Testimonios de beneficiarios por la donación de sangre Robin Sánchez, ciudadano venezolano cuenta la historia de su padre, Robin A. Sánchez, quien fue beneficiado por la donación de sangre Repentinamente, hace un año, mi padre Robin A. Sánchez de 54 años de edad sufrió una baja de glóbulos rojos a 3 millones de células/mcL., lo que colocó en riesgo su vida. Los médicos nos solicitaron con carácter de urgencia la búsqueda de 8 donantes de sangre tipo O- para poder compensar los niveles de hemoglobina tan bajos que tenía. Ante tan desesperante situación pasamos una semana tratando de conseguir donantes de sangre, cosa que se hizo imposible, hasta que logramos conseguir la ayuda del Banco Municipal de Sangre en Caracas, Venezuela, a través de la OPS. Luego de recibir la transfusión le hicieron los exámenes pertinentes donde se descubrió que tiene una Anemia Hemolítica Autoinmune, de manera que estábamos viviendo solo el principio del largo camino por recorrer. Durante un año se continuó sacando (de urgencia) a mi padre al hospital para recibir transfusiones de sangre que lo ayudarían a disminuir los riesgos implícitos de tener los niveles tan bajos. Hoy, dos años después de esa pesadilla y gracias a la colaboración de todos aquellos hombre y mujeres que de forma voluntaria y sin interés alguno de lucrarse acuden día tras día a los bancos de sangre para donar un poco de vida a aquellos que se encuentran en una etapa difícil e inesperada de la vida, mi padre lleva una vida totalmente normal y con ganas de seguir luchando. Héroes no son sólo los que pelean o combaten por la libertad de nación: hay héroes que ayudan a dar vida y afirmar la esperanza de aquellos que pasan por un momento difícil. “Gracias por ser parte de mi vida, gracias por darme esperanzas, por darme la oportunidad de seguir disfrutando de conocer a mis nietos, de valor más la vida, gracias simplemente gracia, porque a través de tu donación pudiste darme vida, gracias porque aún sin conocerme decidiste ser el héroe/heroína de mi vida y mi familia”. Robin A. Sánchez. Luis A. Vidal, ciudadano venezolano, narra el testimonio de su madre Sra. María Ester Serodio de Vidal, quien fue beneficiada por la donación de sangre En noviembre de 2007, mi madre presentó problemas de arritmia cardíaca que ameritó que le realizaran un cateterismo. Lamentablemente el punto de la arteria a la altura de la ingle por el que hicieron el cateterismo, no cicatrizó y a los días de la intervención, mi madre comenzó a presentar una disminución importante en sus niveles de hemoglobina en la sangre, producto de una fuerte hemorragia interna. Los médicos comenzaron a aplicarle transfusiones de sangre de forma muy frecuente. En ese momento contactamos a través de la OPS a la Licenciada Lía Talavera (Coordinadora de Bancos de Sangre del Ministerio del Poder Popular para la Salud), quien nos prestó ayuda de manera inmediata. A través de esta experiencia me gustaría resaltar, en primer lugar la excelente disposición de los distintos organismos involucrados en el tema y nuestro eterno agradecimiento por su actuación, pero por sobre todas las cosas, la importancia que tiene el donar sangre. El valor que tiene para la sociedad, la colaboración de todos aquellos hombres y mujeres que de forma voluntaria acuden a los bancos de sangre para donar un poco de vida a aquellos que atraviesan por un momento delicado en la vida. En aquel momento la beneficiada de esa ayuda fue mi madre (y con ella toda mi familia), mañana puede ser cualquier familiar o persona querida. Germania Padilla Marmolejos, empleada de la OPS en República Dominicana y beneficiara de la donación de sangre voluntaria El 11 de noviembre del año 2000, resulté lesionada en un aparatoso accidente automovilístico causado por un conductor bajo los efectos del alcohol, lo que provocó desplazamiento de fémur, rotura de cadera en tres partes, la pelvis dividida en dos y la vena femoral seriamente afectada. Fui intervenida quirúrgicamente en delicado estado de salud debido al derramamiento profuso de sangre, por lo que hubo la necesidad de transfundirle 10 unidades de sangre. Durante el tratamiento fue necesaria una segunda cirugía que también requirió varias transfusiones adicionales. Hoy en día, vivo con una prótesis en la pelvis y sufro problemas en las vértebras cervicales, pero quiero resaltar que gracias a la donación voluntaria de otras personas, mi vida fue salvada. Iris Soveida Padilla Durón, ciudadana hondureña, empleada de la OPS en Honduras, quien ha sido beneficiada por la donación de sangre Soy Iris Soveida Padilla Durón de Honduras y tengo 51 años de edad. A los 22 años me diagnosticaron Aplasia Medular por lo cual fui sometida a múltiples transfusiones repetidamente en Honduras; los donantes han sido mi familia (primos, tíos, amigos cercanos, mis compañeros y donantes desconocidos), gracias a todos esos actos generosos de donación sobreviví. Durante los subsiguientes cuatro años fui estabilizándome y aunque mis niveles sanguíneos no eran normales eran bastante aceptables y no necesitaba transfusiones, se me brindaba un medicamento (Oximetalona) que es un andrógeno que estimula la médula para que produzca sangre. En 1987 quedé embarazada y a partir del tercer mes de embarazo se me transfundía tres unidades cada 20 a 25 días, mi hija Milagro Alexandra nació a los 8 meses de gestación el 17 de junio de 1988 en Houston, tuvieron que recurrir a transfundirme glóbulos empacados y plaquetas en grandes cantidades durante el parto. Al mes de nacida tuve una recaída severa y de nuevo transfusiones. A los seis meses de nacida fue sometida a una segunda dosis del tratamiento de nuevo en Houston. Compartir que en cada cumpleaños mío o de mi hija Milagro pedía que se me permitiera verla un año más, recuerdo que entre algunas de tantas peticiones fueron verla en su primer cumpleaños, en su primer grado, en su sexto grado, en sus quince años, en su graduación de colegio, en su graduación de universidad (que fue el 15 de diciembre del 2012) y hasta la fecha se me ha concedido cada una de ellas, por lo cual puedo decir que me siento plena y agradecida. El caso es que el camino ha sido largo y sin embargo siempre que he tenido una recaída y necesitado sobrevivir se me ha transfundido. Mi última recaída severa fue en 1998 y se me transfundió tres unidades de glóbulos empacados. Posteriormente en 1990 se me diagnosticó necrosis de cadera a consecuencia del uso de altas dosis de esteroides usados en los tratamientos en EUA, por lo que fuí sometida a una descompresión de mi cadera izquierda sin necesidad de transfusiones. En la actualidad los médicos definen mi condición como una Hipoplasia medular y desde aproximadamente 1 y ½ a 2 años no puedo conseguir el medicamento, mis niveles han descendido pero me permiten estar bien hasta el momento. Desde mi experiencia personal puedo decir que Gracias a Dios, Mi familia y las donaciones de cada una de las personas que han aparecido en mis momentos de necesidad sanguínea me han permitido continuar viva. Hoy puedo compartir que gracias a la generosidad de otros vivo cada día como una ganancia y me permito brindar mi tiempo, apoyo, compañía y ayuda en todos los casos independientemente con la convicción que cada día de vida ha sido un regalo. Testimonio de Claudia Calderón, empleada de la oficina de la OPS en Chile, donante voluntaria de sangre Desde el terremoto en Chile 27/F, soy donante voluntaria en la Posta Central de Santiago (Portugal esquina Diagonal Paraguay). Mi grupo de sangre es 4RH Negativo, debiera concurrir cada 4 meses pero no he ido este año porque en enero doné sangre a una familiar que estaba internada en la Clínica Alemana. Aunque ahora podría ir porque ya pasaron 4 meses. Elegí la Posta Central porque ahí llegan las emergencias y también la gente con menos recursos. El ser donante de sangre te obliga a ser más cuidadoso de tu salud, evitar los tatuajes por ejemplo, no consumir droga menos aun cuando hay intercambio de jeringas; también debes tener una conducta sexual responsable, no tener dependencia al tabaco o de alcohol, informar si tienes o has tenido alguna enfermedad indicada en el formulario que completas, etc. Se debe ser honesto al momento de llenar el formulario y en la entrevista con el médico antes de donar. Testimonio de Carmen De Urioste, ciudadana de Bolivia, donante voluntaria de sangre “Donar sangre me parece el acto más sencillo que un ser humano puede hacer por otro... te sientas, te pinchan y te vas y listo...has ayudado a alguien!!! Y la gente de laboratorios o del banco de sangre te lo súper agradecen como si estuvieras haciendo un acto heroico...así de fácil, no duele, no te toma casi nada de tiempo y encima te vas como héroe... Un placer! Ahora saber que has ayudado a alguien con tu sangre, no tiene precio! Para todo lo demás no hay MasterCard pero si Salud! Daysi J. Vásquez, empleada de la OPS en República Dominicana y donante voluntaria de sangre Lo que me motiva a donar sangre es el hecho de saber que con solo ese gesto puedo salvar una vida, puedo hacer feliz a una familia, o contribuir a que una madre disfrute la bendición de poder ver a sus hijos crecer. Me inspira además, que con mi ejemplo motivo a otras personas a donar y a salvar vidas. Me satisface ver como los que saben que soy donante voluntaria, se convierten en héroes, salvando vidas. La sangre que donamos no tiene precio, no importa tu condición económica o social. Lo he comprobado, cuando necesitas sangre solo un gesto de amor puede ayudarte. Julio Marchante, empleado de la OPS en Cuba y donante voluntario de sangre El Sr. Julio Marchante ha realizado 76 donaciones de plasma en el Banco de Sangre Provincial de la Habana. Este plasma será utilizado en la producción de Gamma específica en la industria farmacéutica. Los medicamentos que se elaboran a partir de los derivados del plasma son donados por compañeros que contribuyen a la salud de los pueblos de las Américas, cómo lo es el Sr. Julio Marchante, ¡Considerado un gran campeón de la donación! Marcos Jiménez, empleado de la OPS en El Salvador y donante voluntario de sangre Para mí la donación de sangre es algo que deberíamos hacer todos y todas, toda vez que no nos detenga algún inconveniente por haber sufrido alguna enfermedad o riesgo que nos impida hacerlo. El ser donante para mi es algo que me llena de satisfacción, ya que me he dado cuenta de haber ayudado a alguien, de haber salvado a alguien sin conocerlo y sin esperar nada a cambio. No se me han presentado inquietudes ni dudas en la transfusión cuando se me presentó la necesidad. Y gracias a los donantes voluntarios que posee la Representación de OPS, no fue necesario el requerimiento de donantes extras para reponer la cantidad de sangre que iba a necesitar. Adicionalmente, considero que la donación es un acto seguro para la salud del donante y el que recibe. Los mitos sobre si uno engorda al donar o recibir una transfusión, no estoy de acuerdo, pues no me pasó a mí. Las personas que trabajan en los bancos de sangre son muy profesionales y capacitados en el manejo que debe dársele a la sangre y a las personas. Un mensaje especial que quiero dar a las personas que puedan donar sangre para salvar una vida “no tengan ningún temor de hacerlo, al contrario, les beneficia de mucho para su salud y quedarán satisfechos de estar salvando una o mas vida”. Raúl Montesano Castellanos, donante se sangre y empleado de la oficina de la OPS en Paraguay, cuya madre fue beneficiada en el pasado por la donación de sangre Hace casi tres años, tenía a mi madre internada en un hospital de esta ciudad y me solicitaron cinco paquetes de sangre, previendo que se utilizaría para su tratamiento; tenía poco tiempo en el país y no muchos amigos, por lo que solicité a los compañeros de la Representación que hiciéramos una campaña interna de donación: la respuesta fue sensacional, en esa ocasión se recolectaron casi 30 paquetes y esta práctica se institucionalizó en nuestra oficina. Cada año se realizan entre dos y tres campañas de donación, con muy buenos resultados y estamos entre las organizaciones con mayor cantidad de donantes voluntarios permanentes del país. José María Parisi, empleado de la oficina de la OPS en Washington, DC., y donante voluntario de sangre He sido donante de sangre voluntario desde hace mucho tiempo, cuando estaba en el colegio secundario y tratándose de un caso de solidaridad por emergencia. Un muchacho del mismo colegio había sufrido un accidente y estaba muy grave recibiendo atención en un hospital regional de otra ciudad a 130 km de nuestro pueblo. Ante la dificultad para conseguir dadores del mismo grupo sanguíneo, seis personas fuimos trasladados en un automóvil de la comunidad a la vecina ciudad. Recuerdo haber estado muy nervioso e impresionado pero no sufrí, esa fue mi primera experiencia como donante. Sin embargo, no había llegado aún el momento de sentir el grado de solidaridad que ocurrió cuando un día vi en un programa de televisión que requerían con urgencia donantes con el grupo de sangre y factor igual al mío. Entonces pensé en la diferencia con los casos anteriores en que mi sangre habría ido a las reposiciones de un banco o simplemente para cumplir con la cantidad de donantes exigidos para la operación de un paciente. Ahora sería mucho más directo el uso e incluso tendría la oportunidad de conocer al receptor de la donación. Desde ese momento e ininterrumpidamente he donado más de 30 veces cada vez que se requería específicamente mi grupo sanguíneo, llegando a conocer un gran número de hospitales y clínicas de Buenos Aires y sus alrededores. En el año 2000 me trasladé a Washington, DC para trabajar en la OPS donde tuve la oportunidad de conocer entre otros a la gente del Programa de Sangre. De ahí en adelante comencé a trabajar en colaboración con el Programa de Malaria, debiendo discontinuar las donaciones por los frecuentes viajes a países amazónicos, y limitándolas solamente una vez por año cuando viajaba por vacaciones a mi país. Hace algún tiempo estando con mi esposa en la Iglesia de nuestro barrio en Buenos Aires nos enteramos que se necesitaba sangre B+ para una anciana de la comunidad. Como al día siguiente tenía mi vuelo de regreso a Washington, DC, fuimos entonces a registrarme para la donación. Un par de meses después llegó a nuestro domicilio una caja de chocolates en nombre de la anciana agradeciendo el gesto humanitario. Quise entonces conocerla y en mi siguiente viaje fui hasta el domicilio de la tarjeta pero no tuve suerte, me informaron que desde hacía un tiempo la anciana había fallecido. Soy donante voluntario y después de cada donación siento la alegría y la satisfacción del deber cumplido. Tengo la bendición de ser sano y no haber contraído enfermedades transmisibles, por lo que recomiendo a todos aquellos que estén en condiciones similares, proceder de la misma manera. Testimonios de beneficiarios de la donación voluntaria de sangre Mónica Duque de Jarrín, empleada de OPS en Ecuador, cuenta la historia de su sobrina Maissa, beneficiaria de la donación y de su hijo, Rodrigo Eduardo Jarrín Duque, donante voluntario de sangre Tengo una sobrina de 8 años y sufre de leucemia, su nombre es Maissa y es un ser maravilloso, puro y valiente que está enfrentando su enfermedad con entereza y muchas ganas de vivir. Nos enteramos de su enfermedad en septiembre del 2012 y desde entonces toda la familia está pasando por esta dura prueba que nos da la vida. Sus padres, Cristina y Diego y su hermana Daniela de 15 años, son personas admirables que no han desfallecido ante esta lucha, la cuidan, la apoyan, la aman con todo su corazón y siempre están con ella añorando desesperadamente su recuperación. Ellos se apoyan en su familia y en Dios y estamos seguros que todo el esfuerzo y sacrificio de tan dura prueba la van a franquear. Maissa, que está pasando por varios procedimientos de quimioterapia en SOLCA, Institución a la que admiramos por todo lo que hace por tantos niños de este país, reciben las donaciones de sangre de nuestra familia que tienen la disponibilidad de hacerlo, así como plaquetas que pueden donar solamente los hombres. Mi hijo de 23 años, ahora convertido en donante de plaquetas, está dispuesto para hacerlo cada vez que lo necesitan, e inclusive y algo que me llena de orgullo es que a pesar de que no sea solo para su prima, lo sigue haciendo. Un día lo llamaron de SOLCA para pedirle ayuda para una persona que estaba en terapia intensiva y lo hizo sin ningún interés ni rédito a cambio. Creo que todos los seres humanos debemos hacer un compromiso solidario, tomar conciencia de cuan valioso podría ser un poquito de nuestra sangre para otro ser humano y como no hacerlo si además no cuesta nada, debemos apoyarnos los unos a los otros y tener la posibilidad de SALVAR UNA VIDA, no te imaginas la gran felicidad que sentirás y la satisfacción que correrá por todo tu ser, que lo querrás hacer de nuevo. Creo que cuando se vive algo tan profundo y tan de cerca, te remueve la conciencia y jamás podría pensar que salvar una vida tiene costo! Enlaces de interés con otros testimonios de donantes y beneficiarios de la Donación de Sangre Testimonios en los Servicios Nacionales para Donación de Sangre en Jamaica (en inglés) Blog de la Organización Panamericana de la Salud en Chile: Día Mundial del Donante de Sangre 2013 Video del Hospital Garrahan de Argentina: campaña para los jovenes futuros donadores Enlace: http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=8701%3Atestimonios&catid=527 4%3Awbdd2013&Itemid=39908&lang=es