10 CONSEJOS PARA LA SEQUÍA ESPIRITUAL Hace poco leí por aquí un artículo buenísimo llamado “Madurando en La Fe”, que habla acerca de cómo a veces nos sentimos solos en nuestro camino hacia Dios, llegando a pensar incluso que Él dejó de hacernos caso, o que ya no está ahí tan latente como lo estaba en los primeros días. Recordé algunos consejos que me han dado personas muy cercanas cuando me he sentido así, y quería compartirlos con ustedes: 1. RESPIRA: Lo que te está pasando es totalmente normal, le ha pasado a grandes santos, y le pasa también a la gente que te rodea. Es un síntoma de que estás madurando en tu fe (¡¡Felicitaciones!!) y es una forma que tiene Jesús, en su infinita sabiduría, de acercarte mucho más a Él. Es importante que no te desesperes, y que te tomes este tiempo para reflexionar y seguir creciendo en tu amistad con Dios. Recuerda que la paz es requisito indispensable para el amor. 2. ESCUCHA: Dios te sigue hablando, sólo que de formas un poco distintas a las que te habías acostumbrado empezando tu amistad con Él ¡Te toca aprender a escucharlo! Una excelente forma de hacerlo es a través de Su Palabra en la Biblia. Te recomiendo leer a diario el evangelio del día y busca entender qué te quiere decir Dios en cada momento. Después de leer hazte preguntas como: ¿Qué me quieres decir con esto? ¿Como hubiera actuado yo aquí? ¿Con cuál personaje me siento más identificado? ¿Qué quería Jesús transmitir, y qué me quiere transmitir a mi? ¿Yo vivo según estas palabras? ¿Esto me dice algo para mi situación actual? ¿A qué me invita Dios hoy, y cómo puedo aplicar sus enseñanzas? 3. HABLA: Cuéntale a tu director espiritual lo que sientes, cómo te afecta y cuáles son los motivos que crees que te llevaron a este estado de ánimo en tu relación con Cristo. ¡Ellos te conocen y tienen años estudiando esto… Van a saber ayudarte muchísimo! Seguramente te tomarán de la mano y te van a seguir guiando en tu camino hacia Dios, aún cuando se sienta más difícil continuar. 4. PERSEVERA: Continúa con las prácticas espirituales y de comportamiento que tenías antes de esta situación. Tu constancia y determinación le mostrarán a Dios que tu amistad con Él va en serio, y el esfuerzo seguramente dará resultados. Siempre que vayas a hacerlas pon todos los medios necesarios para poder concentrarte, ya que probablemente requerirán más esfuerzo que antes. 5. CONFIESA: El primer paso para recuperar una relación cercana a Cristo es estar en estado de gracia. Ve a confesión cuantas veces sea necesario, y mantén tu alma al día con los requisitos de la amistad que Dios quiere para ti. Recuerda: santo es aquél que se ha parado después de todas y cada una de sus caídas. 6. SIRVE: La mejor forma de ver a Dios es poniéndole su cara a los demás. Ten constancia en tus apostolados y busca hacer obras de misericordia, corporales o espirituales, con frecuencia. Cuando las hagas ten muy presentes las palabras de Jesús: “Todo lo que hiciste por el más pequeño de mis hermanos, por mi lo hiciste.” Mt 25, 40. 7. RECUERDA: Piensa en los mejores momentos que has tenido de la mano de Jesús, recuerda como te sentías frente a Él, cómo era tu oración, las promesas que le hacías y las ganas que tenías de quedarte con Él para siempre. Lee los textos que hayas escrito en esa época, mira las fotos que te hayas tomado con tus amigos haciendo apostolado, y haz oración tratando de imitar la oración de aquellos momentos. Una vez que recuerdes la belleza de esa cercanía con Cristo, te será más fácil perseverar esperando que vuelvan: ¡Siempre vuelven! 8. PIDE: En tu oración diaria pídele a Dios que te permita sentirlo, escucharlo, y amarlo cada día más y mejor. Él, como el mejor de los padres, sabrá entregarte su amor de la mejor forma posible para ti, tu alma y tu camino de santidad. Haz que tu constancia lo sorprenda, y pon todos los medios necesarios para que tu oración vaya acompañada de tu acción. 9. ESPERA: Dicen que aquel que tiene paciencia puede tener lo que quiera. Se paciente con Dios y contigo mismo, pon en sus manos los tiempos correctos para que llegues a sentirlo otra vez, y haz que tu espera sea fecunda: Recuerda que los frutos que se recogen en primavera son las semillas que se sembraron en la sequía. 10. MARÍA: Las mamás siempre están presentes para cada uno de sus hijos. Pídele a tu Madre del Cielo, la Santísima Virgen María, que te consienta y arrulle en estos momentos de soledad espiritual. Búscala en todas tus oraciones, visítala en algún santuario Mariano cerca de tu casa y entrégale a diario las dificultades espirituales por las que estás pasando ¡Seguro que te va a acompañar! “Dios no ha de forzar nuestra voluntad; toma lo que le damos; más no se da a sí del todo hasta que nos damos a Él del todo.” (Santa Teresa de Jesús) Cuando Hay Sequía en Tu Vida Espiritual Por Scott Slayton Todos los cristianos experimentan periodos de sequias espirituales. No hay excepciones Pasaremos por períodos en los que Dios parece distante, la oración es difícil, la lectura de la Biblia se siente muerta, la adoración no entusiasma y una sensación de falta de propósito desciende sobre nosotros. Cuando te encuentras con un desierto espiritual, ¿qué haces? Quiero sugerir diez estrategias para lidiar con un periodo de sequía espiritual. No estoy recomendando que pruebe los nueve, sino que pruebe varias de ellos para ayudarlo a recuperar su enfoque y experimentar el gozo de su caminar con el Señor otra vez. Recuerda el Evangelio La sequía espiritual casi siempre va acompañada de culpa y vergüenza. Empezamos a pensar que los cristianos verdaderos no deberían luchar así. Cuando escuchamos a otros cristianos hablar de su rica vida espiritual y de todas las cosas que el Señor les está enseñando, queremos correr hacia las colinas porque no tenemos un testimonio similar que dar. Cristiano, recuerda que no eres aceptado por Dios porque tienes una vida espiritual próspera. Dios te justifica delante de Él y te reconcilia con Él mediante tu fe en la vida, muerte y resurrección perfectas de Jesús. Mira a Cristo y deja que te elimine tu culpa y tu vergüenza. Recuerda que tu salvación proviene de Él y no de tus propios esfuerzos. Cambia Tu Rutina De Lectura De La Biblia A veces, nuestros planes de lectura de la Biblia se interponen en nuestro camino para comprometernos con la Palabra de Dios de una manera significativa. Si bien un plan es una buena guía, déjalo a un lado por un tiempo si necesitas un cambio de ritmo. Si has estado leyendo de tres a cinco capítulos al día, reduce la velocidad y profundiza en uno o dos párrafos. Si estás leyendo secciones más cortas, tómate el tiempo para leer un libro completo o una sección de un libro de una vez. Este tipo de cambio puede ayudar a revitalizar tu pasión por la Palabra de Dios. Profundiza Más En Tu Vida De Oración Lo primero que debe secarse espiritualmente es tu vida de oración. No ores por culpa y vergüenza, si bien ahora tienes culpa y vergüenza por no orar. La única forma de hacerlo es orar hasta que sientas que has orado. Recuerda que solo vienes al Padre en el nombre de Jesús y que te da la bienvenida a su presencia basado en los méritos de Jesús y no en los tuyos. Duerme Un Poco Cometemos un grave error cuando tratamos de actuar como si lo que está sucediendo con nuestros cuerpos no afectara nuestras vidas espirituales. Cuando corres día tras día con poco sueño, afecta cada área de tu vida. Estás menos alerta en la oración y en la lectura de la Biblia. Tienes menos energía para luchar contra el pecado. A veces, lo mejor que puede hacer para caminar con el Señor es dormir ocho horas. Pasa Un Día Completo Sin Distracciones No nos damos cuenta de cuánto afecta Internet a nuestra capacidad de atención y nuestra vida espiritual. La lista de aplicaciones y redes sociales de nuestro teléfono nos atrae en el peor momento. Si no tenemos cuidado, podemos pasar horas al día desplazándonos a través de Facebook, Twitter, Instagram, blogs y videos de YouTube mientras ignoramos la Palabra y la oración. Además, la presencia de nuestros teléfonos disminuye la calidad de las conversaciones que tenemos con otras personas. Encuentre un día en el que pueda abstenerse por completo de estas aplicaciones e interactúe con su teléfono lo menos posible. Reemplace ese tiempo con la lectura de la Biblia, una caminata en el bosque, tiempo con amigos, leer un buen libro, pasar tiempo en oración o tomar una siesta. Descubrirá que hay un mundo real con el que a menudo se olvida interactuar. Encuentre A Alguien A Quien Servir A veces nuestras vidas espirituales se estancan porque nos preocupamos demasiado por nuestros propios intereses. Un caminar próspero con el Señor no solo me daría gozo sino que debería impulsarme a amar a los demás en el nombre de Jesús. Trabaja a través de tu iglesia local o un grupo de amigos para encontrar a alguien más a quien servir. Esto puede ser algo tan simple como llevar a alguien a comer o ayudarle en su jardín. De cualquier forma, salir de tus propios intereses y enfocarte en otras personas puede ayudarnos a reenfocar la dirección de nuestras vidas. Vaya Afuera Mientras escribo esta publicación, actualmente estoy sentado en mi oficina sin ventanas. Si paso la mayor parte del día aquí y luego voy a casa y me siento en la sala de mi casa por el resto de la noche, me encontraré en un estado de depresión. Sin embargo, cuando hago tiempo para salir, incluso si es para un entrenamiento extenuante, me encuentro con más energía y concentración cuando termine. Esto probablemente esté relacionado con nuestra adicción a nuestras distracciones, pero salir a la calle me da más alegría y parece rejuvenecer mi mente y mi espíritu. Canta Cuando tu vida espiritual parece seca, busca algo que pueda traerte alegría. Encuentra buena música enfocada en la bondad y la gracia de Dios. Canta junto con ella, orando todo el tiempo que Dios usaría esto para devolver el gozo a su vida. Creo que vemos esto en los Salmos. Los salmistas continuamente se dirigen a cantarle a Dios desde el pozo de la desesperación como un remedio para nuestro dolor y el sentir de que Dios está distante. Lee Un Libro Desafiante Encuentra un buen libro cristiano que sea diferente de los libros cristianos que generalmente lees. Si normalmente lees literatura devocional ligera, busca un libro teológico de gran peso y tómate el tiempo para luchar verdaderamente con su mensaje. (Aquí hay una lista para comenzar.) Si generalmente lees los libros de teología de 500 páginas, lee un libro más corto sobre la oración, una colección de sermones o un libro devocional sobre la vida cristiana. Lo que podrías encontrar es que entrar en algo fuera de tu práctica habitual hará que tu mente y tu corazón se muevan de una manera que no han estado en mucho tiempo. Habla Con Un Amigo Otro error que a menudo conduce a períodos de sequía espiritual es que nos aislemos involuntariamente. Debido a que estamos “conectados” con tanta gente a través de Internet, a menudo nos olvidamos de pasar tiempo con la gente de carne y hueso que nos rodea. Si se está revolcando en dificultades y en estancamiento espiritual, reserve un tiempo para conversar con algunos amigos cristianos y pasar tiempo juntos. Descubrirá que es alentador para usted y también le brinda la oportunidad de alentarlos. Una vez más, no recomiendo que pruebes todo esto mañana, sino que elijas un par de ellas, comprométete con ellas y ora para que el Señor avive las llamas de tu amor por Él otra vez.