Al principio de los tiempos, cuando el Universo acababa de nacer, todo, o casi todo, era hidrógeno. Los elementos pesados que nos rodean en la actualidad no existían, y fueron fabricándose poco a poco en los hornos nucleares de millones de estrellas que, al morir, los liberaron al espacio. Así, esos materiales pesados fueron incorporados por nuevas generaciones de estrellas, entre ellas el Sol, que gracias a ellos pudieron formar a su vez planetas sólidos, como el nuestro. A pesar de ello, existen algunos metales muy pesados, los más apreciados en la Tierra, cuyo origen no es tan sencillo de explicar. Los científicos, en efecto, llevan décadas intentando averiguar el origen de elementos como el oro, la plata o el platino. Y ahora, por fin, creen haberlo conseguido. Para "fabricar" estos elementos tan pesados se necesita una increíble cantidad de energía. Tanta, que hasta ahora nadie se explicaba cómo podían siquiera existir en el Universo. Sin embargo, el descubrimiento de una antiquísima y cercana galaxia enana, llamada Retículum II, a "solo" 98.000 años luz de distancia, lo ha cambiado todo. Y es que esta pequeña y oscura galaxia satélite de nuestra Vía Láctea posee estrellas que contienen una cantidad realmente enorme de materiales muy pesados, entre ellos oro, plata y platino. "Comprender cómo estos elementos tan pesados pudieron llegar a formarse es uno de los problemas más difíciles de la física nuclear", afirma Anna Frebel, investigadora del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT) y autora principal de un estudio que acaba de publicarse en Nature. "La producción de estos elementos tan pesados prosigue- requiere de tanta energía que resulta imposible fabricarlos experimentalmente. Sencillamente, su proceso de fabricación no funciona en la Tierra. Por eso, hemos tenido que usar estrellas y otors objetos cósmicos como laboratorio". Descubierta hace menos de un año, la pequeña Reticulum II está en órbita de nuestra galaxia, la Vía Láctea, y es una de las galaxias enanas más cercanas encontradas hasta ahora por los astrónomos. Se la considera una de las mejores candidatas para detectar materia oscura, y ahora se ha convertido también en el mejor lugar para averiguar cómo nuestros elementos favoritos se originaron en el Universo y cómo llegaron hasta la Tierra. Analizando la luz procedente de varias de las estrellas más brillantes de Reticulum II con los telescopios Magallanes, en Chile, Frebel y su equipo pudieron determinar que contienen una cantidad "masiva" de elementos como oro, plata y platino. Y es del todo es imposible que estas estrellas los hallan fabricado por sus propios medios. "Cuando comprobamos con nuestro telescopio enorme cantidad de metales pesados en esa primera estrella -recuerda Alexander Ji, uno de los miembros del equipo- nos quedamos estupefactos. Además, la estrella se veía mal, como si no perteneciera a esa galaxia. Pasé mucho tiempo asegurándome de que el telescopio estaba apuntando en la dirección correcta". Elementos muy pesados como el oro, el uranio o el plomo se crean mediante un sistema que los científicos conocen como "proceso-r", nombre que deriva de los términos "captura rápida de neutrones". Ya en 1957, los físicos Hans Suess y Harold Urey demostraron que era necesaria alguna forma de captura rápida de neutrones para forjar esta clase de elementos, y que todos ellos debieron empezar a existir en alguna parte del Universo, en un lugar en el que se dieran condiciones extremas y hubiera una enorme cantidad de neutrones disponibles. Explosión de estrellas Según su hipótesis, la explosión de estrellas gigantes o la fusión de estrellas de neutrones (las más densas que existen) eran los escenarios más probables para que algo así sucediera, aunque Suess y Urey nunca lograron pruebas de que algo así sucediera realmente, por lo que el origen de los elementos "proceso-r" siguió estando envuelto en el misterio. Ahora, sabiendo que las colisiones de estrellas de neutrones son relativamente comunes durante las primeras etapas de la formación de galaxias enanas como Reticulum II, el equipo liderado por Anna Frebel ha determinado que Suess y Urey tenían razón. De esta forma, elementos pesados como el oro, la plata, el plomo, el platino y otros elementos "proceso-r" se crearon durante las explosiones de estrellas de neutrones en el interior de galaxias enanas, pasaron después a formar parte de nuevas estrellas y asteroides y terminaron por estar presentes en nuestro planeta. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que todo el oro "original" de la Tierra, el que contribuyó a la formación de nuestro planeta, se hundió en su núcleo, ya que la Tierra primitiva era una gran bola de materiales fundidos, y los materiales más pesados se hunden en el centro. Por ello, todo el oro del que disponemos en la actualidad, el que está cerca de la superficie terrestre, procede, sin excepción, del impacto de asteroides. "Como hemos dicho -puntualiza Frebel- el oro al que tenemos acceso no se formó en los asteroides, sino durante la fusión de estrellas de neutrones. Después se mezcló en la nube de gas y polvo a partir de la que se formaron todos los planetas y asteroides de nuestro sistema. Y después todo ese oro fue transportado a la Tierra". Además, y debido a que la fusión de esta clase de estrellas eran muy poco frecuentes en el Universo primitivo, los investigadores piensan que todo el oro, la plata y el platino que utilizamos en la Tierra proceden, probablemente, de una única colisión estelar sucedida cerca de nuestra galaxia. Quizá en el seno de la propia Reticulum II... Descubren el origen de todo el oro y la plata de la Tierra Una antiquísima y cercana galaxia, llamada Retículum II, puede ser la clave de la procedencia de estos elementos pesados JOSÉ MANUEL NIEVESMADRIDActualizado:24/05/2016 20:07h0 NOTICIAS RELACIONADAS Las súper llamaradas de un Sol adolescente pudieron salvar la vida en la Tierra Descubren dos nuevos cráteres en la cara oculta de la Luna Al principio de los tiempos, cuando el Universo acababa de nacer, todo, o casi todo, era hidrógeno. Los elementos pesados que nos rodean en la actualidad no existían, y fueron fabricándose poco a poco en los hornos nucleares de millones de estrellas que, al morir, los liberaron al espacio. Así, esos materiales pesados fueron incorporados por nuevas generaciones de estrellas, entre ellas el Sol, que gracias a ellos pudieron formar a su vez planetas sólidos, como el nuestro. A pesar de ello, existen algunos metales muy pesados, los más apreciados en la Tierra, cuyo origen no es tan sencillo de explicar. Los científicos, en efecto, llevan décadas intentando averiguar el origen de elementos como el oro, la plata o el platino .Y ahora, por fin, creen haberlo conseguido. Para "fabricar" estos elementos tan pesados se necesita una increíble cantidad de energía. Tanta, que hasta ahora nadie se explicaba cómo podían siquiera existir en el Universo. Sin embargo, el descubrimiento de una antiquísima y cercana galaxia enana, llamada Retículum II , a "solo" 98.000 años luz de distancia, lo ha cambiado todo. Y es que esta pequeña y oscura galaxia satélite de nuestra Vía Láctea posee estrellas que contienen una cantidad realmente enorme de materiales muy pesados, entre ellos oro, plata y platino. "Comprender cómo estos elementos tan pesados pudieron llegar a formarse es uno de los problemas más difíciles de la nuclear física ", afirma Anna Frebel, investigadora del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT) y autora principal de un estudio que acaba de publicarse en Nature. "La producción de estos elementos tan pesados -prosigue- requiere de tanta energía que resulta imposible fabricarlos experimentalmente. Sencillamente, su proceso de fabricación no funciona en la Tierra. Por eso, hemos tenido que usar estrellas y otors objetos cósmicos como laboratorio". Descubierta hace menos de un año, la pequeña Reticulum II está en órbita de nuestra galaxia, la Vía Láctea, y es una de las galaxias enanas más cercanas encontradas hasta ahora por los astrónomos. Se la considera una de las mejores candidatas para detectar materia oscura, y ahora se ha convertido también en el mejor lugar para averiguar cómo nuestros elementos favoritos se originaron en el Universo y cómo llegaron hasta la Tierra. Analizando la luz procedente de varias de las estrellas más brillantes de Reticulum II con los telescopios Magallanes, en Chile, Frebel y su equipo pudieron determinar que contienen una cantidad "masiva" de elementos como oro, plata y platino. Y es del todo es imposible que estas estrellas los hallan fabricado por sus propios medios. "Cuando comprobamos con nuestro telescopio enorme cantidad de metales pesados en esa primera estrella -recuerda Alexander Ji, uno de los miembros del equipo- nos quedamos estupefactos. Además, la estrella se veía mal, como si no perteneciera a esa galaxia. Pasé mucho tiempo asegurándome de que el telescopio estaba apuntando en la dirección correcta". Elementos muy pesados como el oro, el uranio o el plomo se crean mediante un sistema que los científicos conocen como "proceso-r", nombre que deriva de los términos "captura rápida de neutrones". Ya en 1957, los físicos Hans Suess y Harold Urey demostraron que era necesaria alguna forma de captura rápida de neutrones para forjar esta clase de elementos, y que todos ellos debieron empezar a existir en alguna parte del Universo, en un lugar en el que se dieran condiciones extremas y hubiera una enorme cantidad de neutrones disponibles. Explosión de estrellas Según su hipótesis, la explosión de estrellas gigantes o la fusión de estrellas de neutrones (las más densas que existen) eran los escenarios más probables para que algo así sucediera, aunque Suess y Urey nunca lograron pruebas de que algo así sucediera realmente, por lo que el origen de los elementos "proceso-r" siguió estando envuelto en el misterio. Ahora, sabiendo que las colisiones de estrellas de neutrones son relativamente comunes durante las primeras etapas de la formación de galaxias enanas como Reticulum II, el equipo liderado por Anna Frebel ha determinado que Suess y Urey tenían razón. De esta forma, elementos pesados como el oro, la plata, el plomo, el platino y otros elementos "proceso-r" se crearon durante las explosiones de estrellas de neutrones en el interior de galaxias enanas, pasaron después a formar parte de nuevas estrellas y asteroides y terminaron por estar presentes en nuestro planeta. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que todo el oro "original" de la Tierra, el que contribuyó a la formación de nuestro planeta, se hundió en su núcleo, ya que la Tierra primitiva era una gran bola de materiales fundidos, y los materiales más pesados se hunden en el centro. Por ello, todo el oro del que disponemos en la actualidad, el que está cerca de la superficie terrestre, procede, sin excepción, del impacto de asteroides. "Como hemos dicho -puntualiza Frebel- el oro al que tenemos acceso no se formó en los asteroides, sino durante la fusión de estrellas de neutrones. Después se mezcló en la nube de gas y polvo a partir de la que se formaron todos los planetas y asteroides de nuestro sistema. Y después todo ese oro fue transportado a la Tierra". Además, y debido a que la fusión de esta clase de estrellas eran muy poco frecuentes en el Universo primitivo, los investigadores piensan que todo el oro, la plata y el platino que utilizamos en la Tierra proceden, probablemente, de una única colisión estelar sucedida cerca de nuestra galaxia. Quizá en el seno de la propia Reticulum II... El origen del oro está en el manto de la Tierra Un equipo de científicos, con la colaboración de la Universidad de Granada, ha hallado el primer registro de oro encontrado bajo Sudamérica, en la Patagonia argentina, a 70 kilómetros de profundidad. Según el trabajo, el metal hallado, que tiene el grosor de un cabello, viajó hasta la superficie de la Tierra desde las partes más profundas del planeta debido a erupciones volcánicas. SINC 20/10/2017 12:40 CEST Peridotita del manto profundo (de color verde) incluida en la lava de un volcán patagónico (de color negro) hallado por los investigadores. / UGR Un equipo internacional de científicos, en el que ha participado la Universidad de Granada (UGR), ha arrojado nuevos datos sobre el origen del oro, uno de los enigmas que más ha intrigado a la humanidad desde tiempos remotos, y que en la actualidad aún no tiene una explicación que convenza a la comunidad científica. Su trabajo, que acaba de publicar la revista Nature Communications, ha determinado que el oro viajó a la superficie de la Tierra procedente de las partes más profundas del planeta. De este modo, habría sido el juego de movimientos internos de la Tierra el que hubiera favorecido el ascenso y la concentración del precioso metal. "En la corteza se encuentran los minerales que extraemos y que sustentan nuestra economía. Si bien somos expertos explotándolos, aún sabemos poco sobre su verdadero origen", dice el autor Los investigadores han hallado evidencias de este proceso en la Patagonia Argentina, lo que supone, además, el primer registro de oro hallado bajo el continente Sudaméricano, concretamente, a 70 kilómetros de profundidad. El interior de la Tierra se divide en tres grandes capas: corteza, manto y núcleo. “En la corteza, se encuentran los minerales que extraemos y que sustentan nuestra economía. Y si bien somos expertos explotándolos, aún sabemos poco sobre su verdadero origen. La búsqueda de oro ha motivado migraciones, expediciones e incluso guerras, pero su origen supone una de las preguntas principales en el campo de la génesis de los depósitos minerales”, señala José María González Jiménez, investigador Ramón y Cajal del departamento de Mineralogía y Petrología de la UGR. El manto es la capa del planeta que separa al núcleo de la corteza donde vivimos, y este límite ocurre a una profundidad que va desde los 17 kilómetros bajo los océanos y desde los 70 kilómetros bajo los continentes. “Esta es una distancia inaccesible aún para el hombre, ya que no tenemos la capacidad de llegar de manera directa hasta el manto para conocerlo mejor”, apunta el investigador de la UGR. No obstante, el manto sí puede llegar hasta nuestras manos gracias a erupciones volcánicas que arrastran pequeños fragmentos o xenolitos del manto bajo los continentes hasta la superficie. Son estos inusuales xenolitos los que han sido investigados en este estudio, y los científicos han encontrado pequeñas partículas de oro nativo, del grosor de un cabello, cuyo origen es el manto profundo. Estudio en las mayores regiones auríferas del mundo El estudio se ha centrado en la zona del Macizo del Deseado en la Patagonia Argentina, una de las mayores regiones auríferas que se conocen en el planeta, cuyas minas de oro están aún en explotación. El estudio se ha centrado en una de las mayores regiones auríferas que se conocen en el planeta, cuyas minas de oro están aún en explotación Esta zona de la corteza tiene una muy alta concentración de oro que ha permitido descifrar por qué los depósitos minerales están restringidos a ciertas zonas específicas del planeta. La hipótesis del equipo de investigación es que el manto bajo esa provincia tiene una singularidad, una predisposición a generar yacimientos de oro en superficie, debido a su historia. “Esta historia se remonta a hace aproximadamente 200 millones de años, cuando Sudamérica y África formaban un solo continente", señala González Jiménez. "Su separación, entre otros factores, se debió a un ascenso del manto profundo o “pluma mantélica”, la cual rompió la corteza mucho más frágil y delgada, generando la separación de los continentes. El ascenso de esta pluma mantélica profunda generó una verdadera fábrica química que enriqueció de metales el manto, generando las condiciones para que más tarde, en un nuevo movimiento, esta vez de una capa tectónica bajo otra, esta zona enriquecida sea la fábrica generadora de yacimientos de oro, gracias a la circulación de fluidos ricos en metales a través de fracturas, que precipitan y concentran los metales cerca de la superficie terrestre”. El descubrimiento de este equipo científico arroja nuevas pistas sobre la formación de yacimientos minerales que, generalmente, se atribuyen a un origen en la misma corteza, sin considerar el papel de una raíz más profunda desde el manto. Esta nueva evidencia científica podría aportar a una exploración más sofisticada de yacimientos que considere no solo imágenes superficiales o “radiografías” de la corteza para su búsqueda, sino que también indague en las profundidades del manto, hasta donde podría trazarse el origen de la existencia de uno de los metales que más ha encandilado a nuestra especie. Así llegó el oro a la Tierra La teoría más aceptada habla de una serie de impactos aleatorios que habría llevado el mineral a la superficie de nuestro planeta, pero también a Marte y a la Luna. Elena Sanz ¿De dónde viene el oro de la Tierra? Una serie de grandes impactos aleatorios podría haber proporcionado los elementos afines al hierro como oro, renio y osmio a los mantos de la Tierra según un estudio del Instituto de Investigación Southwest y el Instituto de Ciencia Lunar de la NASA en Boulder (Estados Unidos) que se publicó en la revista Science en el año 2010. Además, nuestro planeta no habría sido el único receptor de estos minerales, ya que nuestro vecino planeta Marte y la Luna también los habrían adquirido de forma similar. Además, los investigadores responsables del estudio sugirieron que estas colisiones también pudieron ser el origen del agua de la Luna. Para llegar a estas conclusiones, el equipo de investigadores realizó una serie de simulaciones por ordenador que indicaron que hace aproximadamente 4.500 billones de años, un reducido número de fuertes impactos aleatorios sobre la superficie de nuestro planeta fueron las fuentes responsables de estos minerales sobre la Tierra. Se trataba de objetos rocosos que llegaron en la fase de formación planetaria de nuestro sistema solar. Los científicos, dirigidos por William Bottke, recalcaron que la relativa abundancia de elementos afines al hierro en la Tierra, la Luna y Marte sólo puede explicarse si los impactos sobre estos planetas fueron relativamente grandes. El mayor de estos impactos sobre la Tierra habría sido aproximadamente del tamaño de Plutón: más de 3.000 kilómetros de ancho. Además, los autores señalan que estos impactos probablemente se produjeron después de que los núcleos de metal de los cuerpos celestes se formaran, ya que de otra forma estos elementos se habrían unido con el hierro metálico del núcleo y desaparecido de las capas superiores planetarias. “Estos elementos nos revelan lo que estaba ‘golpeando’ a nuestro planeta en esa época”, explicó William Bottke, del Southwest Research Institute en Boulder, Colorado, y líder de la investigación. Por otro lado, en la Luna solo se observa una milésima parte de estos materiales con respecto a la Tierra. Según el estudio, estas diferencias pueden explicarse porque hablamos de un número muy limitado de impactos. Un objeto enorme pudo no alcanzar la Luna, más pequeña, pero estrellarse con nuestro planeta, creando las discrepancias en la abundancia de metales que observamos hoy. Algunos de estos impactos podrían haber alterado la inclinación del eje de la Tierra, llevado agua al manto de la Luna y, posiblemente, incluso ayudado a producir la inclinación orbital de nuestro satélite. ¿Cómo se formó el oro en la Tierra? 7 Comentarios HOY SE HABLA DE Mapa Radar Tecnología Dieta Estrella China Marte TE RECOMENDAMOS Las primeras grietas de barro en Marte gracias al rover Curiosity Si tienes entre 45 y 64 años actualmente estás en el segmento con mayor riesgo de estrés Se descubre un río de hierro líquido bajo Alaska y Siberia SUSCRÍBETE A XATAKA CIENCIA Recibe un email al día con nuestros artículos: SUSCRIBIR Síguenos Twitter Facebook Youtube Instagram RSS Flipboard 8 Septiembre 2011 CSCAZORLA Un grupo de investigadores de la Universidad de Bristol han realizado una serie de análisis de alta precisión sobre algunas de las rocas más antiguas de la Tierra. Sus resultados concluyen que las reservas accesibles de metales preciosos de nuestro planeta son debidas a un bombardeo de meteoritos que ocurrió 200 millones de años tras la formación de la Tierra. Esta investigación sale hoy publicada en la revista Nature. Durante la formación de la Tierra, el hierro fundido se hundió hacia interior para formar lo que conocemos como núcleo, arrastrando con él a la gran mayoría de metales preciosos — como el oro y el platino—. De hecho, hay suficiente cantidad de estos metales en el núcleo de la Tierra como para poder cubrir toda su superficie y formar una capa de cuatro metros de espesor. Sin embargo, la cantidad de metales preciosos situada en el manto de nuestro planeta es decenas de miles de veces superior a lo que se estimaba. Es por ello, por lo que se argumenta que esta casual sobreabundancia de material se deba a una intensa lluvia de meteoritos, alojándose en el manto una vez que su núcleo se había formado. Para probar esta teoría el Dr Matthias Willbold y el Professor Tim Elliott, del Bristol Isotope Group, analizaron un conjunto de rocas de Groenlandia de casi cuatro mil millones de años de antiguedad. Estas rocas proporcionan una serie de datos claves para entender la composición de nuestro planeta poco después de la formación del núcleo y antes del supuesto bombardeo de meteoritos. Los investigadores determinaron la composición isotópica del tungsteno (W) de las rocas, un elemento muy peculiar y poco abundante en nuestra superficie (un gramo de roca contiene únicamente una diez millonésima parte de un gramo de tungsteno). Como la mayoría de los elementos, el tungsteno se compone de varios isótopos, es decir átomos con las mismas características químicas pero masas ligeramente diferentes. Los isótopos proporcionan una robusta señal de identidad del origen de un material. Así el supuesto impacto de los meteoritos sobre la superficie de la Tierra debería dejar una marca reconocible en la composición de éstos. Más información | ‘The tungsten isotopic composition of the Earth’s mantle before the terminal bombardment’ Matthias Willbold, Tim Elliott and Stephen Moorbath Nature (2011). Descubren el verdadero origen del oro: explosiones cósmicas masivas Carlos Zahumenszky 7/18/13 9:34AM 74.4K 6 2 El oro es un metal extraterrestre, y no es el único. El plomo, el platino, el mercurio, y todos los elementos metálicos pesados de la tabla periódica no se formaron en la Tierra. Cayeron del cielo debido a las explosiones masivas de estrellas de neutrones al colisionar, las mismas explosiones que se cree que dan lugar a los agujeros negros. El descubrimiento lo hicieron científicos del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian tras reunir datos de observación de un reciente estallido de rayos gamma. Este tipo de explosiones, como explica el vídeo debajo, son uno de los fenómenos más brillantes del universo, y esta, en concreto, se observó con mucho detalle desde el Hubble, y desde el Telescopio Magallanes, en Chile. Descubren el origen de la explosión de rayos gamma que afectó a la Tierra en la Edad Media En torno al año 775 después de Cristo, la Tierra recibió el impacto de una explosión masiva de… Read more "Al principio se creía que estos elementos se creaban durante las explosiones de supernovas", comenta Edo Berger, líder del proyecto. "No obstante, ahora sabemos que son las colisiones de estrellas de neutrones las que generan todos los elementos más pesados que el oro. Todo el oro del universo, de hecho, se debe a esas explosiones". El misterio de la abundancia de oro en el Universo que los científicos no consiguen resolver Alejandro Millán Valencia BBC News Mundo 13 octubre 2020 FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Pie de foto, Los científicos señalan que hay una abundancia de oro en el Universo del cual se desconoce cuál es todo su origen. Cada día en la Tierra queda menos oro para extraer. El stock subterráneo de reservas del preciado metal se estima actualmente en unas 50.000 toneladas, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. Y si alguna lección nos dejaron los empeños estériles de los alquimistas durante la Edad Media, es que el oro es imposible de recrear de forma sintética. Sin embargo, distintas observaciones astronómicas en los últimos años han dado cuenta de una cantidad enorme de oro fuera de la Tierra, en el Universo. Cuánto oro queda por extraer en el mundo (y dónde está la mina más productiva de América Latina) De hecho, la cantidad es tan inusual, que los científicos también llevan años intentando buscar el origen de ese elemento. Un informe revelado esta semana señala que la cantidad de oro que hay en el Universo es muy superior al que debería existir según los modelos de medición que han establecido los científicos. El informe, publicado en The Astrophysical Journal, señala que la principal fuente de oro en el Universo conocida hasta ahora -las colisiones de estrellas de neutrones- no resulta suficiente para explicar la cantidad del metal presente en la Tierra y el espacio. FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Pie de foto, El estallido de una supernova puede ser una buena explicación de la abundancia de oro, pero es insuficiente. "El oro y otros metales pesados se producen después de procesos donde hay presencia de mucha energía en el Universo. Sin embargo, de acuerdo con los modelos actuales, esos procesos no alcanzan a producir todo el oro que hoy vemos en el Universo", le dijo a BBC Mundo la astrónoma Chiaki Kobayashi, de la Universidad de Hertfordshire y líder de la investigación. Para Kobayashi, la intención de estos estudios es obtener información más precisa sobre cuál es el verdadero origen de los llamados "metales pesados". "No solo se trata del oro, que hace parte de muchas cosas en nuestras vidas. Sino también del calcio, por ejemplo, que también fue creado a partir de explosión de estrellas", explica. ¿Cómo se produce el oro en el Universo? El oro tiene una gran demanda como inversión, es símbolo de estatus y un componente clave en muchos productos electrónicos. Sin embargo, ¿cómo se produjo y cómo llegó a la Tierra? FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Pie de foto, Se estima que en la Tierra todavía quedan unas 50.000 toneladas de oro para extraer. Muchos meteoritos que contenían oro como producto de las colisiones en el Universo terminaron estrellándose contra la Tierra cuando el planeta estaba en formación. Y ése ha sido hasta ahora el origen aceptado de la presencia del oro en el Universo y en nuestro planeta. Sin embargo, de acuerdo a la investigación de Kobayashi, deben existir otras fuentes que produzcan la llamada "abundancia de oro". Pero entonces, ¿se puede saber cuáles son las otras fuentes? "Otra posibilidad puede ser cuando se extingue una supernova. Se sabe que esa extinción puede crear una gran cantidad de oro por un breve tiempo, pero aún así, sigue siendo insuficiente", explica Kobayashi. La científica aclara que el modelo creado por su equipo indica que cuando una supernova está a punto de extinguirse, aunque es lo suficientemente masiva como para crear metales pesados, su propio proceso juega en contra de la expulsión de esa producción en el espacio. "Cuando las supernovas estallan se convierten en agujeros negros, que terminan absorbiendo gran parte de eso que ha producido", aclara. Lo que sí ha establecido con certeza el equipo de Kobayashi es que aunque las teorías sobre que las colisiones de estrellas de neutrones habrían "creado una lluvia de oro" eran certeras, no eran concluyentes. FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Pie de foto, Las colisiones de estrellas de neutrones es considerado uno de los principales orígenes del oro en el Universo. "Este estudio contiene mediciones y datos de más de 340 artículos científicos que describen cómo surgen los elementos químicos, por lo que logramos llegar a otras conclusiones importantes", señala la científica. Con esos datos, lograron explicar la conformación de elementos como el carbono 12 y el uranio, entre otros. "Por ejemplo, el modelo que creamos pudo calcular la cantidad de estroncio que produce una colisión de estrella de neutrones, que coincide con las cantidades que tienen los astrónomos actualmente", indicó. Pero el origen de las cantidades existentes de oro sigue siendo un misterio. ¿Oro disponible? El modelo creado por el equipo de Kobayashi sirvió precisamente para calcular la cantidad de oro total que existe, aunque sea de manera aproximada: "De acuerdo a nuestro modelo, la masa de oro en el Universo producida durante sus 13,8 mil millones de años es de 4 x 10^42 kg, que es solo entre el 10%-20% de lo que se espera de las observaciones en meteoritos, el Sol y otras estrellas cercanas", explica la científica. FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES Pie de foto, El oro no ha sido posible de reproducir de forma sintética en la Tierra. Pero aclara que esto se basa en las mediciones que se pueden hacer sobre el Universo actualmente. "El Universo puede ser infinito (no lo sabemos con certeza), pero sabemos que solo podemos ver una parte de él. Por eso nuestros cálculos nos dan este número", señala. Y teniendo en cuenta la futura escasez del oro en la Tierra, su investigación puede abrir el camino para estudiar si es posible acceder al metal preciado que se encuentra en abundancia en el espacio. "Es muy dífícil", anticipa la experta. "Porque aunque nuestro Sol, por ejemplo, tiene una cantidad importante de oro, pero lo cierto es que muchas de estas colisiones de estrellas que producen el oro que hay en el espacio están muy lejos de nuestro alcance". El español que predijo de dónde viene el oro en el universo La fusión de dos estrellas de neutrones produjo 100 veces la masa de la Tierra en metales preciosos y uranio Otros 99 Enviar por correo Imprimir NUÑO DOMÍNGUEZ Twitter 22 OCT 2017 - 06:06 EDT EPV A Gabriel Martínez-Pinedo le gusta resaltar que los humanos y la Tierra no solo están hechos de polvo de estrellas, como decía Carl Sagan, sino también de residuos radiactivos. Hijo de un agricultor y una ama de casa de Puebla de Almenara, un pueblo de Cuenca de menos de 500 habitantes, este físico lleva años investigando el origen de los elementos más pesados que el hierro, una de las 11 preguntas más importantes de la física actual, según la Academia de Ciencias de EE UU. Esta semana, Martínez-Pinedo ha visto confirmarse su predicción sobre cómo y dónde se generan el oro, la plata o el uranio que hay en el universo. Como a él le gusta recordar, son desechos radiactivos producidos por el choque de dos estrellas. ampliar fotoEl físico Gabriel Martínez-Pinedo GABI OTTO / GSI En los años ochenta, Sagan explicaba que “el nitrógeno de nuestro ADN, el calcio de nuestros dientes, el hierro de nuestra sangre y el carbono de las manzanas se fabricaron en el interior de estrellas que implosionaron” al final de sus vidas. La frase del gran divulgador condensaba todo lo que se sabía hasta el momento sobre la procedencia de los elementos. Los dos más ligeros, el hidrógeno y el helio, se formaron en menos de tres minutos después del Big Bang, hace 13.700 millones de años. El resto apareció en el interior de las estrellas por fusión nuclear a altas temperaturas. Cuando estas estrellas explotan en supernovas al final de su vida esparcen todos esos elementos por el universo Todo ese proceso se detiene bruscamente en el hierro, el último elemento conocido que se puede sintetizar en el corazón de una estrella. La gran pregunta es de dónde vienen otros compuestos que tienen más protones y neutrones en su núcleo, como el oro o la plata con los que los humanos hacemos nuestras joyas o el uranio que empleamos en centrales nucleares y bombas atómicas. En los años 70 se especuló con la posibilidad de que las minas de estos metales preciosos en el universo están en las estrellas de neutrones, los astros más pequeños y densos que se conocen. Estos cuerpos son el esqueleto de antiguos astros a tan alta presión que cada cucharadita pesa unos mil millones de toneladas. En 1999 se realizaron los primeros cálculos numéricos serios que sugerían que era posible la síntesis de nuevos núcleos atómicos durante el choque de dos estrellas de neutrones. En 2010, una colaboración internacional codirigida por Martínez-Pinedo, investigador en el Centro de Investigación de Iones Pesados y la Universidad Técnica de Darmstadt (Alemania), y Brian Metzger, de la Universidad de Columbia (EE UU), predijo exactamente cómo sucedería. El grupo del físico español determinó los elementos producidos en la colisión y calculó la energía que liberarían, y Metzger usó esos datos para reconstruir la “curva de luz” que produciría la fusión. Los cálculos indicaban que la colisión brillaría como 1.000 novas, por lo que la bautizaron como kilonova. Lo que se ha sucedido es lo mismo que ocurrió en la central de Fukushima, una reacción nuclear que libera una cantidad de energía y luz enormes El martes pasado se anunció la primera observación de la colisión de dos estrellas de neutrones, un hito histórico para el conocimiento del universo. La luz liberada por una kilonova a 130 millones de años luz fue observada por telescopios espaciales y terrestres. Consistía en un destello azul que después se fue tornando rojo, lo que coincidía con la predicción de los científicos europeos y estadounidenses siete años antes. Tras la fusión de las dos estrellas, los núcleos atómicos fueron incorporando cientos de neutrones y se fueron sintetizando núcleos atómicos cada vez más pesados, oro, platino, uranio y, al final del proceso, unos pocos días después de la explosión, tierras raras caracterizadas por su destello rojizo. Era una descomunal fábrica que transformaba el hierro en los elementos más codiciados del planeta. “Lo que se ha sucedido es lo mismo que ocurrió en la central de Fukushima, una reacción nuclear que libera una cantidad de energía enorme y que produce toda esa luz observada y el cambio de color del azul al rojo”, explica Martínez-Pinedo al teléfono desde su despacho. Este proceso rápido de captura de neutrones produjo “unas 100 veces la masa de la Tierra en oro y unas 10 veces en plata y uranio, todo en pocos en segundos”, asegura. “Metzger y Martínez-Pinedo se basaron en trabajos anteriores, pero ellos desarrollaron un modelo teórico mucho más complejo del que había antes, con varios procesos diferentes que efectivamente hemos observado”, explica Christina Thöne, investigadora del Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC) y coautora de una de las observaciones de la fusión de estrellas de neutrones publicadas el martes. Tras la fusión, los núcleos atómicos salieron despedidos a un 20% de la velocidad de la luz. El oro, la plata y el resto de metales se mezclarán con otros materiales dando lugar a un nuevo sistema planetario donde, tal vez algún día, alguien se pregunte cómo llegaron hasta allí. El asteroide de oro que haría millonario a todo el planeta Escrito por Alba Soriano, 23 de julio de 2019 a las 09:00 CONOCIMIENTO Existe un asteroide hecho de oro, de 200 kilómetros de diámetro y valorado en unos 700 quintillones de dólares, lo que podría alterar el mercado de metales preciosos. Sin embargo, no tendremos muestras del asteroide hasta 2030. Alba Soriano ETIQUETAS: ASTEROIDES, ESPACIO, NASA, ORO La NASA lanza ‘Dragonfly’, un dron que analizará la superficie de Titán El Falcon Heavy de SpaceX despega con éxito en la nueva misión de la NASA La NASA planea visitar un asteroide hecho de oro y otros metales preciosos. El nombre del asteroide es 16 Psyche, y se calcula que el valor de los metales es de 700 quintillones de dólares. Esta cantidad de dinero permitiría dar 93 billones de dólares a cada habitante del planeta, según Bloomberg. En caso de que se consiguiera traer el asteroide a la Tierra, el mercado de metales preciosos se vería increíblemente alterado. Está formado de hierro, níquel, oro, platino, cobre y otros metalesy, aunque mide 200 kilómetros de diámetro, no supone ninguna amenaza para nuestro planeta. Aunque no tengamos grandes conocimientos sobre economía, todo el mundo sabe que el precio se regula en función de la oferta y la demanda; si la oferta aumenta, el precio baja. Si los metales preciosos que se encuentran en 16 Psyche llegaran al mercado internacional, el precio de los mismos caería en picado, debido a la enorme cantidad de oro que entraría en el mercado. Los metales preciosos pasarían de ser un bien muy raro a ser un bien común También habría que tener en cuenta que, aunque se aumente la oferta de metales preciosos, lo que da valor a estos metales no es su composición en sí, sino la habilidad de diseñar objetos, como joyería, con ellos. El oro no es valioso solo porque es un metal raro, ya que hay muchos materiales difíciles de conseguir que no tienen un gran valor en el mercado. Aunque un asteroide gigante de oro llegase a nuestro planeta, eso no haría que la demanda de oro subiese por las nubes, por lo que no llegaría a alterar el mercado de metales preciosos de forma dramática. La historia nos ofrece casos similares, cuando España llegó a América y trajo ingentes cantidades de oro y plata a Europa. En ese momento, estos metales se usaban para fabricar monedas, por lo que la caída del valor de estos metales supuso una caída en el valor del dinero. En el siglo XIX fueron descubiertos enormes depósitos de diamantes en África, pero fueron controlados por la compañía De Beers. El monopolio sobre los depósitos de diamantes permitió controlar las subidas y bajadas de los precios del diamante, acompañado de una de las mejores campañas de marketing de la historia: un diamante es para siempre. Aún no disponemos de recursos para explotar los materiales del asteroide, pero la NASA enviará una sonda en 2023 que llegará a 16 Pysche en 2030 para conseguir muestras del asteroide. El asteroide 16 Pysche no nos hará ricos a todos, pero podría cambiar la forma en que comerciamos con metales preciosos.