El encuentro “Todo aquel que ha tenido un encuentro genuino con Jesús, nunca vuelve a ser el mismo, su vida es transformada y puesta en una dimensión de conquista” C.C.D. Jesús Un verdadero encuentro Tener un encuentro con Jesús es la experiencia más maravillosa que puede alcanzar el ser humano. Nuestra vida es transformada y el corazón renovado. El espíritu se eleva, desaparece la tristeza, se esfuma el dolor, y se quebranta la depresión porque viene la fortaleza del Espíritu Santo a animarnos para seguir adelante, y así estamos dispuestos a arriesgarlo todo con tal de proteger a aquello que nos revela el verdadero significado de la vida. Sin Cristo Con Cristo Preparese para un encuentro Esta es la primera experiencia de confrontación cara a cara con Dios, consigo mismo, con las demás personas, que lo motivará a reflexionar en su diario vivir y a proyectarse con paz y seguridad en Jesucristo para el futuro. El encuentro es una vivencia genuina con Jesucristo, con la persona del Espíritu Santo y con las Sagradas Escrituras, en el cual, mediante conferencias, talleres, videos y prácticas de introspección se lleva al nuevo convertido al arrepentimiento, liberación de ataduras y sanidad interior. El propósito es brindar orientación clara a la luz de las Escrituras al recién convertido acerca de su pasado, presente y futuro con Jesucristo, mediante ministraciones a nivel personal y grupal, operandose cambios tan importantes durante los tres días que asistir al encuentro equivale a un año de crecimiento espiritual. De esta manera, el nuevo es preparado para desarrollar una relación intima con el Señor, facilitándole el aprendizaje de la oración, lectura de la Palabra y el conocimiento de la visión, teniendo como objetivos: Encuentro 3 días = 1 año crecimiento espiritual Motivar y profundizar 1.- Motivar al nuevo a un genuino arrepentimiento y confesión de sus pecados, llevándolo a la experiencia transformadora de la cruz para que obtenga todos y cada uno de los beneficios de ser un hijo de Dios. 2.- Profundizar en sus experiencias prenatales, en la niñez,adolescencia y juventud para así, con la ayuda del Espíritu Santo y la Palabra de Dios, ministrar liberación y sanidad interior al nuevo, enseñándole a mantenerse puro y santo para Dios. Instruir y orientar 3.- Instruir al nuevo en el aprendizaje de la lectura de la Biblia, la oración y la comunión con el Espíritu Santo, mediante conferencias, talleres de orientación y la práctica devocional. 4.- Orientar al nuevo cristiano con herramientas prácticas para que sepa comportarse en su nuevo estilo de vida, relaciones familiares y de amistades, respeto por su propio cuerpo, que música escuchar y que ver etc. Al regreso del encuentro y culminando el pos-encuentro 5.- Que al regresar del encuentro, el nuevo convertido se vincule a una célula y asista al posencuentro, en el cual se le orientará con conferencias y talleres afianzando cada enseñanza dada en el encuentro y ayudándole a enfrentar su cambio frente a su familia, estableciendo nuevos lazos de amistad con otros cristianos, quienes le apoyarán y orarán continuamente por él. 6.- Culminando el posencuentro, el nuevo ingresará a una escuela de líderes en la que se estrenará en la obra de Dios, y podrá escalar hacia la cumbre del éxito como líder, conociendo de manera más profunda al Señor Jesucristo. En la escuela se le instruirá con materiales especialmente diseñados para él. Renovando mentes y transformando vidas Todos aquellos que aspiran a involucrarse en la visión e implementarla en sus respectivas iglesias, deben estar dispuestos a invertir el tiempo que se requiere en la formación de los nuevos, ya que requieren de tanto cuidado como un bebe recién nacido. La mayoría de los que se acercan a una congregación, por lo general están llenos de heridas, y si nos dedicamos a llenarle la mente de teología sin que hayan pasado por un proceso de restauración, esto es tan peligroso como cuando un director técnico envía a sus deportistas a una olimpiada sabiendo que estos tienen los pies heridos. ¿ Cómo y cuándo se da un encuentro ? Cuando una persona es ganada a través de un proceso de evangelismo, bien sea por contacto personal o en alguno de los servicios de la iglesia, pasa a ser consolidada antes de cuarenta y ocho horas de su conversión, confirmando todo lo referente a esta persona a través de una llamada, una visita a más tardar a la semana siguiente, y luego entra a un discipulado en el que se comparte el A.B.C. De la vida cristiana. En este tiempo se aprovecha para preparar a este nuevo creyente para que asista al encuentro, en una etapa llamada: Pre-encuentro Un ciclo de conferencias sencillas que crean en la persona expectativas con respecto a lo que habrá de ocurrir durante los tres días de retiro, se aclara de pasar por esta experiencia, se despejan las dudas que puedan venir a su mente, y aún se disipan los temores que la expectativa de esta importante experiencia les puedan causar. El pre-encuentro es trascendental porque es en esta etapa cuando la persona se concientiza de lo que se necesita para que su vida sea transformada y totalmente restaurada, y es avisada de la manera como van a estar sucediendo las cosas en el retiro. La etapa del encuentro Ahora morada del E.S. Se realiza durante tres días en un lugar apartado de la ciudad, procurando alejar a las personas del ambiente rutinario en que normalmente se mueven, y del cual reciben una influencia, muchas veces, negativa. Algunos quizás se preguntarán ¿por qué tres días?. Creemos que es el tiempo correcto para que el Espíritu de Dios pueda impactar sus vidas. Cuando Pablo tuvo su primer encuentro con Jesús, estuvo por tres días encerrado en un cuarto en la ciudad de Damasco, hasta que el profeta Ananías oró por él para que recibiera la vista. Cuando Pablo salió de este retiro su corazón había sido mudado totalmente, tanto, que empezó a predicar del Cristo que antes había perseguido, dejando confundido aún a los mismos creyentes. En el encuentro se muere a todo aquello que pueda ser un impedimento para el progreso en la vida cristiana y para el desarrollo de un liderazgo fructífero. Se muere definitivamente a la vieja vida, y se recibe la unción para una nueva guianza en el poder del E.Santo.