Crisis, ajustes y desarrollo humano. Roberto Fermín Bertossi Los costos humanos urbanos y rurales de las culposas medidas de ajuste son inaceptables e insoportables desde una elemental perspectiva humanitaria de justicia social. La implosión de tales ajustes impedirá conservar y, menos que menos, mejorar la calidad de vida eventualmente lograda en cada segmento social, singularmente en aquellos más vulnerables y propicios a “recidivas sociales”. La primera condición para aminorar el costo social de estos ajustes, es la moralización, democratización, experticia y pertinacia en la concepción, diseño y ejecución de la economía argentina. Ajustes con aislamiento de la “dimensión humana” son contraproducentes e inaceptables. Es urgente e imprescindible, diseñar políticas antiinflacionarias, de estabilización monetaria y de “expectativas” apropiadas para lograr que en el peor de los casos, tales ajustes sean compatibles con el desarrollo humano, así como también, con la recuperación de un crecimiento razonable en el mediano y en el largo plazos. Las nuevas estrategias para el desarrollo se deberían basar en incrementar la productividad de los trabajadores públicos; restituir al campo lo que es del campo, la apertura, expansión y diversificación de las exportaciones e importaciones; la disponibilidad de servicios públicos esenciales y regulados, de calidad y eficiencia; la reasignación de las partidas del presupuesto nacional para vg., programas de educación productiva y cooperativa básica; de atención médica primaria, de nutrición; de competitividad y la reducción de los controles de la economía; el incremento de la eficacia y moderación de los mercados con reglas claras y transparentes. Para ello resulta imprescindible saber disolver las causas más profundas de toda desigualdad e inequidad (salarial, jubilatoria, etc.) y exclusión, resaltando que hablamos de restaurar la dignidad no solo alimentaria sino aquella que incluye legítimas expectativas de prosperidad sin exceptuar bien alguno, lo que implica de suyo, una concreta responsabilidad social y ecológica empresaria tanto como un profundo desafío a gremios y sindicatos respecto a si están o no están con la noble igualdad, tanto en términos absolutos y relativos Vg., con policías y agentes de seguridad, con maestros, médicos y peones rurales, con enfermeros, con empleadas domésticas y cuantos más sometidos largamente a profundas e ignominiosas desigualdades. Ergo, si no se debe igualar hacia abajo y si no se puede igualar hacia arriba, pues nivelemos hacia el medio con entrañas de igualdad y fraternidad mas todos los sacrificios compartidos que para ello fueran social y solidariamente necesarios e imprescindibles. Como nos diría el Papa Francisco, “Esto es tan claro, tan directo, tan simple, sencillo y elocuente que ninguna hermenéutica puede relativizarlo y mucho menos, abortarlo. ¿Entonces, para qué complicar y continuar postergando lo que es tan simple, justo e inclusivo total; para qué oscurecer lo que es tan claro? Las metodologías conceptuales son para favorecer, facilitar y mejorar el contacto con la realidad que pretenden explicar y transformar, nunca para alejarnos de ella” Caso contrario, tanto tirar de la cuerda, tantos ´costos diferidos´ populistas por cínicos subsidios, sumados -no obstante las advertencias y amenazas oficiales- a la actual estampida injustificada de impuestos, tarifas y precios: (Vg.: doble, triple o más imposición tributaria; las tarifas (regulación del precio) del agua potable y saneamiento, de la energía, del transporte público y tales; los precios de medicamentos, de alimentos básicos, de bienes y productos relacionados con insumos dolarizados, etc.; tornarán imposible para una militancia anodina, cualquier pretensión de continuar emulando a Groucho Marx: “Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros” Finalmente, ya no podemos (ni debemos permitirlo) continuar fracasando por ignorar que el propósito fundamental de toda actividad económica, no debe ser otro que un auténtico y duradero enriquecimiento y felicidad de la vida y convivencia humana, todo lo posible.