Subido por Adrian Tadeo Del Razo

Fortificando Hispanoamérica. Las fortificaciones y defensas contra los piratas en las colonias españolas de América (siglos XVI y XVII)

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Adrián Tadeo Del Razo Vázquez.
Fortificando Hispanoamérica. Las fortificaciones y defensas contra los piratas en las
colonias españolas de América (siglos XVI y XVII)
1. Introducción:
A lo largo de los años las rutas comerciales entre España y sus colonias fomentaron el
desarrollo de los puertos como lugar de entrada y salida de las mercancías y riquezas
obtenidas. Esto despertó la codicia de las otras naciones, que intentando desestabilizar el
comercio y trafico español, llevaron a cabo diversas actividades ilícitas como el contrabando
y en especial la piratería.1
En respuesta a estas acciones, se llevaron a cabo distintas estrategias y fortificaciones
para fomentar la protección en los puertos que eran de gran interés para el desarrollo de
monopolio español. La razón de estas defensas estuvo principalmente en los constantes
saqueos y asaltos que llevaban a cabo los piratas ingleses y franceses desde el siglo XVI.
Varios puertos de Hispanoamérica fueron partes fundamentales en la estrategia del comercio
de la carrera de las Indias. Alguno de ellos como Cartagena, Nombre de Dios (ahora
Portobelo), Panamá, Veracruz, entre otros, fueron los puntos donde se concentró el interés
de los piratas y corsarios ingleses que sembraban el pánico entre la sociedad de estas ciudades
portuarias.2
Con estos antecedentes, la corona española recibió varias propuestas y sugerencias de
estrategias para poder proteger y mantener la integridad de los puertos esenciales para la
1
2
Moncada y Arcos, “Las fortalezas de la Nueva España”, 2016, p. 54.
Calderón Quijano, Las fortificaciones españolas, 1996, p. 33.
1
economía española. Una de estas propuestas fue la de Sebastián de Roseta que era gobernador
de Trinidad para finales del siglo XVII. Esta propuesta es una cédula la cual es titulada Forma
de assegurar [sic.] los puertos y poblaciones de todas las costas de las Indias, en la cual
encontramos una serie de recomendaciones sobre estrategias que se pueden utilizar para la
protección de los puertos en las colonias españolas en América, que constantemente eran
asediadas por la piratería y la corsaria.3
La cédula que se utilizara esta dividida en tres secciones: La primera se refiere
a las recomendaciones que proponía para la protección de los puertos. Para estas propuestas,
el autor, hizo una descripción demográfica de las zonas donde se proponía la instalación de
los fuertes. En la segunda sección el gobernador da un poco de contexto de lo que se ha vivido
en las costas americanas a partir del constante acoso de los piratas. Como tercer apartado, se
hace una lista con las factorías que tienen las naciones ajenas a la Corona española en las
Islas de Barlovento. En cada punto se da el nombre de la isla, su población, ya sea holandesa,
inglesa o francesa, y un aproximado de su ubicación en cuanto a la cercanía con los puertos
de las colonias españolas.
Teniendo en cuenta la situación que se vivía en los puertos de América con la piratería
y a partir de la fuente primaria, el presente trabajo va a investigar el desarrollo de las diversas
estrategias que se tomaron para la defensa de dichos puertos, así como las fortificaciones o
medidas como la del sistema de flotas y galeones. Para esto propongo algunas preguntas de
investigación que me ayudaran a encaminar el trabajo como: ¿Cuáles fueron las medidas
3
Forma de assegurar los puertos y poblaciones de todas las costas de las Indias, Library of Congress, United
States of America, 40 ff. <https://www.loc.gov/item/2004563650> [Consulta: 24 de febrero de 2021].
2
tomadas por la corona española contra la piratería? ¿Cómo influyo las sensaciones de miedo
y vulnerabilidad en el desarrollo de las fortificaciones? De esta manera, se hablará de las
medidas de defensa y de algunos posibles factores causales como lo fueron el miedo y la
vulnerabilidad.
2. Piratas y corsarios en América y sus consecuencias.
La piratería fue en la América colonial uno de los mayores problemas que tuvo la corona
española, pues los constantes atracos, tanto a navíos como a los puertos, afectaba el comercio
entre España e Hispanoamérica.4
Piratas Corsarios y filibusteros, fueron elementos de desestabilización para la
monarquía española. Aunque es cierto que la piratería no se limitó solo al saqueo de navíos
y puertos hispanos, pues en términos generales afectó a todos los imperios y a sus colonias,
aunque de cierta manera desigual. 5
Para tener una mejor idea y contexto, antes se debería de aclarar la diferencia entre
piratas y corsarios. Un pirata es aquel que hace una excursión naval sin algún respaldo estatal
y su objetivo puede ser cualquier barco de cualquier nación. El pirata lucha por su propia
cuenta y para su propio beneficio.6
Por su parte, los corsarios eran contratados por los estados, compañías o empresas
privadas para atacar embarcaciones o territorios de una nación contraria. A partir de estas
acciones, le daban parte del botín al rey de la nación que los contrato. A diferencia de los
piratas, utilizaban su botín ganado en negocios, dando lugar a que se convirtieran también en
negociantes.7
Naranjo Orovio, Historia mínima de Las Antillas hispanas y británicas, 2014, p. 78.
Ídem.
6
Mira Caballos, El sistema naval del Imperio Español, 2015, p. 29.
7
Naranjo Orovio, Historia mínima de Las Antillas hispanas y británicas, 2014, p. 68.
4
5
3
Teniendo en cuenta las diferencias podemos seguir con los problemas que causo tanto
la piratería como la corsaria a la corona española. La presencia y las acciones de los piratas
y de los corsarios fueron una amenaza para la seguridad de los dominios de España en
América, pues primero limitó sus ganancias y después hicieron que perdieran parte del
control de algunos de los territorios de las Antillas. Los ataques que sufrían los barcos
españoles ocasionaron que a partir del siglo XVI se instauraran ciertas estrategias como el
sistema de convoyes (del cual se hablará más adelante).8
Con el hallazgo de metales preciosos, como el oro y la plata, en distintos puntos de
América, la colonización llego a una fase de explotación donde el comercio fue una
competencia entre las naciones. El objetivo de España fue en primera instancia defender el
derecho que tenia sobre los territorios ya adjudicados, así como proteger las rutas comerciales
que ya tenia instauradas y asegurar la llegada de sus navíos tanto a América como a España.9
El asalto de los piratas y corsarios a los navíos en busca de metales preciosos se
combino con los atracos a las ciudades portuarias. Esto provocó que estas ciudades enviaran
peticiones a la corona española para poder proteger los intereses mercantiles, tanto de la
corona como de los mercaderes. La corona respondió con ciertas medidas como lo son las
fortificaciones en los puertos y en los sistemas de navegación, como el de flotas y galeones.10
3. Fortificaciones:
Las fortificaciones fueron una de las medidas que fueron tomadas por la corona española
para poder erradicar los asaltos por parte de los piratas en las ciudades portuarias de sus
8
Ibid., p. 83.
Ídem.
10
Ibid., pp. 83-84.
9
4
colonias en América. Para asegurar los flujos de riqueza que se trasladaban a la metrópoli, se
requería de construcciones militares que garantizaran las adecuadas operaciones. 11
Al observar el vasto territorio que tenía, la corona española se quedo con una
pregunta: “¿Cómo se defender un territorio tan grande y de tan diversa geografía?”.
12
Con
esto, en la segunda mitad del siglo XVIII la administración borbónica, con la caída de Manila
y la Habana, necesitó urgentemente crear una defensa funcional basada en la organización,
administración y las habilidades bélicas. Ante esta cuestión, la corona privilegió tres intereses
técnico-científicos: el botánico, el minero y el militar, que surgieron por la protección de sus
fronteras. Con esto, surge la reconstrucción de fortalezas y la habilitación de nuevas
estructuras.13
3.1. Materiales y objetos.
En sus materiales de construcción podemos encontrar un ejemplo de modernidad. Podemos
encontrar en la mayoría de las estructuras la piedra coralina, que era extraída de los arrecifes
y de las costas. También podíamos encontrar la piedra de cantería que era utilizada para
levantar muros, así como para el recubrimiento de las fachadas y la fabricación de los adornos
de los muros. Estos se levantaban en grandes bloques labrados en forma de sillares para
enfrentar el armamento enemigo con mayor eficacia.14
De igual forma, podremos encontrar a la madera como un material de construcción
para los fuertes. Se utilizaba en los trabajos de carpintería como en la construcción de puertas
y de puentes fijos y levadizos. El hierro, se empleaba para cerrar los vanos de puertas y
Moncada y Arcos, “Las fortalezas de la Nueva España”, 2016, pp. 54-55.
Gallegos Ruiz y de Jesús, “La artillería novohispana”, 2015, p. 193.
13
Ibid., p. 197.
14
Blanes Martín, “Fortificaciones coloniales del Caribe”, 2005, p. 66.
11
12
5
ventanas. En los tejados de los cuarteles, almacenes de alimentos, pertrechos y municiones,
caballerizas y abrevaderos, encontraremos las tejas.
Dentro de estas fortificaciones encontraremos objetos importantes como los cañones,
cureñas y balas de diferentes calibres que eran colocada en diferentes emplazamientos, en
explanadas y en casamatas. También están las campanas para la formación militar dentro del
fuerte y escudos con símbolos de pertenencia y poder de las diferentes dinastías españolas.
Todos estos objetos con funciones militares.15
3.2. Fuertes más importantes.
Vamos a encontrar fuertes por todas las costas de Hispanoamérica, sobre todo en los puertos
que pertenecían a algún virreinato o que eran una ciudad importante para la corona española.
Tenemos como ejemplo al castillo de San Juan de Ulúa en Veracruz, al fuerte de San Felipe
de Bacalar en Quintana Roo y el castillo de San Diego en Acapulco, en el virreinato de la
Nueva España; el puerto de El Callao en Lima o el castillo del Morro y demás fortalezas de
San Juan en la isla de Puerto Rico entre otras islas y ciudades.16 Aquí voy a mencionar los
principales fuertes de los cuales hay mas menciones en la historiografía.
En primer lugar, tendremos al castillo de San Juan de Ulúa, que como ya se mencionó,
se encuentra en Veracruz, en el virreinato de la Nueva España. Hernán Cortés fundó la Villa
Rica de Veracruz al llegar a América, y se dice que su primera preocupación fue construir
una fortaleza. Bernal Diaz del Castillo dice que “hicieron una fortaleza desde los cimientos
con troneras y cubos, apresurando su terminación…”.17
15
Ibid., p. 67.
Calderón Quijano, Las fortificaciones españolas, 1996, pp. 24.
17
Ibid., p. 79.
16
6
Ya para 1535 se inició la construcción de la fortaleza, sobre todo con piedra de coral
que se encontraba en la zona. Esto con el objetivo de proteger a las embarcaciones por el mal
tiempo y para proteger al puerto de atracos de piratas y corsarios. Con el paso del tiempo,
San Juan de Ulúa se convirtió en la fortaleza más formidable de su tiempo.18
Por otro lado, tenemos al fuerte de San Felipe del Moro que esta ubicado en Puerto
Rico. Está situado sobre la punta de la isleta que se adentra en el mar a un extremo de San
Juan de Puerto Rico. Fue erigido con el fin de defender la ciudad de ataques llegados por vía
marítima. 19
En último lugar, tenemos al castillo de San Felipe del Golfo Dulce que esta ubicado
en Guatemala. Calderón Quijano nos menciona que el presidente gobernador Diego de
Avendaño solicito la reedificación del fuerte de Bustamante, pues ya habían sufrido algunos
ataques piratas y ya no querían soportar más de estos actos ilícitos.20
Como se puede ver, se rescató la información de tres fuertes que, aparte de ser de los
más importantes para la corona española, fueron víctimas de la piratería o cuyo objetivo era
para proteger el puerto o ciudad de este acto ilícito. Este era el objetivo de Sebastián de
Roseta al escribir su cédula a la corona para la protección del puerto de Trinidad.
4. Sistema de flotas y galeones.
La búsqueda de una mayor seguridad, regularidad y eficacia en los viajes de los navíos por
el Atlántico, llevó a la necesidad de institucionalizar y organizar el tráfico. Al principio, el
transporte de las mercancías se valía por los navíos que salían de los puertos sin
acompañamiento o en algunos convoyes improvisados, si la carga era muy valiosa, que
18
Ibid., pp. 80-81.
Ibid., pp. 219-220.
20
Ibid., pp. 269-271.
19
7
llevaban poca o nula defensa armada.21 Esto no garantizaba un viaje seguro y la llegada de
las mercancías a España no estaban garantizadas. Por estas razones, se necesitaron de ciertas
medidas para poder garantizar la llegada de los productos de las colonias a España.
Durante el Reinado de Felipe II se establecieron las flotas de Indias para poder darle
protección a sus convoyes que transportaban mercancía de América a España. Estas flotas
fueron esenciales para el desarrollo de la “Carrera de Indias” y fue el sistema que utilizo la
corona por más de dos siglos. Con la creación por la Real Cédula del 10 de Julio de 1561 de
las Flotas de Indias se reafirmo la norma que tenían los buques mercantes, donde decía que
debían de viajar en grupo para poder defenderse de un posible ataque de piratas. 22 De esta
manera se prohibía el despacho de los navíos sueltos para que no fueran víctimas de atracos.
4.1. Antecedentes.
“Una de las medidas que utilizó la corona para asegurar la protección de sus navíos frente a
los ataques de corsarios y piratas, fue el sistema de convoy”.23 Este sistema se empezó a
frecuentar en el siglo XVI, donde dependiendo de si había presencia de corsarios o piratas,
se despachaba una flota de entre cuatro y ocho navíos para partir a las Indias.
De igual manera, en 1526 se creo la Armada de la Guarda de la Carrera de Indias con
motivo del conflicto bélico entra Carlos I y el monarca francés Francisco I.24 El objetivo de
esta armada era escoltar a las flotas que navegaban a las Indias. En un principio se enviaban
flotillas de naos o galeones al Caribe como respuesta a la aparición masiva de corsarios y
piratas que atemorizaban las poblaciones costeras.25
21
Oliva Melgar, El monopolio de Indias en el siglo XVII, 2004, pp. 19-20.
Miguens, Breve historia de los piratas, 2010, p. 192.
23
Mira Caballos, El sistema naval del Imperio Español, 2015, p. 59.
24
Tapias Herrero, La defensa del Caribe español durante la Carrera de Indias, s/f, p. 1.
25
Ibid., p. 2.
22
8
4.2. Aparición de un nuevo sistema y su despacho.
Teniendo en cuenta los antecedentes del sistema de convoyes y el de la Armada de la Guarda
de la Carrera de Indias, se utilizaron ciertos rasgos de cada método para crear uno nuevo que
fuera más efectivo en la seguridad de las naves comerciantes.26
Durante el Reinado de Felipe II se establecieron las flotas de Indias para poder darle
protección a sus convoyes que transportaban mercancía de América a España. Estas flotas
fueron esenciales para el desarrollo de la “Carrera de Indias” y fue el sistema que utilizo la
corona por más de dos siglos. Con la creación por la Real Cédula del 10 de Julio de 1561 de
las Flotas de Indias se reafirmó la norma que tenían los buques mercantes, donde decía que
debían de viajar en grupo para poder defenderse de un posible ataque de piratas.27 De esta
manera se prohibía el despacho de los navíos sueltos para que no fueran víctimas de atracos.
Con la Real Cédula de 1561 se especifico como se debían de despachar los navíos
que salían tanto de España como de América y de esta manera también se estructuró una ruta
la cual tenían que seguir con su convoy.28 Se estableció que estas flotas se debían de organizar
en la costa andaluza, en los puertos de Cádiz y Sanlúcar de Barrameda. De ahí partirían
custodiadas por una “Armada Real” que les darían una escolta.
De los ya mencionados puertos de Sanlúcar y Cádiz saldrían dos flotas y una Real
Armada que irían a las Indias, “la una Flota a la Nueva España y la otra a Tierra Firme… la
una por enero, la otra por agosto…”.29 De esta manera se empezó a trazar una ruta especifica
para cada flota que saliera de Sevilla. En abril de 1564 se despachó la primera Flota de Indias,
Ídem.
Miguens, Breve historia de los piratas, 2010, p. 192.
28
Oliva Melgar, El monopolio de Indias en el siglo XVII, 2004, p. 20.
29
Ídem.
26
27
9
custodiada por ocho galeones armado que compuso una flota doble, una destinada hacia
Veracruz y Las Antillas y la otra a Portobelo, Cartagena y otros puertos de la corta del Caribe
de América del Sur.30 Con la siguiente flota de 1566, se consolidó el método que incluía el
regreso de ambos convoyes por el norte de Bermudas después de agruparse en la Habana.
Con esto queda fijado el sistema de navegación que utilizaría España casi todo lo que
duró la carrera de Indias. Se reglamentó la forma de preparar las flotas, su composición y su
calendario de salidas y llegadas, así como el número de buques que las compondrían.31
5. Peticiones y el miedo.
Las fortalezas y los sistemas marítimos como métodos de defensa a las costas y navíos
españoles, fueron de las principales estrategias que tomó la corona española y de las más
exitosas, pero ¿Cómo surgieron estas ideas? ¿por qué situaciones se tuvieron que pasar para
tomar estas medidas?
A finales del siglo XVII, el gobernador de Trinidad, Sebastián de Roseta, escribió una
cédula que estaba dirigida al rey. Esta cédula tenia algunas recomendaciones sobre como
podrían proteger las costas de todos los dominios de la corona en las Indias, porque éstas
eran constantemente atacadas por piratas y corsarios. Dividió la cédula en tres partes: la
primera con las recomendaciones que proponía, como se mencionó con anterioridad. Hace
una descripción geográfica y demográfica de las zonas a las que propone fortificar. De igual
manera plantea un sistema parecido al de flotas y galeones en el cual se usarían doce barcos;
tres de cuarenta y ocho cañones, seis de treinta y dos y tres pataches, embarcaciones más
chicas, de a doce cañones para escoltar a las embarcaciones con mercancía.
30
31
Ídem.
Ibid.
10
Hace uso de la segunda parte para describir las “atrocidades” que han vivido en los
últimos años por culpa del acoso de piratas en esa zona. Incluso hace mención de puertos
como Jamaica y Tortuga como centros de reunión de piratas y corsarios. Se hace este énfasis
para remarcar la necesidad de implementar sus recomendaciones por lo menos en Trinidad.
Como sabemos, y he reiterado varias veces a lo largo del trabajo, la piratería fue el
causante de la implementación de los fuertes y los sistemas marítimos como método de
defensa, pues fueron varias las peticiones que se hicieron a la corona española para detener
la piratería.
Como dice Jean Delumeau, “el miedo es el hábito que se tiene, en un grupo humano,
de teme a tal o cual amenaza (real o imaginaria)”,32 por lo tanto es considerar al miedo como
un mecanismo d defensa ante los peligros inmediatos.33 Con esto, podemos decir que la
población de estas ciudades portuarias tenia el miedo a los piratas que constantemente los
estaban atacando y como esto conlleva peligros, es algo a lo que hay que temer.
“La relación entre el miedo e inseguridad o vulnerabilidad es básica para poder
comprender la propia existencia de los miedos; representa la ventana a través de la cual el
miedo se asoma”.34 Con esta frase Rodrigo De la O nos intenta representar que, junto con el
miedo, un ámbito de inseguridad o vulnerabilidad puede llegar de manera sencilla.
Teniendo estos dos conceptos en cuenta, podemos observar como en las peticiones a
la corona española sobre mejorar los sistemas de defensa de los puertos hispanoamericanos
llevan consigo un sentimiento de vulnerabilidad que es dado por el miedo que se le tenía a
los piratas que llevaban atormentando a los ciudadanos de estos puertos.
32
Delumeau, Jean, El miedo en occidente, 1978, p. 15.
La O Torres, “Miedos y fenómenos de la piratería”, 2019, p. 275.
34
Ibid., p. 288.
33
11
6. Conclusiones.
Con todo esto, podemos ver como fueron las defensas que aplicó la corona española para
defender sus puertos y embarcaciones que participaban en el comercio con las Indias. Tanto
los fuertes y los sistemas de defensa marítimos fueron concedidos a partir de las experiencias
que tuvo la corona con los ataques de piratas y corsarios a dichos puertos y embarcaciones.
Se mencionan los conceptos del miedo y de la vulnerabilidad para poder resolver la
hipótesis de si el miedo fue un causante de la aplicación de estos métodos defensivos. Como
podemos ver, si era posible que a partir del sentimiento de vulnerabilidad que llegaron a
sentir los pobladores de las ciudades portuarias o los marineros de las embarcaciones
mercantiles pudieran haber sido un motor para que, a partir de las cédulas o peticiones
expedidas a la corona por los gobernadores, se aplicaran dichos métodos.
12
Fuentes y bibliografía:
Archivo
LOC Library of Congress
Documento
Forma de assegurar los puertos y poblaciones de todas las costas de las Indias, Library of
Congress, United States of America, 40 ff. <https://www.loc.gov/item/2004563650>
[Consulta: 24 de febrero de 2021].
Bibliografía
Blanes Martín, Tamara, “Fortificaciones coloniales del Caribe. Logros, conservación y
perspectivas”, Apuntes, núms. 1-2, 2005, pp. 64-75.
Calderón Quijano, José Antonio, Las fortificaciones españolas en América y Filipinas, Madrid,
Mapfre, 1996 (Armas y América).
Delumeau, Jean, El miedo en occidente, Madrid, Taurus, 1978.
Gallegos Ruiz, Eder Antonio de Jesús, “La artillería novohispana ante el fantasma de invasión
naval, 1762-1808”, Tiempo y Espacio, núm. 64, julio-diciembre de 2015, pp. 192-216.
La O Torres, Rodrigo Alejandro De, “Miedos y fenómenos de la piratería en el Golfo-Caribe
durante el siglo XVI. Un ensayo de aproximación”, HistorReLo, núm. 22, julio-diciembre
de 2019, pp. 269-299.
Miguens, Silvia, Breve historia de los piratas, Madrid, Nowtilus, 2010.
Mira Caballos, Esteban, El sistema naval del Imperio Español. Armadas, flotas y galeones en el
siglo XVI, Sevilla, Punto de Vista, 2015.
13
Moncada Maya, J. Omar y Nelly Arcos Martínez, “Las fortalezas de la Nueva España. Historia,
conservación y protección”, Dimensión Antropológica, vol. 67, mayo-agosto de 2016,
pp. 54-79.
Naranjo Orovio, Consuelo, Historia mínima de Las Antillas hispanas y británicas, Ciudad de
México, Colegio de México, 2014.
Oliva Melgar, José María, El monopolio de Indias en el siglo XVII y la economía andaluza. La
oportunidad que nunca existió, Madrid, Universidad de Huelva, 2004.
Tapias Herrero, Enrique, La defensa del Caribe español durante la Carrera de Indias, Sevilla,
Academia de las Ciencias y las Artes Militares, s/f.
14
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