LAS ILEGALIDADES DEL PROCESO. FINALIDAD DEL DERECHO PROCESAL: expuesto, es el conjunto de normas que regulan la actividad de la rama judicial, su razón de ser, por tanto es la de servir de medio para la aplicación del derecho material o sustancial, y consecuentemente que es lo esencial o primordial, propender la conservación de la paz, la armonía y la seguridad social, para evitar así la justicia por propia mano y el predominio del más fuerte. (Manual de derecho procesal civil U católica) PRINCIPIOS: PRINCIPIO DE LEGALIDAD (los “códigos que mantienen en el tribunal; nadie le dice por qué se le acusa, qué jurisdicción, qué ente, qué normas infringe, sólo está en el proceso) - Publicidad del Proceso (nadie a parte de él y los funcionarios conocen el proceso, a nadie más le importa o le cree; la señora que vive en el mismo lugar que él se muestra extraña frente a la explicación que le da sobre el por qué estuvo en el cuarto de ella {de cuando fue sorprendido por primera vez con la detención}) - Imparcialidad Rigurosa de los funcionarios judiciales garantía del derecho de defensa. (nadie se ocupa por que haya un abogado que defienda al acusado, se le deja como un ser indefenso a la arbitrariedad de cualquier providencia) Principio de la igualdad entre las partes. Este es uno de los principios más analizados tanto por la Corte Constitucional, como por la doctrina procesalista. Para Ramírez Gómez ̈la igualdad de las partes además de revestir un trato igualitario por el juez, requiere de la ley el ofrecimiento de medios de ataque y defensa jurídicamente equiparables. Principio de la prevalencia del derecho sustancial. Cuando la aplicación de una norma procedimental pierde el sentido instrumental y finalista para el cual fue concebida y se convierte en una mera forma inocua o, más grave aún, contraproducente, el juez de tutela debe obviar el trámite formal en beneficio del derecho fundamental afectado. K discute con los vigilantes: No obstante, somos capaces de comprender que las instancias superiores, a cuyo servicio estamos, antes de disponer una detención como ésta se han informado a fondo sobre los motivos de la detención y sobre la persona del detenido. No hay ningún error. El organismo para el que trabajamos, por lo que conozco de él, y sólo conozco los rangos más inferiores, no se dedica a buscar la culpa en la población, sino que, como está establecido en la ley, se ve atraído por la culpa y nos envía a nosotros, a los vigilantes. Eso es ley. ¿Dónde puede cometerse aquí un error? --los vigilantes le dicen a K que siguen órdenes “justas” que la corporación para la que trabajan es buena— K responde: No conozco esa ley. K es citado a audiencia un domingo, no le dicen hora ni nada, sólo sitio. Cuando llega: Había pensado que podría reconocer la casa desde lejos por algún signo, que, sin embargo, no se había podido imaginar, o por cierto movimiento ante la puerta. Pero en la calle Julius, que era en la que debía estar, y en cuyo inicio permaneció K un rato, sólo se alineaban a ambos lados casas grises de alquiler, altas y uniformes, habitadas por gente pobre. Tuvo que ponerse a buscar por todas partes, al final encontró el sitio por accidente, estaba lleno de gente x y no cabían todos en el cuarto. Fue a un sitio muy poco legítimo para el derecho. K alega frente a su “juez” de instrucción y frente a muchas personas más dentro de la habitación/juzgado: “detrás de la detención y del interrogatorio de hoy, se encuentra una gran organización. Una organización que, no sólo da empleo a vigilantes corruptos, a necios supervisores y a jueces de instrucción, quienes, en el mejor de los casos, sólo muestran una modesta capacidad, sino a una judicatura de rango supremo con su numeroso séquito de ordenanzas, escribientes, gendarmes y otros ayudantes, sí, es posible que incluso emplee a verdugos, no tengo miedo de pronunciar la palabra. Y, ¿cuál es el sentido de esta organización, señores? Se dedica a detener a personas inocentes y a incoar procedimientos absurdos sin alcanzar en la mayoría de los casos, como el mío, ten resultado. ¿Cómo se puede evitar, dado lo absurdo de todo el procedimiento, la corrupción general del cuerpo de funcionarios?” K está hablando con la esposa del portero del “tribunal” el cual está alojado en una habitación peye, donde la mujer y su esposo viven: Tienen una conversación sobre lo sucedido. “¿Usted quiere mejorar algo aquí? ––dijo la mujer lentamente y con un tono inquisitivo, como si lo que acababa de decir fuese peligroso tanto para ella como para K––. Lo he deducido de su discurso, que a mí personalmente me gustó mucho. Por desgracia, me perdí el comienzo y al final estaba en el suelo con el estudiante. Esto es tan repugnante ––dijo después de una pausa y tomó la mano de K––. ¿Cree usted que podrá lograr alguna mejora?” K llama a todo eso “el proceso”; en el momento que trata de explicárselo a la señora Bürsen(¿) le dice que está en algo similar a un proceso, y para facilidad lo llama así. Hablar del momento en que K habla con dos funcionarios en las oficinas de los juzgados; la muchacha le dice que “su justicia es poco conocida para la población” ¿Acaso su justicia era distinta a la conocida? ¿Hay justicias paralelas en un Estado? ¿dualidad de la jurisdicción?. Ilegalidades del proceso -Background. -Finalidad del derecho procesal según el manual. -Violación de principios (ejemplo) Respecto a la obra en cuestión podemos evidenciar a simple vista que en aquel mundo distópico el derecho se encuentra abiertamente separado de la justicia. Vemos una sociedad la cual posee distintos tipos de justicia, la corrupción abunda, la legitimidad del derecho como mecanismo de orden social se encuentra en grave cuestionamiento. Con esto en mente, se explicará a rasgos generales por qué el proceso del señor Joseph K es un proceso abiertamente injusto, pese a ser legal. Finalidad del derecho procesal De acuerdo con el Manual de derecho procesal civil (2010) el derecho procesal es el conjunto de normas que regulan la actividad de la rama judicial y por tanto su objetivo teleológico es el de servir de medio para la aplicación del derecho material o sustancial, para así concluir en la conservación de la paz, armonía y seguridad social, para evitar el caos o lo comúnmente llamado “justicia por propia mano”. Partiendo de esto se dilucida ya, que el derecho de aquel Estado se encuentra en graves falencias, vemos cómo hay “instituciones” sin nombre ni forma que tienen un gran poder y espacio de trabajo, nadie la controla, nadie sabe exactamente qué es, pero la aceptan como legítima. Ninguna persona, además de los ya sujetos al proceso buscan acabar con ese sistema, sin embargo, como se ve durante lo largo del libro, aquellos intentos de mejorar o por lo menos evitar que el sistema acabe con individuos inocentes serán vanos. Vemos en esta obra que el derecho procesal no está tan siquiera buscando sus fines, este derecho es un derecho arbitrario, desordenado e indecoroso, tan sólo hace falta ver lo que en un punto del libro es afirmado como “clases” de absolución de los procesos, donde se afirma que “Se presentan tres posibilildades: la absolución real, la solución aparente y la prórroga ilimitada”, complementando así otro fragmento en el cual un pintor afirma: “Las sentencias definitivas del tribunal no se hacen públicas, ni siquiera son accesibles para los jueces, por eso sólo se han conservado leyendas sobre casos judiciales antiguos. Estas leyendas, en su mayoría, contienen absoluciones reales, se puede creer en ellas, pero no se pueden demostrar.” Dejando en claro que las intenciones de los procesos no son la verdad, ni la justicia. Ahora en concreto viendo las ilegalidades del proceso, es fácil encontrar las mencionadas injusticias en toda la obra, incluso no se necesita siquiera de tener un conocimiento técnico sobre códigos o doctrina, pues aquellas injusticias se pueden sentir a simple vista. Para empezar ¿Bajo qué cargos se le acusa al señor K? Vemos al comienzo de la obra que nuestro personaje en un día igual a los demás se ve asaltado por “funcionarios públicos” los cuales le notifican sobre su arresto. Como era de esperarse nuestro protagonista alega la inexistencia de dicho proceso, luego cuestiona sobre su legitimidad preguntando sobre la razón del por qué, cuál órgano era el encargado de llevarlo a cabo y sobre la normatividad que supuestamente había infringido. De esto vemos que, durante una discusión con aquellos funcionarios, estos le responden a K: “somos capaces de comprender que las instancias superiores, a cuyo servicio estamos, antes de disponer una detención como ésta se han informado a fondo sobre los motivos de la detención y sobre la persona del detenido. No hay ningún error. El organismo para el que trabajamos, por lo que conozco de él, y sólo conozco los rangos más inferiores, no se dedica a buscar la culpa en la población, sino que, como está establecido en la ley, se ve atraído por la culpa y nos envía a nosotros, a los vigilantes. Eso es ley. ¿Dónde puede cometerse aquí un error?” A Esto K responde el desconocimiento de aquella ley, afirmaba que él conocía a grandes rasgos el ámbito jurídico, porque trabajaba como alto funcionario en un banco prestigioso, no obstante, no conocía la ley que se le estaba aplicando. De esta discusión se logra entender que aquellos funcionarios ni siquiera saben qué hacen, no saben si siguen a un verdadero órgano estatal o simplemente a una compañía privada, no saben qué normas están siguiendo, qué reglamento ni qué ámbito legal, ellos sólo siguen las órdenes que se les imparten por sus superiores, las cumplen en lo posible y repiten el ciclo.