Universidad La Salle Pachuca Fundamentos del Campo Educativo Aportes de la Filosofía a la Educación Escrito analítico Janeea Karolina Vargas Galicia Introducción ¿Qué es la filosofía de la educación? Como sabemos podemos identificar que es una disciplina filosófica de tipo practico o disertación del fenómeno educativo en sus causas y principios. Por ello abordaré diversos aportes que varios autores han hecho, desde la antigua Grecia hasta los Nahuas. La filosofía de la educación pretende realizar una teoría de la educación, que va más allá del hecho en sí de la educación; donde el ultimo principio de la naturaleza humana es la educabilidad o capacidad perfectiva de su propio ser. Por ello, los docentes por vocación y convicción cumplen una misión muy importante ya que deben de ir creando en el educando un sentido de perfeccionamiento; de manera que en estrecha relación de vida y construcción de conocimiento se entrelazan uno con el otro. Debemos de estar consientes que la tarea educativa hoy en día es un acto muy importante ya que se tiene que crear una reflexión más allá de la teoría y la práctica y esto traerá como consecuencia el refinamiento del ser humano en medio de la sociedad. Por otro lado, a lo largo de los años hemos sobre valorado a los grandes filosóficos griegos que lograron tener un concepto mas racional del universo. Dejamos a un lado, nuestras raíces. La filosofía náhuatl no es una filosofía. Sino un pensamiento mas profundo y hermoso. Mientras la filosofía griega es a través de la lógica, la poesía, es la forma sublime de acercarse a la verdad y es la esencia misma del pensamiento. (Portilla, 1956) Se conoce la mitología griega, pero no la Náhuatl, se conoce a los grandes pensadores griegos, pero no se admira a los Tlamatinime. Se conoce a la “Cuna de la civilización” pero no al “Pueblo del Sol”. No podemos crear una idea de que el mundo prehispánico no nos hereda nada. Todo esto es motivo para enorgullecernos de nuestras raíces. “Para ser hombre no basta con nacer, sino que hay también que aprender. La genética nos predispone a llegar a ser humanos, pero solo por medio de la educación y la convivencia social conseguimos efectivamente serlo” (Savater, 2010) Para esto entendamos que la educación requiere de diez claves: familia, autoridad, comunicación, esfuerzo, placer, sentimientos, el arte de escuchar, sentido común, condición humana y conciencia moral. Llegamos a una reflexión: educar es una acción compleja que 1 se ejerce sobre los seres humanos para ayudarle, precisamente a ser humano, pero con ello nos exige a reflexionar sobre ¿Qué es el hombre a lo largo de las civilizaciones? Se considera al hombre como un gran misterio, pero en necesario que se descubra a sí mismo, a través de un proceso antropológico, acompañado en doble dirección desde la perspectiva: Psicología hacia adentro, Sociología hacia afuera, para empezar a entender de quien se trata el hombre. Como docente en la labor como formador integral necesitamos de la filosofía de la educación, ya que ayudamos a cada educando a descubrirse a si mismo lo que es, a interrogarse por su propio misterio (“Conócete a ti mismo”). Y buscar respuesta a las siguientes preguntas: ¿Qué y quien es el ser humano?, ¿Qué es la educación?, ¿Qué es el aprendizaje? Y ¿Qué es la enseñanza? De esta manera los estudiantes aprenderán un arte, construir conocimiento, ser entes críticos, reflexivos y pensadores para una sociedad más justa, pero sobre todo que consigan su propia e infinita felicidad. La educación comienza desde la familia y posteriormente continua en la escuela, por ello estos dos ocupan un lugar relevante y además imprescindible en la tarea educativa. Es claro entonces, que, sin la Filosofía de la Educación, como docente no podría desarrollar las actividades de manera eficiente. Pondré un ejemplo: el docente sin Filosofía Educativa es una flor estéril y las semillas de conocimiento y formación humano no tendría el terreno fértil. Se entiende que no se llevara acabo buenos procesos de enseñanza-aprendizaje. De manera que no se cubrirían las necesidades del contexto que hoy por hoy requieren los alumnos. Si el docente no se impregna de la Filosofía de la Educación, no existirá una buena comunicación entre la familia y la escuela en el proceso de enseñanza. Sin la reflexión sobre la educación no se podrá resolver el misterio del hombre en sí mismo, tampoco habrá una coherencia entre el conocimiento y su comportamiento en sociedad, no podrá ser feliz y menos habrá diferencia con los demás seres vivos. Desarrollo Todo ser racional es en sí, un “Maestro”, su esencia de pedagogo, tarea que desarrolla desde diferentes roles de la vida, familia, escuela y en la sociedad; requiere de ser un filósofo, amante de la sabiduría, capaz de diferenciarse de los demás seres de la naturaleza pues como 2 ya mencioné la educación comienza en el hogar y, que hoy en día requiere de padres de familia comprometidos con la educación (desde casa o bien, en la escuela), ahí deben de existir docentes idóneos. De manera breve, mencionaré a tres pioneros de la filosofía que consolidaron el quehacer del acto educativo con sus investigaciones acerca de las dos preguntas que enfatice en el inicio de este escrito. Platón, filosofo, fundador de la academia. Autor de varios textos, pero sobre todo de diálogos en donde el protagonista es Sócrates. “Comprendió desde joven, la educación en el hombre es la vía mas segura para conformar una sociedad justa. Y esto desde la infancia hasta el gobernante filosófico (el guardián de la cuidad). De ahí la necesidad de la educación”. La educación es para todos y para toda la vida. Nos menciona La República: a la educación le da una gran connotación como un arte y al método dialectico como una herramienta para que el alma pueda salir de la ignorancia. Aristóteles, discípulo de Platón, se puede considerar el pilar del clasismo de la filosofía griega y su influencia en el mundo occidental que aun perdura. Así mismo, rescato esta reflexión sobre la educación: para alcanzar la felicidad y que la polis (cuidad) sea bien gobernada, se requiere de algunos factores para que el hombre sea bueno y ahí es donde entra en juego la educación que tiene por fin hacer del hombre una persona libre y feliz, incluye la estructura de la edad de la persona y lo que ha de hacer y enseñar los educadores y educandos. Podemos decir que la educación ha de contribuir para que el hombre sea feliz y sea una persona virtuosa en si misma y para la sociedad. SÓCRATES (intelectualismo-unilateral): El intelectualismo es un hecho destacable en la reflexión socrática sobre la moral. Por intelectualismo entendemos que es la posición según la cual únicamente nuestras creencias son relevantes para decidir lo que debemos hacer; si sabemos o creemos que “algo” es lo mejor que podemos hacer en las circunstancias en que nos encontramos, entonces hacemos ese “algo”, si no hay obstáculo exterior. En cuanto que la educación pierde el carácter práctico de aprovechamiento personal, indiferente a la moralidad y la objetividad, para él, el educador por excelencia, la educación adquiere un sentido nuevo, el moral, de preocupación por la vida ética, la cual deriva, no de la utilización 3 de la enseñanza para imponer las ideas o para servir a fines egoístas, sino de la búsqueda de la verdad. Ahora bien, no hay ser sin entes, ni entes sin ser. El ente es todo lo que es. Las cosas, los animales, los seres humanos somos entes. Per al decir esto estamos presuponiendo que hay algo que no es el ente: el ser, lo que hace que los entes sean, y sin lo que ningún ente podría ser. El ser no es el ente, pero es el ser del ente y, como tal, esta presente siempre en el ente. El ser humano existe, lo que significa que, para Heidegger, no hay esencia humana, sino que es el ser humano el que en cada momento decido lo que es. Esto quiere decir que su ser es abierto. Somos lo que decidimos ser, somos un proyecto para nosotros mismos, una tarea. Gadamer retomara, al final de la verdad y método, la idea de Platón expresada en El Banquete: ningún dios se dedica a filosofar, porque ya lo sabe todo, porque todos los dioses están en posesión de la verdad. Los seres humanos, por lo contrario, filosofamos, filosofamos precisamente porque no poseemos la verdad absoluta, porque somos finitos. (Vásquez, 2008) La educación postmoderna nos presenta cinco ideas claras, que a continuación las describo brevemente: 1. Es aquella en la que los maestros y alumnos están convencidos de que no existe un único lenguaje, o un lenguaje privilegiado. Nunca hay un lenguaje, sino múltiples y distintos. Maestros y alumnos hablan de distintas maneras, porque saben que habitan en un mundo diverso. 2. La educación posmoderna es una educación escéptica, no en el sentido habitual del término, es decir, de los que dicen que no saben nada, sino de los que no saben nada absolutamente, que no conocen ningún principio absoluto, esto es, al margen de toda relación, independientemente de todo contexto. Desde este punto de vista una educación en la postmodernidad trasmitiría un saber que diría adiós a los principios. 3. Es aquella en la que los maestros y alumnos cuestionan radicalmente estos mecanismos, pero no en función de un supuesto ideal positivo, en función de una utopía positiva (o metafísica) fundada en la idea del Bien, de la Verdad o del Progreso. 4. Una educación en la postmodernidad sea una práctica pedagógica particularmente atenta a lo insustituible, al singular, a lo concreto. 4 5. En quinto lugar, una educación postmoderna es especialmente sensible al otro, a la palabra del otro, a los otros y, concretamente, es una práctica atenta al sufrimiento de los presentes y de los ausentes. Conclusión Como reflexión, los docentes tienen un compromiso muy importante con el acto de educar, por ello debe de ser feliz. ¿Cómo sabemos si somos felices? Cuando un maestro es feliz, es porque le gusta la docencia, lleva la paideia en la sangre, ve a sus alumnos como a sus hijos, él asume su papel de padre, los quiere y se preocupa por su futuro. La coherencia del docente con su quehacer es un arte, por ello educar es algo más que un trabajo, más que enseñar una disciplina; es en verdad una entrega total por una formación integral y la búsqueda de la perfección de sus estudiantes en pro de una vida digna. Los docentes que estén dedicados a la enseñanza; en primer lugar, deben ser conscientes de lo que implica para ellos que en su practica docente conocer lo permanente a filosofía de la educación, en segundo lugar, su rol de formadores de nuevas y futuras generaciones que se les ha confiado, tercero que el desempeñar esta profesión requiere de una verdadera vocación, paciencia y mucha sabiduría. Los pensadores de la filosofía de educación en el recorrido de la historia que se ha contrastado, sus aportes al objeto de estudio han permitido evidenciar que mencionadas contribuciones permean la reflexión del estudio critico del acto educativo en donde para este siglo XXI se requiere ser un verdadero docente, y producir un autentico conocimiento en medio de la incertidumbre y el caos. Bibliografía Portilla, M. L. (1956). La filosofía náhuatl. En M. L. Portilla, V.El hombre náhuatl como creador de una forma (págs. 269-328). México: Universidad Nacional Autónoma de México. Savater, F. (2010). El valor de educar. México: Trillas. Vásquez, G. H. (2008). Filosofía de la educación. Madrid: Trotta. 5