Principales representantes del pensamiento económico

TEMA 5
PRINCIPALES REPRESENTANTES DEL
PENSAMIENTO ECONÓMICO
5.1 INTRODUCCIÓN
Los autores clásicos, en su mayoría ingleses, proporcionaron una nueva
orientación de la Economía al sentar las bases teóricas de la revolución económica
que se produjo en Europa en los siglos XVIII y XIX.
La escuela clásica mantuvo el interés por los orígenes y naturaleza del
excedente económico (diferencia entre costes e ingresos) y al igual que los fisiócratas
afirmaron que el superávit no sólo procedía del comercio, sino también de la
producción. Pero a partir de este punto, clásicos y fisiócratas toman direcciones
distintas. De tal forma, que para los escritores clásicos la agricultura ya no era la
única actividad productiva, pues la industria podía crear también un superávit. La
disponibilidad de este excedente, a partir del cual, pudiera acumular y utilizarse
eficazmente el capital, era una necesidad primordial; ya que la Inglaterra del siglo
XVIII había visto expandir su producción real, debido a las nuevas exigencias
que traía, consigo el nacimiento del industrialismo.
Todos estos elementos de la mentalidad clásica se aplicaron preferentemente a
una cuestión central: el análisis del CRECIMIENTO ECONOMICO A LARGO
PLAZO, y la relación de la distribución resultante de la renta con el futuro
crecimiento. Por ello, la mayor parte de los economistas clásicos se preocuparon
más por promover el progreso económico, que por hacer progresar las técnicas del
análisis económico
Entre los autores más representativos del pensamiento económico clásico
podemos destacar a: Adam Smith, Thomas Robert Malthus, David Ricardo
y John Stuart Mill.
5.2 ADAM SMITH (escocés, 1723-1790).
Las obras más destacadas de este autor fueron "Teoría de los sentimientos
morales" publicada en 1759 y esencialmente, "Indagación sobre la naturaleza y
causas de la riqueza de las naciones" que publicada en 1776, marca el inicio de
la Economía como ciencia.
La filosofía de este autor, está basada “en la existencia de una coincidencia entre
el interés privado y el colectivo, de tal forma que los individuos, al actuar
libremente, no sólo consiguen su interés personal, sino que también contribuyen al
bien común”. De manera que el hombre es conducido por una "mano invisible" a
promover una finalidad que no formaba parte de sus intenciones. Esto es así,
porque la "providencia" ha establecido un "orden natural" basado en el equilibrio de
los móviles de los diferentes individuos.
Desde un punto de vista económico, Adam Smith condena, por tanto, las
intervenciones del Estado en la vida económica de los ciudadanos, reservando a
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aquel únicamente competencias de defensa, justicia, obras públicas, etc.
La explicación fundamental de Smith está en lo que llamó "La división del
trabajo", pudiéndose enlazar con la idea de la libertad económica expuesta
anteriormente. Así, si se establece el librecambio entre los países, cada uno se
consagrará a producir aquellas mercancías para las cuales esté mejor dotado que
los demás, y con el producto de su venta comprará aquellos otros bienes que no
puede producir con tanta facilidad, de esta forma, tanto la producción como el
bienestar general aumentarán. A medida que entren más sujetos en la corriente
del intercambio, la especialización crecerá, enunciando Adam Smith este
principio del siguiente modo: "La división del trabajo depende de la amplitud del
mercado".
El "precio natural" de los bienes, según él, estaba compuesto por la suma de las
retribuciones de los tres factores que contribuyen a su producción, es decir: el
salario, que sería la retribución del trabajo; el beneficio, que sería la retribución del
capital y la renta, que sería la de la tierra. De esta forma, sin apartarse del todo de
la teoría del "valor trabajo", explica ahora el valor como el resultado del coste de
producción.
5.3 THOMAS ROBERT MALTHUS (inglés, 1766-1834).
Este autor jugó un importante papel en la siguiente etapa clásica con su
famosa "teoría de la población" desarrollada en su obra "Ensayo sobre el principio
de la población", que publicó en 1798.
En su obra fundamental "Ensayo sobre el principio de la población", expuso
el argumento básico de su "teoría de la población" en las siguientes proposiciones:
1) Los alimentos son necesarios para la existencia del hombre.
2) La pasión sexual se manifiesta como necesaria y permanecerá
aproximadamente en el mismo estado.
A partir de estas observaciones Malthus, manifestó que la tendencia que
tiene la población a crecer es infinitamente mayor que la de la tierra, siguiendo
una progresión geométrica cuando no está reprimida. Del mismo modo, puso de
relieve la existencia de dos tipos de frenos a esta tendencia a los que llamó
positivos y negativos. Los primeros serían aquellos que incrementarían la
mortalidad, como las guerras, el hambre, las epidemias, etc., mientras que los
segundos consistirían en restricciones prudentes de la tasa de natalidad a
través de matrimonios tardíos, aunque pudieran desencadenar algunos problemas
de carácter moral.
5.4 JEAN BAPTISTE SAY ( 1767-1832 ).
Fue un economista francés que aportó, entre otras, la llamada "teoría de
las salidas" según la cual "La oferta crea su propia demanda", que se basa en
una visión simplista del dinero, al que se le considera medio de cambio solamente.
De acuerdo con esta idea, los perceptores de salarios, no atesoran el dinero sino
que lo gastan inmediatamente en adquirir los bienes que ellos han contribuido a
producir.
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5.5 DAVID RICARDO (inglés, 1772-1823).
Su obra fundamental fue "Principios de Economía Política y Tributación"
publicada en 1817.
Este autor dedicó una atención preferente a la "teoría del valor”.
Con respecto al valor del trabajo (salario), Ricardo consideró que vendría
igualmente dado por el número de horas destinadas a la producción de los
bienes de subsistencia, que permitiera mantener al trabajador y a su familia.
Otro tema al que Ricardo dedicó gran atención, estuvo basado en “la teoría
de la renta de la tierra ”, debido a que en la Inglaterra de esta época, los
propietarios no explotaban directamente sus tierras, en la mayoría de los casos,
sino que las arrendaban.
Este autor mantiene que la renta de la tierra es debida a la diferente fertilidad
de la misma y a la "Ley de los rendimientos decrecientes". Según él, cuando la
población es baja con respecto a las tierras disponibles, sólo serán cultivadas las
mejores, no existiendo por tanto renta, ya que nadie estaría dispuesto a pagarla
mientras existan otras igualmente buenas y no ocupadas. Lo mismo se podría
decir si no existiera la "Ley de los rendimientos decrecientes", ya que si al
aplicar mayor cantidad de trabajo y capital a una misma tierra, se obtiene de ella
rendimientos proporcionales, sólo se cultivasen las más fértiles y por lo tanto no
habría renta.
Ahora bien, si la población crece hasta un punto en que las mejores tierras no
basten para alimentarla, tendrán que empezar a cultivarse las tierras de inferior
calidad, con lo cual se elevarían los costes de producción y por lo tanto su precio.
De esta forma, los propietarios de las mejores tierras verán aumentar sus
ingresos netos, debido a que a los cultivadores les será indiferente tener un
mayor coste cultivando tierras de segunda calidad, que cultivar tierras de primera,
pagando la diferencia entre el nuevo precio y su coste de producción, a los
propietarios en forma de renta. A esta renta se le denomina "diferencial" por estar
basada en la diferente fertilidad de la tierra, y seguirá incrementándose a medida que
se tengan que poner en funcionamiento tierras de menor calidad.
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JOHN STUART MILL (inglés, 1806-1873).
Su obra de carácter económico más importante fue: "Principios de
Economía Política", publicada en 1848.
Se le considera como la última gran figura de la escuela clásica, sin
embargo no se puede considerar que perteneciera únicamente a ella, ya que se
aprecia en él un nexo de unión, una figura de transición entre la escuela clásica
y el socialismo, aunque el análisis que efectuó del mismo no apuntara hacia una
preponderancia del papel del Estado, que supondría la destrucción de la
democracia, idea firmemente arraigada en él, sino hacia el fomento del
cooperativismo y la participación voluntaria entre capital y trabajo, es decir, sin
provocar la destrucción del sistema social.
S. Mill examinó de forma minuciosa las distintas formas de distribución de la
renta asociadas con los diversos tipos de organización social, para lo cual
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estableció tres proposiciones fundamentales.
1- La limitación del derecho de herencia. A pesar de que Stuart Mili creía
en el derecho de la propiedad privada, sin embargo, consideraba injusta la
herencia, aunque fuera un derecho inherente a ella, al ser consecuencia
únicamente del nacimiento.
2- Posibilidad de gravar la renta de la tierra. El sistema que propuso,
consistía en efectuar una valoración de las tierras manteniendo las rentas
actuales, y a partir de este momento, todo incremento de dicha renta
pasaría al Estado en forma de impuesto.
3- Fomento de las cooperativas de producción. Con la implantación
de estas cooperativas, lo que pretendía era la supresión del asalariado,
consiguiéndose con ello un mayor interés de los trabajadores por las tareas
realizadas, así como una mayor independencia económica y personal.
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