CAPACITACIÓN, COMPETENCIAS E INTELIGENCIA EMOCIONAL Las organizaciones de clase mundial se están enfocando a nuevos valores organizacionales, como: Formación de equipos de alto desempeño Calidad total, Servicio al cliente, Exceder sus expectativas ofreciéndoles valor agregado en sus servicios y/o productos Y la gestión del personal orientada a competencias laborales. Las competencias laborales definen en los puestos los conocimientos, habilidades y actitudes requeridas para tener un buen desempeño. Estas definiciones están ligadas a los resultados medibles y observables, son objetivas y tangibles. Muchas de esas competencias laborales no tienen un origen solamente en los conocimientos, en la capacidad intelectual como tradicionalmente se concebía, en el hemisferio izquierdo de nuestro cerebro. Este hemisferio es lógico, analítico, sintético y procesal. Hay muchas competencias que están ligadas con la inteligencia emocional, con nuestro hemisferio derecho. Este hemisferio percibe de manera global, está orientado a las relaciones interpersonales, a la afectividad, es intuitivo, visionario y altamente creativo. La inteligencia emocional tiene entre otros componentes: la empatía, la capacidad para el manejo del conflicto, la mentalidad positiva, la habilidad para establecer las relaciones interpersonales, la conciencia de sí mismo(a) (autoevaluación, automotivación, autoconocimiento). ¿Estamos considerando a la inteligencia emocional como un poderoso enfoque, que nos permitiría seleccionar a nuestro personal desde una perspectiva distinta? ¿Es la inteligencia emocional el origen de muchas de las competencias que se requieren actualmente? Difícilmente podremos contratar a una persona que tenga todas las competencias para el desempeño de un puesto, hay un diferencial entre lo real y lo requerido (definido por sus siglas en inglés “gap”).La definición oportuna del perfil de la persona, permitirá diseñar un plan personal de desarrollo y capacitación de aquellas competencias que le permitirán potencializar sus capacidades y paralelamente contribuir al logro de los objetivos organizacionales. ¿Y si el personal que hemos contratado no cubre en su totalidad aquellas competencias que demandamos, no serían éstas objetivo primordial de los planes y programas de capacitación de la empresa? Para ello hay que estructurar diseños que contemplen esta perspectiva, con objetivos generales y particulares orientados a competencias laborales. Que los cursos se convirtieran en talleres y dejen de estar basados en técnicas expositivas para tornarse participativos y vivenciales, Que los contenidos y ejercicios desarrollen habilidades personales, Y que el conjunto de estos talleres contribuyan a desarrollar actitudes positivas y maduras laboralmente hablando. Las técnicas tienen que cambiar. Bienvenido a la nueva visión: la del enfoque a la inteligencia emocional. Pisc. Martha García Gil Mail: marthag@puebla.megard.net.mx Tel. 01(222) 2 44 15 18 Puebla, Pue. México.