DE MI IDEARIO PEDAGÓGICO - Carlos García Maneiro

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1
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
Consejo Rectoral
Raúl López
Rector
Doris Pérez
Vicerrectora de Docencia
Moraima Esteves
Vicerrectora de Investigación y Postgrado
María Teresa Centeno
Vicerrectora de Extensión
Nilva Liuval de Tovar
Secretaria
Instituto Pedagógico de Maturín
Alcides Zaragoza
Director-Decano
Neida Montiel
Subdirectora de Docencia
José Acuña Evans
Subdirector de Investigación y Postgrado
Robin Ascanio
Subdirector de Extensión
Hernán Ferrer
Secretario
2
ESTE NÚMERO ESPECIAL …
Este número especial de la Revista HumanArtes,
corresponde a un texto escrito por el Profesor Carlos García
Maneiro. Contiene parte importante de sus ideas
pedagógicas.
Las ideas y opiniones expresadas en esta publicación, son de
exclusiva responsabilidad de quien las suscribe y no reflejan
necesariamente el punto de vista de la Revista HumanArtes.
3
Colección:
Especial Monográfico N° 7
Revista HumanArtes
Primera edición: 2021
© UPEL-IPMALA
Subdirección de Investigación y Postgrado
© Carlos García Maneiro
Hecho el Depósito de Ley
ISSN: 2343-6441
Telefax: +58 291 6418042
correo electrónico: revistahumanartes@gmail.com
Diseño, diagramación y montaje: Luis Peñalver Bermúdez
Edición electrónica
Imagen de Carlos Corredor: playa de Soro, pueblo natal de Carlos García Maneiro.
García Maneiro, Carlos.
De mi ideario pedagógico. Para maestros pensantes. Hacia
una nueva era de la educación. – Maturín: Fondo Editorial
Revista HumanArtes; Universidad Pedagógica
Experimental Libertador – Instituto Pedagógico de
Maturín, Subdirección de Investigación y Postgrado. 2021.
ISSN: 2343-6441.
4
Revista HumanArtes
Especial Monográfico N° 7
Maturín, 2021
5
Para maestros pensantes.
Hacia una nueva era de la educación.
6
Carlos García Maneiro
De mi ideario pedagógico
Para maestros pensantes
Hacia una nueva era de la educación
7
8
INDICE
Presentación. Ysméride Astudillo
11
I. Acto de fe.
15
II. Marco teórico referencial
17
III. De mi ideario pedagógico
23
IV.Cuerpo reflexivo didactológico.
61
Toque final
65
Microbiografía
67
9
10
Presentación
Una
obra
que
muestra
con
esplendor
el
accionar
pedagógico y sensible mediante una fotografía, tomando luces
de arrebol de una escuela convertida en hogar y de un hogar
convertido en luz.
Soro, terruño de amores y añoranzas. Descubriendo la
mirada del poeta desde antes de Colón.
De allí su prosa pedagógica y literaria, que nos inmersa en
un mundo de convicciones y demostraciones del amplio
conocimiento, sobre la formación y sus cauces de aguas
cristalinas que a otros han de nutrir.
Una experiencia que se torna por demás fascinante al
entrelazar el dominio de la formación como expresión de
elevados niveles de conciencia y el compartir con otros.
Donde el autor se esconde en las profundidades de las
realidades hasta llegar a entablar un diálogo emotivo y sincero
para recordar vivencias, teorías y pareceres, esgrimiéndolos con
arte.
Cuando un pensador a los 93 años de vida hace uso del
recuerdo, apelando a la memoria de manera tan mágica, y
11
obsequie vías generadoras de habilidades y destrezas, adquiere
referencia como lección de vida.
De sobremanera, en estos ámbitos dónde pareciera no hay
más vida, que aquella reflejada en la pantalla, a través de una
entrega casi total.
El maestro se recrea en visualizaciones hasta imprimir un
toque de sabiduría ciudadana, concediendo ingredientes para
que la tecnología no haga sucumbir al hombre, sino que abra
caminos de convivencia con ella. Sin llegar a ser consumidor
pasivo de sus productos al invadirle con sus ideas.
El autor enaltece a la formación mostrando en su obra,
196 esculturas de un ideario pedagógico de lo que su
experiencia focaliza como el epicentro de una ruta inmarcesible
hacia lo desconocido.
Reflejando que es en esa grandeza de ciudadanía donde
está la conformación del camino hacia la superación.
Ysméride Astudillo.
Maturín, abril 2021.
12
Dedicado a la memoria del profesor Gerardo Ramírez,
quien en vida convertía en realidad, en su diario quehacer educativo como docente del
Departamento de Matemáticas Aplicadas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad
Central de Venezuela, ideas pedagógicas como las aquí plasmadas,
13
14
I
Acto de fe
La fe es la fuerza espiritual que orienta al hombre en su
camino hacia su destino final.
Esto que llamo acto de fe es realmente una antesala
donde expreso mi deseo de poseer el magnetismo oculto de la
sustancia intersticial que aúna y compacta las disímiles y
diversificadas células que dan forma y homogeneidad a los
cuerpos, ya se trate del soma biológico o del incorpóreo fluido
espiritual que da vida y ánimo al hombre.
Es mi deseo que esta apertura sea el factor imantado que
sirva para cohesionar los aspectos que sobre el tema educativo
expongo aquí, que sea una manera muy particular de ver y de
interpretar el mundo pedagógico que me rodea que no es otra
cosa que eso que en la recta final de mi carrera docente he
llamado mi filosofía educativa.
Esos aspectos forman un legajo donde está presente una
presentación introductoria titulada “Marco teórico referencial”
donde hablo de la naturaleza y propósitos del tema educativo
para introducir el cuerpo central de la temática que aquí llamo
referencia conceptual de "De mi ideario pedagógico" que es la
razón de ser de este trabajo que expongo ante los lectores para
15
su libre interpretación –como debe ser– y finalizo con una
referencia
didactológica que expongo con marcado sentido
autocrítico que llamo cuerpo referencial didactológico para
recordar a nuestros docentes que el factor didáctico es parte
fundamental de nuestro trabajo de aula.
16
II
Marco teórico
referencial
Absolutamente consciente de que lo que voy a decir no
tiene mucha importancia y sentido de proyección para algunos
maestros de hoy (mis excusas) debido a que los derroteros de la
nave que tripulan, conjuntamente con sus capitanes, no son los
mismos que yo he transitado fervorosamente por años. No he
olvidado que siempre he sido consecuente seguidor de los
principios de la pedagogía trashumante de aquellos grandes
maestros que han orientado mi vida profesional, adivinando tal
vez las intenciones que tuvo Platón cuando creó la paideia que
iluminó el camino a los constructores de lo que hasta entonces
se conocía como educación, que no estaba organizada ni
sistematizada hasta esa fecha. Por eso mismo tampoco he
olvidado el espíritu ductor de aquellos maestros que señalaron
el camino a Don Simón Rodríguez para que a temprana edad
tratara de implantar en Venezuela su filosofía educativa –acción
que resultó fallida– porque para el momento el maestro estaba
muy adelantado para su época y por eso se hizo imposible
conciliar sus sueños pedagógicos con las ideas retrógradas del
cabildo caraqueño, lo que lo obligó a abandonar el país que lo
vio nacer y establecerse en Europa durante 20 años. A su
17
regreso se refugió en otros ámbitos suramericanos alejado de su
lar nativo; sin embargo su indómito espíritu lo llevó a intentar
nuevamente su acción transformadora, que otra vez resultó
fallida, aunque en esta ocasión fue en Chuquisaca, antigua
capital de Bolivia en 1826 por órdenes del Libertador Simón
Bolívar, su discípulo que nunca lo abandonó.
También quiero recordar que por muchos años he sido
viejo marinero que ha navegado por los siete mares borrascosos
de los que habla la historia de la mitología, de donde salí airoso;
lo que me ha animado a escribir este sencillo y corto trabajo que
he titulado "De mi ideario pedagógico" que de alguna manera
me ha obligado a reincursionar en parte de mí dilatada carrera
docente
–ya
septuagenaria–
la
cual
paso
a
relatar
a
continuación:
Antes hago constar que en anteriores oportunidades
siempre se ha hablado de los múltiples cambios evolutivos que
ha tenido la educación a través de la historia, incluyendo lo que
conocemos como el ingrediente psicopedagógico y didactológico
–componente docente– que se fue incorporando a lo largo del
camino andado. Una pequeña referencia nos recuerda que
Sócrates difería de los sofistas –sus antecesores– en cuanto a la
concepción y el propósito de la educación de su época, no vista
todavía como la ciencia y el arte de enseñar, especialmente lo
relacionado con el cobro por esa enseñanza, mientras que los
sofistas –venidos del Asia menor– ejercían su acción formativa
18
como un trabajo que debía ser remunerado –por eso cobraban–
por lo que gracias a ellos nosotros cobramos un sueldo hoy,
aunque eso era un hecho que se veía venir.
Lo cierto es que los sofistas, sembraron la simiente de lo
que hoy es la educación privada, a la que siglos después ya en
la era cristiana, con intención calculada, un filósofo-educador
norteamericano llamado John Dewey (quien recibió la justa
denominación de el filósofo de la educación en el siglo XX), le
dio consolidación definitiva.
Por otra parte Sócrates, apoyado por su discípulo Platón,
veía a la educación como una misión donde prevalecía su
espíritu romántico que lo acompañó hasta el fin de sus días,
preparando así –tal vez sin proponérselo– el camino que siglos
después transitaría Jesús de Nazareth, el otro gran maestro de
la historia de la humanidad. Es así como ambos, Sócrates y
Jesús, en épocas y siglos de distancia, dejaron trazada una
trilla que ha servido de guía y orientación a muchos de los que
siglos después nos hemos convertido en sus seguidores y
cultivadores de su magisterio: unos como maestros terrenales –
guías espirituales de sus alumnos– y otros como guías
celestiales. Hoy sustentado por esas enseñanzas, a mis 91 años,
con el más puro sentimiento de respeto y aprecio personal, dejo
a la consideración de mis colegas y amigos trabajadores de la
enseñanza la siguiente relación escrita.
19
Comienzo hablando un poco sobre mi experiencia docente
durante casi setenta años donde aparecen vivencias, sentencias
y reflexiones muy personales que son el producto de un
continuo trajinar en esta noble y patriótica carrera que ha
trascendido en el tiempo, a pesar de no haber sido justamente
valorada por los funcionarios y los organismos jurisdiccionales
teóricamente competentes.
Aquí no se hizo lo que a partir del siglo XVIII hicieron en
otros predios continentales que desarrollaron su educación
como lo hicieron Europa, Asia y el resto de Sur América.
Parte del propósito de este legajo que transfiero a mis
colegas y amigos es mantener vivos los viejos episodios
históricos que nos ha tocado protagonizar a lo largo de los años
–con sus altos y sus bajos– siempre unidos en el sentimiento
que nos identifica como maestros. El resto está relacionado con
la idea de entusiasmarlos para que continúen trabajando con
fervor, esmero y dedicación sacerdotal por una mejor educación
para nuestro país con el cual tenemos una deuda impagable.
Con este norte a la vista y con la esperanza de cristalizar
nuevas expectativas para nuestra profesión y para el país, ruego
que el contenido y la intención de este humilde trabajo sea de
su agrado y, a la vez, los motiven para que potencien ese
inmenso cúmulo de inquietudes y disconformidades que, como
pesado fardo llevan a cuestas sin llegar a desanimarlos ni
doblegarlos y nos conduzcan a revivir el espíritu de aquella
20
prometedora filosofía educativa de tiempos idos que en buena
hora desde 1936 nos trajo la primera misión chilena –así
llamada– durante la administración del General Eleazar López
Contreras, sucesor de otro general, el dictador Juan Vicente
Gómez, quien había fallecido de muerte natural en diciembre de
1935. Esta acción renovadora en el ámbito educativo fue
propulsada por el eminente maestro venezolano, profesor
Mariano Picón Salas, a su regreso de Chile donde se había
graduado de profesor de historia unos años antes. (*)
Esa
escuela
filosófica
–traída
a
Venezuela
por
la
mencionada misión chilena– que tiene su partida de nacimiento
en la vieja Atenas (capital de la sabiduría para entonces) es la
misma que a lo largo de la historia ha servido de soporte
pedagógico a quienes dirigieron el luminoso proceso educativo
de nuestra educación, que tuvo su época de oro durante buena
parte del siglo XX y que luego por desidia, indolencia o tal vez
incapacidad, lo dejaron venir a menos hasta el punto de dejarlo
caer al fondo del abismo donde se encuentra hoy, de donde
espera ser rescatado por nuevas generaciones de dirigentes más
conscientes de su deber y más responsables que aquellos de
ayer.
Hoy, ya noventón, pero todavía con la mente lúcida, y
después de haber servido como docente a la educación de mi
*Don Mariano Picón Salas, jefe de la superintendencia de Educación siendo ministro el
doctor Alberto Smith, había estudiado en el instituto pedagógico de Chile, adscrito a la
Universidad de Santiago, fundada por Andrés Bello el 19 de noviembre de 1842.
21
país –como activo y jubilado– con un total de 70 años, habiendo
trabajado en tres instancias: primaria, media y superior y con
40 años de jubilado, ofrezco a mis colegas y amigos este trabajo
donde recojo algunas reflexiones que dejo como testimonio de
soporte a lo aquí expuesto.
Finalmente desde aquí, desde este minúsculo punto
interestelar de nuestra láctea galaxia, ya como un humilde
servidor del magisterio en esta tórrida franja ecuatorial o como
espíritu transmigrante desde la eternidad celeste, dejo a ustedes
prospectivos y emprendedores guerreros, mi voz de aliento para
animarlos a iniciar una cruzada redentora que salve de una
hecatombe a la decadente educación de este sudamericano
mundo que aún tambaleándose sigue esperanzado en cultivar
los frutos de sus oníricos desvelos.
Sea ésta una sincera manera de rendir merecido culto de
admiración y reconocimiento a nuestros excelsos exponentes de
la educación venezolana de los siglos XIX y XX Don Simón
Rodríguez (el maestro expósito) y el doctor Luis Beltrán Prieto
Figueroa, dos indiscutibles monumentos al trabajo creativo y
honesto, distinguidos por su proyección social y sobre todo por
la claridad de sus conceptos y la firmeza de sus propósitos
educativos que han servido de indiscutible estímulo para
quienes seguimos su ejemplo.
22
III
De mi ideario
pedagógico
Referencia conceptual
... para maestros pensantes
hacia una nueva era de la educación...
Señor, heme aquí presto a oír tus sabias enseñanzas y
consejos con la esperanza de que algún día me conduzcan a
reorientar mi vida hacia lo que tú consideres que es bueno y
justo y me permitan aprender nuevas cosas cada día.
Antes de iniciar los siguientes ítems, como autor sostengo,
que ninguna institución académica o instruccional, por muy
reconocida o acreditada que sea, está en capacidad de formar
por sí sola dentro de su marco teórico, a un profesional cabal y
completo en ninguna de las áreas del conocimiento porque el
aprendizaje adquirido de memoria en las aulas no es más que
un cúmulo de simples herramientas y otras tantas destrezas
que de nada valen si no son usadas por manos expertas porque
adolecen del sólido soporte que suministra la experiencia, la
cual, según lo establece uno de los postulados pedagógicos
23
aristotélicos, sólo se adquiere mediante la manipulación del
aprendizaje, es decir estudiando y actuando simultáneamente.
Ésta es la esencia de lo que el maestro Aristóteles llamó "el
aprender haciendo" que tiene más de 2000 años de haber sido
formulado
y
que
lamentablemente,
muchos
docentes
venezolanos no hemos aprendido a pesar de que la lección tiene
tanta vigencia hoy como cuando fue postulada originalmente.
Es importante tener presente que para lograr una buena
performance dentro de los parámetros de este postulado del
maestro Aristóteles, se requiere de una buena praxis por parte
del docente, sustentada por las vivencias propias de todo hecho
educativo (propulsadas naturalmente por el docente) para que
los alumnos puedan adquirir un aprendizaje confiable y
duradero.
De hecho, ningún aprendizaje que no esté sustentado por
estas
premisas,
puede
tener
garantías
de
objetividad,
confiabilidad y durabilidad. Todo lo dicho presupone que se han
cumplido
a
cabalidad
los
pasos
pedagógicos
previos
relacionados con la natural interacción que debe existir entre
docentes y alumnos.
1. Un docente cabal está consciente de que su preparación
académica, su praxis y sus habilidades innatas para la
enseñanza,
están
por
encima
de
cualquier
otro
requerimiento para tener éxito en su trabajo de aula.
2. Todo docente ha de entender que la sola obtención de un
24
título profesional es insuficiente para ser exitoso en su
trabajo de aula, para ello se necesitan otros atributos que
no son precisamente de orden académico sino que están
en función de las habilidades pedagógicas del docente.
3. Hay que tener muy claro que sin mística, sin honestidad
profesional y sin responsabilidad -entre otros requisitoses imposible el logro de un profesional cabal, añadiendo
por
su
puesto,
la
enseñanza
y
cultivo
de
valores
universales que teóricamente son suministrados por el
hogar, pero eso es un hecho que tiene mucho más de
utopía que de realidad.
4. Los grandes maestros concuerdan en que la vocación es de
suma importancia en un docente, pero también ha de
entenderse que la ausencia de esta cualidad puede ser
sustituida por la dedicación y amor por el trabajo, eso que
los antiguos maestros griegos llamaron "eros pedagógico"
pero que en la realidad tangible del día a día poco se da.
5. Si no te sientes dotado de la natural vocación que
distingue a los buenos maestros, trata de compensar esta
deficiencia con una buena dosis de amor, dedicación
responsabilidad y disciplina en tu trabajo de aula… y
también en tu vida cotidiana. Te anticipo que no es nada
fácil, pero “el caminante hace el camino”.
6. Ejerce tu profesión con amor y con fe sin menoscabar la
devoción y el fervor, así lograrás lo que otros maestros no
25
han podido.
7. En suma, idoneidad, vocación, amor por el trabajo,
responsabilidad "y otros detalles" son los elementos ideales
para lograr una perfecta ecuación en el trabajo docente,
ecuación que en la práctica casi nunca se ve.
8. Colega maestro, antes de salir para tu plantel educativo,
asegúrate de llevar en tu portafolios, y también en tu
mente, más de lo que habitualmente creas necesario. De
repente se te puede olvidar algo importante que puede
hacerte falta cando más lo necesites. Claro, esto está en el
mundo de las suposiciones.
9. Algunos preceptos y normas significativas para quienes se
inician en la carrera docente:
9.1 Primero que todo, entender que no todo docente
puede ser catalogado como maestro o educador porque
eso equivaldría a calificar como maestro a cualquier
"dictaclases", lo que generalmente llamamos "un dador
de clases" –que los hay– (para más información ver el
libro "¿Educadores o dadores de clases?" escrito por
este servidor, publicado por el Instituto Pedagógico
Experimental de Barquisimeto en 1970, con tres
ediciones).
9.2 En el aula, además de conocimientos aprendidos, el
maestro debe enseñar a sus alumnos modales y valores,
además de cosas útiles y prácticas que no los aburran,
desechando –en lo posible– la perorata retórica y, debe
26
además,
enseñar
estimulándoles
conocimientos
para
una
y
hoy
mente
y
para
abierta
expectativas
porque
mañana,
a
la
nuevos
vida
va
cambiando continuamente y esto, aunque no lo creamos
de momento, nos obliga a actualizarnos periódicamente
so pena de quedarnos sumidos en el atraso.
9.3 También es muy recomendable
utilizar hechos
ejemplarizantes que lleguen al alma de los alumnos y
permanezcan allí por muchos años y poner mucha
atención a lo siguiente: la autoridad y la disciplina,
tanto en el hogar como en el aula, no se imponen a lo
macho, gritando y regañando continuamente, porque
esta práctica sólo sirve para demostrar poco carácter y
mucha debilidad en el docente; estos valores se ganan
mostrando
respeto
y
amor
hacia
los
alumnos,
imponiendo solamente la estatura moral e intelectual
del docente. Si algo hay que usar racionalmente, son los
cinco sentidos corporales: mirada cariñosa, sonrisa
sincera
y
afable,
tacto
cálido,
severidad
sin
manifestación impositiva y expresión en el rostro como
el de una persona que aspira un olor muy agradable.
9.4 Un consejo final para los neófitos: cuando y donde
te sientas bien, disfruta a placer, a plenitud, sin
averiguar el porqué. Se dice que no es de sabios buscar
en el lugar menos indicado lo que a uno no se le ha
27
perdido; al fin y al cabo ni tú ni yo somos sabios ni
filósofos, por eso siempre usamos la intuición.
10.
El maltrato oral es más nocivo que el físico porque
aquel deja heridas que nunca cicatrizan y, además crean
resentimientos que también perduran.
11.
El principio de autoridad emana del docente sin
necesidad de imponerse “a la brava”.
12.
El aprendizaje que se adquiere a través de diversos
sentidos es más duradero que el que se adquiere sólo
oyendo o leyendo; es lo que pudiéramos llamar un
aprendizaje sensorial que se adquiere, se siente y perdura.
13.
Prepárate anímicamente por lo menos media hora
antes de entrar al aula de clases. Los buenos maestros
siempre lo hacen.
14.
Ilumina tu ámbito escolar con la pulcritud de tu
indumentaria, irradia con tu energía el espíritu creativo de
tus alumnos. Te lo agradecerán eternamente y creerán
más en ti.
15.
Sin intención de invadir los predios psicopedagógicos
y didácticos de la acción profesional del docente, oye esto
con mucha atención: no se puede dejar de lado la lectura
comentada por parte de los alumnos, es lo que llamamos
lectura exegética, especialmente en la educación primaria
y la secundaria.
16.
La teoría y la praxis, es decir, dos de los componentes
del aprendizaje, son dos conceptos que se complementan,
28
sólo que la experiencia, suministrada por las vivencias,
arraigan más y mejor lo aprendido.
17.
Tengo en mi poder los dos mejores libros del mundo
que, aunque nunca han sido editados, sus páginas están
abiertas para quienes quieran leerlas, son: “El libro de la
naturaleza” y “El libro de la vida”. Para leerlos sólo se
requiere amar a la naturaleza en todo su esplendor, con
sus atributos y bellezas y, tener sensibilidad y mucha
paciencia para convivir armónicamente con los demás
seres humanos.
18.
Enseñar y aprender siempre han sido dos caras de la
misma moneda, pero si el maestro es de mentalidad
abierta, entiende que es una falacia el creer a ciegas que
en el proceso sólo él enseña y el alumno aprende.
19.
El maestro, mientras más ejercita el arte de enseñar,
más aprende lo que enseña y más se le arraiga lo que
sabe.
20.
La esencia de las ciencias de la educación (que son
varias) nos aconseja que enseñar aptitudes es mucho más
importante que transmitir conocimientos, aunque nadie
puede negar la importancia de éstos.
21.
Un alto porcentaje de alumnos, especialmente de
educación media y superior, sale aplazado en las pruebas
escritas, que algunas veces no son muy confiables, porque
se sabe que hay docentes que no saben elaborar ni técnica
ni pedagógicamente los ítem de las pruebas. Nunca se
29
debe elaborar una prueba escrita cuyas preguntas den
más de una opción para sus respuestas, como tampoco
tratar temas que no hayan sido estudiados en clases.
22.
Hablando de la evaluación de los aprendizajes, hay
mayor confiabilidad en la prueba oral que en la escrita, por
razones obvias, para evitar el “chuleteo”, pero en la prueba
de composición escrita el alumno tiene la oportunidad de
demostrar el dominio en esta fase del idioma, lo cual no
puede hacer en la prueba de composición oral.
23.
La gran diferencia entre la prueba escrita y la oral es
que la primera es fría y no puede defenderse, mientras que
en la segunda el alumno puede usar otros subterfugios, lo
que lo lleva a aprender a defenderse.
24.
La ortografía es parte fundamental de un idioma,
cuyas faltas deben ser corregidas ipso facto por cualquier
docente, independientemente de la asignatura que dicte.
El error ortográfico que no es corregido a tiempo, se
convierte en una práctica inveterada que repercute
negativamente en la formación integral del alumno y en un
desprestigio para la institución.
25.
Los
trabajos
en
equipo
son
un
mecanismo
metodológico muy importante, solamente que el profesor
que los ordena debe tener cuidado en dos cosas: 1) los
equipos no deben exceder de tres a cuatro miembros para
garantizar la participación activa de todos los participantes
y;
2)
implementar
un
mecanismo
30
que
asegure
la
calificación individual de cada uno de sus miembros para
evitar la llamada “viveza criolla”.
26.
Cuídense mucho de elaborar pruebas escritas donde
aparezcan las preguntas “conchas de mango” para hacer
“caer” en esa trampa a los alumnos, por considerarlo un
acto antiético.
27.
El plan de evaluación que debe implementar cada
docente debe especificar el número de evaluaciones que se
realizará durante cada período (semestre, trimestre o año
lectivo), los tipos de evaluaciones con sus respectivas
periodicidades y la valoración de cada una de acuerdo a la
escala que se esté usando en cada plantel, para evitar que
cada
evaluación
tenga
una
fecha
imprevista
y
se
contribuya de esta manera a aminorar el factor traumático
que conlleva cada prueba.
28.
Toda prueba escrita debe ser corregida prontamente y
analizada dentro del aula en forma grupal y su resultado le
debe ser entregado al interesado con la calificación
asignada y un ejemplar de la prueba para que lo revise y lo
conserve, preferiblemente con las correcciones hechas,
para futuros repasos como lo recomienda la buena
pedagogía.
29.
Todo docente debe conocer el valor motivador de lo
que llamamos “la clase introductoria” al inicio del año
escolar, en sus dos versiones: por un lado, la que se aplica
a los alumnos de los últimos grados de educación primaria
31
y a los de educación media en general y por el otro, la que
se imparte a los representantes.
30.
Cada docente, especialmente en educación media,
seguramente ha tenido a un adolescente que se dedica a
amargarle la vida, haciéndole preguntas intrascendentes
con el único objeto de “echársela de cómico gracioso” y
tratar de ridiculizar a su profesor. En casos como éste, lo
mejor es decirle claramente al alumno que Ud. no sabe la
respuesta, pero aprovecha la oportunidad para pedirle que
investigue todo lo concerniente a la pregunta y que realice
una exposición bien detallada a sus condiscípulos en la
próxima clase. Seguramente que con eso se logra “la
información” requerida, se le quitan las piquiñas al
preguntón y las ganas de seguir.
31.
No es correcto ni sensato descalificar el examen
escrito
de
tus
alumnos
porque
sus
respuestas
no
coinciden exactamente con las que esperabas. Cada quien
tiene su propia manera de expresarse y, mejor aún si
añade juicios producto de su imaginación o de sus
investigaciones bibliográficas, siempre y cuando no diga
barbaridades, insensateces u obscenidades. Dentro de la
lógica, cada uno tiene la suya, la cual debe ser respetada.
32.
Nunca es tarde para aprender.
33.
A través de la autopresentación del alumno, el
maestro descubre todo lo que necesita saber de cada
alumno: vocabulario, nivel cultural, hábitos familiares,
32
coherencia, manejo del idioma y mucho de su vida
hogareña.
34.
El darle a los alumnos de educación superior
autonomía para que se organicen por sí mismos, es una
forma de autoformación y de crearles sentido de disciplina,
responsabilidad y seriedad en su vida comunitaria.
35.
La sencillez y la claridad de lenguaje es una
constante que caracteriza al buen docente.
36.
Hay que distinguir entre investigación bibliográfica y
una vulgar copia de lo que dice el libro.
37.
Los trabajos de investigación son una parte de las
estrategias metodológicas, por lo tanto, los docentes no
deben abusar de ellas.
38.
Al finalizar cada jornada educativa, el docente debe
estar en capacidad de apreciar el “crecimiento” de cada
alumno en términos de comportamiento ciudadano y de
aprovechamiento académico.
39.
La filosofía de la cotidianidad es el fanal que ilumina
la senda por donde ha de transitar la educación formal, y
la refleja también.
40.
De una manera general el término educación como
concepto teórico resume en sí mismo, una amplia
definición de lo que conocemos como la ciencia y el arte de
enseñar, respetando naturalmente, lo establecido por
Quintiliano en la antigua Roma, al inicio de la era cristiana
(época del páter-familia) que fue cuando postuló que "la
33
educación comienza en el hogar", vale decir en el seno de
la familia, pero en un hogar naturalmente, muy diferente
al de hoy, pues entonces había valores universales y
normas individuales y sociales que se respetaban y
criterios claros sobre la autoridad y la obediencia.
41.
En la historia de la educación, desde muchos años
antes de los sofistas, ya se hablaba de ella sin nombrarla
aunque Platón no había nacido (por lo que no se hablaba
de la connotación pedagógica) así como también del
razonamiento como valor cognitivo, que para entonces era
una palabra mágica, pues en Grecia no existía ese vocablo,
sin embargo tuvo la virtud de abrirle las puertas al arte de
razonar que no es otra cosa que la facultad de discernir.
42.
Ya para aquella remota época, varios siglos antes de
Cristo y de los sofistas por su puesto, había unos cuantos
pensadores autodidactas conocidos como filósofos de la
naturaleza, tales como Tales (de Mileto), Anaxágoras,
Anaxímenes,
Anaximandro,
Heráclito
(de
Éfeso),
Parménides (de Elea) y Empédocles que tenían fuertes
enfrentamientos conceptuales donde discutían sin usar la
palabra racionalismo porque este vocablo no era del
dominio público en aquella Atenas de los sabios de la
época. No obstante en dichas discusiones se aprendía a
pensar y a razonar porque la misma dinámica de las
discusiones los llevaban a crear y usar esos argumentos
en el común de los atenienses de la época. Uno deduce que
34
esos eran claros indicios de eso que estamos tratando
aquí, lo que Sócrates muchos años después llamó
mayéutica, osea, su método para demostrarle a sus
contertulios el conocimiento que cada uno de ellos tenía
por dentro. De eso hace unos 2500 años.
43.
Las primeras escuelas realmente se iniciaron al
comienzo del cristianismo en la antigua Roma hace más de
2500
años
y
es
ahora
cuando
estamos
asignando
verdadero valor pedagógico a los docentes de los primeros
grados de la escuela primaria. Éste fue un despertar
realmente tardío si pensamos que hoy, en esta era, es
cuando estamos reconociendo ese valor.
44.
Jean-Jacques Rousseau, filósofo suizo ideólogo de la
Revolución Francesa en el siglo XVIII, fue el primero en
plasmar los derechos del hombre en su libro “El contrato
social”.
45.
Revivir la filosofía educativa de la escuela de los viejos
maestros (los de la antigüedad) es oxigenar las ideas de
muchos maestros de hoy.
46.
Séneca, brillante filósofo y educador romano-español
de la antigüedad, nos enseña que “enseñando se aprende
más que leyendo o estudiando”, mi experiencia docente así
me lo ha comprobado.
47.
Se aprende más y mejor participando activamente
que leyendo u oyendo pasivamente. Supuestamente éste es
un principio pedagógico de la llamada escuela nueva, que
35
de nueva no tiene nada porque sus orígenes datan de más
de 2000 años.
48.
No hay mayor motivación que la necesidad de
aprender y esta motivación aumenta cuando llegamos a
comprender el valor pedagógico de la autoformación (el
autodidactismo). Pensemos, o preguntémonos quién o
quiénes
enseñaron
a
los
primeros
maestros
de
la
humanidad desde muchos años antes de Cristo, si en
aquella remota época no había escuelas, pues éstas
empezaron a principios de la era cristiana, tiempos en que
ya existían los sofistas que llegaron a Grecia desde el Asia
menor unos 450 años antes.
49.
Se dice que la educación es el proceso más indicado
para formar la personalidad del educando y su base está
radicada en dos instituciones insustituibles: el hogar y la
escuela. De hecho la educación hogareña familiar es
fundamental porque es allí donde se adquieren los valores
fundamentales para la familia y la sociedad; por otra parte
es
la
educación
formal
donde
se
adquieren
los
conocimientos que, la mayoría de las veces, el hogar no
está capacitado para suministrarlos, por eso insistimos en
que la formación ciudadana es una tarea compartida entre
el hogar y la escuela.
50.
Todo aficionado al arte de escribir, además de leer
mucho exegéticamente, debe prestar oído a las sugerencias
del lector amigo; a lo mejor te presta la linterna que se le
36
perdió a Diógenes… uno nunca sabe…
51.
Si uno no es capaz de pensar coherentemente, ni de
sacar sus propias conclusiones –que son obvias– sobre lo
leído o lo observado de la vida cotidiana, entonces nos
costará mucho resolver problemas elementales de nuestro
quehacer diario.
52.
La memoria y la inteligencia son dos elementos
fundamentales en el proceso de aprendizaje de los
alumnos. La funcionalidad de ambas facultades dependen
del cerebro y deberían ser estudiadas por separado para
sacarles más provecho.
53.
Toda estructura, material o mental, de alguna
manera está soportada por elementos básicos que son
indispensables para la permanencia o subsistencia del
hombre en la vida. Así mismo podemos acotar que las
partes de cualquier sistema, independientemente de su
naturaleza u orientación, deben estar micrométricamente
engranadas y armónicamente sincronizadas dentro de un
circuito físico-social que englobe el espacio, el tiempo y
las circunstancias.
54.
Si quieres disipar las dudas que atormentan tu
espíritu y las tinieblas que ensombrecen la claridad de tu
destino incierto, enciende la fogata de tus potencialidades
para iluminar el camino de tu propio transitar. Usa tu
imaginación, acuérdate de los consejos del Dr. Albert
Einstein.
37
55.
“La
imaginación
es
más
importante
que
el
conocimiento. El conocimiento es limitado. En cambio la
imaginación abarca todo”, así pensaba el Dr. Albert
Einstein, el más famoso científico del siglo XX.
56.
El ser humano es algo más que un conjunto de
músculos,
huesos,
ligamentos,
vísceras
y
fluidos
contenidos en un amorfo recipiente de piel ya que también
posee un componente incorpóreo que tanto los religiosos
como los filósofos (Descartes p.e.) llaman alma, que
mientras está presente en el ser humano insufla energía,
valor espiritual y sentimientos humanos y humanizantes.
Pero ¿dónde cohabitan esos millones de millones de almas
de quienes han fallecido? Es sólo una curiosidad.
57.
Los sueños suelen ser una suerte de manifestaciones
oníricas que rompen con la lógica de la vida real, aunque
parece
ser
cierto
que
tienen
una
connotación
de
racionalidad fiable, lo que alguna vez el Dr. Sigmund
Freud
trató
de
descifrar
en
su
obra
maestra
“La
interpretación de los sueños”.
58.
Todo docente ha de estar consciente de las diversas
memorias que tenemos los humanos a través del tiempo.
La primera es la memoria auditiva, que aparentemente es
la más frágil, le sigue la visual que es más fuerte y
confiable que la anterior y la memoria vivencial que es más
fiable y duradera que las anteriores. Respecto a su
durabilidad, los hechos y la experiencia evidencian que los
38
sucesos tempranos tienen mayor permanencia que los más
recientes.
59.
La idea es la cosa más extraordinaria que puede
producir el hombre, pues es el punto de partida de todo
proyecto, de todo plan y de toda obra que pueda concebir y
realizar.
60.
Nunca un aprendiz tendrá éxito en sus propósitos si
no desarrolla el sentido de la observación, la acuciosidad y
la agudeza mental, propias de un investigador científico
además de la curiosidad, ésa “que mató al gato”.
61.
Mientras el recuerdo permanece en el soma para dar
su testimonio, su proyección en lo espiritual es motivo de
émulo para no olvidar las cosas y las acciones, buenas y
justas. Soma y psiquis llevan una vida simbiótica.
62.
Cuando hablamos de impartir educación nos estamos
refiriendo
a
la
acción
primigenia
de
transmitir
conocimientos que muchas veces son elaborados por otros.
La acción de educar referida a la escuela, según decía
Quintiliano, presupone la existencia de connotaciones
previas enseñadas en el hogar.
63.
Oír con atención y saber observar son factores
determinantes en el aprendizaje.
64.
Saber usar con propiedad el don de la palabra es una
virtud que debe cultivar todo maestro.
65.
Saber hablar un idioma con propiedad –sobre todo el
materno– y hacerlo oportunamente, puede marcar la
39
diferencia entre el éxito o el fracaso de lo que se aspira o se
pretende lograr.
66.
Si no tienes un aceptable dominio de tu idioma
materno, mal podrías ser un buen maestro.
67.
Ciertamente los alumnos necesitan del apoyo y de la
ayuda de sus padres para realizar las tareas escolares, sin
embargo hay que comentar el gravísimo error que
constituye
el
hacérselas
sin
que
ellos
participen
activamente en su realización. No nos hagamos cómplices
de la posible desdicha y del futuro incierto de nuestros
hijos.
68.
Un educador delata su profesión con su manera de
ser y de expresarse: es didáctico y hasta me atrevería a
decir que esto se observa hasta en su manera de caminar.
69.
La capacidad profesional de un educador se mide por
su estatura moral e intelectual y por sus actitudes.
70.
La imagen de un buen maestro está rodeada de una
aureola semejante a la que rodea a grandes personajes de
la historia.
71.
La primera impresión que expide un maestro es
determinante en la opinión que de él se formen los demás.
72.
El léxico habitual de un maestro es el termómetro que
mide su nivel cultural e intelectual.
73.
Cualquier especialidad en docencia necesita ser
revestida por la cultura general.
74.
La cultura general es a un maestro lo que es el friso
40
para una pared de bloques recién construida.
75.
son
El sentido de la observación y la capacidad analítica
cualidades
que
complementan
la
formación
profesional de un docente.
76.
El respeto es un valor que se tiene, se siente y se
exhibe como una tarjeta de presentación.
77.
El buen maestro fomenta y estimula la libertad de
acción y de expresión de sus alumnos y de quienes lo
rodean.
78.
Un
buen
maestro
cultiva
la
capacidad
de
aglutinamiento que es la máxima expresión de su
liderazgo.
79.
La
autoformación
es
un valor
pedagógico
más
poderoso que la enseñanza de conocimientos a través de
lecciones.
80.
El buen maestro, además de educar y de instruir,
estimula la autoformación de sus alumnos, fomentándoles
el hábito de la lectura y la investigación.
81.
Tanto los buenos padres como los buenos maestros
indagan y dan órdenes con sólo una simple mirada.
82.
El saber ordenar y dirigir es un don innato que no se
aprende estudiando sino ejerciendo.
83.
Un buen maestro fomenta y cultiva en sus alumnos el
sentido de la conservación y de la pertenencia.
84.
Todo maestro debe estar en capacidad de comprender
y explicar el verdadero significado de la sentencia de
41
Quintiliano que dice: “la educación comienza en el hogar”.
85.
Enseña y ejercita con tus alumnos a ver más allá del
límite de su horizonte visible, cultivándoles el sentido de la
imaginación, tal como aconsejaba el Dr. Albert Einstein a
la hora de actuar en tiempos de crisis, muy especialmente
ahora cuando estamos adentrándonos en una nueva era
de cambios tecnológicos que afectan a la vieja sociedad
donde el
hombre, como
artífice
y testigo de tales
transformaciones, tendrá que cambiar, específicamente su
forma de pensar, de ser y de ver las cosas para estar a
tono con nuevos acontecimientos que indefectiblemente
vendrán.
86.
Aprender a vivir es una prioridad para cualquier ser
humano, cosa que casi nadie hace.
87.
El sólo saber razonar sin aplicar los sentimientos que
vienen del corazón, hacen del hombre un ser incompleto.
Se cree que razonamos con las neuronas y amamos con el
corazón.
88.
Nunca
menosprecies
la
sabiduría
de
los
más
experimentados que tú, ni la fogosidad impulsiva de los
jóvenes cuya energía, manejada de manera equilibrada, es
un buen combustible para llegar temprano a la meta que
persigues.
89.
El uso oportuno del conocimiento previo a un hecho y
la reflexión a posteriori, conducen a la sabiduría, lo
contrario nos condena a vivir en la profunda oscuridad de
42
la ignorancia.
90.
La ignorancia tiene un bien ganado puesto de ser uno
de los peores azotes de la humanidad y a élla René
Descartes le dedicó este incomparable elogio: “Daría todo
lo que sé por la mitad de lo que ignoro”. Descartes es
considerado hoy, además de insigne matemático, el padre
de la filosofía moderna.
91.
Deploro tener que alojar tanta ignorancia en esta
cabeza tan pequeña. Tanto el saber como la ignorancia se
caracterizan porque ninguna de ellas ocupan espacio y
podemos portarlas sin ningún esfuerzo.
92.
Es la falta de esfuerzo lo que nos conduce a no
entender las cosas más sencillas.
93.
Con esfuerzo, puedes lograr entender aquello que
crees que no esté al alcance de tu inteligencia.
94.
La pulcritud como símbolo de asepsia, la manera
ordenada de caminar, las gesticulaciones del lenguaje
corporal y la manera de expresarse oralmente, son
prendas que forman parte del atuendo diario de un
docente que cuide su autoestima.
95.
El uso apropiado de la buena dicción y un adecuado
vocabulario, sin gritos altisonantes ni estridencias, más
bien con timbre de voz moderado y con la necesaria
sindéresis, son una invalorable gema en la voz de un
docente, la cual, bien acompañada con el dominio del
idioma materno, son el mejor vehículo para comunicarse
43
oralmente con los demás en el entorno familiar y social.
96.
Aunque muchos lo nieguen, el maestro sigue siendo
un espejo para el alumno, quien ve en el docente a alguien
que tiene virtudes que son dignas de tomar en cuenta para
ser emuladas.
97.
Un maestro, por encima de todas sus virtudes y
circunstancias es un soñador, cuya principal preocupación
es sembrar ilusiones y cosechar esperanzas.
98.
La institución docente, a través de sus egresados, se
da a conocer regionalmente y se proyecta en el ámbito
universal del saber pedagógico. Estos egresados a su vez,
con su acción profesional, se convierten en divulgadores
del prestigio de su Alma Mater.
99.
Además de todo lo dicho en este trabajo, cada
alumno, especialmente los de educación media y superior
–por razones obvias– deben aprender a respetar y amar a
su institución como tributo especialísimo a su Alma Mater.
100.
En épocas anteriores muchos docentes carecían de
títulos profesionales, pero exhibían una mística y una ética
profesional envidiables.
101.
Independientemente del cargo directivo que ocupes,
consulta, consulta siempre porque muchas veces de donde
menos pienses “salta una liebre”.
102.
“Haz bien y no mires a quien” dice un refrán
universal.
103.
Aunque parezca una falacia, hay docentes que
44
practican el sadismo con sus alumnos. Tal como en otro
contexto lo advertía el Libertador Simón Bolívar respecto a
los gobiernos autoritarios porque “el que manda se
acostumbra a gobernar y el gobernado se acostumbra a
que lo manden”. Es una maligna práctica que hay que
erradicar para que no se arraigue en el espíritu y en el
corazón de los futuros ciudadanos.
104.
La puntualidad es el primer valor que apuntala a la
responsabilidad.
105.
Mirar de frente al interlocutor cuando habla, es señal
de buena educación que motiva al hablante para reforzar
su prédica.
106.
La
disciplina
y
la
constancia
son
valores
indispensables para acceder con éxito a cualquier carrera
profesional.
107.
La humildad no se predica, se practica sin alardes.
108.
No temas consultar. La autosuficiencia empalaga
pero no ennoblece.
109.
La principal norma del buen vivir es el respeto por las
ideas y las creencias de los demás (no es un pensamiento
mío pero lo asumo enteramente).
110.
Si en alguna cosa han de estar claros todos los
maestros, es que de la calidad de la educación que se
imparte en la escuela primaria y de los hábitos que allí se
adquieren, depende el éxito o el fracaso de los alumnos en
sus estudios posteriores.
45
111.
La formación de docentes idóneos, sólo es posible en
instituciones consolidadas y debidamente acreditadas en
el oficio de enseñar, esto presupone la existencia de
buenos maestros y excelentes alumnos naturalmente.
112.
Hablar sobre educación ha sido siempre un tema
candente y escabroso; no obstante, nunca faltan los
asomados que sin ser duchos en el tema, están prestos a
emitir opiniones que naturalmente no son acertadas.
113.
A un profesional que no crece, que no se actualiza
constantemente, se le enquista el conocimiento que alguna
vez
adquirió…
de
ésos
abundan
muchos,
lamentablemente.
114.
Mientras continuemos haciendo el trabajo de aula en
forma anacrónica y desestimulante, la educación no
cumplirá los objetivos que la sociedad espera de ella.
115.
Las instituciones, como entes vivos que son, cumplen
sus roles dentro de los ciclos y cánones establecidos por la
sociedad y ésta a su vez revierte su acción sobre la
educación.
116.
Se dice que el tiempo, además de curarlo todo, es un
gran maestro, por lo menos eso hemos aprendido los viejos
maestros, tal vez por ello no entendemos el que las
autoridades del Ministerio de Educación hayan eliminado
del
pénsum
de
nuestra
educación
la
asignatura
“Educación moral y cívica”. ¿Será por eso que ahora hay
tanta escasez de valores en esta sociedad moderna, que es,
46
por lo demás corrupta?
117.
Ahora para completar, nos inducen a promover
alumnos para grados superiores sin saber leer y escribir
¿…? aduciendo salvaguardar eso que llaman prosecución
escolar.
118.
Tal parece que el Ministerio de Educación se está
aprovechando de las necesidades fisiológicas de los
docentes que tienen vacío el estómago, inhabilitado el
órgano del habla y los centros que generan el pensamiento
y castrado el derecho a disentir.
119.
Las instituciones envejecen como todo organismo en
la vida y la única forma de mantener su permanencia y su
vigencia, es renovando sus estructuras y su dinámica
filosófica. La manera más eficiente de lograr este objetivo
es implementando un riguroso plan de autoevaluación
institucional donde participen todos los integrantes de la
comunidad docente, además del entorno social con la
asesoría de especialistas de otras instituciones similares
afines locales y/o foráneas.
120.
Todo maestro ha de estar atento a las ofertas
engañosas de jefes inescrupulosos –que los hay– que
mezclan los principios de la política educativa del Estado
con la política partidista de los gobernantes de turno.
121.
En los planteles educativos tanto los directivos como
los docentes de aula van por caminos paralelos; los unos
van con la batuta en la mano como símbolo de autoridad,
47
ofreciendo lo que saben que no van a cumplir; los otros,
los de bajo perfil, siguen creyendo en ofertas utópicas,
como saboreando manjares que sus labios nunca van a
probar. Siempre ha sido y seguirá siendo así, porque las
metas de los “jefes” tienen un destino preconcebido,
mientras
que
los
de
abajo
van
por
otro
camino.
¡Desengáñese compadre! La tan predicada igualdad entre
los hombres es y seguirá siendo un mito, una utopía.
122.
En
nacional,
todas
los
las
instancias
docentes
deben
del
sistema
insistir
educativo
–como
una
obligación– en la lectura comentada por parte de los
alumnos, como una manera práctica de comprender el
valor semántico del texto leído y también el docente debe
inculcarles las importancia de los valores fundamentales y
el dominio del idioma materno usando una cátedra de
lexicología, la cual habría que crear y preparar, de paso, a
los catedráticos.
123.
Durante el tiempo que ejercí la docencia no observé
que el Ministerio de Educación se ocupara de aplicar en
algún plantel educativo del país, un plan de supervisión de
clases –lo que se llama supervisión de aula– y esto obedece
a varias razones, entre ellas, la carencia de personal
calificado y la falta de bibliografía. Hasta donde sé, ningún
núcleo de la UPEL ni de ninguna otra universidad que se
dedique a la formación docente, ha tenido en sus planes
curriculares una asignatura dedicada a tal materia. El
48
único intento que he conocido tuvo lugar en 1965 en el
liceo Gil Fortoul de Valle de la Pascua que me tocó realizar
bajo la dirección de la Zona Educativa Nº 7 donde me
desempeñaba como supervisor auxiliar. Este intento se
interrumpió cuando fui trasladado al Instituto Pedagógico
Experimental de Barquisimeto. De ahí nació la idea de
realizar un seminario sobre la materia, del cual luego
surgió el “Manual de Supervisión Docente” de mi autoría,
publicado por el Ministerio de Educación en 1975.
124.
A menudo la filosofía del Estado docente transita por
caminos paralelos a los del magisterio.
125.
Mientras a los docentes se les siga imponiendo
“líneas”, su trabajo no rendirá los frutos esperados por la
sociedad.
126.
Llegará el momento en que la voz del maestro sea
oída y valorada.
127.
Es
urgente
resolver
el
desfase
académico,
administrativo y metodológico que existe entre la escuela,
el liceo y la universidad.
128.
Así como evaluamos el aprendizaje de nuestros
alumnos, es necesario evaluar con alguna frecuencia el
funcionamiento de las instituciones educativas.
129.
Para que los padres comprendan la importancia de su
aporte a la educación de sus hijos, es necesario que ellos
conozcan de cerca lo que pasa en las instituciones
educativas no universitarias.
49
130.
En
las
instituciones
educativas
todos
somos
importantes. Sólo que cada quien debe cumplir con los
deberes y responsabilidad que les son inherentes.
131.
La
diversidad
académica
es
la
amplitud
de
oportunidades que las instituciones nos ofrecen para
satisfacer nuestras expectativas.
132.
En algún lugar de nuestro ser –bien escondido–
residen dos morosos inquilinos que corren a la par; sus
acciones e interacciones se complementan para coexistir:
son la dignidad y la conciencia ¿sabes acaso quiénes las
tienen y dónde las esconden?
133.
Las serpientes, que no piensan, cambian de piel para
crecer.
Los
hombres,
después
de
pensarlo
bien,
cambiamos de ideas cuando queremos corregir nuestros
errores y enmendar nuestros propósitos desatinados.
134.
El almíbar que edulcora la vida es a menudo
desnaturalizado
irreflexivas
por
que
una
terminan
onda
de
impulsividades
causando
un
mar
de
insatisfacciones que atormentan la vida del hombre.
135.
La mente humana, cual depósito de aguas cenagosas,
tiene recovecos donde esconde ocultos secretos que sólo
saltan a la vista cuando te decides a hurgar sus aguas,
aparentemente
cristalinas,
donde
están
aposentadas
suciesas pútridas que todo lo contaminan pero que no se
ven a simple vista.
136.
El hombre es tal vez el ser más difícil de entender y
50
tiene, al mismo tiempo, una enorme capacidad de
complicarlo todo sin importarle mucho lo que le pase a los
demás.
137.
No hay acción más difícil que tratar con caracteres
disímiles.
138.
Hay docentes que con su negligencia propician la
indisciplina y hay otros que con su arrogancia generan
rebeldía.
139.
El docente que exhibe su sapiencia e intimida con su
rigurosidad, dista mucho de ser un maestro.
140.
Tomar decisiones bajo los efectos de una molestia, te
obligará a rectificar constantemente. Rectificar es de
sabios, pero los sabios reflexionan antes de actuar.
141.
Problemas hay en todas partes, abundan como las
hojas; tu deber es enfrentarlos con diligencia y decisión y
por supuesto, resolverlos.
142.
En la misma medida en que los problemas se van
presentando, tu espíritu se va adecuando y aprendiendo a
resolverlos.
143.
La escuela es realmente un nido de conflictos.
144.
Si piensas que la profesión docente es sólo un medio
para ganarte la vida, además de materialista, eres un ser
con un horizonte muy limitado.
145.
La indecisión obnubila
la mente del hombre y
obstaculiza sus oportunidades; y, por si fuera poco, lo
remite al rincón donde moran los frustrados.
51
146.
Aunque Dios tenga diferentes nombres que le han
sido asignados por religiones y sectas creadas por el
hombre, que representan diversas civilizaciones, culturas y
creencias disímiles, que provienen de diversas regiones
geopolíticas con costumbres ancestrales, en realidad sólo
hay uno que es único y omnipresente.
147.
Entre
los
conceptos
de
filosofía
educativa,
conceptualización pedagógica y el clásico concepto de
educación, hay muchas similitudes pero también notables
diferencias. Hay que estar ubicado dentro de algunas de
las contextualizaciones para saber a cuál de ellas atenerse.
148.
Dentro de un contexto o un postulado cualquiera,
llegar a la meta es el objetivo buscado que, aunque nada te
enseñe
en
sí
mismo,
la
obtención
del
objetivo
te
proporciona satisfacciones intrínsecas; por otro lado, el
camino andado para llegar a dicha meta, te puede enseñar
muchas cosas importantes, como por ejemplo, que todo
caminante debe dejar una trilla en su camino para que
sirva de orientación a los que vienen detrás. Esta
referencia descifra el antaño enigma que dice: “¿Qué es
más importante, el camino o la meta?”
149.
Todo maestro debe dejar una trilla por el camino
andado.
150.
Tanto las instituciones educativas como los idiomas,
son entes vivos sujetos a las contingencias generadas por
la dinámica de su propio crecimiento y evolución.
52
151.
La personalidad es la piedra angular sobre la cual el
educador de hoy (y de otros tiempos también) edifican su
propia filosofía educativa. Ojo con esto porque es de suma
importancia.
152.
La personalidad, además de ser un sello personal de
distinción, en la profesión docente es el factor que genera
e impulsa la certidumbre de sentirse maestro.
153.
A diferencia del ayer, el futuro es un tiempo en la
historia que no tiene nada que contarnos. Si especulamos
un poco para tratar de razonar, podemos llegar a la
conclusión de que cuando el reloj anuncie la llegada de un
nuevo amanecer, ya ese futuro se ha vuelto presente, sólo
que ahora pueden suceder varias cosas como: 1) que ese
nuevo día repita la rutina del día anterior (cosa poco
probable debido a la ley natural citada por Heráclito de
Éfeso varios siglos antes de Cristo cuando dijo que “el
hombre no se baña dos veces en el mismo río”; 2) que tus
expectativas se tornen adversas y; 3) que el “sino” te
sorprenda con un beneplácito inesperado. Pero como nadie
conoce ni conocerá jamás el futuro, no nos queda otra
alternativa que aceptar la premisa original que aparece en
la primera línea del presente numeral.
154.
Hay docentes que sin proponérselo, se convierten en
un paradigma para muchos de sus alumnos, así como
también entre éstos y sus ductores se generan corrientes
afectivas (en ambos sexos) que muchas veces terminan en
53
enamoramientos que a veces se consuman.
155.
Una piedra en nuestro camino bien pudiera ser un
óbice insuperable o una prueba que el destino nos pone en
la vía para ver cómo anda nuestro temple.
156.
Los alumnos ayudados por sus maestros, deberían
esforzarse en aprender para saber, no sólo para presentar
un examen (Séneca).
157.
El oficio de dar clases es una aproximación –nada
despreciable– al arte y a la ciencia de educar. Ergo, educar
y enseñar no son la misma cosa.
158.
Aunque sabemos que entre enseñar y educar hay una
sinonimia muy vinculante, no olvidemos que entre los dos
vocablos
hay
grandes
diferencias
conceptuales
y
filosóficas. Así como también hay sinónimos que sólo lo
son en ciertas contextualizaciones.
159.
En eso de enseñar, que tiende a confundirse con
educar, hay que tener claro que en educación formal es
más importante enseñar aptitudes que conocimientos, sin
menospreciar el valor de éstos.
160.
Entre los conceptos referidos a los vocablos profesor y
maestro, hay una gran afinidad, pero mi experiencia me ha
enseñado que mientras un individuo de mediano nivel
cultural o intelectual puede desempeñarse como profesor
en determinada asignatura, los requerimientos para ser
maestro son mucho más exigentes y complejos.
161.
Todo docente se desenvuelve entre diversos entornos:
54
el entorno general, el familiar y el profesional. Cada uno de
ellos es determinante en su accionar como docente.
162.
¿Será lo mismo la filosofía de una cultura que la
cultura de una filosofía?
163.
La educación de los pueblos está determinada por la
filosofía de la sociedad.
164.
La naturaleza de la sociedad está sujeta a los
patrones culturales de su educación.
165.
En la amplia diversidad de tipologías que conforman
el género humano, hay dos que destacan que son
estudiadas por la psicología: la del hombre de carácter
firme en sus decisiones y la del hombre temperamental
que actúa con acciones inesperadas. No confundir carácter
con temperamento.
166.
El logro de tus objetivos depende de la fuerza y el
énfasis de tus propósitos.
167.
Cuando hables con alguien míralo directamente a los
ojos para saber si está diciendo la verdad.
168.
La vida es la mejor escuela, allí aprendemos en
nuestro hogar, en la escuela y también en la calle.
169.
Si observamos con detalle, en la calle encontramos a
muchos filósofos y sabios, independientemente de que
hayan estudiado o no.
170.
En nuestro entorno, muchas de las personas con
quienes hablamos no dominan a plenitud el idioma
materno, pero entendemos lo que quieren decirnos.
55
171.
para
Cada triunfo es una nueva cuenta para tu collar, no
que
lo
exhibas
sino
para
que
lo
disfrutes
internamente y lo compartas cuando llegue el momento
oportuno.
172.
El ausentismo escolar de los padres o representantes
es tan grave como el cometido por el alumno porque rompe
el binomio que debe existir entre el hogar y la escuela.
173.
El pedagogo de hoy, como el de Grecia ayer, es un ayo
cuya mayor responsabilidad es guiar a los demás.
174.
Dentro de la amplia gama de la comunicación escrita,
que tiene sus rigurosidades gramaticales que la rigen, hay
casos dentro de un texto que expresan un juicio o una
palabra mágica donde se concentra la fuerza del contenido
que, además del valor semiológico, nos sugiere algo que no
vemos ni entendemos a primera vista pero que su fuerza
subyace para que lo entiendan los lectores de mente
acuciosa. Generalmente esto sucede cuando leemos una
información, una noticia o un libro; siempre hay un algo
que trasciende la realidad expresada, que penetra nuestro
entendimiento y nos aclara la mente para entender lo que
otros no han podido: es el mensaje subliminal.
175.
Hay casos donde los hechos están inscritos en el
ámbito de lo que aparentemente nos parece imposible;
hechos o sucesos a los cuales catalogamos como milagros
porque no le encontramos una explicación racional; o que
son catalogados como coincidencias o circunstancias
56
inadvertidas por algunos científicos, pero los que somos
legos en esta materia nos abstenemos de opinar.
176.
Hay palabras o expresiones mágicas –casi siempre
referidas a la historia– tales como las arengas que surten
efectos impactantes. He aquí algunos ejemplos conocidos:
“Si la naturaleza de opone, lucharemos contra ella y
haremos que nos obedezca”, atribuída al Libertador
durante el terremoto de Caracas de 1812; “El que no
espera vencer está vencido”, José Félix Ribas en 1814 poco
antes de la batalla de la Victoria.
177.
Cuando seas anfitrión y quieras causar buena
impresión a tus invitados, nada más indicado y oportuno
que un “¡Bienvenidos a ésta, su casa!” pero dicho con
naturalidad y una sincera sonrisa en tus labios.
178.
La
Ninguna universidad forma un profesional completo.
formación
teórica
tiene
necesariamente
que
ser
complementada con el trabajo.
179.
Todo
trabajo
lleva
implícito
afrontar
y
vencer
obstáculos.
180.
Cada obstáculo superado es un bálsamo que tonifica
el alma.
181.
El poder hacer cosas es importante, pero más lo es el
querer hacerlas.
182.
La voluntad es un torrente de energía que doblega
cualquier dificultad.
183.
La escuela expositiva y la del trabajo tienen sus
57
ventajas y desventajas. Usarlas sabia y armónicamente es
un secreto que debemos aprender los maestros.
184.
En educación hay principios que coinciden con los de
la medicina: son los que evitan que el mal suceda.
185.
“El trabajo compartido pesa menos”, he allí lo que
sustenta la necesidad de trabajar en equipo.
186.
Si
no
delegas
funciones
y
compartes
responsabilidades, estás a un paso de convertirte en
indispensable y por ende en un tiranuelo.
187.
Ese aparentemente insignificante adminículo llamado
elástica, con su estira y encoje, nos enseña mucho a ser
equilibrados.
188.
Sé tú mismo. No trates de parecerte a nadie. Mantén
tu identidad.
189.
La interrelación entre soma y psiquis es axiomática.
190.
Si el deseo de progresar te hace soñar, tu problema es
convertir tus sueños en realidad.
191.
La comunión de pensamiento y acción conjuga la
energía de tu cerebro con el ansia de tu corazón. No
deseches sus bondades.
192.
Repasar con frecuencia lo ya aprendido, es la forma
más expedita de traer al presente eso que tenemos
acumulado en nuestra memoria. No dejemos de releer lo
que ya sabemos.
193.
Algunos hombres, cual semovientes, avanzan hacia
adelante porque ven a los demás que conforman el rebaño.
58
194.
Cuando en tu camino encuentres a alguien que te
alimente la fe y te reconforte espiritualmente, habrás
conseguido a un sacerdote amigo.
195.
Cuando alguien te ayude a recobrar el equilibrio
corporal y emocional, habrás conseguido a un buen
médico.
196.
Finalmente, cuando encuentres a alguien que con su
sabiduría y presencia de ánimo, en forma desinteresada te
ayude a despejar las dudas de tu mente confusa, que con
su luz ilumine tu destino incierto, que te dé un consejo
oportuno y con su ejemplo te enseñe a ser un hombre de
bien, te habrás encontrado con un maestro.
59
60
IV
Cuerpo reflexivo
didactológico
Como la reflexión es un inapreciable don conque la naturaleza ha
premiado al hombre, considero que ésta es una maravillosa oportunidad
para hacer uso racional de ella y expresar aquí algunas conclusiones
finales. Es por ello que he reservado este espacio para referirme a temas de
tenor educativo que complementen lo expresado en el cuerpo central del
trabajo al que, aunque breve y sencillo, le he dedicado el mayor esmero y
cariño para que esté a tono con mis convicciones humanas y mis desvelos
por la profesión docente, recogiendo parte de mi experiencia como maestro
de vieja data y mis reflexiones personales en las que plasmo lo que
humildemente considero mi visión filosófica sobre la educación y nada
más propicio que hablar un poco sobre la didactología aristotélica
complementada después de varios siglos por el eminente maestro Juan
Amos Comenio en el siglo XVII con su “Didáctica magno”.
Comienzo
dándole
prioridad
al
aspecto
didactológico
signado
originalmente por el estagirita Aristóteles del aprender haciendo porque
está demostrado fehacientemente, que nadie aprende completamente a
hacer algo con sólo ver, sin ejercitarlo debidamente como lo señala la
praxis. Recordemos que la biología hace honor a este precepto cuando
establece que “la función hace al órgano” y que el vulgo ha popularizado
diciendo que “órgano que no se ejercita se atrofia” válido para todo el
organismo humano. De manera análoga asigno prioridad al aprender a
vivir por considerarlo una necesidad básica para la coexistencia en esta
61
época de desajustes sociales y de convulsionamiento universal que está
confrontando la sociedad humana.
Teniendo en cuenta que la metodología general estudia la manera
más expedita y práctica de resolver los problemas de aprendizaje de una
manera científica y pedagógica en el menor tiempo y esfuerzo posible, por
lo que su objetivo principal es hacer más asequible el conocimiento para
los alumnos, estimo valioso razonar un poco sobre la manera como mis
profesores en la Escuela Normal de Cumaná, enfocaron la enseñanza de
idiomas extranjeros con una metodología equivocada, haciendo la salvedad
de que aunque soy profesor de inglés, la metodología sobre ese tema no es
mi fuerte, y si lo hago ahora es sólo con el propósito de ayudar a mis
colegas activos, en el caso de que todavía se sigan cometiendo los errores
metodológicos de épocas pasadas. Que me perdonen mis profesores de
inglés y de francés en los años 40 del pasado siglo XX, pero debo señalar –
muy
agradecido
y
respetuosamente–
que
allí
se
equivocaron
los
metodólogos y los diseñadores de los programas de la época, cuando
usaron y pusieron de moda para la enseñanza general, los métodos
inductivo–deductivo y analítico–sintético que son, como sabemos, métodos
propios de las ciencias experimentales, mientras que para la enseñanza del
inglés se usa el oral approach que es específico para la enseñanza de
idiomas.
Los niños no aprenden a caminar si antes no aprenden a gatear y lo
hacen en forma natural sin que nadie los enseñe. Cosa parecida sucede
con la comunicación, ningún ser humano aprende a hablar sin pasar
primero por la etapa del balbuceo, ni tampoco aprende a redactar
apropiadamente si no domina las reglas gramaticales que rigen al idioma
materno.
Estas previsiones, por lo que veo, no fueron tomadas en cuenta por
nuestros profesores de inglés y de francés, ni por los diseñadores de los
62
programas, pues pretendían que aprendiéramos el dominio de un idioma
extranjero sin conocer siquiera su fonética y sin ejercitarlo ávidamente
para aprender los secretos de su sintaxis, que es el numen de su
gramática; por eso cometían errores garrafales tales como aspirar a que
alguien conozca primero la gramática de un idioma que no domina. Al
parecer los profesores desconocían los fundamentos que en la materia
enseña la madre naturaleza. Algo similar sucede cuando los alumnos
aprenden de memoria fundamentos científicos o de orden humanístico
basados en el raciocinio sin haber estudiado un poco de filosofía que
enseña a uno a razonar y a discernir.
Para no hacer tan larga la explicación, demos un salto del presente
donde se están operando cambios interesantes en el proceso de
aprendizaje de los alumnos con la puesta en vigencia de la tecnología
educativa, donde lamentablemente los directivos del Ministerio de
Educación no ha tomado las previsiones para preparar a docentes y
alumnos en el uso racional y adecuado de los nuevos implementos
tecnológicos; por eso vemos como los estudiantes, por una parte, andan
exhibiendo
por las calles las tablets, como artilugios de distracción,
mientras por la otra, sus padres y/o familiares usan los morrales tricolor
para llevar al trabajo sus útiles de labranza. Ni se diga de cómo los
estudiantes utilizan internet para sus trabajos de “investigación” donde
hacen vulgares copias textuales de los contenidos, sin percatarse del valor
cognitivo de los textos copiados. De eso, por respeto y discreción, me limito
a citar sólo el hecho, pero hago la acotación correspondiente para decir
que hay muchos testimonios que comprueban lo que aquí expongo.
Respecto a la tecnología como auxiliar de la educación, no tengo ninguna
objeción, todo lo contrario, pero sí traigo al tapete lo expresado años atrás
por el filósofo germano Arthur Schopenhauer sobre su ancestral y siempre
vigente observación que dice: “las ideas nacen preñadas”, lo cual he
interpretado así: toda idea genera cambios y nuevas ideas, lo que empalma
63
con la otra parte de su postulado que a la letra dice así: “la solución de un
problema genera nuevos problemas”, y yo agrego: y a menudo crean
mayores complicaciones y además lo que hacen es “correr la arruga”.
Este comentario viene a propósito, porque aunque la tecnología
educativa –con buenas intenciones y propósitos– trata de ayudar en el
proceso educativo de los países, simultáneamente está generando otras
situaciones de mayor envergadura y dimensión. Me explico: mientras la
tecnología con su nuevo instrumental y dispositivos electrónicos ha
contribuido ha mejorar el trabajo de los docentes y a facilitar el
aprendizaje de los alumnos, por otro lado, a los primeros les ha
minimizado la capacidad y el esfuerzo creativo y a los segundos les ha
limitado la facultad de pensar y con ello, el desarrollo de sus naturales
facultades mentales porque se les atrofia, cumpliendo así el ciclo biológico
citado anteriormente. Corolario: el exceso de facilismo inhibe la capacidad
de pensar y de discernir de los alumnos.
64
Toque final
A pesar de que durante la última centuria la educación ha
experimentado notables cambios, tanto estructurales como
funcionales y de orden filosófico, no ha podido deslastrarse de
la poderosa influencia de los viejos tiempos que datan desde la
era precristiana y presofista (ahora cobramos los emolumentos
a los que Sócrates se opuso), asimismo podemos acotar que
tanto el mismo Sócrates como su alumno Platón, ya no en un
orden económico, decían que “la educación está al servicio del
Estado y éste, a su vez, está al servicio de la educación”, de
donde uno infiere que el Estado, imponiendo su hegemonía,
imprime a la educación el énfasis y la orientación que más
conviene a sus intereses circunstanciales.
También nos toca recordar y tener muy presente que el
hoy llamado Estado docente moderno, es una creación de la
Revolución francesa en el siglo XVIII, de la cual fue ideólogo
Jean-Jacques Rousseau, cuya vigencia está intacta a pesar de
los años transcurridos.
Finalmente hemos de agregar que la educación actual de
nuestro país, tiene una permanente deuda histórica con la
antigua Roma, pues a ella debemos la estructura de nuestro
sistema educativo y la graduación académica de educación
primaria, media y superior, además del sistema de becas para
65
estudiantes desvalidos económicamente y la inclusión de la
cátedra del derecho romano en el pénsum oficial de nuestras
universidades, hecho en el cual destacó brillantemente la acción
del ilustre maestro y abogado romano Séneca, cosa que no
llegaron a concretar sus antecesores griegos, a pesar de haber
sido ellos los artífices de los inmensos beneficios de la
educación del mundo occidental que aún estamos disfrutando
hoy, cuando estamos avizorando el despertar de una nueva era
de
la
educación
para
esta
humanidad
en
la
que
lamentablemente, los políticos de alta factura de las grandes
potencias, se han erigido en los policías del mundo que nos
tienen bailando en el filo de una navaja… “así son las cosas...”
amigo Oscar Yanes.
66
Profesor Carlos García Maneiro
Microbiografia
El profesor Carlos García Maneiro nace en Soro, Estado Sucre el 5 de
Septiembre de 1928. Hijo de Aparicio García y Juana Maneiro, de quienes
queda huérfano a muy temprana edad: su madre fallece al cabo de tres
meses por complicaciones relacionadas con el parto y casi cinco años
después fallece su padre en un barco en alta mar que era capitaneado por
Ángel Custodio Vásquez (abuelo del profesor Andrés Manuel Rodríguez
Vásquez). Se casa con Isabelina Silva en el año 1951 con quien tuvo cinco
hijos, 13 nietos, 13 bisnietos y dos tataranietos. Cursa la educación
primaria en dos etapas: la primera en la Escuela Federal Unitaria Nº 714 (no graduada, 19351944), en su pueblo natal con la maestra Juanita; y la segunda 1944-1946 en la Escuela Federal
graduada “Manuel Isava” de Güiria donde culmina el 6to Grado. Luego continua sus estudios en
educación media en la Escuela Normal “Pedro Arnal” de Cumaná (1946-1950), título obtenido:
Maestro Normalista; educación superior en el Instituto Pedagógico de Caracas (1958-1962), título
obtenido: Profesor de Inglés; Mejoramiento Profesional en la University of Wisconsin-Milwaukee,
EEUU (1964-1965), título obtenido: Administración Educativa; Michigan State University (1965),
título obtenido: Técnica de Comunicaciones. Durante su estadía en los Estados Unidos asiste a una
Convención de Directores de Liceo (1965) viajando de Milwaukee a Miami; luego se presenta en la
Convención de Supervisores de Educación realizado en Madison capital de Wisconsin, de cuya
experiencia surge el libro “Manual de Supervisión Docente” publicado por el Ministerio de
Educación en 1975; finalmente en el Instituto Pedagógico de Maturín, realiza los cursos de
mejoramiento profesional en Manejo de Recursos Humanos, Planificación Educativa y Evaluación
de los Aprendizajes (1972).
Experiencia laboral: 1950-1952, oficinista en Caripito, Quiriquire y Jusepin en el Estado Monagas
con la Creole Petroleum Corporation; 1953, taxista en Caracas hasta finales de año cuando se
incorpora al Ministerio de Educación como maestro de 4to grado en la escuela “Sanojo” de Santa
Teresa del Tuy, Estado Miranda; 1954-1957, Grupo Escolar “Miranda” de Ocumare del Tuy, como
maestro de 6to grado; 1957, “Escuela Artesanal de los Mecedores de San José”, Caracas de donde
fue trasladado al Grupo Escolar “Luis Enrique Mármol” del 23 de Enero de Caracas; 1958-1960,
liceos “Santiago Key Ayala” (diurno) y “Rufino Blanco Fombona” (nocturno); 1962, al graduarse de
profesor, es nombrado director del Liceo “Lazo Martí” de San Fernando de Apure; 1964, es
nombrado director del Liceo “Roscio” de San Juan de los Morros, Estado Guárico y al final de ese
mismo año es becado por el Ministerio de Educación para hacer un posgrado en los EEUU; 1965,
de regreso al país es nombrado Supervisor de Educación Media para los Estados Guárico, Apure,
Amazonas, Anzoátegui y Bolívar; durante ese tiempo, por solicitud de unos amigos periodistas,
redacta los estatutos de la Asociación de Periodistas de Venezuela seccional Monagas y Delta
Amacuro, por lo cual es nombrado Miembro Honorario de esa asociación; a los pocos meses, es
nombrado Profesor a dedicación exclusiva del Instituto Pedagógico de Barquisimeto como
Coordinador Docente, y luego jefe de Departamento, donde crea y ejerce la cátedra de
67
Actividades Extracurriculares; a los dos años, en 1969, es trasladado al Instituto Pedagógico de
Caracas donde se encuentra con dos viejos amigos, también catedráticos, el Doctor Luis Beltrán
Prieto Figueroa y el Doctor Reinaldo Leandro Mora quien ejercía el cargo de Ministro de
Educación; luego de cuatro años, a finales de 1971 es designado para integrar la Comisión que
fundó el Pedagógico de Maturín donde se inicia como Jefe de la sección de Inglés y
simultáneamente Jefe del departamento de Humanidades y Ciencias de la Educación; obtiene la
clasificación de profesor titular en 1973; y finalmente es jubilado el 1 de Marzo de 1979.
Actividades gremiales: Secretario de Organización de la Federación Venezolana de Maestros del
Estado Apure; miembro de la junta directiva del Colegio de Profesores de Venezuela en Caracas y
delegado a la convención nacional de la seccional 1; miembro de la primera junta directiva de la
Asociación de Profesores del Pedagógico de Maturín, llegando a ocupar el cargo de presidente;
delegado a la convención nacional del Colegio de Profesores de Venezuela por el Estado Monagas
y Delta Amacuro.
Otras actividades realizadas en Maturín: cursos de Relaciones Humanas al personal paramédico,
camilleros, y enfermeras auxiliares del Hospital “Manuel Núñez Tovar” de Maturín, con duración
de 15 horas; sendos cursos de Relaciones Humanas al personal administrativo y obrero del
pedagógico con duración de 15 horas respectivamente; miembro de la comisión que redactó el
Reglamento Interno del Instituto Pedagógico de Maturín; creador de la oficina de Relaciones
Públicas; miembro de la Comisión de Clasificación del Personal Académico; presidente de la
comisión que organizó los actos protocolares de la primera graduación del Instituto Pedagógico de
Maturín; creador del departamento de Práctica Docente del Instituto Pedagógico de Maturín;
redactor de los estatutos de la Asociación de Profesores del Tecnológico de Carúpano; organizador
y realizador de los actos protocolares de la Primera Promoción de Técnicos Superiores del
Tecnológico de Carúpano, con previa autorización de su Director.
Honores recibidos: más de 60 diplomas de reconocimientos de los cuales destacan: Orden 27 de
Junio, tercera clase, otorgada en Miraflores por el Presidente Dr. Rafael Caldera; la de segunda
clase otorgada por el Presidente Carlos Andrés Pérez; Botón Maestro Prieto otorgado por la
Asociación de Profesores del IPM; Orden “Simón Rodríguez” otorgada por la Asociación Nacional
de Jubilados de la UPEL; Reconocimiento Internacional (placa) de la Asociación de Educadores de
Latinoamérica y el Caribe (la tercera del país) escoltando a Pablo Freire de Brasil, José Portuondo
de Cuba, Luis Beltrán Figueroa y Luis Mariano Rivera de Venezuela; Doctor Honoris Causa
otorgado por la UPEL en Maturín el 24 de Octubre del 2014 con 86 años de edad.
Publicaciones: Manual de Relaciones Públicas (1967), Instituto Pedagógico de Caracas; Educadores
o Dadores de Clases (1970), Instituto Pedagógico de Barquisimeto; Manual de Supervisión Docente
(1975), Ministerio de Educación; Reflexiones de un Educador (1992), Instituto Pedagógico de
Maturín; Una Aproximación al Perfil del Docente Venezolano (1993), separata de la revista de la
Asociación de Educadores de Latinoamérica y del Caribe; Pedagogía en Acción (1994), Fundación
UPEL-IPM; Cátedra de Reflexión Pedagógica (1996), Fundación UPEL-IPM; Principios que Orientan
la Labor de un Buen Docente (1997), Instituto Pedagógico de Maturín; Educación, un Reto de Ayer,
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Hoy y Siempre (2005), FEDEUPEL; La Gran Diferencia (2008), Instituto Pedagógico de Maturín;
Señor, Enséñeme a Ser Maestro (2010), Instituto Pedagógico de Maturín – Universidad Pedagógica
Experimental Libertador; De mi ideario pedagógico (2021), Instituto Pedagógico de Maturín,
Ediciones HumanArtes; además de más de 100 artículos de prensa de índole variada publicados
por el Universal de Caracas, El Impulso de Barquisimeto y el Oriental de Maturín.
Inéditos: Una Aproximación al Perfil del Docente Venezolano (2007 versión corregida y ampliada);
Educadores o Dadores de Clases 40 años después (2011); Zafra Otoñal (guía didactológica para
docentes que se inician); Compendio de Incidencias Presentes en la Filosofía de la Cotidianidad y
otros Detalles.
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Revista HumanArtes
Especial Monográfico N° 7
Maturín, 2021
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71
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