Vibraciones Según la OIT las vibraciones mecánicas son movimientos transmitidos al cuerpo por parte de estructuras capaces de producir efectos perjudiciales o molestias sobre el trabajador. Este movimiento genera una energía que el cuerpo absorbe. Dependiendo de su intensidad y zona de incidencia, las vibraciones pueden causar lesiones y trastornos. Por ello, es necesario evaluar el nivel de vibraciones mecánicas al que se enfrenta el trabajador. La aceleración de las vibraciones La magnitud de las vibraciones mecánicas analiza el desplazamiento que producen las mismas. Se opta por tener en cuenta la aceleración por ser el parámetro más preciso. Las unidades de medida son metros por segundo (m/s). Frecuencia de las vibraciones La frecuencia hace referencia al número de veces que el elemento vibra por segundo. Se mide en hercios (Hz). En general, las máquinas no registran una frecuencia exacta, sino que suelen mezclar varias. Dirección de las vibraciones La dirección en que se aplique la energía va a determinar la zona afectada del cuerpo y va a producir distintos efectos en él. Normalmente, en el entorno laboral, existen: Vibraciones mecánicas que afectan a todo el cuerpo, ya que el trabajador se sitúa sobre una superficie vibrante. Vibraciones mecánicas que inciden en la mano-brazo: la energía se concentra en la mano y brazo generalmente al manejar una herramienta. En ambos casos, se utiliza un sistema de ejes para determinar el ángulo de incidencia de las vibraciones. Duración de la exposición a las vibraciones mecánicas Se refiere al tiempo que está en contacto con las vibraciones mecánicas dentro de la jornada laboral. A la hora de evaluar esta exposición, hay que tener en cuenta el uso específico que se le da a cada máquina, ya que en ocasiones una misma herramienta se utiliza para distintos fines y no todos tienen por qué producir vibraciones mecánicas. Tipos de vibraciones mecánicas comunes y efectos sobre el trabajador El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) indica las vibraciones más comunes según la intensidad de su frecuencia: Muy baja frecuencia: < 1 Hz Suelen ser producidas por medios de transporte como por ejemplo barcos, aviones o trenes. Se trata de una vibración que puede provocar mareos y vómitos. Afectan al sistema nervioso central. Baja frecuencia: entre 1 y 20 Hz Están relacionadas con el uso de maquinaria dedicada a actividades industriales como por ejemplo el manejo de excavadoras, rodillos, tractores, la conducción de algunos camiones y carretillas elevadoras… Pueden ser causantes de lumbalgias, hernias o pinzamiento discales. También es posible que sean origen de síntomas neurológicos y trastornos de la visión. Alta frecuencia: entre 20 y 1.000 Hz Son generadas por la oscilación de herramientas manuales que se concentran en el sistema mano-brazo. Estas máquinas abarcan una gran variedad y encontramos cortacésped, taladradora, martillo neumático, sierra hidráulica… La exposición a este tipo de vibraciones de alta frecuencia puede ocasionar lesiones angineuróticas u osteoarticulares (por ejemplo, artrosis de codo o lesiones de muñeca). También pueden producir enfermedades del estómago. Medidas preventivas base frente a las vibraciones mecánicas Es responsabilidad del empresario efectuar una evaluación de la exposición a las vibraciones. El INSHT provee herramientas para realizar la medición de vibraciones. Tras este análisis, se tomarán distintas medidas preventivas de distinto tipo: Medidas organizativas: están enfocadas a disminuir el tiempo de exposición del trabajador a las vibraciones mecánicas cambiando horarios, la organización de tareas, periodos de descanso… Medidas sobre la fuente: se trata de elegir herramientas que generen un nivel menor de vibraciones. Medidas sobre el trabajador: hace referencia al uso de Equipos de Protección Individual (EPI) no solo para proteger de las vibraciones, sino también del resto de condiciones que pueden afectar a la seguridad del empleado (frío, humedad…). COMO EVITAR LAS VIBRACIONES Para disminuir la exposición a vibraciones podemos tomar medidas que tienden a disminuir la magnitud de la aceleración transmitida, ya sea a la mano o a todo el cuerpo, o bien disminuir los tiempos de exposición a las mismas. Para disminuir el nivel de vibración de una máquina se deberán tomar medidas técnicas con el objeto de: Establecer otros métodos de trabajo que reduzcan la necesidad de exponerse a vibraciones mecánicas. Evitar la generación de vibraciones en la fuente, debidas a desgaste de superficies, holguras, cojinetes dañados, giro de los ejes, etc. Programar acciones de mantenimiento. Desintonizar las vibraciones, modificando la frecuencia de resonancia por cambio de masa o rigidez del elemento afectado. Atenuar su transmisión al hombre, interponiendo equipos auxiliares ó materiales aislantes y/o absorbentes de las vibraciones. Se procurará utilizar herramientas antivibratorias, guantes antivibratorios métodos de trabajo que favorezcan que las manos estén calientes. Es conveniente realizar un reconocimiento médico específico anual para conocer el estado de afectación de las personas que están expuestas a vibraciones y así poder actuar en los casos de mayor susceptibilidad. Debe informarse a los trabajadores de los niveles de vibración a los que están expuestos y de las medidas técnicas de que se dispone como alternativa de corrección, entre ellas es de especial importancia el diseño ergonómico de las partes de las máquinas con las que entramos en contacto (asideros, volantes, plataformas, asientos, etc.) en algunas tareas, es muy útil enseñar al trabajador cómo debe optimizar su esfuerzo muscular para realizar su trabajo. Reducir el tiempo de trabajo contribuye a una disminución de la exposición, convirtiendo en tolerables los niveles de vibración antes no tolerables. Cuando se está expuesto a una vibración continua, un pequeño descanso de 10 minutos cada hora ayuda a moderar los efectos adversos que la vibración tiene para el trabajador. Efectos patológicos Los efectos patológicos producidos por las herramientas vibratorias dependen no sólo de la propia vibración, sino de múltiples factores añadidos que pueden influir directa o indirectamente, como el tipo de trabajo, postura del miembro, estado físico general del trabajador, temperatura ambiental, etc. Las herramientas vibratorias que se manejan con una o ambas manos se utilizan en prácticamente todas las actividades: construcción, agricultura, metalurgia, acerías y fundiciones, minería, montajes industriales, producción de automóviles, etc. Existen dos grandes grupos de patologías originadas por el manejo de herramientas vibratorias: Alteraciones osteo-articulares de las extremidades superiores: generalmente relacionadas con el uso de aparatos que vibran con frecuencias comprendidas entre 4 y 50 Hz. Alteraciones vasomotoras: relacionadas con el montaje de herramientas vibratorias de alta frecuencia, entre 50 y 1.000 Hz.