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PROYECTO DE INVESTIGACIÓN-HONORIO GUTIERREZ ALFREDO EDWIN- REDES INDUSTRIALES

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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CALLAO
FACULTAD DE INGENIERÍA ELÉCTRICA Y ELECTRÓNICA
´´ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA ELÉCTRICA´´
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
TEMA: EL INTERNET DE LAS COSAS IOT
CURSO: REDES INDUSTRIALES-91G
DOCENTE: ING. ELMER MENDOZA TRUJILLO
PRESENTADO POR:
HONORIO GUTIERREZ ALFREDO
CALLAO – ENERO 2021
PERÚ
código:
1223120046
ÍNDICE
Introducción……………………………………………………………………
Orígenes, impulsores y aplicaciones……………………………………….
Definiciones diferentes, conceptos similares………………………………
CAPITULO I
Modelos de comunicación de la Internet de las Cosas:
Comunicaciones ‘dispositivo a dispositivo’………………………………..
Comunicaciones ‘dispositivo a la nube’……………………………………
Modelo ‘dispositivo a puerta de enlace’……………………………………
Modelo de intercambio de datos a través del back-end………………….
Modelos de comunicación de la Internet de las Cosas: resumen……….
CAPITULO II
Cuestiones relacionadas con la seguridad:
El desafío de seguridad de la IoT……………………………………………
Un espectro de consideraciones de seguridad…………………………….
Desafíos de seguridad que son exclusivos de los dispositivos de la IoT..
Preguntas relacionadas con la seguridad de la IoT……………………….
CAPITULO III
Consideraciones sobre la privacidad:
Antecedentes de la privacidad en la Internet de las Cosas……………..
Aspectos relacionados con la privacidad que solo se aplican
a la Internet de las Cosas……………………………………………………
Preguntas relacionadas con la privacidad de la Internet de
las Cosas ………………………………………………………………………
CAPITULO IV
Interoperabilidad / Cuestiones relacionadas con las normas:
Interoperabilidad / Estándares de la IoT – Antecedentes…………………
Consideraciones clave y desafíos en la Interoperabilidad de
la IoT / Estándares…………………………………………………………….
Preguntas relacionadas con la interoperabilidad…………………………..
CAPITULO V
Cuestiones reglamentarias, legales y de derechos:
Protección de datos y flujos de datos transfronterizos……………………
Discriminación de los datos de la IoT………………………………………
Los dispositivos de la IoT utilizados como ayudas para las
Agencias de aplicación de la ley y la seguridad pública………………….
Responsabilidad por los dispositivos de la IoT……………………………
Proliferación de dispositivos de la IoT utilizados en acciones
Legales………………………………………………………………………...
Resumen de las cuestiones reglamentarias, legales y de derechos…...
CAPITULO VI
Cuestiones relacionadas con las economías emergentes y el desarrollo:
Garantizar que las oportunidades de la IoT sean globales………………..
Oportunidades económicas y de desarrollo…………………………………
Preguntas sobre la IoT y su relación con las economías
emergentes y el desarrollo……………………………………………………
CAPITULO VII
Conclusión……………………………………………………………………...
INTRODUCCIÓN
La Internet de las Cosas (IoT) es un tema importante en la industria de la tecnología, las
políticas y los círculos de ingeniería y se ha convertido en noticia de primera plana, tanto
en la prensa especializada como en los medios populares. Esta tecnología se encarna en
una amplia gama de productos, sistemas y sensores en red, que aprovechan los avances
en la potencia de cálculo, la miniaturización de los componentes electrónicos y las
interconexiones de red para ofrecer nuevas capacidades que antes no eran posibles. Una
gran cantidad de conferencias, informes y artículos de noticias están discutiendo y
debatiendo el potencial impacto de la “revolución de la IoT”, desde nuevas oportunidades
de mercado y modelos de negocio hasta las preocupaciones con respecto a la seguridad,
la privacidad y la interoperabilidad técnica.
La implementación a gran escala de dispositivos de la IoT promete transformar muchos
aspectos de la forma en que vivimos. Para los consumidores, los nuevos productos de la
IoT —electrodomésticos, componentes de automatización del hogar y dispositivos de
gestión de energía con conexión a Internet— nos están llevando hacia una visión de la
“casa inteligente” que ofrece mayor seguridad y eficiencia energética. Otros dispositivos
personales de la IoT —entre ellos los dispositivos portátiles para monitorear y gestionar la
actividad física y los dispositivos médicos con conexión a Internet— están transformando la
forma en que se ofrecen los servicios de salud. Esta tecnología promete ser beneficiosa
para las personas mayores o con discapacidad, mejorando sus niveles de independencia y
calidad de vida a un costo razonable.1 Los sistemas de la IoT como los vehículos
conectados en red, los sistemas de tráfico inteligentes y los sensores integrados en
carreteras y puentes nos acercan más a la idea de “ciudades inteligentes”, que ayudan a
minimizar la congestión y el consumo de energía. La tecnología de la IoT ofrece la
posibilidad de transformar la agricultura, la industria y la producción y distribución de
energía mediante el aumento de la disponibilidad de información a lo largo de la cadena de
valor de la producción por medio de sensores conectados en red. Sin embargo, la IoT
plantea muchas preguntas y desafíos que se deben tener en cuenta y abordar para que se
puedan realizar sus potenciales beneficios.
Diferentes empresas y organizaciones dedicadas a la investigación han publicado una
amplia gama de proyecciones sobre el potencial impacto que tendrá la IoT sobre Internet y
sobre la economía en los próximos cinco a diez años. Por ejemplo, Cisco ha proyectado
que para el año 2019 habrá más de 24 mil millones de objetos conectados a Internet,2
aunque Morgan Stanley anticipa que para el año 2020 habrá 75 mil millones de
dispositivos conectados en red.3 Considerando un período de tiempo más largo, Huawei
sube la apuesta y anticipa que en 2025 habrá 100 mil millones de conexiones a la IoT.4 El
McKinsey Global Institute sugiere que el impacto financiero de la IoT sobre la economía
global puede llegar a ser de $3.9 a $11.1 mil millones en 2025.5 Aunque la variabilidad de
las predicciones las vuelve cuestionables, en conjunto permiten entrever una influencia y
un crecimiento significativos.
Algunos observadores ven a la IoT como un mundo “inteligente”, revolucionario y
totalmente interconectado; un mundo de progreso, eficiencia y oportunidades, con el
potencial de añadir un valor equivalente a miles de millones para la industria y la economía
global.6
ORÍGENES, IMPULSORES Y APLICACIONES
El término “Internet de las Cosas” (IoT) fue empleado por primera vez en 1999 por el
pionero británico Kevin Ashton para describir un sistema en el cual los objetos del mundo
físico se podían conectar a Internet por medio de sensores.12 Ashton acuñó este término
para ilustrar el poder de conectar a Internet las etiquetas de identificación por
radiofrecuencia (RFID)13 que se utilizaban en las cadenas de suministro corporativas para
contar y realizar un seguimiento de las mercancías sin necesidad de intervención humana.
Hoy en día, el término Internet de las Cosas se ha popularizado para describir escenarios
en los que la conectividad a Internet y la capacidad de cómputo se extienden a una
variedad de objetos, dispositivos, sensores y artículos de uso diario.
Aunque el término “Internet de las Cosas” es relativamente nuevo, el concepto de combinar
computadoras y redes para monitorear y controlar diferentes dispositivos ha existido
durante décadas. Por ejemplo, a fines de la década de 1970 ya había en el mercado
sistemas disponibles para monitorear los medidores conectados a la red eléctrica de forma
remota a través de las líneas telefónicas.14 En la década de 1990, los avances en la
tecnología inalámbrica permitieron la difusión de soluciones corporativas e industriales
“máquina a máquina” (M2M) para monitorear y operar diferentes equipos. Sin embargo,
muchas de estas primeras soluciones M2M se basaban en redes dedicadas especialmente
construidas para este propósito y en estándares propietarios o específicos de la
industria,15 no en redes basadas en el Protocolo de Internet (IP) y los estándares de
Internet.
TENDENCIAS TECNOLÓGICAS Y DE MERCADO QUE ESTÁN IMPULSANDO LA IOT
1) CONECTIVIDAD UBICUA:
La conectividad generalizada, de bajo costo y alta velocidad, sobre todo a través de
servicios y tecnología inalámbricos con y sin licencia, hace que casi todo sea “conectable“.
2) ADOPCIÓN GENERALIZADA DE REDES BASADAS EN EL PROTOCOLO IP:
El protocolo IP se ha convertido en el estándar dominante para la creación de redes y
ofrece una plataforma bien definida y ampliamente implementada en software y
herramientas que se pueden incorporar en una variedad de dispositivos de forma fácil y
económica.
3) ECONOMÍAS EN LA CAPACIDAD DE CÓMPUTO:
Impulsada por las inversiones de la industria en las áreas de investigación, desarrollo y
fabricación, la Ley de Moore21 continúa ofreciendo mayor potencia de cálculo a precios
más bajos y con menor consumo de energía.22
4) MINIATURIZACIÓN:
Los avances logrados en la fabricación permiten incorporar tecnología de cómputo y
comunicaciones de vanguardia en objetos muy pequeños.23 Junto con una mayor
economía en la capacidad de cómputo, esto ha impulsado el desarrollo de sensores
pequeños y de bajo costo que a su vez impulsan muchas aplicaciones de la IoT
5) AVANCES EN EL ANÁLISIS DE DATOS:
La existencia de nuevos algoritmos y el rápido aumento de la potencia de cálculo, el
almacenamiento de datos y los servicios en la nube permiten agregar, correlacionar y
analizar grandes cantidades de datos. Estos conjuntos de datos grandes y dinámicos
ofrecen nuevas oportunidades para extraer información y conocimiento.
6) SURGIMIENTO DE LA COMPUTACIÓN EN LA NUBE:
La computación en la nube aprovecha recursos informáticos remotos conectados en red
para procesar, gestionar y almacenar datos. Este paradigma permite que dispositivos
pequeños y distribuidos interactúen con potentes sistemas de soporte que brindan
capacidades analíticas y de control.
“ENTORNOS” PARA APLICACIONES DE LA IOT
1) CUERPO HUMANO:
Dispositivos (para vestir e ingeribles) para monitorear y mantener la salud y el bienestar de
las personas, manejar enfermedades, aumentar la aptitud física y la productividad.
2) HOGAR:
Controladores y sistemas de seguridad para el hogar.
3) PUNTOS DE VENTA:
Tiendas, bancos, restaurantes, estadios, cualquier lugar donde los consumidores
consideren y compren; sistemas de auto-pago, ofertas en compras presenciales,
optimización del inventario.
4) OFICINAS:
Gestión de la energía y la seguridad en los edificios de oficinas; mejora de la productividad,
incluso para los empleados móviles.
5) FÁBRICAS:
Lugares con rutinas de trabajo repetitivas, como hospitales y granjas; eficiencia operativa,
optimización del uso de los equipos y el inventario.
6) OBRAS:
Minería, petróleo y gas, construcción; eficiencia operativa, mantenimiento predictivo, salud
y seguridad.
7) VEHÍCULOS:
Vehículos, incluyendo automóviles, camiones, barcos, aviones y trenes; mantenimiento
basado en la condición, diseño, basado en el uso, análisis de preventa.
8) CIUDADES:
Espacios públicos e infraestructura en entornos urbanos; sistemas de control adaptativo de
tráfico, contadores inteligentes, monitoreo ambiental, gestión de recursos.
9) EXTERIORES:
Los usos exteriores incluyen las vías de ferrocarril, los vehículos autónomos (fuera de los
centros urbanos) y la navegación aérea; el enrutamiento en tiempo real, la navegación
conectada, el seguimiento de envíos.
DEFINICIONES DIFERENTES, CONCEPTOS SIMILARES
A pesar del entusiasmo generalizado en torno a la Internet de las Cosas, no existe una
definición única y universalmente aceptada para el término. Diferentes grupos utilizan
diferentes definiciones para describir o promover una visión particular de lo que significa la
IoT y sus atributos más importantes. Algunas definiciones especifican el concepto de
Internet o del Protocolo de Internet (IP), mientras que otras quizás sorprendentemente no
lo hacen. Por ejemplo, veamos las siguientes definiciones.
El Consejo de Arquitectura de Internet (IAB) comienza la RFC 7452,33 “ARCHITECTURAL
CONSIDERATIONS IN SMART OBJECT NETWORKING’’, con esta definición:
El término “Internet de las Cosas” (IoT) denota una tendencia en que un gran número de
dispositivos embebidos utilizan los servicios de comunicación que ofrecen los protocolos
de Internet. A estos dispositivos suelen llamarles “objetos inteligentes’’ y no son operados
directamente por un ser humano, sino que existen como componentes en edificios o
vehículos o están distribuidos en el entorno.
Dentro del Grupo de Trabajo en Ingeniería de Internet (IETF), el término “redes de objetos
inteligentes” se utiliza habitualmente para referirse a la Internet de las Cosas. En este
contexto, los “objetos inteligentes” son dispositivos que típicamente tienen limitaciones
significativas, como por ejemplo limitaciones en cuanto a la energía, la memoria y los
recursos de procesamiento, o el ancho de banda.34 El trabajo en el IETF se organiza en
torno a requisitos específicos para lograr la interoperabilidad entre varios tipos de objetos
inteligentes.
La Internet de las Cosas (IoT) es un marco en el que todas las cosas tienen una
representación y una presencia en Internet. Más específicamente, la Internet de las Cosas
tiene como objetivo ofrecer nuevas aplicaciones y servicios que sirvan de puente entre el
mundo físico y el virtual, en que las comunicaciones ‘máquina a máquina’ (M2M)
representan la comunicación básica que permite las interacciones entre las cosas y las
aplicaciones en la nube.
Internet de las Cosas (sustantivo): Interconexión a través de Internet de dispositivos de
computación integrados en objetos cotidianos, que les permite enviar y recibir datos.
Todas las definiciones describen escenarios en los que la conectividad de red y la
capacidad de cómputo se extienden a una constelación de objetos, dispositivos, sensores
y artículos de uso diario que habitualmente no se consideran “computadoras”. Las
diferentes definiciones de la IoT no necesariamente son contradictorias, sino que más bien
enfatizan diferentes aspectos del fenómeno de la IoT desde diferentes puntos de vista y
casos de uso.
Sin embargo, la variedad de definiciones podría ser una fuente de confusión en el diálogo
sobre cuestiones de la IoT, sobre todo en las discusiones entre grupos de partes
interesadas o segmentos de la industria. En años recientes se produjo una confusión
similar con respecto a la neutralidad de la red y la computación en la nube, ya que las
diferentes interpretaciones de los términos a veces obstaculizan el diálogo. Si bien
probablemente sea necesario desarrollar una definición única de la IoT, se debe reconocer
que en las discusiones se deben tener en cuenta los diferentes puntos de vista existentes.
Para los propósitos de este trabajo, los términos “Internet de las cosas” e “IoT” en líneas
generales se refieren a la ampliación de la conectividad de red y la capacidad de cómputo
a objetos, dispositivos, sensores y elementos que habitualmente no se consideran
computadoras. Estos “objetos inteligentes” requieren una mínima intervención humana
para generar, intercambiar y consumir datos; muchas veces tienen conectividad con
capacidad de recolección remota, análisis y gestión de datos.
Los modelos de redes y comunicaciones para objetos inteligentes incluyen algunos en que
los datos intercambiados no atraviesan Internet ni una red basada en el protocolo IP.
Incluimos estos modelos en nuestra descripción amplia de la “Internet de las cosas”
utilizada para este trabajo
Para los propósitos de este trabajo, los términos “Internet de las cosas” e “IoT” en
líneas generales se refieren a la ampliación de la conectividad de red y la capacidad
de cómputo a objetos, dispositivos, sensores y elementos que habitualmente no se
consideran computadoras.
CAPITULO I
MODELOS DE COMUNICACIÓN DE LA INTERNET DE LAS COSAS:
Desde el punto de vista operativo, es útil pensar en cómo se conectan y comunican los
dispositivos de la IoT en términos de sus modelos de comunicación. En marzo de 2015, el
Comité de Arquitectura de Internet (IAB) dio a conocer un documento para guiar la
creación de redes de objetos inteligentes (RFC 7452),39 que describe un marco de cuatro
modelos de comunicación comunes que utilizan los dispositivos de la IoT. En la discusión
siguiente se presenta este marco y se explican las principales características de cada
modelo.
1.1)
Comunicaciones ‘dispositivo a dispositivo’
El modelo de comunicación dispositivo a dispositivo representa dos o más dispositivos que
se conectan y se comunican directamente entre sí y no a través de un servidor de
aplicaciones intermediario. Estos dispositivos se comunican sobre muchos tipos de redes,
entre ellas las redes IP o la Internet. Sin embargo, para establecer comunicaciones
directas de dispositivo a dispositivo, muchas veces se utilizan protocolos como
Bluetooth,40 Z-Wave41 o ZigBee42 , como se muestra en la Figura.
Estas redes dispositivo a dispositivo permiten que los dispositivos que, para comunicarse e
intercambiar mensajes, se adhieren a un determinado protocolo de comunicación logren su
función.
Por lo general, este modelo de comunicación se utiliza en aplicaciones como sistemas de
automatización del hogar, que habitualmente utilizan pequeños paquetes de datos para la
comunicación entre dispositivos con requisitos relativamente bajos en términos de la tasa
de transmisión. Los dispositivos para la IoT residenciales —bombillas de luz, interruptores,
termostatos y cerraduras— normalmente se envían pequeñas cantidades de información
(por ejemplo, un mensaje del estado de bloqueo de una puerta o un comando para
encender una luz) en un escenario de automatización del hogar.
1.2)
Comunicaciones ‘dispositivo a la nube’
En un modelo de comunicación de dispositivo a la nube, el dispositivo de la IoT se conecta
directamente a un servicio en la nube, como por ejemplo un proveedor de servicios de
aplicaciones para intercambiar datos y controlar el tráfico de mensajes. Este enfoque suele
aprovechar los mecanismos de comunicación existentes (por ejemplo, las conexiones WiFi o Ethernet cableadas tradicionales) para establecer una conexión entre el dispositivo y la
red IP, que luego se conecta con el servicio en la nube. Esto se ilustra en la Figura.
Este modelo de comunicación es empleado por algunos dispositivos electrónicos de
consumo para la IoT, entre ellos el Learning Thermostat44 de Nest Labs y el SmartTV de
Samsung.45 En el caso del Learning Thermostat, el dispositivo transmite los datos a una
base de datos en la nube donde se pueden usar para analizar el consumo de energía en el
hogar. Además, esta conexión a la nube permite que el usuario acceda a su termostato en
forma remota, a través de un teléfono inteligente o una interfaz web, y también soporta las
actualizaciones del software del termostato.
Algo similar ocurre con la tecnología SmartTV de Samsung — el televisor utiliza una
conexión a Internet para transmitir información a Samsung para su análisis y para activar
las funciones interactivas de reconocimiento de voz de la televisión. En estos casos, el
modelo dispositivo a la nube agrega valor para el usuario final, ya que amplía las
capacidades del dispositivo más allá de sus características nativas.
No obstante, al intentar integrar dispositivos de diferentes fabricantes pueden surgir
problemas de interoperabilidad. Muchas veces el dispositivo y el servicio en la nube son
del mismo proveedor de tecnología.46 Si entre el dispositivo y el servicio en la nube se
utilizan protocolos de datos propietarios, el dueño del dispositivo o el usuario podrían
quedar atados a un servicio en la nube específico, lo que limitaría o impediría el uso de
proveedores de servicios alternativos. Esto generalmente se conoce como “dependencia
de un proveedor’’ (vendor lockin), un término que abarca otras facetas de la relación con el
proveedor, como por ejemplo la propiedad y el acceso a los datos. A la vez, los usuarios
generalmente pueden confiar en que los dispositivos diseñados para su plataforma
específica se podrán integrar.
1.3)
Modelo ‘dispositivo a puerta de enlace’
En el modelo dispositivo a puerta de enlace, o más generalmente el modelo dispositivo a
puerta de enlace de capa de aplicación (ALG), el dispositivo de la IoT se conecta a través
de un servicio ALG como una forma de llegar a un servicio en la nube. Dicho de otra
manera, esto significa que hay un software de aplicación corriendo en un dispositivo de
puerta de enlace local, que actúa como intermediario entre el dispositivo y el servicio en la
nube y provee seguridad y otras funcionalidades tales como traducción de protocolos o
datos. Este modelo se ilustra en la Figura.
En los dispositivos de consumo se utilizan diferentes formas de este modelo. En muchos
casos, el dispositivo de puerta de enlace local es un teléfono inteligente con una aplicación
para comunicarse con un dispositivo y transmitir datos a un servicio en la nube. Esto suele
ser el modelo empleado con los artículos de consumo populares como los dispositivos
utilizados para llevar registro de la actividad física. Estos dispositivos no tienen capacidad
nativa para conectarse directamente a un servicio en la nube, por lo que muchas veces
utilizan una aplicación para teléfono inteligente como puerta de enlace intermedia. Otra
forma de este modelo tipo dispositivo a puerta de enlace es la aparición de dispositivos
“hub” en las aplicaciones de automatización del hogar.
Se trata de dispositivos que sirven de puerta de enlace local entre los dispositivos
individuales de la IoT y un servicio en la nube, pero que también pueden reducir los
problemas de interoperabilidad entre los propios dispositivos. Por ejemplo, el hub
SmartThings es un dispositivo de puerta de enlace independiente que tiene instalados
transceptores Z-Wave y Zigbee para comunicarse con ambas familias de dispositivos.47
Luego se conecta al servicio en la nube SmartThings y permite que el usuario acceda a los
dispositivos usando una aplicación para teléfono inteligente y una conexión a Internet.
Desde una perspectiva técnica más amplia, el artículo del IETF Journal explica las ventajas
del enfoque dispositivo a puerta de enlace:
Los sistemas que utilizan el modelo de comunicación dispositivo a puerta de enlace y su
papel más amplio en el abordaje de los problemas de interoperabilidad entre dispositivos
de la IoT todavía están evolucionando.
1.4)
Modelo de intercambio de datos a través del back-end
El modelo de intercambio de datos a través del back-end se refiere a una arquitectura de
comunicación que permite que los usuarios exporten y analicen datos de objetos
inteligentes de un servicio en la nube en combinación con datos de otras fuentes. Esta
arquitectura soporta “el deseo del usuario de permitir que terceros accedan a los datos
subidos por sus sensores”. 50 Este enfoque es una extensión del modelo de comunicación
tipo ‘dispositivo único a la nube’, que puede llevar a la existencia de silos de datos donde
“los dispositivos de la IoT suben datos a un único proveedor de servicios de
aplicaciones’’.51 Una arquitectura de intercambio de datos a través del back-end permite
agregar y analizar los datos recogidos de flujos obtenidos de un solo dispositivo de la IoT.
Por ejemplo, a un usuario corporativo a cargo de un complejo de oficinas le interesaría
consolidar y analizar los datos de consumo de energía y otros servicios que producen
todos los sensores de la IoT y los correspondientes sistemas habilitados para Internet
disponibles en las instalaciones. En el modelo ‘dispositivo único a la nube’, muchas veces
los datos que produce cada sensor o sistema de la IoT queda en un silo de datos
independiente. Una arquitectura eficaz de intercambio de datos a través del back-end
permitiría que la empresa acceda y analice fácilmente, en la nube, los datos producidos por
toda la gama de dispositivos instalados en el edificio. Además, este tipo de arquitectura
facilita la portabilidad de los datos. Las arquitecturas eficaces de intercambio de datos a
través del back-end permiten que los usuarios muevan sus datos al cambiar de servicio de
IoT, rompiendo así las barreras tradicionales de los silos de datos. El modelo de
intercambio de datos a través del back-end sugiere que, para lograr la interoperabilidad de
los datos de dispositivos inteligentes alojados en la nube, se requiere un enfoque de
servicios federados52 o interfaces de programación de aplicaciones (APIs) en la nube.53
La Figura 4 muestra una representación de este diseño. Este modelo de arquitectura es un
enfoque para lograr interoperabilidad entre estos sistemas de back-end. Como sugiere el
IETF Journal, “los protocolos estándares pueden ayudar, pero no son suficientes para
eliminar los silos de datos dado que entre proveedores son necesarios modelos de
información comunes.”54 En otras palabras, este modelo de comunicación es apenas tan
eficaz como los diseños de los sistemas subyacentes de la IoT. Las arquitecturas de
intercambio de datos a través del back-end no pueden superar completamente los diseños
de los sistemas cerrados.
1.5)
Modelos de comunicación de la Internet de las Cosas: resumen
Los cuatro modelos básicos de comunicación muestran las estrategias de diseño
subyacentes utilizadas para permitir que los dispositivos de la IO se comuniquen. Además
de ciertas consideraciones técnicas, el uso de estos modelos está influenciada en gran
parte por la naturaleza abierta versus propietaria de los dispositivos de la IoT que se
conectan en red. En el caso del modelo ‘dispositivo a puerta de enlace’, su principal
característica es la capacidad de superar las restricciones que implica la conexión de
dispositivos propietarios a la IoT. Esto significa que la interoperabilidad de los dispositivos y
los estándares abiertos son consideraciones clave para el diseño y el desarrollo de
sistemas de la Internet de las Cosas interconectados.
Desde el punto de vista del usuario en general, estos modelos de comunicación sirven
para ilustrar la capacidad de agregar valor que tienen los dispositivos conectados en red.
Al permitir que el usuario logre un mejor acceso a un dispositivo de la IoT y a sus datos, el
valor global del dispositivo aumenta. Por ejemplo, en tres de los cuatro modelos de
comunicación descritos, en última instancia los dispositivos se conectan a servicios de
análisis de datos en un entorno de cómputo en la nube. Al crear conductos para comunicar
datos a la nube, los usuarios y los proveedores de servicios pueden agregar los datos,
analizar grandes volúmenes de datos y visualizar datos más fácilmente; además, las
tecnologías de análisis predictivo obtienen más valor de los datos de la IoT del que pueden
obtener las aplicaciones de silos de datos tradicionales. En otras palabras, las
arquitecturas de comunicación eficaces son un importante generador de valor para el
usuario final, ya que abren la posibilidad de utilizar la información de formas nuevas. Sin
embargo, cabe señalar que estos beneficios no vienen sin desventajas. Al considerar una
arquitectura determinada, es necesario considerar cuidadosamente los costos que deben
incurrir los usuarios para conectarse a recursos en la nube, especialmente en las regiones
donde los costos de conectividad del usuario son elevados.
Los modelos de comunicación efectivos benefician al usuario final, pero también cabe
mencionar que los modelos eficaces de comunicación de la IoT también mejoran la
innovación técnica y las oportunidades para el crecimiento comercial. Se pueden diseñar
nuevos productos y servicios que aprovechen los flujos de datos de la IoT que antes no
existían, y estos podrían catalizar la innovación.
CAPITULO II
CUESTIONES RELACIONADAS CON LA SEGURIDAD:
2.1) El desafío de seguridad de la IoT
Tal como se observa en los principios que guían nuestro trabajo, garantizar la seguridad, la
confiabilidad, la resiliencia y la estabilidad de las aplicaciones y servicios de Internet es
fundamental para fomentar la confianza y el uso de Internet.56 Como usuarios de Internet,
tenemos que tener un alto grado de confianza en que Internet, sus aplicaciones y los
dispositivos conectados a la red son lo suficientemente seguros como para realizar en
línea toda la gama de actividades que deseamos en relación con la tolerancia al riesgo
asociado con tales actividades. En este sentido, la Internet de las cosas no es diferente y la
seguridad de la IoT está fundamentalmente relacionada con la capacidad de los usuarios
de confiar en su entorno. Si los usuarios no creen que los dispositivos que tienen
conectados y su información están razonablemente seguros contra el mal uso o los daños,
la erosión de la confianza resultante provoca una renuencia a usar Internet. Esto tiene
consecuencias globales para el comercio electrónico, la innovación técnica, la libertad de
expresión y prácticamente para todos los demás aspectos de las actividades en línea. En
efecto, para garantizar la seguridad en los productos y servicios de la IoT, el sector debe
considerar la seguridad como una de sus máximas prioridades.
A medida que conectamos cada vez más dispositivos a Internet, surgen nuevas
oportunidades para explotar potenciales vulnerabilidades de seguridad. Los dispositivos de
la IoT mal asegurados servir como puntos de entrada para ciber-ataques, permitiendo que
personas malintencionadas reprogramaran un dispositivo o perjudicaran su
funcionamiento. Los dispositivos de la IoT mal diseñados pueden exponer los datos de los
usuarios a robos, dejando los flujos de usuarios sin una protección adecuada. Los
dispositivos defectuosos o que no funcionan bien también pueden crear vulnerabilidades.
Estos problemas son tanto o más graves en el caso de los dispositivos inteligentes
pequeños, baratos y ubicuos en la Internet de las Cosas que en el caso de los equipos que
tradicionalmente han sido los puntos extremos de la conectividad a Internet. Los desafíos
que imponen la competitividad de los costos y las limitaciones técnicas de la IoT hacen que
para los fabricantes de dispositivos no sea fácil diseñar funciones de seguridad adecuadas,
potencialmente generando, a largo plazo, vulnerabilidades en la seguridad y dificultades en
el mantenimiento superiores a las computadoras tradicionales.
Cada dispositivo mal asegurado conectado en línea potencialmente afecta la
seguridad y la resistencia de Internet a nivel global, no solo a nivel local.
2.2) Un espectro de consideraciones de seguridad
Al pensar en los dispositivos de la Internet de las Cosas, es importante entender que la
seguridad de estos dispositivos no es absoluta. La seguridad de los dispositivos de la IoT
no es una proposición binaria de tipo seguro/inseguro. Por el contrario, resulta útil
conceptualizar la seguridad de la IoT como un espectro de vulnerabilidad los dispositivos.
El espectro va desde dispositivos totalmente desprotegidos sin ninguna función de
seguridad hasta sistemas muy seguros con múltiples capas de elementos de seguridad. En
un constante juego de gato y ratón, a medida que las nuevas amenazas de seguridad
evolucionan, los fabricantes de dispositivos y los operadores de redes responden para
hacer frente a las nuevas amenazas.
La seguridad general y la resiliencia de la Internet de las Cosas dependen de cómo se
evalúen y gestionen los riesgos de seguridad. La seguridad de un dispositivo es función del
riesgo de que un dispositivo se vea comprometido, del daño que tal compromiso
provocaría y del tiempo y los recursos necesarios para lograr cierto nivel de protección. Si
un usuario no puede tolerar un alto grado de riesgo (por ejemplo, un operador de un
sistema de control de tráfico o una persona a quien se le ha implantado un dispositivo
médico que está conectado a Internet implantado), puede que para dicho usuario sienta
que se justifica gastar una cantidad considerable de recursos para proteger el sistema o el
dispositivo contra un ataque. Del mismo modo, si a la persona no le preocupa que su
refrigerador pueda ser hackeado y utilizado para enviar spam, puede que no se sienta
obligada a pagar por un modelo que tenga un diseño de seguridad más sofisticado si esto
hace que el dispositivo sea más costoso o complicado.
En esta evaluación y cálculo de la mitigación de los riesgos influyen diferentes factores.
Estos factores incluyen una comprensión clara de los riesgos de seguridad actuales y
posibles riesgos futuros, la estimación de los costos económicos y otros tipos de daño si
los riesgos se hacen realidad, y el costo estimado de la mitigación de los riesgos.58 Si bien
este tipo de concesiones de seguridad muchas veces se realizan desde la perspectiva de
los usuarios individuales y las organizaciones, también es importante tener en cuenta la
interrelación de los dispositivos de la loT como parte de un ecosistema mayor. La
conectividad en red de los dispositivos de la IoT significa que las decisiones de seguridad
que se toman a nivel local con respecto a un dispositivo pueden tener impactos globales
sobre otros dispositivos.
Como cuestión de principio, quienes desarrollan objetos inteligentes para la Internet de las
Cosas tienen la obligación de garantizar que estos dispositivos no expongan los bienes de
sus propios usuarios ni de otras personas a potenciales daños. Como cuestión de negocios
y de economía, a los fabricantes desean reducir sus costos, su complejidad y su tiempo de
comercialización. Por ejemplo, son cada vez más comunes los dispositivos de la IoT de
alto volumen y bajo margen de ganancia y que ya representan un costo adicional para los
productos en los que están embebidos; añadir más memoria y un procesador más rápido
para implementar medidas de seguridad podría hacer que el producto ya no fuera
competitivo.
En términos económicos, el resultado de la falta de seguridad en los dispositivos de la IoT
es una externalidad negativa, donde una o más partes imponen un costo sobre otras. Un
ejemplo clásico es la contaminación del medio ambiente, donde los costos de los daños y
la limpieza (externalidades negativas) resultantes de las acciones de quien contamina son
asumidos por otras partes.
El hecho es que el costo de la externalidad impuesto a los demás normalmente no se
considera en el proceso de toma de decisiones, a menos que, como es el caso de la
contaminación, se aplique un impuesto que sirva de aliciente para reducir la
contaminación. De acuerdo con Bruce Schneier,59 en el caso de la seguridad de la
información surge una externalidad cuando el proveedor que crea el producto no corre con
los costos que ocasionan las potenciales inseguridades; en este caso, una ley de
responsabilidad puede convencer a los vendedores para que tomen en cuenta la
externalidad y desarrollen más productos de seguridad.
Estas consideraciones de seguridad no son nuevas en el contexto de la tecnología de la
información, pero la magnitud de los desafíos que pueden surgir en las implementaciones
de la IoT las vuelve extremadamente significativas. Estos desafíos se describen a
continuación.
2.3) Desafíos de seguridad que son exclusivos de los dispositivos de la IoT
Las diferencias entre los dispositivos de la IoT y las computadoras y los dispositivos
informáticos tradicionales suelen desafiar la seguridad:
Muchos dispositivos de la Internet de las Cosas (por ejemplo, los sensores y los artículos
de consumo) están diseñados para ser desplegados a una escala masiva que es varios
órdenes de magnitud superior a la de los dispositivos tradicionalmente conectados a
Internet. Por consiguiente, la potencial cantidad de enlaces interconectados entre estos
dispositivos no tiene precedentes. Además, muchos de estos dispositivos podrán
establecer enlaces y comunicarse con otros dispositivos por sí mismos, de manera
impredecible y dinámica. Por lo tanto, puede ser necesario considerar nuevamente las
herramientas, métodos y estrategias existentes asociadas con la seguridad de la IoT.
Muchos despliegues de la IoT consistirán en colecciones de dispositivos idénticos o
prácticamente idénticos. Esta homogeneidad amplifica el potencial impacto de cualquier
vulnerabilidad de seguridad simplemente por la gran cantidad de dispositivos que tienen
las mismas características. Por ejemplo, una vulnerabilidad en el protocolo de
comunicación de una marca de bombillas de luz conectadas a Internet se podría extender
a todas las marcas y modelos de dispositivos que utilizan el mismo protocolo o que
comparten características clave de diseño o fabricación.
Muchos de los dispositivos de la Internet las Cosas que se van a desplegar tendrán una
vida útil anticipada muy superior a la que típicamente se espera para los equipos de alta
tecnología. Además, estos dispositivos se podrían desplegar en circunstancias que los
harían difíciles o imposibles de reconfigurar o actualizar; o bien estos dispositivos podrían
sobrevivir a la empresa que los creó, lo que los dejaría huérfanos y sin apoyo a largo plazo.
Estos escenarios ilustran que los mecanismos de seguridad que son adecuados en el
momento del despliegue podrían no ser adecuados durante toda la vida útil del dispositivo
y a medida que las amenazas a la seguridad evolucionen. Esta situación podría crear
vulnerabilidades que podrían persistir por mucho tiempo. Esto contrasta con el paradigma
de los sistemas de computadoras tradicionales en los cuales normalmente se aplican
actualizaciones al sistema operativo durante toda la vida de servicio de los equipos para
hacer frente a las amenazas de seguridad. El apoyo y la gestión a largo plazo de los
dispositivos de la IoT representa un importante reto de seguridad.
Muchos dispositivos de la IoT estén diseñados intencionadamente sin ninguna posibilidad
de actualización; en otros, el proceso de actualización es engorroso o poco práctico. Por
ejemplo, consideremos el retiro de 1.4 millones de automóviles Fiat Chrysler 2015 para
arreglar una vulnerabilidad que potencialmente permitiría hackear el vehículo en forma
inalámbrica. Estos vehículos se deben llevar a un concesionario Fiat Chrysler para que les
realicen una actualización manual del software, o bien los propietarios deben actualizar el
software por sí mismos usando una memoria USB. La realidad es que un alto porcentaje
de estos automóviles probablemente no se actualizará porque el proceso de actualización
representa un inconveniente para los propietarios, y esto los deja permanentemente
vulnerables a las amenazas de seguridad cibernética, sobre todo porque el automóvil
parece estar funcionando muy bien.
Muchos dispositivos de la IoT funcionan de modo que es escasa o nula la visibilidad que
tiene el usuario de su funcionamiento interno o de los flujos de datos que producen. Si un
usuario cree que un dispositivo está ejecutando ciertas funciones pero en realidad está
ejecutando funciones no deseadas o recogiendo más información que lo que el usuario
desea, se crea una vulnerabilidad. Las funciones del dispositivo también podrían cambiar
sin previo aviso cuando el fabricante ofrece una actualización, lo que deja al usuario
vulnerable a cualquier cambio que realice el fabricante.
2.4) Preguntas relacionadas con la seguridad de la IoT
Se ha planteado una serie de preguntas con respecto a los problemas de seguridad que
plantea la Internet de las Cosas. Muchas de estas preguntas ya existían antes del
crecimiento de la IoT, pero su importancia ha aumentado debido a la magnitud del
despliegue de los dispositivos utilizados. Entre las preguntas más importantes podemos
mencionar las siguientes:
2.4.1) BUENAS PRÁCTICAS DE DISEÑO
¿Cuáles son las mejores prácticas que los ingenieros y desarrolladores deben utilizar al
diseñar dispositivos de la IoT para que sean más seguros? ¿Cómo se recogen y
transmiten las lecciones aprendidas a partir de los problemas de seguridad de la Internet
de las Cosas a las comunidades de desarrolladores para mejorar las futuras generaciones
de dispositivos? ¿Qué formación y recursos educativos se pueden utilizar para enseñar a
los ingenieros y desarrolladores cómo diseñar una IoT más segura?
2.4.2) EQUILIBRIO ENTRE COSTO Y SEGURIDAD
¿De qué manera las partes interesadas toman decisiones informadas con respecto a los
dispositivos de la Internet de las Cosas considerando la relación costo-beneficio? ¿Cómo
se pueden cuantificar y evaluar con precisión los riesgos de seguridad? ¿Qué motivará a
los diseñadores y fabricantes de dispositivos para que acepten el costo adicional que
implica el diseño de dispositivos más seguros, y, en particular, para que asuman la
responsabilidad por el impacto de cualquier externalidad negativa derivada de sus
decisiones de seguridad? ¿Cómo se van a conciliar las incompatibilidades entre la
funcionalidad y la facilidad de uso y la seguridad? ¿Cómo nos aseguramos de que las
soluciones de seguridad para la IoT soporten oportunidades para la innovación, sociales y
de crecimiento económico?
2.4.3) ESTÁNDARES E INDICADORES
¿Qué papel desempeñan los estándares técnicos y operativos en el desarrollo y
despliegue de dispositivos de la IoT seguros y de buen funcionamiento? ¿Cómo se pueden
identificar y medir las características de seguridad de los dispositivos de la IoT? ¿Cómo se
puede medir la efectividad de las iniciativas y medidas de seguridad en la Internet de las
Cosas? ¿Cómo se puede asegurar la implementación de las mejores prácticas de
seguridad?
2.4.4) CONFIDENCIALIDAD DE LOS DATOS, AUTENTICACIÓN Y CONTROL DE
ACCESO
Cuál es el papel óptimo del cifrado de los datos con respecto a los dispositivos de la IoT?
¿Utilizar tecnologías de cifrado, autenticación y control de acceso en los dispositivos de la
IoT es una solución adecuada para evitar intentos de espionaje y secuestro de los flujos de
datos que producen estos dispositivos? ¿Qué tecnologías de cifrado y autenticación se
podrían adaptar para la Internet de las Cosas y cómo se podrían aplicar considerando las
limitaciones de costo, tamaño y velocidad de procesamiento de los dispositivos de la IoT?
¿Cuáles son los problemas de gestión que se espera deberán ser abordados como
resultado del cifrado a una escala de la magnitud de la IoT? ¿Se están abordando las
preocupaciones con respecto a cómo gestionar el ciclo de vida de las claves criptográficas
y el período durante el cual se espera que un algoritmo dado permanezca seguro? ¿Los
procesos de extremo a extremo son lo suficientemente seguros y simples como para que
los utilicen los usuarios típicos?
2.4.5) CAPACIDAD DE ACTUALIZACIÓN EN CAMPO
Dado que se espera que muchos de los dispositivos de la IoT tendrán una vida útil
prolongada, ¿estos dispositivos deben diseñarse considerando su mantenimiento y su
capacidad de actualización in situ de modo que puedan adaptarse a las nuevas amenazas
a la seguridad? Si cada dispositivo tiene integrado un agente de gestión de dispositivos, en
los dispositivos de la IoT se podría instalar y configurar nuevos software. Pero los sistemas
de gestión aumentan los costos y la complejidad; ¿habrá otros enfoques para actualizar el
software de los dispositivos que sean más compatibles con el uso masivo de los
dispositivos de la IoT? ¿Existe alguna clase de dispositivos de bajo riesgo y que por lo
tanto no justifique este tipo de características? En general, ¿las interfaces de usuario de
los dispositivos de la IoT (por lo general mínimas) se están analizando adecuadamente,
tomando en cuenta la gestión de los dispositivos (por parte de cualquier persona, incluso
por el usuario)?
2.4.6) RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
¿Cómo se puede fomentar la responsabilidad compartida y la colaboración entre todas las
partes interesadas en pos de la seguridad de la IoT?
2.4.7) REGULACIÓN
¿Se debe sancionar a los fabricantes de dispositivos por la venta de software o hardware
con fallos de seguridad conocidas o desconocidas? ¿Cómo se podrían adaptar o ampliar
las leyes de responsabilidad de producto y protección del consumidor para que abarquen
las externalidades negativas relacionadas con la Internet de las Cosas? ¿Sería posible
hacerlo en un entorno transfronterizo? ¿La regulación podrá seguir el ritmo y mantener su
eficacia en vista de evolución de la tecnología de la IoT y la evolución de las amenazas a la
seguridad? ¿Cómo se debe equilibrar la regulación con las necesidades de la innovación
sin pedir permiso, la libertad en Internet y la libertad de expresión?
2.4.8) OBSOLESCENCIA DE LOS DISPOSITIVOS
¿Qué enfoque se debe adoptar con respecto a los dispositivos de la IoT obsoletos a
medida que Internet evoluciona y cambian las amenazas a la seguridad? ¿Se debe exigir
que los dispositivos de la IoT tengan una funcionalidad de “final de vida” integrada que los
inactive? En el futuro, este tipo de requisito podría obligar a sacar de servicio a los
dispositivos más antiguos que no son interoperables y a reemplazarlos por dispositivos
más seguros e interoperables. Esto ciertamente sería muy difícil en un mercado abierto.
¿Qué implicancias tiene la inactivación automática de los dispositivos de la IoT?
La amplitud de estas preguntas es representativa de la variedad de las consideraciones de
seguridad asociadas con los dispositivos de la Internet de las Cosas. Sin embargo, es
importante recordar que, cuando un dispositivo está en Internet también es parte de
Internet,61 lo que significa que solo se pueden lograr soluciones de seguridad eficaces y
apropiadas si todas las partes involucradas con estos dispositivos aplican un enfoque de
seguridad colaborativo.Tanto entre la industria como entre los gobiernos y las autoridades
públicas, el modelo colaborativo aparece como un enfoque eficaz para ayudar a asegurar a
Internet y al ciberespacio, incluso a la Internet de las Cosas. Este modelo incluye una serie
de prácticas y herramientas que incluyen el intercambio de información bidireccional y
voluntario, herramientas de aplicación eficaces, preparación para incidentes y ejercicios
cibernéticos, creación de conciencia y capacitación, acuerdo sobre las normas de
comportamiento internacionales, y desarrollo y reconocimiento de prácticas y estándares
internacionales. Es necesario continuar trabajando para que sigan evolucionando los
enfoques colaborativos y basados en la gestión de riesgos, de manera de lograr que se
adapten bien a la escala y la complejidad de los desafíos de seguridad de los dispositivo
de la Internet de las Cosas del futuro.
CAPITULO III
CONSIDERACIONES SOBRE LA PRIVACIDAD:
3.1) Antecedentes de la privacidad en la Internet de las Cosas
El respeto por las expectativas y los derechos de privacidad es fundamental para asegurar
la confianza en Internet; además, también afecta la capacidad de las personas de hablar,
conectarse y escoger de formas significativas. Estos derechos y expectativas se suelen
enmarcar en términos del manejo ético de los datos,63 que hace hincapié en la
importancia de respetar las expectativas de privacidad del individuo y el uso legítimo de
sus datos. La Internet de las Cosas puede desafiar estas tradicionales expectativas de
privacidad.
Es fundamental abordar estos tipos de problemas de privacidad, dado que tienen
implicaciones sobre nuestros derechos básicos y nuestra capacidad colectiva de
confiar en Internet.
La IoT suele referirse a una amplia red de dispositivos con sensores diseñados para
recopilar datos acerca de su entorno, que muchas veces incluyen datos relacionados con
las personas. Estos datos presumiblemente proporcionan un beneficio al propietario del
dispositivo, pero muchas veces también benefician al fabricante o proveedor. La
recopilación y el uso de los datos se convierte en una consideración de privacidad cuando
las expectativas de privacidad de quienes son observados por los dispositivos de la IoT
difieren de las de quienes recogerán y usarán estos datos.
También hay combinaciones de flujos de datos de la IoT aparentemente inocentes que
también pueden poner en riesgo la privacidad. Cuando se combinan o correlacionan flujos
de datos individuales, el retrato digital que se obtiene de las personas suele ser más
invasivo que el que es puede obtener a partir de un flujo de datos individual. Por ejemplo,
un cepillo de dientes con conexión a Internet puede recoger y transmitir información sobre
los hábitos de cepillado de una persona, algo bastante inocuo. En cambio, si el refrigerador
de este mismo usuario informa el listado de los alimentos que consume, y si además el
dispositivo que el usuario utiliza para llevar cuenta de su actividad física también informa
los datos correspondientes, la combinación de estos flujos de datos pinta una descripción
mucho más detallada y privada de la salud general de la persona. Este efecto de
agregación de los datos puede ser particularmente potente en el caso de los dispositivos
de la IoT, dado que muchos producen otros metadatos como por ejemplo marcas de
tiempo e información de geolocalización, lo que aumenta aún más la especificidad del
usuario.
En otras situaciones, el usuario puede no ser consciente de que un dispositivo está
recogiendo datos sobre su persona y potencialmente compartiéndolos con terceros. Este
tipo de recolección de datos es cada vez más frecuente en los dispositivos de consumo,
como por ejemplo en los televisores inteligentes y las consolas de videojuegos.
Este tipo de productos tienen características de reconocimiento de voz o de visualización
que permanentemente escuchan las conversaciones u observan la actividad en una
habitación y selectivamente transmiten los datos recogidos a un servicio en la nube para su
procesamiento, donde a veces participa un tercero. Una persona podría estar en presencia
de este tipo de dispositivos sin saber que sus conversaciones o actividades están siendo
monitoreadas o que sus datos están siendo registrados.
Estos tipos de características pueden ser de beneficio para un usuario informado, pero
pueden plantear un problema de privacidad para quienes no son conscientes de la
presencia de estos dispositivos y no pueden influir significativamente sobre la forma en que
se utiliza la información recogida.
3.2) Aspectos relacionados con la privacidad que solo se aplican a la Internet de las
Cosas
En general, la forma en que la Internet de las Cosas aumenta la viabilidad y el alcance de
la vigilancia y el seguimiento amplifica las preocupaciones relativas a la privacidad. Las
características de los dispositivos d la IoT y las formas en que se utilizan redefinen el
debate sobre los temas de privacidad, ya que modifican drásticamente cómo se recogen,
analizan, utilizan y protegen los datos personales. Por ejemplo:
El tradicional modelo de privacidad de “notificación y consentimiento” en que los usuarios
hacen valer sus preferencias de privacidad interactuando directamente con información
que aparece en la pantalla de una computadora o dispositivo móvil (por ejemplo, haciendo
clic en “Acepto”) deja de funcionar cuando los sistemas no le ofrecen al usuario ningún
mecanismo de interacción. Muchas veces los dispositivos de la IoT no tienen una interfaz
de usuario para configurar las preferencias de privacidad, y en muchas configuraciones los
usuarios no tienen conocimiento ni controlan la forma en que se recogen y utilizan sus
datos personales. Esto provoca una brecha entre las preferencias de privacidad del usuario
y el comportamiento de recolección de datos del dispositivo.
Si consideran que los datos recopilados no son datos personales, es posible que los
proveedores de dispositivos de la IoT se sientan menos incentivados a ofrecer a los
usuarios un mecanismo para que expresen sus preferencias de privacidad Sin embargo, la
experiencia demuestra que, en realidad, los datos que tradicionalmente no se consideran
personales podrían ser o convertirse en datos personales si se combinan con otros.
Suponiendo que se pudiera desarrollar un mecanismo eficaz que permitiera que un usuario
expresara de manera informada sus preferencias de privacidad, este mecanismo debería
poder manejar la gran cantidad de dispositivos de la IoT que debe controlar cada usuario.
No es realista pensar que un usuario interactuará directamente con cada uno de los
dispositivos con que se encuentre a lo largo del día para expresar sus preferencias de
privacidad. Por el contrario, las interfaces de privacidad se deben poder escalar de acuerdo
con el tamaño del problema, sin dejar de ser completas y prácticas desde la perspectiva
del usuario.
La Internet de las Cosas puede poner en peligro las expectativas de los usuarios con
respecto a la privacidad en situaciones comunes. Las normas sociales y expectativas de
privacidad difieren en los espacios públicos frente a los espacios privados; los dispositivos
de la IoT desafían estas normas. Por ejemplo, las tecnologías de vigilancia que utiliza la
IoT como las cámaras de vigilancia o los sistemas de trazabilidad de ubicación que
normalmente funcionan en espacios públicos están migrando hacia espacios
tradicionalmente privados como el hogar o los vehículos particulares, donde nuestras
expectativas de privacidad son muy diferentes.
Muchas veces los dispositivos de la IoT funcionan en contextos donde la proximidad
expone a múltiples personas a una misma actividad de recolección de datos. Por ejemplo,
el sensor de seguimiento por geolocalización de un automóvil podría registrar los datos de
localización de todos los ocupantes del vehículo, sin importar si estas personas desean
que lo haga o no. Incluso podría realizar un seguimiento de las personas que viajan en
otros vehículos cercanos. En este tipo de situaciones podría ser difícil o imposible distinguir
—mucho menos respetar— las preferencias de privacidad individuales.
La ubicuidad, familiaridad y aceptación social de muchos dispositivos de la IoT pueden
crear una falsa sensación de seguridad y alentar a las personas a divulgar información
confidencial o privada sin pleno conocimiento o apreciación de las posibles consecuencias.
3.3) Preguntas relacionadas con la privacidad de la Internet de las Cosas
Estas preguntas referidas a la privacidad serían un desafío incluso si estuvieran bien
alineados los intereses y motivaciones de todas las partes involucradas en el ecosistema
de la IoT. Sin embargo, sabemos que las relaciones y los intereses de quienes están
expuestos a la recolección de sus datos personales y quienes agregan, analizan y utilizan
los datos pueden ser desequilibrados o injustos. La fuente de datos puede ver una
intrusión no deseada a su espacio privado, muchas veces sin consentimiento, control,
elección o incluso conciencia. No obstante, quien recoge los datos podría considerarlos un
recurso beneficioso que puede añadir valor a sus productos y servicios y proporcionar
nuevas fuentes de ingresos.
Dado que la Internet de las Cosas desafía nuestras nociones de privacidad de formas
nunca antes vistas, al reevaluar los modelos de privacidad en línea en el contexto de la IoT
es necesario responder ciertas preguntas clave. Algunas de las preguntas que se han
planteado incluyen las siguientes:
3.3.1) LEGITIMIDAD EN LA RECOPILACIÓN Y EL USO DE LOS DATOS
En el contexto de la IoT, ¿cómo se resuelve la relación de mercado entre las fuentes de los
datos y quienes los recogen? Los datos personales tienen un valor personal y comercial
diferente según se consideren desde el punto de vista de las fuentes o de los recolectores,
tanto individualmente como en su conjunto; por lo tanto, ambas partes tienen intereses
legítimos que podrían estar en conflicto. ¿Cómo se pueden expresar estos diferentes
intereses de una manera que conduzca a reglas en materia de acceso, control,
transparencia y protección que sean justas y consistentes, tanto para las fuentes como
para los recolectores?
3.3.2) TRANSPARENCIA, EXPRESIÓN Y CUMPLIMIENTO DE LAS PREFERENCIAS
DE PRIVACIDAD
¿Cómo se puede hacer que las políticas y prácticas de privacidad sean de fácil acceso y
comprensibles en el contexto de la IoT? ¿Cuáles son las alternativas al modelo tradicional
de privacidad de “notificación y consentimiento” que podrían abordar los aspectos únicos
de la Internet de las Cosas? ¿Cuál sería un modelo eficaz para expresar, aplicar y hacer
cumplir las preferencias de privacidad individuales y las preferencias multipartitas? ¿Se
podría construir un modelo multipartito de este tipo? De ser así, ¿qué aspecto tendría?
¿Cómo se podría aplicar a circunstancias concretas que impliquen las preferencias de
privacidad individuales? ¿Existe un mercado para tercerizar la gestión de la configuración
de la privacidad a servicios comerciales diseñados para implementar las preferencias de
los usuarios? ¿Es necesario que exista un proxy de privacidad que exprese y haga cumplir
las preferencias del usuario a través de una serie de dispositivos, al tiempo que elimine la
necesidad de interacción directa con cada uno de ellos?
3.3.3) GRAN VARIEDAD DE EXPECTATIVAS DE PRIVACIDAD
Las normas y expectativas de privacidad están estrechamente relacionadas con el
contexto social y cultural del usuario, que puede variar de una nación o de un grupo a otro.
Muchos escenarios de la IoT implican el despliegue de dispositivos y actividades de
recopilación de datos de alcance multinacional o global que atraviesan fronteras sociales y
culturales. ¿Qué implicará esto para el desarrollo de un modelo de protección de la
privacidad que se pueda aplicar ampliamente a la Internet de las Cosas? ¿Cómo se
pueden adaptar los dispositivos y sistemas de la IoT para que reconozcan y respeten la
variedad de expectativas de privacidad de los usuarios y las diferentes legislaciones?
3.3.4) PRIVACIDAD POR DISEÑO
¿Cómo se puede animar a los fabricantes de dispositivos de IoT para que incorporen los
principios de la privacidad por diseño a sus valores fundamentales? ¿Cómo se puede
fomentar la inclusión de consideraciones sobre la privacidad de los consumidores en todas
las fases de desarrollo y operación de los productos? ¿Cómo se pueden conciliar los
requisitos de funcionalidad y privacidad? En principio, los fabricantes deberían anticipar
que, a largo plazo, los productos y las prácticas que respeten la privacidad se ganarán la
confianza y la satisfacción de los cliente y generarán lealtad hacia la marca. ¿Es esta
motivación suficiente para competir con los deseos de simplicidad en el diseño y velocidad
al mercado? ¿Los dispositivos se deberían diseñar con una configuración predeterminada
para el modo de recopilación de datos más conservador (es decir, no recopilación de datos
por defecto)?
3.3.5) IDENTIFICACIÓN
¿Cómo debemos proteger los datos recogidos por la IoT que parecieran no ser personales
donde se recogen o que han sido “des-identificados”, pero que en algún momento futuro
podrían llegar a ser datos personales (por ejemplo, porque podrían ser re-identificados o
combinados con otros datos)?
CAPITULO IV
INTEROPERABILIDAD / CUESTIONES RELACIONADAS CON LAS NORMAS:
4.1) Interoperabilidad / Estándares de la IoT–Antecedentes
En la Internet tradicional, la interoperabilidad es el valor central más básico; el primer
requisito de la conectividad a Internet es que los sistemas “conectados” deben poder
“hablar el mismo idioma” en cuanto a protocolos y codificaciones. La interoperabilidad es
tan fundamental que los primeros talleres para fabricantes de equipos de Internet se
denominaban “Interops”;64 además, es el objetivo explícito de todo el aparato de
estandarización de Internet concentrado en el Grupo de Trabajo en Ingeniería de Internet
(IETF).
La interoperabilidad es también una de las piedras angulares de la Internet abierta.66 Las
barreras erigidas para obstruir el intercambio de información puede afectar la capacidad de
los usuarios de Internet de conectarse, hablar, compartir e innovar, que son los cuatro
principios fundamentales de SOC.67 También llamadas “jardines vallados’’, las plataformas
cerradas en las que los usuarios solo pueden interactuar con un subconjunto seleccionado
de sitios y servicios pueden disminuir considerablemente los beneficios sociales, políticos y
económicos que permite el acceso a la totalidad de Internet.
La interoperabilidad eficaz y bien definida de los dispositivos puede fomentar la
innovación y ofrecer eficiencias a quienes fabrican dispositivos, aumentando así el
valor económico total del mercado.
En un entorno totalmente interoperable, cualquier dispositivo de la IoT se podría conectar a
cualquier otro dispositivo o sistema e intercambiar información si así lo desean. En la
práctica, la interoperabilidad es mucho más compleja. La interoperabilidad entre los
dispositivos y sistemas de la IoT ocurre en diferentes grados en diferentes capas dentro de
la pila de protocolos de comunicación entre los dispositivos. Además, no siempre es
posible, necesario o deseable lograr la interoperabilidad plena en todos los aspectos de un
producto técnico y, de ser impuesta artificialmente (por ejemplo, a través de un mandato
gubernamental).
4.2) Consideraciones clave y desafíos en la Interoperabilidad de la IoT / Estándares
La interoperabilidad, los estándares, los protocolos y las convenciones son temas
fundamentales en el desarrollo y la adopción temprano de los dispositivos de la IoT. Sin ser
exhaustiva, la lista de consideraciones y desafíos clave incluye:
4.2.1) LOS ECOSISTEMAS PROPIETARIOS Y LA ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR
Algunos fabricantes de dispositivos ven una ventaja competitiva en la creación de un
ecosistema de productos propietarios compatibles —a veces llamados “jardines
vallados”— que limiten la interoperabilidad a los dispositivos y componentes de una misma
marca. Estos fabricantes pueden generar dependencia (lock-in) en el ecosistema de sus
dispositivos, aumentando los costos en que deben incurrir los consumidores para cambiar
a otra marca o utilizar componentes de otros proveedores. Por ejemplo, en el mercado de
la domótica, las bombillas de un proveedor podrían no ser interoperables con un sistema
de interruptores de otro.
4.2.2) LIMITACIONES TÉCNICAS Y DE COSTOS
A medida que los fabricantes desarrollan dispositivos de l IoT van surgiendo limitaciones
técnicas, de tiempo al mercado y de costos que hay que tener en cuenta a la hora de
decidir sobre su interoperabilidad y su diseño, Algunos dispositivos se ven limitadas por
factores técnicos como los recursos de procesamiento disponible, la memoria o las
demandas de energía. Del mismo modo, los fabricantes se ven presionados para reducir el
costo unitario de los dispositivos, reduciendo al mínimo los costos de diseño de los
productos y las piezas. Los fabricantes realizan análisis de costo-beneficio para decidir si
los mayores costos y las potenciales reducciones del rendimiento de los productos
justifican los beneficios adicionales que tendría la implementación de los estándares. A
corto plazo, puede ser más costoso diseñar e incluir características de interoperabilidad en
un producto y probar su conformidad con la especificación de una norma. En ciertos
contextos, el camino más económico al mercado podría ser el uso de protocolos y
sistemas propietarios. Sin embargo, esto se debe comparar con las ganancias que se
obtendrán durante el ciclo de vida a largo plazo gracias a la interoperabilidad del producto.
4.2.3) RIESGOS ASOCIADOS CON LOS TIEMPOS AL MERCADO
En un mercado competitivo y global, quien saca un producto y establece una cuota de
mercado más rápidamente suele tener una ventaja. Esto ciertamente se aplica a los
fabricantes de dispositivos de la IoT. El problema surge cuando el cronograma de diseño
del fabricante se adelanta a la disponibilidad de los estándares de interoperabilidad. Un
fabricante de dispositivos ansioso por sacar un producto al mercado puede considerar que
la falta de certeza en cuanto a los tiempos y los procesos de desarrollo de los estándares
constituye un riesgo comercial que se debe minimizar o evitar. Esto puede hacer que las
alternativas de diseño que no contemplan estándares de interoperabilidad abiertos sean
más atractivas, especialmente a corto plazo.
4.2.4) RIESGOS TÉCNICO
Como parte del proceso de desarrollo, quien fabrica o utiliza dispositivos para la Internet de
las Cosas debe evaluar los riesgos técnicos de diseño de los protocolos. Incorporar
estándares existentes y comprobados en el diseño de sistemas y productos puede implicar
un riesgo técnico menor que desarrollar y utilizar protocolos propietarios. El uso de
estándares genéricos, abiertos y ampliamente disponibles (como la familia de protocolos
de Internet) como componentes de los dispositivos y servicios puede aportar otros
beneficios, como el acceso a una mayor cantidad de talento técnico, software y una
reducción de los costos de desarrollo. Estos factores se discuten en la RFC 7452,
“Architectural Considerations in Smart Object Networking.
4.2.5) DISPOSITIVOS MAL COMPORTADOS
El impacto de la falta de estándares y mejores prácticas documentadas va más allá de la
limitación del potencial de los dispositivos de la IoT. De una manera pasiva, la ausencia de
estas normas puede permitir el mal comportamiento de los dispositivos. En otras palabras,
sin estándares que sirvan de guía para los fabricantes, quienes desarrollan estos
dispositivos suelen diseñar productos cuyo funcionamiento perjudica a Internet sin prestar
demasiada atención al impacto que pueden llegar a tener. Estos dispositivos son peores
que aquellos que simplemente no son interoperables. Si están mal diseñados y
configurados, pueden afectar a los recursos de red que conectan a Internet e incluso a la
propia Internet. En un ensayo, Geoff Huston, experto en Internet, describe la proliferación
de este tipo de dispositivos como la “Internet de las cosas estúpidas”. 72 Huston describe
el ejemplo de un cable módem de consumo producido por un fabricante que había
configurado en el producto una dirección IP fija para el servidor de protocolo de tiempo de
red (NTP) operado por la Universidad de Wisconsin, algo que constituye una violación de
las prácticas de diseño habitualmente aceptado. Tal como lo explica Huston, “Cuanto más
unidades se vendían, mayor era el volumen total de tráfico que se enviaba al servidor de la
universidad.”73 Estos dispositivos no solo se comportaban mal (canalizaban todas las
solicitudes NTP a un único servidor), sino que el mal diseño del proveedor agravó la
situación por no haber provisto un mecanismo eficaz para solucionar el problema. Con el
tiempo, la implementación de estándares y mejores prácticas para la Internet de las Cosas
ofrece la oportunidad de disminuir significativamente estos problemas.
4.2.6) SISTEMAS HEREDADOS
La estandarización de la interoperabilidad representa un desafío para los nuevos
dispositivos de la IoT que deben interactuar con los sistemas que ya están desplegados y
en funcionamiento. Esto es relevante para muchos entornos específicos de ciertas
industrias y aplicaciones que ya cuentan con redes de dispositivos establecidas.74 Los
ingenieros que trabajan en la IoT deben llegar a un compromiso entre un diseño que
mantenga la compatibilidad con los sistemas heredados y su intención de lograr una mayor
interoperabilidad con otros dispositivos mediante la utilización de estándares.
4.2.7) CONFIGURACIÓN
Los usuarios enfrentarán cada vez mayores desafíos a medida que aumente la cantidad de
dispositivos de la IoT que deban manejar. Uno de estos desafíos es la necesidad de
modificar rápida y fácilmente la configuración de múltiples dispositivos en una red. A la
hora de enfrentar la configuración de cientos de dispositivos individuales, será fundamental
que las herramientas, métodos e interfaces a utilizar hayan sido cuidadosamente
diseñados y estandarizados.
4.2.8) PROLIFERACIÓN DE LOS ESFUERZOS DE ESTANDARIZACIÓN
Además de los tradicionales organismos de normalización, han surgido múltiples
coaliciones de la industria cuyo objetivo es ayudar a evaluar, desarrollar, modificar o
armonizar los estándares y los protocolos relacionados con la IoT. Esto incluye, por
ejemplo, organismos de normalización de larga data como el IETF, la ITU y el IEEE,
además de iniciativas comparativamente nuevas como el INDUSTRIAL INTERNET
CONSORTIUM, el OPEN INTERCONNECTION CONSORTIUM, ZigBee Alliance y AllSeen
Alliance, entre muchas otras.
Es probable que la industria y las demás partes interesadas deban invertir mucho tiempo y
recursos para participar en esta amplia gama de esfuerzos de normalización. Además, es
probable que se produzcan solapamientos e incluso conflictos entre algunas de estas
iniciativas.77 Además de aumentar los costos de desarrollo de los estándares, la falta de
coordinación entre los diferentes esfuerzos de normalización podría producir protocolos
incompatibles, demorar el despliegue de los productos y generar fragmentación entre los
diferentes productos, servicios y mercados verticales de la industria de la Internet de las
Cosas.
4.3) Preguntas relacionadas con la interoperabilidad
La interoperabilidad y los estándares plantean desafíos y preguntas que será necesario
responder para el futuro de los dispositivos de la IoT, entre ellas las siguientes:
4.3.1) ¿En qué áreas son más necesarias y deseables las normas de interoperabilidad? ¿Son
suficientemente similares o diferentes en toda la gama de posibles aplicaciones y casos
de uso de la IoT (por ejemplo, bienes de consumo, aplicaciones industriales y aparatos
médicos)? ¿Cuáles normas genéricas y ampliamente disponibles (como por ejemplo la
familia de protocolos de Internet) se podrían utilizar como componentes de los
dispositivos y servicios de la IoT? ¿Cómo afectaría la falta de interoperabilidad la
capacidad de los usuarios de conectarse, hablar, compartir e innovar?
4.3.2) ¿Qué funciones deben cumplir los organismos de normalización, los consorcios de la
industria y los grupos de partes interesadas en el desarrollo de estándares para la IoT?
¿Qué potencial tendría reunir a la amplia gama de grupos que están trabajando en
implementaciones técnicas de la IoT para una discusión más amplia sobre la
interoperabilidad y la implementación de estándares? ¿Se pueden evitar la existencia
de estándares que compitan entre sí, la duplicación de esfuerzos y los conflictos que
surgen cuando diferentes organismos y consorcios de normalización abordan temas
similares o coincidentes sin que los gastos de coordinación se vuelvan excesivos? En
términos más prácticos, ¿cómo pueden los actores de la industria y otras partes
interesadas mantenerse al tanto de todo lo que ocurre en este amplio espacio?
4.3.3) ¿Cuál es el mejor enfoque para involucrar y educar a las comunidades de usuarios y
desarrolladores sobre los problemas que generan los dispositivos de la IoT que no se
comportan bien y la falta de implementación de los estándares? Dada la amplia
variedad de aplicaciones y casos de uso de la IoT, ¿qué tipos de mejores prácticas o
modelos de referencia de implementación serían eficaces?
4.3.4) ¿Cómo afectará la Internet de las Cosas el consumo de ancho de banda y otros
recursos? ¿En qué medida será necesario modificar los estándares para dar soporte a
las necesidades cambiantes? Dada la importancia que tienen los servicios basados en la
nube para la Internet de las Cosas, ¿qué desafíos plantea la interoperabilidad entre
nubes?
En términos generales, no se puede negar la importancia de la interoperabilidad y
los estándares de la IoT para el mercado y para los consumidores. En última
instancia, es fundamental incorporar el desafío de desarrollar y emplear estándares
de interoperabilidad en la discusión sobre la innovación, la competencia y la
elección de los servicios por parte del usuario, todos temas que forman parte de los
básicos de ISOC.
CAPITULO V
CUESTIONES REGLAMENTARIAS, LEGALES Y DE DERECHOS:
La aplicación de los dispositivos de la IoT plantea una variedad de desafíos y preguntas
sobre aspectos regulatorios y legales que deben ser considerados cuidadosamente. En
algunos casos, los dispositivos de la IoT dan lugar a nuevas situaciones legales y
regulatorias y generan preocupaciones con respecto a los derechos civiles que antes no
existían. En otros casos, estos dispositivos magnifican cuestiones legales que ya existían.
Además, la tecnología está avanzando a una velocidad mucho mayor que los entornos
regulatorios y de políticas relacionados. A continuación se discuten algunos potenciales
problemas regulatorios y legales que afectan a todo el espectro de aplicaciones de la IoT.
5.1) Protección de datos y flujos de datos transfronterizos
No se puede evitar que los datos que recogen los dispositivos de la IoT se envíen a través
de los límites jurisdiccionales. Estos dispositivos utilizan Internet para comunicarse e
Internet atraviesa límites jurisdiccionales a todo nivel. Los dispositivos de la IoT pueden
recoger datos sobre las personas en una jurisdicción y transmitirlos a otra para su
almacenamiento o procesamiento, muchas veces sin mayores obstáculos técnicos. Esto
puede convertirse rápidamente en un problema legal, por ejemplo, si los datos recogidos
se consideran datos personales o datos sensibles y están sujetos a las leyes de protección
de datos de múltiples jurisdicciones. Para complicar aún más las cosas, las leyes de
protección de datos en la jurisdicción donde residen el dispositivo y el titular de los datos
podría ser inconsistente o incompatible con las leyes de la jurisdicción donde los datos se
almacenan y procesan.
Estas situaciones se describen como flujos de datos transfronterizos y plantean preguntas
con respecto al alcance jurídico de las normas que podrían ser aplicables. En otras
palabras, ¿cuál régimen legal regula el dispositivo que recoge los datos y cuál regula el
almacenamiento y el uso de los datos recogidos? Este escenario también plantea
preguntas normativas. ¿Se pueden modificar estas leyes para reducir el grado de
fragmentación de Internet que provocan y, a la vez, proteger los derechos de los usuarios?
Si una jurisdicción tiene leyes de protección de datos más restrictivas en cuanto al manejo
y la transmisión de determinados datos provenientes de la IoT, ¿estos requisitos legales se
deberían poder proyectar a otras jurisdicciones?
La Internet de las Cosas plantea nuevas preguntas regulatorias y legales y puede
amplificar los desafíos legales que ya existen en torno a Internet. Promover la
capacidad de los usuarios para conectarse, hablar, innovar, compartir, elegir y
confiar es una consideración fundamental para la evolución de leyes y reglamentos.
5.2) Discriminación de los datos de la IoT
Los datos recogidos por los dispositivos de la IoT permiten formar una imagen detallada de
las personas con que interactúan y estos datos pueden ser utilizados tanto para fines
beneficiosos como para fines discriminatorios. Consideremos el caso de los dispositivos
que se utilizan para llevar registro de la actividad física. Muchas veces una persona lleva
uno de estos dispositivos de forma permanente durante un período de días o semanas;
durante todo este tiempo, el dispositivo recoge información muy detallada sobre los
movimientos de la persona y otros datos biométricos. Una aplicación analiza estos datos
para determinar el estado físico de la persona, estimar las calorías que quema, llevar un
registro de las horas de sueño y caracterizar la calidad del sueño. Este análisis es
claramente beneficioso para el usuario, ya que le ofrece una manera de cuantificar su
actividad física mientras intenta alcanzar un objetivo de pérdida de peso o aptitud física.
Pero estos mismos datos se pueden utilizar en formas potencialmente discriminatorias. En
Estados Unidos, algunos planes de seguro médico están incentivando a los participantes
para que permitan que el asegurador acceda a los datos del dispositivo a cambio de
primas de seguro más bajas.79 Esta practica puede ser vista como positiva: ofrecer
precios preferenciales a quienes estén dispuestos a entregar sus datos biométricos a
cambio de un descuento. Por otra parte, potencialmente podría ser discriminatoria, en
especial para quienes se encuentran en desventaja económica. En palabras de un
comentarista: Imaginemos un esquema de precios [de pólizas de seguros] que castiga a
los padres solteros privados de sueño o a los hábitos alimenticios de los trabajadores más
pobres. Los incentivos financieros para permitir que las aseguradoras y otros interesados
accedan a la información sobre su salud podrían llegar a ser tan convincentes que
“escoger” participar sería la única opción viable.
Los datos que recogen los dispositivos de la IoT permiten formar una imagen
detallada de las personas con que interactúan. Estos datos pueden ser utilizados
para propósitos y productos muy valiosos que benefician a los usuarios. Sin
embargo, estos mismos datos podrían ser utilizados en forma discriminatoria.
Los escenarios como este son cada vez más frecuentes. Los vehículos más nuevos están
equipados con transponedores equipados con GPS y enlaces de datos que comunican
información de geo localización y hábitos de conducción (por ejemplo, excesos de
velocidad y fuerza de frenado) a sistemas remotos, o que se utilizan para proporcionar
asistencia o servicios de viaje al conductor. Si bien estas características le proporcionan
ventajas al usuario, los datos podrían llegar a ser utilizados en formas potencialmente
discriminatorias. Por ejemplo, los operadores de flotas pueden utilizar estos datos para
monitorear el desempeño de sus conductores sin que los conductores puedan optar por no
ser observados. Estos son ejemplos bastante directos de cómo se pueden utilizar los datos
de la IoT de forma discriminatoria, pero no queda claro cómo se podrían utilizar las
diferentes combinaciones de datos para discriminar en el futuro.
5.3) Los dispositivos de la IoT utilizados como ayudas para las agencias de
aplicación de la ley y la seguridad pública
Los dispositivos de la IoT podrían servir como ayudas para las agencias de aplicación de la
ley y la seguridad pública, pero en este caso es necesario considerar cuidadosamente las
ramificaciones legales y sociales. Indudablemente, los dispositivos de la IoT y los datos
que generan pueden ser utilizados como herramientas eficaces para luchar contra el
crimen. Muchos comercios minoristas han instalado cámaras de seguridad para recoger
imágenes de video y realizar un seguimiento de la actividad de los compradores, algo que
ha resultado de gran valor como prueba en los procesos penales y como elemento de
disuasión de la delincuencia.81 Más recientemente, On-Star Corporation, una subsidiaria
de General Motors, puede proporcionar datos de los sensores que se encuentran en el
automóvil de la policía para ayudar en la recuperación de vehículos robados y puede
desactivar de forma remota un vehículo robado.82 El Departamento de Policía del
Condado de Nassau (Nueva York) utiliza una red de sensores de sonido llamada
ShotSpotter que permite detectar y localizar la fuente exacta de un disparo en los barrios
donde han sido desplegados.83 Todos estos son ejemplos de los beneficios que la
tecnología de la Internet de las Cosas puede ofrecer a la policía para combatir la
delincuencia y mejorar la seguridad pública.
Sin embargo, el despliegue y uso de este tipo de tecnologías provocan preocupación entre
algunos defensores de los derechos civiles y otras personas. Entre las posibles causas de
preocupación se incluyen la omnipresencia de las actividades de monitoreo de los datos,
las políticas sobre su conservación y destrucción, los usos secundarios que los gobiernos
pueden darles, así como la potencial exposición accidental de los datos a actores
maliciosos. Además, se deben considerar cuidadosamente los efectos potencialmente
negativos sobre las actividades beneficiosas de las comunidades y sociedades
monitoreadas.
Otras situaciones de orden y seguridad públicos son más complejas. Por ejemplo, al lanzar
el iPhone 6 y su sistema operativo iOS 8, Apple Corporation eliminó un método de acceso
tipo “puerta trasera” que existía en versiones anteriores de su teléfono. La función de
puerta trasera permitía a la policía acceder a los datos que se encontraban en el teléfono
de un usuario. Apple eliminó esta característica en el nuevo iPhone y ahora encripta el
contenido interno del teléfono de una manera difícil de vulnerar y para la cual Apple no
tiene las claves, por lo cual no tiene forma de permitir el acceso.84 Esto hace que solo el
propietario del teléfono pueda acceder a su contenido. Las agencias federales de
seguridad sostienen que esto hace que sea más difícil procesar los comportamientos
criminales,85 mientras que los partidarios de los derechos civiles ven en esto una victoria
para la protección de la privacidad de los datos de los usuarios.86 Esta controversia con
respecto al cifrado de los dispositivos también se aplica a otros dispositivos de la IoT.
¿Qué papel debe desempeñar el cifrado de los dispositivos en la protección de los
dispositivos de la IoT contra los ataques criminales? ¿Cómo se puede equilibrar esto con el
legítimo acceso a los datos del usuario en interés de la aplicación de la ley y la seguridad
pública?
5.4) Responsabilidad por los dispositivos de la IoT
Los dispositivos de la IoT plantean interrogantes con respecto a la responsabilidad desde
el punto legal que invitan a la reflexión. Una de las preguntas fundamentales subyacentes
en lo que respecta a los dispositivos de la IoT es la siguiente: Si alguien se ve perjudicado
como consecuencia de la acción u omisión de un dispositivo de la IoT, ¿quién es el
responsable? En muchos casos la respuesta es complicada y a veces todavía no existe
demasiada jurisprudencia para sustentar una posición determinada. Los dispositivos de la
IoT funcionan de forma más compleja que un producto independiente y esto sugiere que
será necesario considerar escenarios de responsabilidad más complejos. Por ejemplo:
5.4.1) Puede que los dispositivos de la IoT sean utilizados en formas nunca previstas por
su fabricante. No es razonable suponer que un fabricante de dispositivos pueda realizar
pruebas de control de calidad para todos los potenciales casos de uso de los dispositivos
de la IoT.
5.4.2) Quizás los dispositivos de la IoT se conecten e interactúen con otros de formas no
anticipadas y para las cuales no se realizaron pruebas. A medida que aumente la
interoperabilidad, estos dispositivos podrán formar entre sí conexiones de red ad hoc. Por
lo tanto, antes de desplegar estos dispositivos, es difícil para un fabricante o usuario tener
en cuenta todos los escenarios potencialmente perjudiciales que podrían llegar a surgir.
5.4.3) Una vez instalados, estos dispositivos pueden tener una larga vida útil y serán
susceptibles a futuras amenazas a la seguridad que hoy en día son desconocidas. Esto
significa que estos dispositivos podrían verse comprometidos y ser reprogramados
maliciosamente para dañarse a sí mismos o a otros dispositivos, o bien para revelar
información sensible en forma no intencionada e inadvertida.
5.4.4) Los dispositivos de la IoT se integrarán en sistemas autónomos (por ejemplo,
automóviles sin conductor) que incorporan algoritmos de aprendizaje adaptativo para
controlar su comportamiento sobre la base de la información aportada por los sensores de
tales dispositivos. Es imposible conocer y probar con anticipación las acciones de estos
sistemas.
Estos y otros escenarios plantean interrogantes. Si uno de uno de estos escenarios genera
daños, ¿las leyes de responsabilidad existentes abordan adecuadamente la culpabilidad
legal y aclaran la responsabilidad de las partes involucradas? ¿Es necesario repensar las
leyes de responsabilidad para los dispositivos inteligentes de la IoT que aprenden de su
entorno y se modifican a sí mismos a medida que pasa el tiempo? Si un sistema autónomo
recibe instrucciones del usuario y no de sus algoritmos internos, ¿qué pasa en caso de
error del usuario? ¿Los dispositivos de la IoT deberían ser lo suficientemente inteligentes
como para tener una instrucción de tipo “haz lo que quise decir”? ¿En qué medida se
pueden ampliar las leyes de responsabilidad que existen para los productos
convencionales de manera que abarquen los productos que se van conectando a Internet?
Como comunidad, ¿qué podemos hacer para informar mejor a los legisladores y a los
formuladores de políticas de modo que no sean tan susceptibles frente a la enorme
cantidad de información errónea y consejos sesgados que reciben? ¿Qué podemos hacer
para informar mejor a los usuarios y compradores de estos dispositivos de modo que
entiendan todos los factores que afectan su uso?
5.5) Proliferación de dispositivos de la IoT utilizados en acciones legales
Los datos que recogen los dispositivos de la IoT muchas veces pueden servir como prueba
en una variedad de procedimientos legales. A medida que estos datos se vuelvan más
frecuentes, es probable que se utilicen cada vez más en este tipo de procedimientos. Por
ejemplo, algunos abogados en Estados Unidos han utilizado durante un juicio de divorcio
los datos de hora y localización obtenidos de los dispositivos de peaje electrónico
instalados en los automóviles para demostrar que un cónyuge engañaba al otro.87 En
2014, una mujer canadiense utilizó los datos de su propio dispositivo de actividad física en
apoyo de su reclamo en una demanda por lesiones personales.
En cuanto a usos más deliberadas de los dispositivos de la IoT para procedimientos
legales, en los automóviles se pueden instalar dispositivos conectados a Internet de
manera que actúen como garantía en caso de incumplimiento de las obligaciones de pago.
Si un conductor no para el leasing o el crédito de su automóvil, el arrendatario o
prestamista puede inactivar el vehículo de forma remota usando el dispositivo instalado
hasta que se realice el pago.89 Estos dispositivos ya se han instalado en más de dos
millones de automóviles en Estados Unidos.
Los dispositivos de la IoT funcionan de forma más compleja que un producto
independiente y esto sugiere que será necesario considerar escenarios de
responsabilidad más complejos.
Este tipo de escenarios plantean nuevas preguntas legales y reglamentarias con respecto
a los dispositivos de la IoT. ¿Deberían los fabricantes de dispositivos incluir en estos
dispositivos tecnologías como el cifrado para restringir el acceso a los flujos de datos como
lo ha hecho Apple en el iPhone? A la inversa, ¿deberían los fabricantes estar diseñando
dispositivos de la IoT que faciliten el uso de los datos en un procedimiento judicial? ¿Es
necesario desarrollar estándares que especifiquen requisitos de diseño para que los datos
de la IoT soporten la cadena de custodia de los datos en los procesos judiciales? ¿Se
deberían establecer regulaciones que protejan al consumidor de ciertos dispositivos de la
IoT?
5.6) Resumen de las cuestiones reglamentarias, legales y de derechos
La gama de temas legales, reglamentarios y de derechos relacionados con la Internet de
las Cosas es amplia y variada. Los dispositivos de la IoT crean nuevos desafíos legales y
de políticas que no existían anteriormente y que amplifican muchos de los desafíos ya
existentes. Por ejemplo, algunos tipos de dispositivos de la IoT pueden plantear nuevos
desafíos en cuanto a la accesibilidad para personas con discapacidades, sin dejar de lado
la compatibilidad con los estándares y directrices de accesibilidad existentes.91 Por otra
parte, la enorme cantidad de dispositivos inalámbricos de la IoT y el ruido de
radiofrecuencia (RF) y las interferencias que producen son ejemplos de cómo los
dispositivos de la IoT amplifican la dificultad que existe para regular el uso del espectro de
RF.92 Otros desafíos emergentes para los dispositivos de la IoT son las preocupaciones
legales y reglamentarias con respecto a la propiedad intelectual, las cuestiones
ambientales (por ejemplo, cómo desechar los dispositivos) y la propiedad legal de
dispositivos (por ejemplo, ¿los dispositivos serán propiedad del usuario o serán
alquilados?)
A las complejidades de decidir las estrategias apropiadas de regulación o de políticas para
los problemas de la IoT se suma la complejidad de decidir qué lugar de la arquitectura de
un sistema de la IoT es el mejor para conseguir los resultados deseados. ¿Dónde se
deben colocar los controles regulatorios? ¿En el dispositivo, en el flujo de datos, en la
puerta de enlace, en el usuario o en la nube en que se almacenan los datos? Las
respuestas a estas y otras preguntas dependen de la perspectiva desde la cual se analice
la situación. Cada vez más, los análisis regulatorios de los dispositivos de la IoT se realizan
desde una perspectiva legal general y tecnológicamente neutra, como por ejemplo las
leyes y reglamentos de protección al consumidor.93 Entre otras cosas, evaluar las
implicancias legales de los dispositivos de la IoT desde la perspectiva de la prevención de
prácticas desleales o engañosas contra los consumidores94 puede ayudar a informar las
decisiones sobre privacidad y seguridad.
Por último, tanto la resolución de los desafíos en este espacio como su impacto se deben
tener en cuenta en relación con los principios rectores de la Internet Society que
promueven la capacidad de conectarse, hablar, innovar, compartir, escoger y confiar.
CAPITULO VI
CUESTIONES RELACIONADAS CON LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL
DESARROLLO:
6.1) Garantizar que las oportunidades de la IoT sean globales
La propagación y el impacto de Internet tienen un alcance global: ofrecen oportunidades y
beneficios a las regiones desarrolladas y las regiones en desarrollo por igual. A la vez,
muchas veces en las regiones en desarrollo se plantean desafíos únicos relacionadas con
el despliegue, el crecimiento, la implementación y el uso de la tecnología, incluso de
Internet. Es razonable esperar que esto también sea válido para los potenciales beneficios
y desafíos asociados con la Internet de las Cosas.
Desde la perspectiva de los principios de la Internet Society, creemos que Internet debe
ser una fuente de empoderamiento a nivel global, sin importar la ubicación, la región o el
estado de desarrollo económico del usuario, y que toda la gama de habilidades y
principios97 que impulsan nuestro trabajo y el éxito de Internet se aplican a nivel global.
Desde los primeros tiempos de Internet, la comunidad técnica, la sociedad civil, las
organizaciones gubernamentales y la industria privada, entre otros actores, se han
centrado en las oportunidades y los desafíos relacionados con Internet en las economías
emergentes. De modo que esto también debería ser cierto con respecto a las
oportunidades y desafíos relacionados con la Internet de las Cosas.
La IoT encierra una gran promesa como habilitador del desarrollo social, incluyendo
el logro de los Objetivos de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.
6.2) Oportunidades económicas y de desarrollo
Con respecto a las oportunidades, el McKinsey Global Institute señala que la tecnología de
la IoT tiene gran potencial en las economías en desarrollo. Se proyecta que en 2025 hasta
un 38% del impacto económico anual de las aplicaciones de la IoT provendrá de las
regiones menos desarrolladas.99 Desde una perspectiva económica, se anticipa que las
tendencias tanto demográficas como de mercado impulsarán las oportunidades. Por
ejemplo, los países en desarrollo tienen un elevado número de potenciales usuarios de la
IoT (especialmente China), el crecimiento económico mundial se está desplazando hacia
las economías en desarrollo y se espera que las aplicaciones industriales de la IoT (por
ejemplo, en las fábricas, los lugares de trabajo y el transporte) impulsaran la creación de
valor económico.
Si se materializan las expectativas con respecto a la innovación y la aplicación de la
tecnología, las implementaciones de la IoT podrían encerrar una gran promesa como
habilitadoras del desarrollo social, incluyendo el logro de los Objetivos de las Naciones
Unidas para el Desarrollo Sostenible.101 Los Objetivos de la ONU para el Desarrollo
Sostenible son un conjunto de diecisiete objetivos que abarcan más de cien metas y que
apuntan a guiar los esfuerzos para lograr dignidad, bienestar e igualdad para todas las
personas del mundo —especialmente las personas pobres y marginadas—. Abarcan una
amplia gama de desafíos de desarrollo fundamentales, entre ellos la agricultura sostenible,
la energía, la disponibilidad de agua, la industrialización y la gestión de los recursos
terrestres y marítimos.
Al considerar el potencial de que la tecnología de los objetos inteligentes y la Internet de
las Cosas aborde los desafíos del desarrollo de manera significativa, las oportunidades
parecen ser convincentes. Por ejemplo, la aplicación de redes de sensores a diferentes
desafíos ambientales —la calidad y el uso del agua, el saneamiento, la salud y las
enfermedades, el cambio climático y el monitoreo de los recursos naturales— podría tener
un fuerte impacto más allá de la gestión de los recursos. Los datos obtenidos de este tipo
de aplicaciones también se podrían utilizar en contextos de investigación y ayudar a los
científicos y a las universidades locales a realizar contribuciones únicas al cuerpo de
conocimiento científico global e incentivar a los talentos académicos locales de manera
que permanezcan en el país y se dediquen a la investigación.
La creciente población mundial especialmente en las economías emergentes y se anticipa
que los desafíos relacionados con el acceso a alimentos de calidad, seguros y asequibles
aumentarán con el tiempo. El potencial uso de la IoT para combatir el hambre y promover
una agricultura sostenible ha recibido especial atención, quizás más que cualquier otro
problema relacionad con el desarrollo.102 Desde la gestión de los ciclos de producción
agrícola, las amenazas de enfermedades y el aumento de las materias primas gracias a la
automatización de las cosechas, la logística aplicada a la distribución y el control de la
calidad, se anticipa que las técnicas de “agricultura inteligente” basadas en la IoT se
incorporarán a toda la cadena de valor para mejorar la sostenibilidad y la productividad de
la oferta de alimentos.
6.3) Preguntas sobre la IoT y su relación con las economías emergentes y el
desarrollo
Para asegurar que las oportunidades y los beneficios relacionados con la IoT sean
globales, es necesario considerar las necesidades específicas y los potenciales desafíos
relacionados con las economías emergentes. Los asuntos discutidos en las secciones
anteriores no son exclusivos de los países industrializados y se deben considerar
aplicables a los mercados en desarrollo. Sin embargo, las circunstancias únicas que suelen
encontrarse en las economías emergentes plantean algunas otras preguntas con respecto
a la maximización de los beneficios y la gestión de los desafíos de la IoT. Aunque este
listado no es en absoluto exhaustivo, algunas áreas a considerar incluyen las siguientes:
6.3.1) RECURSOS DE INFRAESTRUCTURA
La infraestructura de Internet y las comunicaciones se han propagado rápidamente por
todo el mundo en desarrollo, aunque en muchos países todavía existen lugares donde no
es posible asegurar un acceso confiable, de alta velocidad y asequible, incluso para uso
comercial y de negocios. ¿En qué medida la Internet de las Cosas ejercerá presión sobre
la infraestructura y los recursos de Internet y las telecomunicaciones? ¿Los desafíos
actuales frenarán las oportunidades de la IoT en las regiones emergentes? ¿O será la IoT
un generador de demanda que impulsará la construcción de más infraestructura? ¿Es
necesario prestar especial atención a la gestión del espectro, teniendo en cuenta que
muchas implementaciones de la IoT se sustentan en la tecnología inalámbrica? A medida
que los servicios en la nube y los análisis de datos relacionados incorporen valor en
muchos servicios de la IoT, ¿la relativa escasez de infraestructura de centros de datos en
las economías emergentes representará un obstáculo para el despliegue?
6.3.2) INVERSIÓN
En los países industrializados, la inversión en investigación y desarrollo de productos para
la IoT está siendo impulsado por las oportunidades de mercado para diferentes productos y
servicios. ¿Hasta qué punto el mercado impulsará la inversión en implementaciones de la
IoT en los países en desarrollo, sobre todo más allá de las aplicaciones en industrias y
entornos con una clara perspectiva de retorno a corto plazo? Por el contrario, ¿los
despliegues de la IoT en las economías emergentes serán más eficientes y rentables?
Dada la menor cantidad de sistemas heredados que suelen existir en estas economías,
¿podrán saltearse la generación tecnológica que está en uso en el resto del mundo? ¿Los
gobiernos deberían incentivar el desarrollo de soluciones técnicas innovadoras por parte
de los investigadores y las industrias locales?
6.3.3) DESARROLLO TÉCNICO Y DE LA INDUSTRIA
¿En qué medida están participando investigadores y emprendedores de los países
emergentes en el desarrollo técnico y el despliegue de la IoT? ¿Qué se debe hacer para
fomentar su participación en el desarrollo de soluciones técnicas y aplicaciones que
satisfagan las necesidades y oportunidades de estos mercados, que a la vez sean
respetuosas de las normas culturales y que construyan niveles adecuados de seguridad y
protección de la privacidad? ¿Qué nuevas habilidades pueden ser necesarias en las
economías emergentes para construir, desplegar y gestionar sistemas de la IoT? ¿Las
industrias en las economías emergentes están listas para aprovechar la tecnología de la
IoT? ¿Quedarán rezagadas o estarán en mejores condiciones de saltearse las tecnologías
industriales más antiguas? ¿Cómo pueden los investigadores y las industrias de los países
con economías emergentes posicionarse para desarrollar soluciones a los desafíos
económicos y sociales locales que tienen un impacto directo en sus sociedades?
6.3.4) COORDINACIÓN REGULATORIA Y DE POLÍTICAS
En los últimos diez años, los formuladores de políticas y reguladores de las economías
emergentes han logrado avances significativos en cuanto al desarrollo y la adaptación de
las políticas y regulaciones existentes para fomentar el crecimiento de Internet y hacer
frente a los desafíos relacionados. En las economías emergentes, los formuladores de
políticas tecnológicas deben enfrentar importantes exigencias, especialmente en vista de la
velocidad de los desarrollos y las limitaciones de los recursos. Aunque la IoT promete
nuevas oportunidades, también agregará una nueva dimensión de complejidad. ¿Qué
información y recursos necesitan ahora los formuladores de políticas de las economías
emergentes para tener en cuenta las exigencias de políticas y otras preguntas que surgirán
con el crecimiento de la IoT?
CAPITULO VII
CONCLUSIÓN
Aunque el concepto de combinar computadoras, sensores y redes para monitorear y
controlar diferentes dispositivos ha existido durante décadas, la reciente confluencia de
tecnologías clave y tendencias de mercado está marcando el comienzo de una nueva
realidad para la “Internet de las Cosas”. La IoT promete abrir la puerta a un mundo
revolucionario, un mundo “inteligente” totalmente interconectado en el cual las relaciones
entre los objetos y su entorno y las personas se entrelazarán aún más. La perspectiva de
la Internet de las Cosas como una matriz omnipresente de dispositivos conectados a
Internet podría cambiar radicalmente la definición de lo que significa estar “en línea”.
Aunque las potenciales ramificaciones son significativas, hay una serie de problemas que
podrían interponerse en el camino de esta visión, particularmente en las áreas de la
seguridad; la privacidad; la interoperabilidad y los estándares; temas legales,
reglamentarios y de derechos; y la inclusión de las economías emergentes. La Internet de
las Cosas implica un complejo conjunto de consideraciones tecnológicas, sociales y
políticas en constante evolución y que atraviesa un conjunto diverso de partes interesadas.
La Internet de las Cosas está sucediendo ahora mismo, por lo que es necesario hacer
frente a sus desafíos, maximizar sus beneficios y simultáneamente reducir sus riesgos.
A la Internet Society le importa la IoT, ya que representa un componente cada vez mayor
de la manera en que las personas y las instituciones probablemente interactuarán con
Internet e incorporarán la conectividad en sus vidas personales, sociales y económicas. Un
debate polarizado que enfrente a las promesas de la IoT contra sus posibles peligros no
permitirá encontrar soluciones que maximicen los beneficios de la IoT y a la vez minimicen
sus riesgos. Por el contrario, para definir las formas más eficaces de avanzar, se
necesitará la participación informada, el diálogo y la colaboración de una variedad de
partes interesadas.
MÁS INFORMACIÓN
. https://ec.europa. eu/digital-agenda/en/alliance-internet-thingsinnovation-aioti
. https://allseenalliance.org/
. http://www.etsi.org/ technologies-clusters/clusters/connecting-things
. http:// isa99.isa.org/ISA99%20Wiki/Home.aspx
. http://iot.ieee.org/
. http:// www.internet-of-things-research.eu/
. https://trac. tools.ietf.org/area/int/trac/wiki/IOTDirWiki
. http://www. industrialinternetconsortium.org/
. http:// www.intgovforum.org/cms/component/content/ article?id=1217:dynamic-coalitionon-theinternet-of-things
. http://iofthings.org/#home
Descargar