Trebulco School Lenguaje y Comunicación 11th Oak Nemo Zhang La clase obrera en El delincuente, El vaso de leche y otros cuentos de Manuel Rojas El delincuente, El vaso de leche y otros cuentos (1981) escrito por el autor chileno Manuel Rojas es una obra compuesta en total de nueve cuentos breves. Y todas las historias se centran específicamente en las vidas obreras y diferentes situaciones de enfrentamientos a la pobreza. El autor chileno nació en el año 1896, 8 de enero en Buenos aires y falleció el 11 de marzo de 1973. Su estilo de narración es distintivo por la forma que toca los temas cotidianos y condiciones humanas, incorporando a la literatura pequeños detalles para mostrarnos la realidad de la sociedad. Lo que más me llamó la atención y, por ende, el objetivo de este ensayo es un análisis de las características comunes de la clase obrera tomando algunos cuentos como referencia. Para iniciar, los relatos creados por nuestro escritor son ficciones que, al ser narrado de una forma, otorga un sentimiento de cercanía y autenticidad. Aquello resultado es conseguido porque todos los personajes que aparecieron en su obra eran gente que conoció durante sus años de juventud, cuando tenía que realizar diversos oficios para mantenerse él y su madre económicamente. Allí es donde ganó las experiencias como ayudante de electricista, trabajador de agrícola, pintor de carruaje, cuidador de lanchas y hasta peón cordillerano del Ferrocarril transandino. Como ha dicho Terry Eagleton: “Si sólo nos inspira la literatura que refleja nuestros propios intereses, cualquier lectura es una forma de narcisismo” (Eagleton 207), la literatura no sólo tiene el objetivo de entretención sino también nos enseña a ser empático hacía algo desconocido y lejano, intentar salir de nuestra zona de confort y comprender el mundo de una manera más completa. Iniciándome con el cuento “El delincuente”, nos encontramos en un conventillo con la descripción de “Como usted ve mi conventillo es una pequeña ciudad, una ciudad de gente pobre entre la cual hay personas de toda índole, oficio y condición, desde mendigos y ladrones hasta policías y obreros” (Rojas, 15), a través de eso se refleja el modo de vivencia que tiene la clase obrera, obligados a estar en un espacio estrechado, con una condición de vida miserable como animales preocupados solamente de la sobrevivencia. Es evidente que son personas quienes no tienen el suficiente recurso básicos para la subsistencia, y residen en el grupo donde es intercambiado su trabajo duro por un sueldo comparativamente bajo. En el cuento, el joven ladrón es descrito como un hombre común y corriente sin agregarle imagen de agresividad o maldad, dicho de otra forma, nos causa un sentimiento de compasión ya que, la pobreza es la causa de la delincuencia y para algunos de ellos, es la única forma de sobrevivir bajo una sociedad altamente presionada. “Veo que siempre andan pobres, perseguidos. miserables: cuando no están presos andan huyendo: los tratan mal, les pegan, nadie puede estar cerca de ellos sin sentirse deshonrado. Cuando le roban a uno, le da rabia con ellos; cuando los ve sufrir, compasión” (Rojas, 31), por el otro lado, nos muestra una realidad de que la delincuencia es mayor en sitios más pobre, como el conventillo de esta historia. ¿Y por qué surge esta realidad, si robar lugares con mayores riquezas es lo más lógico? En la actualidad, gran parte de las ciudades latinoamericanas participa activamente en los procesos de reestructuración capitalista, caracterizados por cambios en la informatización y flexibilización de los mercados, en las nuevas formas de tecnología y comunicación, además de transformaciones en la dinámica productiva (...) Uno de los resultados de este desarrollo ha sido la generación de nuevas formas de configuración espacial caracterizadas, entre otras cosas, por fragmentación social, polarización y segregación residencial (Ortega, 2014). La cita anterior extraída de la revista EURE, un archivo llamado “Criminalización y concentración de la pobreza urbana en barrios segregados. Síntomas de guetización en La Pintana, Santiago de Chile” (2014), explica la verdad sobre la segregación espacial, y el efecto negativo que éste causa hacía los barrios humildes ya que, como ocurre en este cuento, el joven al ser abandonado por la sociedad a una edad temprana, es afectado por el contexto barrial y la ausencia de oportunidades, se ve obligado a iniciar robos y delitos en su mismo barrio por lo mencionado anteriormente, de aislamiento social y espacial. Por ende, la gente de clase baja es perjudicados por esta desigualdad en término de acceso de bienes, oportunidades, nivel de seguridad y calidad de vidas. Por último, el elemento final de este cuento me hizo reflexionar sobre el sentimiento del peluquero: “cansados, con los rostros pálidos y brillantes de sudor, sin hablar, tropezando en las veredas malas, con la boca seca y amarga, las manos sucias y algo muy triste, pero muy retriste, deshaciéndose por allá dentro, entre el pecho y la espalda” (Rojas, 41). A través de la descripción puedo inferir la desolación y cansancio del peluquero, una empatía formada hacía el ladrón y una comprensión de las dificultades de toda la gente de clase obrera porque al igual que el ladrón, también es uno de ellos. “El dinero es una bagatela y completamente convencional, y nada por naturaleza, porque si cambian las normas convencionales no vale nada ni es de utilidad para nada de lo necesario, y muchas veces, uno que es rico por su dinero, llega a carecer del sustento indispensable” (Aristóteles, 79), afirmó en su obra Política (330-323 a.C.) el uso natural, o la base del mercado es el alimento y los productos indispensables, recién en el segundo lugar es el comercio de la compraventa o el intercambio en valor monetario. Por esta razón, en el cuento “Un vaso de leche” narra de un joven que tiene el bolsillo vacío, desesperado por la situación y dolorido por la hambruna, necesitaba dinero de inmediato para a cambio de alimento. En este caso es una miseria extrema de la cual, omitiendo su escasez material, ni siquiera es capaz de sustentar sus necesidades básica para sobrevivir. “Sin pagar, dispuesto a que lo avergonzaran, a que le pegaran, a que lo mandaran preso, a todo; lo importante era comer, comer, comer” (Rojas, 49). Así, derrumbándose el joven de su límite, cesó de preocuparse ya por su orgullo y dignidad, ingresa a una tienda para tomar un vaso de leche sin poder pagarse a la dueña. Cabe añadir un detalle de la historia, cuando el joven intenta ganar dinero siendo cargador de vapores, trabajó duramente disimulando su estado débil, aun así no consiguió la plata para alimentarse por reglas del sistema, de esta manera, es reflejado el evidente plustrabajo que produce bajo el sistema capitalista según El capital (1867) de Karl Marx: “El segundo período del proceso de trabajo – aquel en que el obrero rebasa los límites del trabajo necesario – sin duda le cuesta trabajo, gasto de fuerza de trabajo, pero no crea valor para él” (Marx, 220). La clase obrera son forzada a trabajar largas horas y duros labores, recibiendo un mínimo sueldo y siendo fáciles de ser reemplazado el puesto ya que el modelo fordista de producción no necesita gente con técnicas especializadas. Son una clase social explotadas y esclavizada por la sociedad, constantemente preocupados por la comida del día mañana y la forma de sustentarse para los próximos. Continuándome con el cuento “Pedro el pequenero”, una historia narrada por un anciano sobre un hombre llamado Pedro González, el pequenero famoso. Este hombre era conocido por los pequenes que producía de forma casera, los cuales eran muy populares entre los borrachos del pueblo. Sin embargo, fue llevado por la ola del vicio y empezó a perder la calidad de sus productos, lo cual en consecuencia terminó en una quiebra del negocio. En este cuento Pedro era inicialmente un hombre que poseía habilidades artesanales para crear un valor de uso y de cambio en la mercancía del pueblo, en lo que le producía un ingreso relativamente elevado. ¿Entonces, cuáles fueron los factores que causaron este fracaso? “Poco a poco su casa se fue llenando de amigos; brotaron como callampas después de la lluvia, y empezaron a hacerle perder el tiempo y a olvidar sus ocupaciones” (Rojas, 137), pues el entorno social o el contexto barrial es un factor importante, aunque muchos no lo crean, los consumidores borrachos que Pedro tenía y posteriormente hizo amistad le fueron afectando con el tiempo, pasando poco a poco sus límites hasta perder por completo sus principios y finalmente cayó en el vicio del alcohol. Por la otra parte, se puede deducir a través de sus acciones que él no era muy consciente del concepto de la economía como: “Administración eficaz y razonable de los bienes” según la RAE, ya que, al obtener una gran cantidad de riqueza, no supo administrarla de manera adecuado como para una acumulación de bienes y probablemente una transformación en capitales que le podría haber dado mayores riquezas todavía. Es así que, la clase obrera tienen una mayor tendencia de perder sus bienes por el descuido de éste, obstaculizándoles hacía un desvío que terminaría en un ciclo eterno. Por último, el cuento “Un mendigo” nos muestra otra realidad irrebatible, en el que el protagonista Lucas Ramírez al decidir irse a visitar su amigo quien le había dado la dirección antes de que saliera del hospital, se encontró en una calle repleta sin poder llegar a la dirección dada. En el momento que intentó pedir ayuda hacía la gente del alrededor, un prejuicio inesperado cayó encima de él por su forma de vestir, las personas dieron por hecho que era un mendigo y le otorgaron limosnas. Este acto involuntario muestra el prejuicio que existe hacía la clase social baja, es decir, son vistos como personas inferiores con sus orgullo y dignidad devorados por la penuria, pero la verdad es que, el protagonista se sintió humillado y despreciado: “Se quedó allí parado y de pronto empezó a llorar suavemente, con pequeños gemidos, así como lloran esos perrillos” (Rojas, 69), pero no tiene la suficiente fuerza para negar el valor del dinero, sin poder rechazar la opción, admite y rompe sus principios silenciosamente para sobrevivir este invierno. Finalmente, los cuentos de Manuel Rojas nos muestran el otro lado de la sociedad, donde la clase obrera experiencia otra realidad de la cual, yo no tuve la oportunidad de vivirla. La experiencia de preocuparse constantemente por el pan del día mañana o la única opción es de salir a robar para sobrevivir, son vidas de muchas personas hasta el día hoy; la cuerda del cautiverio que los son atados y encerrados de esta secuencia por muchos factores, injusticias y desigualdades se repite sin fin, y esta obra nos hace entender y simpatizar un poco más con la realidad, sin caernos en los prejuicios y mantener la consciencia social, valorar la fortuna nuestra y respetar de los otros.