Subido por Sandra López

Dieterich, Heinz - Venezuela cerca de la conmoción social

Anuncio
Heinz
8.11.2013
Dieterich
Venezuela cerca de la conmoción social
1. Saqueos de Daka: aviso del nuevo Caracazo
“Que no vaya quedar nada en los anaqueles” había animado el Presidente Maduro a los venezolanos,
a tomar la justicia económica en sus propias manos, frente a la empresa Daca. El resultado fue
previsible. Se saqueó la tienda respectiva en Valencia y la Guardia Nacional tuvo que intervenir y
detener a la gente. Una medida dizque contra los capitalistas especuladores, obligó al Estado armado
proteger justo a estos capitalistas abusadores y su propiedad privada, contra la gente pobre que dice
representar. El evento evidencia toda la suicida esencia de las medidas contra “la guerra económica”
y del belicista discurso ramplón de Maduro, ante la crisis. Y, no se trata de un evento puntual, sino
sintomático de la evolución de la crisis que tiene un resultado previsible: un régimen militar a partir
de 2014 o elecciones generales que perderá el “Bolivarianismo”.
2. Las medidas económicas suicidas del gobierno.
Si el gobierno no hubiera tomado medidas frente a la crisis económica su evolución hubiera
colapsado al sistema a mediados/fines de enero, 2014. Pasada la embriaguez consumista de
Navidad, el sistema iba a implosionar bajo el peso de la hiperinflación o bajo el impacto de las
drásticas medidas, necesarias para controlarla. Contrario al discurso del gobierno, las medidas
tomadas no alejaron ese peligro, sino que lo potenciaron y acercaron dramáticamente, porque no son
anti-cíclicas a la crisis, sino pro-cíclicas; al igual que el discurso del Presidente.
Es obvio, que esas medidas fueron concebidas por mentes estatistas fuera de la realidad --es decir,
mentes que siguen con la absurda idea de que el Estado venezolano está en condiciones de imponer
su voluntad a la crematística de mercado por la fuerza armada-- y con un desconocimiento total de
las ciencias económicas y políticas. No tiene nada de sorprendente, entonces, que están acelerando
el fin del Bolivarianismo con suicida rapidez.
3. La naturaleza de la crisis: el Bolivarianismo convertido en sistema caótico
Las medidas recientes y el discurso escogido para ganar las elecciones municipales de diciembre,
han convertido al “Bolivarianismo” en un sistema caótico, entendido el término en su significado
científico. Es decir, se ha convertido en un sistema tan inestable que puede sufrir un cambio
cualitativo (cambio de fase) en cualquier momento y causado por cualquier micro-evento que en su
estado sistémico normal no tendría repercusión alguna sobre su estabilidad. (Ver lección de
Tunisia). Para Venezuela el evento empírico que evidencia que el sistema se encuentra cerca del
punto de viraje y cercano al cambio de fase --es decir, la entrada al estado de conmoción social con
las únicas opciones posibles de un régimen militar o elecciones anticipadas-- es el caso “DAKA”.
4. Chávez no quiso ver la realidad, Maduro no puede verla
El miércoles, 5 de diciembre del año 2001, a las 21:30 horas, me encontré con el amigo Hugo
Chávez en el Palacio de Miraflores. Le dije que le iban a dar un golpe militar y le expliqué la
información respectiva. Que el golpe estaba planeado para febrero del año entrante. (Después, los
conspiradores lo pospusieron dos meses.) El Presidente respondió que no había peligro, porque los
respectivos comandantes militares eran amigos o ex alumnos suyos. Al día siguiente, estando yo ya
en México, me llamó su hermano Adán, entonces Secretario Particular del Comandante. Qué el
Presidente pedía que le explicara más mi hipótesis y las fuentes de información. Que después me iba
a llamar para discutirla. Le envié lo que pedía -- y nunca más tocó el tema conmigo.
Tres días antes de la cita en Miraflores, le había expuesto el mismo análisis a la entonces
Vicepresidenta, en presencia de todo su equipo de asesores. Su reacción consistió en enojarse y decir
que era imposible. Que ella conocía a los americanos y que Washington no quería un golpe. Era el
patrón general de la conducción bolivariana, tal como evidenció el entonces Ministro de Defensa a
escasos días del golpe, cuando declaró públicamente, que no había peligro de un golpe de Estado. Es
decir, los principales líderes del proceso, con contadas excepciones, estaban en franca negación de la
realidad. Ninguno de ellos pagó su gravísimo error político con la renuncia forzada o la dimisión
voluntaria. Estaba en plena vigencia la cultura política de la impunidad de la 4ª República – igual
que hoy.
5. La ceguera sigue: el fin es previsible
La misma negación de la realidad y su manipulación propagandística ha sido siendo una constante
en el proceso. Con la enfermedad mortal del presidente, todos los principitos del proceso se
murieron por estar ante las cámaras y comunicar alguna información del Líder, terminalmente
enfermo en Cuba. Ninguno de ellos nunca se atrevió a decir la verdad: que el Comandante no iba a
volver a ser Presidente.
Con el gobierno de Maduro/Cabello la sabia observación de Sófocles, de que a quién los dioses lo
quieren destruir, le pegan primero la ceguera, entra en su apogeo. Chávez no quiso ver los hechos,
porque contradecían su visión de la realidad. Maduro no puede verlos, porque le faltan “los ojos de
la razón“ (Hegel): la teoría. El precio que se pagará por esta ceguera política es claro: conmoción
social, seguido por un régimen militar o elecciones generales que ganarán la derecha, Washington,
Miami, Uribe y Aznar.
6. Recuerdo personal y pregunta a mi amigo Wilmar Castro
El día del golpe del 11 de abril, 2002, llamé a mi amigo Wilmar Castro, Teniente Coronel de la
Fuerza Aérea, para preguntar cómo podía ayudar a impedir que los pinochetistas venezolanos
tomaran el poder. Me dijo, que se había despedido de su familia y que estaba rumbo a Maracay, a
integrarse con la resistencia de los militares patrióticos, que coordinaba el General Baduel con sus
paracaidistas, aviones y tanques en esa gran base militar. Y que hablara yo con Maracay para
coordinar esfuerzos. Así lo hice, como hicieron muchos otros amigos y compañeros del proceso.
Hoy me pregunto y pregunto a Wilmar, actual Gobernador del Estado de Portuguesa: “¿Qué le van a
decir los líderes a los millones de patriotas que han sacrificado su vida personal por este proyecto
histórico del amigo Hugo Chávez?”, cuando de nuevo se caiga este Bolivarianismo por la ceguera e
ineptitud de la dirección.
¿Saldrán nuevamente impunes los líderes, como en el 1992? ¿Pagando los pobres el precio y la
revancha que la derecha les va a cobrar? ¿No hay nada de decencia ya en la dirección de este
proceso?
Descargar