TEMA: El Cielo Texto: II-Corintios 5:1 Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. 2 Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; 3 pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos. 4 Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5 Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. 6 Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor. 7 (porque por fe andamos, no por vista); 8 pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. 9 Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. 10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo. Introducción: En esta semana nuestra iglesia experimentó lo que hace mucho tiempo no experimentábamos, la pérdida de uno de nuestros miembros activos. Aunque hemos tenido funerales, ya tenía tiempo que uno de nosotros no se nos adelantaba en el camino y usaré la palabra “lamentablemente” aunque no debería ser así, nuestro hermano Gerardo, a la edad de 23 años se fue al cielo. Ayer estuve con el hermano Luis y con la hermana Claudia platicando un poco para tratar de animarlos y confortarlos en estos momentos sin duda difíciles, que ellos están atravesando. Pero una de las verdades que pueden darnos consuelo y esperanza es el conocimiento que Dios nos ha dado sobre lo que hay después de la muerte y qué pasa cuando un cristiano muere. En el funeral de Gerardo, que fue algo precioso aquí en la iglesia, mencioné que a veces nosotros no entendemos porqué un cristiano muere, pero Dios nos da algunas razones de porqué mueren las personas piadosas. Isaías 57:1 Perece el justo, y no hay quien piense en ello; y los piadosos mueren, y no hay quien entienda que de delante de la aflicción es quitado el justo. 2 Entrará en la paz; descansarán en sus lechos todos los que andan delante de Dios. Los cristianos mueren porque Dios decide quitarnos del sufrimiento, de la aflicción y no solo hablando de las enfermedades, sino de toda la aflicción que este mundo causa en nosotros por el pecado, por los afanes de esta vida. También dije que los cristianos mueren porque Dios así lo decide y lo quiere: Salmo 116:15 Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos. Mencioné que para nosotros la muerte es triste e incluso vista como trágica, pero para nuestro Dios la muerte es algo estimado, algo bueno porque Dios quiere que nos reunamos con Él. Recuerde que Él es nuestro Padre Celestial y aunque tenemos padres terrenales que nos aman y quieren que estemos con ellos; hay un Padre Celestial que quiere lo mismo y tiene el derecho de llamarnos a Su Presencia cuando Él quiera. El cristiano muere porque ha acabado su carrera, como dijo el apóstol Pablo 2-Timoteo 4:7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Algunas personas tienen una carrera más larga que otros. La carrera de Gerardo duró apenas 23 años y poco menos de 5 meses más. Pero él terminó su carrera en esta vida. Entonces aunque la perspectiva terrenal de la muerte es que es una pérdida y usamos la palabra para describir que hemos perdido a un ser querido, a un amigo, a un hijo, nieto, compañero. En la perspectiva cristiana, el morir es ganancia como dice Filipenses 1:21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Pero sin duda hermanos la realidad más gloriosa que nosotros podemos tener como cristianos es la realidad de la existencia del cielo, que Dios ha prometido para nosotros. El apóstol Pablo, inspirado por Dios está hablando en el contexto del pasaje sobre los sufrimientos y aflicciones que muchas veces vienen a nuestra vida. 2-Corintios 4:16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria. Nos enseña que las tribulaciones siempre serán leves, que siempre serán momentáneas y que siempre producen en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria, pero luego nos dice que debemos aprender a mirar las cosas que no se ven… 2-Corintios 4:18 No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. Y en ese contexto nos dice la cosa más grande que debemos aprender a ver, que no se ve y es la realidad del cielo. 5:1 Porque sabemos, y no es un pensamiento efímero o un deseo lejano; es una realidad… Sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. El mundo no sabe esto, porque para ellos hay una total y absoluta falta de conocimiento sobre lo que pasa después de morir. Hace unos días escuché un programa en el radio sobre “¿Qué hay en el más allá?” y solamente pudieron presentar argumentos o testimonios de personas que estuvieron inconscientes por un poco de tiempo, hasta algunos minutos y regresaron y lo único que pudieron presenciar fue un túnel, con una luz al final y de pronto escucharon la voz de algo o alguien y decidieron regresar y entonces revivieron. Pasaron por una muerte clínica por unos minutos o segundos, pero regresaron. Eso le sucedió a mi mamá cuando nación mi hermano Edy y ella contaba esa experiencia que ella vivió. Pero es todo lo que la gente ha podido experimentar sobre lo que hay más allá de la muerte. La gente asegura que nadie ha estado más allá que unos pocos minutos después de la muerte para decirnos lo que hay más allá y un argumento recurrente para que la gente no crea lo que dice la Biblia es ¿Quién ha muerto o ido allá y regresado, para decirnos lo que hay después de la muerte? Bueno lo cierto es que sí hay una persona que ha muerto y regresado y nos dice lo que hay allá y es nuestro Señor Jesucristo. Apocalipsis describe a Jesús como el que estuvo muerto y ahora vive por los siglos de los siglos. Cristo nos dice claramente lo que hay después de la muerte en Juan 14:1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. 5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? 6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Nuestro Señor Jesús nos dejó suficiente información para que no tengamos miedo de la muerte, sino que tengamos confianza en la esperanza bienaventurada de que un día estaremos en el cielo, en la presencia de nuestro Dios. Otro que también murió y después resucitó fue el apóstol Pablo y él nos narra su experiencia. 2-Corintios 12:2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. Pablo fue censurado por Dios para no decirnos las cosas que vio en el cielo, pero se limitó a decirnos 1-Corintios 2:9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero quiero que hablemos un poco en esta mañana acerca de ese precioso y maravilloso lugar: I. El Cielo es un lugar que Dios mismo creó y diseñó: A. Pablo menciona en el pasaje que tenemos una casa no hecha de manos eterna en los cielos… II-Corintios 5:1 1. Cuando Pablo hace esta analogía comparando nuestro cuerpo con un tabernáculo, era muy entendible para los judíos esta analogía. 2. Ellos tenían una fiesta, que se llama la fiesta de los Tabernáculos en la cual habitaban por unos días en tiendas provisionales, simbolizando el tiempo que ellos vivieron en el desierto por 40 años, por poco tiempo, pero después llegaron a la tierra prometida, la tierra de Canaán. 3. Ellos pasaron ciertas incomodidades, pero luego llegaron al lugar que Dios preparó para ellos. 4. Así nosotros, por un poco de tiempo tenemos que vivir en un lugar provisional, como una casita de campaña, un tabernáculo que es temporal y que es en cierta manera frágil. 5. Pero cuando esta tienda de campaña se deshaga, Dios nos tiene preparada un edificio, una casa no hecha de manos. 6. Comparado con una tienda de campaña rústica, del griego Skénos que significa “choza, tienda”; Dios ahora nos dará un edificio del griego oikodomé que se refiere a una edificación grande y lujosa. B. Esta ciudad celestial tiene un Arquitecto y Constructor muy especial, Dios. Hebreos 11:8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. 9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. 1. Como leímos en Juan 14:1-6 Jesús nos dice que en este lugar hay muchas moradas. Del Griego Moné que significa “Residencias”. 2. Esta palabra no describe casitas como las de infonavit en las que vivimos, sino mansiones como esas lujosas. 3. En varias ocasiones hemos podido visitar la ciudad de Los Ángeles, California y hemos ido al área de Hollywood, donde están las residencias de personas famosas y ricas, que incluso hay tours que te llevan a conocer las casas de personas muy ricas y famosas y se ven muy lujosas y muy grandes. Pero eso no es nada comparado con las mansiones que Dios ha preparado para nosotros. C. El Señor nos dio la promesa y podemos confiar en Él, de que Él prepararía lugar para nosotros y vendría otra vez para llevarnos a ese lugar. “Para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. 1. Por eso nos dice que no debemos turbarnos, debemos creer en Él. 2. Filipenses 3:20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo. 3. 712 veces la Biblia hace referencia al Cielo refiriéndose a uno de los tres cielos. a. El primer cielo es el firmamento o la atmósfera terrestre. b. El segundo cielo es el espacio exterior, donde están el sol, la luna y las estrellas. c. El tercer cielo es la ciudad celestial, que Dios ha preparado para nosotros. 4. Jesús nos dice que es un lugar donde conviene invertir y hacer las verdaderas riquezas. Mateo 6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 5. Dios nos dice que en el Cielo habrá galardones para nosotros Lucas 6:23 Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres con los profetas. 6. Debemos regocijarnos que nuestros nombres están escritos en los cielos. Lucas 10:20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. 7. Cuando Esteban murió pudo ver los cielos abiertos… Hechos 7:55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, 56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios. 8. Hebreos 10:34 Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos. 35 No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón. 9. 1-Pedro 1:3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. II. ¿Qué no va a haber en el cielo? A. No habrá muerte, llanto, ni dolor Apocalipsis 21:4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. B. No habrá iglesias ni templos Apocalipsis 21:22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. C. No habrá luz artificial ni luz natural Apocalipsis 21:23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. D. No habrá noche, ni llaves, ni puertas cerradas Apocalipsis 21:25 Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. E. No habrá pecado Apocalipsis 21:27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero. F. No habrá más maldición Apocalipsis 22:3 Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, G. No habrá noche ni luces Apocalipsis 22:5 No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos. III. Cosas que sí va a haber en el cielo: A. Todas las cosas nuevas Apocalipsis 21:5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. B. Muros de piedras preciosas y calles de oro Apocalipsis 21:18 El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio; C. Puertas de perla Apocalipsis 21:21 Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio. D. Río de agua de vida Apocalipsis 22:1 Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. E. El árbol de la vida Apocalipsis 22:2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. F. Estarán todos los que murieron en Cristo I-Tesalonisenses 4:16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. G. Recompensas I-Corintios 3:11-15 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego. IV. No todos los que mueren van al cielo: A. La Biblia enseña que para entrar en el cielo se necesita tener a Cristo I-Juan 5:11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. 1. Contrario a lo que la gente cree, no todos los que mueren van al cielo. 2. La gente quiere pensar o imaginar que es un lugar para cada persona y que sus seres queridos, sin importar cómo vivieron, van a estar allá. Pero no es así. 3. La Biblia dice que el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de Fuego, que es la muerte segunda. Apocalipsis 20:15 4. Existe un lugar llamado el Infierno, totalmente opuesto al cielo y es un lugar donde mucha gente irá por no haber creído en Cristo. Juan 3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. B. Ir al cielo no depende de nuestra conducta, ni de nuestras obras; depende de Jesucristo. 1. Si usted ha recibido a Cristo como su Salvador, usted puede tener la confianza de la vida eterna. 2. Pero si usted no está seguro, más vale que usted se asegure de tener a Cristo en su corazón porque dice la Biblia que De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en Él cree, no se pierda; mas tenga vida eterna. Juan 3:16