09. Cuando pasé revista a todo el pueblo y a los sacerdotes, no encontré a ningún descendiente de Leví. Entonces mandé llamar a Eliezer, Ariel, Semaías, Elnatán, Jarib, Elnatán, Natán, Zacarías y Mesulán, que eran jefes del pueblo, y también a Joyarib y Elnatán, que eran maestros, y los envié a Idó, que era el jefe de Casifiá. Les encargué que les pidieran a Idó y a sus compañeros, quienes estaban al frente de Casifiá, que nos proveyeran servidores para el templo de nuestro Dios. Y, como Dios estaba con nosotros, nos enviaron a un israelita muy capacitado llamado Serebías hijo de Majlí, descendiente de Leví. Con él vinieron sus hijos y sus hermanos, dieciocho personas en total. También nos enviaron a Jasabías y a Isaías, descendientes de Merari, junto con sus hijos y hermanos, veinte personas en total. Además, del grupo que David y sus oficiales habían asignado para que ayudaran a los levitas, nos enviaron doscientos veinte servidores, los cuales fueron registrados por su nombre. Esdras 8: 15 – 20 NVI … en la capacidad para convocar, pedir las cosas y relacionarnos con otras personas, para pedir apoyo en el proyecto que Dios ha puesto en nuestras manos. 1. Hay con personas que tienen el carisma, la palabra y el proyecto para hacer lo que Dios le ha dicho, pero cuando van a tratar con otros no lo hacen de la mejor manera. Algunos restan importancia a las relaciones, muchos proyectos tienen todo lo que necesitan, pero se estancan porque el líder no supo decir las cosas. 2. Algunos han creído que como ya tienen el llamado y el respaldo de Dios entonces la gente debe responder a sus pedidos casi que obligatoriamente, esto es un error fatal. Esdras tiene todo, la amistad con el rey, el recurso y el respaldo de Dios, sin embargo, no se aprovecha de eso para tratar mal o para pedir las cosas dando ordenes de mala forma. 3. Esdras nos enseña a apoyarnos en la gente precisa, a veces le pedimos a la gente incorrecta que nos ayude a hacer algo. Un verdadero líder sabe cómo y con quién hablar, y si tiene que enviar a alguien escoge a las personas ideales para el proyecto. 4. Cuando consideramos que Dios está en el asunto, él es quien se encarga de poner, quitar, traer, llevar, levantar y sentar a las personas que considere de acuerdo con su voluntad. Muchos se lamentan porque alguien se fue de su lado, sin darse cuenta que es Dios provocando, llevando y trayendo a las personas correctas. Así que no temas, el Señor está a cargo. 5. Para que Dios esté a cargo debemos tener en cuenta: orar antes de comenzar cualquier cosa, ayunar por cada proyecto, tener la palabra de Dios como fundamento, buscar constantemente su dirección en cada paso que vamos a dar.