministerio terrenal, fue hecha entre los más necesitados y su mensaje de amor y consuelo concordaba con sus hechos. Él dijo: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” (Mt. 5: 2-10). Acerca de su obra ministerial de predicación en la tierra, Jesús dijo que, su trabajo era servir a la humanidad: “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mr. 10:45). 8 … del CRISTIANO” Capítulo 1 EL AMOR DIVINO ____________________________________________________ I. EL PLAN ETERNO DE REDENCIÓN a. Del trono a la cruz Si la caída del ser humano fue caótica, la historia de su redención es la más sublime y real que la humanidad haya conocido. Ninguna historia contada en la tierra tiene el poder, por sí misma, de transformar la vida del ser humano que la acepta con fe, como la de Cristo. Todo comienza en el cielo, en el corazón amoroso de Dios, y ese plan divino está enmarcado en su gran amor por el ser humano, que fue creado a su imagen y semejanza. Este amor divino, manifestado en el sacrificio de su Hijo, es inmerecido, pues el ser humano le falló a Dios al ceder a la tentación de Satanás. No obstante, Dios no abandonó a sus criaturas a su propia suerte, sino que proveyó un plan de salvación. El siguiente verso es un lema acerca del amor divino por la humanidad: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Jn. 3: 16). 9 “HUMILLACION y EXALTACION … El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, decidieron un plan salvífico para rescatar al ser humano del pecado. Jesús ofreció dar su vida para redimir a la humanidad, a fin de restituir la relación entre Dios y el ser humano, y purgar así el pecado. Ese fue un largo camino que conduciría a Jesús, a dejar su trono de gloria, para venir a la tierra a morir en la cruz. Esa es la manifestación más pura del amor divino, e implica la humillación de Cristo, que serviría de ejemplo para que todo el cristianismo siga sus pasos en la tierra. b. El amor de Dios manifestado en la vida de Jesús No existen palabras, ni razonamiento humano alguno que pueda describir la profundidad del amor divino, manifestado en su plan de redención, que fue revelado en la humanidad de Jesús de Nazaret. Jesús se despojó de su gloria estando en los cielos; y en nuestra condición humana, que es limitada, no lograremos entender en su totalidad lo que Él abandonó, al despojarse de su gloria para venir a rescatarnos a este mundo perdido. Al desconocer lo eterno e invisible, nuestra mente queda sujeta sólo a la revelación bíblica, y a nuestra imaginación. Si despojarse de su gloria, significó el sacrificio más grande para Jesús, todavía le esperaba una vida de 10 … del CRISTIANO” incomparable humillación en la tierra. No solo debía quedar en la condición de hombre, que ya era degradante para nuestro Señor y Dios estando en su sublime gloria, sino que estaría sujeto a vivir como un esclavo en la tierra, en obediencia absoluta a la voluntad de su Padre. Si eso fuera poco, aunque Jesús viviría una vida santa y ajena al pecado en la tierra, su muerte sería de las peores registradas en la historia humana, y solo comparada a la de cualquier criminal que ha sido sentenciado a una muerte cruel. La cruz era una pena de muerte para los peores criminales entre los romanos; pero, para los judíos era prohibida, e incluso se consideraba como una maldición (Gá. 3:13). La vida de Jesús estaría llena de aparentes contradicciones en la tierra y sujeta a todos los padecimientos típicos de los seres humanos. Jesús, como Dios, debía despojarse de toda su gloria en el cielo para venir a la tierra en un cuerpo humano, con todas las limitaciones de esta tierra, a fin de rescatar a la humanidad del pecado, y del señorío de Satanás. La Biblia dice: “Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne” (Ro. 8: 3). 11 “HUMILLACION y EXALTACION … Jesús participó de un cuerpo humano para identificarse con la humanidad, y a fin de vencer a Satanás en la carne. Jesús venció a la muerte, por medio de su muerte, al resucitar: “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo” (Hb. 2: 14). Jesús vivió y sufrió en esta tierra como cualquier ser humano, para lograr su propósito de vencer a Satanás y devolverle el reino de la humanidad a su Padre. Este fue un plan eterno de Dios, pues Jesús dijo que nadie le quitó su vida por casualidad, sino que la ofreció como ofrenda voluntaria para rescatar con su sacrificio a la humanidad: “Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre” (Jn. 10: 18). Como Dios, Jesús sabía todas las cosas cuando estaba en el cielo, pero desde su nacimiento en la tierra, debió participar de las limitaciones de cualquier ser humano. Eso implica que el plan de redención para la humanidad y el propósito del Padre le fue siendo develado a medida que crecía físicamente. Lo importante es que el plan divino de redención para la humanidad comienza con la humillación de Jesús en el cielo, quien decide venir a rescatar al ser 12 … del CRISTIANO” humano a la tierra. El tema de la humillación se convierte en uno muy importante en la vida cristiana, pues es con la humillación de Jesús, que da comienzo la historia de redención del ser humano. c. El amor divino demanda respuesta del ser humano Este abundante amor de Dios por la humanidad, que fue vaciado en la vida de su Hijo amado, queda sujeto a la decisión que tome cada persona. Los que con fe se acercan a Dios, por medio de Jesucristo, encontrarán sublime salvación en la cruenta cruz; pero, los que por incredulidad encuentren tropiezo en el descenso, nacimiento, vida, muerte, resurrección y ascensión de Jesús al cielo, serán enjuiciados a condenación eterna, por rechazar el inmerecido amor divino (Jn. 3: 17-21). No existe término medio en Dios, o se acepta, o se rechaza su amor (Mt. 12:30). Tampoco valen las excusas para justificarse ante Dios, si el ser humano ignora el amor divino manifestado en la vida de Jesús, igualmente, un día enfrentará el juicio de Dios. Pablo dijo: “¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que benignidad te guía al arrepentimiento?” (Ro. 2: 4). 13 su “HUMILLACION y EXALTACION … El amor de Dios, manifestado en la vida, muerte y resurrección de Jesús, demanda una respuesta del ser humano. Nadie puede ignorar el gran amor divino manifestado en el sacrificio y la humillación del Hijo de Dios, porque toda decisión tendrá un juicio. El gran amor de Dios para la humanidad, al enviar a su Hijo a rescatarla del pecado, encierra el mensaje más ejemplar de humillación para todos los hijos de Dios. Jesús, no solo se despojó de su gloria en el cielo, para venir a este mundo pecador, sino que su vida estuvo rodeada de sencillez y humildad desde su nacimiento, hasta su muerte en la cruz. Hablar acerca de la humillación, es hablar de la historia de la redención de la humanidad. Esta alude a todos los seres humanos, que a veces indiferentes al sacrificio de Jesús, ignoramos que Él, se humilló asimismo para venir a salvarnos. Para los hijos de Dios, Jesús nos dejó un ejemplo de amor y humildad a seguir, pues la historia de su vida está saturada de constante humillación, desde que se despojó de su trono de gloria en el cielo, hasta su muerte en la cruz. La arrogancia y el orgullo no tienen cabida en el reino de Dios, pues Jesús nos dio ejemplo de humillación cuando estuvo en la tierra. El orgullo representa el mal y es contrario a la vida cristiana. 14 … del CRISTIANO” Capítulo 2 LA SIMPLICIDAD COMO UN ATRIBUTO DIVINO ____________________________________________________ a. La humildad revelada en el carácter de Dios La simplicidad, es una característica divina que ha sido tratada por los profetas de la Biblia y los teólogos de la Iglesia, y está muy relacionada con la humildad. La simplicidad se refiere a que Dios no es ostentoso. Dios no reclama ser, quien es, a la humanidad. A pesar de desplegar su gloria por medio de su creación (ver Salmo 19). Aunque Dios no comparte su gloria con nadie (Is. 42:8); tampoco exige que se le dé gloria; ni obliga a que se le reconozca como el Todopoderoso. Él espera que sus criaturas, dotadas de inteligencia, le reconozcan voluntariamente en todos sus caminos. Esto nos habla de la simplicidad de Dios y de su humildad. Aunque Dios goza de simplicidad como una virtud de su carácter, tiene todo el derecho para exigir adoración de parte de sus criaturas, pues a Él, pertenece todo el poder como supremo Creador. No obstante, Él no lo exige, porque respeta la libre voluntad de sus criaturas. 15 “HUMILLACION y EXALTACION … El ser humano, por su parte, es creación de Dios, y como tal, debe ser humilde en reconocer que Dios es su creador y que a Él se le debe toda la honra, la gloria, el honor, y la adoración. El salmista dice: “Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado” (Sal. 100: 3). Al ser criaturas hechas por la mano de Dios, la humildad debe ser una característica típica de los hijos de Dios. Sólo un recipiente que es humilde puede ser portador de la gloria de Dios. Él no puede depositar dones, ministerios o talentos en gente orgullosa. El orgullo es la contraparte de la humildad, y fue el pecado que abrió la puerta a la caída de Satanás, desde el cielo. En cada ápice de orgullo que se manifiesta en el ser humano, está inoculado el veneno de Satanás. Aun la falsa humildad se convierte en el peor de los orgullos. Esta se manifiesta cuando erradamente, creemos ser humildes sin serlo o cuando nos sentimos orgullosos de ser humildes. Dios confía sus talentos en gente humilde, que saben reconocer sus debilidades e imperfecciones, pero que no se conforman al pecado, mas se esfuerzan por agradar a Dios cada día. En su esfuerzo y devoción por agradar a Dios, Pablo encontró que sus propias debilidades eran sus mayores 16 … del CRISTIANO” obstáculos en ese propósito, pero estas le ayudaron a reconocer su fragilidad y le condujeron a mantener una actitud humilde ante Dios y los hombres. Esto le hizo descubrir que el poder de Dios se manifestaba en su debilidad, la que le conducía a ser humilde. Pablo dijo: “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Co. 12: 9-10). En su búsqueda de la perfección, Pablo se encontró de cara con su debilidad, y le pidió a Dios que se la quitara, sin saber que debía luchar con ella cada día, a fin de mantenerse humilde. Dios le confirmó a Pablo que su poder se perfecciona en nuestra debilidad humana, pues cuando somos débiles, Él nos puede mostrar cuan poderoso es. No se trata de conformarse al pecado, sino a invocarle cada día, a causa de nuestra debilidad. Dios le dijo a Pablo: “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” (2 Co. 12: 9). 17 “HUMILLACION y EXALTACION … b. Dios se agrada de los humildes Dios se agrada de la humildad de sus hijos, pues en ella está implícito el reconocimiento de que Él, es el Todopoderoso, y que somos criaturas hechas por su mano. En cambio, el orgullo es lo opuesto a la naturaleza divina, pues representa el mal y al primer orgulloso conocido, a Satanás. La grandeza de nuestro eterno Dios contrasta con nuestra condición humana, que es limitada. Pero, cuando estas dos condiciones se juntan y el ser humano toma la actitud correcta, en un temor reverente a su Creador, se produce una relación perfecta entre Dios y el ser humano. El profeta Isaías dijo: “Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra” (Is. 66: 2). A Dios le agrada ser el proveedor de sus criaturas, pues para eso las formó, para que dependieran absolutamente de Él. El primer pecado se produjo porque el ser humano quería una independencia de su Creador, cosa que al final produjo la peor esclavitud. La historia bíblica y secular confirma que cuando el ser humano se aleja de su Creador, al final fracasa. 18 … del CRISTIANO” c. El principio de la exaltación, es la humillación El ser humano no tiene nada de que gloriarse en sí mismo, desde su mismo nacimiento viene al mundo sin nada, y nada se llevará al morir. No obstante, el ser humano tiene un gran valor para Dios, pues es el objeto de su gran amor en la tierra porque fue creado a su imagen, y por esa razón Dios envió su Hijo al mundo. De acuerdo con la Biblia, los seres celestiales viven en constante adoración a Dios, pues ellos ven su rostro. No obstante, después de la caída, los seres humanos deben reconocer voluntariamente a Dios, por medio de la fe. La Biblia dice: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal; porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos” (Pr. 3: 5-8). Jesús exhortó a sus seguidores a ser humildes. Él dijo que, el que se humilla será exaltado; y quien se exalta, asimismo, será humillado: “Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido” (Lc. 14:11). 19 “HUMILLACION y EXALTACION … Cualquiera de las dos decisiones, humillarse o enaltecerse, tendrá consecuencias. Jesús enseñó que no hay términos medios en Dios. Él dijo: “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama” (Mt. 12: 30). Jesús dijo que el que se humilla ante Él, será quebrantado para salvación; pero, el que le resiste, será desmenuzado por su juicio. Él dijo: “Todo el que cayere sobre aquella piedra, será quebrantado; mas sobre quien ella cayere, le desmenuzará” (Lc. 20: 18). La Biblia dice que Dios da gracia al humilde, pero resiste al soberbio: “Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” (Stg. 4:6). La palabra gracia es abundante, y significa que Dios despliega todos sus recursos a favor de sus hijos humildes, cuando están en dificultades o necesidades. En cambio, el resiste al soberbio. Eso significa que se enfrenta con él. La palabra resistir significa confrontar o luchar conscientemente en contra de alguien. d. Dios resiste a los soberbios En la Biblia hay varios relatos donde Dios confrontó la soberbia de reyes, naciones e individuos. 20 … del CRISTIANO” Nabucodonosor fue un rey soberbio que se atribuyó la gloria del reino que había edificado y Dios le humilló hasta lo sumo, llegando a la condición de perder su mente y comer como un animal. No obstante, cuando Dios prueba al ser humano es con el fin de que se humille y le reconozca, no para destruirle, pero es una decisión que cada individuo debe asumir. Nabucodonosor se humilló y Dios le devolvió su mente y su reino, ver Daniel 4. En cambio, el rey Herodes murió por un juicio divino, porque no dio la gloria a Dios, si no que aceptó ser honrado y adorado como si fuese un dios, ver Hechos 12: 21-23. Muchas naciones, ciudades e individuos en la biblia fueron advertidos acerca de juicios divinos que vendrían a causa de sus pecados a fin de que se arrepintieran. Algunos de ellos se arrepintieron y Dios los perdonó; pero otros acarrearon el juicio de su soberbia y rebelión contra Dios. Tal es el caso del rey Faraón, quien endureció su corazón contra la palabra de Dios dada por Moisés y su reino fue arruinado. Las naciones cananeas fueron consumidas por la ira de Dios a causa de sus pecados, porque no se arrepintieron. En cambio, los habitantes de Nínive se arrepintieron de su 21 “HUMILLACION y EXALTACION … pecado al oír el mensaje de juicio advertido por Jonás, y Dios los perdonó. Dios es el juez de toda la tierra. Él quita reyes y pone reyes. El gobierna en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra. Él es el todopoderoso y todo está bajo su señorío. Por eso, el ser humano debe humillarse ante Dios. 22 … del CRISTIANO” Capítulo 3 LA HISTORIA DE LA CRUZ ____________________________________________________ a. La sublime historia del amor divino En el sacrificio de Jesús en la cruz, es donde encuentra respuesta el dolor humano. Allí se resume la teología en un mensaje sencillo de amor, perdón y reconciliación. No hay palabras para describir el sacrificio de Jesús en la cruz, solo se puede reflexionar y admirar. Es la historia más sublime que se pueda contar en labios de un ser humano. Es la única historia capaz de cambiar la vida y el destino de la humanidad. Muchas personas se preguntan: ¿Por qué murió Jesús en la cruz? Al escuchar la historia de la crucifixión de Cristo, cada cual hace su propia conclusión de acuerdo con sus propios significantes. Para conocer el motivo por el cual Jesús murió en la cruz, es preciso saber cómo estaba la humanidad antes de Cristo. Antes que Cristo se revelara al mundo, el pecado original de la primera pareja había destruido la comunión con Dios. En su amor por la humanidad, Dios envió a su Hijo a morir en la cruz, a fin de salvarle del pecado y de la muerte. 23 “HUMILLACION y EXALTACION … La Escritura señala en sentido figurado que, Jesús es el nuevo Adán que vino a restaurar la comunión perfecta de la humanidad con Dios, que estaba destruida por la desobediencia de la primera pareja. El amor por la humanidad fue el motivo que llevó a Jesús a morir en la cruz. b. El propósito eterno de salvación Jesús fue a la cruz en obediencia al Padre. La Biblia dice: “Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; mas me preparaste cuerpo. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de mí. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre” (Hb. 10: 5, 7-10). Dios, en su intento de restablecer la comunión que la humanidad disfrutaba, antes de la caída, reveló la Ley al pueblo de Israel por medio de Moisés, a fin de que la cumplieran para obtener la vida. Pero, nadie pudo cumplir las demandas de Dios a causa de la desobediencia; por eso, Dios envió a su Hijo Jesucristo para redimir a la humanidad por medio de su sacrificio en la cruz. 24 … del CRISTIANO” Jesús sería la única ofrenda que podía satisfacer las demandas divinas para redimir a la humanidad sumida en el pecado, como señala la Escritura: “Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate, porque la redención de su vida es de gran precio, y no se logrará jamás, para que viva en adelante para siempre, y nunca vea corrupción” (Sal. 49:7-9). Jesús hizo lo que la humanidad no pudo hacer por sí misma, a saber: Agradar al Padre por medio de una obediencia absoluta. Pablo señala que el ser humano no pudo agradar a Dios, aun con la Ley, él dijo: “Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado” (Ro. 7:14). Dios envió a Jesús como substituto para perfeccionar a la humanidad. La ofrenda del cuerpo de Cristo en la cruz fue perfecta, porque Jesús no tuvo pecado. La Biblia dice: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (Hb. 4: 15). Todo ser humano que no entienda la historia de la redención por medio de Cristo, estará en graves problemas. Quiérase o no, Jesús compró a la humanidad, pues ésta había cedido a la tentación del pecado y 25 “HUMILLACION y EXALTACION … consecuentemente estaba esclavizada a Satanás, su nuevo amo. La palabra redención, significa pagar el precio por algo que se había perdido, por incumplimiento en el pago. En ese sentido, Jesús pagó nuestra deuda ante el Padre, a causa de nuestro pecado. En su humanidad, Jesús no quería ir a la cruz. La Biblia dice: “Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú”, (Mt. 26: 39). El propósito de Jesús ir a la cruz, fue su conciencia de salvar a una humanidad perdida. Jesús no tuvo un sueño de morir, sino un sueño de salvar. Jesús dio su vida voluntariamente para salvar la humanidad: “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo” (Jn. 10: 17). c. Las dos caras de la cruz Existen dos vías por las que se puede entender el amor divino plasmado en la vida de Jesús, al ser crucificado en la cruz. Por un lado, las personas se pueden enfocar en el cuadro de dolor y sufrimiento que Jesús padeció en la dolorosa cruz, donde cargó todos los pecados de la 26 … del CRISTIANO” humanidad, y se hizo maldición por amor al pecador, según Gálatas 3:13. Hay personas con un concepto errado del sacrificio de Jesús, cargan hasta una cruz en su pecho, sintiendo pena por el Señor. Sin entender que, la cruz por sí misma no envía el mensaje completo de redención, pues la cruz es símbolo de muerte y maldición. Quienes se enfocan más en el puro sacrificio de Jesús en la cruz, y se olvidan de la motivación que le condujo a dar su vida, que fue su amor puro por el pecador, terminan con un mensaje distorsionado y confuso de su sacrificio. El amor fue la razón que motivó a Jesús a ir a la cruz. Existe el peligro de quedarnos solo con el cuadro de un cuerpo crucificado colgando de un madero, y así olvidarnos de la razón que le condujo a morir, eso sería un grave error. Aunque en el plan eterno de redención, el Padre ya sabía lo que su Hijo iba a padecer en la tierra, en su humanidad, Jesús no tenía todo el conocimiento de lo que le esperaba. El plan de Dios le fue siendo develado a medida que crecía en todo el aspecto de su vida, tanto físico, como en su conocimiento intelectual, ver Lucas 2:52. Una vez que el Padre le había mostrado a Jesús en la tierra lo que los seres humanos, en su odio, le harían padecer en 27 “HUMILLACION y EXALTACION … la cruz, Jesús le pidió que, si fuese posible, no le permitiera ir a la cruz (ver Lucas 22:42). Jesús sabía que para el Padre nada es imposible; por eso oró pidiendo que, de ser posible, no fuese a la cruz, aunque luego le dijo que se hiciera su voluntad. Eso demuestra que su propósito de venir a la tierra, no fue específicamente para ir a una cruz, eso ni aun estaba contemplado en su humanidad. Jesús solo obedeció la voluntad del Padre, paso a paso. La razón que trajo a Jesús al mundo fue su gran amor por una humanidad perdida. La cruz solo fue el pago que los hombres en su odio le dieron, a cambio de su gran amor. Jesús fue a la cruz para salvar a la humanidad, en obediencia absoluta a la voluntad divina. Tampoco fue a la cruz por que fuese un deseo personal del Padre, si no que el Padre le pidió aceptar el rechazo de la humanidad, pues era necesario que diera su vida en rescate por los pecadores, aun por los que le mataron. Por no decir que todos le matamos con nuestro pecado. Jesús fue a la cruz como un inocente Cordero que es llevado al matadero, por su gran amor con el cual se entregó, asimismo. Es allí donde encuentra sentido que él fue inmolado, antes de la fundación del mundo, como se explica en Apocalipsis 13:8. 28 … del CRISTIANO” Isaías profetizó cerca de 700 años a. C., acerca de la futura crucifixión del Mesías en la cruz. Isaías casi retrató el dolor que Cristo sufrió en la cruz del calvario: “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca” (Is. 53:3-8). Cristo cargó con todo el dolor de la humanidad, esa fue la razón de su muerte en la cruz. Su humillación es sin comparación y sirve de ejemplo a seguir por todos sus discípulos. A continuación, comparto parte de un poema, que sirve de reflexión acerca del tema del gran amor de Jesús por la humanidad, y nuestra respuesta a su amoroso llamado. 29 “HUMILLACION y EXALTACION … REGALO DE AMOR ETERNO Veo el cuadro de un corazón lacerado, manos extendidas de amor rechazado. Mirada tierna, diáfanos ojos de piedad, ceñido de la verdad, justicia y bondad. La paz vino al mundo buscando reposar, en un corazón herido que quiera sanar. Esta es la recompensa por el desprecio, vida eterna brindo, Yo pagué el precio. Mira al calvario, sabe cuánto te amo, no sufras más pena; tu dolor yo sano. Mis brazos extiendo, abiertos esperan, es tierno abrazo de amor y vida eterna. Joel Perdomo 30 … del CRISTIANO” Capítulo 4 LA HUMILLACIÓN Y EXALTACIÓN DE JESÚS ____________________________________________________ a. La humildad de Jesús desde su nacimiento Jesús nació en cuna de una familia humilde de Belén, y fue concebido en el vientre de María, por obra del Espíritu Santo. El ángel le dijo a María: “Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios” (Lc. 1:31, 34-35). María era virgen cuando quedó embarazada. Ese es un milagro único que Dios reservó solo para su Hijo, Jesús. Esta era una gran señal, pues María no conocía varón, y concibió al Hijo de Dios por obra divina: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” (Is. 7:14). 31 “HUMILLACION y EXALTACION … Jesús nació en un pesebre, donde posaban los animales domésticos, pues no hallaron posada para ellos en otro lugar, porque estaban todos ocupados: “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón” (Lc. 2:7). Dios quiso que el nacimiento de su Hijo fuese de forma humilde en la tierra. Jesús nació, creció, y vivió humildemente en la tierra, para servir de ejemplo a todos los que quieran seguir sus pasos. b. Jesús se humilló, asimismo La humillación de Jesús no tiene parangones. Su amor es incomparable al despojarse voluntariamente de su gloria sublime, para venir a rescatar a una humanidad perdida, y alejada de Dios a causa del pecado. Jesús no se aferró a su gloria, sino que se despojó de ella para venir a salvarnos. Su motivación de venir a la tierra fue en un amor puro por el ser humano. La Biblia dice: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse” (Fil. 2:5-11). Jesús se despojó a sí mismo, de toda su gloria que tenía en los cielos, y al final de sus días Él dijo: 32 … del CRISTIANO” “Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese” (Jn. 7:5). En ese proceso, Jesús se vació en un frágil cuerpo humano para morar en una tierra bajo maldición a causa del pecado. Todo lo hizo para identificarse con la raza humana, que fue el objetivo de su gran amor. Jesús no solo participó de todos los padecimientos típicos de los seres humanos, sino que estando en la condición de hombre, que ya era degradante para su divinidad, se hizo siervo o esclavo entre los hombres: “Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres”. En ese proceso de humillación, y estando en la condición de esclavo, Jesús se humilló aún más, al morir en una cruz como cualquier malhechor, sin haber cometido algún delito, y sin pecado alguno: “Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. La vida de Jesús en la tierra, como nuestro gran ejemplo a seguir, muestra que no hay corona sin cruz. Como premio a su humillación y obediencia al Padre, Jesús fue exaltado hasta lo sumo, y le dio toda la potestad 33 “HUMILLACION y EXALTACION … en los cielos, en la tierra, y de bajo de la tierra, dándole un nombre que es sobre todo nombre: “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”. En su proceso de humillación, Jesús hizo lo siguiente: Por amor, se despojó voluntariamente de su gloria en los cielos para venir a la tierra a rescatar a la humanidad. Jesús se vació en un cuerpo humano lleno de limitaciones, y sujeto a los padecimientos de cualquier ser humano (Jesús se cansaba, padecía sed, hambre, etc.). Siendo poderoso, tampoco se rodeó de riquezas en la tierra, sino que vivió humilde entre los hombres. Estando en la condición de hombre, se hizo siervo o esclavo del Padre. Esta condición de siervo es menos que la de cualquier ser humano normal, pues implica que no hacía lo que quería en la tierra; sino lo que el Padre le mandaba hacer. Fue a la cruz en obediencia al Padre. Eso le pone en una condición más baja que la de un esclavo, pues muere como si fuera un criminal condenado a muerte, pero sin 34 … del CRISTIANO” haber cometido delito alguno. Todo este proceso de humillación, lo hizo por amor a la humanidad. Si la historia de redención humana no se ve a través del lente del gran amor de Jesús por el pecador, nos podemos quedar solo con el cuadro tétrico, de un hombre colgado sobre una cruz. El amor por la humanidad llevó a Jesús a obedecer la gran prueba que el Padre le puso en la tierra, y por su obediencia y humillación, justificó a todo aquel que acepta su sacrificio. La Biblia dice: “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen” (Hb. 5:7-9). Sin duda, Jesús es el ejemplo máximo de humildad para todos sus discípulos; por esa razón de entrada, examinamos su humillación y exaltación como el mayor ejemplo de humildad. 35 “HUMILLACION y EXALTACION … c. Jesús como el siervo de Jehová Isaías describe a Jesús como el siervo de Jehová, y en su profecía, habló de su futura humillación y consecuente exaltación: “He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído’’ (Is. 52:13-15). Uno de los títulos que las profecías de Isaías le dan a Jesús es el siervo de Jehová. Esto anunciaba su condición de humillación a la que se sometería, estando en la tierra. Jesús sería experimentado en quebrantos, pues sufriría todo el peso del pecado humano, al cargarlo en su cuerpo. Ese pecado nos correspondía pagarlo a nosotros, pero Jesús lo sufrió humildemente, y todo por amor a la humanidad. En Isaías 53, la profecía retrata anticipadamente, lo que sufriría el Mesías. La Biblia dice: “Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. 36 … del CRISTIANO” Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”. La profecía bíblica compara la humillación de Jesús con un manso cordero, que es llevado al matadero, para ser sacrificado: “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca”. Jesús sufrió el menosprecio de los hombres, y fue a la cárcel como si haya sido un criminal: “Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido”. En su extrema humillación, Jesús fue crucificado en medio de dos malhechores, como si fuese uno de ellos: 37 “HUMILLACION y EXALTACION … “Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca”. Jesús fue sometido a obediencia por el Padre, con el propósito de redimir al ser humano del pecado: “Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores” (Is. 53:2-2). 38 … del CRISTIANO” Capítulo 5 El EJEMPLO DE HUMILDAD DE JESÚS ____________________________________________________ I. JESÚS FUE EJEMPLO DE SERVICIO Y HUMILDAD a. Aprended de mí Durante su ministerio terrenal, no era costumbre que Jesús diera testimonio de sí mismo, como Él lo señala: “Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero” (Jn. 5:31-32). No es porque Jesús no debía hablar de sí mismo, sino que el único testimonio que tenía validez para Jesús, y el que procuraba, era el de su Padre celestial. Por esa razón, Jesús no recibía gloria de los hombres, pues no la necesitaba, sabiendo que había descendido del cielo, (Jn. 3: 13; 5: 41). Jesús sabía que el ser humano puede exaltar hoy y mañana puede ser nuestro peor enemigo. Pero, a causa de su propósito de hacer feliz a la humanidad, Jesús alecciona a sus discípulos para que puedan gozar de paz y tener descanso en sus almas; enmedio de un mundo turbulento 39 “HUMILLACION y EXALTACION … y el secreto estriba en la humildad. Él les dijo a sus seguidores: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mt. 11:2830). Jesús encontró descanso en su humillación ante el Padre cuando estuvo en la tierra, y él quiso enseñar ese gran secreto a sus discípulos para que siguieran su ejemplo, el más digno de imitar. En este llamado, Jesús promete a sus discípulos que son humildes de corazón, como él lo fue, que tendrán gran descanso en sus almas. Implica que muchas aflicciones de los justos en la tierra no son siempre una prueba divina, si no producto de nuestra falta de humildad. Jesús dijo: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. Siguiendo el ejemplo de humildad que Jesús mostró desde su nacimiento, durante su ministerio y en su muerte, encontraremos descanso en medio de las dificultades de esta vida. La Biblia dice que Jesús lavó los pies de sus discípulos para servir de ejemplo a sus seguidores: 40 … del CRISTIANO” “Sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba, se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido” (Jn. 13:3-5). Lavar los pies era una costumbre oriental, que realizaban solamente los esclavos de la casa a los huéspedes, que llegaban con los pies polvorientos por el camino. Por esa razón, Pedro resistía que Jesús le lavara sus pies, pues no concebía la idea de que su Maestro y Señor lavara sus pies, pero todo esto fue parte de las enseñanzas prácticas que Jesús les dio a sus discípulos a fin de que aprendieran a ser humildes: “Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies? Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después. Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza. Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, 41 “HUMILLACION y EXALTACION … porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Jn. 13:3-15). Algunas iglesias acostumbran a lavarse los pies entre sus hermanos como muestra de humildad. En los tiempos de Cristo este acto representaba verdadera humildad, pues no existían las facilidades del mundo moderno. No obstante, el mensaje de Jesús para sus seguidores queda claro detrás de esa acción, pues está dirigido a dar una lección para que sus discípulos sean humildes y se sirvan unos a otros, por amor, aunque eso implique sacrificio y requiera de humillación ante Dios y los hombres. Este tipo de humillación, que se hace por amor a Dios y en obediencia a su palabra, jamás debe ser motivo de vergüenza para el cristiano. Al contrario, si Dios permite que seamos humillados por amor de su nombre, debe ser motivo de honra para el cristiano sufrir por amor a Dios y la causa del evangelio. Ese es el sentir de humildad que hubo en Cristo y que Pablo anima a los cristianos a compartir. Los cristianos primitivos se sentían privilegiados cuando sufrían por la causa de Cristo: 42 … del CRISTIANO” “Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad. Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre” (Hch. 5:40-41). Se debe aclarar que el sufrimiento en sí mismo, no es causa de gozo para nadie, sino de tristeza; pero sufrir por la causa de Cristo cambia toda la historia, pues es una honra para el cristiano sufrir por amor a su Salvador. 43 “HUMILLACION y EXALTACION … II. JESÚS SE HUMILLÓ, ASIMISMO ____________________________________________________ a. El sentir de humildad de Cristo Dios le dio libre voluntad al ser humano, por tanto, humillarse asimismo es voluntario. Incluso Jesús, cuando estuvo en su condición de hombre en la tierra se humilló, asimismo. La Biblia dice que debemos tener el mismo sentir de Cristo: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse. Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres. Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Fil. 2:5-8). Jesús se humilló asimismo doblemente. Primero, se despojó de la gloria que tenía en el cielo para venir a la tierra, y luego, estando en la condición de hombre se humilló, asimismo, haciéndose siervo o esclavo de la voluntad de su Padre, que finalmente le condujo hasta su muerte en la cruz. 44 … del CRISTIANO” b. La humillación del cristiano Jesús se humilló asimismo para servir de ejemplo a todos sus discípulos, pero de nada nos serviría admirarle, si no nos humillamos a nosotros mismos. Un ejemplo que se puede aplicar en este caso es el de los cristianos que, comúnmente llamamos a Jesús el buen samaritano. Indiscutiblemente, Jesús es bueno, pero el ejemplo del buen samaritano no tiene el propósito de demostrar que Jesús es bueno, pues él ya es bueno. Mas bien, este relato fue dado por Jesús a sus discípulos a fin de que cada uno de nosotros nos convirtamos en buenos samaritanos. La pregunta final de Jesús, y su contundente respuesta, muestran el propósito aleccionador del pasaje, y el llamado de Jesús a que cada cristiano imite el ejemplo de aquel samaritano. Jesús les preguntó a sus discípulos: “¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo” (Lc. 10:36-37). En este pasaje, Jesús no se comparó asimismo con el buen samaritano, pues la aplicación no es para Él, sino para que cada uno de sus seguidores se convierta en un buen samaritano, por esa razón concluye diciendo: “Ve, y haz tú lo mismo”. 45 “HUMILLACION y EXALTACION … Al atribuirle el título de buen samaritano a Jesús, desvirtuamos el propósito de esta ilustración, pues no solo nos sacudimos de nuestro llamado a imitar el ejemplo de aquel hombre de Samaria; sino, que le dejamos el título a Jesús para que él haga lo que nos corresponde hacer a nosotros. Es como un mecanismo de defensa, donde exaltamos la figura de Jesús como el buen samaritano para que el haga lo que nos llamó hacer a nosotros. Indirectamente, es una forma de evadir nuestra responsabilidad, desviando el objetivo de la enseñanza de Jesús, que está dirigida a que cada uno de sus discípulos se convierta en un buen samaritano. c. Negarse, asimismo Quizá uno de los retos más grandes que debe enfrentar quien anhela ser discípulo de Jesús es humillarse, asimismo, para seguirle. Esto implica negarse a hacer su propia voluntad, para hacer la voluntad de Dios. Jesús lo hizo voluntariamente, la Biblia dice: “Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; mas me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está 46 … del CRISTIANO” escrito de mí. Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre” (Hb. 10: 5-10). Jesús rindió su voluntad para hacer la del Padre cuando estuvo en la tierra, y su obediencia fue perfecta. La Biblia dice: “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec” (Hb. 5:7-10). Jesús demanda obediencia voluntaria de los que quieran ser sus discípulos, eso implica negarse, asimismo, para hacer su voluntad: “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lc. 9:23). 47 “HUMILLACION y EXALTACION … Primero, debemos negarnos a nosotros mismos, eso implica renunciar a nuestros propios deseos, para hacer la voluntad de Cristo. En segundo lugar, debemos cargar nuestra cruz cada día, que es sufrir el rechazo de este mundo, como advierte el apóstol Pedro (1 P. 1:6-7). Después de tomar la cruz, hay que seguirle; no podemos quedarnos con una fe inactiva, porque es estéril. d. La lucha entre la carne y el espíritu El discípulo de Cristo debe lidiar una batalla campal entre su espíritu y su carne. La carne está viciada a todos los apetitos de una naturaleza humana pecaminosa, y más cuando un pecador les ha dado rienda suelta a sus deseos, la lucha será más dura para vencer la carne. El espíritu, en cambio, anhela estar cerca de Dios. Pablo exhorta diciendo: “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis” (Gá. 5:16-17). Jesús habló de esta lucha entre la carne y el espíritu, y enfatizó que el espíritu está dispuesto a buscar las cosas espirituales, pero la carne es débil y se opone a hacer la voluntad de Dios. Él dijo: 48 … del CRISTIANO” “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mt. 26:41). La solución a este conflicto permanente entre la carne y el espíritu, es alimentar diariamente al espíritu para que la carne se sujete a la voluntad divina. Esto se logra por medio del conocimiento de la Biblia y el poder del Espíritu Santo que Dios le ha dado al cristiano en su nueva naturaleza. La Biblia advierte que el cristiano debe tomar sus armas espirituales para poder vencer al diablo y la carne, que son dos enemigos por derrotar: “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Ef. 6:13-17). La Biblia muestra que debemos llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo: “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de 49 “HUMILLACION y EXALTACION … fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Co. 10:4-5). Esto se logra no solo por medio del poder de Dios, si no también usando el conocimiento bíblico y el dominio propio que Dios le dado al cristiano. La Biblia dice: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Ti. 1:7). 50 … del CRISTIANO” Capítulo 6 EJEMPLOS DE HUMILLACIÓN EN LA BIBLIA ____________________________________________________ I. EJEMPLOS DE HUMILDAD EN EL NUEVO TESTAMENTO a. El ejemplo del apóstol Pablo Pablo, quizá sea una de las personas que más cerca caminó con Dios en la era de la Iglesia y es quien mejor se pudo haber relacionado con Dios. Su gran revelación del evangelio y su conocimiento de Dios, le dieron gran luz para conocer su voluntad en la tierra. No obstante, Pablo termina en una encrucijada, que no sabía cómo resolver. Él sabía cómo debía conducirse en la tierra, pero su misma voluntad le hacía oposición en el propósito de agradar a Dios. Pablo explica: “Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. !Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Ro. 7: 21-24). 51 “HUMILLACION y EXALTACION … Pablo descubrió en el andar de la vida cristiana, que la salida a su conflicto era vivir humillado ante Dios, cada día de su vida. Él descubrió que en la humillación hay sabiduría, y es allí donde se encuentra el mayor poder de un hijo de Dios. Es algo paradójico, así como muchas cosas en la vida cristiana. Pablo dijo: “Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Co. 12:7-10). Pablo descubrió en su andar cristiano, que no se podía gloriar en su propia humanidad, y menos confiar en su justicia propia para agradar a Dios, por muy buena conciencia que tuviese de su accionar. Pablo dijo: “Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo. Porque, aunque de nada tengo mala conciencia, 52 … del CRISTIANO” no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor” (1 Co. 4:3-4). Aunque Pablo fue comedido para hablar de sí mismo, fue aprendiendo cada día más. Cuando Pablo comenzó en su ministerio, tenía una tendencia a comparase mucho con los apóstoles de Cristo, en una ocasión dijo: “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo” (1 Co. 15:10). Al comienzo de su ministerio, Pablo tendía a comparar su labor en el reino con los demás apóstoles. No obstante, al final de su carrera, sus palabras están cargadas de humildad y sencillez, él dijo: “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero” (1 Ti. 1:15). La vida cristiana nos debe enseñar a ser cada día más humildes. A mayor humillación, se le agregará más peso de gloria. Pablo sentía que entre más débil era, aun en lo físico, Dios derramaba mas gracia en su vida. Él dijo: “Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada 53 “HUMILLACION y EXALTACION … vez más excelente y eterno peso de gloria” (2 Co. 4:1617). No se trata de una búsqueda personal de humillación para ser exaltados, eso es una arrogancia disfrazada de falsa humildad. Se trata más bien, de aceptar humildemente nuestras limitaciones y fragilidades cuando aparezcan en el camino, a fin de reconocer que somos débiles y que todo lo que tenemos, lo hemos recibido por la sola gracia divina. b. La humillación de Pedro Al comienzo de su vida cristiana, Pedro actuaba y hablaba con cierta altivez; pero, a medida que pasaron los años fue aprendiendo la humildad. Antes de ser prendido, Jesús les explicó a sus discípulos que se escandalizarían y serían esparcidos por temor. Pedro le replicó inmediatamente con una exacerbada confianza en sí mismo y respondió que, aunque todos lo abandonaran, él no lo haría: “Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas. Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. Respondiendo Pedro, le 54 … del CRISTIANO” dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré” (Mt. 26:31-33). Pedro hizo su confesión con toda seguridad y convicción, pues amaba al Señor con todo su corazón, pero era inmaduro para comprender el alcance de las palabras del Señor. Jesús incluso le citó las Escrituras a Pedro, señalándole que eso estaba profetizado y que era necesario que así se cumpliera, pero los seres humanos somos tardos para escuchar y prontos para hablar. Jesús volvió a decirle a Pedro que incluso, le negaría: “Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo” (Mt. 26: 34-35). Pero Pedro negó al Señor como se lo advirtió. En otra ocasión, Pedro quiso defender al Señor de los que venían a prenderle, pero el Señor le reprendió señalándole que le era necesario ir a la cruz: “Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco. Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?” (Jn. 18:10-11). 55 “HUMILLACION y EXALTACION … Pedro, aun trató de persuadir a Jesús para que no fuese a la cruz, pero Él le reprendió duramente, llamándole Satanás: “Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: !Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres” (Mt. 16:22-23). Quizá Juan era el discípulo mas afectivo, pues se recostaba al pecho de Jesús, según Juan 13: 23-25; pero Pedro era el discípulo que más amaba a Jesús, pues a la hora de su juicio, solo Pedro quedó cerca de él. Además, Jesús le dejó entrever a Pedro que le amaba más que los demás, el texto dice: “Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas” (Jn. 21:15-16). La primera y segunda vez que Jesús le preguntó a Pedro si le amaba, le respondió con seguridad que sí. No obstante, 56 … del CRISTIANO” la tercera vez le responde con recato, diciendo: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo: “Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas” (Jn. 21:7). En esta ocasión, Jesús ya había resucitado y Pedro le había negado. Desde aquí se nota un tono más recatado para hablar en el Apóstol Pedro. En sus cartas escritas tiempo después, se nota más su humildad. Al principio, Pedro tenía un amor ciego por Jesús, pero después comprendió mejor su fe y amor por Dios. Él dijo: “Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor” (2 P. 1:5-7). Hay cosas que solo se aprenden con el paso del tiempo en la vida. Lo importante es aprender, porque si no se aprende, sin duda, no se crece en Dios. 57 “HUMILLACION y EXALTACION … El apóstol Pedro, después de sus experiencias en la vida cristiana, escribió lo siguiente acerca del proceso al que se debe someter el cristiano: “Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca” (1 P. 5:10). Al paso de los años se nota que Pedro aprendió a ser más comedido para hablar y actuar. De seguro, aprendió su lección de humildad. c. La humildad de José y de María Mucho se dice acerca de José y de María, pero pocos reparan en sus ejemplos de humildad para imitarlos. María y José fueron una pareja de cuna muy humilde. Dios los escogió para ser los padres de Jesús por sus virtudes. Ellos fueron una pareja muy sufrida, pues el hecho de que María quedara embarazada por obra del Espíritu Santo, antes de casarse con José, debió ser de mucha difamación para la joven María y de burlas para José. José, sabiendo que María estaba embarazada, antes de convivir con ella, decidió no delatar el asunto para que María no sufriera ningún agravio o la muerte, porque le 58 … del CRISTIANO” podían acusar de adulterio. Pensando en esto, Dios le ordenó que tomara a María por mujer: “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es” (Mt. 1:18-20). José y María debieron cargar con el estigma de los comentarios acerca del nacimiento milagroso de Jesús. Ellos aceptaron con fe y humildad el propósito divino; pero los incrédulos jamás darán crédito a los asuntos del Espíritu y los santos deben aprender a sobrellevar las falsas acusaciones con valor y fe, pues nuestra esperanza no vergüenza, según Romanos 5: 5. El ejemplo de María y José nos muestra que los privilegios que Dios nos concede como hijos, deben ir acompañados de un sentido de humildad. Siempre. d. La humildad de Juan el bautista Juan el bautista, fue el profeta más grande entre los hombres. Jesús dijo: 59 “HUMILLACION y EXALTACION … “Os digo que, entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él” (Lc. 7:28). Aunque esta aseveración nos ayuda a entender la grandeza de Juan como profeta, Jesús no dijo esto por causa de Juan, sino para mostrarle a sus discípulos quien era Él. Jesús continúa diciendo que: El más pequeño en el reino de Dios, es mayor que Juan el bautista. Con eso quiso decir que, si Juan era el más grande en la tierra, y el más pequeño del cielo lo superaba, como no sería de grande Él mismo, quien abandonó su gloria y descendió del cielo. Jesús dijo: “Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo” (Jn. 3:13). Pero Juan mostró que su grandeza como profeta no estribaba en las cualidades que usualmente consideramos como avales de un profeta de oficio. La Biblia dice que Juan no hizo ningún milagro: “Y muchos venían a él, y decían: Juan, a la verdad, ninguna señal hizo; pero todo lo que Juan dijo de éste, era verdad” (Jn. 10:41). Si lo sometieran a nuestra consideración, quizá diríamos que Moisés fue el profeta más grande por la señal que hizo en Egipto; o quizá Elías quien hacía descender fuego del 60 … del CRISTIANO” cielo, con el que consumía a sus enemigos. Pero Jesús dijo que, el profeta más grande nacido en la tierra fue Juan. Es claro que solo por el hecho de dar fiel testimonio del Mesías, el Hijo de Dios, le convierte en un profeta fiel y conspicuo. Pero las virtudes de Juan resaltan y confirman las palabras de Jesús, quien dijo: “Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido” (Jn. 14:11). Juan era el hombre del momento cuando Jesús aparece en escena, pero humildemente se hace de lado y da paso a Jesús. Él dijo: “Es necesario que él crezca, pero que yo mengue” (Jn. 3:30). Juan no se aferró a la fama de su ministerio cuando Jesús apareció. A veces, a los hijos de Dios nos da trabajo aceptar los logros de otros, o nuestra propia humillación. Debemos ser capaces de estar arriba y luego dar paso a los que nos suceden en poder, autoridad o conocimiento. Muchos ministerios se han estancado porque sus líderes no ceden paso a los que deben continuar la obra. Si nuestra humillación es necesaria para la exaltación del reino de Dios, debemos aceptarla con sencillez y humildad de corazón. Ese fue uno de los ejemplos de humildad que nos legó Juan el bautista. 61 “HUMILLACION y EXALTACION … e. La humildad de los ministros de Dios La Biblia señala que los tesoros que Dios nos ha confiado como hijos, están en vasos de barró, en alusión a nuestra frágil humanidad. Pablo dijo: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros” (2 Co. 4:7). Pablo dijo que todo lo que poseen los hijos de Dios, lo han recibido de su mano; por tanto, no tienen nada en que gloriarse, pues son solo depósitos de la gracia divina: “Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?” (1 Co. 4:7). Pedro advierte que los ministros deben ser humildes, pues no están puestos para señorearse de los demás, sino para ser servidores ejemplares al servicio de Dios. Él dijo: “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey” (1 P. 5:2-3). 62 … del CRISTIANO” II. EJEMPLOS DE HUMILDAD EN EL ANTIGUO TESTAMENTO ____________________________________________________ a. La humildad de David Desde muy joven, David experimentó el poder de Dios en su vida; pero, antes de eso fue un adorador en la intimidad, donde nadie le conocía. David no daba conciertos para ser reconocido, el adoraba simplemente porque sentía pasión y amor por su Dios. Quizá esta fue la razón por la que Dios lo exaltó en público, porque fue un adorador en lo secreto. Dios preparó de antemano el escenario para exaltar a David. La primera vez que David fue expuesto en público, fue por referencia de los que le conocían y habían experimentado la bendición de Dios al escucharle, pues David era portador de la gloria de Dios. El texto señala que Saúl, por consejo de sus allegados, buscaba un músico para calmar un espíritu inmundo que le atormentaba. Alguien que conocía a David, le refirió diciendo: “He aquí yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, y es valiente y vigoroso y hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y Jehová está con él” (1 S. 16:17). 63 “HUMILLACION y EXALTACION … Aunque Saúl buscaba alguien que supiera tocar el arpa, pues de alguna manera sus consejeros habían descubierto el poder de la alabanza, la razón por la que escogieron a David no fue solamente porque sabía tocar el arpa, el texto señala que él era un joven prudente para hablar, eso habla de recato y humildad. Eso queda demostrado en otras acciones de David. Cuando David ya era rey, no le importó despojarse de sus ropas reales para adorar y danzar delante de Dios, aunque no fuese muy ético para sus funciones como rey. Su esposa, llena de orgullo, le criticó queriendo avergonzarle, pero David no se dejó intimidar ni acomplejar. Al contrario, él danzó con mas celo y fuerza ante su Dios, pues no se avergonzaba de adorar al que le había exaltado como rey, cuando era un simple pastor de ovejas. David mantuvo sus pies sobre la tierra aun siendo rey, él fue un hombre humilde en la tierra, y por esa razón, Dios le exaltó entre los hombres. La Biblia dice: “Volvió luego David para bendecir su casa; y saliendo Mical a recibir a David, dijo: !Cuán honrado ha quedado hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy delante de las criadas de sus siervos, como se descubre sin decoro un cualquiera! Entonces David respondió a Mical: Fue delante de Jehová, quien me eligió en preferencia a tu padre y a toda tu casa, para 64 … del CRISTIANO” constituirme por príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de Jehová. Y aun me haré más vil que esta vez, y seré bajo a tus ojos; pero seré honrado delante de las criadas de quienes has hablado. Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el día de su muerte” (2 S. 6:21-23). b. La verdadera bendición A veces es fácil ser humilde o aparentar serlo, cuando no hay razón para engrandecernos o nadie nos conoce, pero la verdadera humildad se muestra cuando Dios pone el alto o bendice a sus hijos. David fue humilde en la riqueza y en la pobreza. Una petición sabía que podemos hacer los hijos de Dios, es la que escribió el proverbista diciendo: “Dos cosas te he demandado; no me las niegues antes que muera: Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; no me des pobreza ni riquezas; mantenme del pan necesario; No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que, siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios” (Pr. 30:7-9). Pablo dijo algo similar: “Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto” (1 Ti. 6:7-8). 65 “HUMILLACION y EXALTACION … Aun las bendiciones divinas pueden ser la causa que nos haga perder la humildad o nos separe de Dios. Debemos procurar no solo alcanzar las bendiciones divinas, sino mantenernos bajo su bendición. La Biblia dice que: “La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella” (Pr. 10:22). Este verso puede ser utilizado para señalar que el cristiano debe ser rico, pero eso no es lo que el texto quiere enseñar. Antes bien, procura mostrar que la bendición del altísimo es la verdadera riqueza del cristiano. Este texto procura mostrar que la verdadera bendición divina, esta distante de ser algo material solamente, mas bien estriba en conservar la bendición de Dios en nuestras vidas en medio de la abundancia o la escasez. Aun lo material nos podría distanciar de Dios. Hay quienes piensan que están bien bendecidos porque poseen cosas materiales, pero a veces no tienen la bendición del altísimo, porque sus vidas están alejadas de Dios. Las cosas materiales solo tienen valor cuando proceden de una fuente de bendición divina que está relacionada con una verdadera comunión con Dios, vinculada a la obediencia de su Palabra. De lo contrario, lo material no es contado como bendición. 66 … del CRISTIANO” Lo más importante de la bendición divina no es lo material, si no mantener la bendición de Dios en todas las áreas de nuestra vida. Eso es mas abarcador y se extiende primeramente al ámbito espiritual El texto anterior solo trata de explicar que las cosas materiales son añadidas a los fieles, quienes no persiguen las dádivas, sino al dador, que es Dios. Jesús lo explicó de la siguiente manera: “Por tanto, os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió, así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué 67 “HUMILLACION y EXALTACION … vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mt. 6:25-33). b. La humillación de Job Job fue un hombre justo y temeroso de Dios en su generación. La Biblia lo describe como un hombre perfecto en su comunión con Dios (Job 1: 1). No obstante, Dios probó su fe, porque sabía que podía soportar la prueba. Eso implica que, Dios es soberano y él tiene el derecho de probar la fe de sus hijos, en medio de las crisis, aun cuando estos no hayan cometido pecado alguno. En los siguientes versos, Job describe la honra que gozaba delante de la gente, antes de su humillación: “Cuando yo salía a la puerta a juicio, y en la plaza hacía preparar mi asiento, los jóvenes me veían, y se escondían; y los ancianos se levantaban, y estaban de pie. Los príncipes detenían sus palabras; ponían la mano sobre su boca. La voz de los principales se apagaba, y su lengua se pegaba a su paladar. Los oídos que me oían me llamaban bienaventurado, y los ojos que me veían me daban testimonio, porque yo libraba al pobre que clamaba, y al huérfano que carecía de 68 … del CRISTIANO” ayudador. La bendición del que se iba a perder venía sobre mí, y al corazón de la viuda yo daba alegría. Me vestía de justicia, y ella me cubría; como manto y diadema era mi rectitud. Yo era ojos al ciego, y pies al cojo. A los menesterosos era padre, y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia; y quebrantaba los colmillos del inicuo, y de sus dientes hacía soltar la presa” (Job 29:7-17). Job fue un hombre de gran honra delante de la sociedad y un testigo fidedigno de Dios ante la humanidad, pero Dios le quebrantó con el fin de exaltarlo aún más. En los siguientes versos, Job relata como su honra fue pisoteada hasta lo sumo delante de los hombres, con el permiso de Dios: “Me ha despojado de mi gloria, y quitado la corona de mi cabeza. Me arruinó por todos lados, y perezco; y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado. Hizo arder contra mí su furor, y me contó para sí entre sus enemigos. Vinieron sus ejércitos a una, y se atrincheraron en mí, y acamparon en derredor de mi tienda. Hizo alejar de mí a mis hermanos, y mis conocidos como extraños se apartaron de mí. Mis parientes se detuvieron, y mis conocidos se olvidaron de mí. Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño; forastero fui yo a sus ojos. Llamé 69 “HUMILLACION y EXALTACION … a mi siervo, y no respondió; de mi propia boca le suplicaba. Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer, aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba. Aun los muchachos me menospreciaron; al levantarme, hablaban contra mí. Todos mis íntimos amigos me aborrecieron, y los que yo amaba se volvieron contra mí. Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos, y he escapado con sólo la piel de mis dientes” (Job 9:20). Job fue humillado hasta lo sumo al perder su honra ante Dios y los hombres. Él fue quebrantado en su cuerpo al perder su salud con una repugnante enfermedad. Fue escarnecido por sus amigos, menospreciado por sus siervos, despreciado por su mujer, despojado de sus hijos y de sus bienes materiales. Job fue humillado en todo. Pero Dios no prueba sus hijos en vano, antes bien, lo permite con el propósito de lograr algo mayor. Job aprendió el secreto que otros personajes de la Biblia también descubrieron, que el poder de Dios se manifiesta en la humillación de sus hijos. Después de la prueba, Job fue restaurado y Dios pudo depositar mayor gloria sobre él. Job no se retractó de su fe en Dios, prefiriendo morir, antes que negarle. No obstante, en la prueba aprendió que no era perfecto por sí mismo, sino que Dios le había dado tal gloria y también se la podía 70 … del CRISTIANO” quitar. Eso hizo que Job fuese más humilde y comedido para hablar de sí mismo. Después de la prueba, él dijo: “Respondió Job a Jehová, y dijo: Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti. ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. Oye, te ruego, y hablaré; te preguntaré, y tú me enseñarás. De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven. Por tanto, me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza” (Job 42:1-5). La humillación es el proceso que Dios permite para que sus hijos le reconozcan en todos sus caminos a fin de ser dignos depósitos de su gloria y sus bendiciones. No significa que el cristiano se gradúa de humilde, el propósito es que se mantenga humilde todos los días de su vida. A veces la verdadera humildad no se demuestra en la escasez, si no cuando hay abundancia y bendición. Es más fácil ser humilde cuando no se tiene nada. Así que, la meta es mantenerse humilde de corazón. La biblia dice que, después de la prueba, Dios le devolvió su honra a Job y fue bendecido doblemente: “Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero; porque tuvo catorce mil ovejas, seis mil 71 “HUMILLACION y EXALTACION … camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas, y tuvo siete hijos y tres hijas” (Job 42:12-13). Dios no humilla a sus hijos en vano, acerca del sufrimiento de los siervos de Dios en la Biblia y su posterior exaltación de parte de Dios, el apóstol Santiago dijo: “Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo” (Stg. 5:10-11). d. La humillación de José José experimentó tremenda humillación, antes de ser exaltado por Dios. Su vida fue un prototipo de lo que sufriría Jesús en la tierra. Primero, fue despreciado y vendido como esclavo por sus hermanos. Después fue llevado cautivo a una tierra que no conocía, lejos de sus familiares, conocidos y costumbres. Es de resaltar que José no hizo algo malo para ganarse el odio de sus hermanos, simplemente, ellos no seguían la fe que su padre Jacob les había inculcado. Por esa razón, odiaban a José, pues él era obediente con su padre y amaba a Dios. En nuestro proceso de humillación ante Dios, debemos estar dispuestos a que nos odien sin causa. 72 … del CRISTIANO” Jesús dijo: “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros” (Mt. 5:11-12). Existe el peligro de aferrarnos a la idea de que, si Dios es justo, no permitirá nada injusto en nuestra vida. En verdad, Dios es justo y hará justicia de todo lo que sus hijos padezcan en la tierra, pero Dios nos manda perdonar y amar, aún a nuestros enemigos. Eso implica que Dios hará justicia a su tiempo, no cuando nosotros lo deseemos. Recostarnos en la justicia divina nos puede servir de excusa para no hacer lo que la Biblia nos manda, pues es necesario sufrir por la causa de Cristo, si Dios así lo permite. Jesús fue despreciado por enseñar la verdad. Él fue experimentado en quebranto. Él es nuestro máximo ejemplo a seguir, Pedro dice: “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no 73 “HUMILLACION y EXALTACION … amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados” (1 P. 2:21-24). Satanás inflamará las llamas del odio y despertará todo sentimiento maligno en las personas a fin de afligir a los santos, pero no hay que perder de perspectiva que Dios tiene un plan perfecto para cada uno de sus hijos. Hay sabiduría en entender a Dios, en medio de las dificultades. José no hubiese aprendido a sentir el dolor ajeno, sino hubiese experimentado el desprecio y la traición de sus propios hermanos. En todo eso, Dios tenía un propósito con su vida. Pero, qué difícil es entender el plan de Dios cuando se está en medio de la prueba, mas bien pareciera que las cosas no tienen sentido. Allí estriba el valor de nuestra paciencia y humildad, al aceptar que todo nos ayudará para bien, como señala la Biblia. El conocimiento adquirido por medio de la Biblia, al menos nos debe hacer entender que, debemos callar ante Dios, y esperar en Él, cuando no entendamos su plan perfecto. La biblia dice: “Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades. Deja la ira, y desecha el 74 … del CRISTIANO” enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo. Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra (Sal. 37:7-9). José fue un hombre espiritual y de gran conocimiento de Dios, pues su fe no menguó durante todo el duro proceso que Dios permitió para formarle. La Biblia dice que, Dios no pondrá carga sobre sus hijos que no puedan llevar (1 Co. 10:13). José no solo fue vendido como esclavo por sus hermanos, sino que estando en esa condición, fue acusado falsamente por su ama y terminó injustamente en la cárcel. Dios lo llevó hasta allí, a fin de que aprendiera a sufrir con los afligidos y despreciados, para que luego fuera un buen juez, cuando Dios le exaltó como Rey. Dios tiene un propósito en cada lección que nos permite vivir, solo debemos tener un corazón humilde ante su presencia, que esté dispuesto a obedecer y aceptar su plan para nuestras vidas. En esa actitud de humildad encontraremos sabiduría, consuelo y poder para vencer las pruebas del camino. 75 “HUMILLACION y EXALTACION … III. LA HUMILLACIÓN Y LA EXALTACIÓN ____________________________________________________ a. La humillación y la exaltación de los hijos de Dios La humillación ante Dios traerá exaltación a sus hijos. Esta no es una exaltación vana o fama mundana, se trata de que Dios honrará a los que le honren, como dice la Biblia: “Porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco” (1 S. 2:30). Dios pondrá en alto a los que se humillan en su presencia. La versión, Reina Valera Actualizada, dice los siguiente: “El Señor hace empobrecer y hace enriquecer. Él humilla y enaltece. Él levanta del polvo al pobre, y al necesitado enaltece desde la basura, para hacerlo sentar con los nobles y hacerlo poseer un trono glorioso” (1 S. 2:7-8). Esta fue una confesión poderosa de fe de parte de Ana, después que Dios le concedió la petición de su corazón, la que procuró con mucha humillación y lágrimas. Ana fue una mujer estéril y Dios quitó su estigma de vergüenza ante el pueblo, que consideraba la esterilidad como una maldición. Ana se humilló ante Dios, pidiéndole un hijo, y Dios se lo concedió. 76 … del CRISTIANO” El rey Ezequías, también estuvo al borde de la muerte a causa de una enfermedad. El profeta Isaías fue enviado por Dios a decirle que arreglara su casa, porque moriría. Pero, Ezequías se humilló ante Dios, pidiendo misericordia por su vida. Dios escuchó la oración de Ezequías y le sanó. Además, le prometió que le extendería quince años de vida a causa de su humillación. Ver, 2 R. 20. Con relación a los que se humillan ante Dios, el salmista dijo: “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Sal. 51:17). En otro caso, cuando el rey Salomón dedicó el templo que edificó en Jerusalén Dios le prometió que, si el pueblo se humillaba en su presencia a causa del pecado; Él escucharía la oración y perdonaría su pecado: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2 Cr. 7:14). 77 “HUMILLACION y EXALTACION … 78 … del CRISTIANO” Capítulo 7 LA HUMILDAD COMO CARÁCTERÍSTICA DE LOS HIJOS DE DIOS ____________________________________________________ a. El que se humilla, será exaltado Al estudiar la humillación como una característica de los hijos de Dios en la Biblia, no se pretende señalar que todo cristiano debe sufrir lo mismo que ellos experimentaron, solo se trata de mostrar que los hijos de Dios son por característica humildes, no son orgullosos. En la medida que el cristiano se mantenga humilde en su peregrinaje por la tierra entenderá mejor a Dios, en medio de las inevitables aflicciones que son consecuencias típicas de un mundo que vive bajo el pecado, y a las que los hijos de Dios no están exentos, como advirtió Jesús (Jn. 16:33). La Biblia señala que: El que se humilla ante Dios, será exaltado; y quien se exalta, asimismo, será humillado. Jesús explicó la humillación y exaltación de sus hijos en un breve relato de dos adoradores que se presentaron al templo a adorar con actitudes opuestas. Uno se presentó en humillación ante Dios, el otro se alabó asimismo para que lo escucharan en el templo. He aquí el relato: 79 “HUMILLACION y EXALTACION … “A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido” (Lc. 18:9-14). Estar errados como adoradores, es uno de los fracasos más trágicos de un cristiano en la tierra; pero, no reconocerlo es aún peor. Usualmente, sucede que cuando estamos distanciados de una verdadera adoración, no lo sabemos o no lo percibimos. Eso es más triste todavía, porque si no reaccionamos a tiempo para reconocer nuestros errores, no habrá manera de arrepentirnos cuando sea muy tarde o la muerte llegue. 80 … del CRISTIANO” El punto es que somos jueces muy benevolentes con nosotros mismos y al final, terminamos justificándonos ante Dios, como hizo el fariseo del relato. Quizá todos señalamos al fariseo hipócrita; pero no reconozcamos nuestra propia hipocresía que se manifiesta a cada instante, solo que no lo sabemos reconocer. La pregunta que nos debemos hacer es la siguiente: ¿Enseñó Jesús acerca del fariseo hipócrita para que lo señaláramos y así justificarnos a nosotros mismos, o para darnos un ejemplo a fin de que nos analicemos para no caer en ese error? Usualmente, los hijos de Dios mostramos una actitud parecida a la de los fariseos, tomando las piedras en las manos para lapidar al prójimo por sus pecados, olvidando que fuimos y somos perdonados por el Señor día a día de nuestros pecados por su sola Gracia. b. La humildad en el cristiano La Biblia enseña que todo lo que hagamos en el reino de Dios, en nuestro servicio para Dios y el prójimo, debe ser con humildad, imitando el ejemplo de Cristo. Pablo dijo: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo” (Fil. 2:3). 81 “HUMILLACION y EXALTACION … Pablo va un poco mas allá y resalta que, en nuestro trato amoroso con el prójimo, debemos considerar a todos los demás como superiores a nosotros mismos. La idea es mantener ese sentido de humildad, que nos permita aprender de las demás personas y saber que todos tienen algo que nosotros no tenemos. Pablo hace un llamado a los cristianos a tener un concepto equilibrado de sí mismos, a fin de reconocer nuestras limitaciones como seres creados. También para mantenernos humildes ante los demás. Él dijo: “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” (Ro. 12:3). La humillación en el servicio El servicio es el más grande de los ministerios, Jesús dijo: “Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo” (Mt. 20:26-27). Jesús dio el mejor ejemplo de servicio, el continuó diciendo: 82 … del CRISTIANO” “Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos’’ (Mt. 20:28). Jesús dedicó su vida a servir a los demás, su ministerio fue destinado a la predicación del evangelio, este también es un servicio y un trabajo, pues se sacrifica la vida personal para llevar la palabra de Dios al mundo. Hablando de su labor ministerial, Jesús dijo: “Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” (Jn. 5:17). El cristiano muestra humildad cuando sirve a Dios y a los demás, y lo hace con amor y sinceridad. El servicio implica humillarnos a nosotros mismos para servir voluntariamente al prójimo y a Dios. Ese sacrificio es agradable a Dios, si no tiene otra motivación mas que el amor puro y verdadero. Debemos considerar que no somos indispensables, solo colaboradores en el reino de Dios, privilegio que Él nos da para ser partícipes en el trabajo de su reino a fin de recompensarnos por nuestra obediencia: 7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios (1 Co. 3:7 y 9). 83 “HUMILLACION y EXALTACION … La humillación en la adoración La adoración lleva implícita la humildad del adorador, pues involucra el reconocimiento voluntario de Dios, como el soberano Creador de todas las cosas. El salmista lo declara de la siguiente manera, diciendo: “Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo. Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado” (Sal. 100:1-3). La adoración a Dios es una expresión viva del amor y el servicio de sus hijos, que implica humildad, pues es voluntaria. Dios no obliga al ser humano en general, ni a sus hijos en particular a que le adoren. Es el reconocimiento individual de Dios lo que conduce al ser humano a adorar. La adoración no solo implica cantar, orar y ayunar; involucra todo lo que hacemos para Dios, adoramos al servir, ofrendar, evangelizar, etc. La humillación en el amor y el perdón El amor divino, implica sacrificarse por amor a Dios y al prójimo. Eso incluye revestirse de humildad, pues no es natural en el ser humano (en su naturaleza pecaminosa) sacrificarse para servir a los demás por amor. Ese fue el acto más sublime del amor divino, la humillación de Jesús 84 … del CRISTIANO” al venir a esta tierra por amor; pero el pidió que sus hijos deben hacer lo mismo por su prójimo. Él dijo: “Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Jn. 15:1213). Jesús dio su vida, no solo por amor; sino, para servir de ejemplo a todo el que quiera ser un verdadero discípulo. Él dijo dos cosas importantes en los versos anteriores. Lo primero, es que Jesús da su gran mandamiento del amor, señalando que debemos amarnos, como él nos amó. Si hay algo en que difiere este mandamiento de Jesús, del mandamiento que ya estaba prescrito en la Ley, es el tipo de amor con el que debemos amar. En la Ley se permitía la venganza por el mal que se le causaba al prójimo. En la Gracia, Jesús manda que nos amemos, como él nos amó. Eso significa, si fuese necesario, dar nuestra vida por el prójimo. Acerca del amor la Biblia dice que: “Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1 Co. 13:7). El amor implica sacrificio y eso requiere de humildad, pues es negarnos a nosotros mismos, por amor al prójimo. El perdón también es un acto de humildad. Jesús dijo que debíamos perdonar, así como Él nos perdonó. Él dijo: 85 “HUMILLACION y EXALTACION … “Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas” (Mr. 11:2526). El perdón es la máxima expresión del amor divino. Dios condiciona nuestro perdón, a que también perdonemos las ofensas del prójimo. Si el mayor de todos los ministerios es el servicio; el más grande de los dones, es el amor a Dios y al prójimo. El apóstol Pablo explica que, aun nuestro conocimiento de Dios, no lo debemos usar para humillar al prójimo (ver Ro. 14:21; y 1 Co. 8:13). La humillación como seres creados por Dios Muchas personas encuentran gran frustración en sus limitaciones, sin entender que esas son nuestras grandes fortalezas, pues en Dios cada cosa que sea difícil es una oportunidad para invocar su ayuda. La caída del ser humano produjo consecuencias graves a causa del pecado, y eso agravó su condición. Pero Dios siempre quiso que el ser humano dependiera de Él. Eso implica que cada necesidad y limitación puesta delante de nosotros fue con el propósito de reconocer a 86 … del CRISTIANO” Dios en nuestra vida. Eso requiere de humildad, y más ahora que el orgullo ha sido inoculado en la vida del ser humano por medio del pecado original. Dios nos ha creado para su gloria. Además, nos creó a su imagen, eso nos hace especial para nuestro Creador. No obstante, el mismo hecho de ser creados nos debe dar ese sentido de humildad. La Biblia dice: “Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado” (Sal. 100:3). La humildad se debe reflejar en todos los aspectos del carácter cristiano. Incluyendo el hecho de reconocer nuestra propia ignorancia. La humildad en el conocimiento Por muchas cosas que logremos conocer en la tierra acerca de Dios, nuestra revelación de las cosas eternas será siempre limitada, pues en esta tierra solo lograremos arañar de lo que está en el cielo. Pablo dice: 12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido (1 Co. 13:12). Dios nos ha dado la revelación necesaria en la tierra para nuestra salvación y aun promete revelarnos cosas grandes 87 “HUMILLACION y EXALTACION … y ocultas (Jr. 33:3). No obstante, solo en la eternidad podremos entender claramente todas las cosas. Eso no debe ser motivo de tristeza, ni de conformismo. Todo lo contrario, nos deja saber que lo mejor todavía nos espera en el cielo. Además, nos ayuda a cultivar ese espíritu de humildad tan necesario en nuestras vidas, al reconocer nuestra limitación mientras estamos en la carne. Dios ha reservado lo mejor para cuando entremos en su presencia. Las cosas que no entendemos ahora, las entenderemos a la perfección en el cielo. Esto nos brinda consuelo y esperanza. Es maravilloso saber que, aún en la eternidad seguiremos añadiendo conocimiento acerca de Dios del que hayamos aprendido en la tierra. Dios honra a los diligentes, así que no debemos esperar llegar al cielo para que Dios nos muestre todas las cosas, debemos conocer desde ahora las que ya nos ha revelado en la Biblia. c. Aprendiendo a servir con excelencia Usualmente, el cristiano cree que sirve a Dios solo por lo que hace, sin observar cuidadosamente, como lo hace. Es mejor no hacer cosas para Dios; sino sabemos como se deben hacer. Las buenas intenciones cuentan en los caminos de Dios; pero no bastan para agradar a Dios. Los 88 … del CRISTIANO” seres humanos estamos acostumbrados a hacer las cosas a nuestra propia manera o como hemos aprendido. Algunas veces, nuestros buenos actos serán acciones hasta imprudentes, que nos pueden poner en peligro ante Dios. Veamos casos bíblicos donde hubo buena intención en el servicio y terminaron siendo actos de condenación. La buena intención de Uza En la Biblia encontramos el caso de Uza, un varón bien intencionado que quiso ayudar a que el arca de Dios no se cayera y ayudo a sostenerla. Pero, al tocarla murió: 6 Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los bueyes tropezaban. 7 Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios (2 S. 6:6-7). Uza no estaba autorizado para tocar el arca, solo los sacerdotes levitas. Su buena intención termino siendo una imprudencia por la que murió. El caso de Ananías y Safira Ananías y Safira tuvieron la buena intención de ofrendar a Dios todo el dinero de una propiedad que venderían. Cuando la vendieron, sustrajeron parte del dinero, y eso les fue contado como mentira y pecado de robo, porque ya 89 “HUMILLACION y EXALTACION … habían prometido dar todo el dinero, ante Dios. El buen gesto les costó la vida. La Biblia dice: 3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? 4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. 5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron (Hch. 5:3-5). Cuando el cristiano no tiene conocimiento profundo de lo que implica servir a Dios creerá que, al hacer ciertas cosas para Dios, le estará haciendo un favor a los demás e incluso a Dios. Sin saber que, al pisar el terreno de lo sagrado, todo se debe hacer de acuerdo a la voluntad de Dios, no como creamos o pensemos. Es un gran reto servir a Dios. Nuestras propias concepciones de servicio, justicia y valores aprendidos en nuestra vida, pueden estar en oposición frontal a las de Dios. En Dios, el servicio se debe hacer con excelencia, pureza de corazón y honestidad. En el servicio no podemos buscar beneficios propios, solo el de Dios y el prójimo. Por esa razón, servir es el mayor de los ministerios; pero, es preciso hacerlo de manera genuina. 90 … del CRISTIANO” Capítulo 8 DISCÍPULOS DE CRISTO ____________________________________________________ a. El cristiano como hijo de Dios Cuando alguien se convierte a Cristo, nace de nuevo por medio del Espíritu, y es recibido por el Padre como un hijo suyo. La Biblia dice: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Jn 1:12-13). Esta nueva criatura nacida del Espíritu, de acuerdo con 2 Co. 5: 17; y Jn. 3: 3-8, ubica a los hijos de Dios en una posición de amistad con Él, más que de siervos o esclavos. No obstante, esto puede ser causa de confusión entre los cristianos, pues algunos usarán su nueva posición de hijos para engrandecerse, sin tomar en cuenta que todavía no hemos recibido la herencia completa que nos ha sido prometida. Somos hijos de Dios, pero aún estamos en la condición de discípulos, por tanto, podemos sufrir cosas como Jesús padeció en la tierra, antes que heredemos todas las cosas. 91 “HUMILLACION y EXALTACION … Somos hijos de Dios, pero todavía no hemos recibido la herencia total en propiedad, hasta que se efectúe nuestra redención. Mientras estemos en el cuerpo físico, somos discípulos de nuestro amado Salvador. Cuando Jesús estuvo en la tierra debió someterse a una obediencia absoluta a la voluntad del Padre, y aunque venció resucitando de entre los muertos para hacernos hijos de Dios por medio de su sacrificio, aun somos discípulos que debemos andar como el anduvo, Juan dice: “El que dice que permanece en Él, debe andar como él anduvo” (1 Jn. 2:6). Pablo es un Apóstol, pero como discípulo, imitaba a Jesús cuando estaba en la tierra, y él dijo: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” (1 Co. 11:1). Aunque somos hijos de Dios, con todos los derechos de las promesas divinas dadas a los cristianos en la Biblia, aún estamos en un cuerpo humano, y eso nos ubica como discípulos de nuestro amado maestro y Señor Jesús, hasta que poseamos la herencia completa. La posición de hijos ante Dios declara que todas las cosas son nuestras por herencia de nuestro Padre celestial; pero la posición de discípulos de Cristo nos recuerda que debemos andar como Jesús anduvo. La Biblia dice: 92 … del CRISTIANO” “En Él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en Él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria” (Ef. 1:13-14). Como hijos de Dios, tenemos el legítimo derecho a heredar todas las cosas, si vencemos en esta tierra, como Cristo venció. Todo lo que es de Dios está reservado para sus hijos, pero todavía estamos en una condición humana, y ésta nos ubica en calidad de discípulos de Cristo. La Biblia dice: “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados” (Ro. 8:17). Estos versos anteriores muestran que, antes de reinar con Cristo, el cristiano debe pelear la batalla de la fe en la tierra. No hay corona sin cruz, y eso implica someternos en obediencia a Dios, y humillarnos ante Él. b. El cristiano como discípulo de Cristo Independientemente de nuestra función ministerial como cristianos en la tierra, nuestro gran llamado es ser discípulos de Cristo, hasta el día que Él regrese o nosotros 93 “HUMILLACION y EXALTACION … vayamos a Él. Jesús arengó a sus seguidores a ser discípulos: “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mt. 16:24). Una de las grandes falencias de la Iglesia en la tierra es que no se dedica a hacer discípulos de Jesús. Esto se descuida con facilidad, por enfocarse en otros programas que son importantes, pero no tan relevantes como el discipulado. El mandato inmediato de Jesús para sus discípulos, después de resucitar, fue que hicieran discípulos, Él dijo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mt. 28:19-20). Formar discípulos de Cristo, es la tarea más importante de la Iglesia en la tierra. De eso depende que existan cristianos con fundamento y consecuentemente, iglesias con una doctrina bíblica sólida sobre la tierra. Los discípulos bien formados son las columnas que sostienen las iglesias. 94 … del CRISTIANO” Existe el peligro de que los líderes, directa o indirectamente, arrastren a los cristianos para hacer discípulos de ellos y no de Cristo. Después del gran avivamiento del día de Pentecostés, la iglesia primitiva comenzó a crecer y empezó la gran labor de formar discípulos. Estos avivamientos de la Iglesia han continuado a través de toda su historia, pero usualmente son pocos los nuevos conversos que perseveran y se les discipula. Hacer discípulos es tan importante, que fue la comisión más importante que Jesús le dio a sus discípulos, después de resucitar. c. Discípulos de Cristo, cada día La meta del cristiano es ser discípulo de Cristo todos los días de su vida. La Biblia dice: “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lc. 9:23). Lucas enfatiza que la cruz se debe tomar cada día. Eso implica que el cristiano debe considerarse un discípulo cada día que amanece. El día que crea que sabe algo de sí mismo, dejará de ser un discípulo de Jesús. Pablo dijo: “Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo” (1 Co. 8:2). También dijo: 95 “HUMILLACION y EXALTACION … “Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio” (1 Co. 3:18). Jesús es nuestro maestro y Señor y sobre la base de las enseñanzas bíblicas de sus apóstoles debemos afianzar nuestra fe. Como discípulos de Cristo, los cristianos debemos estar dispuestos a ser enseñados todos los días de nuestra vida, esa es la meta. No se trata de graduarse de discípulo, sino de ser capaces de mantener una actitud de humildad todos los días de nuestro peregrinaje sobre la tierra. En la tierra, existe el peligro de que al recibir de Dios ciertos dones y ministerios nos tornemos autosuficientes e indirectamente nos quedemos con la gloria que le pertenece solamente a Dios. Quizá esta sea la razón por la que Dios se limita a compartir muchas bendiciones con sus hijos, pues no somos capaces de ministrar los bienes que Él nos confía. A Satanás Dios le confió muchos dones, belleza y sabiduría cuando estaba en el cielo y por esa causa se engrandeció, asimismo, sumiéndose en una rebelión perpetua contra su creador. Esto debe servir de ejemplo a los cristianos. ¿Si Satanás se tornó orgulloso estando en la misma presencia de Dios en el cielo, que nos podría pasar a nosotros con una mente 96 … del CRISTIANO” limitada en conocimiento en la tierra si no nos humillamos cada día en su presencia? Eso dependerá de cada cual, porque Dios confía sus dones y bendiciones en sus hijos, pero no les obliga a que le atribuyan la gloria obligadamente. Cada ser humano debe rendir honor a Dios de su propia voluntad, reconociéndole como el Todopoderoso. 97 “HUMILLACION y EXALTACION … 98 … del CRISTIANO” CONCLUSIÓN El ser humano debe reconocer que es un ser creado por el poder de Dios, esa es la primera razón que debe crearle un sentido de humildad. El ser humano fue creado con limitaciones a fin de que dependa sencillamente del poder y de la sabiduría de su Creador. Eso le crea consciencia de humildad. El cristiano como hijo de Dios, debe someterse voluntariamente a la voluntad de su Padre celestial, y aceptarla con humildad. El cristiano como discípulo de Cristo, debe ser un alumno perenne, todos los días de su vida. El ejemplo de Satanás, a quien Dios expulsó del cielo a causa de su orgullo, debe servir de ejemplo a los cristianos para entender que, si Dios no perdonó la rebelión de los ángeles en el cielo, tampoco tolerará que sus hijos se tornen orgullosos y autosuficientes. Solamente el hecho de no atribuirle la gloria a Dios por lo que Él hace en, y a través de nosotros, constituye un pecado. Eso sería robarle la gloria. La humildad de los hijos de Dios, que debe manifestarse en todos los aspectos de la vida diaria, mantiene un vínculo de armonía con el Padre celestial. 99 “HUMILLACION y EXALTACION … Dios no está interesado en que sus hijos vivan humillados, como si fuese un castigo. Esa no es la humillación bíblica que Dios pide del cristiano. Dios nos ve como sus hijos amados, pero es nuestro deber ver a Dios, no solo como nuestro Padre celestial; sino, también, como el Todopoderoso, a quien debemos atribuirle toda la gloria y humillarnos voluntariamente en su presencia a causa de su gran poder. La Biblia dice: “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios” (Mi 7:8). Humillarse ante Dios, es una decisión voluntaria del ser humano. La humildad de cada persona es una característica que se decide en el corazón, de donde sale lo bueno y lo malo en apego a la Biblia (ver Mr. 7: 18:23; y Pr. 4:23). 100 … del CRISTIANO” LIBROS ESCRITOS POR JOEL PERDOMO 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 101 NO HAY MALDICIÓN PARA LOS CRISTIANOS EL DIEZMO DESDE ABRAHAM A CRISTO LA PROFECIA COMO MINISTERIO DE LA IGLESIA LA ORACIÓN EFICAZ LA LEY Y LA GRACIA EL LLAMADO AL MINISTERIO LOS MINISTERIOS DE LA IGLESIA ADORADODES EN ESPÍRITU Y EN VERDAD FE SIN LÍMITES SIN SANTIDAD, NADIE VERÁ AL SEÑOR VIDA Y MINISTERIO (autobiografía). LA IGLESIA E ISRAEL COMO SEÑALES DEL FIN LA AUTORIDAD – El Desafío Cristiano HUMILLACIÓN Y EXALTACIÓN DEL CRISTIANO RESPUESTAS A PREGUNTAS DIFÍCILES DE LA BIBLIA TEMAS INTERESANTES DE LA BIBLIA JESÚS, NOMBRE SOBRE TODO NOMBRE EL ESPÍRITU SANTO EN LA IGLESIA UNA SOLA CARNE – Matrimonio, Divorcio y Recasamiento a la luz de la Biblia. SOLTERO – ¿Cómo esperar en Dios? ADOLESCENCIA. ¿Cómo enfrentar los cambios? LA SABIDURIA DIVINA LOS PRIMEROS PASOS VIDA CRISTIANA – Reflexiones TESOROS DE LA BIBLIA DISCIPULADO DE DOCTRINAS BASICAS (búsquelos escritos y en audio en internet).