1 de junio de 2021 Como se relaciona la ética profesional con las actuales condiciones laborales de los docentes Estudiante: Valeria Valenzuela Hinojosa Profesor: Eric Carafi Asignatura: Ética profesional docente Carrera: Pedagogía en inglés Mucho se ha hablado de la ética profesional y su incidencia en la práctica docente día a día, al mismo tiempo se discute acerca de los actores del proceso de aprendizaje y sus principales características para llevar a cabo dicho proceso y tal como se ha estudiado hasta ahora, diferentes conceptos salen a la luz a la hora de referirse a la labor del profesor o profesora. Para comenzar: ¿qué se entiende por ética? Desde sus orígenes en la antigua Grecia, la Ética es entendida como un “tipo de saber normativo, esto es, un saber que pretende orientar las acciones de los seres humanos” (Cortina, Orts & Navarro, 1996). Una vez entendido esto, diferentes concepciones entran a discusión como la moral, las virtudes, los defectos, etcétera, que afectan todo ámbito de la vida en comunidad de la cuales los seres humanos somos partícipes. Dicho esto, ¿cómo se relaciona la ética con la profesión docente? Para responder esta pregunta es necesario reflexionar acerca del rol docente en la sociedad actual, el cual es visto como un guía entre los estudiantes y el conocimiento no solo en temas de contenido, sino al mismo tiempo como un guía moral que entrega valores, valores que son traspasados al estudiantado en función de la Ética y la moral con el objetivo de inculcar a los educandos los saberes normativos para orientar sus acciones del futuro y del hoy. Siguiendo esta misma línea, “la ética profesional docente constituye la expresión, compromiso y responsabilidad moral del docente ante su profesión.” (Ramos, López, 2019) por lo que para alcanzar dicho objetivo el profesor o profesora es poseedor o poseedora de virtudes propias de su cargo, entre ellas la coherencia y la tolerancia que, según Freire en uno de sus trabajos, “Sin ellas es imposible realizar un trabajo pedagógico serio, sin ella es inviable una experiencia democrática autentica; sin ella la practica educativa progresista se desdice” (Freire, 2012: 79). Al mismo tiempo se reconoce el respeto y la valoración de la diversidad cultural y comprometido o comprometida a realizar una labor de servicio a la comunidad no solo guiando al aprendizaje de contenidos como ya fue mencionado antes, sino que al mismo tiempo como un apoyo afectivo y guía moral para los estudiantes. Teniendo esto en cuenta es posible establecer que el docente desempeña un rol especifico en la sociedad, sociedad que espera todas las características mencionadas anteriormente presentes en el docente para lograr un aprendizaje significativo y duradero en el tiempo. Un proceso en el cual hay más actores necesarios además del estudiante y el profesor o profesora, no es de extrañar que en todo el proceso de desarrollo o aprendizaje la presencia familiar en la vida del estudiante es de mucha importancia como es expresado por Lopez y Guiamaro “El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres (o cuidadores) y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad” (Lopez, Guiamaro, 2016). Enfatizando en la importancia de los cuidadores en la infancia y adolescencia, siendo éstos los primeros que nos acercan a la Ética y la moral señalando lo que es “correcto” e “incorrecto” dependiendo de cada realidad diferente. Sin embargo, es una realidad que hoy en día existe una gran cantidad de niños y adolescentes en el sistema escolar que se ven a sí mismos sin el apoyo familiar suficiente para un propio desarrollo lo que a significado una responsabilidad que recae en los docentes al estar involucrados con la multiculturalidad y realidad de su estudiantado. El problema recae principalmente en la concepción del docente como un ser altamente moral “distinguiendo claramente lo que es la ética, como disciplina racional, de la moral, como el conjunto de valores y normas pertenecientes a una tradición social” (Sierra, 2003) Lo que técnicamente es correcto, a veces es de cierta manera aprovechado por diferentes sujetos aludiendo al termino vocación que al relacionarlo a la ética profesional se refiere “al ético vocacionado el cual es el hombre al que verdaderamente preocupa el bien de los hombres concretos y que confía en que la reflexión filosófica puede contribuir esencialmente a conseguirlo.” (Cortina, 2012) de manera de justificar malas condiciones laborales que deberían ser soportadas. Olvidando a ratos que al igual que los estudiantes, los docentes al mismo tiempo se encuentran en constantes procesos de cuestionamientos y crecimiento personal. Las condiciones laborales anteriormente mencionadas desde antes de la pandemia que se está viviendo hoy en día, ya tenían muchas mejoras pendientes. Condiciones que, con el impacto del confinamiento y la educación remota, se han visto muy afectadas. Si bien la educación remota ya existía desde hace tiempo, no era la forma tradicional en el sistema educativo primario, secundario y superior. Lo que significó un fenómeno de improvisación de parte de las instituciones y ciertos límites establecidos con la forma presencial se fueron desvaneciendo en el día a día. Este hecho “se complejiza aún más al considerar los desafíos que se le asignan a la escuela como institución educadora, lo cual muy pocas veces corresponde con los recursos con los que cuenta” (Beniscelli, 2010). Debido a la improvisación empleada muchos docentes se han visto sin las condiciones de realizar clases de manera remota incluso en algunos casos teniendo que costear equipos, conexión o suscripciones a diferentes plataformas para realizar las clases. Debido al compromiso existente del docente hacia los estudiantes y su aprendizaje es común encontrarse con situaciones en los que el profesor o profesora realiza sobre esfuerzos de los que no debería hacerse responsable por ejemplo, el material didáctico: es esperable que las instituciones se hagan cargo de dicho elemento y muchas veces no es así pasando así a ser responsabilidad del instructor y debido a la concepción y rol que tiene este profesional en la sociedad muchas veces se minimizan esas injusticias normalizando precariedades que las instituciones deberían garantizar. Por todo lo expuesto con anterioridad, es importante destacar que los docentes al igual que todos los sujetos de la sociedad poseen más facetas además de la profesión ejercida. Por lo que la Ética y las virtudes como la tolerancia, la coherencia, el respeto por la multiculturalidad del estudiantado deben estar presentes en un sujeto dispuesto a desempeñar la labor pero que al mismo tiempo no significa que este sujeto deba postergar sus propias necesidades respecto al tiempo y salud mental. De igual manera los docentes deben poner límites para que sus necesidades mencionadas no se vean pasadas a llevar siendo como ya fue mencionado antes, coherente con los mensajes entregados a los estudiantes educando en función de la Ética. Sin duda hay mucho por mejorar y para eso es necesario destacar la importancia de esta labor y la incidencia de la misma en la sociedad. Bibliografía Arratia Beniscelli, A. (2010). Desempeño laboral y condiciones de trabajo docente en Chile: influencias y percepciones desde los evaluados. Cortina, A., Orts, A. C., & Navarro, E. M. (1996). Ética (Vol. 4). Ediciones Akal. Cortina, A. (2010). Ética Mínima: Introducción a la Filosofía Práctica(Revisado ed., Vol 3). Tecnos. https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=322500 Freire, P. 2012. Cartas a quien pretende enseñar. Título original: Professora sim; lia ñao: cartas a quem ousa ensinar. [Traducción: Stella Mastrangelo]. Madrid: Editorial Biblioteca Nueva S.L. López, G., & Guiamaro, Y. (2016). El rol de la familia en los procesos de educación y desarrollo humano de los niños y niñas. Ixaya. Revista Universitaria de Desarrollo Social, (10), 31-55. Sierra, J. A. J. (2003). Influencia tácita del profesor y educación moral informal. Revista española de pedagogía, 153-171.