LA IMPORTANCIA DE LA VISIÓN AMBIENTAL COMPLEJA Por Diego Melo-Escobar* En los ltimos a os se ha generado una gran cantidad de campa as en pos del cuidado del ambiente. Cientos de grupos ecologistas, congresos, simposios y ambientalistas se han preocupado por los sistemas de producci n que se utilizan en los diferentes pa ses. Los gobiernos, en algunos casos, no han escatimado esfuerzos para disminuir el deterioro ambiental y han desarrollado legislaciones nacionales e internacionales que aseguren recursos a los humanos venideros. Sin embargo, y pese a muchos esfuerzos, la mayor a de la gente com n no tiene ni idea que es el ambiente y mucho menos como conservarlo. Normalmente se concibe la idea de cuidar el bosque, los animales, el mar, etc. como un deber de los que saben, es decir, los ec logos y/o bi logos. El pensamiento y los modelos contempor neos que nos conducen al consumismo extremo en todas sus expresiones es el com n denominador de nuestra sociedad actual, y por lo que se predice lo ser en un futuro cercano. En donde se encuentra la ra z de todo este problema, que entre otras cosas deber a ser responsabilidad de todos? En los sistemas educativos. Desde que nos enfrascamos en la actividad acad mica nos bombardean con ideas que tienen que ver con una sociedad altamente productiva. Ser productivo a cualquier precio y mediante cualquier herramienta que sea necesaria. Tal esquema de pensamiento se origina en lo que algunos han llamado el reduccionismo disciplinario, es decir que cada individuo se especializa aisladamente en su profesi n y genera unos productos y servicios sin tener en cuenta lo que le rodea. No se presenta ning n tipo de cooperaci n entre las diferentes alternativas de producci n y por lo tanto no se tiene en cuenta muchos efectos de tal. á ú ó ó í ó ó ó í ú í á á é í á ñ á ó ó ó f ó ó ó ú é ó í í í ó ó ó í ó í í ñ ñ é í ó ó ó í ó ó ó ó ñ í ú ó á í ú á ó í Hasta hace relativamente pocos a os se comenz a pensar en t rminos transdisciplinarios. Se establecieron las teor as de sistemas e informaci n que iniciaron la transici n hacia metodolog as de pensamiento m s hol sticas. Se estimaron efectos y consecuencias que proven an de eventos que no se ten an en cuenta. Es decir los sistemas comenzaron a concebirse como m s que la suma de componentes. Tal punto de vista se comenz a aplicar en los diferentes ramos de las ciencias b sicas y empez a presentar resultados inesperados, consideraciones que no se hab an contemplado. De tal manera que se evidenci una gran afectaci n al medio por diferentes causas, que al verse entretejidas presentaban grandes amenazas y riesgos. Entre tal mara a de amenazas se distingui el medio ambiente. Un ente casi abstracto para muchos, que se supon a era eterno y que pod a soportar la capacidad de carga antr pica. El trabajo de estimar como se deber a conservar los recursos y como administrarlos se deposit en unos pocos profesionales, casi todos dentro de las ciencias naturales. Sin embargo, a trav s de la experiencia, concebida esta como una sumatoria de errores, se hizo necesaria la adopci n de una visi n m s totalitaria. Se not que sin la implementaci n de alternativas sociales y econ micas a nivel poblacional no se obtendr an resultados concretos. Que sin la investigaci n en los mbitos ecol gicos, biol gicos, econ micos, sociales, inancieros, educativos, entre otros no se lograr a un cambio sustancial en cuanto a la calidad del medio ambiente. Y a n en la actualidad, que ya sabemos, gracias a estudios serios y en muchos casos con grandes series temporales, no se ha avanzado mucho en cuanto a la concienzaci n individual del medio ambiente y de su necesario cuidado. Se requiere la implementaci n de nuevas estrategias de sensibilizaci n que comprometan en su totalidad a la poblaci n. Tal objetivo ser inalcanzable hasta que no se integre transdisciplinariamente todo el conocimiento humano en miras a mejorar la calidad de nuestro ambiente. Mientras no se adopte el medio como un gran sistema abierto, que entrelaza en una red intrincada y compleja todos los componentes, hasta los que no hemos identi icado, la actividad humana ser restringida al d a en que nuestro planeta alcance su capacidad de mantenernos y sea necesaria la extinci n. Referencias Bertalanffy, L. Teor a General de los Sistemas. Fondo de Cultura Econ mica. M xico. 1995 Carrizosa, J. Qu es Ambientalismo? La Visi n Ambiental Compleja. Universidad Nacional de Colombia. 2001. Odum, E. Fundamentos de Ecolog a. 5a. Edici n. M xico. 2006 á é ó ó á é f ó ó ó í ó í ó é í ó *Biólogo, Especialista en planeación ambiental y manejo de los recursos naturales de la Universidad Militar “Nueva Granada”