Encajando de Stefano Carbone ¿Tienes unas heridas causadas por unas (cuantas) relaciones equivocadas? ¿Echas de menos tu expareja a pesar de lo mal que te ha tratado? ¿Estás desilusionado por un trabajo repetitivo que te ahorca provocándote el lento apagarse de tus facultades mentales? Pues, señores y señoras, señoras y señores, tengo una solución para acabar con toda esta melancolía, alejar cual siquiera pensamiento gris que te sorprenda en el medio de tus veranos y así poder ir por la vida sin cadenas cargadas de miedo o dolor Es un método comprobado, solo hay que aplicarlo a nuestro día a día volverlo una rutina como el café o augurar los buenos días y al final acabarais acabaréis como yo, haciéndolo sin pensar. Es un método excelente también para volatilizar todos los miedos de la infancia y de la adolescencia o todas las heridas ocultadas detrás de nuestras sonrisas de circunstancia ¿Y de que se trata? ¿En qué consiste este método milagroso? Pues simplemente tomo mis problemas y los encierro en una caja. Ya está así de simple. Como unas viejas fotos que no quieres más ver ver más, pero claro, que tampoco tienes el valor de tirar. Y así ya estoy libre de cualquier pensamiento dejando de lado las nubes de un invierno anticipado y atajando la voz que me pregunta obsesivamente: ¿COMO PUEDO HACER LA DIFERENCIA? (pausa) Sé que os estáis preguntando: ¿Qué puedo encerrar en estas cajas? Pues aquí está la maravilla: TO-DO Todo lo que os duele, todo lo que os ata, todo con lo que estáis lidiando desde toda una vida. Basta con regalar dinero a psicólogos o ahogarse de drogas legalizadas para arrancar hasta el final del mes (que total tampoco llegamos muy bien con lo que cuesta sobrevivir en esta época ¿verdad?) Y ya acabamos con esta malsana idea de que los errores sean un mal propedéutico para volverte más sabio: vivimos tranquilos, sin más agobios El único precio que hay que pagar es tener la casa repleta de cajas. (pausa) De hecho, hace un tiempo noto que se me quedó el hogar demasiado pequeño por cuantas cajas llevo guardadas. Como unas flores que nacen en un vaso parvo enrollando raíces y yemas (pausa) (con énfasis) Pero no pasa nada! ¡Es suficiente salir por las calles y problema arreglado! (titubeando) Solo que…bueno saben… a veces me gustaría hacerlo… Pero…. No puedo… Porque todas estas cajas, empiladas apiladas una encima de la otra, se caen solas, como si algo de vivo se agitara por dentro y derrumban interponiéndose entre la puerta y yo y me quedo encerrado un tiempo… tal vez acabé yo mismo encerrado en una caja… que contiene cajas a su vez… quizás sea lo último que me queda: encerrarme porque a lo mejor, encajo más en esta caja, que con todo lo que se quedó afuera de esta tapa
