Monarquía, República, Imperio LA LEYENDA DE LA FUNDACIÓN DE ROMA Según la leyenda, Roma fue fundada por Rómulo en el año 753 a.C. Él y su hermano gemelo Remo eran hijos del dios Marte y de Rea Silva, y descendientes del fundador del Lacio, Eneas Recién nacidos, fueron abandonados en una cuna en el rio Tíber, siguiendo las órdenes del rey Amulio. No quería que los niños le arrebataran el trono que usurpo a su hermano Numitor. Los gemelos se salvaron cuando la cuna fue arrastrada hacia la orilla, siendo amamantados por una loba. Después un pastor los encontró y los crió como si fueran sus hijos. Años más tarde, Rómulo y Remo fundaron una nueva ciudad a orillas del Tíber. Se dice que Rómulo mató a su hermano por no respetar las normas de acceso a la ciudad. Entonces se nombró rey y llamó Roma a la nueva ciudad. GENEALOGÍA MÍTICA DE LOS ROMANOS JÚPITER VENUS ANQUISES ENEAS ASCANIO PROCAS NUMITOR AMULIO MARTE REA SILVA ROMULO PUEBLO ROMANO EVOLUCION DE LA FORMA DE GOBIERNO EN ROMA Los primeros romanos eran campesinos. Su territorio lo integraba la propia ciudad y las tierras que la rodeaban. En el resto del territorio vivían muchas tribus. Poco a poco los romanos fueron adueñándose de la península Itálica, hasta llegar a poseer uno de los mayores imperios que jamás ha existido en tiempos del emperador Trajano. MONARQUÍA Y REPÚBLICA 753 a.C. 753-509 509 450 440 343-291 281-272 264-146 146 133 133-121 82-79 60 58-50 49-44 43 42-31 Fundación de Roma. Periodo de la monarquía (7 reyes míticos) Comienzo de la República. Ley de las Doce Tablas. Se autorizan los matrimonios entre patricios y plebeyos. Guerras Samnitas. Roma domina el centro de Italia. Guerra contra Tarento y Pirro. Roma domina la mayor parte de Italia. Guerras Púnicas. Roma domina el Mediterráneo Occidental. Caída de Grecia en manos romanas. Destrucción de Numancia. Roma domina prácticamente la Península Ibérica. Movimiento reformador de los hermanos Graco. Dictadura de Sila. Primer Triunvirato (César, Pompeyo y Craso) Guerra de las Galias. Guerra civil entre Cesar y Pompeyo. Victoria de César e inicio de su dictadura. Segundo Triunvirato (Marco Antonio, Octavio y Lépido) Guerra civil entre Octavio y Marco Antonio. Victoria de Octavio en Accio. PRINCIPADO Y DOMINADO 27 a.C. 14-69 d.C. 69-96 96-192 193-235 235-284 284-305 306-337 391 395 476 Principado de Octavio. Fin de la República e inicio del Imperio. Dinastía Julio- Claudia: Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. Dinastía de los Flavios: Vespasiano, Tito y Domiciano. Dinastía de los Antoninos: Nerva, Trajano, Antonio, Marco Aurelio y Cómodo. Dinastía de los Severos: Septimio Severo, Caracalla, Heliogábalo y Alejandro Severo. Edicto de Caracalla del 212, convierte en ciudadanos romanos a los hombres libres del Imperio. Período de la Anarquía militar: crisis económica, epidemias de peste, presión de los bárbaros. Reinado de Diocleciano: período de la Tetrarquía. El Principado imperial se convierte en Monarquía Absoluta. Reinado de Constantino. Edicto de Milán (313): Libertad de culto para los cristianos. El cristianismo, única religión oficial del Imperio. Tras la muerte de Teodosio el Imperio se divide entre sus dos hijos: para Honorio el Imperio Romano de Occidente; para Arcadio el de Oriente. Caída del Imperio Romano de Occidente en poder de los Bárbaros, tras la destitución del emperador Rómulo Augústulo. El Imperio de Oriente sigue existiendo bajo el nombre de Imperio Bizantino hasta 1453. LA MONARQUÍA (753 a.C. – 509 a.C.) En un primer momento Roma fue una monarquía, y siete fueron sus reyes: Rómulo, Numa Pompilio, Tulo Hostilio, Anco Marcio, Tarquinio “el antiguo”, Servio Tulio y Tarquinio “el soberbio”; los tres primeros fueron de origen latino y los tres últimos de origen etrusco. Los reyes eran elegidos por sus virtudes no por su descendencia. La monarquía se apoyaba en tres fundamentos: el poder del rey, que abarcaba el terrero religioso, político y militar; el Senado, que ayudaba y aconsejaba al rey en la toma de decisiones; y las Asambleas Populares, que sobre todo ratificaban las leyes que el rey les presentaba. REYES DE ROMA. I. RÓMULO: (753-716) Se le atribute la fundación de Roma, abrió las puertas a gentes de las regiones cercanas siendo así pobladas cinco de las siete colinas de Roma. Al principio, en la ciudad casi no había mujeres, y para solventar este problema Rómulo invitó a los sabinos a un festival, donde raptó a las mujeres sabinas y las llevó a Roma. Esto provocó la consiguiente guerra con los sabinos; Rómulo unió a los sabinos y a los romanos bajo el mando inicial de Rómulo. Dividió a la población de Roma entre hombres aptos y no aptos para combatir. Los combatientes constituyeron las primeras legiones romanas, mientras que el resto se convirtieron en los plebeyos de Roma, y de todos ellos, Rómulo seleccionó a 100 de los hombres de más alto linaje como senadores. Estos hombres fueron llamados Padres, y sus descendientes serían los Patricios, la nobleza romana. Tras la unión entre romanos y sabinos, Rómulo agregó otros 100 hombres al Senado. A su vez, distribuyó la masa social en tres tribus, las cuales se subdividían en asambleas que se encargaban de asuntos religiosos, civiles y militares. Estas también eran los encargados de elegir al rey y de gobernar en los períodos de elecciones. II. NUMA POMPILIO: (715-674) orientó su actividad a dotar a la ciudad de un espíritu de civilización y concordia. Promovió la ley y el orden y supo inculcar a la población un sentimiento religioso y un comportamiento ético elevado. Bajo su reinado se creó el colegio de los Pontífices y el templo dedicado a Jano, que se representaba bajo la forma de un anciano con dos caras, en tiempos de guerra el templo tenia que estar abierto y en tiempos de paz cerrado. Paradójicamente a lo largo de su reinado, y como muestra de que no emprendió ninguna guerra, el templo se mantuvo siempre cerrado. III. TULO HOSTILIO: (673-642) De origen romano, y de carácter bélico, fomentó varias guerras entre las que destacó la destrucción de mítica Alba Longa y después de dos enclaves etruscos: Veyes y Fidenas. El rey sostuvo tantas guerras que descuidó la atención a las divinidades, por lo cual, según sostiene la leyenda, una plaga se abatió sobre Roma, hallándose el propio rey entre los afectados. Cuando Tulio solicitó la ayuda de Júpiter, el dios respondió con un rayo que redujo a cenizas tanto al monarca como a su residencia. IV. ANCO MARCIO: (642-614) Fue un rey pacífico y religioso, nieto de Numa Pompilio, apenas extendió los límites de la ciudad y construyó la primera prisión. Mandó construir el primer puente de la ciudad y fundó Ostia, el gran puerto cercano a Roma. V. TARQUINIO PRISCO “EL ANTIGUO”: (616-579) Fue el primer rey etrusco. Hombre de costumbres refinadas, amante del arte de los monumentos y de las obras públicas, embelleció y modernizó Roma de forma notable. Hizo edificar el Circo Máximo y organizó un sistema de canalización y drenaje de los pantanos (Cloaca Máxima). Se le atribuye también el aumento de primitivos senadores que pasaron a ser 200. Fue asesinado por los hijos de su predecesor Anco Marcio. VI. SERVIO TULIO: (578-535) fue el segundo rey etrusco, erigió las primeras romanas que cercaron las siete colinas romanas, e hizo la primera Reforma constitucional, regulando los derechos y deberes. Dividió a la población en cuatro sectores territoriales; organizó el ejército en centurias y formalizó un censo de la población basado en sus bienes y patrimonio y que distinguía hasta 5 clases o estratos sociales. Fue asesinado en una conspiración urdida por su propia hija Tulia y su marido Tarquinio, su sucesor en el trono. VII. LUCIUS TARQUINIUS “EL SOBERBIO”: (535-510) Optó por gobernar al margen del Senado de forma despótica y tiránica, lo que le hizo ganarse la antipatía de su pueblo. Su mejor obra para Roma fue la finalización del templo a Júpiter, iniciado por su padre Prisco. La violación de Lucrecia, matrona romana, esposa de Colatino, por parte de Sexto Tarquinio fue el desencadenante del final de su gobierno. Tras la expulsión de Tarquinio, el Senado decidió abolir la monarquía, convirtiendo a Roma en una república en el año 509 a. C. LA REPÚBLICA (509 a.C. – 27 a.C.) Una vez expulsados los reyes de Roma en el siglo VI a.C., el nuevo sistema político fue asentándose poco a poco a lo largo de los tres siglos siguientes, hasta conseguir que el poder quedara repartido entre las asambleas populares o comicios, el Senado y los Magistrados. Desde el año en que cayó la Monarquía, el gobierno de Roma se describía con la sigla S.P.Q.R., que quiere decir Senatus Populusque Romanus (es decir, el Senado y el Pueblo Romano). Dos constantes marcaron esta época: por un lado las permanentes luchas políticas y por otro las constantes guerras de conquista y expansión entre las que destacaron las Guerras Púnicas (poeni cartaginienses) que duraron casi cien años y que termino con la victoria definitiva pero dificultosa de los romanos. Antes de su expansión militar, Roma tuvo que solucionar sus conflictos internos y sentar sus bases políticas y sociales procediendo así a la desaparición del poder personal, quedando repartido el poder monárquico en manos de las Magistraturas; el poder aristocrático representado en el Senado el poder democrático vivo en las Asambleas del Pueblo. ORGANIZACIÓN POLITICA: I. El Senado: Era la asamblea de nobles con escaño vitalicio. Su cometido era ser un órgano consultivo pero en paso a controlar la política romana. Al ser un cargo vitalicio aseguraba una continuidad de las acciones políticas. El Senado estaba compuesto de trescientos miembros y llegaron a ser novecientos en tiempos de Julio Cesar. Eran elegidos por los censores entre los que habían ocupado las magistraturas más altas. De este modo solo las personas ricas podían ser senadores. Los poderes del Senado eran: i. Representar a Roma en asuntos exteriores, hacer los preparativos para las votaciones populares sobre tratados, guerra o paz y para organizar y gobernar las provincias. ii. Decidir en asuntos económicos. El Senado controlaba las finanzas estatales por medio de los cuestores que eran sus agentes. Al autorizar los gastos podía controlar las acciones de los magistrados. iii. Participar en los asuntos militares. Aunque la dirección del ejército correspondía a los cónsules, el Senado decidía la época de reclutamiento, disolvía el ejército y le fijaba su presupuesto. Además concedía o denegaba los triunfos y los honores de las victorias. A los cónsules les convendría estar bien con el Senado. iv. Convalidar las leyes votadas por el pueblo romano. II. El pueblo romano, las Asambleas: Era donde se plasmaba la voluntad popular. Podían ser de tres tipos, curiata, centuriata y tributa. i. Los comitia curiata eran los más antiguos. Sus atribuciones quedaron reducidas a la elección de los cargos sacerdotales, a la concesión del mando supremo del ejército, imperium, y a ratificar las adopciones. ii. Los comitia centuriata elegían los magistrados superiores, votaban ciertas leyes, juzgaban sentencias en apelación sobre delitos políticos y decidían sobre la paz y la guerra. iii. Los comitia tributa eran el órgano de la soberanía popular, elegían a los magistrados menores, a los tribunos de la plebe y a los magistrados extraordinarios y dictaban leyes. El Senatus, institución de origen monárquico, estuvo formado por los patres, jefes de las grandes familias, y posteriormente también por quienes habían ocupado una magistratura. El número de senadores fue en aumento con el tiempo, llegando a ser novecientos en los tiempos de César. Era un órgano consultivo y solía reunirse en la Curia Hopstilia, en el foro. Sus funciones eran: velar por la religión oficial; gestionar las finanzas; dirigir la política exterior y los efectivos militares; administrar las provincias que le correspondían y declarar el estado de excepción. III. Los magistrados: Tenían el poder ejecutivo pero estaban limitados en su actuación por los siguientes condicionamientos: i. Su cargo era anual (excepto los censores). ii. Eran cargos colegiados, es decir, todos compartían el poder con colegas que tenían un poder equivalente al suyo y el derecho de veto. iii. Veto de los tribunos de la plebe. iv. Dependencia del senado. Además, una vez que dejaban la magistratura tenían que volver a él. LAS MAGISTRATURAS DE ÉPOCA REPUBLICANA DENOMINACION CARACTERÍSTICAS TIPOS Ordinarias Extraordinarias Cónsul Pretor Censor Cuestor Edil Tribuno Dictador Jefe de la caballería Anualidad Colegialidad Derecho de veto CÓNSUL MAGISTRADOS ORDINARIOS: FUNCIONES Son dos Ostentan el poder supremo Jefes del ejército Presiden el Senado PRETOR Son dos, luego ocho Presiden los tribunales de justicia CENSOR Los únicos elegidos cada cinco años Realizan el censo de ciudadanos y velan por las costumbres publicas Llegaron a ser cuarenta Cuidan de la Hacienda Pública, llevan las cuentas del Estado, recaudan los impuestos… EDIL/CURUL Se encargan de todo lo relacionado con la Administración Municipal TRIBUNO DE LA PLEBE Son diez, necesariamente plebeyos Defienden los intereses de la plebe Son meros ayudantes de los tribunos CUESTOR EDIL DE LA PLEBE DICTADOR MAGISTRADOS EXTRAORDINARIOS: FUNCIONES Se designa en momentos difíciles o críticos a instancias del Senado Tiene plenos poderes Su nombramiento no puede exceder de seis meses MAESTRE DE CABALLERIA Se nombra conjuntamente con el dictador Cesa con él GUERRAS PÚNICAS (264-146 a.C.): Las Guerras Púnicas fueron una serie de tres guerras que enfrentaron durante largo tiempo a las dos potencias del Mediterráneo de la época: Cartago y Roma. La causa principal del enfrentamiento entre ambas fue el conflicto de intereses entre las existentes colonias de Cartago y la expansión de la República de Roma. I. La Primera Guerra Púnica (264-241 a.C.): Esta guerra fue eminentemente naval que empezó con la victoria romana a pesar de que en un principio la armada de Cartago se presentaba superior, aunque lo fue por poco tiempo ya que la reacción romana no se hizo esperar. Cuando Régulo, caudillo romano, fue capturado en África los cartaginenses lograron derrotar al ejército romano en Drépanos y Sicilia aunque la Primera Guerra Púnica fue una cadena casi ininterrumpida de victorias romanas. Finalmente, el año 241 a. C., Cartago firmó un tratado de paz con Roma, cediéndole el control absoluto de Sicilia. Los años posteriores a la Primera Guerra Púnica fueron aprovechados por Cartago para mejorar sus finanzas y expandir su imperio colonial en Hispania bajo el liderazgo de la familia Barca. Durante esa época la atención de Roma se concentró principalmente en las Guerras Ilíricas. Sin embargo, al finalizarla, continuó con su expansión, iniciando una postura agresiva en Hispania que incluía alianzas con enemigos locales de Cartago. Finalmente, el año 219 a. C., Aníbal Barca, hijo de Amílcar Barca, atacó Sagunto, ciudad aliada de Roma, iniciando con ello la Segunda Guerra Púnica. II. La Segunda Guerra Púnica (218-146 a.C.): Esta guerra fue la más importante y la más conocida por producirse durante la misma la famosa expedición militar de Aníbal contra Roma cruzando los Alpes: partiendo desde el sur de Hispania, Aníbal condujo a su ejército hacia el norte, cruzó los Alpes e invadió la Península Itálica desde el norte, derrotando a todas las fuerzas que la República de Roma lanzó en su contra. Se mantuvo con su ejército en Italia durante dieciséis años sin llegar nunca a atacar la ciudad de Roma por no tener suficientes soldados para la batalla. Esta espera fue aprovechada por Roma para contraatacar de la mano del gran general Publio Cornelio Escipión en Cartago, lo que obligó a Aníbal a volver a toda prisa a su ciudad, siendo finalmente derrotado por primera vez en la batalla de Zama. Desde entonces Cartago fue sometida a Roma y tuvo que pagar un tributo anual a esta. De esta manera Roma pasó a ser la potencia hegemónica de Mediterráneo occidental y comenzó a mirar hacia los países del Mediterráneo oriental. III. La Tercera Guerra Púnica (146-27 a.C.): La Tercera Guerra Púnica comprende una misión de asedio y saqueo a la ciudad de larga duración que llevó a la total destrucción de Cartago. Las causas fueron, por una parte, el surgimiento de nuevos focos rebeldes y el resurgir del ejército cartaginés. Durante el año 149 a. C., Roma realizó una serie de reclamaciones, cada vez más exigentes, con la clara intención de empezar otra guerra abierta, propiciando un casus belli. Se mandó que la ciudad fuera demolida y trasladada lejos de la costa. Los cartaginenses se negaron y Roma declaró el inicio de la Tercera Guerra Púnica. Tomaron un papel mucho más activo en la defensa de la ciudad. Lograron rechazar el ataque inicial romano. Una segunda ofensiva, liderada por Publio Cornelio Escipión el Joven, acabó tras un asedio de tres años en el que finalmente los romanos lograron romper las murallas de la ciudad, la saquearon, y procedieron a quemarla por completo hasta sus cimientos. Los supervivientes fueron vendidos como esclavos, y Cartago dejó de existir hasta que César Augusto la reconstruyera como colonia para veteranos, un siglo más tarde. ROMA TRAS LAS GUERRAS PÚNICAS (146-27 a.C.) L a expansión de Roma estuvo marcada por una situación social interna muy inestable, provocado por las luchas sociales. I. Los Hermanos Graco: Los hermanos Graco eran hijos del general y estadista Tiberio Sempronio Graco y de Cornelia, de la familia de los Escipiones. Los hermanos Graco obtuvieron durante este periodo el cargo de tribuno de la plebe, desde cuya magistratura pudieron elaborar y proponer una serie de leyes que iban a favorecer a: La plebe urbana Los itálicos que no tenían la ciudadanía romana Los caballeros (llamada orden ecuestre) Las leyes iban en detrimento de la clase aristocrática, los llamados optimates palabra que significa "bueno entre los buenos", que constituían la mayoría del Senado. Así pues se organizaron dos partidos con intereses económicos y políticos distintos: el partido de los populares (el pueblo) y el de los optimates. Tiberio y Cayo orientaron sus esfuerzos para mejorar la situación de los campesinos dando lugar a una reforma agraria mediante la ley agraria y la ley frumentaria. Ley agraria: ley en la que se distribuyó el suelo entre los pobres (el ager publicus) Ley frumentaria: ley que distribuyó el trigo entre el pueblo. Ambos fueron asesinados, Tiberio en el 133 a.C. y Cayo en el 121. II. Guerra Civil entre Mario y Sila: La guerra tuvo lugar cuando los líderes de las dos facciones enfrentadas en el senado los Optimates y Populares, Lucio Cornelio Sila y Cayo Mario respectivamente, competieron por los honores de liderar la guerra contra Mitrídates VI rey del Ponto, quien había invadido la provincia romana de Asia y asesinado a miles de romanos. En un principio Sila obtuvo el respaldo del Senado para comandar las tropas, pero la Asamblea Popular anuló la decisión y le dio el mando a Mario. Tras esto, Sila marchó sobre Roma con sus legiones, haciendo huir a Mario y tomando el mando. Se declaró enemigo de la República a Mario y Sila embarcó hacia Grecia mientras que Lucio Cornelio propició el retorno de Mario desde su exilio y ambos se hicieron nombrar cónsules, estableciendo una sangrienta persecución contra los Optimates. Tras unos pocos días Mario murió. Sila al terminar la guerra con el Tratado de Dárdanos, regresó a Italia donde derrotó a los populares y se estableció como dictador, reformó la Constitución Republicana cediendo más poder al Senado, recortando el de los tribunos y el de las asambleas populares. El Senado rechazó las decisiones tiránicas de Sila y éste se vió obligado a renunciar al poder absoluto y a retirarse de la vida política. III. Primer Triunvirato: La situación en la República seguía siendo inestable, fueron tiempos de incertidumbre y la gente vivía con miedo. Los organismos políticos se vieron obligados a caer en manos de generales ambiciosos y fue en ese momento cuando aparecieron Pompeyo y César, grandes estrategas de fuerte y marcada personalidad que a través de sus logros fuera de Italia, consiguieron la admiración y aclamación de las masas. Al ser conscientes de esa situación, decidieron aliarse y compartir el poder junto con Craso, hombre de recursos económicos, formando así el primer triunvirato de la historia romana. Esta forma de gobierno funcionó bien hasta la muerte de Craso en la guerra contra los partos, lo que dejó solos a Pompeyo y César en la escena política dando lugar a una lucha a muerte por el liderazgo. César salió victorioso en Farsalia tras lo cual emprendió su propia dictadura apoyado por el pueblo. Adoptó medidas de gran importancia como poner en marcha las leyes propuestas años antes por los Hermanos Graco. César fue acumulando cada vez más poder y por lo tanto despertó el miedo de la parte más conservadora del Senado que temía que la acumulación de poder de César desembocara en la instauración de la monarquía, tras lo cual se decidió terminar con su vida asesinándole en el Senado. IV. Segundo Triunvirato y Fin de la República: El asesinato de César no resolvió ningún problema, es más propició la llegada al poder de Octavio Augusto, quien en un principio se asoció con Lépido y Marco Antonio formando el Segundo Triunvirato. Decidieron repartirse los territorios de Mediterráneo quedándose Lépido con el Norte de África, Marco Antonio con los territorios orientales y Octavio con la parte occidental. Esta medida fracasó por la ambición de los tres lo que acabó con un enfrentamiento inevitable. Octavio eliminó rápidamente a Lépido, que abandonó la escena política en el año 36 a.C. mientras que Egipto Marco Antonio estaba más pendiente de Cleopatra que de sus legiones y se entregó a un apasionado romance con la princesa egipcia. Octavio al enterarse de esa circunstancia declaró la guerra a Marco Antonio y le derrotó en la batalla de Accio en el 31 a.C. Del 31 al 27 a.C. el Senado concedió a Octavio los títulos de Augustus y Princeps, tras lo cual Octavio consolidó sus posiciones, se anexionó definitivamente a Egipto y asentó las bases sobre las que descansó el Imperio poniendo fin a la República. EL IMPERIO ROMANO (27 a.C.- 476 d.C.) Estos cinco siglos se caracterizaron por una forma de gobierno autocrática, por la enorme expansión territorial, que llegó a alcanzar una superficie máxima estimada de unos 6,14 millones de km² y por la expansión del latín como lengua oficial del Imperio. PRINCIPADO DE AUGUSTO (31 a.C.-14) Octavio Augusto, tras recibir el título de Imperator Caesar Augustus, se convirtió en el comandante de todos los ejércitos, lo que fue parte de su éxito. Terminó con las magistraturas, aunque siguieron manteniendo las funciones que habían tenido en la época republicana. El Senado también perdió protagonismo y tuvo un poder más simbólico que real. Durante el principado de Octavio comenzó la Pax Augusta, se embelleció la cuidad de Roma y se expandió la cultura romana por todo el imperio asimilando también otras culturas. LA DINASTÍA JULIO-CLAUDIA (27 a.C-68 d.C.) El emperador Tiberio, sucesor de su padrastro Augusto desde el 14 d.C., competente gestor, fue objeto del descontento y de la sospecha general; apoyándose en el poder militar, con el que conquistó Germania y mantuvo en Roma a su Guardia Pretoriana (las únicas tropas permitidas en la capital), siempre prestas a su llamada. Tras su asesinato por Sejano en el Senado, fue sucedido por el tiránico y mentalmente inestable Calígula (37-41) que debido a sus extravagancias acabó siendo asesinado por la propia guardia pretoriana. A su muerte el Senado intentó restaurar la República, pero finalmente nombró emperador a Claudio, cuyo mandato contempló la conquista de Britania y Tracia y continuó las obras públicas y las reformas administrativas iniciadas por César y Augusto. Su agitada vida personal le llevó a la muerte cuando su última mujer, Agripina, le envenenó a favor de su hijo adoptivo Nerón que en el 54 inició su gobierno bajo el sabio consejo y asesoramiento del filósofo Séneca y de Sexto Afranio Burro, prefecto de la Guardia Pretoriana; sin embargo, sus posteriores excesos de poder le convirtieron el un déspota cruel y asesinó a su madre, a su esposa y a su maestro. También se le atribuyó el incendio de Roma, aunque él acusó de esto a los cristianos, y en el año 68 d.C. se suicidó, lo que supuso el fin de la dinastía JuliaClaudia. LA DINASTÍA FLAVIA (69-98 d.C.) Tras la muerte de Nerón, en el 68 se sucedió una breve anarquía que se conoció como el año de los cuatro emperadores, hasta que el general Flavio Vespasiano puso fin al caos y tomó el poder. Su mandato devolvió la tranquilidad a Roma, retomó el diálogo con el Senado y el Pueblo y gozó de gran popularidad, algo que también gozó su sucesor, Tito, aunque su reinado fue apenas de diez años (79-91). Finalizó la obra comenzada por su padre, el Coliseo, y sus éxitos en Palestina le encumbraron, sobre todo con la destrucción de Jerusalén. Murió de muerte natural y su hermano Domiciano fue quien le sustituyó en el poder. Conquistó Britania, se convirtió en un tirano cruel y paranoico, y rompió con el Senado, lo que hizo que levantó mucho odio hacia él de manera que en el año 96 fue asesinado en una conspiración por la guardia pretoriana poniendo así fin a su dinastía. LA DINASTÍA DE LOS ANTONINOS (98-192 d.C.) Con la muerte de Domiciano comenzó la era más grande del imperio, el mayor periodo de estabilidad política y buena administración como nunca tuvo ni volvería a tener Roma. Se inició así con Nerva el período de los Emperadores Antoninos, más conocidos como “los cinco emperadores buenos”. Nerva fue nombrado emperador por el Senado, al que devolvió todo su poder. A su vez, las instituciones públicas experimentaron un importante desarrollo en su época, y fue el primer emperador que nombró a un hombre fuera de Roma su sucesor. El elegido fue Trajano, hijo de un miembro del Senado. Realizó las conquistas por el Rin y Danubio, conquistó la Dacia y llegando a Mesopotamia y Siria alcanzó la máxima expansión del Imperio. También realizó importantes obras públicas entre las que destacó el foro a Trajano. Murió en la guerra contra los partos y su sobrino Adriano le sucedió en el 117. Adriano, consciente de que el Imperio había llegado a su límite, renunció a mayores expansiones y se centró en el desarrollo de la administración del Imperio. Edificó una muralla en el Norte de Britania y, gran amante de la cultura, embelleció Atenas y en Roma fundó el Ateneo, construyó el Panteón y el Castillo de Sant’ Angelo. Tras su muerte por causas naturales, en el 138 Antonino Pío fue nombrado emperador, y durante su gobierno el Imperio disfrutó de una época de paz y bienestar. Una personalidad más marcada tuvo el sucesor de Antonino, Marco Aurelio, emperador intelectual y de filosofía estoica se preocupó más por las letras que por las armas. Escribió el famoso libro “Meditaciones” y murió en una lucha con los germanos en Vindobona (Viena). Marco Aurelio fue el último de los “cinco emperadores buenos”, y a su muerte su hijo Cómodo tomó el poder en el 180.En sus doce años de mandato llevó al imperio a su declive y se desentendió por completo de sus deberes en el Estado. Se creía la reencarnación del mismísimo Hércules, y sus locuras y excesos llevaron al Imperio a la ruina. En el año 192 fue asesinado por la guardia pretoriana y con él la dinastía de los Antoninos llegó a su fin. LA DINASTÍA SEVERIANA (193-235) La muerte de Cómodo en el 192 trajo otro año de varios emperadores y guerras civiles hasta que en el 193 Séptimo Severo reclamó el trono imperial. Se apoyó en su poder militar y rechazó al Senado y las costumbres romanas y murió en el 221 en York. Le sucedió Aurelio Antonino, apodado Caracalla, el cual tuvo un gobierno marcado por grandes contrastes. Embelleció Roma y extendió el derecho a la ciudadanía a todos los habitantes del imperio. Sin embargo sus ejecuciones masivas y sus extravagancias fomentaron odio en el pueblo y en el 217 fue asesinado por el prefecto del pretorio. Su hijo bastardo, Heliogábalo, obsceno y muy amanerado, tomó el poder, pero su gobierno duró apenas cuatro años ya que la guardia pretoriana le asesinó nombrando emperador a Alejandro Severo. Éste ocupó el poder durante trece años y se ocupó un poco más de los asuntos de estado pero finalmente terminó asesinado, nuevamente por los pretorianos. Durante el siguiente medio siglo hubo quince "emperadores" que eran asesinados por generales ambiciosos o por sus tropas. El único que trajo algo de paz y construyó una formidable muralla alrededor de Roma fue Aurelio de 270 d. C. a 275 d. C. EL DOMINADO DE DIOCLECIANO Y LA TETRARQUÍA. En EL 284 ascendió al trono Diocleciano el cual se denominó a sí mismo “dominus” y que ejerció un auténtico despotismo monárquico en el que condenó al Senado y a las instituciones, incluyendo el pretorio, a la más absoluta de las inactividades. Consciente de las enormes dimensiones del imperio decidió compartir con Maximiano las responsabilidades del gobierno creando así la forma de gobierno llamada tetrarquía. En la cúspide de este gobierno se encontraban, dos co-emperadores y debajo de ellos dos vice-emperadores. Otra de las reformas fue a causa de la escasez de hombres a lo largo del imperio. Cada hijo debía seguir el oficio de su padre, es decir, si el padre era soldado, el hijo tenía que ser soldado, si el padre era granjero, hijo sería granjero, etc. Los granjeros tampoco se podían cambiar de tierras sin permiso expreso del emperador, comenzando así con lo que posteriormente sería el feudalismo. A su muerte la tetrarquía desapareció y Constantino fue proclamado emperador directamente por el ejército. CONSTANTINO Cuando Constantino ascendió al trono, su primer acto fue la publicación del Edicto de Milán en el 313, por el que los cristianos recibían libertad religiosa total. Trasladó la capital del Imperio a la antigua Bizancio y sobre ella fundó una nueva Roma a la que llamó Constantinopla. Con la creación de esta ciudad comenzó la separación del imperio en el occidental y el oriental, ya que mucha de la administración y de los negocios fueron trasladados a la nueva ciudad. En el año 337, en su lecho de muerte dividió el Imperio entre sus tres hijos menores. DIVISIÓN Y CAIDA DEL IMPERIO ROMANO La muerte de Constantino marcó el principio del fin del Imperio. Sus hijos se enzarzaron en numerosas guerras civiles y en Galia y Britania, los bárbaros aprovecharon esta situación para invadir los territorios romanos. La toma de poder de Teodosio el Grande en el 388 mejoró un poco la situación, pero consciente de que un solo hombre no podía hacerse cargo con éxito del ya debilitado Imperio, decidió dividirlo en entre sus dos hijos; Arcadio recibió el Imperio de Oriente y Honorio el de Occidente. Esto dividió, no oficial pero si formalmente, el Imperio, y a partir de ese momento cada una de las partes recorrieron caminos diferentes. En el siglo quinto, Alarico y posteriormente Atila causaron destrozos en Italia y en aquellos momentos, la figura del emperador, fué más representativa que práctica. Rómulo Augusto fue el último emperador y en el año 476 el Imperio de Occidente se encontró en manos de los pueblos germánicos poniendo así fin a más de cinco siglos de historia. El Imperio Oriental sobrevivió como Imperio Bizantino hasta el año 1453, cuando Constantinopla cayó en manos de los Turcos. BIBLIOGRAFÍA: LATIN,1º BACHILLETARO; ANAYA (edición 2002 y 2007) LAVINIA, CULTURA CLÁSICA ESO; BOSCH CULTURA CLÁSICA A/B SEGUNDO CICLO; McGraw-Hill CULTURA CLÁSICA SEGUNDO CICLO; AKAL EL PERIÓDICO DE ROMA; CIRCULO DE LECTORES LATIN 1º BACHILLERATO; EDEBÉ WIKIPEDIA ENCICLOPEDIA ENCICLOPEDIA ENCARTA ENCICLOPEDIA ESPASA GOOGLE.ES/COM YAHOÓ ÍNDICE 1. LEYENDA DE LA FUNDACIÓN DE ROMA 2. LA MONARQUÍA 3. LA REPÚBLICA 4. EL IMPERIO ROMANO 5. DIVISIÓN Y CAIDA DEL IMPERIO