COMENTARIOS A LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL (RSE) POR: Ing. Luis Harold Reina Gómez La “Misión”, razón de ser de cualquier tipo de empresa, con o sin ánimo de lucro, expresa el compromiso que ésta, la empresa, proclama como su promesa de valor a la sociedad en general. En teoría, supera la orientación exclusiva que da a sus clientes, los tradicionales, los que adquieren sus productos o servicios. Es decir, cobija a todo su público relevante (Satakeholders o grupos de interés). En tal sentido, la comunidad, el estado, los accionistas, los empleados, los clientes y los proveedores, esperan que a las empresas localizadas en sus localidades, zonas, municipalidades, regiones o distritos, les vaya bien en sus actividades. Lógicamente existe una exigencia, en especial de parte del estado, trabajadores y comunidad del área de influencia; que el impacto ambiental producto de la operación de la empresa, sea racionalmente medido, sostenible, que no desborde los límites máximos permitidos para la recuperación ambiental. En últimas esperan que las empresas (“Las Corporaciones”) se hagan cargo de las “EXTERNALIDADES”, que respondan por ellas, que cumplan su promesa de valor. Los modelos de gestión empresarial desde la primera revolución industrial abogan por la maximización de beneficios, en una primera etapa para los dueños y luego para los accionistas. En artículo del CIES (Centro de Investigación Económica y Social), el Dr. Fernando Casado Cañeque – Coordinador General de Naciones Unidas para la Campaña del Milenio en España hace referencia a Allen White (2005) indicando “La revolución industrial se generó en un marco de alianzas público-privadas, donde los gerentes de las empresas eran propietarios de las mismas y trabajaban en estrecha colaboración con el sector público. A medida que las empresas crecieron, también lo hizo la necesidad de capital, y surgió la idea de que actores privados invirtieran en la empresa pasando a poseer un porcentaje de su propiedad. A finales del Siglo XIX, esta práctica domina claramente el escenario industrial con un nuevo actor poseyendo la propiedad de las empresas: los accionistas”1. Este salto en las características de la propiedad empresarial, dio origen a la búsqueda del beneficio sin importar la forma. Los principios y valores tradicionales de empresa en que se enmarcó la primera industria fue perdiendo su fuerza, en la medida que los gerentes, en algunos casos, no propietarios, fijaron su norte en las utilidades para los accionistas, minando así las posibilidades de inversiones de impacto en la sociedad. Panorama complejo que nos induce a pensar que el modelo económico riñe con lo social. CLARIFICACIÓN RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL(RSE).- A partir de una consideración ética, correlacionada con el concepto de humanidad, es posible caracterizar a la RSE como la forma que utilizan las empresas para beneficiar a su colectivo social y a los círculos sociales cercanos a su área de operación. EXTERNALIDADES .- De acuerdo a (Boada 2002)2, y haciendo referencia a (Coase, 1960)3, “cuando se supera la CA (Capacidad de Asimilación del Medio Ambiente) se incurre en unos costos tangibles a la economía y la sociedad, estos costos son conocidos como externalidades”. Allen White. (2005). Fade, Integrate or Transform?: The Future of CSR. Boston. Tellus Institute. Alejandro Boada (2002), 3 Coase, Ronald: “The problem of social cost” Journal of Law and Economics 3, 1960 1 2 “Las Corporaciones”, alusión que se hace a las empresas que amparadas en leyes y regulaciones, superan la capacidad de gobiernos y estados para exigir responsabilidades en temas propios de su actuar en las dinámicas económicas y sociales. "Hace 150 años, la corporación era una institución insignificante. Hoy es una presencia viva, dramática y persuasiva en todas nuestras vidas”. ’The Corporation’ es una película dirigida por Mark Achbar y Jennifer Abbot que en tres capítulos de una hora se interna en el mundo empresarial psicopático. Está basado en el libro con el título ‘La Corporación - la persecución patológica del beneficio y el poder’, de Joel Bakan” Entonces, acogiéndonos a estas definiciones, resulta fácil encontrar las diferencias abismales entre un mensaje de RSE rico en definiciones y en acciones de beneficencia, pero de espalda al concepto de costo total en sus operaciones. El ingrediente que le falta a esta mezcla letal para la comunidad, es el mínimo o inexistente control del estado para corregir las irregularidades en el actuar de funcionarios estatales y las controvertibles sanciones impuestas a las empresas por sus amañados manejos en temas ambientales y de preservación de los ecosistemas. Si las empresas, no tuvieran como único norte las utilidades sin externalidades, se empeñarían en llevar una contabilidad de costo total, que incluyeran esos costos extra en que las comunidades del área de influencia de la operación de la empresa, tienen que asumir. A estas empresas el horizonte de largo plazo no les interesa, en la personalidad psicópata empresarial que manifiestan, dejan entrever la cruel indiferencia por el sentimiento de los demás y el temerario desprecio por la seguridad de la comunidad del área de influencia de sus operaciones. La tarea entonces, es llevar a estos empresarios a reflexionar sobre la visión holística de sus negocios, y considerar la sostenibilidad y permanencia como un gran objetivo estratégico de responsabilidad social, obviamente sin desconocer que debe asegurar una rentabilidad financiera. El desarrollo Sostenible es posible si las entidades del estado propician espacios donde confluyan el control interno, la responsabilidad social y el legado de los empresarios a las generaciones futuras. En ese momento, se invertirá el punto de inflexión y daremos los primeros pasos para la recuperación del planeta. Difícil, claro que si, existen mil variables que alinear, pero nos corresponde a nosotros como formadores de mentes nuevas, consolidar el conocimiento para ofrecer un discurso coherente que sea el alma de lo que hacemos y compramos., La educación básica primaria en Colombia, ya cuenta con un programa en ese sentido El Programa Ambiental Escolar – PRAES, es un paso pequeño para el gran camino que falta por recorrer. A escala superior, la posibilidad de tener acceso a información objetiva sobre el tema, algo que no se facilitaba una década atrás, lleva a los profesionales de hoy a reconocer que tanto pueden influenciar el comportamiento corporativo. De hecho, ingresar a una gran “Corporación”, exige ajustarse a su cultura empresarial, en ocasiones en franca contravía del marco personal de valores. En estos casos, se requiere del personal directivo, comenzar a inclinar la balanza en procura del bienestar presente y el de las generaciones futuras, lento, seguro; sin prisa pero sin pausa.