1 UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR Consejo Rectoral Raúl López Rector Doris Pérez Vicerrectora de Docencia Moraima Esteves Vicerrectora de Investigación y Postgrado María Teresa Centeno Vicerrectora de Extensión Nilva Liuval de Tovar Secretaria Instituto Pedagógico de Maturín Alcides Zaragoza Director-Decano Neida Montiel Subdirectora de Docencia José Acuña Evans Subdirector de Investigación y Postgrado Robin Ascanio Subdirector de Extensión Hernán Ferrer Secretario 2 ESTE NÚMERO ESPECIAL … Este número especial de la Revista HumanArtes, corresponde a un texto escrito por el Profesor Carlos García Maneiro. Contiene parte importante de sus ideas pedagógicas. Las ideas y opiniones expresadas en esta publicación, son de exclusiva responsabilidad de quien las suscribe y no reflejan necesariamente el punto de vista de la Revista HumanArtes. 3 Colección: Especial Monográfico N° 7 Revista HumanArtes Primera edición: 2021 © UPEL-IPMALA Subdirección de Investigación y Postgrado © Carlos García Maneiro Hecho el Depósito de Ley ISSN: 2343-6441 Telefax: +58 291 6418042 correo electrónico: revistahumanartes@gmail.com Diseño, diagramación y montaje: Luis Peñalver Bermúdez Edición electrónica Imagen de Carlos Corredor: playa de Soro, pueblo natal de Carlos García Maneiro. García Maneiro, Carlos. De mi ideario pedagógico. Para maestros pensantes. Hacia una nueva era de la educación. – Maturín: Fondo Editorial Revista HumanArtes; Universidad Pedagógica Experimental Libertador – Instituto Pedagógico de Maturín, Subdirección de Investigación y Postgrado. 2021. ISSN: 2343-6441. 4 Revista HumanArtes Especial Monográfico N° 7 Maturín, 2021 5 Para maestros pensantes. Hacia una nueva era de la educación. 6 Carlos García Maneiro De mi ideario pedagógico Para maestros pensantes Hacia una nueva era de la educación 7 8 INDICE Presentación. Ysméride Astudillo 11 I. Acto de fe. 15 II. Marco teórico referencial 17 III. De mi ideario pedagógico 23 IV.Cuerpo reflexivo didactológico. 61 Toque final 65 Microbiografía 67 9 10 Presentación Una obra que muestra con esplendor el accionar pedagógico y sensible mediante una fotografía, tomando luces de arrebol de una escuela convertida en hogar y de un hogar convertido en luz. Soro, terruño de amores y añoranzas. Descubriendo la mirada del poeta desde antes de Colón. De allí su prosa pedagógica y literaria, que nos inmersa en un mundo de convicciones y demostraciones del amplio conocimiento, sobre la formación y sus cauces de aguas cristalinas que a otros han de nutrir. Una experiencia que se torna por demás fascinante al entrelazar el dominio de la formación como expresión de elevados niveles de conciencia y el compartir con otros. Donde el autor se esconde en las profundidades de las realidades hasta llegar a entablar un diálogo emotivo y sincero para recordar vivencias, teorías y pareceres, esgrimiéndolos con arte. Cuando un pensador a los 93 años de vida hace uso del recuerdo, apelando a la memoria de manera tan mágica, y 11 obsequie vías generadoras de habilidades y destrezas, adquiere referencia como lección de vida. De sobremanera, en estos ámbitos dónde pareciera no hay más vida, que aquella reflejada en la pantalla, a través de una entrega casi total. El maestro se recrea en visualizaciones hasta imprimir un toque de sabiduría ciudadana, concediendo ingredientes para que la tecnología no haga sucumbir al hombre, sino que abra caminos de convivencia con ella. Sin llegar a ser consumidor pasivo de sus productos al invadirle con sus ideas. El autor enaltece a la formación mostrando en su obra, 196 esculturas de un ideario pedagógico de lo que su experiencia focaliza como el epicentro de una ruta inmarcesible hacia lo desconocido. Reflejando que es en esa grandeza de ciudadanía donde está la conformación del camino hacia la superación. Ysméride Astudillo. Maturín, abril 2021. 12 Dedicado a la memoria del profesor Gerardo Ramírez, quien en vida convertía en realidad, en su diario quehacer educativo como docente del Departamento de Matemáticas Aplicadas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela, ideas pedagógicas como las aquí plasmadas, 13 14 I Acto de fe La fe es la fuerza espiritual que orienta al hombre en su camino hacia su destino final. Esto que llamo acto de fe es realmente una antesala donde expreso mi deseo de poseer el magnetismo oculto de la sustancia intersticial que aúna y compacta las disímiles y diversificadas células que dan forma y homogeneidad a los cuerpos, ya se trate del soma biológico o del incorpóreo fluido espiritual que da vida y ánimo al hombre. Es mi deseo que esta apertura sea el factor imantado que sirva para cohesionar los aspectos que sobre el tema educativo expongo aquí, que sea una manera muy particular de ver y de interpretar el mundo pedagógico que me rodea que no es otra cosa que eso que en la recta final de mi carrera docente he llamado mi filosofía educativa. Esos aspectos forman un legajo donde está presente una presentación introductoria titulada “Marco teórico referencial” donde hablo de la naturaleza y propósitos del tema educativo para introducir el cuerpo central de la temática que aquí llamo referencia conceptual de "De mi ideario pedagógico" que es la razón de ser de este trabajo que expongo ante los lectores para 15 su libre interpretación –como debe ser– y finalizo con una referencia didactológica que expongo con marcado sentido autocrítico que llamo cuerpo referencial didactológico para recordar a nuestros docentes que el factor didáctico es parte fundamental de nuestro trabajo de aula. 16 II Marco teórico referencial Absolutamente consciente de que lo que voy a decir no tiene mucha importancia y sentido de proyección para algunos maestros de hoy (mis excusas) debido a que los derroteros de la nave que tripulan, conjuntamente con sus capitanes, no son los mismos que yo he transitado fervorosamente por años. No he olvidado que siempre he sido consecuente seguidor de los principios de la pedagogía trashumante de aquellos grandes maestros que han orientado mi vida profesional, adivinando tal vez las intenciones que tuvo Platón cuando creó la paideia que iluminó el camino a los constructores de lo que hasta entonces se conocía como educación, que no estaba organizada ni sistematizada hasta esa fecha. Por eso mismo tampoco he olvidado el espíritu ductor de aquellos maestros que señalaron el camino a Don Simón Rodríguez para que a temprana edad tratara de implantar en Venezuela su filosofía educativa –acción que resultó fallida– porque para el momento el maestro estaba muy adelantado para su época y por eso se hizo imposible conciliar sus sueños pedagógicos con las ideas retrógradas del cabildo caraqueño, lo que lo obligó a abandonar el país que lo vio nacer y establecerse en Europa durante 20 años. A su 17 regreso se refugió en otros ámbitos suramericanos alejado de su lar nativo; sin embargo su indómito espíritu lo llevó a intentar nuevamente su acción transformadora, que otra vez resultó fallida, aunque en esta ocasión fue en Chuquisaca, antigua capital de Bolivia en 1826 por órdenes del Libertador Simón Bolívar, su discípulo que nunca lo abandonó. También quiero recordar que por muchos años he sido viejo marinero que ha navegado por los siete mares borrascosos de los que habla la historia de la mitología, de donde salí airoso; lo que me ha animado a escribir este sencillo y corto trabajo que he titulado "De mi ideario pedagógico" que de alguna manera me ha obligado a reincursionar en parte de mí dilatada carrera docente –ya septuagenaria– la cual paso a relatar a continuación: Antes hago constar que en anteriores oportunidades siempre se ha hablado de los múltiples cambios evolutivos que ha tenido la educación a través de la historia, incluyendo lo que conocemos como el ingrediente psicopedagógico y didactológico –componente docente– que se fue incorporando a lo largo del camino andado. Una pequeña referencia nos recuerda que Sócrates difería de los sofistas –sus antecesores– en cuanto a la concepción y el propósito de la educación de su época, no vista todavía como la ciencia y el arte de enseñar, especialmente lo relacionado con el cobro por esa enseñanza, mientras que los sofistas –venidos del Asia menor– ejercían su acción formativa 18 como un trabajo que debía ser remunerado –por eso cobraban– por lo que gracias a ellos nosotros cobramos un sueldo hoy, aunque eso era un hecho que se veía venir. Lo cierto es que los sofistas, sembraron la simiente de lo que hoy es la educación privada, a la que siglos después ya en la era cristiana, con intención calculada, un filósofo-educador norteamericano llamado John Dewey (quien recibió la justa denominación de el filósofo de la educación en el siglo XX), le dio consolidación definitiva. Por otra parte Sócrates, apoyado por su discípulo Platón, veía a la educación como una misión donde prevalecía su espíritu romántico que lo acompañó hasta el fin de sus días, preparando así –tal vez sin proponérselo– el camino que siglos después transitaría Jesús de Nazareth, el otro gran maestro de la historia de la humanidad. Es así como ambos, Sócrates y Jesús, en épocas y siglos de distancia, dejaron trazada una trilla que ha servido de guía y orientación a muchos de los que siglos después nos hemos convertido en sus seguidores y cultivadores de su magisterio: unos como maestros terrenales – guías espirituales de sus alumnos– y otros como guías celestiales. Hoy sustentado por esas enseñanzas, a mis 91 años, con el más puro sentimiento de respeto y aprecio personal, dejo a la consideración de mis colegas y amigos trabajadores de la enseñanza la siguiente relación escrita. 19 Comienzo hablando un poco sobre mi experiencia docente durante casi setenta años donde aparecen vivencias, sentencias y reflexiones muy personales que son el producto de un continuo trajinar en esta noble y patriótica carrera que ha trascendido en el tiempo, a pesar de no haber sido justamente valorada por los funcionarios y los organismos jurisdiccionales teóricamente competentes. Aquí no se hizo lo que a partir del siglo XVIII hicieron en otros predios continentales que desarrollaron su educación como lo hicieron Europa, Asia y el resto de Sur América. Parte del propósito de este legajo que transfiero a mis colegas y amigos es mantener vivos los viejos episodios históricos que nos ha tocado protagonizar a lo largo de los años –con sus altos y sus bajos– siempre unidos en el sentimiento que nos identifica como maestros. El resto está relacionado con la idea de entusiasmarlos para que continúen trabajando con fervor, esmero y dedicación sacerdotal por una mejor educación para nuestro país con el cual tenemos una deuda impagable. Con este norte a la vista y con la esperanza de cristalizar nuevas expectativas para nuestra profesión y para el país, ruego que el contenido y la intención de este humilde trabajo sea de su agrado y, a la vez, los motiven para que potencien ese inmenso cúmulo de inquietudes y disconformidades que, como pesado fardo llevan a cuestas sin llegar a desanimarlos ni doblegarlos y nos conduzcan a revivir el espíritu de aquella 20 prometedora filosofía educativa de tiempos idos que en buena hora desde 1936 nos trajo la primera misión chilena –así llamada– durante la administración del General Eleazar López Contreras, sucesor de otro general, el dictador Juan Vicente Gómez, quien había fallecido de muerte natural en diciembre de 1935. Esta acción renovadora en el ámbito educativo fue propulsada por el eminente maestro venezolano, profesor Mariano Picón Salas, a su regreso de Chile donde se había graduado de profesor de historia unos años antes. (*) Esa escuela filosófica –traída a Venezuela por la mencionada misión chilena– que tiene su partida de nacimiento en la vieja Atenas (capital de la sabiduría para entonces) es la misma que a lo largo de la historia ha servido de soporte pedagógico a quienes dirigieron el luminoso proceso educativo de nuestra educación, que tuvo su época de oro durante buena parte del siglo XX y que luego por desidia, indolencia o tal vez incapacidad, lo dejaron venir a menos hasta el punto de dejarlo caer al fondo del abismo donde se encuentra hoy, de donde espera ser rescatado por nuevas generaciones de dirigentes más conscientes de su deber y más responsables que aquellos de ayer. Hoy, ya noventón, pero todavía con la mente lúcida, y después de haber servido como docente a la educación de mi *Don Mariano Picón Salas, jefe de la superintendencia de Educación siendo ministro el doctor Alberto Smith, había estudiado en el instituto pedagógico de Chile, adscrito a la Universidad de Santiago, fundada por Andrés Bello el 19 de noviembre de 1842. 21 país –como activo y jubilado– con un total de 70 años, habiendo trabajado en tres instancias: primaria, media y superior y con 40 años de jubilado, ofrezco a mis colegas y amigos este trabajo donde recojo algunas reflexiones que dejo como testimonio de soporte a lo aquí expuesto. Finalmente desde aquí, desde este minúsculo punto interestelar de nuestra láctea galaxia, ya como un humilde servidor del magisterio en esta tórrida franja ecuatorial o como espíritu transmigrante desde la eternidad celeste, dejo a ustedes prospectivos y emprendedores guerreros, mi voz de aliento para animarlos a iniciar una cruzada redentora que salve de una hecatombe a la decadente educación de este sudamericano mundo que aún tambaleándose sigue esperanzado en cultivar los frutos de sus oníricos desvelos. Sea ésta una sincera manera de rendir merecido culto de admiración y reconocimiento a nuestros excelsos exponentes de la educación venezolana de los siglos XIX y XX Don Simón Rodríguez (el maestro expósito) y el doctor Luis Beltrán Prieto Figueroa, dos indiscutibles monumentos al trabajo creativo y honesto, distinguidos por su proyección social y sobre todo por la claridad de sus conceptos y la firmeza de sus propósitos educativos que han servido de indiscutible estímulo para quienes seguimos su ejemplo. 22 III De mi ideario pedagógico Referencia conceptual ... para maestros pensantes hacia una nueva era de la educación... Señor, heme aquí presto a oír tus sabias enseñanzas y consejos con la esperanza de que algún día me conduzcan a reorientar mi vida hacia lo que tú consideres que es bueno y justo y me permitan aprender nuevas cosas cada día. Antes de iniciar los siguientes ítems, como autor sostengo, que ninguna institución académica o instruccional, por muy reconocida o acreditada que sea, está en capacidad de formar por sí sola dentro de su marco teórico, a un profesional cabal y completo en ninguna de las áreas del conocimiento porque el aprendizaje adquirido de memoria en las aulas no es más que un cúmulo de simples herramientas y otras tantas destrezas que de nada valen si no son usadas por manos expertas porque adolecen del sólido soporte que suministra la experiencia, la cual, según lo establece uno de los postulados pedagógicos 23 aristotélicos, sólo se adquiere mediante la manipulación del aprendizaje, es decir estudiando y actuando simultáneamente. Ésta es la esencia de lo que el maestro Aristóteles llamó "el aprender haciendo" que tiene más de 2000 años de haber sido formulado y que lamentablemente, muchos docentes venezolanos no hemos aprendido a pesar de que la lección tiene tanta vigencia hoy como cuando fue postulada originalmente. Es importante tener presente que para lograr una buena performance dentro de los parámetros de este postulado del maestro Aristóteles, se requiere de una buena praxis por parte del docente, sustentada por las vivencias propias de todo hecho educativo (propulsadas naturalmente por el docente) para que los alumnos puedan adquirir un aprendizaje confiable y duradero. De hecho, ningún aprendizaje que no esté sustentado por estas premisas, puede tener garantías de objetividad, confiabilidad y durabilidad. Todo lo dicho presupone que se han cumplido a cabalidad los pasos pedagógicos previos relacionados con la natural interacción que debe existir entre docentes y alumnos. 1. Un docente cabal está consciente de que su preparación académica, su praxis y sus habilidades innatas para la enseñanza, están por encima de cualquier otro requerimiento para tener éxito en su trabajo de aula. 2. Todo docente ha de entender que la sola obtención de un 24 título profesional es insuficiente para ser exitoso en su trabajo de aula, para ello se necesitan otros atributos que no son precisamente de orden académico sino que están en función de las habilidades pedagógicas del docente. 3. Hay que tener muy claro que sin mística, sin honestidad profesional y sin responsabilidad -entre otros requisitoses imposible el logro de un profesional cabal, añadiendo por su puesto, la enseñanza y cultivo de valores universales que teóricamente son suministrados por el hogar, pero eso es un hecho que tiene mucho más de utopía que de realidad. 4. Los grandes maestros concuerdan en que la vocación es de suma importancia en un docente, pero también ha de entenderse que la ausencia de esta cualidad puede ser sustituida por la dedicación y amor por el trabajo, eso que los antiguos maestros griegos llamaron "eros pedagógico" pero que en la realidad tangible del día a día poco se da. 5. Si no te sientes dotado de la natural vocación que distingue a los buenos maestros, trata de compensar esta deficiencia con una buena dosis de amor, dedicación responsabilidad y disciplina en tu trabajo de aula… y también en tu vida cotidiana. Te anticipo que no es nada fácil, pero “el caminante hace el camino”. 6. Ejerce tu profesión con amor y con fe sin menoscabar la devoción y el fervor, así lograrás lo que otros maestros no 25 han podido. 7. En suma, idoneidad, vocación, amor por el trabajo, responsabilidad "y otros detalles" son los elementos ideales para lograr una perfecta ecuación en el trabajo docente, ecuación que en la práctica casi nunca se ve. 8. Colega maestro, antes de salir para tu plantel educativo, asegúrate de llevar en tu portafolios, y también en tu mente, más de lo que habitualmente creas necesario. De repente se te puede olvidar algo importante que puede hacerte falta cando más lo necesites. Claro, esto está en el mundo de las suposiciones. 9. Algunos preceptos y normas significativas para quienes se inician en la carrera docente: 9.1 Primero que todo, entender que no todo docente puede ser catalogado como maestro o educador porque eso equivaldría a calificar como maestro a cualquier "dictaclases", lo que generalmente llamamos "un dador de clases" –que los hay– (para más información ver el libro "¿Educadores o dadores de clases?" escrito por este servidor, publicado por el Instituto Pedagógico Experimental de Barquisimeto en 1970, con tres ediciones). 9.2 En el aula, además de conocimientos aprendidos, el maestro debe enseñar a sus alumnos modales y valores, además de cosas útiles y prácticas que no los aburran, desechando –en lo posible– la perorata retórica y, debe 26 además, enseñar estimulándoles conocimientos para una y hoy mente y para abierta expectativas porque mañana, a la nuevos vida va cambiando continuamente y esto, aunque no lo creamos de momento, nos obliga a actualizarnos periódicamente so pena de quedarnos sumidos en el atraso. 9.3 También es muy recomendable utilizar hechos ejemplarizantes que lleguen al alma de los alumnos y permanezcan allí por muchos años y poner mucha atención a lo siguiente: la autoridad y la disciplina, tanto en el hogar como en el aula, no se imponen a lo macho, gritando y regañando continuamente, porque esta práctica sólo sirve para demostrar poco carácter y mucha debilidad en el docente; estos valores se ganan mostrando respeto y amor hacia los alumnos, imponiendo solamente la estatura moral e intelectual del docente. Si algo hay que usar racionalmente, son los cinco sentidos corporales: mirada cariñosa, sonrisa sincera y afable, tacto cálido, severidad sin manifestación impositiva y expresión en el rostro como el de una persona que aspira un olor muy agradable. 9.4 Un consejo final para los neófitos: cuando y donde te sientas bien, disfruta a placer, a plenitud, sin averiguar el porqué. Se dice que no es de sabios buscar en el lugar menos indicado lo que a uno no se le ha 27 perdido; al fin y al cabo ni tú ni yo somos sabios ni filósofos, por eso siempre usamos la intuición. 10. El maltrato oral es más nocivo que el físico porque aquel deja heridas que nunca cicatrizan y, además crean resentimientos que también perduran. 11. El principio de autoridad emana del docente sin necesidad de imponerse “a la brava”. 12. El aprendizaje que se adquiere a través de diversos sentidos es más duradero que el que se adquiere sólo oyendo o leyendo; es lo que pudiéramos llamar un aprendizaje sensorial que se adquiere, se siente y perdura. 13. Prepárate anímicamente por lo menos media hora antes de entrar al aula de clases. Los buenos maestros siempre lo hacen. 14. Ilumina tu ámbito escolar con la pulcritud de tu indumentaria, irradia con tu energía el espíritu creativo de tus alumnos. Te lo agradecerán eternamente y creerán más en ti. 15. Sin intención de invadir los predios psicopedagógicos y didácticos de la acción profesional del docente, oye esto con mucha atención: no se puede dejar de lado la lectura comentada por parte de los alumnos, es lo que llamamos lectura exegética, especialmente en la educación primaria y la secundaria. 16. La teoría y la praxis, es decir, dos de los componentes del aprendizaje, son dos conceptos que se complementan, 28 sólo que la experiencia, suministrada por las vivencias, arraigan más y mejor lo aprendido. 17. Tengo en mi poder los dos mejores libros del mundo que, aunque nunca han sido editados, sus páginas están abiertas para quienes quieran leerlas, son: “El libro de la naturaleza” y “El libro de la vida”. Para leerlos sólo se requiere amar a la naturaleza en todo su esplendor, con sus atributos y bellezas y, tener sensibilidad y mucha paciencia para convivir armónicamente con los demás seres humanos. 18. Enseñar y aprender siempre han sido dos caras de la misma moneda, pero si el maestro es de mentalidad abierta, entiende que es una falacia el creer a ciegas que en el proceso sólo él enseña y el alumno aprende. 19. El maestro, mientras más ejercita el arte de enseñar, más aprende lo que enseña y más se le arraiga lo que sabe. 20. La esencia de las ciencias de la educación (que son varias) nos aconseja que enseñar aptitudes es mucho más importante que transmitir conocimientos, aunque nadie puede negar la importancia de éstos. 21. Un alto porcentaje de alumnos, especialmente de educación media y superior, sale aplazado en las pruebas escritas, que algunas veces no son muy confiables, porque se sabe que hay docentes que no saben elaborar ni técnica ni pedagógicamente los ítem de las pruebas. Nunca se 29 debe elaborar una prueba escrita cuyas preguntas den más de una opción para sus respuestas, como tampoco tratar temas que no hayan sido estudiados en clases. 22. Hablando de la evaluación de los aprendizajes, hay mayor confiabilidad en la prueba oral que en la escrita, por razones obvias, para evitar el “chuleteo”, pero en la prueba de composición escrita el alumno tiene la oportunidad de demostrar el dominio en esta fase del idioma, lo cual no puede hacer en la prueba de composición oral. 23. La gran diferencia entre la prueba escrita y la oral es que la primera es fría y no puede defenderse, mientras que en la segunda el alumno puede usar otros subterfugios, lo que lo lleva a aprender a defenderse. 24. La ortografía es parte fundamental de un idioma, cuyas faltas deben ser corregidas ipso facto por cualquier docente, independientemente de la asignatura que dicte. El error ortográfico que no es corregido a tiempo, se convierte en una práctica inveterada que repercute negativamente en la formación integral del alumno y en un desprestigio para la institución. 25. Los trabajos en equipo son un mecanismo metodológico muy importante, solamente que el profesor que los ordena debe tener cuidado en dos cosas: 1) los equipos no deben exceder de tres a cuatro miembros para garantizar la participación activa de todos los participantes y; 2) implementar un mecanismo 30 que asegure la calificación individual de cada uno de sus miembros para evitar la llamada “viveza criolla”. 26. Cuídense mucho de elaborar pruebas escritas donde aparezcan las preguntas “conchas de mango” para hacer “caer” en esa trampa a los alumnos, por considerarlo un acto antiético. 27. El plan de evaluación que debe implementar cada docente debe especificar el número de evaluaciones que se realizará durante cada período (semestre, trimestre o año lectivo), los tipos de evaluaciones con sus respectivas periodicidades y la valoración de cada una de acuerdo a la escala que se esté usando en cada plantel, para evitar que cada evaluación tenga una fecha imprevista y se contribuya de esta manera a aminorar el factor traumático que conlleva cada prueba. 28. Toda prueba escrita debe ser corregida prontamente y analizada dentro del aula en forma grupal y su resultado le debe ser entregado al interesado con la calificación asignada y un ejemplar de la prueba para que lo revise y lo conserve, preferiblemente con las correcciones hechas, para futuros repasos como lo recomienda la buena pedagogía. 29. Todo docente debe conocer el valor motivador de lo que llamamos “la clase introductoria” al inicio del año escolar, en sus dos versiones: por un lado, la que se aplica a los alumnos de los últimos grados de educación primaria 31 y a los de educación media en general y por el otro, la que se imparte a los representantes. 30. Cada docente, especialmente en educación media, seguramente ha tenido a un adolescente que se dedica a amargarle la vida, haciéndole preguntas intrascendentes con el único objeto de “echársela de cómico gracioso” y tratar de ridiculizar a su profesor. En casos como éste, lo mejor es decirle claramente al alumno que Ud. no sabe la respuesta, pero aprovecha la oportunidad para pedirle que investigue todo lo concerniente a la pregunta y que realice una exposición bien detallada a sus condiscípulos en la próxima clase. Seguramente que con eso se logra “la información” requerida, se le quitan las piquiñas al preguntón y las ganas de seguir. 31. No es correcto ni sensato descalificar el examen escrito de tus alumnos porque sus respuestas no coinciden exactamente con las que esperabas. Cada quien tiene su propia manera de expresarse y, mejor aún si añade juicios producto de su imaginación o de sus investigaciones bibliográficas, siempre y cuando no diga barbaridades, insensateces u obscenidades. Dentro de la lógica, cada uno tiene la suya, la cual debe ser respetada. 32. Nunca es tarde para aprender. 33. A través de la autopresentación del alumno, el maestro descubre todo lo que necesita saber de cada alumno: vocabulario, nivel cultural, hábitos familiares, 32 coherencia, manejo del idioma y mucho de su vida hogareña. 34. El darle a los alumnos de educación superior autonomía para que se organicen por sí mismos, es una forma de autoformación y de crearles sentido de disciplina, responsabilidad y seriedad en su vida comunitaria. 35. La sencillez y la claridad de lenguaje es una constante que caracteriza al buen docente. 36. Hay que distinguir entre investigación bibliográfica y una vulgar copia de lo que dice el libro. 37. Los trabajos de investigación son una parte de las estrategias metodológicas, por lo tanto, los docentes no deben abusar de ellas. 38. Al finalizar cada jornada educativa, el docente debe estar en capacidad de apreciar el “crecimiento” de cada alumno en términos de comportamiento ciudadano y de aprovechamiento académico. 39. La filosofía de la cotidianidad es el fanal que ilumina la senda por donde ha de transitar la educación formal, y la refleja también. 40. De una manera general el término educación como concepto teórico resume en sí mismo, una amplia definición de lo que conocemos como la ciencia y el arte de enseñar, respetando naturalmente, lo establecido por Quintiliano en la antigua Roma, al inicio de la era cristiana (época del páter-familia) que fue cuando postuló que "la 33 educación comienza en el hogar", vale decir en el seno de la familia, pero en un hogar naturalmente, muy diferente al de hoy, pues entonces había valores universales y normas individuales y sociales que se respetaban y criterios claros sobre la autoridad y la obediencia. 41. En la historia de la educación, desde muchos años antes de los sofistas, ya se hablaba de ella sin nombrarla aunque Platón no había nacido (por lo que no se hablaba de la connotación pedagógica) así como también del razonamiento como valor cognitivo, que para entonces era una palabra mágica, pues en Grecia no existía ese vocablo, sin embargo tuvo la virtud de abrirle las puertas al arte de razonar que no es otra cosa que la facultad de discernir. 42. Ya para aquella remota época, varios siglos antes de Cristo y de los sofistas por su puesto, había unos cuantos pensadores autodidactas conocidos como filósofos de la naturaleza, tales como Tales (de Mileto), Anaxágoras, Anaxímenes, Anaximandro, Heráclito (de Éfeso), Parménides (de Elea) y Empédocles que tenían fuertes enfrentamientos conceptuales donde discutían sin usar la palabra racionalismo porque este vocablo no era del dominio público en aquella Atenas de los sabios de la época. No obstante en dichas discusiones se aprendía a pensar y a razonar porque la misma dinámica de las discusiones los llevaban a crear y usar esos argumentos en el común de los atenienses de la época. Uno deduce que 34 esos eran claros indicios de eso que estamos tratando aquí, lo que Sócrates muchos años después llamó mayéutica, osea, su método para demostrarle a sus contertulios el conocimiento que cada uno de ellos tenía por dentro. De eso hace unos 2500 años. 43. Las primeras escuelas realmente se iniciaron al comienzo del cristianismo en la antigua Roma hace más de 2500 años y es ahora cuando estamos asignando verdadero valor pedagógico a los docentes de los primeros grados de la escuela primaria. Éste fue un despertar realmente tardío si pensamos que hoy, en esta era, es cuando estamos reconociendo ese valor. 44. Jean-Jacques Rousseau, filósofo suizo ideólogo de la Revolución Francesa en el siglo XVIII, fue el primero en plasmar los derechos del hombre en su libro “El contrato social”. 45. Revivir la filosofía educativa de la escuela de los viejos maestros (los de la antigüedad) es oxigenar las ideas de muchos maestros de hoy. 46. Séneca, brillante filósofo y educador romano-español de la antigüedad, nos enseña que “enseñando se aprende más que leyendo o estudiando”, mi experiencia docente así me lo ha comprobado. 47. Se aprende más y mejor participando activamente que leyendo u oyendo pasivamente. Supuestamente éste es un principio pedagógico de la llamada escuela nueva, que 35 de nueva no tiene nada porque sus orígenes datan de más de 2000 años. 48. No hay mayor motivación que la necesidad de aprender y esta motivación aumenta cuando llegamos a comprender el valor pedagógico de la autoformación (el autodidactismo). Pensemos, o preguntémonos quién o quiénes enseñaron a los primeros maestros de la humanidad desde muchos años antes de Cristo, si en aquella remota época no había escuelas, pues éstas empezaron a principios de la era cristiana, tiempos en que ya existían los sofistas que llegaron a Grecia desde el Asia menor unos 450 años antes. 49. Se dice que la educación es el proceso más indicado para formar la personalidad del educando y su base está radicada en dos instituciones insustituibles: el hogar y la escuela. De hecho la educación hogareña familiar es fundamental porque es allí donde se adquieren los valores fundamentales para la familia y la sociedad; por otra parte es la educación formal donde se adquieren los conocimientos que, la mayoría de las veces, el hogar no está capacitado para suministrarlos, por eso insistimos en que la formación ciudadana es una tarea compartida entre el hogar y la escuela. 50. Todo aficionado al arte de escribir, además de leer mucho exegéticamente, debe prestar oído a las sugerencias del lector amigo; a lo mejor te presta la linterna que se le 36 perdió a Diógenes… uno nunca sabe… 51. Si uno no es capaz de pensar coherentemente, ni de sacar sus propias conclusiones –que son obvias– sobre lo leído o lo observado de la vida cotidiana, entonces nos costará mucho resolver problemas elementales de nuestro quehacer diario. 52. La memoria y la inteligencia son dos elementos fundamentales en el proceso de aprendizaje de los alumnos. La funcionalidad de ambas facultades dependen del cerebro y deberían ser estudiadas por separado para sacarles más provecho. 53. Toda estructura, material o mental, de alguna manera está soportada por elementos básicos que son indispensables para la permanencia o subsistencia del hombre en la vida. Así mismo podemos acotar que las partes de cualquier sistema, independientemente de su naturaleza u orientación, deben estar micrométricamente engranadas y armónicamente sincronizadas dentro de un circuito físico-social que englobe el espacio, el tiempo y las circunstancias. 54. Si quieres disipar las dudas que atormentan tu espíritu y las tinieblas que ensombrecen la claridad de tu destino incierto, enciende la fogata de tus potencialidades para iluminar el camino de tu propio transitar. Usa tu imaginación, acuérdate de los consejos del Dr. Albert Einstein. 37 55. “La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado. En cambio la imaginación abarca todo”, así pensaba el Dr. Albert Einstein, el más famoso científico del siglo XX. 56. El ser humano es algo más que un conjunto de músculos, huesos, ligamentos, vísceras y fluidos contenidos en un amorfo recipiente de piel ya que también posee un componente incorpóreo que tanto los religiosos como los filósofos (Descartes p.e.) llaman alma, que mientras está presente en el ser humano insufla energía, valor espiritual y sentimientos humanos y humanizantes. Pero ¿dónde cohabitan esos millones de millones de almas de quienes han fallecido? Es sólo una curiosidad. 57. Los sueños suelen ser una suerte de manifestaciones oníricas que rompen con la lógica de la vida real, aunque parece ser cierto que tienen una connotación de racionalidad fiable, lo que alguna vez el Dr. Sigmund Freud trató de descifrar en su obra maestra “La interpretación de los sueños”. 58. Todo docente ha de estar consciente de las diversas memorias que tenemos los humanos a través del tiempo. La primera es la memoria auditiva, que aparentemente es la más frágil, le sigue la visual que es más fuerte y confiable que la anterior y la memoria vivencial que es más fiable y duradera que las anteriores. Respecto a su durabilidad, los hechos y la experiencia evidencian que los 38 sucesos tempranos tienen mayor permanencia que los más recientes. 59. La idea es la cosa más extraordinaria que puede producir el hombre, pues es el punto de partida de todo proyecto, de todo plan y de toda obra que pueda concebir y realizar. 60. Nunca un aprendiz tendrá éxito en sus propósitos si no desarrolla el sentido de la observación, la acuciosidad y la agudeza mental, propias de un investigador científico además de la curiosidad, ésa “que mató al gato”. 61. Mientras el recuerdo permanece en el soma para dar su testimonio, su proyección en lo espiritual es motivo de émulo para no olvidar las cosas y las acciones, buenas y justas. Soma y psiquis llevan una vida simbiótica. 62. Cuando hablamos de impartir educación nos estamos refiriendo a la acción primigenia de transmitir conocimientos que muchas veces son elaborados por otros. La acción de educar referida a la escuela, según decía Quintiliano, presupone la existencia de connotaciones previas enseñadas en el hogar. 63. Oír con atención y saber observar son factores determinantes en el aprendizaje. 64. Saber usar con propiedad el don de la palabra es una virtud que debe cultivar todo maestro. 65. Saber hablar un idioma con propiedad –sobre todo el materno– y hacerlo oportunamente, puede marcar la 39 diferencia entre el éxito o el fracaso de lo que se aspira o se pretende lograr. 66. Si no tienes un aceptable dominio de tu idioma materno, mal podrías ser un buen maestro. 67. Ciertamente los alumnos necesitan del apoyo y de la ayuda de sus padres para realizar las tareas escolares, sin embargo hay que comentar el gravísimo error que constituye el hacérselas sin que ellos participen activamente en su realización. No nos hagamos cómplices de la posible desdicha y del futuro incierto de nuestros hijos. 68. Un educador delata su profesión con su manera de ser y de expresarse: es didáctico y hasta me atrevería a decir que esto se observa hasta en su manera de caminar. 69. La capacidad profesional de un educador se mide por su estatura moral e intelectual y por sus actitudes. 70. La imagen de un buen maestro está rodeada de una aureola semejante a la que rodea a grandes personajes de la historia. 71. La primera impresión que expide un maestro es determinante en la opinión que de él se formen los demás. 72. El léxico habitual de un maestro es el termómetro que mide su nivel cultural e intelectual. 73. Cualquier especialidad en docencia necesita ser revestida por la cultura general. 74. La cultura general es a un maestro lo que es el friso 40 para una pared de bloques recién construida. 75. son El sentido de la observación y la capacidad analítica cualidades que complementan la formación profesional de un docente. 76. El respeto es un valor que se tiene, se siente y se exhibe como una tarjeta de presentación. 77. El buen maestro fomenta y estimula la libertad de acción y de expresión de sus alumnos y de quienes lo rodean. 78. Un buen maestro cultiva la capacidad de aglutinamiento que es la máxima expresión de su liderazgo. 79. La autoformación es un valor pedagógico más poderoso que la enseñanza de conocimientos a través de lecciones. 80. El buen maestro, además de educar y de instruir, estimula la autoformación de sus alumnos, fomentándoles el hábito de la lectura y la investigación. 81. Tanto los buenos padres como los buenos maestros indagan y dan órdenes con sólo una simple mirada. 82. El saber ordenar y dirigir es un don innato que no se aprende estudiando sino ejerciendo. 83. Un buen maestro fomenta y cultiva en sus alumnos el sentido de la conservación y de la pertenencia. 84. Todo maestro debe estar en capacidad de comprender y explicar el verdadero significado de la sentencia de 41 Quintiliano que dice: “la educación comienza en el hogar”. 85. Enseña y ejercita con tus alumnos a ver más allá del límite de su horizonte visible, cultivándoles el sentido de la imaginación, tal como aconsejaba el Dr. Albert Einstein a la hora de actuar en tiempos de crisis, muy especialmente ahora cuando estamos adentrándonos en una nueva era de cambios tecnológicos que afectan a la vieja sociedad donde el hombre, como artífice y testigo de tales transformaciones, tendrá que cambiar, específicamente su forma de pensar, de ser y de ver las cosas para estar a tono con nuevos acontecimientos que indefectiblemente vendrán. 86. Aprender a vivir es una prioridad para cualquier ser humano, cosa que casi nadie hace. 87. El sólo saber razonar sin aplicar los sentimientos que vienen del corazón, hacen del hombre un ser incompleto. Se cree que razonamos con las neuronas y amamos con el corazón. 88. Nunca menosprecies la sabiduría de los más experimentados que tú, ni la fogosidad impulsiva de los jóvenes cuya energía, manejada de manera equilibrada, es un buen combustible para llegar temprano a la meta que persigues. 89. El uso oportuno del conocimiento previo a un hecho y la reflexión a posteriori, conducen a la sabiduría, lo contrario nos condena a vivir en la profunda oscuridad de 42 la ignorancia. 90. La ignorancia tiene un bien ganado puesto de ser uno de los peores azotes de la humanidad y a élla René Descartes le dedicó este incomparable elogio: “Daría todo lo que sé por la mitad de lo que ignoro”. Descartes es considerado hoy, además de insigne matemático, el padre de la filosofía moderna. 91. Deploro tener que alojar tanta ignorancia en esta cabeza tan pequeña. Tanto el saber como la ignorancia se caracterizan porque ninguna de ellas ocupan espacio y podemos portarlas sin ningún esfuerzo. 92. Es la falta de esfuerzo lo que nos conduce a no entender las cosas más sencillas. 93. Con esfuerzo, puedes lograr entender aquello que crees que no esté al alcance de tu inteligencia. 94. La pulcritud como símbolo de asepsia, la manera ordenada de caminar, las gesticulaciones del lenguaje corporal y la manera de expresarse oralmente, son prendas que forman parte del atuendo diario de un docente que cuide su autoestima. 95. El uso apropiado de la buena dicción y un adecuado vocabulario, sin gritos altisonantes ni estridencias, más bien con timbre de voz moderado y con la necesaria sindéresis, son una invalorable gema en la voz de un docente, la cual, bien acompañada con el dominio del idioma materno, son el mejor vehículo para comunicarse 43 oralmente con los demás en el entorno familiar y social. 96. Aunque muchos lo nieguen, el maestro sigue siendo un espejo para el alumno, quien ve en el docente a alguien que tiene virtudes que son dignas de tomar en cuenta para ser emuladas. 97. Un maestro, por encima de todas sus virtudes y circunstancias es un soñador, cuya principal preocupación es sembrar ilusiones y cosechar esperanzas. 98. La institución docente, a través de sus egresados, se da a conocer regionalmente y se proyecta en el ámbito universal del saber pedagógico. Estos egresados a su vez, con su acción profesional, se convierten en divulgadores del prestigio de su Alma Mater. 99. Además de todo lo dicho en este trabajo, cada alumno, especialmente los de educación media y superior –por razones obvias– deben aprender a respetar y amar a su institución como tributo especialísimo a su Alma Mater. 100. En épocas anteriores muchos docentes carecían de títulos profesionales, pero exhibían una mística y una ética profesional envidiables. 101. Independientemente del cargo directivo que ocupes, consulta, consulta siempre porque muchas veces de donde menos pienses “salta una liebre”. 102. “Haz bien y no mires a quien” dice un refrán universal. 103. Aunque parezca una falacia, hay docentes que 44 practican el sadismo con sus alumnos. Tal como en otro contexto lo advertía el Libertador Simón Bolívar respecto a los gobiernos autoritarios porque “el que manda se acostumbra a gobernar y el gobernado se acostumbra a que lo manden”. Es una maligna práctica que hay que erradicar para que no se arraigue en el espíritu y en el corazón de los futuros ciudadanos. 104. La puntualidad es el primer valor que apuntala a la responsabilidad. 105. Mirar de frente al interlocutor cuando habla, es señal de buena educación que motiva al hablante para reforzar su prédica. 106. La disciplina y la constancia son valores indispensables para acceder con éxito a cualquier carrera profesional. 107. La humildad no se predica, se practica sin alardes. 108. No temas consultar. La autosuficiencia empalaga pero no ennoblece. 109. La principal norma del buen vivir es el respeto por las ideas y las creencias de los demás (no es un pensamiento mío pero lo asumo enteramente). 110. Si en alguna cosa han de estar claros todos los maestros, es que de la calidad de la educación que se imparte en la escuela primaria y de los hábitos que allí se adquieren, depende el éxito o el fracaso de los alumnos en sus estudios posteriores. 45 111. La formación de docentes idóneos, sólo es posible en instituciones consolidadas y debidamente acreditadas en el oficio de enseñar, esto presupone la existencia de buenos maestros y excelentes alumnos naturalmente. 112. Hablar sobre educación ha sido siempre un tema candente y escabroso; no obstante, nunca faltan los asomados que sin ser duchos en el tema, están prestos a emitir opiniones que naturalmente no son acertadas. 113. A un profesional que no crece, que no se actualiza constantemente, se le enquista el conocimiento que alguna vez adquirió… de ésos abundan muchos, lamentablemente. 114. Mientras continuemos haciendo el trabajo de aula en forma anacrónica y desestimulante, la educación no cumplirá los objetivos que la sociedad espera de ella. 115. Las instituciones, como entes vivos que son, cumplen sus roles dentro de los ciclos y cánones establecidos por la sociedad y ésta a su vez revierte su acción sobre la educación. 116. Se dice que el tiempo, además de curarlo todo, es un gran maestro, por lo menos eso hemos aprendido los viejos maestros, tal vez por ello no entendemos el que las autoridades del Ministerio de Educación hayan eliminado del pénsum de nuestra educación la asignatura “Educación moral y cívica”. ¿Será por eso que ahora hay tanta escasez de valores en esta sociedad moderna, que es, 46 por lo demás corrupta? 117. Ahora para completar, nos inducen a promover alumnos para grados superiores sin saber leer y escribir ¿…? aduciendo salvaguardar eso que llaman prosecución escolar. 118. Tal parece que el Ministerio de Educación se está aprovechando de las necesidades fisiológicas de los docentes que tienen vacío el estómago, inhabilitado el órgano del habla y los centros que generan el pensamiento y castrado el derecho a disentir. 119. Las instituciones envejecen como todo organismo en la vida y la única forma de mantener su permanencia y su vigencia, es renovando sus estructuras y su dinámica filosófica. La manera más eficiente de lograr este objetivo es implementando un riguroso plan de autoevaluación institucional donde participen todos los integrantes de la comunidad docente, además del entorno social con la asesoría de especialistas de otras instituciones similares afines locales y/o foráneas. 120. Todo maestro ha de estar atento a las ofertas engañosas de jefes inescrupulosos –que los hay– que mezclan los principios de la política educativa del Estado con la política partidista de los gobernantes de turno. 121. En los planteles educativos tanto los directivos como los docentes de aula van por caminos paralelos; los unos van con la batuta en la mano como símbolo de autoridad, 47 ofreciendo lo que saben que no van a cumplir; los otros, los de bajo perfil, siguen creyendo en ofertas utópicas, como saboreando manjares que sus labios nunca van a probar. Siempre ha sido y seguirá siendo así, porque las metas de los “jefes” tienen un destino preconcebido, mientras que los de abajo van por otro camino. ¡Desengáñese compadre! La tan predicada igualdad entre los hombres es y seguirá siendo un mito, una utopía. 122. En nacional, todas los las instancias docentes deben del sistema insistir educativo –como una obligación– en la lectura comentada por parte de los alumnos, como una manera práctica de comprender el valor semántico del texto leído y también el docente debe inculcarles las importancia de los valores fundamentales y el dominio del idioma materno usando una cátedra de lexicología, la cual habría que crear y preparar, de paso, a los catedráticos. 123. Durante el tiempo que ejercí la docencia no observé que el Ministerio de Educación se ocupara de aplicar en algún plantel educativo del país, un plan de supervisión de clases –lo que se llama supervisión de aula– y esto obedece a varias razones, entre ellas, la carencia de personal calificado y la falta de bibliografía. Hasta donde sé, ningún núcleo de la UPEL ni de ninguna otra universidad que se dedique a la formación docente, ha tenido en sus planes curriculares una asignatura dedicada a tal materia. El 48 único intento que he conocido tuvo lugar en 1965 en el liceo Gil Fortoul de Valle de la Pascua que me tocó realizar bajo la dirección de la Zona Educativa Nº 7 donde me desempeñaba como supervisor auxiliar. Este intento se interrumpió cuando fui trasladado al Instituto Pedagógico Experimental de Barquisimeto. De ahí nació la idea de realizar un seminario sobre la materia, del cual luego surgió el “Manual de Supervisión Docente” de mi autoría, publicado por el Ministerio de Educación en 1975. 124. A menudo la filosofía del Estado docente transita por caminos paralelos a los del magisterio. 125. Mientras a los docentes se les siga imponiendo “líneas”, su trabajo no rendirá los frutos esperados por la sociedad. 126. Llegará el momento en que la voz del maestro sea oída y valorada. 127. Es urgente resolver el desfase académico, administrativo y metodológico que existe entre la escuela, el liceo y la universidad. 128. Así como evaluamos el aprendizaje de nuestros alumnos, es necesario evaluar con alguna frecuencia el funcionamiento de las instituciones educativas. 129. Para que los padres comprendan la importancia de su aporte a la educación de sus hijos, es necesario que ellos conozcan de cerca lo que pasa en las instituciones educativas no universitarias. 49 130. En las instituciones educativas todos somos importantes. Sólo que cada quien debe cumplir con los deberes y responsabilidad que les son inherentes. 131. La diversidad académica es la amplitud de oportunidades que las instituciones nos ofrecen para satisfacer nuestras expectativas. 132. En algún lugar de nuestro ser –bien escondido– residen dos morosos inquilinos que corren a la par; sus acciones e interacciones se complementan para coexistir: son la dignidad y la conciencia ¿sabes acaso quiénes las tienen y dónde las esconden? 133. Las serpientes, que no piensan, cambian de piel para crecer. Los hombres, después de pensarlo bien, cambiamos de ideas cuando queremos corregir nuestros errores y enmendar nuestros propósitos desatinados. 134. El almíbar que edulcora la vida es a menudo desnaturalizado irreflexivas por que una terminan onda de impulsividades causando un mar de insatisfacciones que atormentan la vida del hombre. 135. La mente humana, cual depósito de aguas cenagosas, tiene recovecos donde esconde ocultos secretos que sólo saltan a la vista cuando te decides a hurgar sus aguas, aparentemente cristalinas, donde están aposentadas suciesas pútridas que todo lo contaminan pero que no se ven a simple vista. 136. El hombre es tal vez el ser más difícil de entender y 50 tiene, al mismo tiempo, una enorme capacidad de complicarlo todo sin importarle mucho lo que le pase a los demás. 137. No hay acción más difícil que tratar con caracteres disímiles. 138. Hay docentes que con su negligencia propician la indisciplina y hay otros que con su arrogancia generan rebeldía. 139. El docente que exhibe su sapiencia e intimida con su rigurosidad, dista mucho de ser un maestro. 140. Tomar decisiones bajo los efectos de una molestia, te obligará a rectificar constantemente. Rectificar es de sabios, pero los sabios reflexionan antes de actuar. 141. Problemas hay en todas partes, abundan como las hojas; tu deber es enfrentarlos con diligencia y decisión y por supuesto, resolverlos. 142. En la misma medida en que los problemas se van presentando, tu espíritu se va adecuando y aprendiendo a resolverlos. 143. La escuela es realmente un nido de conflictos. 144. Si piensas que la profesión docente es sólo un medio para ganarte la vida, además de materialista, eres un ser con un horizonte muy limitado. 145. La indecisión obnubila la mente del hombre y obstaculiza sus oportunidades; y, por si fuera poco, lo remite al rincón donde moran los frustrados. 51 146. Aunque Dios tenga diferentes nombres que le han sido asignados por religiones y sectas creadas por el hombre, que representan diversas civilizaciones, culturas y creencias disímiles, que provienen de diversas regiones geopolíticas con costumbres ancestrales, en realidad sólo hay uno que es único y omnipresente. 147. Entre los conceptos de filosofía educativa, conceptualización pedagógica y el clásico concepto de educación, hay muchas similitudes pero también notables diferencias. Hay que estar ubicado dentro de algunas de las contextualizaciones para saber a cuál de ellas atenerse. 148. Dentro de un contexto o un postulado cualquiera, llegar a la meta es el objetivo buscado que, aunque nada te enseñe en sí mismo, la obtención del objetivo te proporciona satisfacciones intrínsecas; por otro lado, el camino andado para llegar a dicha meta, te puede enseñar muchas cosas importantes, como por ejemplo, que todo caminante debe dejar una trilla en su camino para que sirva de orientación a los que vienen detrás. Esta referencia descifra el antaño enigma que dice: “¿Qué es más importante, el camino o la meta?” 149. Todo maestro debe dejar una trilla por el camino andado. 150. Tanto las instituciones educativas como los idiomas, son entes vivos sujetos a las contingencias generadas por la dinámica de su propio crecimiento y evolución. 52 151. La personalidad es la piedra angular sobre la cual el educador de hoy (y de otros tiempos también) edifican su propia filosofía educativa. Ojo con esto porque es de suma importancia. 152. La personalidad, además de ser un sello personal de distinción, en la profesión docente es el factor que genera e impulsa la certidumbre de sentirse maestro. 153. A diferencia del ayer, el futuro es un tiempo en la historia que no tiene nada que contarnos. Si especulamos un poco para tratar de razonar, podemos llegar a la conclusión de que cuando el reloj anuncie la llegada de un nuevo amanecer, ya ese futuro se ha vuelto presente, sólo que ahora pueden suceder varias cosas como: 1) que ese nuevo día repita la rutina del día anterior (cosa poco probable debido a la ley natural citada por Heráclito de Éfeso varios siglos antes de Cristo cuando dijo que “el hombre no se baña dos veces en el mismo río”; 2) que tus expectativas se tornen adversas y; 3) que el “sino” te sorprenda con un beneplácito inesperado. Pero como nadie conoce ni conocerá jamás el futuro, no nos queda otra alternativa que aceptar la premisa original que aparece en la primera línea del presente numeral. 154. Hay docentes que sin proponérselo, se convierten en un paradigma para muchos de sus alumnos, así como también entre éstos y sus ductores se generan corrientes afectivas (en ambos sexos) que muchas veces terminan en 53 enamoramientos que a veces se consuman. 155. Una piedra en nuestro camino bien pudiera ser un óbice insuperable o una prueba que el destino nos pone en la vía para ver cómo anda nuestro temple. 156. Los alumnos ayudados por sus maestros, deberían esforzarse en aprender para saber, no sólo para presentar un examen (Séneca). 157. El oficio de dar clases es una aproximación –nada despreciable– al arte y a la ciencia de educar. Ergo, educar y enseñar no son la misma cosa. 158. Aunque sabemos que entre enseñar y educar hay una sinonimia muy vinculante, no olvidemos que entre los dos vocablos hay grandes diferencias conceptuales y filosóficas. Así como también hay sinónimos que sólo lo son en ciertas contextualizaciones. 159. En eso de enseñar, que tiende a confundirse con educar, hay que tener claro que en educación formal es más importante enseñar aptitudes que conocimientos, sin menospreciar el valor de éstos. 160. Entre los conceptos referidos a los vocablos profesor y maestro, hay una gran afinidad, pero mi experiencia me ha enseñado que mientras un individuo de mediano nivel cultural o intelectual puede desempeñarse como profesor en determinada asignatura, los requerimientos para ser maestro son mucho más exigentes y complejos. 161. Todo docente se desenvuelve entre diversos entornos: 54 el entorno general, el familiar y el profesional. Cada uno de ellos es determinante en su accionar como docente. 162. ¿Será lo mismo la filosofía de una cultura que la cultura de una filosofía? 163. La educación de los pueblos está determinada por la filosofía de la sociedad. 164. La naturaleza de la sociedad está sujeta a los patrones culturales de su educación. 165. En la amplia diversidad de tipologías que conforman el género humano, hay dos que destacan que son estudiadas por la psicología: la del hombre de carácter firme en sus decisiones y la del hombre temperamental que actúa con acciones inesperadas. No confundir carácter con temperamento. 166. El logro de tus objetivos depende de la fuerza y el énfasis de tus propósitos. 167. Cuando hables con alguien míralo directamente a los ojos para saber si está diciendo la verdad. 168. La vida es la mejor escuela, allí aprendemos en nuestro hogar, en la escuela y también en la calle. 169. Si observamos con detalle, en la calle encontramos a muchos filósofos y sabios, independientemente de que hayan estudiado o no. 170. En nuestro entorno, muchas de las personas con quienes hablamos no dominan a plenitud el idioma materno, pero entendemos lo que quieren decirnos. 55 171. para Cada triunfo es una nueva cuenta para tu collar, no que lo exhibas sino para que lo disfrutes internamente y lo compartas cuando llegue el momento oportuno. 172. El ausentismo escolar de los padres o representantes es tan grave como el cometido por el alumno porque rompe el binomio que debe existir entre el hogar y la escuela. 173. El pedagogo de hoy, como el de Grecia ayer, es un ayo cuya mayor responsabilidad es guiar a los demás. 174. Dentro de la amplia gama de la comunicación escrita, que tiene sus rigurosidades gramaticales que la rigen, hay casos dentro de un texto que expresan un juicio o una palabra mágica donde se concentra la fuerza del contenido que, además del valor semiológico, nos sugiere algo que no vemos ni entendemos a primera vista pero que su fuerza subyace para que lo entiendan los lectores de mente acuciosa. Generalmente esto sucede cuando leemos una información, una noticia o un libro; siempre hay un algo que trasciende la realidad expresada, que penetra nuestro entendimiento y nos aclara la mente para entender lo que otros no han podido: es el mensaje subliminal. 175. Hay casos donde los hechos están inscritos en el ámbito de lo que aparentemente nos parece imposible; hechos o sucesos a los cuales catalogamos como milagros porque no le encontramos una explicación racional; o que son catalogados como coincidencias o circunstancias 56 inadvertidas por algunos científicos, pero los que somos legos en esta materia nos abstenemos de opinar. 176. Hay palabras o expresiones mágicas –casi siempre referidas a la historia– tales como las arengas que surten efectos impactantes. He aquí algunos ejemplos conocidos: “Si la naturaleza de opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”, atribuída al Libertador durante el terremoto de Caracas de 1812; “El que no espera vencer está vencido”, José Félix Ribas en 1814 poco antes de la batalla de la Victoria. 177. Cuando seas anfitrión y quieras causar buena impresión a tus invitados, nada más indicado y oportuno que un “¡Bienvenidos a ésta, su casa!” pero dicho con naturalidad y una sincera sonrisa en tus labios. 178. La Ninguna universidad forma un profesional completo. formación teórica tiene necesariamente que ser complementada con el trabajo. 179. Todo trabajo lleva implícito afrontar y vencer obstáculos. 180. Cada obstáculo superado es un bálsamo que tonifica el alma. 181. El poder hacer cosas es importante, pero más lo es el querer hacerlas. 182. La voluntad es un torrente de energía que doblega cualquier dificultad. 183. La escuela expositiva y la del trabajo tienen sus 57 ventajas y desventajas. Usarlas sabia y armónicamente es un secreto que debemos aprender los maestros. 184. En educación hay principios que coinciden con los de la medicina: son los que evitan que el mal suceda. 185. “El trabajo compartido pesa menos”, he allí lo que sustenta la necesidad de trabajar en equipo. 186. Si no delegas funciones y compartes responsabilidades, estás a un paso de convertirte en indispensable y por ende en un tiranuelo. 187. Ese aparentemente insignificante adminículo llamado elástica, con su estira y encoje, nos enseña mucho a ser equilibrados. 188. Sé tú mismo. No trates de parecerte a nadie. Mantén tu identidad. 189. La interrelación entre soma y psiquis es axiomática. 190. Si el deseo de progresar te hace soñar, tu problema es convertir tus sueños en realidad. 191. La comunión de pensamiento y acción conjuga la energía de tu cerebro con el ansia de tu corazón. No deseches sus bondades. 192. Repasar con frecuencia lo ya aprendido, es la forma más expedita de traer al presente eso que tenemos acumulado en nuestra memoria. No dejemos de releer lo que ya sabemos. 193. Algunos hombres, cual semovientes, avanzan hacia adelante porque ven a los demás que conforman el rebaño. 58 194. Cuando en tu camino encuentres a alguien que te alimente la fe y te reconforte espiritualmente, habrás conseguido a un sacerdote amigo. 195. Cuando alguien te ayude a recobrar el equilibrio corporal y emocional, habrás conseguido a un buen médico. 196. Finalmente, cuando encuentres a alguien que con su sabiduría y presencia de ánimo, en forma desinteresada te ayude a despejar las dudas de tu mente confusa, que con su luz ilumine tu destino incierto, que te dé un consejo oportuno y con su ejemplo te enseñe a ser un hombre de bien, te habrás encontrado con un maestro. 59 60 IV Cuerpo reflexivo didactológico Como la reflexión es un inapreciable don conque la naturaleza ha premiado al hombre, considero que ésta es una maravillosa oportunidad para hacer uso racional de ella y expresar aquí algunas conclusiones finales. Es por ello que he reservado este espacio para referirme a temas de tenor educativo que complementen lo expresado en el cuerpo central del trabajo al que, aunque breve y sencillo, le he dedicado el mayor esmero y cariño para que esté a tono con mis convicciones humanas y mis desvelos por la profesión docente, recogiendo parte de mi experiencia como maestro de vieja data y mis reflexiones personales en las que plasmo lo que humildemente considero mi visión filosófica sobre la educación y nada más propicio que hablar un poco sobre la didactología aristotélica complementada después de varios siglos por el eminente maestro Juan Amos Comenio en el siglo XVII con su “Didáctica magno”. Comienzo dándole prioridad al aspecto didactológico signado originalmente por el estagirita Aristóteles del aprender haciendo porque está demostrado fehacientemente, que nadie aprende completamente a hacer algo con sólo ver, sin ejercitarlo debidamente como lo señala la praxis. Recordemos que la biología hace honor a este precepto cuando establece que “la función hace al órgano” y que el vulgo ha popularizado diciendo que “órgano que no se ejercita se atrofia” válido para todo el organismo humano. De manera análoga asigno prioridad al aprender a vivir por considerarlo una necesidad básica para la coexistencia en esta 61 época de desajustes sociales y de convulsionamiento universal que está confrontando la sociedad humana. Teniendo en cuenta que la metodología general estudia la manera más expedita y práctica de resolver los problemas de aprendizaje de una manera científica y pedagógica en el menor tiempo y esfuerzo posible, por lo que su objetivo principal es hacer más asequible el conocimiento para los alumnos, estimo valioso razonar un poco sobre la manera como mis profesores en la Escuela Normal de Cumaná, enfocaron la enseñanza de idiomas extranjeros con una metodología equivocada, haciendo la salvedad de que aunque soy profesor de inglés, la metodología sobre ese tema no es mi fuerte, y si lo hago ahora es sólo con el propósito de ayudar a mis colegas activos, en el caso de que todavía se sigan cometiendo los errores metodológicos de épocas pasadas. Que me perdonen mis profesores de inglés y de francés en los años 40 del pasado siglo XX, pero debo señalar – muy agradecido y respetuosamente– que allí se equivocaron los metodólogos y los diseñadores de los programas de la época, cuando usaron y pusieron de moda para la enseñanza general, los métodos inductivo–deductivo y analítico–sintético que son, como sabemos, métodos propios de las ciencias experimentales, mientras que para la enseñanza del inglés se usa el oral approach que es específico para la enseñanza de idiomas. Los niños no aprenden a caminar si antes no aprenden a gatear y lo hacen en forma natural sin que nadie los enseñe. Cosa parecida sucede con la comunicación, ningún ser humano aprende a hablar sin pasar primero por la etapa del balbuceo, ni tampoco aprende a redactar apropiadamente si no domina las reglas gramaticales que rigen al idioma materno. Estas previsiones, por lo que veo, no fueron tomadas en cuenta por nuestros profesores de inglés y de francés, ni por los diseñadores de los 62 programas, pues pretendían que aprendiéramos el dominio de un idioma extranjero sin conocer siquiera su fonética y sin ejercitarlo ávidamente para aprender los secretos de su sintaxis, que es el numen de su gramática; por eso cometían errores garrafales tales como aspirar a que alguien conozca primero la gramática de un idioma que no domina. Al parecer los profesores desconocían los fundamentos que en la materia enseña la madre naturaleza. Algo similar sucede cuando los alumnos aprenden de memoria fundamentos científicos o de orden humanístico basados en el raciocinio sin haber estudiado un poco de filosofía que enseña a uno a razonar y a discernir. Para no hacer tan larga la explicación, demos un salto del presente donde se están operando cambios interesantes en el proceso de aprendizaje de los alumnos con la puesta en vigencia de la tecnología educativa, donde lamentablemente los directivos del Ministerio de Educación no ha tomado las previsiones para preparar a docentes y alumnos en el uso racional y adecuado de los nuevos implementos tecnológicos; por eso vemos como los estudiantes, por una parte, andan exhibiendo por las calles las tablets, como artilugios de distracción, mientras por la otra, sus padres y/o familiares usan los morrales tricolor para llevar al trabajo sus útiles de labranza. Ni se diga de cómo los estudiantes utilizan internet para sus trabajos de “investigación” donde hacen vulgares copias textuales de los contenidos, sin percatarse del valor cognitivo de los textos copiados. De eso, por respeto y discreción, me limito a citar sólo el hecho, pero hago la acotación correspondiente para decir que hay muchos testimonios que comprueban lo que aquí expongo. Respecto a la tecnología como auxiliar de la educación, no tengo ninguna objeción, todo lo contrario, pero sí traigo al tapete lo expresado años atrás por el filósofo germano Arthur Schopenhauer sobre su ancestral y siempre vigente observación que dice: “las ideas nacen preñadas”, lo cual he interpretado así: toda idea genera cambios y nuevas ideas, lo que empalma 63 con la otra parte de su postulado que a la letra dice así: “la solución de un problema genera nuevos problemas”, y yo agrego: y a menudo crean mayores complicaciones y además lo que hacen es “correr la arruga”. Este comentario viene a propósito, porque aunque la tecnología educativa –con buenas intenciones y propósitos– trata de ayudar en el proceso educativo de los países, simultáneamente está generando otras situaciones de mayor envergadura y dimensión. Me explico: mientras la tecnología con su nuevo instrumental y dispositivos electrónicos ha contribuido ha mejorar el trabajo de los docentes y a facilitar el aprendizaje de los alumnos, por otro lado, a los primeros les ha minimizado la capacidad y el esfuerzo creativo y a los segundos les ha limitado la facultad de pensar y con ello, el desarrollo de sus naturales facultades mentales porque se les atrofia, cumpliendo así el ciclo biológico citado anteriormente. Corolario: el exceso de facilismo inhibe la capacidad de pensar y de discernir de los alumnos. 64 Toque final A pesar de que durante la última centuria la educación ha experimentado notables cambios, tanto estructurales como funcionales y de orden filosófico, no ha podido deslastrarse de la poderosa influencia de los viejos tiempos que datan desde la era precristiana y presofista (ahora cobramos los emolumentos a los que Sócrates se opuso), asimismo podemos acotar que tanto el mismo Sócrates como su alumno Platón, ya no en un orden económico, decían que “la educación está al servicio del Estado y éste, a su vez, está al servicio de la educación”, de donde uno infiere que el Estado, imponiendo su hegemonía, imprime a la educación el énfasis y la orientación que más conviene a sus intereses circunstanciales. También nos toca recordar y tener muy presente que el hoy llamado Estado docente moderno, es una creación de la Revolución francesa en el siglo XVIII, de la cual fue ideólogo Jean-Jacques Rousseau, cuya vigencia está intacta a pesar de los años transcurridos. Finalmente hemos de agregar que la educación actual de nuestro país, tiene una permanente deuda histórica con la antigua Roma, pues a ella debemos la estructura de nuestro sistema educativo y la graduación académica de educación primaria, media y superior, además del sistema de becas para 65 estudiantes desvalidos económicamente y la inclusión de la cátedra del derecho romano en el pénsum oficial de nuestras universidades, hecho en el cual destacó brillantemente la acción del ilustre maestro y abogado romano Séneca, cosa que no llegaron a concretar sus antecesores griegos, a pesar de haber sido ellos los artífices de los inmensos beneficios de la educación del mundo occidental que aún estamos disfrutando hoy, cuando estamos avizorando el despertar de una nueva era de la educación para esta humanidad en la que lamentablemente, los políticos de alta factura de las grandes potencias, se han erigido en los policías del mundo que nos tienen bailando en el filo de una navaja… “así son las cosas...” amigo Oscar Yanes. 66 Profesor Carlos García Maneiro Microbiografia El profesor Carlos García Maneiro nace en Soro, Estado Sucre el 5 de Septiembre de 1928. Hijo de Aparicio García y Juana Maneiro, de quienes queda huérfano a muy temprana edad: su madre fallece al cabo de tres meses por complicaciones relacionadas con el parto y casi cinco años después fallece su padre en un barco en alta mar que era capitaneado por Ángel Custodio Vásquez (abuelo del profesor Andrés Manuel Rodríguez Vásquez). Se casa con Isabelina Silva en el año 1951 con quien tuvo cinco hijos, 13 nietos, 13 bisnietos y dos tataranietos. Cursa la educación primaria en dos etapas: la primera en la Escuela Federal Unitaria Nº 714 (no graduada, 19351944), en su pueblo natal con la maestra Juanita; y la segunda 1944-1946 en la Escuela Federal graduada “Manuel Isava” de Güiria donde culmina el 6to Grado. Luego continua sus estudios en educación media en la Escuela Normal “Pedro Arnal” de Cumaná (1946-1950), título obtenido: Maestro Normalista; educación superior en el Instituto Pedagógico de Caracas (1958-1962), título obtenido: Profesor de Inglés; Mejoramiento Profesional en la University of Wisconsin-Milwaukee, EEUU (1964-1965), título obtenido: Administración Educativa; Michigan State University (1965), título obtenido: Técnica de Comunicaciones. Durante su estadía en los Estados Unidos asiste a una Convención de Directores de Liceo (1965) viajando de Milwaukee a Miami; luego se presenta en la Convención de Supervisores de Educación realizado en Madison capital de Wisconsin, de cuya experiencia surge el libro “Manual de Supervisión Docente” publicado por el Ministerio de Educación en 1975; finalmente en el Instituto Pedagógico de Maturín, realiza los cursos de mejoramiento profesional en Manejo de Recursos Humanos, Planificación Educativa y Evaluación de los Aprendizajes (1972). Experiencia laboral: 1950-1952, oficinista en Caripito, Quiriquire y Jusepin en el Estado Monagas con la Creole Petroleum Corporation; 1953, taxista en Caracas hasta finales de año cuando se incorpora al Ministerio de Educación como maestro de 4to grado en la escuela “Sanojo” de Santa Teresa del Tuy, Estado Miranda; 1954-1957, Grupo Escolar “Miranda” de Ocumare del Tuy, como maestro de 6to grado; 1957, “Escuela Artesanal de los Mecedores de San José”, Caracas de donde fue trasladado al Grupo Escolar “Luis Enrique Mármol” del 23 de Enero de Caracas; 1958-1960, liceos “Santiago Key Ayala” (diurno) y “Rufino Blanco Fombona” (nocturno); 1962, al graduarse de profesor, es nombrado director del Liceo “Lazo Martí” de San Fernando de Apure; 1964, es nombrado director del Liceo “Roscio” de San Juan de los Morros, Estado Guárico y al final de ese mismo año es becado por el Ministerio de Educación para hacer un posgrado en los EEUU; 1965, de regreso al país es nombrado Supervisor de Educación Media para los Estados Guárico, Apure, Amazonas, Anzoátegui y Bolívar; durante ese tiempo, por solicitud de unos amigos periodistas, redacta los estatutos de la Asociación de Periodistas de Venezuela seccional Monagas y Delta Amacuro, por lo cual es nombrado Miembro Honorario de esa asociación; a los pocos meses, es nombrado Profesor a dedicación exclusiva del Instituto Pedagógico de Barquisimeto como Coordinador Docente, y luego jefe de Departamento, donde crea y ejerce la cátedra de 67 Actividades Extracurriculares; a los dos años, en 1969, es trasladado al Instituto Pedagógico de Caracas donde se encuentra con dos viejos amigos, también catedráticos, el Doctor Luis Beltrán Prieto Figueroa y el Doctor Reinaldo Leandro Mora quien ejercía el cargo de Ministro de Educación; luego de cuatro años, a finales de 1971 es designado para integrar la Comisión que fundó el Pedagógico de Maturín donde se inicia como Jefe de la sección de Inglés y simultáneamente Jefe del departamento de Humanidades y Ciencias de la Educación; obtiene la clasificación de profesor titular en 1973; y finalmente es jubilado el 1 de Marzo de 1979. Actividades gremiales: Secretario de Organización de la Federación Venezolana de Maestros del Estado Apure; miembro de la junta directiva del Colegio de Profesores de Venezuela en Caracas y delegado a la convención nacional de la seccional 1; miembro de la primera junta directiva de la Asociación de Profesores del Pedagógico de Maturín, llegando a ocupar el cargo de presidente; delegado a la convención nacional del Colegio de Profesores de Venezuela por el Estado Monagas y Delta Amacuro. Otras actividades realizadas en Maturín: cursos de Relaciones Humanas al personal paramédico, camilleros, y enfermeras auxiliares del Hospital “Manuel Núñez Tovar” de Maturín, con duración de 15 horas; sendos cursos de Relaciones Humanas al personal administrativo y obrero del pedagógico con duración de 15 horas respectivamente; miembro de la comisión que redactó el Reglamento Interno del Instituto Pedagógico de Maturín; creador de la oficina de Relaciones Públicas; miembro de la Comisión de Clasificación del Personal Académico; presidente de la comisión que organizó los actos protocolares de la primera graduación del Instituto Pedagógico de Maturín; creador del departamento de Práctica Docente del Instituto Pedagógico de Maturín; redactor de los estatutos de la Asociación de Profesores del Tecnológico de Carúpano; organizador y realizador de los actos protocolares de la Primera Promoción de Técnicos Superiores del Tecnológico de Carúpano, con previa autorización de su Director. Honores recibidos: más de 60 diplomas de reconocimientos de los cuales destacan: Orden 27 de Junio, tercera clase, otorgada en Miraflores por el Presidente Dr. Rafael Caldera; la de segunda clase otorgada por el Presidente Carlos Andrés Pérez; Botón Maestro Prieto otorgado por la Asociación de Profesores del IPM; Orden “Simón Rodríguez” otorgada por la Asociación Nacional de Jubilados de la UPEL; Reconocimiento Internacional (placa) de la Asociación de Educadores de Latinoamérica y el Caribe (la tercera del país) escoltando a Pablo Freire de Brasil, José Portuondo de Cuba, Luis Beltrán Figueroa y Luis Mariano Rivera de Venezuela; Doctor Honoris Causa otorgado por la UPEL en Maturín el 24 de Octubre del 2014 con 86 años de edad. Publicaciones: Manual de Relaciones Públicas (1967), Instituto Pedagógico de Caracas; Educadores o Dadores de Clases (1970), Instituto Pedagógico de Barquisimeto; Manual de Supervisión Docente (1975), Ministerio de Educación; Reflexiones de un Educador (1992), Instituto Pedagógico de Maturín; Una Aproximación al Perfil del Docente Venezolano (1993), separata de la revista de la Asociación de Educadores de Latinoamérica y del Caribe; Pedagogía en Acción (1994), Fundación UPEL-IPM; Cátedra de Reflexión Pedagógica (1996), Fundación UPEL-IPM; Principios que Orientan la Labor de un Buen Docente (1997), Instituto Pedagógico de Maturín; Educación, un Reto de Ayer, 68 Hoy y Siempre (2005), FEDEUPEL; La Gran Diferencia (2008), Instituto Pedagógico de Maturín; Señor, Enséñeme a Ser Maestro (2010), Instituto Pedagógico de Maturín – Universidad Pedagógica Experimental Libertador; De mi ideario pedagógico (2021), Instituto Pedagógico de Maturín, Ediciones HumanArtes; además de más de 100 artículos de prensa de índole variada publicados por el Universal de Caracas, El Impulso de Barquisimeto y el Oriental de Maturín. Inéditos: Una Aproximación al Perfil del Docente Venezolano (2007 versión corregida y ampliada); Educadores o Dadores de Clases 40 años después (2011); Zafra Otoñal (guía didactológica para docentes que se inician); Compendio de Incidencias Presentes en la Filosofía de la Cotidianidad y otros Detalles. 69 Revista HumanArtes Especial Monográfico N° 7 Maturín, 2021 70 71