Flor de Jericó: [Cultivo, Cuidados, Plagas y Enfermedades] Inicio » Flores » Flor de Jericó Puntos importantes a la hora de sembrar flor de Jericó ¿Cuándo? La primavera es la mejor para siembra y reproducción. ¿Dónde? Soporta cualquier ambiente, pero no se debe exponer a cambios bruscos de temperatura. En jardín y en maceta, crece pero hay que darle sol abundante. ¿Cómo preparamos la tierra? Soporta los de tipo arenoso, arcilloso, ácidos e inclusive de ph bajos. ¿Cómo sembramos? Por hijuelos sanos, a partir de la planta madre, sembrados en jardin y maceta. ¿Cómo abonamos? Una vez al mes, sobre todo en período de crecimiento. ¿Temperatura ideal? Vive en climas cálidos, soporta calor pero no cambios de temperaturas bruscos ni vientos helados. ¿Cómo regamos? Riego moderado porque necesita humedad constante, pero evitando que se encharque. Tres veces por semana es lo recomendable. ¿Enfermedades y plagas? Es muy fuerte y su mal sabor actúa cómo un repelente natural, pero pueden atacarle pulgones, arañas rojas y moscas blancas. Para ver el contenido del artículo: ¿Qué es la flor de Jericó? La Anastatica hierochuntica, mejor conocida como la Rosa o Flor de Jericó, es una planta muy singular originaria de los desiertos de Arabia y de las zonas bañadas por el Mar Rojo. Abunda al norte de Afganistán, por lo tanto está habituada a climas cálidos. Pero ha logrado adaptarse a vivir en cualquier sitio que le proporcione buen sol y agua para crecer en forma de pino. Es la única planta capaz de resucitar. Sí. Revive después de secarse por completo. Cuando le toca afrontar condiciones climáticas adversas, comienza a secarse por completo hasta que su raíz sale de la tierra, entonces sus partes muertas se doblan hasta adquirir la forma de una pelota. Puede rodar varios kilómetros, arrastrada por los vientos desérticos de Arabia, hasta conseguir un lugar con humedad. Para resucitarla, bastará con llenar un bol con agua e introducirla y 24 horas después comenzará a hidratarse. Sin agua, adquiere un aspecto marrón polvoriento, feo, totalmente seco, con sus tallos arrosetados enrollados hacia adentro. Cuando resucita se convierte otra vez en una especie de helecho muy bonito que florea. Esta curiosa propiedad de revivir la ha convertido en una suerte de amuleto de la buena suerte con poderes sobrenaturales para quienes le piden buena fortuna, mucho progreso económico y una familia feliz y amorosa. ¿Dónde debemos sembrarla? Soporta casi cualquier lugar para vivir porque es bastante resistente, pero durante los primeros meses de crecimiento es necesario cuidarla de cambios ambientales bruscos y oscilaciones de clima fuertes. Por eso hay que escoger un lugar protegido de los vientos y la lluvia excesiva, pero sin olvidar que como procede de climas tropicales cada vez más pedirá luz solar, hasta alcanzar unas 8 horas diarias. Trata de ubicarla en un lugar donde no tenga tan cerca otras especies de plantas. ¿Cuándo se debe cultivar la flor de Jericó? La primavera es la mejor estación para decidir su siembra y reproducción. Aunque en cualquier momento del año podemos sembrarla en jardín o maceta. En primavera, las condiciones de temperatura y de humedad serán las más recomendadas para su propagación. Lo recomendable en este momento, es analizar previamente las condiciones de la planta madre, la cual debe tener buena salud. ¿Cómo preparamos la tierra? Se amolda a cualquier sustrato y puede crecer en suelos arcillosos, arenosos, ácidos e inclusive aguanta tierras con bajo contenido de pH. Pero lo ideal es prodigarle un sustrato que le provea mayor vigor, tras ejecutar un buen arado del terreno. Así que lo mejor es sembrarla en sustratos ricos en nutrientes, con abono natural, como restos de alimentos vegetales, porque un buen compost siempre le agradará, aunque es una planta todoterreno, se adapta a cualquier condición natural. ¿Cómo sembrar paso a paso una flor de Jericó? Uno de los mejores métodos para sembrar la Rosa de Jericó es a través de hijuelos a partir de una planta madre que se encuentre en óptimas condiciones, sin plagas ni raíces dañadas. Veamos, paso a paso, cómo hacerlo. Multiplicar por hijuelos Dependiendo del tamaño, se puede dividir en dos o más matas. 1. Con mucho cuidado se separa cada una de las plantitas, sin maltratar las raíces, las cuales debe mantener su tierra adherida (no sacudir). 2. Cada maceta debe ser preparada con antelación, cuidando que el hueco central garantice una buena protección de las raíces. 3. Inmediatamente después, debemos plantarlas en las nuevas macetas y ofrecerles buena temperatura ambiental constante en los próximos 30 días, especialmente para que las raíces se aferren a la tierra y crezcan con mucha fuerza. 4. En maceta, cuando la planta ya se ha desarrollado a plenitud, hay que darle sol directo durante unas 6 horas diarias. Hijuelos en jardín También se puede plantar directamente en jardín un hijuelo muy saludable. Veamos cómo hacerlo sin muchas complicaciones y en varios pasos. 1. Con ayuda de tus implementos de jardinería, abre un surco en la tierra abonada de unos 10 cm de profundidad y si deseas sembrar más de una planta, entonces la separación entre cada una será de unos 30 cm, a fin de que las raìces se desarrollen en un buen espacio. 2. Coloca la planta en el agujero respectivo, cuidando de que las raìces queden muy bien cubiertas con la tierra para que agarren firmeza y puedan desarrollarse. 3. Echa el sustrato por encima y riega un poco para que la tierra se humedezca bien. Otra forma de plantarla ocurre después de que resucita en agua. Veamos cómo se hace en pocos pasos. 1. Al salir del letargo en que se encontraba y recuperar el verdor de sus tallos, podemos ejecutar su trasplante a una maceta, colocando piedra pómez en el fondo de un envase no muy profundo para garantizar un buen drenaje. 2. Luego echamos un buen sustrato, consistente en una mezcla de compost y turba y finalmente, ponemos encima, a unos 5 cms de profundidad, la planta resucitada. 3. En poco tiempo, la raíz se pegará al sustrato y tendremos un hermoso y famoso helecho. ¿Qué cuidados necesita la flor de Jericó? Es una planta que no demanda mayores atenciones, porque está acostumbrada a sobrevivir en condiciones naturales difíciles, pero las siguientes recomendaciones ayudarán a que viva muchos años en nuestro jardín o dentro de un lugar especial de la casa. Iluminación Necesita al menos de unas 8 horas de sol a diario para permanecer saludable,así que si la tenemos en interiores, es conveniente buscar un espacio muy iluminado, porque de lo contrario su crecimiento vegetativo se verá severamente afectado. Temperatura Lo más resaltante del clima es que no resiste heladas, bajones bruscos de temperatura. A unos 16ºC se mantiene muy bien, pero climas helados no le van bien, porque está acostumbrada a soportar altas temperatura. Si se enrosca y se seca en alguna época del año, no hay que asustarse. Su metabolismo natural está tratando de conservar energía. Riego Aunque está preparada para soportar un sol inclemente porque proviene justamente de los desiertos ardientes de Arabia, para que siempre se mantenga verde el riego debe garantizar una humedad adecuada. Es una planta poiquilohídrica. Esto quiere decir que no es capaz de regular por sí misma su agua interna y ante la falta de humedad, se produce un estado de vida latente por días, incluso por años. La trehalosa que produce en defensa propia, actúa para proteger las células y evitar que las sales la perjudiquen. Tres veces por semana, estará bien. Eso sí, el próximo riego debe llegar siempre que el sustrato esté seco, dada su herencia desértica. Abono No necesita de abonos regulares, pero una vez al año le caerá bien abonarla en primavera para estimular aún más su crecimiento. Poda A fin de alcanzar un crecimiento que tenga mayor solidez, aplica una buena poda una vez por mes. En síntesis, no es muy difícil cuidar esta planta. Los mejores tips al respecto para un mejor cuidado en el hogar son los siguientes: 1. Evita exponerla en lugares donde el viento sople con fuerza. 2. No permitas que reciba climas extremos o temperaturas muy fuertes que perturben su desarrollo. Su temperatura ambiente ideal ronda los 16°C. 3. No puede exponerse en forma abusiva a los rayos solares, porque puede secarse tempranamente. 4. Si la quieres siempre verde, entonces hay proporcionarle la humedad que necesita. ¿Qué plagas y enfermedades atacan a la flor de Jericó? La Rosa de Jericó es una planta que por lo general no sufre ataques severos de plagas. Y esto se debe a que su sabor es poco atractivo para los insectos, por lo que ella misma se convierte en un repelente efectivo. Sin embargo, los pulgones, la araña roja y la mosca blanca, son sus enemigos principales. Si se detecta la presencia de los mismos, habrá que actuar rápidamente para evitar que se reproduzcan. Un buen pesticida sería suficiente para erradicarlos, pero siempre es bueno consultar a un experto para aplicar el producto más indicado.