Subido por Rodolfo Martinic Marusic

MDN RMM

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Rodolfo Martinic Marusic
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“MINISTROS DE LA DEFENSA NACIONAL EN CHILE: 1990–
2021. CRONICA SOBRE EL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE
LA POLÍTICA DE DEFENSA Y POLÍTICA MILITAR”
Rodolfo Martinic Marusic
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Dedicatoria:
A la pandemia
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INDICE DE MATERIAS
Introducción.
4–6
Algunos alcances sobre el Ministerio de la Defensa
Nacional (MDN en adelante), como alta repartición de
la esfera pública–estatal.
6–8
Temas para un debate inicial.
9 – 14
CAPÍTULO I
Ministros de Defensa del Período Presidencial de
Patricio Alywin Azocar
11 marzo 1990 – 11 marzo 1994
15 – 23
CAPÍTULO II
Ministros de Defensa del Período Presidencial de
Eduardo Frei Ruiz Tagle
11 marzo 1994 – 11 marzo 2000
24 – 36
CAPÍTULO III
Ministros de Defensa del Período Presidencial de
Ricardo Lagos Escobar
11 marzo 2000 – 11 marzo 2006
37 – 50
CAPÍTULO IV
Ministros de Defensa del Período Presidencial de
Michelle Bachelet Jeria
11 marzo 2006 – 11 marzo 2010
51 – 66
CAPÍTULO V
Ministros de Defensa del Período Presidencial de
Sebastián Piñera Echeñique
11 marzo 2010 – 11 marzo 2014
67 – 77
CAPÍTULO VI
Ministros de Defensa del Período Presidencial de
Michelle Bachelet Jeria
11 marzo 2014 – 11 marzo 2018
77 – 85
CAPÍTULO VI
Ministros de Defensa del Período Presidencial de
Sebastián Piñera Echeñique
11 marzo 2018 – 11 marzo 2022
85 – 106
Palabras finales
106 – 114
Bibliografía
115 – 120
Rodolfo Martinic Marusic
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Introducción.
Con una perspectiva situada desde el presente, esta crónica tiene
el propósito de revisar los aportes y realizaciones efectuadas por
sucesivos Ministros de Defensa, en el marco de la gestación y
elaboración de la política de defensa y política militar durante el
período conocido como de transición a la democracia1, hasta la
actualidad.
El enunciado requiere de algunas explicaciones previas. Según
ciertos académicos nacionales el contexto transicional tiende a
identificarse con los “consensos políticos y acuerdos alcanzados
por parte de las élites dirigentes”2, y que hicieron posible que Chile
alcanzara importantes grados de gobernabilidad, niveles de
desarrollo y crecimiento económicos.
Otras miradas opinan que las negociaciones y pactos que
existieron entre las autoridades salientes del Gobierno Militar y los
dirigentes de las fuerzas democráticas, supuso garantizar la
mantención del modelo de desarrollo económico, así como de
manera tácita “concederles prerrogativas especiales a las Fuerzas
Armadas (FAs)”3, como actores políticos dentro del nuevo
escenario transicional que emergía.
La tesis antedicha hace hincapié en que un número no
despreciable de actores políticos y sociales consideren que la
transición ocultó conflictos subterráneos y alimentó brechas
sociales, postergando legítimas demandas de la ciudadanía.
El eslogan “no son treinta pesos, son treinta años”4, bien podría
interpretar el lado más oscuro de la transición y, aunque el análisis
sobre su contenido y alcances excede en demasía los propósitos
de este trabajo, ciertamente, ambas visiones, “autocomplacientes
y autoflagelantes”5, suponen variables independientes en los
contenidos de la presente crónica.
En el referido cuadro político se definieron las propuestas
programáticas de distintos gobiernos e inevitablemente tuvieron
consecuencias en las formas cómo abordaron sus tareas quienes
se sucedieron en la conducción del MDN., condicionando la
1
Implicó para América Latina, en general, y Chile en particular, el restablecimiento de los regímenes
democráticos y el desafío de restaurar el rol de sus respectivas instituciones políticas en el marco de la “tercera
ola democrática” (Samuel Huntington, 1994).
2
Entre otros varios autores: Godoy A, Oscar. (1999). La transición chilena a la democracia: Pactada. Estudios
Públicos N°74. Cristóbal Rovira ha hablado de “pacto inter–élites”.
3
Jocelyn-Holt, Alfredo. El Chile perplejo. Del avanzar sin transar al transar sin parar. CyC Impresores Ltda.
2014.
4
Aunque se desconoce la autoría formal de la frase, fue utilizada como expresión gatillante de los sucesos
producidos a partir del 18 de octubre de 2019, y es fundamentó una serie de artículos y columnas de opinión,
además de diversos escritos callejeros.
5
Marín Vargas, Guillermo (2016) Debates y tensiones al interior de la centroizquierda chilena: una mirada a
la trayectoria de la Concertación. Memoria para optar al título de Magister en Estudios Sociales y Políticos
Latinoamericanos. Universidad Alberto Hurtado.
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relación con lo que se denomina la vertiente “militar de la
transición”6, manifestándose interés en “la forma de visualizar y
percibir el control civil de las Fuerzas Armadas (FAs)”7.
Como se intentará demostrar, en los distintos períodos
ministeriales es factible diferenciar la evolución de los ambientes
en que desenvolvieron su gestión; en un comienzo más cercano
a la confrontación; otras próximos al diálogo y la cooperación; a
veces exhibiendo unidad de propósitos; o simplemente
cumpliendo una labor administrativa bastante plana y burocrática,
e incluso, en oportunidades, derechamente anodina.
Otro aspecto necesario de precisar es la falta de acuerdo existente
respecto a la duración del proceso de transición política8. Primero
se dijo que terminó en 1994 junto con el período del primer
Gobierno de la Concertación. Le siguieron otros tantos plazos
intermedios, hasta llegar a las modificaciones constitucionales de
2005. Aun así, no faltan quienes la ven como tema pendiente.
Evitando entrar en esas disquisiciones, pero acotando el ámbito
temporal de estudio, se optó por considerar todo el espacio de
tiempo que comprenden las tres décadas que van entre 1990–
2021, pues se estimó que de esa forma se tendría una visión más
amplia y global para examinar la evolución.
Estos treinta y un años facilitarán asimismo revisar el
desenvolvimiento que adquirieron contemporáneamente dos
categorías de análisis incidentes9: las relaciones político–
militares; aquellas que se enmarcan dentro de la institucionalidad
entre organismos y autoridades dependientes del Estado; y, las
relaciones civiles–militares10, las que en cambio abordan otro
espectro un poco menos formal y ligado a los contactos y
actuaciones entre distintos actores sociales, de la defensa y las
FAs. Para las primeras, el MDN es el epicentro. En las segundas
se comporta como un importante facilitador.
Otras definiciones claves que ayudan a articular este trabajo es la
de política de defensa, “conjunto de principios y criterios con que
6
Fuentes, Claudio. (2006). Transición de los militares. Las relaciones civiles – militares en Chile 1990 – 2006.
LOM Ediciones.
7
Rojas, Francisco. (1996). Transición y relaciones civiles – militares en Chile en el marco internacional. Nueva
Serie Flacso Chile. Página 20.
8
Godoy, Óscar. (1994) Dossier ¿Término ya el proceso de transición? Revista Ciencia Política. Pontificia
Universidad Católica.
9
Existe una tercera categoría: relaciones cívico–militares que dan cuenta sobre derechos cívicos compartidos
entre civiles y militares en tanto ciudadanos. Las relaciones político–militares y civiles–militares tienen un
carácter más instrumental ya que permiten realizar investigaciones y sondeos para medir, en un período de
tiempo definido, cuán integradas están las Fuerzas Armadas a la sociedad civil o cómo esta última las percibe,
o bien conocer cuán es el papel que juegan las Fuerzas Armadas en la estructura política democrática del
Estado. Salgado, Juan Carlos. (2014). De la transición política a la subordinación militar. Relaciones político –
militares y civil–militares. IEI – CESIM. Páginas 85 y 86.
10
Elizondo, José. (2018). Historia de la relación civil – militar en Chile. Desde Frei Montalva hasta Michael
Bachelet Jeria. Fondo de Cultura Económica.
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el Estado orienta su función de defensa… entregando
lineamientos generales para estructurar, coordinar y armonizar los
esfuerzos del Estado”11. Si la política de defensa intenta convocar
a la institucionalidad del Estado en su conjunto, por política militar
se comprenderá un proceso constituido por “el conjunto de
acciones y medidas con las que el Gobierno dirige a las Fuerzas
Armadas (FAs) dentro de la administración del Estado y en sus
relaciones con la sociedad. Podría denominársele ‘conducción
política de la defensa’, pero lo importante es no confundirla con el
concepto de política militar restringido, es decir, definido como la
política de desarrollo de la fuerza”12.
Cabe prevenir que ningún concepto ni opinión aquí vertida debería
ser considerada contraria al espíritu y práctica de instituciones
cuyo sentido es servir, dentro del ordenamiento jurídico, aquellas
orientaciones que emanan del legítimo juego democrático. Lejos
de ello, inspira al texto que a continuación sigue el convencimiento
que a través del pensamiento crítico es posible perfeccionar y
fortalecer los papeles asignados a instituciones fundamentales en
la vida de la República.
Previo al orden secuencial de los temas sugeridos se ha estimado
conveniente iniciar el trabajo haciendo una breve descripción
ilustrativa sobre la agencia gubernamental que sirve de escenario
y en dónde transcurren los hechos.
Algunos alcances sobre el Ministerio de la Defensa Nacional13
(MDN en adelante), como alta repartición de la esfera pública–
estatal.
El MDN fue creado en 1811 bajo la denominación de Secretaría
de Guerra y con dependencia del Congreso Nacional. Tres años
más tarde pasó a formar parte del poder Ejecutivo y, ocurrida la
Batalla de Chacabuco (18 de febrero de 1817), ya como Ministerio
de Guerra y Marina recibió la trascendente misión de organizar la
campaña libertadora del Perú14.
Su temprana creación comprueba que la defensa nacional
constituye una función esencial en una sociedad que se organiza
tras fines colectivos, compartiendo dicha ubicación primordial con
otras funciones estatales tales como el manejo de la hacienda
pública, el gobierno interior y la administración de justicia.
En las décadas siguientes el MDN tomó parte en la dirección del
proceso de consolidación nacional, y producto de las tensiones
11
Ministerio de la Defensa Nacional. Libro de la Defensa Nacional 2002. Concepto y definiciones. Página 77.
Atria, Rodrigo. (2009). Chile y su defensa, transformaciones y desafíos. Revista Política y Estrategia N°113.
ANEPE. Página 15.
13
Ante la pobreza de la síntesis propuesta se sugiere a quien se interese visitar la historia completa del
ministerio de la defensa en www.defensa.cl/media/Libro_Final.pdf
14
Tomado de: www.defensa.cl/historia
12
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políticas generadas en la construcción del Estado15, sobrevivió a
tres guerras intestinas:1829–1830;1851;185916.
Durante la Guerra del Pacífico (1879–1884), un dato singular fue
la designación de un “Ministro en Campaña”17, encargado de
comandar las operaciones en terreno. Desde el punto de vista de
la naciente relación político–militar, tal nombramiento significó en
términos históricos un precedente para el debate respecto a la
congruencia de que una autoridad civil ejerciera el mando directo
de tropas, cuestión que desde la perspectiva militar es una
“interferencia a la conducción de las operaciones”18.
Después de experimentar agudas divisiones internas propias de
la Guerra Civil de 1891, el Ministerio de Guerra, junto con impulsar
varias reformas orgánicas y estructurales para las instituciones de
la defensa, creó en 1900 el Servicio Militar Obligatorio (SMO),
considerada como la primera política pública del sector.
Recién en 1932, con la incorporación de la Subsecretaría de
Aviación, unificándose con las de Guerra y Marina, se da
existencia formal al Ministerio de Defensa Nacional a cargo de un
Ministro, en tanto colaborador directo e inmediato del Presidente
de la República en el gobierno y administración del sector de la
defensa.
En la primera década de los años 50’ se sucedieron autoridades
civiles y ex militares a cargo del Ministerio. En 1958 durante el
gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, se creó la Ley Reservada
del Cobre. Después, en 1960, se dio origen al Consejo Superior
de Seguridad Nacional (CONSUSENA)19, un organismo
importante para la institucionalidad y conducción superior de la
defensa de esa época, y en consecuencia, acorde con las
dinámicas de la post–guerra y Guerra Fría, pese a que,
increíblemente, se mantuvo sin derogar hasta el año 2010.
A partir de 1958 se sucedieron en la conducción ministerial
autoridades civiles afines a los partidos políticos gobernantes,
viéndose esa tendencia interrumpida en solo dos excepciones: el
ex militar Tulio Marambio (1968–1969) y del General Carlos Prats
por solo catorce días en el cargo el año1973. En coincidencia, no
está de más recordar que ambos enfrentaron sin ningún éxito
15
En estas materias se adscribe a la tesis de: Góngora, Mario. (1986). Ensayo histórico sobre la noción de
Estado en Chile en los siglos XIX y XX. Editorial Universitaria.
16
Fernández Abaras, Joaquín. Las Guerras Civiles en Chile. Capítulo II. www.research.net/publication
17
Se trató del abogado Rafael Sotomayor.
18
Larenas Quijada, Víctor. Guerra del Pacífico. Análisis Estratégico. Revista de Marina 1982. Pág. 297.
19
Libro de la Defensa Nacional. (2002). Capítulo IV. Ministerio de la Defensa Nacional. Se trató de un
organismo asesor del Presidente de la República en materias de seguridad nacional y mantenimiento de la
integralidad del territorio. Lo componían cinco Ministros, entre ellos el de defensa, y en igualdad de
condiciones los Comandantes en Jefe de las FAs. Pese a que fue creado en 1960, recién con la creación de la
nueva Ley Orgánica del MDN. el año 2010 fue derogado. Sin duda una situación bastante anómala.
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crisis políticas internas, cuyos protagonistas principales fueron las
instituciones dependientes del Ministro.
Durante1973–1989, obviamente autoridades de origen militar
ocuparon sucesivamente el máximo cargo ministerial, orientando
sus ejes de acción, primero, en deshacer las políticas impuestas
durante el administración anterior, y luego, formando parte del
diseño gubernamental desde una posición algo desperfilada y
ensombrecida por el incontrastable carácter de las máximas
autoridades del régimen militar a cargo del Gobierno20.
Como marco de referencia general, cabe decir que la actual
estructura orgánica21 del MDN la componen dos Subsecretarías
(de Defensa y para las Fuerzas Armadas); el Estado Mayor
Conjunto (EMC); un Gabinete Asesor y una Ayudantía Militar.
Dependen obviamente del MDN las instituciones de las Fuerzas
Armadas (FAs), concretamente, Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Pero también, son de dependencia del MDN otros nueve
organismos descentralizados. A todo este conjunto de entidades
se le denomina “Sector de la Defensa”. Como se puede apreciar,
diciendo poco, un sector amplio, disímil, técnico, especializado y,
por lo tanto, complejo de gobernar.
Otra especificidad administrativa ministerial es su carácter
centralizado, ya que no cuenta con representación regionales
(SEREMI), obteniendo su vinculación al medio a través de las
unidades militares desplegadas en regiones y provincias.
A toda esa diversidad estructural es necesario agregar otra de tipo
funcional, en lo que un académico22 definió como las cinco áreas
de gestión del MDN: 1) Conducción superior de las fuerzas
militares. 2) Decisión del uso de la fuerza e identificación de la
finalidad del empleo. 3) Definición de las estrategias nacionales
de seguridad y defensa y políticas públicas asociadas. 4) Proveer
los recursos para el ejercicio de la función. 5) Responsabilidad,
correcto empleo de los recursos y rendición de cuentas.
En términos de este escueto recuento histórico, algunos aspectos
constituyen una composición de lugar para discutir respecto al
modo en que se desenvolvió la burocracia ministerial de la
defensa y sus medios o instrumentos esenciales: las Fuerzas
Armadas (FAs), en tanto ejecutoras de la función defensa y
depositarias de la fuerza legítima del Estado.
20
El MDN carecía de normativa de rango legal u orgánica específica, en consecuencia, las atribuciones del
Ministro eran escasas en relación a los Comandantes en Jefes Institucionales.
21
www.defensa.cl/organigrama-del-ministerio-de-defensa-nacional/
22
Navarro,
Miguel.
Opinión
pública
y
la
función
defensa.
www.elmostrador.cl/noticias/opinión/columnas/2021/05/21
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Temas para debatir: tres vinculados a las relaciones político–
militares y un cuarto a las civiles–militares.
Primero: buscando el perfil del Ministro ad–doc .
Tal como se dijo líneas atrás, durante muchos años existió la
costumbre de designar militares o ex militares en el máximo
cargo ministerial, quienes se alternaron con personalidades
civiles. Acerca de los primeros –los militares (18 desde la
creación del Ministerio)–, suponían una mayor preparación y
experiencia en el área de desempeño, pese a que la sola
condición castrense de ningún modo lo garantizaba. A diferencia
de éstos, los civiles (37 desde la creación del Ministerio), salvo
muy puntuales excepciones, se trató de políticos de relativa
connotación pública, pero que nada o muy poco sabían sobre
las temáticas que incorpora la agenda de la defensa nacional,
sin embargo, a su favor contó que el pertenecer a la élite política,
su gestión pública se vio beneficiada debido a sus grados de
influencia, redes de apoyo y contactos, tanto en el ámbito
partidario como del poder Ejecutivo e interministerial; cruciales
en relación con la labor legislativa, y eventualmente también
hacia las esferas judiciales.
Empero, habría que agregar si bien la máxima autoridad
ministerial asumía su cargo, en general, con inexperiencia en
temas de la defensa y militar– disfuncionalidad que, es
necesario resaltar, no suele ocurrir en otros Ministerios– siempre
fueron secundados por Subsecretarios, Jefes de Gabinete y
grupos de asesores. Al respecto, recién a partir del año 2010 el
Ministerio comenzó a reclutar una planta de funcionarios
profesionales permanentes, siendo muy probable la formación
de un grupo asesor de mayor estabilidad y que en cierto grado
condujo la hoja de ruta ministerial; una especie de “segundo
piso” pero a nivel de la defensa, un caso de intrapolítica, si usted
prefiere. Ese fenómeno, podría acarrear en ciertos casos un
efecto pernicioso: el sometimiento ministerial a las asesorías. Si
así fuera, entre otros daños colaterales el MDN, en tanto
autoridad política, no estaría en condiciones de dirimir conflictos
entre organismos dependientes y que, eventualmente,
promocionarán por ejemplo intereses corporativos.
Así, la duda razonable es si algunos Ministros han estado
habilitados para gobernar, conducir, liderar y controlar reformas
estructurales, procesos de toma de decisiones complejas y
desarrollos estratégicos, o sino, más bien, en muchos casos sus
nombramientos obedecen a razones condicionadas desde el
exterior y/o cuotas y equilibrios políticos, ejerciendo en
consecuencia una labor administrativa lejana y de continuidad.
Habría que entender que en gobiernos de coalición esa es la
fórmula habitual entre los partidos políticos que apoyan el poder
ejecutivo. Si se observa la rotación de una veintena Ministros en
los últimos treinta años, lo que arroja año y medio de duración
en promedio, se podría tender a pensar que la función defensa
ha constituido uno de los espacios de la estructura política más
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utilizado para sostener gobiernos de coalición. Uno de los
problemas que eso conlleva está en que la escasa permanencia
ministerial por varios años, conduce a ciclos repetitivos de tener
que recomenzar desde la nada.
Algo adicional. Es muy posible que este planteamiento tenga
una relación secundaria o tangencial con la exigida y reiterada
subordinación militar al poder civil y que ya será tratada en el
desarrollo de esta crónica. Nadie la pone en cuestión –nadie–,
no obstante, su autoridad legal inherente a un sistema
democrático podría verse fortalecida, si su ejercicio estuviera
revestido y legitimado por un relativo dominio del saber en el
ámbito de sus competencias. Por supuesto, a un Ministro no le
son exigibles conocimientos operativos ni tácticos, tampoco
técnicos–especializados, pero al menos si tener condiciones de
liderazgo institucional; visión estratégica respecto a lo que se
quiere lograr; conocer los procesos de planificación y desarrollo
en curso; voluntad para sacar las iniciativas del sector adelante,
y no sobreponer un proyecto o agenda personal mientras dura
su desempeño. Lo anterior marca la diferencia entre tener un
cargo o tener autoridad, dicho con otros conceptos: ejercer el
control civil o contar con un genuino liderazgo político.
Tal vez así se evitaría escuchar una frase que dicen a veces
circula por los pasillos de Ministerio de Defensa: “los civiles
hacen como que mandan, y los militares hacen como que
obedecen”.
Con lo dicho hasta aquí, bajo ninguna circunstancia se está
negando que el MDN sea un órgano eminentemente político y
no técnico, y por lo tanto, sus políticas públicas deben ser
tratadas en el campo de la política, como cualquier otro, aunque
sería deseable que recibiera trato de política de Estado,
atendiendo que la función de la defensa es un bien público que
no puede ser provisto por ningún otro estamento que sea el
Estado (salvo que opere el mercado y se pretenda privatizar), y
cuyos alcances y efectos se proyectan hacia toda la población,
sin excepciones. Para hacerlo más difícil, es un bien intangible,
por consiguiente, no puede competir en visibilidad ciudadana ni
menos con asignaciones presupuestarias destinadas a otras
áreas públicas.
Segundo: esa engorrosa y reactiva normativa.
En cuanto al marco jurídico de la defensa, se comienza a ver
que las normativas legales que orientan su quehacer están
constituidas por una elevada cantidad de textos, muy
diseminados, diversos y generados en distintas épocas.
Algunos ni siguiera alcanzan para responder a los escenarios
actuales de la seguridad y la defensa.
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Un estudio que se cita23 y que dedicó una parte de sus
contenidos a pormenorizar la variedad de normativas y
disposiciones existentes, sugieren que estamos en presencia de
legislación hecha frente a las coyunturas, probablemente
concebida para responder con premura frente a la casuística o
situaciones contingentes. Deja al descubierto que se ha
adolecido de un espacio de reflexión política capaz de diseñar
una estrategia de defensa nacional integral –dicho de paso, así
como la tienen la mayoría de los países desarrollados del
mundo–, capaz de poner en relación medios con fines en
escenarios de empleo definidos, y conducir al sector de la
defensa nacional hacia la consecución de los objetivos
propuestos (objetivos que deberían quedar establecidos en la
propia estrategia de defensa).
Hubo, al respecto, un intento por concebir una “Estrategia
Nacional de Seguridad y Defensa”24, y volveremos a hablar
sobre ella cuando se trate el período correspondiente.
Anticipando ese debate, nótese en particular la incorporación del
término “seguridad”, un asunto que ha sido objeto de una nutrida
discusión académica conceptual, pero que pareciera despertar
complejos atávicos, perviviendo en la práctica todavía en una
zona gris y como un tema pendiente por resolver, tanto en la
esfera jurídica como política.
La rotación y volatilidad ministerial; la existencia de cuerpos
legales confusos y a veces descontextualizados, más la falta de
una visión global y estratégica, no se condicen en general con
el discurso oficial construido por la defensa nacional.
Tercero: la tentación pendular.
Como es natural, la designación Ministerial responde a la
corriente ideológica y de pensamiento que ha obtenido el poder
Ejecutivo mediante el expediente de elecciones libres, abiertas,
competitivas e informadas. Conforme lo entiende el
constitucionalismo democrático, la fuerza política que accede al
poder para ejercer el gobierno cuenta con un ideario; una
orientación y programa por desarrollar y eso toca a todas las
áreas del quehacer estatal.
Pero si con retórica casi exquisita se ha declarado en todos los
discursos y proclamaciones –verbales y escritas– que la
defensa es una función primaria que solo el Estado puede
proveer; que tiene que ver con intereses nacionales
permanentes; que su mandato es la protección e integralidad del
territorio y su población; que incluso se asocia el cumplimiento
de sus objetivos con una cuestión de sobrevivencia nacional;
que apoya la gestión y posicionamiento internacional del Estado
de Chile; y que, a renglón seguido, se agrega que la asignación
y distribución de recursos que involucra su sostenimiento es un
23
Retos a la seguridad y la defensa: Aportes para la reflexión. (2015). Cuaderno de Trabajo Edición Especial.
CEE. ANEPE.
24
Burgos, Jorge. (2012). ¿Qué hacer con la Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa? www.ciperchile.cl
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asunto de máxima relevancia; entonces, no se entiende por qué
la noción al supra partidismo no ha resultado coherente con la
realidad factual en determinadas etapas históricas.
Al respecto, se pueden dar algunas luces que hablan de lo lejos
que se ha estado por conservar asuntos permanentes y básicos
en la orientación de la defensa nacional. Claro, no se podía
pensar en aquel entonces en una política para el sector, si ni
siquiera era tema de atención en los programas de gobiernos.
En efecto, con cierto dramatismo por la forma en que terminó la
historia, se puede observar la segunda mitad del siglo XX en
pleno desarrollo de la denominada reacción civilista (1932)25,
una especie vengativa por las intervenciones militares
precedentes. Entonces se sucedieron en el poder gobiernos de
distintas líneas de pensamiento: independientes de derecha
(nótese con sus Milicias Republicanas incluidas); radicales y
democratacristianos. Durante ese período, “las élites políticas
continuaron subvalorando la institución militar e ignorándola”26,
marcando una etapa en que la función de la defensa nacional
vivió momentos de gran inestabilidad y desatención.
Poco después, asumiendo una condición pendular, existió la
experiencia desarrollista del Gobierno de la Unidad Popular, y
que entre otros aspectos intentó involucrar a las FAs en el
concepto de soberanía económica, “que tenía un dejo de
aceptación de las tres grandes ideas de la UP: la nacionalización
del cobre, de la banca y la conformación de un Estado dueño de
las empresas estratégicas”27. Ese repentino interés por la
función de la defensa y el asociar a las instituciones con un
proyecto político específico ocasionó que “Allende tuvo plena
conciencia de que la neutralidad de las Fuerzas Armadas era de
vital importancia para el desarrollo de su programa. El gobierno
se desvivió por satisfacer las demandas salariales y de
equipamiento de los militares”28.
No se trata de esperar prebendas. La autoridad política de la
defensa tiene la responsabilidad de jugarse por la persecución
de intereses nacionales permanentes, sin distorsionar el
quehacer profesional de las instituciones tras algún proyecto
ideológico.
La lección que deja esa historia es que ha existido una dicotomía
entre una “visión reduccionista de la función militar”, tal como
ocurrió a mediados del siglo XX, y en que la consigna fue
“militares a sus cuarteles” y, en el otro extremo, sucedido por un
25
Entre la reacción civilista y el constitucionalismo formal: las Fuerzas Armadas chilenas en el período 1931
–1938. (1988). FLACSO–Chile.
26
Agüero, Felipe. (2002). Militares, Estado y Sociedad en Chile. Mirando el futuro desde la comparación
histórica. Revista de Ciencia Política. Volumen XXII. N°1.
27
Sepúlveda, Alfredo. La Unidad Popular. Los mil días de Salvador Allende y la vía chilena al socialismo.
(2020).Penguin Random House Grupo Editorial. S.A. Capítulo Militares. Página 150.
28
Valenzuela, Arturo. (2003). El quiebre de la democracia en Chile. Capítulo IV. Ediciones Universidad Diego
Portales. Página 145.
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“protagonismo impropio”29. Ambos fenómenos resultaron
negativos para el Estado, la sociedad y las propias instituciones.
La concepción, diseño e implementación de una forma de actuar
destinada a que no se repita la tentación pendular, debería
incorporar un proyecto de desarrollo coherente y
suprapartidista; con horizonte de largo plazo; dotado de un
consenso político, legal y social amplio, y conducido por el
liderazgo civil capaz de convocar a las FAs.
Cuarto: esa inescrutable legitimidad social.
El reconocimiento ciudadano y la valorización social resultan
vitales para la función defensa, pero principalmente lo son para
sus órganos ejecutivos: las FAs. Y ello es así comenzando por
un motivo de tipo espiritual. Se supone que las bases
conceptuales de la profesión militar se hayan en principios,
valores y la práctica de virtudes. Ellos convierten a la profesión
en algo distinto y especial, y se expresan en vocación, sacrificio,
patriotismo y un sentido de servicio hacia los semejantes. De ahí
que contar con legitimidad social –saberse reconocidos– motiva
el normal y eficiente desarrollo de las tareas asignadas.
Existe también una razón material. La sostenibilidad de la fuerza
estatal significa disponer de recursos financieros de gran
magnitud, y éstos deben competir con otras funciones públicas
que generalmente están precedidas por un sentido de urgencia,
sugiriendo a priori para la defensa una situación desventajosa.
La legitimidad social y la confianza pública pueden ayudar a
equilibrar esa competitividad.
¿Cómo se construye la legitimidad social? Bueno, hay factores
históricos, políticos y sociológicos, pero simplificando; siendo
conocido. Ello implica informar a la opinión pública acerca de las
tareas que se hacen o se están ejecutando. Entre las vías para
informar a la opinión pública30 están las siguientes.
 Cuenta Pública Presidencial o Mensaje al país. Aunque es
una ocasión que congrega una significativa audiencia, lo
cierto es que en lo que corresponde a la defensa no supera
la mención de uno o dos breves párrafos31.
 Libros de la Defensa Nacional. Es un esfuerzo de difusión
importante, aunque asiste la impresión que sus contenidos
interesan más a círculos especializados.
 Los intercambios académicos han sido promotores muy
relevantes (actividades de extensión, publicaciones).
29
Tomado de: Ordenanza General del Ejército. (2006). www.resdal.org/caeef/assets/chile--decreto_ejercito.pdf
30
Op.Cit. Navarro, Miguel.
31
En la Cuenta Pública 2021, sólo se mencionó: “La nueva Ley de Migración se complementa con el Plan de
Frontera Segura, que busca impedir, con la colaboración de nuestras Fuerzas Armadas, la inmigración ilegal,
el narcotráfico, el crimen organizado, el tráfico de armas y el contrabando en nuestras fronteras del norte”.
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 Actividades organizadas con ocasión de efemérides (mes del
Ejército o mes del mar, por ejemplo), en regimientos, bases
navales y aéreas, o el día de las puertas abiertas,
exposiciones, ferias, etcétera.
 Operativos cívicos en que parte de los medios institucionales
(sanitarios, por ejemplo) concurren a algún lugar o población
a atender a sus habitantes.
 Otro hito importante de visibilidad es la participación militar en
la mitigación de desastres naturales.
 En tiempos pasados se utilizó programas radiales, y en la
actualidad a través de las redes sociales se busca también
conectar con el público, pese a que ciertamente estos medios
son instrumentos de doble filo.
Es posible advertir en un estudio de opinión pública consultado32
que las FAs habían logrado niveles de confianza bastante
aceptables en las últimas dos décadas (en torno al 50% y 60%),
sin embargo, se produce una abrupta caída de 53% a 32% entre
los años 2018 y 2020, producto de los casos de corrupción que
son de público conocimiento. El citado estudio alude a que no
fueron los derechos humanos los que amenazaron con destruir
la confianza en la institución, sino la corrupción interna, dando
cuenta de la gravitación que tiene ésta variable en el imaginario
colectivo (en el trascurso de esta crónica se hará mención a
resultados de otros estudios).
De acuerdo a recientes datos de la encuesta CADEM, la
valorización ciudadana respecto a las FAs (no desagregadas)
tuvo un positivo vuelco (62% de apoyo en promedio) a
consecuencia de la participación castrense en el Estado de
Catástrofe por COVID.
Como se puede observar, y será profundizado más adelante,
pese a las fluctuaciones, los porcentajes resultan favorables
para las FAs y, en cualquier caso, comparativamente con otras
instituciones del Estado, siempre están mejor evaluadas por la
población nacional.
Un último asunto que se estima limitan las percepciones en
estas materias. En todas encuestas del Centro de Estudios
Públicos (CEP) desde 1987 a 2021, cuando se efectúan
preguntas abiertas sobre cuáles son los veinte principales
problemas que deben ser atendidos por los gobiernos, las
respuestas siempre están definidas por el combate a la
delincuencia, la cesantía y la pobreza. No es posible saber si la
defensa nacional tiene algún grado de prioridad, salvo consultas
más específicas, pero interesante sería conocer cuánto está
dispuesto a apoyar el ciudadano común los proyectos y
programas de potenciamiento de las fuerzas de su país.
“Algunos chilenos no comprenden lo que hacemos”33
32
33
Corporación Latinobarómetro Informe Chile 2020. www.media.elmostrador.cl/2021/01
Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Julio Leiva. Diario El Mercurio, D – 11, 23 mayo de 2021.
Rodolfo Martinic Marusic
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CAPÍTULO I
Período Presidencial de Patricio Alywin Azocar
11 de marzo de 1990 – 11 de marzo de 1994
C.1.1 Claves políticas.
Las Bases Programáticas Político–Institucionales34 tenían un
claro centro de gravedad en perseguir reformas constitucionales
y leyes políticas; la promoción de los derechos humanos, verdad
y justicia; reforma el poder judicial; y desarrollar una idea de
seguridad del Estado Democrático, que iba más allá de los
papeles asignados a las FAs.
En lo que respecta a la defensa nacional, el énfasis estaba puesto
en delinear la construcción de una política que englobara los
intereses nacionales, la modernización del sector, las
capacidades disuasivas, la política exterior y, sobre todo, las
relaciones entre civiles y militares entonces “resentidas por la
lógica de la guerra interna que había imperado en los últimos
años, cuestión que se asumía como una precondición básica para
una exitosa política de defensa”, acota el programa.
Ministro de Defensa Patricio Rojas Saavedra, durante todo
el mandato presidencial.
TIEMPOS DIFÍCILES: mi testimonio35.
Probablemente el ex Ministro Patricio Rojas fue mezquino con ese
título. Según se podrá apreciar fueron mucho más que eso, un
período aciago, turbulento, incierto, frágil, áspero, precario. En
todo caso un titular no es para hacer gala de adjetivos calificativos.
En 1990 se iniciaba una etapa de doce años en que el cargo de
Ministro de Defensa Nacional sería ocupado por personalidades
del “riñón” democratacristiano, todas experimentadas figuras que
vivieron de cerca las vicisitudes político–militares de los
Gobiernos de los Presidentes Eduardo Frei Montalva, Salvador
Allende Gossens, y evidentemente durante el régimen militar.
El primero de ellos fue el Doctor Patricio Rojas Saavedra,
prominente militante del partido36 y que tuvo tempranas
experiencias gubernamentales como Subsecretario, Ministro de
Educación y Ministro del Interior, durante los años 1964–1970.
34
Programa de Gobierno Concertación de Partidos por la Democracia. www.archivopatricioalywin.cl
Rojas, Patricio. (2013). TIEMPOS DIFÍCILES: Mi testimonio. Edición Tauros.
36
Debido a las divergencias existentes entre Patrio Rojas y la familia de Eduardo Frei Montalva respecto a las
circunstancias del fallecimiento de este último, los órganos internos del Partido Demócrata Cristiano
decidieron, primero, congelar la militancia de Rojas, y poco después expulsarlo del partido.
35
Rodolfo Martinic Marusic
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Debió entonces lidiar con la rebelión del denominado “Tacnazo” y
luego con el asesinato del ex Comandante en Jefe del Ejército,
General René Schneider.
Pero no iban a ser sus únicas experiencias con el mundo
castrense. Fue un activo y férreo opositor al Gobierno Militar,
mostrándose en fechas muy tempranas partidario de abrir una
interlocución cívico–militar37, como ruta de salida política.
Pero vayamos a 1990. Desde los primeros momentos tuvo que
enfrentar las resistencias que pondría a su gestión el entonces
Comandante en Jefe del Ejército (CJE), Capitán General Augusto
Pinochet. Ese período está magistral y detalladamente tratado en
el libro “La Historia Oculta de la Transición” de Ascanio Cavallo38,
de manera que muy poco se podría agregar, sino más bien, hacer
mención a algunos pasajes principales.
En lo fundamental, estuvo en juego la plena subordinación militar
al poder civil y afectaba la autoridad en la cadena de mando
superior de la defensa. El ex CJE estimaba que su dependencia
jerárquica correspondía directamente del Presidente de la
República, y que el MDN era solo “un administrativo” y, por lo
tanto, al margen de la cadena de mando.
Un hecho que ejemplifica el delicado clima que imperaba muestra
que apenas el Gobierno procedía a designar a los Subsecretarios
de la cartera de la Defensa, (cinco en aquel tiempo pues
Carabineros e Investigaciones dependían del MDN), desde el
mundo militar se insistía en que tales cargos debían ser ocupados
por oficiales en servicio activo, una petición que no contaba con
respaldo legal, sino más bien se sustentaba en una tradición.
Aunque la materia precedente podría constituir solo un detalle
anecdótico, no era tal39. Pero en realidad otros temas de mayor
preocupación agitaban la agenda política por esos días.
Como se señaló, el Programa de Gobierno de la Concertación
registraba una serie de reformas políticas destinadas a trastocar
la correlación de fuerzas que exhibía una realidad política signada
por la Constitución Política de 1980. Entre ellas, las negociaciones
en torno a los Senadores designados y el Consejo de Seguridad
Nacional; la Ley Orgánica de las FAs que consagraba niveles de
autonomía insoportables para otros actores políticos, y la
inamovilidad de los Comandantes en Jefes Institucionales, por
citar las más importantes (a lo anterior se agregaban otros ripios
de la transición: la casa de Lo Curro; el caso la “Cutufa”, la
37
Rojas, Patricio. (1984). La democracia cristiana frente al autoritarismo. Biblioteca del Congreso Nacional.
www.bcn.cl/buscadorintegral/
38
Cavallo, Ascanio. (1998). La historia oculta de la transición. Memoria de una época 1990–1998. Grupo
Grijalbo – Montadori. Desde la página 13 y siguientes se comienzan a relatar las controversias.
39
El cargo de Subsecretario ministerial es clave en materias presupuestarias y tramitación de Decretos.
Rodolfo Martinic Marusic
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disolución de la CNI; el caso Leterier; el presupuesto militar; la
tramitación de decretos, entre varios).
En ese clima, una crisis política se produjo a fines de 1991
cuando fue descubierto en un aeropuerto de Hungría un
cargamento de armamentos que, bajo el rótulo de ayuda
humanitaria, tenía por destino Croacia. El envío había sido
remitido por la Fábrica de Armamentos del Ejército (FAMAE), y
contaba con autorización de MDN, pese a que violaba una
resolución de embargo de Naciones Unidas respecto a
Croacia40. “Hubo un fraude contra el Estado”, manifestó el
vocero de Gobierno, mientras el Ejército y la justicia se
comprometieron a investigar los hechos.
Pero un verdadero atolladero mayor para las relaciones político–
militares de la época fue la iniciativa presidencial de crear la
“Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación”41 y que
posteriormente adquiriría el nombre de su Presidente, Raúl Rettig.
Su objetivo fue contribuir al esclarecimiento de las principales
violaciones a los derechos humanos entre el 11 de septiembre de
1973 y el 11 de marzo de 1990.
Terminado el trabajo de la Comisión el Presidente de la República
convocó al Consejo de Seguridad Nacional para conocer la
opinión de sus miembros. Según consta en el acta respectiva, el
comandante en jefe del Ejército, dijo que "el Ejército de Chile,
ciertamente no ve razón alguna para pedir perdón por haber
tomado parte en esta patriótica labor". Y puntualizó que la
institución "declara solemnemente que no aceptará ser situado
ante la ciudadanía en el banquillo de los acusados, por haber
salvado la libertad y la soberanía de la patria a requerimiento
insistente de la civilidad"42.
Esa postura institucional –basada en esos momentos en una
estrategia de negación y contención– marcaría la etapa más dura
y difícil en la relación político–militar, acompañando la gestión del
MDN hasta fines de su período.
Cabe destacar además como momentos especialmente críticos
los movimientos de tropas realizado en 1991 durante el “Ejercicio
de seguridad, alistamiento y enlace”43, y el denominado “Boinazo”
en 1993, con motivo de la reactivación de la investigación judicial
que involucró a uno de los hijos del CJE. “Todo ello en un marco
de acendrado simbolismo determinado por la rígida personalidad
40
Un contrabando de armas a Croacia enfrenta al Gobierno con el General Pinochet.
www.elpais.com/diario/1991/12/26/internacional
41
www.derechoshumanos.net/lesahumanidad/informes/informe-rettig.htm
42
www.latercera.com/noticia/pinochet/reacción/ante/informe 07 de enero de 2018.
43
Caso “Pinocheques”.
Rodolfo Martinic Marusic
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de los actores involucrados, especialmente del General Pinochet
y el Ministro (de defensa) Rojas”44.
En definitiva, eran más los tiempos de la transición política, no
militar. Claro, un período presidencial de excepción (solo cuatro
años) debió tener por objetivo más urgente la normalización
institucional del país y la búsqueda de la reconciliación nacional.
De hecho, las reformas constitucionales y leyes políticas45,
quedarán solo iniciadas en ese cuatrienio.
C.1.2. Relaciones político militares.
Las siguientes materias propias del sector46 podrían ser
advertidas como iniciadas durante el gobierno del Ministro Rojas,
visualizando que tiempo más tarde varias de ellas pasarían a
constituir planes y programas en el desarrollo del sector:
 Una serie de ajustes administrativos47 al interior del
Ministerio y que en lo principal estuvieron dirigidos a la
racionalización de los programas presupuestarios
(introducción de la metodología presupuesto por programa),
la industria de bienes de uso militar y mejorar los canales de
asesoría concernientes a temas técnicos como la
adquisición, importación y exportación de armas y material
de uso bélico.
 Se comenzó a implementar una política de recursos
humanos orientada a elevar la interacción civil especialista
respecto a la militar, un tema que se haría recurrente en los
años venideros.
Al mismo tiempo, se presentaba como algo factible que los
militares colaborarán orgánicamente por ejemplo con la
Dirección de Fronteras y Límites; Bienes Nacionales, o en
actividades relacionadas con el desarrollo nacional, e
incluso se esbozó la quimérica idea de dotar a las
Comisiones de la Defensa del Poder Legislativo, con
asesorías permanentes.
 En coherencia con el Programa de Gobierno dirigido a
mejorar la inserción internacional del país, se buscó
optimizar la coordinación entre la política exterior y de la
defensa, mediante convenios de cooperación tecnológicos
y académicos. Incluyó la participación castrense en
44
García, Gonzalo y Montes, Juan Esteban. (2003). ¿Y qué pasó con los militares? Ediciones del Segundo
Centenario. CED. Página 66.
45
Programa de Gobierno de la Concertación. Bases programáticas político–institucionales. Repositorio Digital.
www.archivopatricioaylwin.cl
46
Varas, Augusto y Fuentes Claudio (1994). Defensa Nacional: Chile, 1990 – 1994. Modernización y desarrollo.
En www.flacsochile.org/biblioteca
47
www.archivospublicos.uahurtado.cl.index.php/patricio-rojas-saavedra
Rodolfo Martinic Marusic
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operaciones internacionales48 bajo el auspicio de las
Naciones Unidas49.
 En el plano vecinal muy relevantes fueron los estrechos
contactos cultivados con las FAs de Argentina, justo en
momentos en que ambos países vecinos de aprestaban a
resolver una serie de asuntos limítrofes pendientes.
 Se buscó potenciar el Estado Mayor de la Defensa Nacional
(EMDN), como organismo encargado de realizar la
planificación primaria (política–estratégica) y secundaria
(estratégica). En este mismo ámbito, se propendió a una
mayor interoperatividad entre las ramas castrenses,
preámbulo para concebir el potenciamiento del nivel
conjunto (empleo integrado de las tres fuerzas bajo un solo
mando, tras un mismo objetivo y en un escenario
determinado).
Sin titubear acerca de las fortalezas y efectividad que traen
consigo las estructuras de fuerzas conjuntas, no se debería
obviar que también han tenido una interpretación incidente
e instrumental en la redefinición de las categorías de “control
civil” y “conducción política”50.
 Durante este cuatrienio las instituciones armadas
presentaron sendos proyectos de modernización. El año
1992 el Comandante en Jefe del Ejército entregó sus
orientaciones que se plasmarían en el “Plan Alcázar”, en la
búsqueda de una estructura de fuerza moderna, eficiente,
flexible y con una alta capacidad de respuesta y tecnológica.
A su turno, la Armada propuso una proyección oceánica. La
Fuerza Aérea, incorporar el espacio como parte de la
estrategia de desarrollo nacional.
Las particularidades de la transición –relativa autonomía
institucional incluida– impidieron un liderazgo ministerial
más definido desde la cúspide del sistema (top–down).
C.1.3. Relaciones civiles–militares.
Desde la década de los años 70’ se tendía a “ver a los militares
como una rémora de tiempos pasados, unos exóticos que vivían
juntos, se casaban entre sí y se entrenaban para unas guerras
internacionales que no tenían posibilidad de existir al menos
desde 1929”51.
48
Riquelme, Jorge. (2012). Las relaciones civiles–militares en el marco de la participación chilena en
operaciones de paz. www.redalyc.org/pdf
49
Hasta entonces, las fuerzas militares chilenas habían tenido participación en el exterior principalmente
como observadores en conflictos internacionales (el primero fue después de la Guerra del Chaco). Ahora se
buscaba una participación a través de tropas desplegadas como por ejemplo en Kuwait e Irak (Fuerza Aérea)
y
Camboya
(Infantes
de
Marina)
Ver:
www.archivospublicos.uahurtado.cltranscripcionddeconferenciadeprensaministrodedefensanacionalenlaen
bajadadechileenargentina . En el caso del Ejército tendría que pasar más tiempo para comprometerse en este
tipo de misiones.
50
Laleff, Ricardo. (2011). La conjuntez en la Fuerzas Armadas y la problemática del control y la conducción de
la defensa (1983/2005). www.cdsa.academica.org
51
OP.Cit. Sepúlveda, Alfredo. Página 144.
Rodolfo Martinic Marusic
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A ese tipo de visión se agregaban otras percepciones negativas
que existían en parte de la población producto probablemente del
natural desgaste político que ocasionaba diez y siete años en el
ejercicio de gobierno autoritario.
Era la ocasión, se pensó seguramente, para encontrar funciones
integradoras de la estructura social y compartir tal vez una misma
orientación normativa. El sector de la defensa podía colaborar en
ese cometido.
Por esas y otras razones el mejoramiento de las relaciones entre
civiles y militares también constituyó un asunto incorporado en un
acápite del Programa de Gobierno, advirtiendo entonces que el
área del conocimiento resultaba muy favorable para contribuir a la
integración entre estos dos estamentos de la sociedad. Se
proponía, en consecuencia, realizar programas conjuntos de
investigación y desarrollo entre Universidades, FAs y centros de
estudios, estableciéndose las áreas en que ello podía ser factible
para una mejor relación y comprensión mutua.
Por otra parte, se podía esperar que los temas de seguridad y
defensa concitarán también la atención en los estudios e
investigaciones, no solo porque la transición suponía un cambio
de etapa en la política doméstica, sino además porque el contexto
internacional de entonces comenzaba a dejar atrás la Guerra Fría,
generando nuevas cosmovisiones para entender la seguridad
internacional, sus escenarios emergentes y desafíos futuros.
Una demostración del interés por estas temáticas fue que hasta
algunos centros de estudios partidarios crearon áreas relativas a
la seguridad, la defensa y las FAs. al interior de sus propias
orgánicas, fenómeno que se pudo observar desde antes de 1990.
Sin duda un papel significativo le correspondió ejercer a la
Academia de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE),
organismo que dependiendo del MDN conjugaba en aquel
entonces una mixtura de antiguos profesores ex militares con
civiles que comenzaban a demostrar interés en estos asuntos.
Destacó también por su nivel de convocatoria los esfuerzos
hechos por la Academia de Guerra del Ejército (ACAGUE). Ya en
septiembre de 1991 organizó el “Seminario sobre Política de
Defensa”52; posteriormente el seminario “El Estado Moderno y el
Ejército: Perspectiva Nacional53; y, en 1994 una nueva jornada
similar esta vez sobre fronteras interiores54. Durante dichos
52
Ejército de Chile. (1991) Memorial del Ejército. N° 438.
Ejército de Chile. (1992) Memorial del Ejército. N° 441.
54
Ejército de Chile. (1994) Memorial del Ejército. N° 445.
53
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eventos académicos participaron como expositores connotados
políticos de la época55.
Por su naturaleza organizacional y funciones tanto la ANEPE
como la ACAGUE se empeñaron en la realización de actividades
tanto docente (diplomados, cursos de pre y post–grados), como
de extensión e investigación.
Otro referente importante fue el “Área de Relaciones
Internacionales y Defensa de la Facultad Latinoamericana de
Ciencias Sociales, sede Chile (FLACSO– Chile)”. Con múltiples
publicaciones –entre ellas varios libros– destacó su revista
“Fuerzas Armadas y Sociedad”56 proporcionando interesantes
insumos en el tratamiento de los temas de la seguridad y la
defensa desde la perspectiva civil, aunque dando cabida también
a otros autores.
En ese mismo camino el Centro de Estudios para el Desarrollo
(CED), también generó espacios de intercambios entre civiles y
militares, habiendo sido relevante el Seminario que organizó en
1989 “Fuerzas Armadas, Estado y Sociedad; el papel de las
Fuerzas Armadas en la futura democracia chilena”.
Todo ello, se supone, contribuyó al mejor conocimiento mutuo y a
prodigar puntos de vista más integrales en materias de relevancia
para el sector, y probablemente ayudó también a preparar “masa
crítica” en beneficio de los desafíos más instrumentales que
estaban por venir.
Dos aspectos de este breve resumen en las relaciones civiles–
militares cabría resaltar. Sin duda es un período rico en
interacciones, sea por la novedad del cambio político que se vivía,
o bien debido al genuino interés que crecía en una dimensión de
la actividad pública un tanto desconocida. Con todo, lo que se ve
hasta aquí, y podría ser corroborado o no más adelante, es que
esas interacciones se observan constreñidas a segmentos de las
élites57 políticas y académicas, o como se podría decir igual:
asuntos de y para expertos.
La segunda consideración se manifiesta en que parte importante
de los trabajos de investigación y publicaciones desde el mundo
civil ponían mayor énfasis en la participación militar dentro de la
sociedad política, cuando no resaltando el quebrantamiento y
ruptura del sistema democrático. A lo mejor se expresaba así
55
Entre ello: Heraldo Muñoz; Esteban Tomic; Gabriel Valdés; José Viera Gallo; John Biehl; Augusto Varas.
Entre 1985 y 1988 se emitió bajo el nombre de “Defensa y Desarme”. Luego, como Fuerzas Armadas y
Sociedad, lamentablemente dejó de circular a inicios de los años 2000.
57
Aquí se usa la palabra élite en el segundo sentido que define el profesor Carlos Peña: “para aludir a una
minoría consistente que se autoatribuye la riqueza, el prestigio y la virtud. Y que, gracias a eso, impone su
voluntad sobre la mayoría, por mecanismos habitualmente subterráneos, inconfesables, nunca explícitos”.
En: Pensar el malestar. (2020). Penguin Random House Grupo Editorial, S.A. Página 134.
56
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desconfianza soterrada y una mirada vulnerable del nuevo
régimen que emergía (una encuesta de entonces indicaba que un
51,5% de los chilenos opinaba que era posible un golpe de
Estado).
Ambos asuntos podrían en parte ser respondidos si observamos
someramente a continuación algunas percepciones ciudadanas
que arrojaba un estudio de opinión pública al respecto58.
 En cuanto a las funciones históricas de las FAs
mayoritariamente un 42,2% de las personas consultadas
opinó que era la defensa nacional; un 28,3 funciones de
orden; 17,1 señalaron que la tarea principal era ayudar en
emergencias; mientras que un 14,5 tareas preferentes de
seguridad nacional.
 Según la posición política de los consultados, las personas
de izquierda dijeron que las funciones preferentes son la
defensa (45,5%) y la colaboración en emergencias (25,5%),
en tanto las personas de derecha, un 35% opinó que eran
las funciones de orden y un 19% de seguridad nacional.
 Conforme a niveles socioeconómicos, el nivel alto estimó
que la función prevalente de las FAs es la defensa (56%); el
nivel medio la emergencia (19,3%) y el nivel bajo el orden
interno (33,6%).
 En relación con las funciones futuras de las FAs una
mayoría de los encuestados opinó que la defensa (39%); un
27% funciones de orden; 21% de seguridad; y 12%
emergencias.
 En cuanto a percepciones sobre el aporte de las FAs en la
solución de problemas nacionales, 24,1% opinó que era
mucho; 42,8% poco, y 27,7% nada. Según el criterio
identificación política, los datos establecen que a medida
que las preferencias se mueven hacia la derecha, se capta
mayor aporte de las FAs, en cambio, sí se orienta a la
izquierda esa percepción disminuye. Las mismas
inclinaciones se pueden ver en grupos identificados con
religiones, edad, estrato socioeconómico y estado civil.
 Otra consulta estuvo referida a opiniones sobre participación
institucional de las FAs (construcción de caminos, atención
de salud, relaciones internacionales, entre otras). Un 54%
que debían ser niveles de participación moderados; un
35,2% altos y un 10,7% bajos.
 Sobre percepciones de amenaza y resolución de conflictos,
el resultado se presentó en niveles ordenados en el
continuum nacionalismo (71,6%) y cosmopolitismo (28,3%),
y en relación con amenazas a la soberanía un 63,5 estimó
que eran bajas y menos probables, en tanto un 36,5% altos
y menos probables.
58
Varas. A. Fuentes. C. Op.Cit. Capítulo VI. Páginas 235 y siguientes.
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Varias conclusiones se podrían obtener de este estudio de opinión
pública. Primero, cierta confusión reinante en el entender las
funciones que debía cumplir el principal instrumento de la defensa
nacional: las FAs. Si eso era así en una aproximación básica,
malamente un ciudadano común podría entender, por ejemplo, el
alcance del concepto de disuasión, en tanto una de las
modalidades de empleo de la fuerza. Segundo, la incidencia de la
posición política en los consultados, al punto de quedar en lugares
antagónicos acerca de los temas consultados (agréguese otras
variables como la religión, nivel socioeconómico, edad y sexo).
Tercero, y a propósito de lo anterior, se registraba una inclinación
por identificar a las FAs con la derecha política, formando un eje
contraproducente para sostener la idea de instituciones al servicio
de todos los chilenos.
Se podría advertir que, si tales percepciones eran reflejo de las
relaciones civiles–militares de la época, serían condicionantes
estructurales que dificultarían avanzar en la construcción de una
política de defensa. Por lo tanto, se demandaba una visión
estratégica y mucha pedagogía social para sacar adelante la
tarea.
Cabe referirse antes terminar a las consecuencias de un
importante suceso ocurrido durante el Ministerio de Patricio
Rojas. En ese cuatrienio la Fuerza Aérea adquirió de su
homóloga belga material Mirage–Elkan por un costo de US $
109 millones. Después que la operación estuvo terminada se
conocieron detalles sobre acusaciones por pago a
intermediarios, abriéndose tanto una investigación judicial59,
como en una Comisión Especial de la Cámara de Diputados60.
A parte de las formalidades de los procesos61 cursados, el hecho
puso de relieve en el escrutinio público el sistema de inversión y
adquisiciones de material bélico, demandándose mayor
transparencia e instancias de control político y legislativo,
precedente para las iniciativas posteriores dirigidas a derogar la
Ley Reservada del Cobre, principal fuente de financiamiento en
la adquisición de sistemas de armas.
El ex Ministro Patricio Rojas continúo durante algunos años
ligado a la defensa nacional a través de la entidad privada
“Corporación de Estudios Estratégicos” (CEES)62. En Julio de
1998 dicha Corporación envío al MDN un proyecto de convenio
con la finalidad de realizar el estudio “Los derechos del
Conscripto del Servicio Militar Obligatorio”, como acto previo a
la formalización de un contrato de prestación de servicios63.
59
www.latercera.com/noticia/cronologia/del/caso/mirage 2 de febrero 2009.
www.camara.cl Informe de la Comisión Especial Investigadora 1 de marzo 2021.
61
www.mercuriovalpo.cl Liberan a ex Comandante en Jefe FACH. 2 de febrero 2009.
62
www.revistas.uchile.cl Rojas, Patricio. (1997). Seguridad regional. Panorama y perspectivas.
63
www.ciperchile.cl/wp/content
60
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CAPÍTULO II
Período Presidencial de Eduardo Frei Ruiz Tagle
11 marzo 1994 – 11 marzo de 2000
C.2.1 Claves políticas
Las Bases Programáticas del segundo Gobierno de la Concertación
respondían a la idea fuerza de la modernización del Estado64.
Redactadas con un estilo casi lirico, entre sus ámbitos más
destacados se pueden mencionar: legislatura y atribuciones del
Congreso; composición y facultades del Consejo de Seguridad
Nacional, Tribunal Constitucional y Tribunal Calificador de
Elecciones; nuevo sistema electoral; prerrogativas Presidenciales en
materias de defensa; reforma educacional e inicio de la reforma
procesal penal65.
Al igual como se pudo apreciar en el primer Programa de Gobierno
1990–1994, en particular las reformas político–institucionales,
quedarán pendientes en su realización, habida consideración de la
falta de mayoría en el Congreso Nacional.
La continuidad de las definiciones en materias de política exterior, a
saber: fortalecer la integración vecinal y regional; implementar el
proceso de internacionalización económica (acuerdos comerciales
tanto en bloques como bilaterales), y la participación de Chile en los
grandes temas globales, no tardarían en encontrar un mayor
acoplamiento con la defensa nacional en esas mismas áreas,
comprendiendo además los primeros esfuerzos por regionalizar la
defensa (el MERCOSUR sería uno de esos espacios).
Lo segundo, ratificado en el Mensaje Presidencial del 21 de mayo de
1994, era el compromiso por elaborar, en un esfuerzo
mancomunado, el primer Libro de la Defensa Nacional de Chile.
Ministro de Defensa Edmundo Pérez Yoma
11 marzo 1994 – 16 enero 1998.
…“la solidez de la defensa de Chile en el próximo siglo se
jugará en la comprensión de la defensa como una tarea
colectiva de todos los chilenos y en la existencia de un
ámbito institucionalizado de colaboración civil–militar …”66
La persona que se buscó para encabezar el MDN fue Don Edmundo
Pérez Yoma, empresario y militante democratacristiano de antigua
data, amigo personal y familiar del Presidente Eduardo Frei Ruiz
Tagle, quien además consiguió establecer una mejor relación
64
Frei Ruiz Tagle, Eduardo. (2000). Bases Programáticas del segundo Gobierno de la Concertación.
www.repositario.cultura.gob.cl
65
Varios autores. Proyecto de Título: Trabajo descriptivo sobre los Programas de Gobierno de la Concertación.
(2012). Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
66
Pérez Yoma, Edmundo. (1997). Prólogo del Libro de la Defensa Nacional de Chile. Ministerio de la Defensa
Nacional.
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institucional con el General Augusto Pinochet, en parte porque los
vinculaba el hecho que este último ostentaba un alto grado militar en
la Guarnición de Santiago, en circunstancias que fuera asesinado por
un grupo terrorista67 el ex Ministro de Interior Edmundo Pérez
Zujovic, padre del nombrado MDN.
Sería él, asimismo, quien llegaría a un acuerdo para la sucesión del
General Pinochet en la Comandancia en Jefe del Ejército,
designándose al quinto en la línea de mando, en un acontecimiento
considerado como un paso importante hacia la normalización
institucional.
No obstante, debió enfrentar situaciones delicadas como la salida del
General Rodolfo Stange de la Dirección General de Carabineros,
después que fuera acusado por el caso “degollados” (Carabineros
entonces dependía del Ministerio de Defensa), y las consecuencias
del juzgamiento del General Manuel Contreras Sepúlveda.
C.2.2. Relaciones político–militares.
Si el período 1990–1994 fue de negación y confrontación, la etapa
siguiente es de “apaciguamiento y acomodo”, y habría tenido como
“costo la mantención del status quo en prácticamente todos los
frentes de las relaciones político–militares”68.
Sin embargo, convencido de lo importante que resultaba dejar atrás
los tiempos de polarización, el Ministro Pérez Yoma diseñó durante
su gestión una forma de actuar que, por una parte, reubicaba los ejes
de la defensa y política militar en los temas que eran propios del
sector, mientras que “las reformas constitucionales quedarían bajo la
conducción presidencial, y las materias de derechos humanos,
radicadas en el poder judicial”69.
Tal como se anticipó, igual debió lidiar con algunas secuelas de la
transición, como fue la internación del General Manuel Contreras y
el Brigadier Pedro Espinoza en el penal de Punta Peuco (octubre de
1995)70, episodio que significó meses de gran incertidumbre y
tensión, incluso “al interior del propio gabinete”71.
Pero sin duda, dentro de los espacios de entendimientos factibles, la
gestación y elaboración del primer Libro Blanco de la Defensa
Nacional de Chile debería ser considerado como uno de los
principales hitos ministeriales.
En efecto, es innegable que tuvo repercusiones positivas sobre las
dos categorías que ordenan el presente trabajo, salvando que
inicialmente la iniciativa ministerial no tuvo acogida por parte de las
67
Bonnassiolle, Marcelo. (2015). Violencia política y conflictividad social. El caso de la Vanguardia Organizada
del Pueblo. Revista Electrónica de Historia. www.redalyc.org/pdf
68
Agüero, Felipe. (2002). Militares, Estado y Sociedad en Chile: mirando el futuro desde la comparación
histórica. Revista de Ciencia Política. Volumen XXII/N°1. Página 53.
69
Montes, Juan Esteban y García, Gonzalo. Op.Cit. Páginas 80 y 81.
70
El Ministro de la Defensa de Chile dice que Contreras terminará en la cárcel. (18 junio 1995).
www.elpais.com/diario/1995/06/19/internacional
71
Martínez, Claudio. (2019). Punta Peuco: la historia desconocida. Relato de un protagonista inesperado. Ril
Editores. Páginas 47 y siguientes.
Rodolfo Martinic Marusic
Página 26 de 120
FAs, e incluso “el Ejército en un momento oficializó una respuesta
negativa a participar”72.
El proceso de elaboración del Libro contribuyó a mejorar las
relaciones político–militares, desde el punto de vista del
conocimiento mutuo y la aceptación de una agenda ahora
estructurada y conducida por el MDN, con cierta visión de
trascendencia.
Coherentemente, los propósitos de la publicación fueron: “avanzar
en el desarrollo de la conciencia ciudadana en defensa; exhibir
transparencia hacia la comunidad internacional; y, dejar de
manifiesto criterios y condiciones centrales para el desarrollo de la
política de defensa de Chile”73.
En cuanto a la mecánica de trabajo se decidió comenzar con la
confección de documentos bases para la discusión; luego con un
ciclo de talleres (“con tres meses de duración y en que tomaron parte
unas cincuenta personas”74), para finalmente dejar la tarea en manos
de una Comisión Redactora del ámbito ministerial.
Para algunos autores75 el proceso de trabajo participativo fue más
importante que el producto final: el libro, sugiriendo incluso que los
acercamientos que se derivaron de su gestación fueron de tal
magnitud que el Ministro Pérez Yoma tomará la experiencia para
proyectar la “Mesa de Diálogo sobre los Derechos Humanos” y que
se llevaría a cabo más tarde entre los años 1999 y 2000.
La elaboración de Libros de la Defensa será un asunto de interés
periódico para las autoridades del sector, de manera que por ahora
solo se esbozarán algunas ideas centrales.
Por más que se le defina como política pública de Estado –cuestión
que desde ya es debatible–, y se proclame en todos los tonos que es
suprapartidaria, “sus contenidos carecían de todo valor vinculante”76,
y eso, por una parte, restringía sus efectos y alcances, y por otro,
dejaban a parte de sus postulados sujetos a interpretaciones
variables. Ambas condicionantes limitaron, en suma, conseguir una
visión estratégica coherente en horizontes de largo plazo y constriñó
además su legitimación social.
Pasando a otros temas importantes de la gestión, durante el
ministerio de Pérez Yoma consiguió sanción legislativa el “Nuevo
Estatuto para el Personal de las Fuerzas Armadas”77.
En 1998 el Ejército renovó parte de su material blindado mediante la
incorporación de tanques “Leopard 1V”. Respecto a esa operación,
72
Fuentes, Juan. (2009). Los Libros de la Defensa Nacional de Chile 1998 – 2002 como instrumentos de política
pública. Academia de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE). Páginas 125 y 126.
73
Libro de la Defensa Nacional de Chile (1997). Ministerio de la Defensa Nacional. Ministro Edmundo Pérez
Yoma. Prólogo. www.resdal.org.archivo/def-prologo.htm
74
Entre estos, académicos civiles y militares, expertos y representantes del abanico político partidista.
75
Montes, Juan Esteban y García, Gonzalo. Op.Cit.
76
Briones, S y Saavedra R (2012). Liderazgo civil en defensa. En J.P. Rosso y C. Faundes. (Editores). Fracturas
en la Defensa Nacional. Nuevo enfoque para renovar el sector. RIL Ediciones.
77
DFL1 Ley 19.898 de 27 de agosto 1997.
Rodolfo Martinic Marusic
Página 27 de 120
el año 2009 trascendió que la Fiscalía Oriente llevaba una
investigación por el presunto pago de comisiones a civiles y
militares78.
A partir de 1998 comenzó su tramitación legislativa dos iniciativas
destinadas a modernizar el Servicio Obligatorio Militar (SMO).
Además, se dio inicio a una reforma al sistema de salud de las
instituciones armadas.
Finalmente, conforme a las orientaciones gubernamentales antes
referidas, en un tipo de misión que adquiriría creciente relevancia, el
Ministerio publicó una política militar para la participación de tropas
en Operaciones Internacionales de Paz.
El Ministro Pérez Yoma renunció a su cargo el 16 de enero de 1998
debido a la controversia surgida por la “postergación del retiro del
General Pinochet, quien estaba siendo amenazado por un juicio
político en su contra”79. Fue objeto de críticas por parte de algunos
políticos de la Concertación: “tubo una gestión complaciente”, dijo el
entonces Diputado Guido Girardi.
C.2.3. Relaciones civiles–militares.
Existía a esas alturas un dato que seguramente preocupaba a la
clase política. Según un estudio de opinión del “Centro de Estudios
de la Realidad Contemporánea (CERC)”, un 68,9% de los chilenos
consideraba que el país no estaba reconciliado80. A lo mejor ese
negativo porcentaje hizo pensar al Ministro Pérez Yoma que algo
había que hacer al respecto.
Pero mientras llegaba ese momento, la oportunidad de trabajar
mancomunadamente trajo consigo –aunque pueda sonar algo
pretensioso decirlo–, el encuentro entre dos mundos o de dos
concepciones de mundo. Un sector de militares y ex militares que en
forma paulatina comenzaban a incursionar en estudios de post
grados en ciencias sociales y políticas y, otro sector, compuesto por
civiles en su mayoría con estudios de perfeccionamiento académico
en el extranjero, cuando no, habiendo vivido la experiencia del exilio.
Como ya se ha comentado, si bien estas interrelaciones se habían
iniciado a comienzos de la década, de alguna manera exponían el
momento político que vivía el país, ahora se trataba de obtener un
producto concreto, sino el ideal ni el mejor, un Libro de la Defensa
Nacional, lo cual advertía sobre una disposición para trabajar juntos
y compartir perspectivas por intermedio del diálogo y el consenso.
Obviamente se había logrado una mejora cualitativa para los niveles
de interrelación.
Entonces se comenzó a hablar de una “Comunidad de la Defensa”,
un imaginario un tanto romántico que pretendía aludir al conjunto de
78
Corrupción en las Fuerzas Armadas: casos más recientes. www.obtienearchivo.bcn.cl
www.elmundo.es/elmundo/1998/enero/16/internacional
80
Rojas, F. Op.Cit. Citando a El Mercurio, 21 julio 1995.
79
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expertos civiles y militares que monopolizaban el saber en estas
temáticas, y para quienes estaría un lugar reservado en la
elaboración de próximas ediciones del Libro de la Defensa, y en el
caso de otros, dentro de los circuitos de la burocracia ministerial.
Como efecto positivo, varios de esos expertos comenzaron a
concurrir para ser escuchados y eventualmente brindar asesoría a
las Comisiones de Defensa del Congreso. Podía existir un
inconveniente sí: cuando los expertos remitían sus argumentos a los
contenidos del Libro de la Defensa, nadie podía garantizar que los
legisladores hubieran tenido el tiempo para leerlo.
Además, probablemente quede también la duda si con ese tipo de
aproximaciones se contribuyó a que los contenidos y resultados del
Libro cumplieran con uno de sus propósitos declarados: avanzar en
el desarrollo de una conciencia ciudadana en defensa. Al respecto,
no se pudo obtener evidencia empírica disponible en las fechas en
que este proceso tuvo su curso.
Aunque comenzaba a aparecer otro tema de la agenda del sector
que sí podría marcar el interés de actores sociales distintos: la
modernización del Servicio Militar Obligatorio (SMO), sobre el que
volveremos más adelante.
Las relaciones civiles–militares recibirían en esa época una
importante envión, proyectando un sólido precedente para las
características y protagonistas que tendrían las futuras relaciones
político–militares.
Es así que en mayo de 1996 el Jefe de la Misión Militar en España,
General Juan Emilio Cheyre junto al Embajador en ese país, Álvaro
Briones (Partido Socialista), y la Fundación Ortega y Gasset,
organizaron el seminario “Las Fuerzas Armadas y la transición a la
democracia. Los casos de España y Chile”81. De acuerdo se cita,
entre los principales invitados al evento estuvo “Ricardo Lagos
Escobar y otros próceres concertacionistas”82. A esas alturas
Ricardo Lagos ya asomaba como seguro candidato a la
Presidencia de la República y muy probable triunfador.
81
82
La caída de Cheyre, el militar favorito de Ricardo Lagos. www.elmostrador.cl/noticias/pais/2016/07/07
Eduardo Contreras www.opinion.cooperativa.cl/opinion/politica/detras-de-la-fachada/2018-11-19
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Ministro Raúl Troncoso Castillo
16 enero 1998 – 1 agosto 1998.
“Asistimos hoy a un proceso de globalización que está
produciendo importantes alteraciones en el papel del Estado
Nacional. Los flujos financieros, las innovaciones tecnológicas
y en comunicaciones, desbordan las fronteras nacionales y van
conformando nuevas estructuras transnacionales”.83
C.3.1 Claves Políticas.
La cita entre comillas confirmaba la orientación gubernamental
asumida a partir de 1990 para guiar la política exterior. Se
fundamentó en el “regionalismo abierto”84, un concepto que en
aplicación propiciaba la cooperación interregional, en especial
mediante acuerdos de integración económica, tanto multilaterales
como bilaterales.
En la esfera de la política militar, la frase, dicha por un MDN,
expresaba el triunfo de la teoría idealista–liberal por sobre el realismo
político de la Guerra Fría, e indicaba también, en consecuencia, que
era necesario abandonar posturas más soberanistas y territoriales,
en tanto las modalidades de empleo de la fuerza deberían adaptarse
al mundo de la “interdependencia compleja”85. Ese proceso había
comenzado, pero se haría tendencia en los años venideros.
Veamos algunos antecedentes del nuevo Ministro. Don Raúl
Troncoso fue un abogado y político democratacristiano. Había sido
Secretario General del Gobierno del Presidente Eduardo Frei
Montalva. A partir de 1990 fue nombrado Embajador y luego Director
del Banco Estado.
Entre sus actividades privadas compartió oficina con su
correligionario José Florencio Guzmán, quien sería en muy corto
plazo su sucesor en el Ministerio de Defensa.
Era sobrino del General Sergio Castillo Aránguiz, quien había sido
Comandante en Jefe del Ejército en la presidencia de Eduardo Frei
Montalva.
Fue el segundo MDN que menos tiempo ha durado en el cargo, con
solo 197 días de ejercicio.
Dentro de los hechos más significativos de su período, al Ministro
Troncoso le tocó la entrega de la Comandancia en Jefe del Ejército
por parte del General Augusto Pinochet (10 de marzo de 1998), y
conforme lo disponía la respectiva norma Constitucional,
correspondía que éste asumiera el cargo de Senador Vitalicio.
83
Troncoso, Raúl. (1998). Clase Magistral. www.anales.cl/troncoso/castillo/raul
El regionalismo abierto en América Latina y el Caribe: la integración económica al servicio de la
transformación productiva con equidad. (1994). www.cepal.org/es/publicaciones/2140
85
Keohane,R. y Nye,J. (1988). Poder e interdependencia, la política mundial en transición. Grupo Editor
Latiniamericano. Buenos Aires.
84
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En ese contexto, “la mantención del status quo que aparejó la política
apaciguamiento dejó de parecer satisfactoria”86, y más tarde
(octubre), terminó “por derrumbarse con la detención de Pinochet en
Londres, lo que dio comienzo a una fase de ´catarsis´ en las
relaciones civiles–militares y en la sociedad completa”87.
La expresión ´catarsis´ en este caso alude a que el arresto del
General Pinochet acentuó el clima político interno signado por
agudas divisiones y polarización. Pero se comenzó a advertir una
mayor predisposición política, social y sobre todo judicial (sector
reformado y rejuvenecido), por presentar querellas e investigar las
situaciones de derechos humanos pendientes que involucraban a
militares en servicio activo y en retiro, omitiendo explícitamente los
efectos esperados de la Ley de Amnistía de 1978.
Coincidiendo con el enfoque del análisis, otro autor denomina esta
etapa como “pinochetización de la agenda”88, debido al predominio
de la figura del General Pinochet durante 1998, y que hizo reaparecer
“la agenda histórica”, dejando “la agenda profesional” supeditada a
los avatares políticos de la coyuntura.
C.3.2. Relaciones político–militares.
En términos de la transición política, la designación del primer
Comandante en Jefe del Ejército –General Ricardo Izurieta
Caffarena, quinto en la línea de mando– por un gobierno civil, habría
significado “la plena subordinación militar al poder político”89. Tal
designación, se interpretó asimismo como un éxito del Gobierno ya
que consideró al General Izurieta y no otro más cercano al General
Pinochet. El momento podría asumirse también como el comienzo
de la transición militar, de la normalización institucional, y un poco
más adelante, de la despinochetización.
Los cambios en la situación política interna a raíz de la detención del
General Pinochet trajeron como consecuencia mayor lentitud en el
tratamiento de los temas de la agenda del sector, “poniendo en duda,
al menos en una parte, los recuentos más optimistas en la gestión de
Pérez Yoma”90.
Según advierte una investigación consultada, al Ministro Troncoso
“le faltó una propuesta programática ministerial”91, de manera que
varios asuntos de interés quedaron postergados.
Aunque venían algunos temas que estaban en desarrollo. A modo de
ejemplo, la agenda internacional tuvo movimientos durante ese año
a raíz de la visita de los Ministros de Defensa cuyos países
participaban de la licitación de los aviones CAZA 2000 para la Fuerza
86
Agüero, Felipe. (2003). 30 años después. La ciencia política y las relaciones Fuerzas Armadas, Estado y
Sociedad. Revista de Ciencia Política. Volumen XXIII/N°2. Página 261.
87
Ibid.263.
88
Fuentes, Juan. Op.Cit. Página 179.
89
Salgado. J.C. Op.Cit. Página 87.
90
Díaz,
José
Luís.
(s/f)
Las
agendas
del
sector
defensa
y
Pinochet.
www.biblio.flacsoandes.edu.ec/catalog/resGet.php
91
Fuentes, Juan. Op.Cit. Página 184.
Rodolfo Martinic Marusic
Página 31 de 120
Aérea: España, Francia y EE.UU. de A., pese a que no se llegó a
firmar ningún contrato y la adquisición de material aéreo fue
postergada.
El Ministro Raúl Troncoso abandonó el MDN para asumir la cartera
de Interior el 1 de agosto de 1998, manteniéndose en ese cargo
hasta la finalización del período Presidencial.
C.3.3. Relaciones civiles–militares.
De igual manera se puede sostener que este ámbito del
relacionamiento se estancó atendiendo las urgencias que planteaba
la dimensión institucional político–militar, en un tema que combinaba
componentes jurídicos internacionales, con efectos políticos
domésticos.
Acerca de lo segundo, sin embargo, la eventual polarización de la
sociedad nacional a raíz de la detención del General Pinochet es una
materia en debate por parte de la encuesta de opinión pública que se
indica.
Un análisis del Centro de Estudios Públicos (CEP,1999)92, arrojaba
que los chilenos mayoritariamente (58%) estimaban que la detención
del General Pinochet resultaba negativa para el país; un 54% no
quería que fuera juzgado en el extranjero (España o Gran Bretaña);
en cambio, si querían que fuera juzgado en Chile (69%), pero no
estaban dispuestos a un juicio a cualquier precio, si el costo era
poner en peligro la paz y la democracia.
El estudio concluye que la moderación en las percepciones
ciudadanas exhibidas en la encuesta, se contraponía a la
polarización que parecía había afectado más a las élites políticas.
Ministro José Florencio Guzmán Correa
1 agosto 1998 – 22 junio 1999.
“…una eficiente coordinación con el Ministerio de Hacienda
para optimizar la asignación de recursos otorgados por el
Estado para la función defensa”93.
C.4.1. Claves Políticas.
El Ministro Troncoso fue sucedido en el cargo por otra persona de
confianza presidencial; su correligionario democratacristiano, colega
de profesión y estudio jurídico, Don José Florencio Guzmán.
Sus vínculos partidarios venían incluso de antes de ejercer como
Subsecretario de Hacienda en 1968, año en que se había levantado
el Regimiento “Tacna”, entre otros motivos, por demandas salariales.
Los últimos ocho años se había desempeñado como
“Superintendente de Bancos e Instituciones Financieras”, y su perfil
92
www.cepchile.cl/cep/site/edic/base/port/encuesta_inicio.htm
Guzmán, F. (1999). Clase Magistral con motivo de inaugurar el año académico de las Fuerzas Armadas.
Revista Política y Estrategia N°77. ANEPE.
93
Rodolfo Martinic Marusic
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ajeno a la cartera de defensa hacía presumir que llegaba “por su
experiencia y solvencia en el plano del control y eficiencia
administrativa y financiera”94.
No obstante, la recesión económica que asolaba al país y la
proximidad de las elecciones generales, más, las repercusiones
políticas y judiciales, tanto internas como externas, que estaba
teniendo la detención del General Pinochet, llevó al Gobierno a un
nuevo cambio de gabinete.
C.4.2. Relaciones político–militares.
Las complejas y múltiples dimensiones que planteaba la detención
del General Pinochet “sobrepasaron la capacidad de la conducción
política del Ministro Guzmán”95.
Así, las intenciones por profundizar consensos políticos–militares,
sucumbieron ante las necesidades y urgencias que demandaba la
atención del caso, de manera que, varios proyectos que estaban en
carpeta como la reforma del MDN y una planta de profesionales
civiles quedaron sin prioridad política ni legislativa, centrándose los
esfuerzos de trabajo en la detención del General Pinochet.
El caso produjo evidentes “ruidos” en las relaciones. Entre ellos, el
CJE declaró en una ocasión que “el Ejército no estará tranquilo”
mientras se mantenga la detención. Las frecuentes reuniones y
declaraciones militares llevaron a que se empleara el peculiar
concepto de “deliberación conducida”, que según algunos medios
de prensa “el Gobierno acuñó para justificar tales hechos”96.
De ese modo, abundaron las críticas hacia el Ministro Guzmán en
dos frentes: “tanto por su falta de conocimientos en materias
castrenses, como debido a su permisividad ante las intervenciones
políticas de los jefes uniformados”97.
En materia de anuncios sí que fueron bastantes numerosos98,
incluyendo la modernización estratégica militar a base de dos
componentes principales: un plan mayor para el Ejército con material
blindado de alta movilidad y potencia, y, en el caso de la Armada, la
renovación de la fuerza de submarinos. Como antes se dijo, el país
atravesaba por una significativa recesión económica (1999
terminaría con un 0,8% de crecimiento negativo), cuestión que
impediría llevar adelante esos proyectos, al menos en las fechas que
se vivía.
Los anuncios se referían también a la modernización de los procesos
de gestión, control y transparencia; la profundización de las
relaciones internacionales; los aportes complementarios de las FAs
y el perfeccionamiento de los recursos humanos.
94
Díaz, J.L. Op.Cit. Página 132.
Díaz .J.L. Ibid.
96
www.lanacion.com/el-mundo/impaciencia-por-pinochet/03/5/1999
97
www.elpais.com/diario/1999/06/23/internacional
98
Guzmán, Florencio. Clase Magistral. Op.Cit.
95
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Página 33 de 120
Se comenzaba hablar, asimismo, sobre los papeles de la defensa
nacional en temáticas relacionadas con el medio ambiente y la
ecología.
O sea, agenda de defensa había y se ampliaba a temas emergentes,
pero el problema acuciante era el momento político y económico que
no permitía desarrollarla con alcances hacia la política militar.
A mediados del año 1999 “el Presidente de la República decidió
efectuar un drástico cambio en su equipo de gobierno”99. En lo
particular, removió al Ministro Guzmán, quien intercambio
nombramiento y cargo con el entonces Embajador de Chile en
Argentina y ex MDN Don Edmundo Pérez Yoma.
El ahora Embajador Guzmán, entrevistado por la prensa
trasandina,100 hizo gala de dominio sobre su anterior cargo al
declarar los avances en materias de integración bilateral, destacando
los ejercicios combinados que próximamente se realizarían en la
Provincia de Neuquén, así como las investigaciones científicas
conjuntas que se llevarían a cabo en la Antártica.
C.4.3. Relaciones civiles – militares.
Las relaciones entre civiles y militares experimentaban las asperezas
y vicisitudes políticas de las circunstancias, principalmente en los
altos niveles de decisión.
En el plano de las actividades académicas, si bien era difícil obviar el
tema de la detención del General Pinochet, se continuaron
desarrollando actividades programadas.
Lo novedoso fue que en 1998 se abriría un nuevo nicho de
interacción con la puesta en marcha de la mención Política de
Defensa dentro del programa de Maestría en Ciencia Política que
impartía la Pontificia Universidad Católica de Chile. Al año
siguiente, se agregaría con un programa similar la Academia de
Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE), más la Academia de
Guerra del Ejército (ACAGUE) a través de una oferta académica
similar e idéntico nivel. Todos contribuyeron para avanzar en la
profesionalización de civiles en materias de defensa.
Ya en ese entonces estaba en funciones además el Centro de
Estudios e Investigaciones Militares (CESIM), organismo que
dependiente del Ejército aportó a construir lazos entre entidades
académicas.
Pero pronto llegarían otras desafiantes instancias que pondrían a
prueba las relaciones civiles–militares, en un contexto en que serían
notorios los cambios políticos–militares entonces producidos.
99
Eduardo Frei renueva sus equipos políticos y económicos con miras al fin de su mandato.
www.elmundo.es/elmundo/1999/22/jun/internacional
100
Embajador de Chile en la Nación. www.lanacion.com.ar/sociedad/01/09/1999
Rodolfo Martinic Marusic
Página 34 de 120
Ministro Edmundo Pérez Yoma
22 junio 1999 – 11 marzo 2000.
“El tejido cultural chileno está dañado y será un acto de cultura
y de civilización restablecer la convivencia en nuestro país. Por
eso aquí se encuentran las personalidades de la cultura,
representantes de los mandos de las Fuerzas Armadas,
abogados defensores de los derechos humanos y
personalidades religiosos y morales que encarnan este
esfuerzo. Del encuentro entre ustedes, por la simbología que
representan pueden surgir las ideas y las sensibilidades que
permitan cooperar a la cultura de la paz101.
C.5.1. Claves Políticas.
La iniciativa del Gobierno denominada “Mesa de Diálogo”102
constituyó un momento fundamental de las transiciones política y
militar.
Funcionó entre agosto de 1999 y junio de 2000. En enero de 2001
las FAs entregaron el informe que se habían comprometido, en
cuanto a desarrollar los máximos esfuerzos posibles para obtener
información útil para encontrar los restos de los detenidos
desaparecidos o establecer su destino.
La Mesa de Diálogo daba cuenta “que el ambiente en que se
desenvolvía la política militar y las propias relaciones político–
militares eran de distinto signo que tuvieron en la etapa anterior”103.
En los hechos tan delicado tema se abordó en el período de
detención del General Pinochet en Londres, y en circunstancias que
tiempo después la Corte Suprema confirmó el desafuero en su
calidad de Senador Vitalicio.
Fiel a su estilo de conducción ministerial anterior, el Ministro Pérez
Yoma al asumir reiteró que los temas referidos con violaciones a los
derechos humanos debían continuar los conductos de la justicia,
“mientras que el denominado caso Pinochet era de responsabilidad
del Ministerio de Relaciones Exteriores”104.
Si bien podría parecer contradictorio, precisa y aclara un colaborador
ministerial, “la Mesa de Diálogo no pretendía poner los derechos
humanos como eje de la política militar, ya que el MDN sólo sirvió
como puente entre las FAs y el mundo civil. Un facilitador de los
acuerdos”105.
El proceso de la Mesa de Diálogo trascendería el Gobierno del
Presidente Frei Ruiz Tagle y de su Ministro Pérez Yoma, y sería
101
Pérez, E. Discurso inaugural Mesa de Diálogo. 21 de agosto de 1999.
Zalaquett, José. (2000). La Mesa de Diálogo sobre Derechos Humanos y el proceso de transición política en
Chile. Revista Estudios Públicos N°79.
103
Atria.R. Op.Cit. página 26.
104
Fuentes, Juan. Op.Cit. Página 185.
105
Arria. R. Op.Cit. Página 28.
102
Rodolfo Martinic Marusic
Página 35 de 120
continuado por las nuevas autoridades nacionales que asumirían el
11 de marzo de 2000.
C.5.2. Relaciones político–militares.
Según el antes citado autor Felipe Agüero106 con la detención del
General Pinochet se inicia la etapa de “catarsis” en las relaciones
civiles–militares y en la sociedad entera, registrándose un mayor
impulso de las denuncias y los casos judiciales ya en curso por
materias de derechos humanos.
Acompañaba a lo anterior que por los tiempos electorales que se
avecinaban el escenario para las FAs cambia radicalmente, en
circunstancias que dos de sus principales aliados: “la derecha
política”107 (lealtades quebrantadas, según un autor)108 y “el poder
judicial”109 (que había experimentado un cambio generacional),
estaban adoptando actitudes de mayor lejanía e independencia.
A contar de esa realidad, tal vez buscando romper con un eventual
aislamiento e intentando dejar atrás cuestionamientos del pasado
reciente, el CJE General Ricardo Izurieta se empeñó en formas más
colaborativas en materias de derechos humanos, y poder así
concentrar a la institución en los proyectos de modernización.
De acuerdo a las fuentes consultadas lo anterior explicaría las
decisiones del General Izurieta, y que incluyeron, además de acoger
la iniciativa del MDN para participar en la Mesa de Diálogo, entregar
los nombres a la justicia de los militares que formaron parte de la
Central Nacional de Informaciones (CNI). Como otra señal, en esos
días se le pidió la renuncia a un General que estaba siendo sometido
a juzgamiento.
Las decisiones adoptadas en esta etapa por las FAs y el Ejército
en particular, resultaron trascendentales para todo el proceso
político–militar venidero. Al alinear la postura institucional con la
Ministerial en orden a tratar los temas de derechos humanos sólo
en sedes judiciales, se dio un irreversible paso en control civil y
subordinación a la autoridad política, sin embargo, junto con eso,
se renunció a explorar otras salidas alternativas u opciones de
solución.
Puede ser probable que las autoridades militares competentes de
entonces se hayan visto impedidas de contar con toda la
información para resolver, o tal vez no aquilataron la magnitud del
problema, ni mucho menos en qué terminaría su proyección, ya
que, hoy en día se puede constatar, llegará a tener repercusiones
en niveles insospechados110 para la época en que las decisiones
fueron tomadas.
106
Agüero. F. Op. Cit.
Fuentes, C. Op.Cit. Página 26.
108
Ibid.
109
Agüero. F. Op.Cit. Página 262
110
Según la ONGJURE al 28 de marzo de 2021 existen 542 ex militares afectados por causas judiciales y 104
cumplen prisión preventiva. Otros 18 han fallecido cumpliendo detención. El 60% de los detenidos tiene más
de 75 años de edad.
107
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C.5.3. Relaciones civiles–militares.
El informe proporcionado por las FAs “no dejó a todos satisfechos”111.
Pese a que se celebró “el cambio de actitud de las FAs al reconocer
la existencia de detenidos desaparecidos”112, se cuestionó que el
informe sólo abarcara unos doscientos casos, y con antecedentes
que, se sabría más tarde, algunos de ellos, resultaron erróneos.
La opinión pública quedó dividida entre posturas opuestas: quienes
pensaban que fue un enorme paso para conocer el destino de los
detenidos desaparecidos y un importante avance para la
reconciliación de todos los chilenos y, quienes estimaron que sólo
fue una operación dirigida a justificar los hechos acontecidos a
partir del 11 de septiembre de 1973, postergando o anulando las
demandas por verdad y justicia.
Para las FAs y el Ejército en particular, el riesgo de haberse restado
a participar en la mesa podría haberle significado tener que pagar
altos costos en credibilidad, consideración y respeto cívico.
Aunque, claro, tampoco es tan sólida la tesis que con la participación
efectivamente se haya avanzado en estas materias. Una encuesta
nacional de la Universidad Diego Portales113 mostraba qué tan lejos
seguía la sociedad chilena de la reconciliación nacional.
Un amplio 71% de los consultados estuvo de acuerdo en que en 1973
no se justificaba, bajo ninguna circunstancia, las violaciones a los
derechos humanos. Respecto a las opciones para resolver esta
temática un 59,6% estimó que se debía seguir investigando hasta
que se juzgue a todos los responsables. Sin embargo, un 58,1%
pensaba que juzgar a los responsables sólo ayuda a mantener el
odio entre los chilenos. Un significativo 68,3% pensaba que Chile
requiere dar vuelta la página y mirar hacia el futuro, pero
curiosamente, un 44,1% considera que el número de condenados es
muy bajo. Finalmente, un 59,9% estimó que Chile es una nación
dividida (porcentaje que se mantiene constante desde inicios de la
década de los años ’90) y un 76,3% dice que el General Pinochet
siempre supo sobre las violaciones a los derechos humanos.
111
Agüero, Felipe. (2002). Militares, Estado y Sociedad en Chile. Mirando el futuro desde la comparación
histórica. Revista Ciencia Política. Volumen XXII/N°1. Página 58.
112
Salgado, Juan Carlos. (2000). Participación del Ejército de Chile en la mesa de diálogo sobre derechos
humanos. En Nuevo Gobierno. Después de la reconciliación. Chile 1999 – 2000. FLACSO Libros. Páginas 193 –
201.
113
www.icso.cl/images/Paperss/articulo_encuesta/2009/pdf
Rodolfo Martinic Marusic
Página 37 de 120
Período Presidencial de Ricardo Lagos Escobar
11 marzo 2000–11 marzo 2006
C.6.1 Claves Políticas
Se iniciaba el mandato del tercer Presidente de la “Concertación de
Partidos por la Democracia”, y primer mandatario socialista desde el
ex Presidente Salvador Allende.
Los énfasis de su Programa de Gobierno114 estaban puestos en
sacar adelante los temas político–institucionales pendientes de los
dos gobiernos anteriores; abordar los problemas de la distribución
del ingreso; solucionar el desempleo e impulsar un importante
programa de obras públicas a través del sistema de concesiones.
La situación económica del país se recuperaría a partir del año 2003,
atendiendo el excelente rendimiento de las exportaciones,
dinamizadas por el alto precio internacional del cobre y los recientes
avances obtenidos por la densa red de tratados de libre comercio
suscritos con países y organizaciones de todo el mundo115.
Pese a todo, la gestión política presidencial se vio empañada por una
serie de “prácticas fraudulentas en el aparato de gobierno”116
(cohecho, estafas y remuneraciones ilícitas, entre ellas).
En materias de defensa, el programa de gobierno mantenía
constantes dos ejes definidos por los gobiernos anteriores: la
contribución al desarrollo de las relaciones internacionales, poniendo
de relieve las medidas de confianza mutua, el multilateralismo y la
solución pacífica de las controversias, y destacando por otro lado a
las FAs como base disuasiva indispensable …117, además de una
serie de reformas institucionales específicas, entre las que se
cuentan, la derogación de la Ley Reservada del Cobre, la reforma
del Servicio Militar Obligatorio, y la modernización del Ministerio de
Defensa, y que serán tratadas en detalle más adelante.
114
Para crecer con igualdad. Programa de Gobierno de Ricardo Lagos. Santiago. Octubre de 1999.
www.cidob.org/biografias_lideres_politicos_america_del_sur_chile
116
Ibid.
117
Programa. Op.Cit. Página 61.
115
Rodolfo Martinic Marusic
Página 38 de 120
Ministro de Defensa Mario Fernández Baeza
11 marzo 2000–07 enero 2002
“Vamos a dedicarnos a nuestras tareas sectoriales y
profesionales. Con ello, asumo la expresión de los tres
Comandantes en Jefe en orden a concentrarse en sus
misiones estrictamente profesionales, después del
histórico esfuerzo que han desplegado durante este año
para contribuir a la reconciliación entre los chilenos con
justicia y dignidad”118.
La persona nominada para conducir esas tareas fue Don Mario
Fernández Baeza, abogado constitucionalista, académico y político
democratacristiano. No era lejano al sector de la defensa, pues había
servido como Subsecretario de Aviación y de Guerra,
respectivamente, durante los Gobiernos de los Presidentes Patricio
Alywin y Eduardo Frei RT. Incluso cuando se organizó el primer
gabinete en 1990, su nombre destacaba porque “con un doctorado
en Alemania es el único DC (democratacristiano) que puede exhibir
una especialización real en el mundo castrense”119.
Conforme se resume,120 un hecho muy significativo en el ámbito
constitucional y que marcaría las relaciones institucionales se
produjo en julio de 2001, cuando el Gobierno envió por tercera vez
un proyecto de reformas al Congreso, proponiendo eliminar los
denominados roles tutelares de las FAs. A diferencia de las
ocasiones anteriores en que los militares rechazaron abiertamente
las reformas, en esta oportunidad, el Ministro Mario Fernández
demandó al Congreso no pedir directamente la opinión de las FAs,
sino seguir el conducto regular a través del MDN, evitando así que
los militares deliberaran. El propio Ministro concurrió al Congreso a
informar sobre la opinión de los Comandantes en Jefe, enfatizando
en que éstos aceptarían la decisión final del Congreso, cualquiera
sea. Se interpretó como el final del veto militar.
C.6.2 Relaciones político–militares.
El impacto que en las esferas del poder tuvieron los referidos hechos
hacían augurar el inicio de una etapa de fortalecimiento de la
sociedad civil, y que el gobierno recién instalado, y el MDN en
especial, ya no tendrían tropiezos en las relaciones político–militares.
En el área de la defensa una de las primeras iniciativas del oficialismo
fue la realización del “Foro Nacional sobre el Servicio Militar
Obligatorio (SMO)”, entre mayo y junio del año 2000, coincidiendo en
fechas con el cierre de la Mesa de Diálogo.
118
Fernández, Mario. (2001). Clase Magistral en la inauguración del año académico de las Academias de
Guerra y Politécnicas de las Fuerzas Armadas.
119
Cavallo, Ascanio. (1998). La historia oculta de la transición. Memoria de una época, 1990 – 1998. Editorial
Grijalbo. Página 14.
120
Flisfish A y Robledo M (2012). Gobernabilidad democrática de la defensa en Chile. Programa de Naciones
Unidas. Página 77.
Rodolfo Martinic Marusic
Página 39 de 120
Como hace notar en este punto un asesor ministerial, en ese período
la agenda del sector adquiere una configuración tal, “que ya no se
trata de establecer un terreno de interacción político–militar, como en
la etapa previa, sino de trasformar instituciones sectoriales”121.
En este caso el objetivo evidente era reformar el SMO en tanto carga
pública, y que estaba siendo sometida a cuestionamientos que
incorporaban el reclamo por la objeción de conciencia y acusaciones
de maltrato.
El producto de ese trabajo se plasmó en una serie de proposiciones
que más tarde adquirirían rango legal, entre ellas, incentivos para el
reclutamiento voluntario y selección mediante un sistema aleatorio,
así como las bases del programa Soldado de Tropa Profesional.
Sobre ellas nos referiremos más adelante.
Respecto a la Ley Reservada del Cobre se comenzó a estudiar los
cambios al sistema de asignación y distribución de los recursos, que
modificaría los tres tercios fijos, por tres tercios con un piso, más la
creación de la “Cuarta Cuenta Reforzada”, bajo administración del
“Consejo Superior de la Defensa Nacional (CONSUDENA)”.
En el período del Ministro Fernández se elaboró un nuevo
anteproyecto destinado a modernizar el MDN, el cual tendría
continuidad dentro de las tareas ministeriales hasta el año 2005,
cuando recién sería ingresado a trámite al Congreso Nacional.
Entre el 16 y 18 de marzo de 2001 el Ministro presidió el seminario
“Aquiles”122, una instancia preparatoria para compartir ideas iniciales
sobre el segundo Libro de la Defensa Nacional123. Se le daría a la
política de defensa tratamiento de política pública, estando las
orientaciones muy ligadas a la integración, globalización,
interdependencia y operaciones de paz. Aparte de llevarse a efecto
en días lúdicos y placenteros de navegación austral, sólo el 8% de
los participantes correspondió a organizaciones de la sociedad civil.
Finalmente, en relación con la incorporación de sistemas de armas,
si bien el Ministro había apoyado el Proyecto “Tridente” de la Armada,
el cual consistía en la renovación de la flota de superficie a través de
la construcción en Chile de ocho fragatas, posteriormente se hecho
pie atrás, y la decisión fue cambiada por la compra de fragatas
usadas en el exterior. Un gran debate que debería tenerse en cuenta
como experiencia en países en vía del desarrollo y respecto a un
dilema estratégico, técnico y financiero: adquirir material usado a
más bajo precio, para luego gastar más en mantenimiento.
En el caso del Proyecto “Centenario” de la Fuerza Aérea, el
Presidente de la República autorizó dar inicio a las negociaciones
para la adquisición de material aéreo F–16.
121
Atria.R. Op.Cit. Página 28.
Buque de la Armada Nacional tanto para transporte de carga como de pasajeros. Participa con apoyo
logístico en las campañas antárticas. Solía hacer viajes por los canales australes.
123
Fuentes, J. Op.Cit. Página 186.
122
Rodolfo Martinic Marusic
Página 40 de 120
Mientras que el Ejército, que había renovado material blindado en
1998 (tanques “Leopard 1V”), por ahora solo recibiría equipamientos
complementarios y de apoyo. Recién el año 2003 se iniciarían los
estudios para adquirir material blindado “Leopard 2A4”.
Se puede apreciar que el diseño ministerial para concentrar a las
instituciones en sus labores estrictamente profesionales tomaba
cuerpo.
Es importante consignar también que el año 2002 el Ejército llevó a
efecto el cambio de Comandante en Jefe, registrándose un nuevo
período de normalidad institucional y que incluso se interpretó, otra
vez, “como de cierre de la transición”124.
C.6.3 Relaciones civiles–militares.
De los temas del período sin duda que el Foro Nacional sobre el
Servicio Militar Obligatorio (SMO) sería uno de los que más
incidencia y cercanía tendría en las relaciones entre civiles y
militares, abarcando ahora organismos no gubernamentales125 de
escasa o nula participación en anteriores iniciativas de la defensa.
De ahí que el Foro fue descrito como una instancia de diálogo
tripartito: político, militar y social.
Se tenía, por un lado, que durante mucho tiempo el SMO fue
considerado como “una función social y mecanismo impulsor de
metas sociales que, en su acepción más amplia, supera lo netamente
militar, y debe ser asumido por la sociedad completa”126.
En época en que proliferaron los estudios sobre la materia, otros
pensaban que “no era un instrumento militarmente efectivo; es
ineficiente en cuanto al empleo de los recursos y es políticamente
injusto, pues impone un tributo al sector menos recursos y menos
preparado de la sociedad”127.
Uno de los principales hallazgos del Foro y que terminó
constituyendo iniciativa legal se resume en: “voluntario en
principio; obligación en subsidio”, apuntando a propiciar la
voluntariedad como instrumento central de selección e incorporación
del contingente.
Sin embargo, si en 1997 la voluntariedad alcanzaba un 37%;
creciendo en 1998 un 48%, y el 2000 un 68%, dicha tendencia
positiva se revirtió, “y en la última década el número de voluntarios
cayó de 30 mil a 12 mil por año (un 60% en diez años). A raíz de ello,
el año 2015 fueron denunciados 56 mil remisos, pero la Fiscalía
124
www.elpais.com/diario/2002/03/10/internacional El relevo de la cúpula militar cierra la transición.
Salgado, Roger. (2003). Servicio Militar en Chile. Análisis crítico del Foro Nacional sobre el Servicio Militar
Obligatorio. Tesina para optar al título de administrador público. Universidad Academia de Humanismo
Cristiano. Páginas 79 y 80 indica relación de todos los participantes.
126
Campos G. y Madariaga. S. (2007). Evolución del Servicio Militar en Chile. Memoria para optar al Grado de
Licenciado en Ciencias Jurídicas. Universidad Nacional Andrés Bello. Páginas 28 y siguientes.
127
Meneses. E. Valdivieso P. y Marín C. (2001). El Servicio Militar Obligatorio en Chile. Fundamentos de una
controversia. Estudios Públicos 81. www.cepchile.cl
125
Rodolfo Martinic Marusic
Página 41 de 120
decidió no perseguirlos judicialmente”128. En la práctica, esta
inclinación se tradujo en que el año 2019 quedaron sin cubrir 2500
plazas en la dotación de soldados conscriptos.
Explicaciones varias: cambios demográficos (menos jóvenes). Mayor
oferta pública (becas entre ellas). Habrá también sociológicas;
instituciones en crisis de credibilidad, fragmentación social, pérdida
de valores y sentido de pertenencia hacia causas colectivas,
individualismo, subjetividad, etcétera).
En fin, para contextualizar, la evaluación ciudadana también es un
factor a considerar. Como ya se ha señalado, según la encuestadora
CADEM, el Ejército había bajado en aprobación de un 55% a 42%
en el peor momento de conocerse los actos de corrupción (2015–
2016), subiendo luego al 60% como consecuencia de su
participación en la Pandemia por COVID–19.
Ahora bien, sería impresentable, absurdo e ineficaz volver a plantear
hoy un sistema de reclutamiento obligatorio. Pero queda de
manifiesto que se está al frente de una política pública que no fue
capaz de sostenerse en el tiempo y que tampoco ha sido ajustada a
las nuevas realidades, aunque eso pareciera a nadie importar o
interesar.
Ministra de Defensa Michelle Bachelet Jeria
02 enero 2002 – 29 septiembre 2004
“Si yo no hubiera sido Ministra de Defensa jamás hubiera
estado en la retina de la población chilena para ser una
candidata a la Presidencia, y si no hubiera estado en la retina
de la población chilena, jamás mi partido me hubiera llevado
como candidata a la Presidencia”129.
C.7.1. Claves Políticas.
Difícilmente alguna otra autoridad pueda lucir tanta biografía como la
entonces Ministra Michael Bachelet, y que es por lo demás de fácil
acceso al público. Aquello contribuirá a ser breve en la presentación.
Doctora de profesión y militante del Partido Socialista, adquirió
notoriedad pública cuando el Presidente Lagos la nombró Ministra de
Salud. En el primer cambio de gabinete, recayó sobre ella la
designación de MDN, reuniendo a partir de ello varias características
de profundo simbolismo130: hija de un General de la Fuerza Aérea
que falleció detenido durante el Gobierno Militar; conoció en carne
propia la persecución y el exilio; la primera socialista en asumir esa
cartera en 29 años (desde Orlando Leterier en 1973); y la primera
mujer que ocupó este cargo en Iberoamérica.
128
Lucha sin cuartel de las FF.AA. para reclutar voluntarios al Servicio Militar. 17 de julio de 2019.
www.latercera.com/nacional
129
20 de noviembre de 2020. Foro
internacional sobre
mujeres en política.
www.latercera.com/politica/noticia
130
Tomado de www.cidob.org/america_del_sur_chile
Rodolfo Martinic Marusic
Página 42 de 120
Más tarde de podría agregar, la primera mujer que habiendo sido
MDN llega a la Presidencia de la República, y dos veces. Pero es
necesario hacer una salvedad en este caso. A diferencia de otros
políticos que han utilizado el cargo de MDN para proyectarse hacia
contiendas electorales, Michel Bachelet, siendo funcionaria del
Ministerio de Salud, cursó en la Academia Nacional de Estudios
Políticos y Estratégicos (ANEPE), en 1996. Debido a su destacado
desempeño, al año siguiente fue enviada a estudiar al Colegio
Interamericano de Defensa (CID), con sede en Washington.
Es decir, no se podía señalar que era una persona extraña para el
mundo de la defensa y militar. Lo llamativo eran las reacciones un
tanto morbosas de los medios de comunicación: “Una mujer manda
a los militares chilenos”, publicó el diario “El País” de España.
C.7.2. Relaciones político–militares.
A esas alturas se podía sostener que las relaciones en este nivel
estaban consolidadas, y además la Ministra Bachelet tenía una
agenda de defensa articulada y en ejecución131. Expresión de ello fue
que el año 2002 se aprobó una “Directiva Presidencial”, considerada
como un documento básico y ordenador para la planificación
estratégica. Veamos otros temas del proceso.
El énfasis de la política de defensa en los temas globales y el
compromiso con la “responsabilidad de proteger”132, llevó a la
decisión presidencial de aceptar el requerimiento de Naciones
Unidas para que Chile participara –inicialmente de una Fuerza
Multinacional Provisional– y posteriormente en una misión
permanente para la paz y estabilización de Haití.
El despliegue de urgencia se inició el 29 de febrero de 2004 y
significó un desafío mayor para el Ejército al movilizar y desplegar
sus efectivos en tan sólo 72 horas. Luego, la etapa estabilizadora,
iba a durar 13 años.
Para el país, esta determinación significó mostrar su compromiso
con la estabilidad y paz internacionales a través de misiones bajo
mandato de la ONU.
Desde el punto de vista de la preparación y empleo de la fuerza,
con toda probabilidad se extrajeron muchas experiencias y
lecciones de este cometido, las cuales deben haber enriquecido el
acervo profesional de sus participantes, pero también, el caso invita
a reflexionar sobre su duración; si existió en su diseño una
estrategia de salida, o más bien fue llevada por la inercia, y si en
términos de efectividad, la misión contribuyó a solucionar el dilema
entre seguridad y desarrollo, en un país que continuó exhibiendo
graves déficits políticos, sociales y económicos de dimensiones
estructurales.
131
Bachelet, Michael. (2012). Clase magistral con motivo de la inauguración del año académico de las
academias de las Fuerzas Armadas.
132
www.un.org Uno de sus tres pilares es la responsabilidad de la comunidad internacional de ayudar a los
Estados a proteger a sus poblaciones.
Rodolfo Martinic Marusic
Página 43 de 120
Coetáneamente, se había creado el “Centro de Entrenamiento
Conjunto de Operaciones de Paz”, y durante este ministerio se
comenzó a participar con tropas también en Chipre y en Bosnia
Herzegovina.
Con Argentina, según la Cancillería y la defensa nacional las
relaciones eran de “asociación estratégica”, concepto que
evolucionaría al de “alianza estratégica”133, cuyos alcances parecían
algo aventurados, atendiendo que, pese a los efectivos esfuerzos por
integrar, pervivían obstáculos y enfoques locales (crisis del gas, tema
de la Antártica, plataforma marítima, obras de infraestructura,
asuntos de interés global, por citar algunos).
Pero se destacaba además el haber negociado una “Metodología
estandarizada común para la medición de los gastos en defensa”,
con auspicio de la CEPAL, y se pretendió actualizar,
institucionalizadamente, los Libros de la Defensa Nacionales de
ambos países.
Asimismo, se valoraba que los Jefes de Estado habían declarado al
MERCOSUR134 como “Zona de Paz”, otra precaria ilusión que con el
paso del tiempo se hizo insoportable al observarse los niveles de
violencia y criminalidad organizada que existe en ese espacio.
Renegar las sucesivas alusiones a una “Zona de Paz” que replican
los líderes políticos regionales, lejos de ser un sarcasmo, es
simplemente reconocer que los índices no acompañan la idea, y que
en Sudamérica tampoco existe un sistema de seguridad asociativo
(intentos varios), ni menos alianzas, capaz de articular esfuerzos
colectivos y eficientes en estas materias.
Siempre en asuntos internacionales, Chile comprometió su
cumplimiento al “Tratado de Otawa”, sobre destrucción de campos
minados.
Por otra parte, los esfuerzos ministeriales se abocarían en la
elaboración del segundo Libro de la Defensa 2002. Un Comité
Ejecutivo responsable, más cinco comisiones ad–doc y once talleres,
le darían forma, participando 80 representantes de organismos de
gobierno, FAs, académicos, organismos no gubernamentales; gran
parte de la autodenominada “Comunidad de la Defensa”.
Por primera vez, entró en la agenda la necesidad de encarar el déficit
financiero del sistema previsional de las FAs, para lo cual se
buscarían efectuar correcciones y soluciones graduales.
La modernización organizacional del MDN se mantuvo en el debate
tras el ideario de institucionalizar una gestión civil–militar integrada;
fortalecer el Estado Mayor de la Defensa Nacional (EMDN), en su
función asesora a nivel estratégico conjunto, y subsanar la falta de
normas de rango legal específicas para regular el régimen jurídico
133
Lorenzini. M.E. (2013). Las relaciones entre Argentina y Chile 2008 – 2011 ¿realidad o ficción de la Alianza
Estratégica? www.scielo.conicyp.cl/scielo.php
134
Mercado Común del Sur es un espacio de integración regional Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
Rodolfo Martinic Marusic
Página 44 de 120
del MDN, entre otros aspectos, su organización y funcionamiento,
homologándolo con el resto de la administración pública y
optimizando la gestión administrativa y económica.
Durante esos años recibiría un gran impulso la incorporación de las
mujeres a las FAs. Es así que el año 2005 se publicaría una separata
del Libro de la Defensa Nacional, dedicada a tratar exclusivamente
esta materia.
En relación con sistemas de armas para las instituciones, después
que el Presidente Lagos rechazará por razones presupuestarias el
programa de construcción “Tridente” de la Armada, la MDN pudo
anunciar la adquisición de navíos usados desde Gran Bretaña135,
otro proceso que terminó vinculado al pago de comisiones136.
En el ámbito más político de las relaciones, el Comandante en Jefe
de la Fuerza Aérea debió renunciar luego que algunos “medios de
comunicación advirtieran que había administrado mal las
informaciones entregadas por su institución en el marco de la Mesa
de Diálogo”.137
C.7.3. Relaciones cívico–militares.
Muy probablemente el carisma y estilo de liderazgo138 de la Ministra
Bachelet contribuyó a generar nuevas instancias de acercamiento en
este ámbito.
También, su figura comenzó a tener atractivo ciudadano. Ya un
estudio de opinión del Centro de Estudios Públicos (CEP), de junio–
julio 2003 la señalaba con un 9% de las preferencias, por sobre al
Presidente Lagos, Eduardo Frei y Sebastián Piñera. Esa tendencia
sólo haría crecer en adelante.
Según el análisis que enseguida se señala, dicha constatación de
tiempos ministeriales no se habría proyectado al asumir la
Presidencia de la República, haciendo que no se avanzara en la
relación civil–militar, dada la desconfianza de la ex Presidenta
Bachelet en las instituciones armadas, “instalando un concepto
restrictivo… Se da como ejemplo de ello, la intervención tardía de las
FAs para controlar el orden público con ocasión del terremoto del 27
de febrero de 2010”139. De ser certera esta apreciación, en realidad
se estaría refiriendo a las relaciones político–militares, de acuerdo a
los términos de referencia definidos.
El aumento en la participación de tropas en operaciones
internacionales de paz proporcionó un nuevo espacio de interacción
entre civiles y militares140. En efecto, tanto en los procesos de toma
135
Ministra de Defensa informa de la compra de buques usados. 13 de diciembre de 2002.
www.mundomaritimo.cl
136
Corrupción en las Fuerzas Armadas: casos más recientes. www.obtienearchivo.bcn.cl
137
Flisfich, A. y Robledo, M. Página 79.
138
Bachelet, Michel. (2004). Liderazgo político, una mirada desde la defensa. Acto inaugural del año
académico. Facultad de Ciencia Política y Administración pública. www.ucentral.cl/site/docs
139
Rodríguez, José. OP.Cit. Página 122.
140
Riquelme, Jorge. (2012). Las relaciones civiles–militares en el marco de la participación chilena en
operaciones de paz. Reflexión Política. Universidad Autónoma de Bucaramanga. www.redalyc.org/articulo.a?
Rodolfo Martinic Marusic
Página 45 de 120
de decisiones, que demandaban un trabajo interministerial y
multidisciplinario, como en la ejecución misma de las operaciones,
en circunstancias que las tropas tuvieron que interactuar con
población civil, autoridades locales y organizaciones no
gubernamentales, entre otras, todo lo cual contribuyó a la generación
de nuevas estructuras y prácticas en este campo.
Un acontecimiento de especial connotación para la carrera política
de la entonces MDN, y que a la postre fue motivo de comentarios
para el arraigo que cultivo en el apoyo ciudadano, ocurrió el año
2002, cuando en una clara maniobra comunicacional, subida a un
carro de combate “Mowag”, inspeccionó las labores que realizaban
los militares en ayuda de los ciudadanos que sufrían los estragos de
las inundaciones en ese invierno.
Finalmente, cuando se iban a cumplir el 30° aniversario del 11 de
septiembre de 1973, el Gobierno creó la “Comisión Nacional sobre
Tortura y Prisión Política”.
Sólo cinco consideraciones sobre los contenidos del Libro
de la Defensa Nacional 2002.
Primera: en su prólogo141 se indica que el Libro expone la política
de defensa nacional, y como tal, es una Política de Estado. Lo
anterior implica dos cosas: primero, es una política que abarca todo
el quehacer nacional, cuestión a priori discutible. Segundo, exige
estar por sobre la coyuntura política y trascender los proyectos y la
acción de sucesivos Gobiernos del país.
Obviamente se trata de un postulado deseable, no obstante, con
esa aspiración se está ubicando a las materias de defensa más allá
del alcance de mayorías circunstanciales, de manera tal que
requeriría un amplio consenso social y político. Aunque sea
lamentable decirlo, en el caso nacional esto funciona más con un
sentido retórico.
Segunda: en el Libro se agrega también que como política estatal
es una política pública, o sea, sujeta a la formulación,
implementación y verificación de las demás políticas públicas,
incluyendo el escrutinio y opinión ciudadana (claro, tal expectativa
pudo tener relación con que existió a nivel gubernamental un “Plan
de Modernización de la Gestión Pública 1997–2000”, pero de ahí a
querer homologar a la defensa parece haber una distancia).
Al hablar de política pública142 se observa que los contenidos del
Libro no tienen ese carácter ni sus cualidades. Asuntos técnicos
como la eficiencia en la gestión de los recursos, transparencia del
sistema de adquisiciones, niveles de gasto, dimensiones de la
fuerza, participación ciudadana y, sobre todo, la evaluación y
verificación de resultados, por citar algunos, no quedan resueltos
en los contenidos expuestos. De hecho, aparentemente, para darle
mayor peso, alcance, vinculación y rigurosidad a la política de
141
Bachelet, Michael (2002). Prólogo. Libro de la Defensa Nacional. Ministerio de la Defensa Nacional.
Doña, Karina. (2005). Aplicación del concepto de política pública a la política de defensa en Chile. Tesis para
optar al Grado Académico de Magister en Ciencia Política mención Gobierno y Administración del Estado.
www.cybertesis.cl/tesis/uchile/2005/dona_k/
142
Rodolfo Martinic Marusic
Página 46 de 120
defensa, años más tarde, el Libro del año 2010, estuvo precedido
por un Decreto ¿sería suficiente?
Tercera: está bastante determinado que una política sectorial
relacionada con la cooperación internacional adquiriría un realce
significativo como modalidad política–estratégica del empleo de los
medios de la defensa. Nótese que se dice de los medios y no de la
fuerza. Y en eso radica justamente la inquietud. La defensa
nacional tradicionalmente ha reconocido a la modalidad de empleo
de la fuerza militar asociada a la “disuasión”, en sus formas de
negación y represalia. Es cierto que los escenarios vecinales,
regionales y mundiales cambiaron drásticamente y que los actores
se han diversificado. Así queda expresado en el Libro, no obstante,
la pregunta pertinente es ¿qué tan compatibles son las
modalidades de cooperación y disuasión, desde el punto de vista
de la instrucción, entrenamiento, equipamiento y soporte logístico?
¿se puede ser eficaz y eficiente con una misma arquitectura de
fuerza en ambos modos, simultáneamente? A esta disyuntiva
habría que agregar los usos secundarios o complementarios de los
medios de la defensa: apoyo al desarrollo nacional, participación
ante emergencias naturales, y una serie de otras formas que han
ido adquiriendo nuevas expresiones en la última década. Al
respecto, el significado del concepto “polivalencia” para explicar el
fenómeno requiere mayor precisión, sino, podría suceder que la
fuerza armada se desvié de sus cometidos, y alguna otra institución
estatal deje de cumplir con los propios.
Cuarta, en la Parte I “Principios Básicos del Estado”, el Libro hace
un listado de “Objetivos Nacionales Permanentes”. A parte que
algunos de ellos causarían hoy día escozor143, cabe preguntarse
otra vez por qué este tipo de definiciones están incluidas en un
Libro que se supone es sectorial, y si no le correspondía a la
comunidad política sus posibles enunciados.
Quinta, en la Parte II “El Conflicto Internacional”, se hace una
amplia conceptualización sobre los términos riesgos y amenazas,
realizando una meridiana y clara diferencia en cómo se relacionan
con los campos de acción de la defensa y de la seguridad,
respectivamente. Si bien, a la fecha de elaborarse el Libro esa
diferenciación resultaba posible para la realidad nacional, nada se
avanza en proporcionar una visión más integrada y no
compartimentada. Lamentablemente ese será el punto de partida y
vector constante en los debates que vendrán sobre el tema. El
sector de la defensa incursionando en el de la seguridad, pero a
tientas, ya que se presume un interés político por mantener
separadas ambas funciones, mientras todavía en Chile existe un
vacío en materias de política o estrategia de seguridad144.
143
Por ejemplo: “El logro de un desarrollo social acorde con el desarrollo económico sobre la base de la
capacidad individual e iguales oportunidades para todos”.
144
Faundes, Cristian. (2017) Evolución del concepto de seguridad en los libros blancos de Chile. Papel Político.
www.doi.org/10.11144/javeriana/papo22/-1.escl
Rodolfo Martinic Marusic
Página 47 de 120
Ministro de la Defensa Jaime Rabinet de la Fuente
29 septiembre 2004 – 11 marzo 2006
“…es así como fuimos testigos de la reincorporación a la
Fuerza Aérea de miembros de la institución exonerados de
sus filas, del conmovedor acto de reencuentro entre la
Armada y los antiguos prisioneros políticos de Isla Dawson, y
el compromiso por el ‘nunca más’ hecho en nombre del
Ejército por su Comandante en Jefe” 145.
C.8.1 Claves políticas.
Abogado, académico, empresario y político democratacristiano
(partido al cual renunció el año 2010 después de 49 años de
militancia). Fue Alcalde de Santiago durante ocho años,
primeramente, designado por el ex Presidente Patricio Alywin, y
luego electo en votación popular.
A partir del año 2001 se desempeñó como biministro de Vivienda y
Urbanismo y Bienes Nacionales, hasta que fue designado MDN el
año 2004 en reemplazo de Michelle Bachelet, quien en ese entonces
iniciaba su precandidatura presidencial.
C.8.2 Relaciones político–militares.
Si bien el Ministro Ravinet no tuvo incidencia personal ni directa en
ninguna de ellas, durante su gestión se materializaron dos iniciativas
que tendrían particular relevancia en la gobernabilidad del sector.
Veamos.
El 10 de noviembre de 2004 los poderes del Estado logran concordar
48 reformas constitucionales, las cuales serían promulgadas en
septiembre del año 2005146. Con afectación al sector defensa
contaban la eliminación de los roles militares en el Consejo de
Seguridad Nacional; devolver las facultades Presidenciales para
llamar a retiro a los Comandantes en Jefes Institucionales; y, el
retorno de las policías a dependencia del Ministerio del Interior. A
partir de ese momento se consolidó la autoridad presidencial,
existiendo en la ocasión sólo cuestionamientos por parte de los
Senadores designados.
La segunda, en noviembre también, se conoció el Informe de la
“Comisión Nacional sobre Tortura y Prisión Política”. Los
Comandantes en Jefes anticiparon mensajes de consternación, por
ejemplo, “el Ejército de Chile tomó la dura, pero irreversible decisión
de asumir las responsabilidades que como institución le cabe en
145
Ravinet, Jaime (2004). Discurso del MDN en el seminario Ejército y derechos humanos compromiso para el
siglo XXI. www.archivochile.com
146
Díaz de Valdés, José M. (2009). La reforma constitucional del año 2005: contexto, impacto y tópicos
pendientes. Revista Actualidad Jurídica N°20. www.derecho.udd.cl Para algunos fue un avance contundente
y valorable; otros estimaron que solo se había limitado a recoger realidades ya existentes en el sistema político
–constitucional chileno, como la disminución de poder de los militares, y terceros opinaron que era un proceso
de cosmética constitucional iniciado el 1989 y destinado a otorgarle verosimilitud a la transición entre el
autoritarismo y la democracia. Páginas 37 y 38.
Rodolfo Martinic Marusic
Página 48 de 120
todos los hechos punibles e inmoralmente inaceptables del pasado”.
Tal postura sería ratificada durante el seminario “Ejército y Derechos
Humanos, compromiso para el siglo XXI”, realizado en diciembre de
2004.
Retornando a temáticas más propias del sector de la defensa, el 29
de agosto de 2005, el Ministro Ravinet y su homólogo argentino
firmaron un protocolo de entendimiento destinado a la formación de
una fuerza combinada de paz, de carácter permanente y mando
conjunto, con personal y equipamiento de ambos países. Nótese que
una iniciativa como la descrita, de tener éxito en su implementación
y sostenibilidad en el tiempo, correspondería a una Medida de
Confianza Mutua147 de la más alta generación, trayendo consigo
externalidades positivas para la relación política bilateral en su
conjunto.
Justo en la dirección contrapuesta, en octubre de 2005 el Ejecutivo
peruano presentó al Congreso de ese país un proyecto de ley que
indicaba las líneas de bases para establecer el dominio marítimo del
Perú en el Océano Pacífico, tras interpretar que los límites marítimos
entre Perú y Chile estaba pendiente. El hecho conllevó momentos de
tensión, sin embargo, la controversia terminó siendo canalizada a la
Corte Internacional de Justicia, dictando sentencia en enero de 2014.
Pareciera, que la disuasión en el plano militar (paz o amenaza del
uso de la fuerza), habría cumplido con el efecto buscado, no así los
demás organismos del Estado chileno llamados a participar de una
estrategia más global y capaz de responder con componentes
políticos, jurídicos y comunicacionales el reto que imponía Perú.
Por otra parte, como advirtiendo sobre las debilidades que la
conducción de la defensa tenía producto de carecer de marcos
legales adecuados, en enero de 2005 se creó por decreto el “Consejo
Asesor de Política de Defensa (CAPD)”. Se trataba de un organismo
consultivo y cuya finalidad era asesorar al MDN en materias de
defensa que éste pusiera en consideración. Al observar a sus
integrantes, entidades en su mayoría autónomas, como los
Presidentes de las Comisiones de Defensa del Congreso, el Director
de Fronteras y Límites, el Director de la Agencia de Inteligencia (ANI),
y el Subsecretario de la Cancillería, entre otros, se podía presumir
que su permanencia como instancia ínter–agencial sería efímera.
Continuando con los programas de adquisiciones e incorporaciones
de sistemas de armas, la Armada recibió durante este período una
unidad de submarinos “Scorpene”.
Asimismo, se continuó trabajando en soluciones para el sistema
previsional de las FAs, ahora vinculado con la reforma a la carrera
militar.
Finalmente, legislaciones promulgadas sobre probidad y compras
públicas tuvieron efectos en el sector defensa, anunciando la
147
Rojas, Francisco. Editor (1996) Medidas de Confianza Mutua: Verificación. FLACSO – Chile.
Rodolfo Martinic Marusic
Página 49 de 120
necesidad de adoptar medidas especiales en materia de eficiencia
del gasto y transparencia en la gestión. Una de esas medidas fue la
elaboración de una metodología como Sistema de Evaluación de
Proyectos de Inversión en Defensa, publicado como separata del
Libro de la Defensa 2002.
C.8.3 Relaciones civiles–militares.
Cuando todo parecía indicar que la defensa nacional y sus
instituciones armadas vivían un proceso de cambios positivos,
dando curso a una plena normalidad política–institucional y social,
al Ministro Ravinet le correspondió asistir a uno de los episodios
militares más trágicos en la trayectoria histórica del Ejército: la
muerte de un Sargento y 44 soldados conscriptos en las laderas
del volcán Antuco. Recién ocurridos los hechos, el propio Ministro
admitió que los militares habían cometido errores148.
Los detalles de tan fatídico suceso están relatados en al menos
cinco libros publicados, en tanto como podía esperarse, sin duda
en especial el drama que significó para las familias149, sus
repercusiones externas serían de variada índole.
Por lo pronto, cambio la agenda política obligando a la intervención
directa del Jefe de Estado durante el Mensaje Presidencial de ese
año, y luego encabezando parte de los sepelios. En todo momento
respaldó tajantemente al Comandante en Jefe del Ejército.
Ante la ciudadanía, el juicio social dejó en entredicho las bases y
criterios que sustentaban los programas de modernización
institucionales y el correspondiente desempeño profesional de los
mandos y tropa, en tiempos que el mensaje era dar un salto
cualitativo y transformador.
Igual apunte se puede hacer respecto al conjunto de concesiones
y manifestaciones efectuadas por el Ejército para procurar avanzar
y obtener resultados en materias referidas a la reconciliación
nacional.
En el área de los medios comunicacionales y sociales, se registró
una profunda crisis desbordada por una gestión ineficiente en
cuanto al control de daños y respecto a la entrega de información
y oportunidad de la misma.
Con todo ello se generaron situaciones de tensión y fricción en las
relaciones civiles–militares, particularmente localizadas en el radio
del Regimiento afectado, pero también a nivel nacional,
despertando antiguas críticas al Servicio Militar, en un lugar donde
para no creerlo, la unidad afectada tiene gran arraigo en la
sociedad local y siempre se había caracterizado por su alta
convocatoria de soldados voluntarios.
148
www.emol.com/especiales/pagina_antuco/
Espinosa, Patricio. (2005). Nuestro largo invierno de Antuco. Memorias sobre la mayor tragedia militar en
tiempos de paz. Editorial Renacimiento.
149
Rodolfo Martinic Marusic
Página 50 de 120
Si bien se podía esperar un fuerte impacto en la imagen y
credibilidad institucionales, una encuesta del Diario La Tercera
arrojó que un 89% de los consultados indicaba que el General
Cheyre no debía renunciar, pero más de un 70% ratificaba que el
Servicio Militar debe dejar de ser obligatorio.
En otros datos que intentaban reflejar la realidad del momento en la
relación civiles–militares, según encuestas CEP, existió un apoyo
explícito hacia la aprobación de las reformas constitucionales con un
68%, mientras que un 19% no estaba de acuerdo. Curiosamente, el
tema de las reformas figuraba con un escaso 3% entre los temas que
más importaban a los chilenos, en tanto, el empleo con un 50%; la
delincuencia con un 45%; la salud y la pobreza con 35%,
encabezaban los temas de mayor interés.
En cuanto al Informe sobre Prisión y Tortura, también recibió apoyo
ciudadano; un 49% considero que los datos eran verdaderos y un
28% exagerados; el 71% estimó el Informe como positivo para la paz
del país; y un 54% se manifestó favorable a que existiese una
reparación económica a las víctimas.
Menos contundentes y precisos fueron los resultados de la encuesta
Bicentenario de la Universidad Católica, respecto al litigio con Perú,
estableciéndose que un 24% le asigna mucha importancia al fallo del
tribunal y un 39% algo de importancia. Ante la pregunta de qué
pasaría si gana Perú en el tribunal, un 38% indicó que se
deteriorarían las relaciones vecinales; un 34% opinó que no habrá
cambios y todo seguiría igual; y un 17% que provocaría unidad
interna en lo países. Se agregó una pregunta sobre la aspiración
marítima boliviana, consignándose que un 54% señala que no se
debiese otorgarle mar a Bolivia; un 28% se declaró partidario de
beneficios económicos; y un 11% ceder una franja territorial.
Los porcentajes reflejaban, sino desinterés, cierta tibieza ciudadana
en relación a cómo podía evolucionar la situación vecinal y sus
grados de compromiso con la misma.
Datos curiosos si se observa las percepciones desde Perú: un 59%
piensa que los inversionistas chilenos están despojando al Perú de
sus riquezas; un 75% estima que los chilenos se sienten superiores
a los peruanos; un 71% que Chile está en deuda con el pueblo
peruano; y, un 57% que Chile y Perú son enemigos naturales150.
Finalmente, en el año 2006, el Ejército publicó el primer “Reporte de
Responsabilidad Social Institucional”, informando la gestión
realizada en los ámbitos social, económico y medioambiental, e
invocando hacerse cargo de los impactos positivos y negativos que
genera en su entorno. El año 2008 el MDN promulgó su “Política de
Responsabilidad Social de la Defensa Nacional”.
150
Datos citados en: Garay, Cristian. (2009) Buscando la certidumbre. Chile, su seguridad y sus vecinos. UNISCI
Discussion Papers N°21
Rodolfo Martinic Marusic
Página 51 de 120
Período Presidencial de Michelle Bachelet Jeria
11 marzo 2006 – 11 marzo 2010
C.9.1 Claves políticas.
El Programa de Gobierno “Estoy Contigo”151, en materias
internacionales ponía como centro de gravedad la promoción de una
identidad regional común en América Latina, sobresaltando la
dimensión vecinal, el compromiso con la Comunidad Sudamericana
de Naciones, y una decidida apuesta en fomentar el multilateralismo
en la región y a nivel global.
En lo concerniente a la defensa nacional se definían tres objetivos,
el primero vinculado a la política exterior: participar activamente en
la obtención y consolidación de la paz en la región y en el mundo.
Los otros dos: dar un salto cualitativo en la gestión estratégica y
financiera de la defensa; y, consolidar la reforma institucional y la
modernización estratégica.
En el contexto de los dos últimos objetivos cabe mencionar la
modernización de la carrera militar, asociada a la finalidad de reducir
el gasto previsional, así como la derogación de la Ley Reservada del
Cobre, y su reemplazo por un sistema de asignación de recursos que
garantice una concesión plurianual.
Destacaba además otra finalidad muy relacionada con el simbolismo
que significó el nombramiento de la primera MDN y que acompañaría
también los inicios de la gestión de la Presidenta Michelle Bachelet:
completar el proceso de incorporación de la mujer a las FAs.
Ministra de Defensa Viviane Blanlot Soza
11 marzo 2006 – 26 marzo 2007
“La defensa no tiene género”152
Hija y nieta de militar, Vivianne Blanlot Soza, es economista,
consultora, investigadora y política del Partido Por la Democracia
(PPD). Antes de ser Ministra trabajó por diez años en el Banco
Interamericano del Desarrollo (BID); luego fue Directora Ejecutiva de
la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA); y Secretaria
Ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía (CNE), entre otros
cargos destacados. Su arribo al MDN se inscribió en el novedoso
criterio (para la época) de tener una Gabinete paritario153.
Se recordará que estando en el ejercicio del cargo le correspondió
asistir como única representante gubernamental a los funerales del
General Augusto Pinochet, ocasión en la cual recibió fuertes
expresiones de malestar por parte de los asistentes a las exequias.
151
Programa
de
Gobierno
de
Michelle
Bachelet
Jeria
2006–2010.
www.emol.com/especiales/_elecciones_2005
152
www.iadb.org.es/noticias/comunicados/de/prensa/2006/07/25 Ministra de Defensa de Chile analiza
desafíos de la paridad de género.
153
Web.archive.com/2006/01/31 Bachelet se desmarca de presión partidista.
Rodolfo Martinic Marusic
Página 52 de 120
La Ministra Blanlot –entre otras autoridades de Gobierno– habían
negado la posibilidad de hacer funerales de Estado en la
oportunidad.
Vale subrayar que, pese a su escasa cercanía previa con el sector
de la defensa, percibió con agudeza el clima organizacional interno
y del trabajo ministerial:
“Allí (en el Ministerio de Defensa), la cultura dice que la jerarquía
importa más que nada. Pero es apariencia, porque en la práctica
hay una cierta costumbre, como en todos los ministerios, de
concebir al Ministro como un invitado de paso y, por lo tanto, lo que
se hace se define al interior del grupo permanente, que es la
estructura tradicional. Cuando cambia un Ministro, si el nuevo se
adapta a la forma de trabajo, se le hace la vida relativamente fácil,
pero si viene con una agenda de cambio se encuentra con una
resistencia muy brutal y que consiste simplemente en no hacer, no
entregar información, obstaculizar”.154
C.9.2 Relaciones político–militares
Efectivamente se produjeron avances en materia de incorporación
de la mujer a las FAs, y estas acciones tocarían en forma paulatina
a todos los niveles; acceso universal a las Escuelas Matrices y
alcanzando a los Institutos y Academias de formación superior, los
cuales comenzarían a graduar promociones integradas. Era, por
supuesto, un cambio de profunda naturaleza cultural en el mundo
castrense.
Por otra parte, durante su gestión continuó el trámite legislativo del
proyecto de modernización o reforma del MDN (Ley Orgánica). Dicho
proyecto comenzó a trabajarse prelegislativamente en el año 1995,
y sólo diez años después recién pudo ingresar a trámite en la
Comisión Defensa de la Cámara de Diputados. A la Ministra Blanlot
le correspondió asistir a algunas de las sesiones de la citada
Comisión, en circunstancias que se debatía sobre la conducción
estratégica de la fuerza. Al respecto, el proyecto ingresado por el
Ejecutivo estipulaba que, ante casos de crisis internacional o guerra
externa, el Presidente de la República activará al “Conductor
Estratégico”, una figura que sería seleccionada entre uno de los
Comandantes en Jefe Institucionales.
Sin embargo, tal solución fue prontamente descartada por varias
razones, entre ellas dos: el hecho de que el Presidente designara al
“Conductor Estratégico”, podía ser una señal para la aceleración de
la crisis internacional; y, segundo, no parecía conveniente que una
autoridad ajena al ciclo de planificación ministerial y previsiones de
las funciones matrices asumiera esa condición. La propuesta del
“Conductor Estratégico”, que sería descartada, en todo caso dejaba
entrever las dificultades que atravesaría consolidar la idea de una
154
Blanlot. Vivianne. (2007). Ha habido sistemática agresividad despectiva hacia la Presidenta. www.ciper.cl/
entrevista
Rodolfo Martinic Marusic
Página 53 de 120
conducción conjunta y el empleo de la fuerza bajo una modalidad
conjunta.
En la agenda internacional a la Ministra Blanlot le correspondió recibir
en España la segunda unidad del submarino “Scorpene”. En la
ocasión, junto con su homólogo español hicieron un balance de los
convenios firmados desde 1998155, y que se traducían en que al año
2006, 102 oficiales chilenos habían sido beneficiados con becas de
estudios. El hecho en algo ilustraba sobre la influencia ejercida por
el sistema de defensa español respecto al chileno, no por nada se
trataba de experiencias en transiciones, y para algunos en Chile,
siempre se estimó al caso español como referente y modelo. Es más,
el ex Ministro de Defensa español, Narcís Serra, quien ejerció dicho
cargo entre 1982 y 1991, tuvo una influencia paradigmática.
Finalmente, durante su visita a Haití, la Ministra Blanlot propuso que
además de la participación militar en dicho país, se debía
comprometer asistencia técnica. En la ocasión recibió críticas dentro
de la política doméstica, no obstante, la sugerencia apuntaba
justamente a encontrar una respuesta multidimensional a la caótica
situación de Haití.
C.9.3 Relaciones civiles–militares
La mayor incorporación de mujeres a las instituciones de la defensa
significó un aumento cuantitativo de efectivos, pero también, la
diversificación en los oficios especializados y desempeños
profesionales de las mismas, ocupando a partir de ello cargos de
relevancia en los escalafones de línea (unidades de combate).
En otro ámbito, de connotación fueron también los eslóganes “1000
conscriptas para servir a Chile” y “Mujer, marca la diferencia”, los
cuales identificaron campañas que llevaron a que la conscripción
femenina aumentara de manera gradual de 300 a 1200 entre los
años 2005–2009. Hasta cierto modo, el aumento en la conscripción
femenina supliría la venidera disminución del contingente masculino.
Esta realidad contribuyó a densificar las relaciones entre la defensa,
sus instituciones y la sociedad civil, en la medida que fue visto como
un proceso que extendía componentes inclusivos e integradores.
Igualmente, cabe agregar, la mayor integración de mujeres al ámbito
de la defensa, y la especial sintonía femenina con los problemas que
afectan a los países en crisis intestinas, ha sido valorada por su
importante contribución en las operaciones internacionales de paz,
tal como lo sugiere e incentiva la Resolución N°1325 de Naciones
Unidas.
Cambiando el eje de análisis, un año más tarde del fallecimiento del
General Augusto Pinochet, bajo el sello de FLACSO–Chile156, se
155
www.defensa.gob.es España y Chile impulsan sus relaciones bilaterales en el ámbito de la defensa y la
cooperación industrial. 19 de julio 2006.
156
Varas, Augusto. Fuentes, Claudio. Agüero, Felipe. (2008). Instituciones cautivas. Opinión pública y nueva
legitimidad social de las Fuerzas Armadas. FLACSO – Chile.
Rodolfo Martinic Marusic
Página 54 de 120
publicó un ensayo que, mediante encuestas de opinión pública,
realizadas en los años 1991 y 2006, respectivamente, se analiza y
compara los cambios manifestados en 16 años de gobiernos de la
Concertación, en cuanto a las percepciones de civiles acerca de las
FAs. Algunos porcentajes que dejaba el estudio se entregan a
continuación.
Aumentaron las personas que estiman que es improbable o
imposible que ocurra un nuevo golpe de Estado: 44% en 1991 y
70,1% en 2006.
Entre los mayores responsables por atropellos a los derechos
humanos un 78,5% ubicó a los altos mandos de las FAs y de
seguridad, y dentro de las instituciones al Ejército con 92,5%,
seguido por Carabineros. Como soluciones mayoritariamente se
plantea la justicia y luego la educación.
En temas netamente profesionales, el estudio incorpora temas
emergentes no desarrollados a los inicios de la década de los años
90´, incrementándose el atributo negativo de “errores humanos”, con
un 73% (a propósito del caso Antuco), y destacando la incorporación
de las mujeres con un 68,8%, así como el programa Soldado
Profesional.
Un aspecto que se mantuvo constante en ambas mediciones dice
relación con si las FAs deben existir, expresándose en este caso una
respuesta positiva de 88,4% en 1991 y de 87% en 2006. Del mismo
modo, se mantiene alta la valorización de la disciplina y el
profesionalismo.
Ministro de Defensa José Goñi Carrasco
27 marzo 2007–12 marzo 2009
“No es posible evitar la presión transformadora que impone
sobre las Fuerzas Armadas una sociedad que reordena la
prioridad de sus valores en función del individuo en vez del
colectivo o de la preferencia por la oferta del mercado, que es
por definición una institución apátrida, en vez de la oferta del
Estado, que es esencialmente una institución nacional”157.
C.10.1 Claves políticas.
A nivel gubernamental, eran los tiempos en que se comenzaba a
implementar el “Transantiago”, sistema de transporte público
urbano que tuvo más de un traspié y causo grandes problemas a
los usuarios de la red, dejando una carga de molestia y rabia en la
población (Poduje dixit). Trajo por consecuencia inmediata el
segundo ajuste de gabinete en un año.
El Ministro José Goñi es ingeniero comercial, consultor internacional,
político del Partido por la Democracia (PPD) y escritor. Siendo
dirigente estudiantil en la Universidad de Concepción se vinculó al
157
Goñi, José. (2009). Discurso ante la Conferencia Internacional Fuerzas Armadas y Sociedad. ANEPE.
Rodolfo Martinic Marusic
Página 55 de 120
“Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR)”158, evolucionando
luego hacia la socialdemocracia sueca, país donde vivió el exilio.
Fue Director Ejecutivo de la Comisión Nacional del Medio Ambiente
(CONAMA). Entre otros puestos en la Cancillería fue Director del
área Europa de la Dirección Económica; representante de Chile ante
la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO); y, Embajador de Chile en Suecia, Italia y México.
Con esa trayectoria profesional no quedaban muchas dudas que la
agenda internacional de la defensa tendría nuevos impulsos, pero
también tropiezos en el mediano plazo.
C.10.2 Relaciones político–militares
El año 2008 y por acuerdo de doce países se creó la “Unión de
Naciones Suramericanas” (UNASUR), con el objetivo de construir
una identidad y ciudadanía suramericana y desarrollar un espacio
regional integrado159.
Con fines operativos, UNASUR dio vida a una nutrida burocracia
interestatal con cerca de veinte organismos dependientes, entre
estos, y para los fines que aquí interesan, al Consejo de Defensa
Sudamericano (CDS), integrado por los doce países adscritos a
UNASUR.
Al MDN160 chileno le correspondió un papel protagónico en
circunstancias que tuvo que presidir un Grupo de Trabajo destinado
a establecer los objetivos, funciones y estructura del mencionado
CDS, demandando periódicas reuniones con los delegados de los
países hasta formalizar un Estatuto de funcionamiento y
organización.
En lo fundamental, la iniciativa retomaba la idea de hacer de
Sudamérica una “Zona de Paz”, constituyendo un nuevo intento por
regionalizar la institucionalidad de la defensa.
Una situación singular que se puede recordar en tales esfuerzos,
fue que a falta de referencias reales que justificaran unidad de
propósitos, los representantes de Argentina propusieron el empleo
de la defensa nacional en la protección de los recursos naturales161.
Si bien esa relación requiere ser despejada de consideraciones
ideológicas (existía en aquel entonces una corriente dominante de
pensamiento de izquierda), incorpora una aproximación en el
campo de la defensa que podría seguir siendo motivo de estudio.
Con todo, más allá de las esperanzas y desvelos gastados por el
MDN y socios sudamericanos, a partir del año 2018 seis países
anunciaron suspender su participación en la UNASUR y otros más
tarde su salida definitiva, considerando “la falta de resultados
158
www.anales.cl/goni-carrasco-jose/
www.unasursg.org
160
El Consejo de Defensa Suramericano de la UNASUR. (2009). Crónica de una gestión. Ministerio de Defensa
Nacional de Chile. www.biblio.flacsoandes.edu.ec
161
La defensa nacional y los recursos naturales ¿pueden converger? www.flacso.org.ar/noticias
159
Rodolfo Martinic Marusic
Página 56 de 120
concretos que garantizaran el adecuado funcionamiento de la
organización”.
Por derivación, se sellaron también los sueños del Consejo de
Defensa Sudamericano, y nuevamente la subregión sudamericana
quedó huérfana de lo que pudo haber sido un régimen de defensa
que eventualmente congregara los intereses de los países
asociados.
En el espacio vecinal, mientras tanto, las relaciones con Argentina
continuaban una senda de progreso. El año 2008, con ocasión del
término del ejercicio combinado “Solidaridad”162, el Ministro Goñi fue
condecorado con la “Orden del Libertador General San Martín”.
Pero las novedades venían de los otros dos vecinos. Con Perú, a
pesar de encontrarse en pleno desarrollo la controversia por el límite
marítimo, se anunciaba la reanudación de la “Comisión Permanente
de Consulta y Coordinación Política”, conocida también como 2+2, y
en que participaban los respectivos Ministros de Defensa y de
Relaciones Exteriores de ambos países, siendo su finalidad generar
confianza y tratar temas de interés bilateral. Más jugado aún, el
Ministro viajó dos veces a Bolivia, país con el cual se firmó un
acuerdo bilateral en materias de defensa, un hecho considerado
como histórico en las relaciones entre ambos países.
Estas acciones, enmarcadas hay que advertirlo en el programa de
gobierno, son un muy buen ejemplo de cómo se coordinan las
políticas de defensa y exterior tras el propósito de provocar instancias
de confianza mutua, conducentes a mantener espacios de diálogo y
negociación. No obstante, ahora con retrospectiva y desde el punto
de vista del realismo político, se podría alegar escasa eficacia en
términos de resultados, habida consideración que, en mayo de 2021,
trece años después, se anunció como novedad la “normalización” de
las relaciones chileno–bolivianas.
En otros asuntos importantes, pese a que era una materia presente
en todos los programas de gobiernos, recién en junio de 2008 el MDN
publicó “Principios formativos para un nuevo Código de Justicia
Militar”163, documento dirigido a conseguir una reforma integral a la
Justicia Militar, judicatura que no había experimentado
transformaciones estructurales durante los últimos 75 años.
Obligaciones internacionales harían que dos años más tarde el
Código fuera modificado. No serían los únicos ni últimos cambios.
Por otra parte, aunque obedecían a programas de modernización y
desarrollo de la fuerza que se venían gestando desde
administraciones anteriores, durante el período del Ministro Goñi se
concretaron avances extraordinarios:
 Entre el 2007 y 2009 el Ejército creó cuatro Brigadas Acorazadas.
162
El ejercicio simulaba una emergencia provocada por la gripe aviar.
Cea, Sergio. (2009). Reforma a la Justicia Militar en Chile. Revista Actualidad Jurídica N°19. Universidad
del Desarrollo. Página 409.
163
Rodolfo Martinic Marusic
Página 57 de 120
 La Armada creó la V Zona Naval.
 El Estado Mayor de la Defensa Nacional creó el Centro de
Entrenamiento Conjunto Norte y formó dentro de su orgánica el
Departamento de Operaciones de Paz.
En cuando a renovación de sistemas de armas se destaca la
incorporación de los siguientes medios:
 Ejército: tanques “Leopard 2A4”; carros “Marder”; artillería de
campaña autopropulsada; vehículos motorizados “Humvee”; e
helicópteros “Caugar”.
 Armada: “Fragatas tipo 23” británicas; Patrulleros de Zona
Marítima; e helicópteros “Dauphin”.
 Fuerza Aérea: “Aviones F – 16” de segunda mano adquiridos a
Holanda; helicópteros “Bell 412”; y aviones “Súper Tucano” de
origen brasilero.
Una de las características de este período fue que se pudo
observar un claro alineamiento entre la política de defensa, la
política militar y la política fiscal presupuestaria.
Con todo, el tipo de potenciamiento de las fuerzas ha sido un tema
que entrecruza las percepciones de las relaciones político–
militares y civiles–militares. Desde la primera categoría se
justificaría tales incorporaciones de sistemas de armas en función
de otorgarle consistencia y credibilidad a la disuasión, pero
además, porque el año 2003 Chile había ingresado al Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas, motivo por el cual se asumían
compromisos internacionales acordes con la doctrina de la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y producto
de ello se requería desarrollar estándares tecnológicos apropiados
y factibles de interactuación con los países desarrollados.
Otra lectura es del plano político interno y aventura una tesis
distinta164. Se relaciona con el término de la transición política y
militar, en cuya evolución las importantes adquisiciones de
sistemas de armas corresponderían a una suerte de compensación
a cambio de estabilidad política, así como un gesto de
reconocimiento hacia las esferas castrenses, luego que se abrieran
numerosos procesos judiciales en las décadas de los años 90’ y
2000, los cuales han determinado el cumplimiento de condenas
efectivas para un grupo significativo de ex militares acusados por
violaciones a los derechos humanos.
C.10.3 Relaciones civiles–militares
En el discurso inaugural del Presidente de la Conferencia Internacional
sobre Fuerzas Armadas y Sociedad, Ricardo Israel165, aludió al deseo
de haber tenido una mayor contribución al evento por parte de más
164
Analistas cuestionan excesivo gasto en armamento de las Fuerzas Armadas.
www.radio.uchile.cl/2013/10/09/ Se plantea que durante el período 1974-1989 la Ley del Cobre rindió
aproximadamente US$ 2.486 millones, mientras que entre 1990 y 2005 aportó US$ 4.894 millones, esto es el
doble en términos aritméticos y aproximadamente un 70% superior en poder adquisitivo.
165
Op. Cit.
Rodolfo Martinic Marusic
Página 58 de 120
conciudadanos, manifestó. Como se ha venido exponiendo, la
expresión advertía y confirmaba un asunto recurrente en las relaciones
entre civiles y militares; su escaso nivel de masividad y baja
participación.
El Ministro Goñi compartió esa preocupación y haciendo un llamado a
ampliar las llamadas “comunidades especialistas en defensa”, invitó a
trabajar en conjunto, manifestando que “se debían incorporar nuevas
generaciones a los debates; y que no era sólo un tema de la academia;
tampoco de los responsables políticos; es un tema general que
debemos afrontar como sociedad”.
Se podría apreciar políticamente correcto el discurso ministerial, aunque
leyéndolo bien, es la típica respuesta a un problema en que se quiere
involucrar a otros actores, evadiendo ejercer el debido liderazgo de un
–al fin y al cabo– responsable político del sector.
En otro eje de análisis, un área que no era para nada desconocida en
la historia de las instituciones armadas y que tiende a fortalecer la
relación entre civiles y militares empezó a cobrar regularidad. Tal es el
apoyo a la población civil ante catástrofes naturales u originadas por el
hombre.
Durante el ministerio de José Goñi las FAs participaron en ayuda a la
comunidad para el maremoto en la región de Aysén y terremoto de
Tocopilla (2007), y erupción del volcán Chaitén (2008). Asimismo, el
apoyo militar se hizo patente durante sucesivos frentes de mal tiempo
en la zona centro–sur del país, e incluso se estructuraron brigadas
especiales para combatir incendios forestales en época estival.
Tanta fue la relevancia alcanzada por este tipo de misiones que las
academias relacionadas con las FAs comenzaron a dictar cursos
abiertos a la comunidad respecto a las formas y métodos para enfrentar
este tipo de situaciones, generándose además sistemas tecnológicos
de apoyo con los mismos fines.
Los escasos estudios de opinión pública sobre la materia indican que la
misión relacionada con la ayuda militar ante catástrofes contribuye a
que las instituciones exhiban altos grados de confianza ciudadana.
Entre 2006 y 2009 las FAs demuestran un nivel de 63%, porcentaje que
es sólo superado por Carabineros con 65%. Muy lejos se encuentran
los partidos políticos con 4% de confianza y el Congreso con un 8%166.
Igualmente, otro dato que también puede estar relacionado con la
confianza ciudadana es que cuando el país estaba asolado por
denuncias de corrupción, y se consultaba cuán extendida estaba ésta,
un 59% estimó en los partidos políticos, un 48% en los Tribunales de
Justicia, y un 44% en el Congreso. Las FAs fueron percibidas con un
bajo 24%167.
166
167
Estudio Nacional de Opinión Pública N°61. Octubre 2009. www.cepchile.cl
Estudio Nacional Opinión Pública N°54. Diciembre 2006. www.cepchile.cl
Rodolfo Martinic Marusic
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Ministro de Defensa Francisco Vidal Salinas
12 marzo 2009 – 11 marzo 2010
“Quisiera decirles que con orgullo culmino este proceso.
Tenemos las mejores Fuerzas Armadas y las mejores Fuerzas
de Orden y Seguridad en Chile desde el punto de vista de su
capacidad profesional, de su prestigio ante la población, y de su
material, en la historia”168.
C.11.1 Claves políticas
Profesor de Estado en historia y geografía, académico y político del
Partido por la Democracia (PPD). Entre los años 2000 y 2003 se
desempeñó como Subsecretario de Desarrollo Regional y
Administrativo; luego fue nombrado Ministro del Interior, y más tarde
Ministro de la Secretaría General de Gobierno del Presidente Ricardo
Lagos.
Durante el primer Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet,
nuevamente ocupó la Secretaría General entre los años 2007 y 2009,
desde donde pasó a ser designado Ministro de Defensa, en
circunstancias que había recibido críticas desde su propia coalición
política debido a su estilo de vocerías. Su correligionario, el ex Ministro
José Goñi fue enviado como Embajador de Chile a EE.UU. de A. Nada
mal.
Terminado el gobierno fue contratado por el Ejército para integrar el
Consejo Consultivo de Estudios e Investigaciones Militares (CACEIM),
hecho que pasado los años ha calificado él mismo como haber cometido
una “imprudencia”.
C.11.2 Relaciones político–militares
Ley N° 20.424, “Estatuto Orgánico del Ministerio de la Defensa
Nacional”169
Luego de diez años de estudios e intercambios en el quehacer
prelegislativo, y de otros cinco de tramitación en el Congreso
Nacional, recién se vino a cubrir un vacío legal para la conducción de
la defensa y que duró casi sesenta años. El 4 de febrero de 2010 se
promulgó la citada Ley, “una de las más difíciles y ambiciosas
reformas llevadas a cabo por los Gobiernos de la Concertación”, de
acuerdo a expresiones de la Presidenta de la República. Veamos
algunos de sus aspectos más relevantes.
Conducción de la defensa.
El texto fortalece, y no deja dudas sobre la autoridad presidencial y
ministerial, agrupando las decisiones dirigidas a conducir la defensa a
partir de niveles170: político, inherente al ejercicio presidencial y
168
Vidal asegura que Chile tiene la mejor defensa de su historia, en su cuenta pública.
www.radiouchile.cl/2009/12/30
169
Ley N° 20.424. www.bcn.cl/leychile
170
Correa, Jorge. (2016). La modernización del Ministerio de la Defensa Nacional. www.derecho.udp.cl
Rodolfo Martinic Marusic
Página 60 de 120
ministerial; 1) la planificación primaria de defensa y que está destinada
a preparar al país para enfrentar eventuales amenazas; 2) la
planificación secundaria en el ámbito estratégico que es un proceso
militar y conjunto dirigido a desarrollar y preparar a la fuerza; 3) nivel
operacional referido al empleo de la fuerza.
La normativa está estructurada a partir de dos causas de excepción
constitucional de origen externo: guerra externa y crisis internacional
de origen externo.
Lo que se puede observar al respecto es una concepción de empleo
muy restrictiva y que en nada se condice con las preocupaciones y
demandas que la defensa nacional ha tenido que ir asumiendo en los
escenarios del siglo XXI. Se dirá que es por el ordenamiento jurídico
existente, pero si es así se tendría que haber tenido la voluntad de
debatir acerca de posibles modificaciones y a lo mejor legislar para lo
excepcional, pues lo que demuestran los últimos años pareciera ser
la norma. Un solo ejemplo, no hay ninguna disposición en la ley en
relación con el apoyo a la población civil en caso de emergencias y
desastres naturales. Claro, una vez más, prevaleció el temor
fantasmal a que la fuerza militar pueda ampliar sus funciones.
Estructura superior de la defensa.
La ley simplifica la estructura superior derogando o modificando
organismos que habían quedado obsoletos (CONSUSENA y
CONSUDENA).
Al MDN se le confiere la Presidencia de la Junta de Comandantes en
Jefe (que queda solo como un órgano asesor militar consultivo del
MDN). El MDN es el responsable ante el Presidente de la República
de la planificación primaria y secundaria, y está posicionado como
colaborador directo e inmediato del Jefe de Estado cuando éste
asume como Jefe Supremo de las FAs.
Organización ministerial.
La ley reordena el esquema de las subsecretarías pasando de un
modelo institucional (Guerra, Marina y Fuerza Aérea, recordando que
ya el 2005 habían salido Carabineros e Investigaciones), a uno
funcional, con la Subsecretaría de Defensa, encargada de la gestión
política del sector, elaboración de planes, programas y doctrinas
sectoriales, y, la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas, órgano
responsable de asuntos y procesos administrativo presupuestarios.
Muy relevante pasará a ser la persona que ocupe la Subsecretaría de
Defensa171, ya que junto con asumir importantes tareas de gestión,
está llamado a ser un gran ente coordinador con los demás
organismos del Estado y por supuesto dentro del ministerio en
particular. En palabras más precisas, si la política de defensa convoca
171
Gómez, Ernesto. (2011). Subsecretaría de defensa. Pieza fundamental en la nueva visión de la defensa
nacional. www.revistamarina.cl
Rodolfo Martinic Marusic
Página 61 de 120
a la institucionalidad del Estado en su conjunto, el Subsecretario de
Defensa es el responsable de su articulación.
Otro cambio relevante fue la creación del Estado Mayor Conjunto
(EMC), encargado tanto de la planificación estratégica, como la
conducción de todas las fuerzas asignadas a las operaciones en
casos de crisis de origen externo, conflicto internacional y operaciones
de paz. El EMC y su responsable, el Jefe de Estado Mayor Conjunto,
es ampliamente aceptado en el estudio comparado de casos, sin
embargo, como más adelante se verá, por esas cosas que cuestan
entender, ya que tiempo no faltó, en la situación nacional quedó con
facultades menguadas. Pronto se comenzará a hablar de la necesidad
de potenciar sus atribuciones ¿?
Con ocasión de la promulgación de la Ley, tanto la Presidenta de la
República como el Ministro Vidal llamaron a un “gran acuerdo
nacional”172 con la finalidad de que se apruebe en el Congreso el
proyecto de ley que habían enviado sobre el nuevo financiamiento de
las FAs. Pasarían varios años para eso, repitiéndose largos tiempos
de tramitación respecto de un asunto que parece ser importante, pero
que, definitivamente, no parece ser urgente.
El 15 de enero de 2010, sólo días antes que se promulgara la Ley
Orgánica del MDN, se produjo el lanzamiento de la tercera versión del
Libro de la Defensa Nacional, el que fue entregado por el Ministro Vidal
a la Presidenta Michelle Bachelet.
Libro de la Defensa Nacional 2010
La parte sustantiva del Libro fue la inclusión de los preceptos de la Ley
N°20.424, de manera que la Parte III del texto está dedicada a la
Política de Defensa Nacional173, explayándose sobre la conducción de
la defensa, su estructura superior y sistema de planificación. A
diferencia de las ediciones 1997 y 2002, al existir norma legal los
contenidos adquirieron en esta parte un sentido más vinculante.
Otras definiciones conceptuales importantes y muy relacionadas con
las referidas materias de ley tienen que ver con la delimitación que se
efectúa respecto al concepto de seguridad, nuevamente tratada como
un elemento que excede los marcos de la defensa nacional, pero, sin
embargo, se analiza en el texto para quedar huérfano en el caso
nacional, lo cual expresa nuevamente un problema mayor, como es la
ausencia de una estrategia o política de seguridad. Se entiende que
la defensa carece de marcos regulatorios para encarar esas tareas,
no obstante, tampoco se contribuye a sincerar y posicionar el debate.
Se insiste, en consecuencia, que “la defensa existe para dar seguridad
externa la país”174, refrendado un claro interés por acotar el ámbito de
acción de la defensa y sus instituciones. ¿sintonizaba dicha
declaración con la naturaleza de los problemas de seguridad que
172
Gobierno pide acuerdo nacional para el financiamiento de las Fuerzas Armadas. www.mch.cl/2010/02/03
Ministerio de la Defensa Nacional. (2010). Libro de la Defensa Nacional. Parte III.
174
Op.Cit. Página 109.
173
Rodolfo Martinic Marusic
Página 62 de 120
afectaban a Chile? ¿O no será, otra vez, que los contenidos obedecen
a la necesidad de fijar bordes y no discutir siguiera sobre asuntos que
rememoran el pasado, habida consideración que a esas alturas ya no
estaban presentes las normas constitucionales reformadas el año
2005?
En otro aspecto se ratifican acciones que han constituido la médula
de la agenda del sector, “ya en el Libro de la Defensa 2002 la
cooperación internacional en defensa adquirió una relevancia
equivalente a la del concepto de disuasión”175, acotando en modo de
justificación y constriñendo una política a la euforia del momento
internacionalista:
“La cooperación no significa minimizar ni cambiar las misiones y
funciones que han venido desarrollando las Fuerzas Armadas a
través de su historia, sino que implica orientar parte de sus esfuerzos
a colaborar en el propósito de la comunidad mundial por generar
entornos internacionales seguros e impulsos hacia la integración”.
Aquí se presenta un argumento bien de fondo y que desafía la
coherencia y consistencia de este enunciado. Cómo una política que
se autocalifica de Estado, pública, suprapartidaria y permanente, hace
una definición tan tajante y trascendente a favor de la conciencia en
la defensa planetaria, cuando observando su proyección en un
período menor a diez años, sólo un puñado de efectivos chilenos que
se puede contar con los dedos de las manos, se encuentran
participando en operaciones internacionales de paz176. ¿Cambiaron
los escenarios? ¿No se trata de preverlos acaso? ¿Qué pasó con la
prospectiva? ¿Se entendió parcialmente el camaleónico carácter de
la guerra?
Finalmente, son novedosos los capítulos del Libro destinados a tratar
con grados de transparencia temas como el armamentismo, la
evolución del gasto en personal y material, y los recursos financieros
en el contexto de la modernización del Estado177, asuntos
generalmente polémicos sobre todo en las relaciones con países
vecinos.
Tendiendo puentes con la sociedad, lo mismo sucede cuando el texto
intenta relacionar a la defensa con el campo de la ciencia y tecnología,
y con las políticas de responsabilidad social y ambientales.
Pero ante iniciativas tan bien racionalizadas, siempre la realidad se
encarga de avisar que los entornos de seguridad son febles e inciertos.
El 27 de febrero de 2010, a sólo días de cambiar el eje del poder
175
Op.Cit. Página 186.
www.emco.mil.cl Misiones de paz:
UNFICYP – Chipre. Contingente de seis efectivos (en forma rotativa entre el Ejército y la Armada).
UNTSO – Medio Oriente. Dos Observadores Militares del Ejército y uno de la Armada.
ALTHEA – Bosnia Herzegovina. Cinco efectivos del Ejército.
UNVMC – Colombia. Uno de Ejército; dos de la Armada; uno de la Fuerza Aérea, y tres de la PDI.
177
Op.Cit. Capítulo XV y XXI.
176
Rodolfo Martinic Marusic
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gubernamental, un poderoso terremoto seguido de un tsunami sacudió
el territorio nacional.
La Presidenta Bachelet, que marcaba una histórica aceptación
ciudadana de un 84% recibió diversas críticas por su reacción “tardía e
ineficiente”178. Según una encuesta rápida de “El Mercurio”, un 72% de
los consultados opinaba que demoró demasiado en reestablecer el
orden ante la ola de saqueos registrados en Concepción y otras
ciudades sureñas.
Sólo 36 horas después de la hecatombe la Primera Mandataria firmó el
Decreto que dispuso el estado Constitucional de Catástrofe,
permitiendo con ello la intervención militar para recuperar el control de
la situación en zonas donde los soldados fueron recibidos con aplausos.
“Para una coalición que luchó contra la dictadura militar, la idea de tener
a los militares en la calle no fue fácil”, declaró el Ministro de Obras
Públicas, Sergio Bitar. Una persona sincera, al menos. Hubo otras
opiniones en idéntica sintonía:
“Parte de la decisión de no militarizar de inmediato tuvo que ver con
cuidar la imagen y demostrar que la situación estaba bajo control, y
parte con el trauma del pasado que está asociado a las fuerzas y su
actuación en la época de facto de Pinochet”179.
¿Tenía que ocurrir una catástrofe tan terrible para que algunos se dieran
cuenta de este tipo de lastre que afecta a parte de la mentalidad
nacional?
Como es conocido, la tragedia involucró también el fracaso del sistema
nacional de protección civil, entre otros organismos, del Servicio
Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) y especialmente de
la Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI), de manera que en los
tiempos venideros un nuevo proyecto de ley ingresaría al Congreso
buscando mejorar la respuesta del Estado frente a la posible repetición
de estos acontecimientos. No vale la pena explayarse acerca de la
prioridad legislativa que tuvo dicho proyecto de ley: recién el año 2021
sería promulgado como ley.
A raíz de lo sucedido, otros análisis vieron también síntomas de
incompetencia180 en la participación que les cupo a capacidades de las
FAs en los primeros momentos de la crisis (red de comunicaciones y
sistemas de transportes, esencialmente).
El Jefe de Estado Mayor Conjunto, autoridad recién designada en virtud
a la aludida Ley Orgánica del MDN –cuyas disposiciones fueron
presentadas como el coronario de la gestión de la defensa entre los
años 2006 y 2010– presente en la ONEMI la madrugada del 27 de
febrero, poco podía hacer al respecto. Sus competencias frente a la
178
El terremoto de Chile no pudo con la popularidad de Bachelet. www.bbc.com/mundo/economia/2010/03
Op.Cit. Consultora Marta Lagos.
180
Escobar, Santiago. El terremoto y la incompetencia militar. www.elmostrador.cl/noticias/país/2010/03/29
179
Rodolfo Martinic Marusic
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respuesta a catástrofes naturales no habían sido consideradas ni
definidas por las instancias políticas del Ejecutivo y Legislativo.
Estados de Excepción Constitucionales.
Los artículos 101 al 105 del Capítulo XI “Fuerzas Armadas, De Orden
y Seguridad Pública”, entre otras materias señalan que: Las Fuerzas
Armadas dependientes del Ministerio encargado de la Defensa
Nacional están constituidas única y exclusivamente por el Ejército, la
Armada y la Fuerza Aérea. Existen para la defensa de la patria y
son esenciales para la seguridad nacional.
Pero, además, las FAs poseen misiones en casos de decretarse
Estados de Excepción Constitucional (E.E.C), en tanto mecanismos a
través de los cuales se altera la situación de normalidad y regularidad
de los derechos y libertades de las personas garantizadas por la
Constitución Política, debido a razones extraordinarias y graves, con
la finalidad de proteger otro bien mayor.
La Constitución contempla cuatro situaciones excepcionales: Estado
de Asamblea, Estado de Sitio, Estado de Emergencia y Estado de
Catástrofe (que ha operado en casos de desastres naturales y
pandemia). Cada uno responde a situaciones de riesgo distintas y sus
atribuciones también son disimiles.
Todos los E.E.C. se rigen por la Ley Orgánica Constitucional de
Estados de Excepción Constitucional, Nº 18.415. Esta norma señala
que la declaración de una E.E.C. deberá hacerse a través de un
decreto supremo firmado por el Presidente de la República y los
Ministros del Interior y de Defensa Nacional.
El artículo 6° de la citada ley dispone qué facultades pueden ser
delegadas total o parcialmente por el Presidente de la República, en
los jefes de la Defensa Nacional que él designe. Además, el artículo
7°, le entrega al Jefe de la Defensa Nacional designado un conjunto
de deberes y atribuciones.
La Ley que regula los E.C.C. data del año 1985, época que podría
explicar las reticencias de los gobiernos de centro–izquierda por
acudir a su aplicación, más, tampoco existen esfuerzos conocidos
para haber actualizado sus disposiciones.
C.11.3 Relaciones civiles–militares
Pese a las graves consecuencias que dejó tras de sí el 27–F, un estudio
de opinión pública califica bastante bien la participación militar. Ante la
pregunta, ¿Cómo evaluaría usted la forma en que actuaron las
siguientes personas o instituciones en respuesta al terremoto del 27 de
febrero?181. Con un 92% figura Bomberos; 85% Carabineros; 80%
Radios; 76% Un techo para Chile; 71% Ejército; 66% Fuerza Aérea;
65% PDI; 49% Armada; 46% Gobierno; 40% Intendentes de las zonas
afectadas y 10% ONEMI.
181
Encuesta Nacional de Opinión Pública, junio – julio 2010. www.cepchile.cl
Rodolfo Martinic Marusic
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Anteriormente, otra encuesta, “Escenarios y perspectivas de la
defensa”, encargada por el MDN en julio de 2009, cuyo universo fue
2000 hogares en todo el país, reitera la distorsión ciudadana en cuanto
a no distinguir entre instituciones de las FAs y de Orden y Seguridad,
pero, arrojó muy buenos niveles de confianza en la población
encuestada: 76% para el Ejército; 75% Carabineros; 74% Fuerza Aérea;
71% la Armada. La PDI figura con un 59% después de las radios.
Por otra parte, en los trabajos previos a su elaboración del Libro de la
Defensa Nacional se podían haber esperado nuevamente instancias de
diálogos y participación ciudadana, tal como las premisas de anteriores
ediciones lo habían sugerido. En ese sentido existieron iniciativas
ministeriales en dos direcciones. Una fue una convocatoria amplia en
que se reunieron personas de un diverso espectro para debatir sobre
los posibles contenidos del Libro, actividad organizada por el MDN y
realizada en el balneario de Pichidangui182. El segundo, algo más
sofisticado, se propuso reunir insumos por parte de académicos
nacionales en orden a establecer un horizonte prospectivo para la
defensa.
Aparentemente, los resultados de ambas instancias de participación no
quedaron establecidos en el texto publicado, o al menos son difíciles de
detectar en una lectura no rigurosa. Lo más probable es que, como se
había venido haciendo, la redacción del texto quedó depositada
centralizadamente en los organismos asesores permanentes del MDN.
Para cerrar la revisión de algunos de los hechos que acompañaron la
gestión del Ministro Vidal, y lejos de ser algo anecdótico, cómo es
sabido él es un ex alumno de la Escuela Militar, y su cercanía o simpatía
con ese ámbito lo llevó a hacer el Curso de Aspirantes a Oficiales de
Reserva (CAOR), graduándose luego con el grado de Subteniente en
una ceremonia en que también se celebró el Bicentenario del Ejército
de Chile.
El mencionado CAOR, que desarrollan tanto el Ejército como las demás
instituciones de la defensa, tiene una particular interpretación puesto en
el contexto de las relaciones civiles–militares. En efecto, por una parte,
para quienes ejecutan el curso, es una instancia de integración que
fortalece los nexos entre el mundo civil y el militar, proporcionando
además potencial humano con estudios de nivel superior183, en caso de
decretarse la movilización de reservistas con instrucción militar. Poseen
el agregado de realizar distintas actividades culturales, artísticas y
recreacionales en beneficio de las unidades y de la mejor proyección
pública institucional.
Sin embargo, el CAOR también tiene sus detractores. “Si uno indaga
quiénes están en estos clubes de reservistas te vas a encontrar que
existe una relación súper incestuosa entre empresarios, políticos y
militares”, ha señalado por ejemplo el Diputado democratacristiano
Gabriel Silver. La acusación apunta a la relación entre militares y el
182
183
Op.Cit. Vera, Juan.
El duro camino para transformarse en un oficial “Vip”. www.emol.com/noticias/nacional/2011/12/16
Rodolfo Martinic Marusic
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mundo privado, y se podría decir que es un cuestionamiento que tiene
prejuicios y sesgo, pero no fundamentos, en la medida que el encuentro
entre civiles y militares aborde en extensión y profundidad todos los
niveles y estamentos de la sociedad.
Finalizaba un ciclo de veinte años de Gobiernos de la “Concertación
de Partidos por la Democracia”. Durante ese período, según
académicos de esa línea de pensamiento, existió “una cultura
estratégica concertacionista184, inspirada en dos ideas básicas: la
necesidad de aumentar el control civil en la relación civil–militar, y
hacerlo estratégicamente, aprovechando coyunturas en la medida que
se fueran presentando, evitando o minimizando los riesgos de una
contestación militar que pudiera poner en peligro el proceso de
transición” … aunque renglones más adelante corrigen la percepción
en el sentido que “durante todos esos años lo que en realidad estaba
sucediendo era la consolidación de una clara tendencia orientada a
consolidar una gobernabilidad democrática sobre el sector de la
defensa”.
Compartiendo el planteamiento, se podría matizar temporalmente:
conforme a los datos que se han venido exponiendo, el tema del
control civil sólo fue relevante hasta 1998; a partir de entonces
comenzó la evolución hacia la plena gobernabilidad democrática de la
defensa (salvo un par de baches durante la detención del General
Pinochet en Londres), y esa idea incluye por cierto las reformas
constitucionales del año 2005, aunque ya antes sus disposiciones
respecto a las FAs en la práctica no operaban. Dicho proceso se
debería mirar, además, en el desarrollo transicional político–militar.
184
Op.Cit. Flisflich, Ángel y Robledo, Marcos. Página 54.
Rodolfo Martinic Marusic
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CAPÍTULO V
Período Presidencial de Sebastián Piñera Echeñique
11 marzo 2010 – 11 marzo 2014
C.12.1 Claves políticas
El “Programa de Gobierno por el Cambio, el Futuro y la Esperanza”185,
prometía una nueva forma de gobernar basada en un modelo liberal en
lo económico, y estaba enfocado en solucionar el tema del desempleo,
aumentar los ingresos por habitante y el potenciamiento de la
innovación y el emprendimiento, particularmente, a nivel de las micro
pequeña y medianas empresas.
Cabe traer a colación que el año 2013 el periodismo y la justicia
comenzaron a investigar el denominado caso “Penta”, un fraude fiscal a
través de facturas y boletas ideológicamente falsas, cuyas utilidades
habrían sido utilizadas en campañas políticas.
Volviendo al programa de gobierno, en materias de política exterior, en
general, el programa continuaba marcando las mismas orientaciones de
desarrollo que habían definido los gobiernos anteriores, buscando una
mayor sincronía entre los intereses nacionales en los grandes centros
de mundiales de desarrollo (EE.UU. de A, Europa y Asía Pacífico), y el
espacio sudamericano más inmediato.
Respecto a la defensa nacional, el programa establecía cuatro ejes:
 La transformación institucional, que básicamente se trataba de
poner en ejecución las disposiciones de la ya citada Ley N°20.242.
Consideraba también la Reforma a la Justicia Militar y la creación
del Ministerio Público Militar.
 Se haría explícita una Estrategia Nacional de Seguridad, tarea
radicada en la Subsecretaría de Defensa, en tanto coordinador
interministerial. La estrategia sería actualizada cada cuatro años
y se haría con consulta previa al Senado y al Consejo de
Seguridad Nacional.
Otro aspecto considerado fue la sustitución de la Ley Reservada
del Cobre como mecanismo de financiamiento para las
adquisiciones de sistemas de armas.
 Buscando fortalecer el recurso humano se planteaba la
reformulación de la carrera militar, así como el perfeccionamiento
del sistema previsional.
 Impulso de la industria militar (FAMAE, ASMAR y ENAER).
185
Sebastián Piñera. Coalición por el Cambio. Programa_de_Gobierno_2010.pdf
Rodolfo Martinic Marusic
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Ministro de Defensa Jaime Ravinet de la Fuente
11 marzo 2010 – 13 enero 2011
“Nuestra misión: 1) Un país seguro como condición necesaria
para su desarrollo y progreso. 2) Trabajar por la paz en el mundo
y especialmente en nuestra región. 3) Una región solidaria, donde
la Política de Defensa sea un instrumento de confianza mutua,
estabilidad y cooperación”186.
Para conducir esas tareas y liderar el MDN fue designado el abogado
Jaime Ravinet de la Fuente187, quien había desempeñado el mismo
cargo durante el Gobierno del Presidente Ricardo Lagos. Ravinet,
militante democratacristiano, debió renunciar al partido antes de asumir.
El hecho, interpretado en clave simbólica, hizo que no faltaron quienes
vieron en el nombramiento la intencionalidad de atraer a un sector de la
democracia cristiana hacia la centro–derecha, fuerza política que
estaba a punto de comenzar su período presidencial. Al parecer, la
defensa se presta también para fines instrumentales.
C.12.2 Relaciones político–militares
Durante este período se comienzan a tramitar los reglamentos
derivados de la Ley que modernizó el MDN, entre ellos de organización
y funcionamiento; de la Junta de Comandantes en Jefes; y las nuevas
plantas ministeriales.
Continuador de la política de integración chileno–argentina, al Ministro
Ravinet le correspondió ejercer durante un período en que se
desarrollaba el proceso judicial internacional por el límite marítimo y que
enfrentaron a Chile y Perú. Fue notorio entonces que las autoridades
peruanas hicieron caudal en sus declaraciones que “Chile incita a una
carrera armamentista”188, aludiendo de ese modo a un eventual gasto
militar desmesurado, acusación que fue refutada por el Ministro, tanto
en el ámbito de las autoridades nacionales, medios de comunicación y
en sus viajes al exterior. El hecho, se podría decir ahora, se inscribía en
acciones estratégicas comunicacionales que acompañaban, junto a
otras medidas en diferentes ámbitos, las pretensiones peruanas
esgrimidas en la justicia internacional.
En cualquier caso, el tema del armamentismo se presentaba bastante
confuso y manipulable según la fuente especializada que hiciera la
medición. Aun así, las estructuras de la seguridad y de la defensa en
los distintos países no son homologables, atendiendo que en muchos
casos incluyen gastos realizados para fuerzas de seguridad interior, en
otros consideran unidades fronterizas militarizadas, o bien incorporan
gastos de sistemas previsionales o de salud, etcétera, todo lo cual
186
Ministro
de
Defensa
Jaime
Ravinet
www.issuu.com/gobiernodechile/docs/cuentapublicaministeriodedefensa
187
El
democratacristiano
Jaime
Revinet,
nuevo
Ministro
de
Defensa
en
Chile.
www.infodefensa.com.latam/2010/02/10
188
Ministerio de Defensa informó a comisión especializada que enviaría proyecto para actualizar carrera
militar. www.senado.cl/2010/04/23
Rodolfo Martinic Marusic
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dificultan el trabajo de comparación. De ahí que el Ministro defendió un
gasto militar entorno al 1,4% del Producto Interno Bruto, y negó el
porcentaje de más del 3% que adjudicaban organismos no
gubernamentales internacionales.
Por otra parte, asumido como uno de los objetivos del programa de
gobierno, durante su gestión el Ministro Ravinet se pretendió mejorar la
competitividad de las industrias públicas de defensa, y para lograrlo se
declaró abierto a asociaciones con compañías privadas189, apuntando
que ellas deberían aportar know–how, mercados y recursos al
desarrollo de nuevos negocios.
En todo caso el ministerio de Jaime Ravinet puede ser recordado
además por una serie de errores comunicacionales cometidos durante
los últimos meses de su gestión y que le costarían su salida del
gabinete, entre los que se cuentan190: la fallida compra de una casa
oficial para el Jefe de Estado Mayor Conjunto, objetada por la
Contraloría General de la República; el impasse por las invitaciones que
se cursaban a la travesía del buque “Aquiles”; su postura pública al
señalar que las FAs serían renuentes a prestar colaboración a las
autoridades civiles, sí debían dar explicaciones al Consejo para la
Transparencia; y sus dichos poco académicos ante la Comisión
Defensa de la Cámara de Diputados sobre un puente armable que se
desplegó en el sur del país. Como se observa, todos asuntos relativos
a la transparencia y que había sido considerada prioritaria en el
quehacer gubernamental.
La solicitud, algo abrupta, de renuncia al cargo191, junto con generar un
traspié al diseño original del gabinete, anticipó un cambio más amplio
del mismo, imponiendo dejar al Subsecretario Alfonso Vargas Lyng
como MDN en calidad de Interino momentáneamente, hasta la
designación de un nuevo Ministro titular.
C.12.3 Relaciones civiles–militares
Con posterioridad al terremoto y tsunami las instituciones de la defensa
asumieron papeles relevantes dentro del Plan de Reconstrucción
Nacional192 elaborado por las nuevas autoridades del país que
asumieron el 11 de marzo de 2010.
A ese respecto el propio Presidente de la República señaló “queremos
gradualmente ir cambiando los fusiles por las palas. Lo que queremos
pedir a las Fuerzas Armadas, que además de la emergencia y el orden
público, nos ayuden a reconstruir nuestras escuelas, hospitales y
viviendas. Las Fuerzas Armadas tienen logística, ingeniería y
disciplina”193.
189
Ravinet, Ministro de Defensa de Chile: las empresas públicas de defensa están abiertas a asociaciones con
compañías privadas. www.infodefensa.com/telam/2010/09/19
190
Tras seguidilla de errores y sin piso político cae Ravinet. www.elmostrador.cl/noticias/país/2011/01/14
191
Piñera pide la renuncia a Ravinet y se abre a otros cambios en el gabinete. www.revistaei.cl/2011/1/14
192
Gobierno de Chile (27 de agosto 2010) Plan de Reconstrucción Terremoto y Maremoto 27 febrero 2010.
www.desarrollosocialyfamilia.gob.cl
193
Chile a un mes del terremoto. www.bbc.com/mundo/america_latina/2010/03/27
Rodolfo Martinic Marusic
Página 70 de 120
Con esa orientación las FAs previeron tres fases: en la emergencia,
asistencia y restablecimiento del orden público; reconstrucción de obras
e infraestructura social de urgencia (19.762 personas beneficiadas); y,
obras mayores del Cuerpo Militar del Trabajo que en la ocasión contrató
17.000 trabajadores que operarían en las regiones de O’Higgins, Maule
y Bio Bio, todo lo cual contribuyó a mitigar el impacto social del desastre
natural.
Asimismo, se plantearon anuncios en cuanto a la necesidad de
reformular la agencia encargada de desastres naturales, crear unidades
de despliegue rápido ante emergencias de esa índole, y entrenar
unidades militares especializadas en apoyo humanitario.
Cabe hacer notar al respecto que hasta esa fecha desde la defensa
nacional siempre se había planteado la ayuda humanitaria como una
materia orientada a auxiliar población en el extranjero. Era parte del
paradigma internacionalista en boga.
Ministro de Defensa Andrés Allamand Zavala
16 enero 2011 – 05 noviembre 2012
“El concepto de seguridad ampliada no es ninguna innovación,
simplemente recoge los conceptos que la propia Concertación
ha incorporado en esos ámbitos. El documento siempre señaló
en forma explícita que bajo ninguna circunstancia las Fuerzas
Armadas iban a invadir las atribuciones exclusivas del
Ministerio de Interior, de Carabineros y PDI, en el ámbito del
orden público y de la seguridad interior”194.
C.13.1 Claves políticas.
Abogado y político histórico del partido “Renovación Nacional”. Fue
diputado y luego Senador, cargo que dejó para asumir como Ministro de
Defensa Nacional, renunciando para volver a la política partidista y
participar en las elecciones primarias presidenciales en el
conglomerado “Alianza por Chile”.
En septiembre de 2011, con motivo del accidente aéreo en el
archipiélago “Juan Fernández”, se trasladó al lugar de los hechos
adquiriendo en esos días una importante exposición pública.
En el ámbito bilateral, el Ministro Allamand indicó en una oportunidad
que “muchas veces algunos vecinos que dicen ser muy amigos
nuestros, pero nos demandan ante los tribunales internacionales, y en
especial cuando denuncian un supuesto armamentismo195, frase que
fue utilizada para graficar en su momento la falta de coordinación entre
Defensa y la Cancillería.
194
www.senado.cl/abordan-documento-con-estrategia-de-seguridad-y-defensa-con-ministro-allamnd
agosto 2012
195
2012: un año perdido para la modernización de la defensa. www.institutoigualdad.cl/2013/01/02
14
Rodolfo Martinic Marusic
Página 71 de 120
Desde un punto de vista más amplio, a nivel gubernamental la
sobrevivencia y rescate de 33 mineros a más de 700 metros bajo la
tierra le proporcionaría al Ejecutivo días de un inusual apoyo ciudadano.
No obstante, meses después, se vería fuertemente conmocionado por
el movimiento social estudiantil, el cual puede ser visto ahora como un
eslabón de una creciente serie de reivindicaciones que apuntaron al
corazón del modelo de desarrollo económico chileno.
C.13.2 Relaciones político–militares.
En la agenda del sector defensa prevalecían tres temas importantes y
de algún modo interrelacionados: 1) el inicio de la tramitación legislativa
de la nueva Ley para en financiamiento de la defensa y que permitiría
derogar la Ley N°13.196, conocida como Ley Reservada del Cobre; 2)
la aprobación de la Directiva Presidencial para la Seguridad Exterior,
cuya elaboración estuvo a cargo de la recientemente creada
Subsecretaría de la Defensa, y, 3) la presentación oficial de una
“Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa (ENSyD)”196. Esta última
merece un tratamiento especial por las dimensiones de los contenidos
que proponía.
En síntesis, la elaboración de la ENSyD respondía a la ampliación de
la agenda tradicional de la defensa y seguridad de Chile y el mundo,
producto de la globalización y el desarrollo tecnológico.
Buscaba orientar y coordinar la acción de distintos organismos e
instituciones nacionales para enfrentar adecuadamente los desafíos
de seguridad en el período 2012–2024, utilizando de forma eficaz y
eficiente los medios y recursos del país.
Particularmente en el ámbito de la defensa, establecía las
capacidades estratégicas requeridas por las Fuerzas Armadas para
cumplir las tareas derivadas del propio documento, y, a su vez,
constituirán la base para la elaboración de un presupuesto
plurianual destinado al financiamiento del Plan de Desarrollo de la
Fuerza.
Se inspiraba en un escenario estratégico global que se caracterizaba
por la incertidumbre estratégica, asociada a un aumento en el número
de potenciales agresores y a la aparición del narcotráfico, el crimen
organizado, el terrorismo, los ciberataques, las migraciones ilegales,
la vulnerabilidad energética y la escasez de recursos naturales.
En ese sentido, los intereses de seguridad de Chile en el mundo se
concentran prioritariamente en América Latina, a partir del énfasis en
un amplio abanico de materias de cooperación, tales como la
protección de la democracia, el control de la corrupción, el combate al
crimen organizado y la respuesta ante catástrofes.
Se proponía que la ENSyD sea sometida a revisión cada cuatro años,
o al menos una vez en cada mandato, manteniendo una proyección a
196
www.articulo30.org/politica-defensa/estrategia-nacional-de-seguridad-y-defensa-de-chile
Rodolfo Martinic Marusic
Página 72 de 120
doce años plazo. Fue definida como la “Política de las Políticas”, algo
que provocó preocupación en sectores menos empáticos con las
materias de seguridad.
Y es que desde un comienzo su presentación no tuvo buena acogida
por parte de los líderes políticos. Errores más, errores menos, cómo
retirar el documento para incorporarle cambios después de haber sido
entregado oficialmente al conocimiento público en una ceremonia197
y, haberse distribuido a los medios de comunicación, autoridades
nacionales y gobiernos de países amigos, esto último, sin
conocimiento de la Cancillería, también la ENSyD fue objeto de serios
cuestionamientos en aspectos de fondo.
Enviada a consultas al Senado, su Presidente, a la sazón, Camilo
Escalona, señaló que “no compartía que se transformaran las
materias de seguridad y de defensa ´en un solo todo´, y consideraba
que el documento no tendría fácil despacho”. Esa visión negativa
sobre un concepto de seguridad ampliada, fue sin duda la crítica más
recurrente. El riesgo de militarizar la seguridad, y la eventual
securitización de la política exterior, estuvieron presentes en las
aprehensiones trasmitidas por el mundo académico y político.
A modo de ejemplo, el ex MDN José Goñi, sin negar la posibilidad de
generar un gran acuerdo para construir una Estrategia Nacional de
Seguridad, señaló que el documento presentado por el gobierno era
“impreciso, difuso, superficial, incompleto y con propuestas
desorientadas”198, entregando sus fundamentos en cada caso.
Pero también desde el interior del gobierno la ENSyD fue motivo
controversial. Se reclamó escaso nivel de consulta previo a nivel ínter
ministerial, y la figura de un “Consejero Nacional de Seguridad” (que
podría incluso haber significado una reforma constitucional), despertó
suspicacias en otras autoridades ministeriales en ejercicio.
En definitiva, un año más tarde, las Comisiones Unidas de Defensa y
Relaciones Exteriores del Senado199, se pronunciaron por no apoyar
la ENSyD, y entre otros asuntos propusieron la eliminación de su
capítulo IV donde se detallaban las capacidades militares (un listado
de equipamientos y material bélico), precisando de paso que la
seguridad excedía las labores del Ministerio de Defensa.
¿Qué había pasado?
Primero, en varias iniciativas convocadas por los Gobiernos de la
Concertación (elaboración de tres Libros de la Defensa, Mesa de
Diálogo, Foro Nacional del Servicio Militar), el producto final siempre
estuvo precedido por instancias plurales de conversación, diálogo
político e intercambios de opiniones. Tal vez, dichos espacios de
197
www.redseca.cl/estrategia-nacional-de-seguridad-y-defensa-nuevo-impasse-entre-gobierno-y-oposicion
28 de agosto 2012.
198
Goñi, José. (2012). Defensa: una estrategia frustrada. www.quintopoder.cl/politica/defensa-unaestrategia-frustrada
199
www.lasegunda.com/Noticias/Politica/2013/12/06/senado-prepara-informe-critico-sobre-estrategianacional-de-seguridad-y-defensa
Rodolfo Martinic Marusic
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convergencia política nunca fueron del todo extensos ni profundos,
pero al menos dejaban una impresión pública de aceptación y relativa
legitimidad respecto a los fines que la iniciativa declaraba. La ENSyD,
por encima de sus aspectos de fondo, careció de un proceso de
participación, persuasión y sociabilización, de manera que fue
bastante sencillo para la oposición desmontar sus pretensiones.
Segundo, al parecer no quedan dudas de que Chile requiere contar
con un documento de este tipo, aunque no se explica por qué debía
ser el Ministerio de Defensa el articulador de la iniciativa. Una
propuesta de esa magnitud y trascendencia debió haberse gestado
desde la Presidencia. No son posibles coordinaciones entre iguales,
se decía antes.
Tercero, el concepto de seguridad ampliada, cuyo contenido ha sido
tratado tanto por políticos como académicos en el mundo
desarrollado, requería, en el caso nacional, mayor pedagogía.
Provocó sobresaltos dentro del pensamiento de izquierda, y se
interpretó abandonando las concepciones restrictivas explicitadas en
anteriores Libros de la Defensa.
C.13.3 Relaciones civiles–militares.
En la línea del conjunto de incentivos para los soldados profesionales200
y conscriptos que realizaban el Servicio Militar, se consolidaban dos
iniciativas que entregaban valor agregado a esa experiencia de
integración civil– militar: nivelación de estudios tanto básicos y medios
como técnico–profesionales, y, cursos de capacitación laboral para
soldados conscriptos, y que alcanzaba a un 80% de los jóvenes
acuartelados.
Finalmente, el Estudio Nacional de Opinión Pública201 constataba que
dentro de la evaluación de personajes políticos, el Ministro Allamand
aparecía con un 82%, donde los porcentajes más altos alcanzaban
Bachelet 99%; Piñera 99% y Lavin 97%, en cambio los más bajos eran
para Melero 38% y Quintana 36%.
Ante la pregunta ¿Quién debería ser el candidato de la Alianza
(Renovación Nacional y Unión Demócrata Independiente)? Un 26%
pensaba que Golborne y un 7% Allamand.
En relación con la percepción de confianza en las instituciones,
nuevamente las FAs figuran con un 60%, superadas por Carabineros
con un 61% de las predilecciones. Los partidos políticos y el Congreso,
con un bajo índice de 15% y 28% respectivamente, cerraban las
preferencias ciudadanas.
200
El programa Soldado Profesional se comenzó a desarrollar en el Ejército en la primera década del 2000 y
fue promovido como tal después del Foro Nacional sobre el Servicio Militar. Pueden postular soldados
conscriptos y quedar con un contrato de cinco años plazo. Han sido muy efectivos para integrar unidades
especializadas y usos tecnológicos.
201
Estudio Nacional de Opinión Pública N°67, julio – agosto 2012. www.cepchile.cl
Rodolfo Martinic Marusic
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Ministro de Defensa Rodrigo Hinzpeter Kirberg
05 noviembre 2012 – 11 marzo 2014
“Durante este Gobierno nos hemos preocupado de
institucionalizar el Ministerio de Defensa, reconocer el rol de
nuestras Fuerzas Armadas, que el país tenga una adecuada
presencia internacional, y destacar que las Fuerzas Armadas
cumplen un rol diario en el país que muchas veces pasa
desapercibido”202.
C.14.1 Claves políticas
Abogado, académico y uno de los fundadores del Partido “Renovación
Nacional”. Fue Ministro del Interior del primer Gobierno del Presidente
Sebastián Piñera. A comienzos del año 2011, conforme a cambios
legislativos que ampliaban las facultades de esa cartera de Estado,
pasó a constituirse como el primer Ministro del Interior y Seguridad
Pública en la historia nacional.
Su gestión ministerial estuvo caracterizada por el intento de impulsar las
políticas de seguridad ciudadanas, tal como ocurrió con el proyecto de
ley de “Fortalecimiento del Orden Público”, y que no logró ser aprobado
en el Congreso. En esa misma línea, debió enfrentar varios conflictos
políticos internos y manifestaciones sociales que contribuyeron al
desgaste de su conducción ministerial. Fue, por lo demás, en dos
oportunidades acusado constitucionalmente.
Según reportajes de prensa el Ministro pudo haber tenido aspiraciones
presidenciales203, (había acuñado la expresión de la “nueva derecha),
no obstante, de acuerdo a encuestas del “Centro de Estudios
Públicos”204, al consultarse sobre la evaluación de personajes políticos,
en abril de 2012, el Ministro Hinzpeter figuraba con 17% de opiniones
positivas y un 63% de rechazo, mientras que entre julio y agosto de
2012, la opinión positiva había bajado al 14% y el rechazo seguía en
torno al 61%.
Se agregaba a esa mala percepción pública, la derrota experimentada
por la centro–derecha en las elecciones municipales de 2012, todo lo
cual llevó a un ajuste ministerial en que un políticamente desgastado
Rodrigo Hinzpeter asumía en defensa, reemplazando a Andrés
Allamand que iniciaba su precandidatura presidencial.
C.14.2 Relaciones político–militares
Siguiendo una tendencia crecientemente instalada en la región para
fortalecer la seguridad de los países, el año 2011, siendo Rodrigo
Hinzpeter Ministro del Interior y Seguridad Pública, y Andrés Allamand
Ministro de Defensa, se anunció el “Plan Frontera Norte”205.
202
Ministro de Defensa rindió cuenta pública 2010–2014. www.armada.cl
Cinco inolvidables cambios de gabinete que desarmaron el
equipo político.
www.latercera.com/politica/noticia/2019/12/06
204
www.cepchile.cl
205
Gobierno lanzó Plan Frontera Norte para combatir el crimen organizado en el extremo norte del país. 04
octubre 2011. www.interior.gob.cl
203
Rodolfo Martinic Marusic
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En fechas coincidía con el inicio formal de la demanda boliviana ante
la Corte Internacional de Justicia y que exigía a Chile entrar en
negociaciones para una salida soberana al mar.
Sin embargo, se declaraba que el Plan estaba enfocado en evitar el
ingreso y salida de droga y contrabando del país a través de puertos,
sectores costeros no habilitados, complejos fronterizos y pasos no
habilitados, para lo cual se buscaría una coordinación multisectorial.
Como se podría apreciar esta política era uno de los componentes del
documento ENSyD, sólo que en este caso en específico era
anunciada por el gobierno esperando una pronta puesta en operación.
Sobre la efectividad del “Plan Frontera Norte”206 se podrán consultar
los datos, sin embargo, interesa poner atención en su concepción, en
tanto involucraba a las FAs en tareas no convencionales, o ajenas a
la seguridad exterior en el sentido restrictivo de la amenaza bélica.
Al respecto hay un asunto claro: tanto la Armada como la Fuerza
Aérea cuentan con instrumentos jurídicos para abocarse a estas
tareas. En efecto, la “Dirección General del Territorio Marítimo y
Marina Mercante (DIRECTEMAR)”, cumple funciones policiales
marítimas respaldadas por facultades legales y bajo mandato del
Ministerio Público y, en consecuencia, puede ejecutar órdenes de
investigación y realizar operaciones policiales marítimas en sus zonas
jurisdiccionales.
Semejante condición corresponde a la “Dirección General de
Aeronáutica Civil (DGAC)”, a través de normativas que rigen el control
del espacio aéreo, aeropuertos y la seguridad operacional.
Vale tener en consideración también que la Ley Orgánica
Constitucional de Carabineros de Chile, consagra la vigilancia policial
de las fronteras, como un asunto competente a esa fuerza de orden y
seguridad.
El tema se complejiza cuando se trata de considerar la situación del
Ejército en ese tipo de cometidos, ya que la institución no posee una
legislación específica y homologable como los casos de las
instituciones antes referidas.
Hasta ese momento, no habían existido iniciativas legislativas
destinadas corregir lo señalado, y la Política de Defensa Nacional,
expuesta en los Libros correspondientes (1997 – 2002 – 2010), ya se
ha dicho, tampoco había incorporado una noción que ampliara las
modalidades de empleo de la fuerza ante amenazas no
convencionales, asunto muy relacionado con el debate de sí las FAs
deben intervenir o no en el ámbito interno y bajo qué circunstancias
podrían hacerlo.
206
Gobierno: Plan Frontera Norte ha funcionado por sobre las expectativas. 29 de noviembre 2013.
www.cooperativa.cl/noticias/pais
Rodolfo Martinic Marusic
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En esto, se estima, hay un debate pendiente que no es solamente
jurídico o, mejor dicho, debería finalizar en el campo jurídico, y en
donde no debería estar ausente la realidad de los hechos
consumados y, al fin y al cabo, un asunto de imperiosa necesidad.
En lo que sigue, la discusión volverá a quedar relegada (2014–2018),
pero surgirá con nuevos ribetes (2018–2022).
Al observar la “Cuenta Pública 2010–2014”207 se advierte en general
para la defensa un derrotero bastante regular y de continuidad. La
máxima iniciativa presidencial y ministerial del período había sido la
presentación de la ENSyD, y ya el año 2013 se sabía que no contaría
con respaldo político.
El resto de las materias correspondían a la elaboración de los
reglamentos internos de los organismos ministeriales dependientes; la
fijación de las plantas de las dos nuevas Subsecretarías; y la
actualización de la planificación primaria y secundaria
En la agenda internacional, se reanudaron las reuniones 2+2 entre Chile
y Perú (Ministros de Defensa y Ministros de Relaciones Exteriores), tras
siete años de haberse suspendido. Sobre este último asunto cabe
consignar que en esos días el Gobierno chileno estaba desarrollando la
estrategia de las “cuerdas separadas o paralelas”208, concepto que
aludía a dejar el diferendo marítimo planteado por Perú radicado en la
justicia internacional, mientras las relaciones bilaterales en sus
aspectos económicos y políticos podían continuar funcionando.
Por otra parte, los Gobiernos de Chile y Argentina pusieron a disposición
de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Fuerza Binacional de
Paz Combinada y Conjunta “Cruz del Sur”, la que nunca ha llegado a
desplegarse operacionalmente.
También se puede destacar un espacio de integración regional que
existió mediante la incorporación de soldados salvadoreños y
hondureños a las fuerzas chilenas que participaban en la Misión de
Estabilización en Haití (MINUSTHA).
Como otros aspectos un poco más novedosos se podría citar en este
período los esfuerzos que se realizaban por proyectar a Chile en la
Antártica, así como el desarrollo del satélite FASAT–CHARLIE.
El proyecto de ley sobre el nuevo financiamiento para las FAs había
caído en el letargo del Congreso Nacional.
C.14.3 Relaciones civiles–militares
En general, culminando la primera Presidencia de Sebastián Piñera las
relaciones civiles–militares quedaban muy influenciadas por la
participación de las instituciones de la defensa en el proceso de
207
Hinzpeter, Rodrigo. (14 de enero 2014) Ministerio de Defensa Nacional. Cuenta Pública 2010–2014.
Gaspar, Gabriel. El Gobierno se equivocó con las cuerdas separadas…Chile es más que LAN y Falabella.
www.lasegunda.com/Noticias/Politica/2014/01/14
208
Rodolfo Martinic Marusic
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reconstrucción nacional post terremoto y tsunami del 27 de febrero
2010, el que involucró distintas expresiones de ayuda humanitaria.
Siguiendo una orientación de unas FAs centradas en la protección de
las personas, y en conformidad a tratados internacionales suscritos por
el país, contribuyen a mantener esa relación el trabajo que realizan
unidades especializadas en desminado humanitario, así como por
iniciativas legales destinadas a reparar y asistir a víctimas de minas
antipersonales y otros explosivos de uso militar.
Período Presidencial de Michelle Bachelet Jeria
11 marzo 2014 – 11 marzo 2018
C.15.1 Claves políticas
Se iniciaba el segundo Gobierno de Michelle Bachelet, pero ahora
apoyada por la coalición “Nueva Mayoría”, y que estaba integrada por
los partidos políticos de la ex Concertación más el Partido Comunista.
La gestión presidencial se vería muy alterada a raíz del Caso “Caval”,
el que comprometió a un hijo y nuera de la presidenta en una
investigación judicial por tráfico de influencias. Asimismo, es en este
período cuando parte de la ciudadanía comenzó a exigir un proceso
constituyente, mientras que, en paralelo, desde el gobierno se
promovían diversas reformas sociales sin considerar que el crecimiento
económico promedio del cuatrienio sólo llegó a un 1,9%, y casi un millón
de emigrantes ingresaba al mercado laboral.
En materias de defensa, el Programa de Gobierno “Chile de Todos”209
acusaba un hecho que se puede interpretar como sintomático para lo
que se estima una política dirigida a trascender sucesivos gobiernos, ya
que sin eufemismos, declaraba el estancamiento y retroceso que habría
experimentado la defensa nacional en el período 2010–2013.
Para la nueva etapa se enunciaban los siguientes objetivos principales:
 La Política de Defensa Nacional en el mediano y largo plazo
generará una Comunidad de Seguridad en América del Sur, que
garantice la paz y elimine definitivamente la amenaza de la guerra,
siendo el Consejo de Defensa de UNASUR la institución para
avanzar en esta materia.
Como ya ha sido observado, un objetivo que se podría interpretar
algo delirante si se constata la suerte que en poco tiempo corrió
la señalada institución.
 Profundización con fuerza del proceso ya tan avanzado durante el
primer Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet (textual), de
diálogo, cooperación e integración con Argentina y se extenderá
a Perú, y en la medida en que los objetivos de tal política se
materialicen, se podrá revisar el concepto de disuasión, y avanzar
hacia un nuevo concepto de política de defensa centrado en la
cooperación mutua, la integración y el diálogo.
209
Programa de Gobierno de Michelle Bachelet 2014 – 2015. www.subdere.gob.cl
Rodolfo Martinic Marusic
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 En el ámbito interno se buscaría potenciar el mando del Jefe del
Estado Mayor Conjunto en lo relativo a su empleo en tiempos de
paz, incluso en instancias tales como la preparación, prevención
y reacción ante emergencias, así como de su responsabilidad
social.
Curiosa iniciativa, no tanto por los propósitos perseguidos y que
pueden estar muy bien, sino porque esta misma corriente de
pensamiento de nuevo en el poder, durante quince años trabajó y
propuso los derechos decisionales correspondientes al Jefe de
Estado Mayor Conjunto.
 Presentar una indicación sustitutiva para destrabar la tramitación
del proyecto de ley sobre la nueva forma de financiamiento para
las FAs.
 Ingresar un proyecto de ley para reformar la carrera militar.
Ministro de Defensa Jorge Burgos Varela
11 marzo 2014 – 11 mayo 2015
“Estas minas significan los últimos vestigios de una tierra que
nos duele, pero también significan el pasado, la irracionalidad
de algunos que nos llevaban a una guerra que afortunadamente
hoy vemos como imposible”210.
Abogado de profesión y político demócrata cristiano, ejerció labores
gubernamentales desde 1990. Primero fue Jefe de Gabinete y Asesor
Jurídico del Ministerio del Interior, luego Subsecretario de Guerra entre
1993 y 1996, año en que es designado Embajador de Chile en Ecuador
hasta el año 2000, pasando entonces a ejercer como Subsecretario del
Interior.
Posteriormente, deja su cargo y presenta su candidatura a Diputado,
siendo elegido para el período legislativo 2002–2006, e integrando entre
otras tareas la Comisión de Defensa. Fue reelegido Diputado para los
períodos 2006–2010 y 2010–2014.
A fines del año 2013 decide no presentarse a la reelección por un nuevo
período. Tras un año y dos meses dejó el cargo de MDN para asumir el
Ministerio del Interior y de Seguridad Pública, en reemplazo de Rodrigo
Peñailillo, a quien se le pidió la renuncia debido a la crisis provocada
por las acusaciones en su contra de haber hecho en el pasado informes
fraudulentos a un conocido operador político211.
C.15.2 Relaciones político–militares
Un acontecimiento de gran simbolismo se produjo en esos días: el
regreso del Ministerio de Defensa a su emplazamiento histórico212, en
el barrio cívico, al edificio de la calle Zenteno N° 45.
“Regresar al edificio de calle Zenteno expresa la superación de
aquella dicotomía que marcó por algunos años nuestra transición. Es
210
Argentina y Chile declararon Isla Grande de Tierra del Fuego zona libre de minas antipersonales.
www.minutouno.com/politico/2015/20/05
211
Auge y caída. www.latercera.com/noticias/2015/09/05
212
El MDN funcionó durante 25 años en el edificio Diego Portales, actual GAM.
Rodolfo Martinic Marusic
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una restauración simbólica de la relación político-militar dentro de los
cauces institucionales que se condicen con nuestro Estado
democrático”, destacó el ministro Burgos213.
En el ámbito de las políticas y procesos de planificación de la defensa
se creó el Comité Interministerial sobre Ciberseguridad, cuyo objeto fue
elaborar y proponer a la Presidenta de la República una Política
Nacional de Ciberseguridad, la que finalmente seria publicada el año
2017.
El Ministro Jorge Burgos pasó la noche de año nuevo 2015 con las
tropas chilenas en Haití. Consultado sobre el posible futuro retiro de las
tropas, afirmó que “tiene que ser un retorno gradual, inteligente y
cooperativo. Aquí ha habido avances respecto a la seguridad, del punto
de vista de la creación de una policía y de una mayor
institucionalidad”214, dando un indicativo sobre el pronto final de la
participación nacional en la misión de paz en Haití.
En cuanto a las políticas y procesos de planificación a cargo de la
Subsecretaría de Defensa, se continuó con el diseño de una nueva
metodología de planificación de la defensa para transitar desde un
modelo de planificación por amenazas, hacia un modelo de
planificación basado en capacidades.
En relación con esta última decisión, fue el sector de la defensa de
Estados Unidos de A. primero (2001), y el Ejército de Tierra español
después (2006), ambos con gran influencia en los circuitos de la
defensa chilena, quienes pusieron en vigencia un nuevo sistema de
planificación para la defensa basado en capacidades militares. El
modelo terminaría por imponerse en todos los países miembros de la
Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN).
A su favor, se argumentaba que hasta entonces la planificación de la
defensa y la estratégica militar se fundamentaban en un conocimiento,
más o menos exacto, acerca del tipo de amenaza que se debería
enfrentar, lo cual conllevaba también a cierta previsibilidad respecto a
las operaciones o acciones que se deberían llevar a cabo.
Conforme a ese análisis el modelo de planificación por amenazas
correspondía al pasado, y se ajustaba más a los tiempos Post Guerra
Fría, con escenarios estáticos y adversarios identificados y
reconocibles.
En contraste, la planificación a base de capacidades tiende a observar
los escenarios complejos del futuro, cuyo carácter es más sutil,
incierto, multipolar e indefinido.
Se entendía por capacidad militar “al conjunto de factores (sistemas
de armas, infraestructura, personal, medios tecnológicos y logísticos),
asentados en unos principios y procedimientos doctrinales que
213
Ministerio de Defensa vuelve al barrio cívico tras 25 años. www.plataformaurbana.cl/archive/2015/04/13
Ministro Jorge Burgos celebró año nuevo junto con tropas chilenas en Haití.
www.gob.cl/old/noticias/2015/01/01
214
Rodolfo Martinic Marusic
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pretenden conseguir un determinado efecto militar a nivel estratégico,
operacional o táctico” 215.
En el caso nacional, bastante tiempo más tarde, la Memoria Anual del
MDN indicaba que, entre mayo de 2015 a mayo de 2016, la
Subsecretaria de Defensa deberá: “Terminar el trabajo de diseño del
proceso de planificación basado en capacidades, el que articulará
distintos ejes de la planificación de la defensa: empleo y desarrollo de
capacidades; tiempos decisionales de corto, mediano y largo plazo;
previsiones
conjuntas
e
institucionales,
etcétera.
Complementariamente, una vez sancionado dicho diseño, se
contempla una fase de conocimiento y adopción de la correspondiente
metodología por parte de los organismos sectoriales involucrados en
funciones de planificación”216.
Es evidente que esta apuesta por cambiar el sistema de planificación
se encuentra inspirada en realidades que viven potencias del primer
orden mundial, y de ahí que surja la incógnita acerca de que tan
adecuado es seguir metodologías que no necesariamente responden
al entorno estratégico o contexto de seguridad doméstico.
Complementa dicha percepción el hecho que la implementación y
eficacia del proceso depende en gran medida de contar con
programas de desarrollo conjuntos y dotados con alta tecnología,
cuyos costos son tan elevados para las realidades de los países en
vías del desarrollo que las asignaciones presupuestarias
probablemente no podrán satisfacer, sobre todo, si constituyen
factores no prioritarios para el poder legislativo217.
Por las razones precedentes se tiende a pensar que antes de propiciar
un cambio de esta naturaleza y envergadura, era conveniente analizar
tanto los escenarios estratégicos de empleo de la fuerza como el piso
político que sustentaría al nuevo modelo de planificación. Por lo
demás, tampoco parecía indispensable tener que encadenar los
procesos de toma de decisiones políticas y estratégicas a un solo
sistema de planificación, por muy de vanguardia que sea éste en otras
latitudes. Salvo, claro, que la implementación del sistema persiguiera
otros objetivos.
C.15.3 Relaciones civiles–militares
Un nuevo espacio en este ámbito se abrió el 28 de diciembre de 2015,
cuando en conformidad a la Ley N° 20.500 sobre “Asociaciones y
Participación Ciudadana en la Gestión Pública”, el MDN creó el
“Consejo de la Sociedad Civil del Ministerio de Defensa (COSOC)”218.
El referido Consejo pretende constituir un mecanismo de participación
ciudadana en la gestión pública al interior del MDN. Está compuesto por
un mínimo de seis y un máximo de doce Consejeros elegidos para un
215
Revista Española de Defensa. (2006). Planificación por capacidades. www.infodefensa.com/2006/23/03
Gobierno de Chile. (2015) Ministerio de Defensa Nacional.
217
Arancibia, Rodrigo. El desarrollo de las fuerzas basado en capacidades. La visión de Estados Unidos.
www.revistademarina.cl/2015/05
218
www.defensa.cl Página cuenta con un ícono titulado COSOC en donde se pueden conocer más detalles.
216
Rodolfo Martinic Marusic
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período de dos años por miembros de asociaciones de la sociedad civil
sin fines de lucro.
La misión del Consejo es representar a la ciudadanía organizada ante
las autoridades del MDN. Para ello recoge antecedentes, propuestas y
opiniones tanto entre las organizaciones para transmitirlas a las
autoridades, como de las autoridades hacia la ciudadanía, emitiendo a
la vez opinión fundada respecto a las políticas públicas que se
desarrollan como las que se proyectan, todo esto al servicio y desde la
perspectiva ciudadana.
El objetivo principal del Consejo es acercar a la ciudadanía a la
administración de la Defensa Nacional, favoreciendo el ejercicio del
derecho de las personas a participar en los distintos espacios de la
gestión pública.
Ministro de Defensa José Antonio Gómez Urrutia
11 mayo 2015 – 11 marzo 2018
“La capacidad multifuncional y polivalente hace de nuestras
Fuerzas Armadas, instituciones integradas con la ciudadanía y
con el desarrollo del país”219.
C.16.1. Claves políticas.
De profesión abogado, fue concejal de la Municipalidad de Las Condes
y ejerció también como Alcalde Subrogante (1991 y 1994). Entre 1996
y 1999 fue Subsecretario de Justicia y Ministro del mismo ramo entre
1999 y 2003. Desde el año 2005 al 2014 fue Presidente Nacional del
Partido Radical Socialdemócrata.
Durante el gobierno del Presidente Ricardo Lagos participó en la
elaboración y tramitación del conjunto de leyes de la Reforma Procesal
Penal.
En el año 2004 formó parte de la Comisión sobre Prisión Política y
Tortura “Comisión Valech”. Él mismo, había estado detenido con
posterioridad al 11 de septiembre de 1973.
En 2006 fue elegido senador por la Región de Antofagasta, y el año
2008 fue precandidato presidencial.
En el año 2013 cuando se aprestaba la demanda ante la Corte
Internacional de Justicia, había declarado: “A Bolivia hay que darle una
salida al mar, incluso con soberanía, si bien preciso que esta salida ‘no
debiera dividir en la mitad´ el territorio chileno”220, expresiones que debió
salir a aclarar luego de su nombramiento como MDN: fue una
declaración en otro contexto, apuntó.
En el segundo gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet asumió
primero como Ministro de Justicia, siendo nombrado después MDN.
219
Seminario para Oficiales Generales de las Fuerzas Armadas recién ascendidos. Diciembre 2017.
www.defensa.cl
220
www.latercera.com/2015/11/05
Rodolfo Martinic Marusic
Página 82 de 120
C.16.2. Relaciones político – militares
Se podría sostener que uno de los rasgos predominantes en la gestión
del Ministro Gómez fue su insistente discurso por fortalecer las
atribuciones del Estado Mayor Conjunto y, coetáneamente, del Jefe
de esa organización, lo que se traducía en buscar la reforma del actual
estatuto jurídico que lo rige221 (Ley Orgánica del MDN, 2010).
Como se ha venido indicando, la concepción y empleo de la fuerza
bajo modalidades conjuntas222 implica que los distintos medios
(terrestres, navales y aéreos) deban responder integralmente a un
mando común o conjunto de carácter operacional, y no bajo sus
propias líneas de mando institucionales. Es decir, es algo que tiene
alto impacto en la política militar.
Las nuevas atribuciones de mando del Jefe de Estado Mayor
Conjunto, no sólo comprenderían los casos de guerra externa o crisis
internacional, ya establecidas en la normativa vigente, sino que se
ampliarían para preparar, prever y reaccionar ante emergencias y
catástrofes, así como los nuevos desafíos que plantean el cambio
climático y el calentamiento global.
El diseño de esa agenda ampliada (le suena ese adjetivo) para la
defensa, terminaría con tantos años de resistencia conceptual y
práctica dirigida a constreñir los empleos de la fuerza militar, no
obstante, de prosperar, ya está advertido, tendría costos para las
instituciones: la revisión de los derechos decisionales de los
Comandantes en Jefe.
En diciembre de 2017 el MDN tenía listo el proyecto de ley
“Fortalecimiento de la institucionalidad conjunta”, sin embargo, no
ingresó a trámite legislativo. Otra oportunidad perdida, porque tal vez
con el expediente de potenciar el nivel conjunto, se podía haber
avanzado algo en el diseño de una agenda amplia para la defensa
moderna.
En cuanto a las relaciones vecinales el Ministro José Gómez “reconoció
que existió un reforzamiento de la vigilancia militar en la frontera norte
con Bolivia y Perú”223, en medio de una serie de hechos delictuales
acontecidos en esa zona geográfica. Aclarando que no se trataba de la
aplicación de la “Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa (ENSyD)”,
si manifestó que entonces había condiciones para analizar hasta qué
niveles pueden las Fuerzas Armadas intervenir en la seguridad interna
del país (sic). Por alguna razón esas condiciones no maduraron, y un
asunto de tanta importancia por resolver, nuevamente, quedó
postergado.
Un aspecto novedoso lo constituyó que, tratándose del término del
período gubernamental, el MDN elaboró un “Balance de Gestión Integral
221
Op.Cit. Seminario para Oficiales Generales…
Modernización de la estructura de la defensa. El valor de lo conjunto. www.defensa.cl/2018/01/18
223
Ministro de Defensa reconoce que ha existido aumento de vigilancia con militares en la zona norte.
www.emol.com/noticias/nacional/2015/11/22
222
Rodolfo Martinic Marusic
Página 83 de 120
2017”224, mediante lo cual las políticas sectoriales de la defensa se
aproximaron con mayor rigurosidad a una política pública. En efecto,
este documento incorporó un pormenorizado informe de las actividades
y logros alcanzados a partir de las definiciones del Programa de
Gobierno, Mensajes Presidenciales y otros insumos, e incluyó los
objetivos y productos estratégicos establecidos, aplicando indicadores
de gestión y resultado efectivo. Un ejercicio particularmente difícil de
ejecutar cuando se trata de asuntos atingentes a la política de defensa.
En lo relacionado con operaciones de paz, durante el segundo semestre
de 2017 se cumplió la fase de “repatriación” de los últimos medios que
Chile mantenía en la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas
en la República de Haití (MINUSTAH). Junto con ello, después de trece
años se dio término a todos los compromisos contractuales entre
Naciones Unidas y Chile, referidos a esta misión.
Libro de la Defensa Nacional 2018225
Al igual como ocurrió con la publicación del Libro de la Defensa 2010,
esta cuarta edición correspondiente sucede al finalizar el período
presidencial de Michelle Bachelet, y ante un cambio de orientación
política de las autoridades gubernamentales que la sucederían.
En consecuencia, no resultaba extraño que una de las características
de la nueva publicación fuera que sus contenidos recogieran con
algún sentido de auto referencia un resumen de las materias que
habían significado proyectos desarrollados por la política de defensa
y la política militar. Veamos algunos de los que se incluyen:
 Los contenidos de la Ley N° 20.424 “Estatuto Orgánico del MDN”,
que no alcanzaron a ser incorporados en el Libro versión 2010,
debido a su fecha de promulgación.
 La nueva metodología de planificación por capacidades, que el
Libro califica de cambio “paradigmático”. La implementación de
este método es presentada como asumiendo el fortalecimiento de
la conducción civil de la defensa.
 Un capítulo completo dedicado a la institucionalidad conjunta,
incluyendo el anuncio que el gobierno había preparado un proyecto
de ley que buscaba fortalecer dicha instancia.
 La política para contribuir a mitigar los efectos del calentamiento
global y el cambio climático.
 La política de Derechos Humanos del Ministerio de la Defensa
Nacional; inclusión, no discriminación y enfoque de género.
 Medidas de probidad administrativa, transparencia y Unidades de
Control Interno, tanto en las instituciones como en el propio MDN.
 Políticas sobre operaciones internacionales de paz asociadas a
políticas de género.
 Políticas Nacionales de ciberseguridad y ciberdefensa.
 Recursos financieros de la defensa.
 Aportes de la defensa al desarrollo nacional.
 Conformación del “Consejo de la Sociedad Civil” en el MDN.
224
Ministerio de Defensa Nacional. (2018) Balance de Gestión Integral. www.dipres.gob.cl
Ministerio de la Defensa Nacional. (2018). Libro de la Defensa Nacional
www.defensa.cl/media/LibroDefensa/pdf
225
de
Chile.
Rodolfo Martinic Marusic
Página 84 de 120
En lo medular, más allá de políticas sectoriales, el Libro pone de
relieve dos proyectos fundamentales: potenciar el desarrollo de la
institucionalidad conjunta, y el fortalecimiento de la conducción civil
del sector por medio de la implementación de un proceso de
planificación basado en capacidades. Aunque podrían constituir
opciones correctas para el desarrollo del sector, subyace en ambos
componentes el propósito de restar perfil específico a las instituciones
armadas.
C.16.3. Relaciones civiles – militares
En la última cuenta pública la Presidenta Bachelet reconoció las tareas
realizadas por las FAs en la mitigación de situaciones de emergencia
señalando que: “Durante el período presidencial 2014 – 2018 el país ha
sido asolado por quince desastres naturales que han afectado doce
regiones del país, dejando 300 mil unidades habitacionales con fallas
estructurales 226. Otras cifras aludían que sólo en los últimos incendios
forestales se desplegaron más de 8000 efectivos, 18 aviones, 14
helicópteros, cerca de 200 camiones y maquinarias pesadas, entre otros
medios de las FAs. Lo que se estaba haciendo evidente era que las
amenazas de la naturaleza ya no serían algo excepcional, sino que se
transformaban en permanentes.
Esa nueva realidad hizo más intenso un nuevo tipo de vinculación entre
la civilidad y el estamento militar, involucrando a otras instituciones del
Estado, ciudadanía, organizaciones sociales, políticas y culturales, en
cuya dinámica las FAs podrían ofrecer, además de la solvencia de sus
medios y organización, apoyo en labores de orientación, prevención,
capacitación, alerta, normalización y reconstrucción.
El Ministro Gómez capturó la situación y lo plasmó en las frases
siguientes: “Las Fuerzas Armadas no se insertan en la sociedad, nacen
de ella. En la palabra defensa hay connotaciones referidas a otro social,
otro que en algún momento –o quizás siempre– puede tener las
necesidades de amparo, protección y socorro, relevando a continuación
que estas necesidades no son imaginarias. Se han presentado con
lamentable frecuencia en los últimos años, bajo la forma de terremotos,
erupciones, aluviones, accidentes, incendios227.”
En cuanto a las percepciones ciudadanas228, ante la pregunta sobre
cuáles instituciones dan más confianza a los chilenos, se registraba una
diferencia significativa desde el punto de vista estadístico entre las
mediciones NOV./DIC. 2016 que señaló a las FAs con un 46% de
confianza, y la medición DIC./MAY. 2017, con un 40%. Respecto a la
pregunta cuán extendida está la corrupción, un 24% indicó que en las
FAs el año 2016, porcentaje que subió a un 38% el año 2017.
226
Bachelet hace balance y destaca la actuación de las Fuerzas Armadas ante desastres.
www.infodefensa.com/Latam/2017/06/11
227
Gómez, José Antonio. Clase Magistral con motivo de la inauguración del año académico de las Fuerzas
Armadas. www.infogate.cl/2017/03/21
228
Estudio Nacional de Opinión Pública N° 79 (2017) wwwcepchile.cl
Rodolfo Martinic Marusic
Página 85 de 120
Aun considerando el deterioro en las cifras, las FAs seguían teniendo
uno de los mejores indicadores en confianza y eran vistas en rangos
intermedios en el tema de la corrupción (por ejemplo, los partidos
políticos figuraban con un 68%). Tal vez aquí operaba a su favor el
arraigo ciudadano obtenido por el apoyo brindado a la población ante
situaciones catastróficas.
Entre tanto, el gobierno que finalizaba exhibía un 15% de aprobación y
las demás mediciones proyectaban un casi seguro cambio en la
orientación política de la gestión gubernamental.
Otro hecho especial del período fue que en el mes de agosto de 2015
se instauró por primera vez en el MDN una “Unidad de Derechos
Humanos”, dirigida por el ex Ministro de la Corte de Apelaciones,
Alejandro Solís Muñoz, con el fin de agilizar y precisar las respuestas
a solicitudes emanadas por ministros que llevan causas relacionadas
con los Derechos Humanos.
Período Presidencial de Sebastián Piñera Echeñique
11 marzo 2018 – 11 marzo 2022
C.17.1 Claves políticas.
El Programa de Gobierno “Construyamos tiempos mejores para
Chile”229, se autoimponía la misión de transformar en un período de
ocho años a la nación en un país desarrollado y sin pobreza. En
apretada síntesis, entre otros aspectos se declaraba que el núcleo de la
vida social son las familias, ofreciendo programas de desarrollo social
para niños, jóvenes y adultos; acceso a la educación superior;
modernizar el Estado para beneficiar a los emprendedores; reformar el
sistema de salud; e igualdad de oportunidades para las mujeres.
Un espacio importante del programa estaba dedicado a la lucha contra
la delincuencia en todas sus formas, el combate al narcotráfico y las
bandas criminales.
En relación con la defensa nacional el programa definía los siguientes
objetivos y medidas:
 Desarrollar la Política de Defensa y la Política Militar como políticas
de Estado de largo plazo y asegurar una capacidad militar efectiva
que resguarde nuestra soberanía, con un sustancial avance en las
capacidades de ciberdefensa y actuación conjunta de la fuerza.
 Aumentar la capacidad de contribuir al resguardo y protección de
nuestros intereses y derechos en la Antártica y en las áreas
marítimas, jurisdiccionales o con responsabilidad internacional.
 Potenciar la polivalencia de las Fuerzas Armadas, a fin de aportar al
desarrollo y seguridad del país en tiempos de paz, en especial en
casos de emergencias y catástrofes naturales.
 Reemplazar la Ley Reservada del Cobre por un mecanismo de
financiamiento estable y plurianual que garantice la inversión en
desarrollo y el sostenimiento de las capacidades estratégicas,
229
www.sebastianpinera.cl/images/programa-SP.pdf
Rodolfo Martinic Marusic






Página 86 de 120
incluyendo la mantención de un fondo de contingencia estratégica y
un piso mínimo garantizado.
Acercar la defensa a la sociedad impulsando el conocimiento y la
participación del mundo académico, científico y social en estas
materias.
Mantener la disposición y capacidad para cooperar con el sistema de
seguridad internacional a través de operaciones de paz, ayuda
humanitaria o protección de las rutas de comercio internacional.
Modernizar la carrera militar a fin de aprovechar mejor la formación
del personal activo.
Perfeccionar el sistema de Servicio Militar para dar mayor flexibilidad
al empleo de las reservas en situaciones de emergencia, generando
nuevas instancias de participación del mundo civil con las Fuerzas
Armadas.
Generar instrumentos que permitan en todo momento contar con
información adecuada respecto al estado de eficiencia de nuestras
Fuerzas Armadas, en relación a las distintas misiones que cumplen.
Modernizar las normas que rigen los gobiernos corporativos de las
empresas públicas de defensa y generar mecanismos de
cooperación con el sector privado.
El programa gubernamental, incluyendo por cierto los objetivos y
prioridades de la defensa, tuvieron que ser modificados a partir del 18
de octubre de 2019, luego de la ocurrencia de una serie de protestas y
disturbios que afectaron tanto a la capital, Santiago, como las
principales regiones del país, lo cual llevó al gobierno a decretar al día
siguiente Estado de Excepción Constitucional de Emergencia. Dos días
después el Presidente manifestó “Estamos en guerra contra un enemigo
poderoso”, y junto con exacerbar la conflictividad social, fue síntoma de
una labor de inteligencia estatal prácticamente anulada.
Más tarde, el 18 de marzo de 2020 el Presidente declaró “Estado de
Catástrofe” por la pandemia del COVID – 19.
Ministro de Defensa Alberto Espina Otero
11 marzo 2018 – 28 julio 2020
“Los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas, son los
únicos en Chile que juran a la bandera servir fielmente a la
Patria, rendir la vida si fuese necesario, y poner todo empeño en
ser hombres y mujeres, en ser un soldado, un marino o aviador
valiente, honrado y amante de su Patria. Por lo mismo, en las
misiones que realizan, no puede haber dudas respecto de la
probidad y ética que desempeñan sus funciones. Si estas dudas
llegaran o existieren infracciones a la probidad, estaríamos
poniendo en grave riesgo la confianza ciudadana, que es
esencial para cumplir con la noble misión que los chilenos, la
Constitución y las leyes le asignan a nuestras Fuerzas
Armadas”230.
230
Espina, Alberto. (2019). Discurso del Ministro de Defensa Nacional para inaugurar el año académico de las
Fuerzas Armadas. www.defensa.cl
Rodolfo Martinic Marusic
Página 87 de 120
C.17.2 Relaciones político – militares.
Abogado de profesión y militante del Partido Renovación Nacional, del
que fue su presidente entre 1997 y 1999.
Primero ejerció como Diputado electo en 1989, siendo reelegido
sucesivamente hasta convertirse en Senador de la República entre los
años 2002 y 2018, año en que se le designó MDN. Fue una de las
figuras claves de la centro–derecha durante la transición política.
Le correspondió ejercer el cargo de MDN en un período signado por los
disturbios de octubre 2019 y posteriormente a inicios de la pandemia,
debiendo enfrentar una concentración de temas y particular demanda
respecto a la seguridad, con lo cual se anunciaba un giro hacia la
extensión de las tareas en materias de la política militar.
Ley N° 21.174 “Establece nuevo mecanismo de financiamiento
para las capacidades estratégicas de la defensa nacional”.
El 10 de septiembre de 2019, cuando todavía el país funcionaba bajo
estándares de relativa normalidad, el Presidente de la República
promulgó la ley arriba indicada. En parte de su articulado derogaba la
Ley N°13.196 “Reservada del Cobre”, hasta entonces principal fuente
de financiamiento para la adquisición de sistemas de armas y
mantenimiento del potencial bélico.
Desde los inicios de la transición diversos gobiernos habían incluido
esta iniciativa en sus programas, y el año 2009, en el primer mandato
de la Presidenta Bachelet, se ingresó a trámite legislativo un proyecto
legal en tal sentido. Habían pasado diez años. Definitivamente los
procesos de trabajo internos y los tiempos legislativos en defensa son
muy laxos. Algunas de sus disposiciones más importantes se señalan
a continuación:
Se establece una política de defensa como criterio orientador de las capacidades
estratégicas de la Defensa Nacional, que será presentada ante las comisiones
técnicas de la Cámara y el Senado. Esta política concretizará la planificación para
el Desarrollo de la Fuerza que tendrá una duración no inferior a 8 años. Esta
planificación derivará en un plan cuatrianual de inversiones.
Asimismo, para otorgar estabilidad a las inversiones se crea un Fondo Plurianual
de Capacidades Estratégicas y un Consejo del Fondo Plurianual para las
Capacidades Estratégicas encargado de la programación y control de flujos
financieros y su administración financiera a cargo del Banco Central.
Para mantener, sostener y actualizar las capacidades de las FAs se establece
que siempre existirá un aporte base a las FAs sobre un promedio de dicho aporte
calculado base en los últimos seis años.
Existirá un Fondo de Contingencia Estratégico para enfrentar situaciones de crisis
y financiar material bélico severamente dañado como consecuencia de
emergencias o catástrofes. También permitirá anticipar una adquisición de
material bélico contemplada en la planificación del desarrollo de la fuerza, cuando
Rodolfo Martinic Marusic
Página 88 de 120
por las características y disponibilidad sea necesaria dicha adquisición. La
administración financiera de los recursos del fondo estará a cargo del Banco
Central.
En forma previa, el ministro de Defensa, deberá presentar al Congreso y sus
comisiones de Defensa el plan cuatrianual de inversiones, lo que se hará meses
antes de la discusión de presupuesto.
Luego el Congreso votará en la Ley de Presupuesto la proyección del aporte al
cuarto año y el aporte anual.
Existirá control de la Contraloría General de la República a los decretos que
aprueban el programa cuatrianual de inversiones; a través de observaciones y
auditorías; y control de las comisiones técnicas del Congreso Nacional.
La ley elimina el piso mínimo para actividades generales de las FAs establecido
en la Ley de Presupuestos, así como el piso mínimo para gastos reservados.
El citado cuerpo legal es una equilibrada combinación de
transparencia, participación y control del gasto, junto a la
intencionalidad de otorgar certeza a los flujos financieros, cuyos ciclos
cuando se trata de adquisiciones de sistemas de armas,
necesariamente deben ser proyectados y sostenidos.
En lo conceptual, si hubo consenso para su aprobación entre los
principales actores políticos, entonces los cambios en las esferas de
los poderes del Estado inherentes a todo sistema democrático, no
deberían afectar su ejecución.
Ello es congruente con lo que se ha definido como una política de
Estado, y que en este caso suma notorios rasgos de legitimidad, al
tomar parte en todo el proceso decisional y de control distintas
autoridades políticas representativas de la institucionalidad estatal.
Habría que tener confianza que en su dimensión práctica va a
funcionar adecuadamente, no obstante, es innegable advertir que al
mes siguiente de promulgada la ley, las circunstancias generales del
país cambiaron radicalmente, siendo probable que, en las futuras
asignaciones de recursos, exista la tentación a cambiar las prioridades
también.
Pasando a otro tema, aunque guarda relación con el anterior, como
producto de las investigaciones judiciales por actos de corrupción en las
FAs, uno de los ejes del período ministerial iba a ser implementar más
de quince medidas de la “Agenda de Probidad, Austeridad y
Transparencia”, e incluían un Comité de Auditoría Externa; una nueva
forma de rendición de las cuentas, que incorporó los gastos reservados;
registro único de proveedores; canal de denuncia de irregularidades, y
un mayor control de la autoridad civil. Pero amenazas emergentes
cambiarían súbitamente el centro de gravedad.
Los graves sucesos de violencia urbana que comenzaron la noche del
18 de octubre de 2019, tuvieron como respuesta gubernamental la
Rodolfo Martinic Marusic
Página 89 de 120
declaración de Estado de Emergencia231. Durante diez días las FAs
debieron intervenir en el control del orden interno, sin mayor
entrenamiento para ese tipo de tareas, con procedimientos obsoletos,
y un débil respaldo legal. “La experiencia nos mostró que se requería
preparar su trabajo (el de las FAs) en materias de orden público”232,
indicó el entonces MDN.
Lo que expusieron las imágenes televisadas fue en ocasiones la
desorientación de las tropas militares, cuando no, recibiendo por parte
de algunos civiles un trato que simplemente ofende la dignidad
humana. ¿Existió tiempo para un proceso de preparación y
entrenamiento? ¿O faltó voluntad, capacidad y asertividad para prever
conflictos distintos a la guerra? ¿Primó la tozudez de quienes pusieron
a la seguridad en el limbo? Cabe preguntarse por lo demás, si no es
lo que las FAs hacen (o hacían) cuando participan en operaciones
internacionales de paz, justamente tareas relacionadas con el control
del orden público y la seguridad interna, ese concepto que tanta
alarma y desprecio ha tenido en parte de la “Comunidad de la
Defensa”. Era la hora de pagar facturas pendientes, aunque las iban
a tener que costear quienes nunca participaron en la elaboración de
ninguna política pública plasmada en un Libro de la Defensa.
Ni que decir de los supuestos Informes de Inteligencia Militar que
filtraron los medios de comunicación social, y que el Ministro Espina
habría puesto en conocimiento del primer mandatario, los cuales
adjudicaban los desmanes públicos al “Foro de Sao Paulo233, cuestión
que, más de un año y medio después de los hechos, nunca ha podido
ser mínimamente evidenciado.
Pero volvamos al empleo de la fuerza. Siempre reactivos, el MDN y la
Contraloría General de la República trabajaron después de los hechos
en la actualización de las “Reglas del Uso de la Fuerza (RUF)”234 (las
anteriores eran del año 2012), una suerte de guía de procedimientos
o criterios de actuación gradual en Estados de Excepción
Constitucionales, y fueron las siguientes:




231
Regla número 1: “Empleo disuasivo de vehículos militares, porte
de armas y despliegue de fuerzas”.
Regla número 2: “Efectuar negociación, demostración visual,
advertencias verbales”.
Regla número 3: “Empleo disuasivo de fumígenos (granadas de
humo, gas pimienta o lacrimógeno, entre otros), sistemas de
sonido, luz o agua”.
Regla número 4: “Empleo disuasivo de dispositivos o
armamentos no letales: bastones, dispositivos eléctricos,
Piñera decreta Estado de Emergencia ante un 18 de octubre negro y realiza gesto tardío para estudiar alza
de pasajes. www.elmostrador.cl/noticias/pais/2019/10/19
232
Alberto Espina: Estoy profundamente orgulloso de la forma responsable en que las Fuerzas Armadas han
actuado. www. cnnchile.com/pais/2019/01/12
233
Insólito informe del Ejército sindicó como instigadora del estallido social a reconocida antichavista
refugiada en Chile. www.eldesconcierto.cl/nacional/2020/10/21
234
FF.AA. revelan nuevas reglas del uso de la fuerza para estados de excepción.
www.cnnchile.com/pais/2020/21/02
Rodolfo Martinic Marusic





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proyectiles de pintura, de gas pimienta y lacrimógeno, y otros
análogos”.
Regla número 5: “Empleo de armamento antidisturbios, sin
disparar a quemarropa ni apuntar directo al rostro”.
Regla número 6: “Preparar el arma de fuego con clara intención
de utilizarla”.
Regla número 7: “Efectuar disparos de advertencia con el arma
de fuego, sin apuntar a personas”.
Regla número 8: “Usar armas de fuego en legítima defensa, de
acuerdo a lo establecido en el Código Penal y el Código de
Justicia Militar”.
Regla número 9: “Usar armas de fuego como último recurso,
cuando las medidas anteriormente señaladas resultaren
insuficientes, conforme al artículo 5, numeral 5 de la ley N°
18.415, Orgánica Constitucional de los Estados de Excepción y
al artículo 208 Código de Justicia Militar, y sólo en el caso de
enfrentamiento con personas que utilicen o se apresten a utilizar
armas de fuego u otras armas letales, en los siguientes casos:
en un ataque actual o inminente a un recinto militar; en la
protección de las instalaciones, sistemas o componentes de
empresas o servicios, cualquiera que sea su naturaleza,
finalidad o función, que atiendan servicios de utilidad pública
cuya perturbación en su funcionamiento o destrucción tendría
un grave impacto sobre la población”.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos, en general, valoró la
elaboración de las RUF, sin embargo, fundamentó que a su juicio
deberían tener rango legal. Otras aprehensiones surgieron desde
grupos vinculados al mundo militar, que las consideraron muy
restrictivas, y llamaron la atención por el empleo del concepto “armas
letales” el cual deja sujeto a interpretaciones su significado (una
molotov, determinados cuchillos, o ciertos proyectiles artesanales,
pueden ser perfectamente letales).
Hay otro aspecto necesario de analizar. De acuerdo al mandato
constitucional ya antes citado, las FAs existen para la defensa de la
patria y son esenciales para la seguridad nacional (artículo 101). Por
otro lado, también con rango constitucional existe un Consejo de
Seguridad Nacional, y que tiene por finalidad “…asesorar al
Presidente de la República en las materias vinculadas a la seguridad
nacional…” Y no son las únicas veces que el término seguridad
nacional figura tanto en la constitución como en otras leyes derivadas.
Ahora bien, se recordará que el 7 de noviembre de 2019, sólo días
después del inicio de los desórdenes públicos, el Presidente convocó
a los integrantes del Consejo de Seguridad Nacional, ocasión en que
se dio un inusitado intercambio de opiniones entre el Presidente, el
Ministro Espina y el Contralor General de la República.
Este último señaló que “…no habría argumentos para entender que
estamos frente a un problema de seguridad nacional, ya que aquí hay
un problema de orden público, lo que amerita otro tipo de
Rodolfo Martinic Marusic
Página 91 de 120
soluciones”235. El Presidente y el MDN opinaron en un sentido
contrario.
Lo que se advierte de ese intercambio es que, ante la inexistencia de
una definición jurídica del término, priman las lecturas e
interpretaciones políticas y, en consecuencia, es difícil que se
produzca acuerdo.
El problema es que esto va mucho más allá que un debate conceptual,
ya que, en definitiva, la seguridad nacional calificada debería tener
algún rango de aplicación en situaciones prácticas, sino, de otro
modo, es letra muerta.
Provoca cierta indignación que hayan pasado más de cuarenta años
de vigencia constitucional, con múltiples modificaciones, pero nunca
fue incluido un esfuerzo por precisar el significado y alcances jurídicos
de una de las misiones de las FAs; ser esenciales para la seguridad
nacional.
Durante este período se aprobó la Ley sobre desastres naturales, pero
otras iniciativas legales que atañen a la agenda de seguridad, tales
como el combate contra el narcotráfico, ley antiterrorista, sistema de
inteligencia, control de armas y de infraestructura crítica, han
experimentado dificultades, cuando no paralizaciones en su tramitación.
A continuación, se verán algunos detalles de los proyectos que
específicamente implican tareas para la defensa y las FAs.
Ley Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante
Desastres Naturales y crea la Agencia Nacional de Protección
Civil236.
De acuerdo a la ley el Sistema estará conformado por el conjunto de
entidades públicas y privadas con competencias relacionadas a las
fases del ciclo del riesgo de desastres, que se organizan,
desconcentrada o descentralizadamente y de manera escalonada,
desde el ámbito comunal, provincial, regional y nacional, para
garantizar una adecuada gestión del riesgo de desastres; y
comprende las normas, políticas, planes y otros instrumentos y
procedimientos atingentes a la Gestión del Riesgo de Desastres.
Se dispone un proceso continuo en el cual, la confluencia de
diferentes circunstancias, puede derivar en una situación de
emergencia en cualquieras de sus cuatro niveles, y que constituye el
“Ciclo de riesgo de desastres”; de mitigación; de preparación (en la
que se incluye la etapa de alerta); de respuesta y de recuperación
(que comprende las etapas de rehabilitación y de reconstrucción.
La ley regula una nueva institucionalidad del Sistema, constituida
sobre la base de los “Comités para la Gestión del Riesgo de
Desastres”, cuyas estructuras, organización y dirección se regulan,
235
Ferrada, Ernesto. (2020) Seguridad Nacional: ¿es necesario una definición positiva en el derecho nacional?
Revista Escenarios Actuales Año 25, N° 2. CESIM.
236
Listo para convertirse en Ley Sistema de prevención y respuesta ante desastres naturales.
www.senado.cl/2021/05/05
Rodolfo Martinic Marusic
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teniendo como base el principio de coordinación, conforme al cual
ejercerán las funciones propias en cada fase del ciclo del riesgo, y en
el nivel de gestión (nacional, regional, y comunal) según corresponda.
En lo relativo a las FAs, la ley dispone que forman parte del Sistema,
y que actuarán de acuerdo a sus capacidades y competencias en las
fases del ciclo del riesgo de desastres, entregando al MDN la
responsabilidad de la coordinación y ejecución, en las materias que le
correspondan a su sector, de la Política Nacional para la Reducción
del Riesgo de Desastres, del Plan Estratégico Nacional para la
Reducción del Riesgo de Desastres, y del Plan Nacional de
Emergencia.
Cabe comentar que, pese a la muy extensa tramitación de este
proyecto de ley, uno de los puntos en discusión, y que obligó incluso
que la iniciativa fuera a Comisión Mixta, fue el requerimiento de
algunos senadores respecto a que debía quedar absolutamente
explícito, la sujeción de las FAs a la autoridad civil, a través del MDN.
O las desconfianzas van rumbo a la eternidad, o hay personas que
requieren renovación… de ideas.
Ley que otorga facultades a las FAs para proteger
infraestructura crítica.
El proyecto que modifica la Ley Orgánica Constitucional de las FAs
fue aprobado por el Senado el 21 enero de 2020237.
El objetivo de la iniciativa es el resguardo de elementos básicos como
el agua, la luz o el acceso a la salud quedan bajo la protección de las
Fuerzas Armadas, sin necesidad de decretar un estado de excepción
constitucional o afectar derechos y garantías constitucionales, y sin
alterar las funciones y facultades de las Fuerzas Armadas y de Orden
y Seguridad. Los principales aspectos que plantea el proyecto de Ley
son:
• Se establece una atribución especial del Presidente de la República,
que podrá decretar que las Fuerzas Armadas se hagan cargo del
resguardo de infraestructura crítica.
• Se explicita el concepto de Infraestructura Crítica, dejando la
determinación específica a una ley.
• No se afectan derechos y garantías constitucionales.
• No se alteran las funciones y facultades propias de las FFAA y de
Orden y Seguridad.
• Se establecen controles civiles y democráticos.
Sin embargo, y pese a que en la literatura comparada238 abundan
ejemplos sobre la participación militar en este tipo de cometidos, la
237
www.senado.cl/noticias/senado
Muñoz, Jaime. El rol de
www.revistademarina.cl/2020/27/02
238
las
FF.AA.
en
la
protección
de
infraestructura
crítica.
Rodolfo Martinic Marusic
Página 93 de 120
Cámara de Diputados rechazó la iniciativa, debiendo pasar a
Comisión Mixta. No se aprecia favorable su eventual aprobación ya
que el proyecto ha encontrado una férrea resistencia por parte de los
partidos de izquierda en pleno año electoral.
Proyecto de Ley que fortalece y moderniza el Sistema de
Inteligencia del Estado.
El otro proyecto se encuentra en segundo trámite legislativo, es el que
moderniza el Sistema de Inteligencia del Estado presentado por el
Ejecutivo en noviembre de 2018, y cuya tramitación está paralizada
en la Cámara de Diputados, pese a las reiteradas urgencias
solicitadas por el gobierno. Claro, si existe un tema que saca todos los
fantasmas del pasado, es, no cabe ninguna duda, éste.
El proyecto propone la unificación del Sistema de Inteligencia, liderado
por el Director de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), quien
deberá elaborar una Estrategia Nacional de Inteligencia, cuya
planificación durará por un periodo de cuatro años. A este sistema se
agregan instituciones que no tienen funciones de inteligencia
actualmente, como son los casos de Gendarmería y el Servicio de
Impuestos Internos.
También agrega la figura de Subdirector de la ANI y un Consejo
Asesor integrado por los directores de las Fuerzas de Orden y
Seguridad Pública, las Fuerzas Armadas, el Ministro del Interior y
Seguridad Pública, el Ministro de Relaciones Exteriores, el Ministro de
Defensa y el Subsecretario del Interior.
En relación con las FAs, obviamente la normativa las hace formar
parte del sistema, a la vez que crea una categoría de información
residual, en cuanto a la información que recolectan, disponiendo que
dicha información debe ser entregada a la autoridad civil.
Al citado proyecto también se le ve mal pronóstico. Las críticas van
desde acusar vigencia de la “Doctrina de Seguridad Nacional” (¿?), e
involucramiento de las FAs en el ámbito de la inteligencia interna.
Otros análisis, enmarcan el proyecto de ley detrás de oscuras
intenciones que pretenderían sojuzgar a los movimientos sociales,
inmiscuirse en los asuntos privados de las personas, e incluso estar
asociado al proyecto de protección de infraestructura crítica.
Complementan las referidas disposiciones legales que, el 13 de agosto
de 2019 se publicó el Decreto N° 265, cuyo objetivo es disponer la
colaboración de las Fuerzas Armadas con las autoridades civiles y
policiales en las áreas de logística, transporte y tecnología en relación
a las actividades que se vinculen al narcotráfico y crimen organizado
transnacional. Este decreto será ampliado más adelante con la finalidad
de que tenga aplicación también para controlar la inmigración ilegal.
A su turno, el 18 de marzo de 2020 el Presidente de la República declaró
Estado de Catástrofe debido a la pandemia del Covid – 19.
Rodolfo Martinic Marusic
Página 94 de 120
C.17.3 Relaciones civiles – militares.
En un escenario político y social de gran convulsión no debía de
extrañar que la confianza en las instituciones cayera a rangos históricos
desde que existen mediciones.
En efecto, según una fuente consultada239, en un cuadro general de
crisis aguda y en que todas las instituciones eran objeto de
cuestionamientos, las FAs exhibieron una secuencial caída en la
confianza ciudadana: agosto 2015, 50%; noviembre/diciembre 2016,
46%; abril/mayo 2017, 40%; y diciembre 2019, 24%. Carabineros arrojó
un 17% y la PDI un 25%. Los partidos políticos contaban con un 2% de
la confianza pública.
Igualmente, las percepciones ciudadanas indicaban que un 49% de los
ciudadanos estimaban que los militares muy frecuentemente habían
violado los derechos humanos durante las manifestaciones. Un 64% se
inclinaba por acusar a Carabineros.
En inquietudes más globales las personas parecían estar muy regidas
por las emociones: un 50% sentía enojo; 31% estaba asustado; y 34%
esperanzado. También se anunciaban algunas tendencias: un 55%
apoyaba las protestas y un 67% una nueva constitución.
Ministro de Defensa Mario Desbordes Jiménez
28 julio 2020 – 18 diciembre 2020
“Día intenso, aprendiendo, conociendo y escuchando, y
también compenetrándome de lo que está haciendo este
ministerio y las instituciones que dependen de él”240.
C.18.1 Claves políticas.
De profesión abogado, ex oficial de Carabineros y político de
Renovación Nacional, partido del que fue su Secretario General entre
los años 2010 y 2018, cuando pasó a ser el Presidente de la misma
tienda política hasta julio de 2020.
Trabajó en Gendarmería de Chile, primero, y ocupó el cargo de
Subsecretario de Investigaciones, hasta la reforma que puso término
legal a dicha repartición.
El año 2017 fue elegido Diputado por el período 2018 – 2022, cargo que
abandonó para asumir como MDN.
Es el MDN que menos tiempo ejerció el cargo durante los últimos treinta
años (menos de cinco meses o 143 días), para continuar enseguida una
campaña pre presidencial.
Al respecto, es comprensible que los gobiernos de coalición cuando
realizan cambios de gabinete deban mantener la representación de los
partidos que lo apoyan, pero en este caso en especial pareciera que se
excedieron ciertos bordes. Si por intuición se tenía la idea de que el
239
240
Estudio Nacional de Opinión Pública N°84. Diciembre de 2019. www.cepchile.cl
Primer día del Ministro de Defensa Nacional Mario Desbordes. 29 julio 2020. Youtube.com
Rodolfo Martinic Marusic
Página 95 de 120
Ministerio de Defensa era utilizado como espacio de solución para
cuestiones ajenas a sus competencias, todo parecía indicar que aquí
esa idea quedaba racionalizada. Sería lamentable confirmar la lectura,
ya que dicha situación estaba ocurriendo cuando las FAs estaban
enfrentando y exponiéndose en el día a día, a escenarios no
convencionales, diversos, complejos e inciertos.
¿Cómo se explica el nombramiento del Ministro Desbordes?241 Integrar
(acallar) al gabinete una voz crítica al gobierno; conseguir apoyo
partidario hacia el Ejecutivo; aplacar las disputas al interior del partido
entre Mario Desbordes y Andrés Allamand242.
Si esas son las interpretaciones que más se apegan a la realidad, sirven
para el Ministro Desbordes como atenuantes, pues parecieran mostrar
que él no buscó su nombramiento, aunque le quedaban otras salidas:
no aceptar, seguir siendo diputado o pedir un cargo distinto.
Durante su brevísimo ejercicio, no hizo gala de identificarse con el
sector, sino, más bien, al menos públicamente, se le notaba
concentrado en levantar su precandidatura presidencial, acelerando su
salida del gabinete cuando mejor la oportunidad le pareció. Tampoco
pueden ser considerados afortunados algunos de sus dichos –porque
rebajan a la función– sobre un supuesto asesor presidencial que lo
habría puesto a cargo de la defensa para que bajara en las encuestas.
Se supone, que haya perdido la presidencia de Renovación Nacional,
tampoco estaría relacionado con su paso por el MDN.
Un columnista243 luego de ver al Ministro explayarse en una entrevista
televisiva, observó que se había lucido por sus talentos como político
con futuro, pero refiriéndose muy poco a su sector de competencia
eventual. No fue el único. Preguntándose cómo debería ser un buen
Ministro de Defensa, otra columnista concluía argumentando que “ad
portas del debate constitucional es imprescindible incorporar una seria
reflexión sobre la relación entre régimen de gobierno, la estructura de
toma de decisiones y políticas públicas de calidad, en particular las de
defensa y militar”244.
C.18.2 Relaciones político – militares.
Aquí las cosas tienden a complicarse más en el ámbito interinstitucional.
La información por cierto no es oficial. Se trata de trascendidos respecto
del cual no se tienen las herramientas para dar crédito o desechar. Más,
sus coordenadas de tiempo, lugar y protagonistas le dan ciertos visos
de verosimilitud, y por eso se interpretan a continuación.
241
El cambio en defensa: entra Baldo Prokurica, sale Mario Desbordes. www.pauta.cl/politica/2020/12/18
Desactivando un conflicto: cómo la llegada de Desbordes y Allamand pueden calmar las aguas en
Renovación Nacional. www.latercera.com/la-tercera-pm-noticia/2020/07/28
243
Kouyoumdjian, Richard. ¿Qué se espera de un Ministro de Defensa en Chile?
www.elmostrador.cl/noticias/opinion/columnas/2020/09/09
244
Dávila,
Mireya
¿Cómo
debería
ser
un
buen
Ministro
de
Defensa?
www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2020/09/13
242
Rodolfo Martinic Marusic
Página 96 de 120
La versión es la siguiente245: en el ejercicio de la “Ley sobre
Financiamiento de las Capacidades Estratégicas de las FAs” (analizada
en las páginas 87/88, anteriores), la norma dispone que sea la
Subsecretaría de Defensa la unidad ministerial encargada de articular
los requerimientos para el desarrollo de la fuerza, los que deberán ser
presentados a las Comisiones Técnicas de la Cámara de Diputados y
del Senado. Pues bien, la citada fuente señala que, en ese proceso
interno de trabajo ministerial, la Armada habría obtenido un
posicionamiento ventajoso en relación con los recursos financieros
involucrados en el desarrollo de proyectos, todo esto en desmedro de
los programas propuestos por el Ejército y la Fuerza Aérea246.
Sin poder confirmar la hipótesis, existen algunos datos del entorno
ministerial que conviene tener a la vista:
 Durante los dos gobiernos de la centro–derecha en los últimos treinta
y un años, con la sola excepción de Jaime Ravinet, los MDN han sido
militantes del Partido Renovación Nacional (seis en total).
 Desde marzo 2018 la Subsecretaría de Defensa la ocupa en la
actualidad un Almirante en condición de retiro.
 Los cargos de la estructura intermedia y dependientes del
Subsecretario de Defensa, corresponden mayoritariamente a
personal de la Armada y militantes de Renovación Nacional247.
 La Subsecretaría para las Fuerzas Armadas (entidad que entre otros
aspectos ve materias financieras y presupuestarias), está a cargo de
un militante de Renovación Nacional.
 Hasta diciembre de 2020, época que incluye los hechos relatados, el
cargo de Jefe de Estado Mayor Conjunto lo ejerció un Vicealmirante.
 El actual Director de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), es un
Almirante en situación de retiro.
 Existe en ejercicio un Senador que también es Almirante en
condición de retiro, quien logró ser electo como tal al ir como
candidato en la misma lista del Senador por Valparaíso Francisco
Chahuán, de Renovación Nacional. Ambos generan nexos entre el
poder ejecutivo y legislativo.
 Corroborando que la Región de Valparaíso constituye un escenario
electoral propicio para determinados fines, otro Almirante en
situación de retiro y ex Senador, resultó electo para integrar la
Convención Constituyente.
La evidencia incidental, sin que pueda establecer conexiones de
causalidad, ni mucho menos apelar a teorías conspirativas, hace posible
advertir hechos que, por una parte, hablarían de relaciones de poder
entre personalidades con intereses afines y, en forma paralela, una
capacidad de influir y distorsionar los resultados en procesos de toma
de decisiones.
245
Nueva política de defensa tiene enfrentadas a la Armada con el Ejército y la Fuerza Aérea.
www.interferencia.cl/articulos/2020/31/09
246
Hay que recordar que la ley de financiamiento tiene un fuerte énfasis en la acción conjunta.
247
Op.Cit. Nueva política de defensa tiene enfrentadas …
Rodolfo Martinic Marusic
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Es obvio que la eventual efectividad de tal presunción afectaría
principios esenciales de la defensa nacional (política de Estado y
extrapartidismo, entre ellos), entendiéndose que, siendo natural la
existencia de controversias y diferencias de opiniones en asuntos
estratégicos, operacionales o técnicos, requerirían más que nunca de
una autoridad ministerial capaz de dirimirlos mediante el ejercicio de un
genuino liderazgo político.
C.18.3 Relaciones civiles – militares.
Vino nuevo en odres viejos.
Finalizando 2020 el analista Eduardo Santos escribió un artículo
titulado “Mantequilla o cañones”248/249, el que comienza señalando que
la Partida de Defensa del Presupuesto Fiscal para el año 2021, incluyó
una importante reducción para responder a la urgente necesidad de
redestinar recursos a las prioritarias demandas sociales y al dramático
impacto de la pandemia del COVID-19.
Avalando lo ocurrido, recuerda que en las últimas décadas las FAs
han seguido aplicando una “obsoleta doctrina del siglo XIX, para
operar en el siglo XXI, con tecnología del siglo XX” (frase célebre a
estas alturas, pero que va perdiendo originalidad, ya que su autor la
ha venido repitiendo desde hace una década).
Con ello, continúa Santos, se ha intimidado a los países vecinos
mediante capacidades militares (medidas sólo en relación al cómputo
de potenciales), y de esta forma, se ha prescindido de los dividendos
de la Paz que resultan del tratado que puso fin al diferendo con
Argentina sobre el Canal Beagle, de las sentencias de la Corte
Internacional de Justicia de la Haya en los litigios con Perú y Bolivia,
y de los desafíos de una nueva sociedad global que nace,
abandonando la imperiosa necesidad de impulsar una
urgente “Revisión Militar” que materialice los dividendos de la paz, y
nos permita evitar a tiempo su quiebra anunciada.
Para él, la “revisión” significaría desplegar una fuerza conjunta,
sustentable, polivalente, moderna, multipropósito, resiliente,
reversible, lista y capaz, que mantenga de forma sustentable
capacidades militares de uso dual, suficientes para respaldar una
postura estratégica de cooperación y legítima defensa y posible de
financiar según las ineludibles nuevas prioridades sociales del Estado.
O sea, más allá del rosario de adjetivos, se puede interpretar que los
deseos de Eduardo Santos es que la defensa haga lo mismo que ha
venido haciendo, aunque ahora con menos recursos.
Para materializar esta propuesta, continúa, deberá desarrollarse una
reingeniería que facilite iniciar una reducción del contingente de las
FAs, desde alrededor de las 80 mil personas actuales a cerca de 60
mil efectivos totales, integrado por un núcleo de militares
248
Santos, Eduardo. Mantequilla o cañones. www.elmostrador.cl/articulo/opinion/2020/12/04
Dilema clásico de la ciencia económica utilizado por Paul Samuelson para explicar la idea de costo de
oportunidad.
249
Rodolfo Martinic Marusic
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profesionales, además de civiles especialistas y el aporte temporal de
oficiales y soldados en carreras cortas y de un servicio militar
voluntario. Esta reducción de personal se obtendría optimizando las
cuotas de retiros anuales, de una disminución consistente en los
nuevos ingresos a las escuelas militares, de un programa
extraordinario de retiros y de la flexibilización de la carrera militar.
Uno de los que respondió a Eduardo Santos (y no fue el único), es el
profesor de la ANEPE Miguel Navarro, quien se explayó diciendo que,
en relación con las capacidades militares del país, era necesario tener
presente que responden a un diseño político centrado en la disuasión,
lo cual implica aumentar el costo de cualquiera agresión potencial en
términos de hacerla racionalmente impracticable.
En ese sentido, agrega el profesor Navarro, la disuasión es el
fundamento de la política de defensa de países de statu quo, es decir,
actores internacionales satisfechos con su condición geográfica y su
cuantía y proyección geoestratégica y que, por lo mismo, no albergan
reivindicaciones territoriales.
De ahí que, bajo diversas formas y con mayor o menor explicitación,
constituye el fundamento de la defensa de numerosísimos Estados, y
solo aquellos que pertenecen a sistemas de alianzas fuertes
prescinden en cierto modo de la disuasión, ya que esta se traslada a
la alianza en su conjunto.
Chile ha tomado en cuenta la complejidad de sus escenarios
estratégicos, su condición geográfica y los demás elementos
formativos de la Política de Defensa, incluyendo la historia.
Y sigue el profesor, la cuestión del "dividendo de la paz" es un
concepto acuñado en Europa Occidental al término de la Guerra Fría,
es decir, en condiciones totalmente diferentes a las de la ecuación
estratégica local y es bien sabido que no es posible extrapolar
linealmente procesos políticos a realidades estratégicas distintas.
Por otra parte, el "dividendo de la paz" generó una subinversión en
defensa que los países europeos hoy se apresuran a revertir ante el
incremento del gasto militar en Rusia y China y el deterioro general de
la seguridad internacional. Esto sugiere desde ya las limitaciones que
aún en Europa tal dividendo ha tenido.
Nada de lo propio de un "dividendo de la paz" se manifiesta en el
escenario de seguridad de Chile, al menos en la forma como este
concepto se entiende en los estudios estratégicos contemporáneos.
No existe un sistema funcional de seguridad regional. Asociado a lo
anterior, tampoco se ha desarrollado una genuina zona de paz en la
región en la forma como son conceptualizadas en la literatura
comparada.
Por otra parte, el horizonte estratégico del país no se agota en la
perspectiva regional, y esto implica, entre otros aspectos, disponer de
capacidades tecnológicas que le permitan interactuar con fuerzas de
Rodolfo Martinic Marusic
Página 99 de 120
otros países, como ha quedado demostrado en la participación de
fuerzas chilenas en diversos ejercicios multinacionales.
En síntesis, remata Navarro, si se analizan las capacidades
tecnológicas de las FAs desde una óptica realista, resulta casi forzoso
concluir que son adecuadas a los escenarios y al horizonte estratégico
del país; que siendo Chile un país de statu quo no constituyen una
amenaza para nadie, lo se ha comunicado reiteradamente por medio
de los sucesivos Libros de la Defensa.
Interesante debate desde dos visiones académicas sobre un dilema
que sigue siendo fundamental para la defensa, pues combina
concepciones y decisiones políticas con desarrollos estratégicos y, en
cualquier caso, medir las consecuencias presupuestarias de su
implementación o negación.
La confrontación de opiniones exhibe, por lo demás, cómo desde la
academia se puede permear el espacio público, ya que ambos
contradictores podrían tener domicilio político conocido, y si es así,
representar la línea de pensamiento del algún conglomerado.
Las ideas expuestas por ambos exponen componentes teóricos de las
relaciones internacionales y la seguridad, observándose en la
discusión visos de las escuelas idealista versus realista, respecto a lo
cual se debe poner atención, atendiendo que, en el caso de la opinión
pública nacional, poseen dimensiones prácticas.
En otros asuntos interesantes en esta categoría de análisis, el 25 de
octubre de 2020, al Ejército le correspondió cubrir 2.010 locales de
votación asignados –casi un 80% de todos los recintos de las FAs–
durante la votación del Plebiscito Constitucional.
Dicha institución diseñó un plan que contempló la distribución de 24.120
de sus efectivos a nivel nacional para hacerse cargo de la seguridad y
funcionamiento de los locales de votación. Al igual que el aumento de
más de un 30% en los recintos de sufragio, el Ejército también aumentó
su dotación para las elecciones, pero en un 70%, en comparación con
el proceso eleccionario de 2017 (ese año se usaron a 13.866 de sus
uniformados).
El estado de excepción que estaba vigente, postergó en parte el
alistamiento del personal, ya que cerca de 6.500 cumplían labores de
patrullajes y controles en las ciudades a nivel nacional.
Rodolfo Martinic Marusic
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Ministro de Defensa Baldo Prokurica Prokurica
18 diciembre 2020 –
“Nunca, en la historia de nuestro país, nuestros militares han
estado desplegados en tiempos de paz por un período tan
prolongado, en labores de apoyo al Estado de Excepción
Sanitaria… ha implicado un esfuerzo logístico y profesional
enorme, donde hemos podido demostrar a la ciudadanía el gran
nivel de la preparación de aquellos que trabajan en este
ministerio, en las FAs y de cada uno de nuestros
uniformados”250
C.19.1 Claves políticas.
De origen croata, profesión abogado, académico y militante del Partido
Renovación Nacional. Entre los años 1990 y 2002 fue Diputado y luego
Senador hasta el año 2018, siempre representando a la Región de
Atacama.
Entre sus varias actividades legislativas destaca haber pertenecido a
las Comisiones de Defensa, en ambas Cámaras, Comisión Especial de
Campos de Hielo Sur y Comisión Investigadora Servicios de
Inteligencia.
Ha tenido múltiples reconocimientos tanto en el ámbito de su labor
legislativa, como en instancias comunitarias.
Hasta el 18 de diciembre de 2020 ejerció como Ministro de Minería.
C.19.2 Relaciones político – militares.
12 de enero 2021: modificación Decreto N°265
(Se reedita Plan Frontera Norte 2010 – 2014)
A través del Decreto N° 265 en julio del año 2019 se autorizó a las
FAs colaborar con las autoridades civiles y policiales competentes
para actuar en relación a actividades que se vinculen al tráfico ilícito
de migrantes, narcotráfico y crimen organizado transnacional.
La referida disposición provocó una fuerte discusión con sectores
políticos que cuestionaban la pertinencia de destinar recursos y
procedimientos militares a un ámbito tradicionalmente privativo de las
policías. El gobierno defendió la colaboración, argumentando que se
centraría en cuatro áreas: vigilancia, logística, tecnología y transporte.
A partir de enero 2021 fue ampliado el objeto del Decreto N° 265,
permitiendo el control del ingreso ilegal de personas por pasos no
habilitados en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y
Antofagasta.
Relacionado con este mismo asunto, el 12 abril 2021 se promulgó la
Ley de Migraciones en Chile, estableciéndose una nueva
institucionalidad para atender esta materia.
250
Prokuriza, Baldo. Cuenta Pública. Las FAs respondieron a Chile en pandemia y elecciones sin abandonar
soberanía. www.defensa.cl/noticias/2021/05/27
Rodolfo Martinic Marusic
Página 101 de 120
Lamentablemente, esta tendencia a involucrar a las FAs en misiones
no convencionales (que es mundial, habría que subrayar), tiene
detractores y ven en este tipo de iniciativas un factor de continuidad
en los gobiernos de la centro–derecha: “Las iniciativas para expandir
los roles de las FAs hacia áreas no profesionales se han reiterado en
los gobiernos del Presidente Piñera y ahora continúan con el decreto
que las involucra en el control de las fronteras, del narcotráfico y del
crimen organizado. Tal política muestra una forma sesgada de
concebir la gestión del Estado en democracia y la ausencia de una
visión que le dé un lugar significativo a las instituciones armadas en la
proyección estratégica del país. A su vez, tiene consecuencias
negativas para las instituciones civiles a cargo de los temas referidos,
desprofesionaliza las instituciones castrenses y las arriesga
innecesariamente”251.
En ese mismo contexto, un caso polémico se vivió en circunstancias
que, a partir de las atribuciones que ya tenían las FAs debido al estado
de excepción constitucional de catástrofe por la pandemia, el Gobierno
dispuso que su presencia en la macro zona sur (conflicto en La
Araucanía) se hiciera más notoria, sin necesidad de que el Presidente
decrete un nuevo estado de Excepción Constitucional específico, que
además requeriría el acuerdo del Congreso Nacional.
El Ministro del Interior esbozó que en dicha zona se trabajaba en tres
ejes: legislativo para impulsar la agenda de seguridad; político que
convoca a actores de distinto espectro y definir un acuerdo amplio; y un
tercer eje que es operativo donde se requiere el trabajo conjunto de las
policías y el Ejército.
Bajo esas condiciones se produjeron las declaraciones del entonces
Jefe del Equipo Coordinador de la Macro Zona Sur252, en el sentido de
acusar falta de voluntad del componente militar, alegando por la
permanente asistencia de asesores jurídicos cuando se les encargaban
tareas.
El caso fue bien gráfico y no hizo más que reflejar una dicotomía
instalada hacía rato: los militares apegados a los márgenes jurídicos,
conocedores de los costos que tendrían que pagar en el caso de no
proceder así; y la autoridad política buscando cumplir con su cometido,
aunque ignorante de las repercusiones que podrían acarrear sus
peticiones. Y lo que es peor, la culpa no es de uno ni del otro, las
responsabilidades son de quienes tienen el mandato para legislar y
hacerlo bien.
251
Varas, Augusto. (2019). Militares y orden interno en los Gobiernos de Piñera. www.fundacionequitas.cl
Los tensos episodios que han marcado la relación del Gobierno con las Fuerzas Armadas. El Mercurio, D-4
21 de marzo 2021.
252
Rodolfo Martinic Marusic
Página 102 de 120
El 28 de mayo 2021, luego de ser sometida a control de juricidad
por parte de la Contraloría General de la República253, se publicó
en el Diario Oficial la “Política de Defensa Nacional de Chile
edición 2020”254
La nueva política de defensa nacional (la primera y única emitida por
un gobierno de centro–derecha255), dice ser continuadora de las
cuatro publicadas entre 1997 y 2017, sin embargo, las diferencias se
podrían encontrar en que incorpora un concepto estratégico más
definido respecto al empleo de la defensa, y enfatiza su vinculación
con la Ley N° 21.174 sobre el mecanismo plurianual de financiamiento
de las capacidades estratégicas.
Se pueden notar otros cambios. Por ejemplo, sin tanta cautela como
en las versiones anteriores, se habla de amenazas de naturaleza
híbrida en la llamada sociedad de la información; el mayor acceso a
tecnologías disruptivas y armas convencionales, combinado con
vulnerabilidades de las infraestructuras críticas y la falta de adaptación
de las estructuras organizacionales y legales, llevan a que este tipo
de amenazas, represente un problema de seguridad nacional, en
donde el sector Defensa debe participar, tanto en la preparación,
como en la prevención, anticipación y respuesta. Esto representa,
continúa el texto, un desafío de adaptación de la Defensa, incluyendo
una eficaz coordinación interagencial con el resto de las instituciones
responsables del orden y seguridad interna, además de mejorar la
eficacia del sistema de inteligencia del Estado.
Es un cambio de tono evidente. Otro ejemplo, frente al crimen
organizado transnacional, se indica que el sector defensa tiene una
responsabilidad de colaboración, particularmente en los ámbitos de
control de zonas fronterizas, apoyo técnico-logístico, de transporte y
traspaso de inteligencia residual, además de las actividades de
vigilancia y control del espacio aéreo nacional, que ejecuta
coordinadamente la Fuerza Aérea y la Dirección General de
Aeronáutica Civil (D.G.A.C.).
Siguiendo esa tónica, la política describe tareas para la defensa en
materias relacionadas con la seguridad en el Ciberespacio, espacio
ultraterrestre, medioambiente y cambio climático y ante amenazas
biológicas, químicas y radiológicas, así como frente a las tecnologías
disruptivas.
Luego se desarrolla una “estrategia de la defensa” a partir de la
definición de objetivos tanto para la seguridad exterior, como la
seguridad interior y el desarrollo. De cada uno de los objetivos de la
defensa enunciados, se desprenden diferentes tareas, que son
contribuyentes al logro de estos objetivos. Cada tarea, asociada a un
objetivo al cual contribuye, se constituye en una “misión” para la
defensa. Las misiones que tienen en común el mismo objetivo, se
agrupan en las siguientes “Áreas de Misión”:
253
Prokurica, Baldo. Defensa Nacional, los desafíos del siglo XXI. El Mercurio, A-2, 28 de mayo 2020.
Política de Defensa Chile. Diario Oficial 28 de mayo 2021. www.infogate.cl
255
Se recordará que existió en 2011 un intento por enunciar una Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa
(ENSyD), que no prosperó por falta de apoyo político.
254
Rodolfo Martinic Marusic





Página 103 de 120
Defensa de la soberanía e integridad territorial.
Cooperación internacional y apoyo a la política exterior.
Seguridad e intereses territoriales.
Emergencia nacional y protección civil.
Contribución al desarrollo y a la acción del Estado.
La nueva política de defensa da cumplimiento al mandato consagrado
en la Ley N° 21.174, y que dice relación con constituir la base para
desarrollar las capacidades estratégicas mediante sus nuevos
mecanismos de financiamiento.
En resumen, finalmente esta vez, junto con describir y discutir sobre
conceptualizaciones, se da el paso hacia generar una estructura que
pone en relación fines con medios y su sustentabilidad financiera,
otorgándole organicidad a las misiones de la defensa más allá de sus
papeles tradicionales.
El momento en que se publica la nueva política también es muy
relevante. “…los elementos propios de toda política de defensa,
aplicados ahora directamente a Chile, necesariamente deberían
orientar los debates sobre la función defensa y las FAs en el proceso
constituyente, los que se avizoran saludablemente intensos, como es
propio de las discusiones acerca de una función pública básica en
toda sociedad organizada, y que, por lo mismo, debe quedar reflejada
en su ordenamiento normativo fundamental”256. ¡Qué así sea, habría
que agregar!
No obstante lo indicado, otra opinión257 es contundente para darse
cuenta de lo lejos que están los consensos en materias de defensa
nacional.
El articulista comienza diciendo que, en pleno proceso constituyente,
esta política de defensa es concebida como una suprapolítica que
vincula defensa, orden interno y se extiende potencialmente a una
diversidad de asuntos públicos. Además, aspira a expresar un
inexistente consenso transversal, lo que la convierte en un capcioso
medio de influencia hacia las y los constituyentes.
Así, continúa, se podrían enfrentar las “amenazas híbridas”, las que
terminan siendo cualquier combinación de factores definida como
amenaza –sin especificar quién legítimamente la define–, ampliando
los roles castrenses extraprofesionales…
Critica que la política de defensa indique que una de las funciones de
las FAs es la contribución a la preservación de “nuestra identidad
común”, un tema central del proceso constituyente. Y se pregunta el
autor del artículo: ¿estarán los representantes de los pueblos
originarios de acuerdo con una noción unívoca de identidad nacional?
256
257
Navarro, Miguel. La Política de Defensa. www.elmostrador.cl/2021/06/03
Varas, Augusto. La política de defensa nacional de Chile 2020. www.elmostrador.cl/destacado/2021/06/11
Rodolfo Martinic Marusic
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Por último, acerca de la importancia de lo conjunto, el articulista
reclama que se mantenga su función asesora, no como mando y
conducción del más alto nivel en tiempos de paz.
Es evidente que la política de defensa 2020 no la tiene fácil.
Otras iniciativas importantes del período son las siguientes:
 Complementario a la Ley N° 21.174, en junio de 2020 se ingresó a
tramitación al Senado el proyecto de ley que establece un nuevo
sistema de compras e inversiones de las capacidades estratégicas
de la defensa nacional, con cargo al Fondo Plurianual para las
Capacidades Estratégicas de la Defensa y al Fondo de Contingencia
Estratégico. Según señala del Mensaje correspondiente, el citado
proyecto tiene dos objetivos esenciales: regular a nivel legal los
aspectos fundamentales del sistema de compras y adquisiciones
conforme al nuevo mecanismo de financiamiento de las capacidades
estratégicas; y establecer los controles civiles y democráticos
adecuados para resguardar el uso correcto y eficiente de los recursos
públicos de acuerdo al plan cuatrienal de inversiones, a la
planificación del desarrollo de la fuerza y a la Política de Defensa
Nacional. El proyecto ha tenido opiniones negativas, entre ellas del
“Instituto Igualdad” (Partido Socialista).
 Otro proyecto en tramitación legislativa se refiere a la Modernización
de la Carrera Militar, y plantea extender la carrera militar y posponer
los beneficios previsionales. Asimismo, mediante el proyecto se
propone profundizar aspectos de mérito por sobre la antigüedad y
flexibilizar el manejo de personal.
 En septiembre de 2020 fue aprobado el proyecto de ley que
establece el Estatuto Antártico Chileno, realizado entre el MDN y el
Ministerio de Relaciones Exteriores. Sus contenidos pretenden ser
un instrumento regulador eficiente del actuar de Chile en la Antártica,
propendiendo al resguardo de la soberanía y proveyendo de una
institucionalidad moderna, a través de herramientas jurídicas y
administrativas, e impulsando una coordinación eficaz entre las
entidades públicas con competencias sectoriales atingentes a ese
territorio, a fin de llevar adelante la Política Antártica Nacional.
 Finalmente, el MDN resolvió avanzar en la puesta en marcha del
Sistema Nacional Satelital con miras a poner en órbita un satélite que
reemplace al Fasat Charlie a fines de 2021, así como la construcción
del rompehielos Viel, en los astilleros de ASMAR.
C.19.3 Relaciones civiles – militares.
Lo primero que habría que decir en esta categoría de análisis es que no
se obtuvieron antecedentes que permitieran constatar qué nivel o grado
de participación le cupo a miembros u organizaciones de la sociedad
civil en la elaboración del Libro de la Defensa Nacional 2020, más allá
de una referencia genérica a “consultas efectuadas” en la introducción
del texto.
Rodolfo Martinic Marusic
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Hecha esa salvedad, entre los esfuerzos por promover la participación
ciudadana en temas de la defensa, ayudando a hacer realidad una
mayor corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad civil, se puede
citar la “Cuenta Pública Participativa 2020”258.
Se trata de un documento visual de carácter interactivo donde junto con
intervenir el MDN, los ciudadanos interesados pueden hacer
comentarios y preguntas por intermedio de un formulario virtual.
En esta ocasión, la Cuenta Pública estuvo enfocada en lo que ha sido
el desempeño de la defensa y sus instituciones en el Estado de
Excepción Constitucional de Catástrofe por la pandemia COVID, y que
se encuentra vigente desde el mes de marzo de 2020.
Por otra parte, un estudio de opinión pública en pandemia, de abril
2021259, y que entre otros aspectos midió la confianza en las
instituciones, registró con mayores porcentajes a la PDI con un 53%; las
radios 51%; las FAs 37% (sin desagregar) y Carabineros con 30%. Con
los más bajos porcentajes de apoyo figura el gobierno con 9%; el
Congreso 8% y los partidos políticos con 2%.
Con una metodología distinta (telefónica), y por lo tanto no comparable
con otras mediciones, la encuestadora CADEM todos los meses incluye
una pregunta sobre veinticuatro instituciones ¿Usted aprueba o
desaprueba el trabajo que está desempeñando…? El 10 mayo de
2021260 la mayor aprobación la logró Bomberos con 98%; seguido por
el Colegio Médico 80%; PDI 71%; Armada 65%; FACH 62%; Ejército
54%; y Carabineros 50%.
La novedad y polémica a la vez, fue que en esa oportunidad se comenzó
a medir también a los Comandantes en Jefe institucionales y al General
Director de Carabineros, asunto que no parece aportar justamente a las
mejores relaciones civiles–militares. Se podría decir, al contrario.
Si de estudios de opinión se trata, y muy atingente con las prioridades
establecidas en la nueva Política de Defensa Nacional, conviene tener
en cuenta la segunda encuesta de política exterior y seguridad
efectuada por Athenalab261.
Toda una novedad, pues suelen escasear los estudios sobre estas
temáticas. Su ficha técnica consiste en una encuesta web aplicada
sobre el panel web nacional Ipsos y Athenalab, en una muestra de 1.360
casos, que se dividieron en 400 de la Región Metropolitana, 960 de
regiones y 79 expertos o líderes de opinión.
Conforme a este estudio, las tres prioridades para la población en
materias de relaciones exteriores y seguridad son: combatir el
narcotráfico 87%; el cambio climático 81%; y regular la migración 76%.
258
Ver en: www.defensa.cl Posee un ícono identificatorio.
Estudio Nacional de Opinión Pública. Encuesta Especial COVID, abril 2021. www.cepchile.cl
260
www.plazapublica.cl
261
Reportaje: Se consolida la inquietud por el narcotráfico y la migración como materias clave en relaciones
exteriores. El Mercurio, 23 mayo 2021, D-10.
259
Rodolfo Martinic Marusic
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Para los expertos: proteger las fronteras 90%; combatir el narcotráfico
87%; defender los intereses marítimos y proyectarse al Asía–Pacífico
86%.
Aportar a misiones de paz figura con un 23% entre expertos y 49% de
apoyo en la población general.
En temas de conocimiento más especializados, como la defensa de la
plataforma continental extendida, se produjeron diferencias entre una y
otra visión: un 72% de los expertos consultados estiman que Chile no
ha actuado oportunamente para reclamar sus derechos, en tanto, un
35% del público en general declara no saber del tema.
Ideas finales.
Para terminar, en una primera parte se contrastará el enfoque teórico
expuesto por Thomas C. Bruneau262 sobre los cuatro propósitos
principales de un Ministro de la Defensa, con los hallazgos contenidos
en la secuencia de hechos descritos en el desarrollo de la presente
crónica. En un segundo acápite, se concluirá con algunos pensamientos
menos estructurados, pero que se consideran deben tener lugar a título
de palabras de cierre.
Los cuatro propósitos del MDN según Bruneau:
Primer propósito:
Es el más obvio. El MDN le corresponde estructurar las relaciones de
poder entre las autoridades civiles democráticamente elegidas y las
FAs. En otras palabras, el MDN es el vehículo fundamental para
institucionalizar las relaciones entre aquellos que tienen el derecho
democrático a gobernar, y aquellos que detentan el monopolio del uso
de las armas.
Pero una vez que los civiles obtienen ese derecho que –se debe
subrayar, proviene de la sociedad–, el factor clave para la
consolidación democrática es cómo hacer para que las FAs estén bajo
control.
Reconstituyendo sumariamente los contenidos expuesto, y aceptando
que existen posturas más recalcitrantes, a pesar que la
institucionalización de las relaciones políticos–militares en
democracia tuvieron unos inicios muy difíciles y accidentados, el
control civil sobre las FAs se comenzó a manifestar a partir de 1998,
evolucionando progresivamente hacia la plena gobernabilidad
democrática de la defensa.
Habría que admitir, asimismo, como parte de ese proceso, que en los
años inmediatamente siguientes existieron actuaciones puntuales
reñidas con la normalidad institucional, pero que en todo caso no
significaron riesgo para el sistema, y más bien estuvieron
probablemente motivadas por el peso y compromiso existente con lo
262
Bruneau, Thomas C. Los Ministerios de Defensa y las relaciones civiles–militares en democracia.
www.resdal.org/producciones-miembros/ministerio/defensa
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que representaba la figura histórica del General Pinochet, entonces
detenido en Londres. En todo caso, esa primera década de la
transición revela una acción retardada de la transición militar, respecto
a su dimensión política.
Confirmando el planteamiento general anterior, se podría añadir que,
a partir de 1998 las FAs renunciaron a utilizar las disposiciones
constitucionales que consagraban atributos considerados no
democráticos, y que el año 2005 serían objeto formal de reformas.
Para los empecinados con interpretaciones de signo contrario, esa
decisión se habría fundado en priorizar o privilegiar el acceso a
recursos económicos que sostuvieran la modernización de las
instituciones, viéndose robustecida la política militar.
Más, el tema del control civil, que se puede ver material y
paulatinamente desplegado a través de esta crónica, en algunos
pasajes recientes tendió a convertirse en supremacía civil o control
civil dominante, según la literatura, respecto de la función militar. Esto
podría constituir un péndulo inquietante.
Pretender lo absoluto, no puede ser positivo al ordenamiento de la
defensa, ni para una función que debe comportarse como un sistema
integrado, y en donde confluyan distintas visiones en niveles también
diferentes: político, estratégico, técnico y administrativo. Un aspecto
que tendría que ser debatido es el riesgo instrumental asociado a esa
inclinación, en que al no existir ordenamiento institucional al cual
atenerse y fijar límites, dejaría a la defensa y a las FAs como sujetos
de mayorías circunstanciales y eventualmente proclives a un uso
partidista.
Por la sanidad y estabilidad del sistema de defensa, sin que se trate
de compartir aspectos de control civil, ni justificar ámbitos de
autonomía, ciertos márgenes de realización deberían quedar
reservados para instituciones que, reconociendo la subordinación a la
política, requieren desarrollos profesionales estables.
Esta discusión trae a la memoria el concepto de interpenetración
político–estratégica … una alternativa de coordinación de ambas en
lugar de la primacía de una sobre la otra263, hoy en el olvido,
políticamente superado e impracticable ante las actuales condiciones,
pero que, aun así, demanda encontrar un lugar en el estado de la
democracia chilena.
Segundo propósito:
Definir y distribuir las responsabilidades entre civiles y militares. Un
ingrediente esencial para esta definición y asignación de
responsabilidades lo constituye la función de un MDN como mediador
entre los sectores políticos y las FAs.
263
Cheyre, Juan Emilio. (1986) La interpenetración político – estratégica. Impresores Edimpress LTDA.
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La idea fundamental es que una figura política designada por el
Ejecutivo en los sistemas presidenciales, pueda representar las
necesidades de las FAs frente a las otras figuras políticas,
especialmente el Ministro de Hacienda o Economía, el Congreso y
frente al electorado en general.
Las FAs cuando buscan representar sus propios requerimientos, lo
que no necesitaron hacer públicamente en los regímenes autoritarios,
son vistas, prima facie, como subjetivas y poco creíbles. Así, tener un
MDN civil puede ser sumamente positivo para sus intereses.
Revisando el gobierno, administración y gestión de los MDN,
probablemente porque conoció y estudió en ejemplos
estadounidenses las dinámicas de las relaciones político–militares,
sobresale nítidamente la gestión del Ministro Edmundo Pérez Yoma,
en sus dos períodos.
En su primer ministerio (marzo 1994/enero 1998), cambio el eje de la
relación con el entonces Comandante en Jefe del Ejército, General
Pinochet, iniciando una etapa de relativa colaboración, aunque recibió
críticas por una supuesta complacencia.
En cualquier caso, durante esos años se aprobó el nuevo Estatuto del
Personal de las FAs y se llevaron a cabo significativos programas de
reequipamiento de las fuerzas, comprometiéndose la participación de
las instituciones en la elaboración del primer Libro de la Defensa
Nacional, superando de ese modo resistencias internas preexistentes.
Jugó un papel crucial en el nombramiento del sucesor del General
Pinochet, y enfrentó con moderación y astucia el encarcelamiento del
General Manuel Contreras.
Además, diseñó una estrategia para quitarle presión a las FAs,
convirtiéndose en interlocutor respecto a sus pares políticos,
radicando la problemática de los derechos humanos en los canales de
la justicia, y las reformas constitucionales en el poder Ejecutivo. Se
trataba, con ese diseño, concentrar a las instituciones en sus
funciones netamente profesionales, e iniciar la construcción de una
política militar.
En su segundo período ministerial (junio de 1999/marzo 2000), el
Ministro Pérez Yoma convocó a la “Mesa de Dialogo” por los derechos
humanos, sirviendo como ente articulador de la misma. Si bien se
podría dudar acerca de cuán positiva para las relaciones civiles–
militares fue dicha instancia, tampoco están a la vista elementos
contra factuales que lleven a pensar, sin dudarlo en las circunstancias
del momento, que fue un error la participación castrense en la misma.
De los demás Ministros y que cumplieron tareas en igual sentido,
aunque en etapas menos álgidas, se puede mencionar a Mario
Fernández, quien asumió una suerte de liderazgo y de interlocución
del sector, teniendo siempre como eje el camino profesional de las
FAs. En esa época se comienza el trabajo prelegislativo de la Ley
Rodolfo Martinic Marusic
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Orgánica del MDN, pieza clave para asentar formalmente las
atribuciones ministeriales.
Michelle Bachelet, tuvo bastante presencia también, pese a opiniones
que le adjudican cierta visión reduccionista del quehacer militar (José
Rodríguez Elizondo). Jaime Ravinet de mucha cercanía con el
estamento militar, sobrellevando con entereza la tragedia de “Antuco”,
pero cayendo en su segundo ministerio debido a repetidos errores
comunicacionales. En su estilo, José Goñi con un perfil de conductor
político volcado a la internacionalización de la defensa, alcanzó un
período muy activo en esa área, aunque podría ser discutiblemente
fructífero. El Ministro Francisco Vidal tuvo evidentes afinidades con el
mundo militar, viéndose reflejado en sus vocerías, igual como lo
intentó en tiempos muy complicados Alberto Espina. El Ministro Baldo
Prokuriza no cabe duda que ha tenido que jugar un valiente papel en
circunstancias que las FAs se han visto sobreexpuestas.
Tercer propósito:
Un MDN debe maximizar la eficacia del empleo de las FAs. Como toda
burocracia, las FAs son renuentes al cambio, y probablemente son de
las más renuentes al cambio debido a la misión de defensa nacional,
su estructura de ascensos en la carrera militar, y una gran inversión y
tiempo en el desarrollo de nuevos equipamientos.
Este problema de la eficacia puede haber tenido una importancia
marginal en el pasado en la mayoría de los países donde no había
amenazas reales en las fronteras y donde la función principal de los
militares era la de control e intimidación de su propia población.
Con el fin de la Guerra Fría y sus relaciones de alianzas con
superpotencias, así como con la Tercera Ola de democratización y
una disminución general de las guerras entre los Estados, la utilidad
de las FAs se plantea en una gran interrogante en relación con otras
funciones del gobierno. En consecuencia, en muchos países se
sostienen amplios debates sobre el papel y misión de las FAs en el
futuro, así como sobre la necesidad real de su existencia.
Con la inercia integrada de cualquier burocracia establecida, no podrá
darse la eficacia de redefinir nuevas funciones y misiones, o una
nueva mezcla de los mismos sin otra institución de nivel más alto, que
juegue el papel central. Este tema de la eficacia es especialmente
importante en el actual entorno de baja conflictividad entre Estados,
pero de considerable conflictividad intraestatal, lo que hace que
muchos países descubran cada vez más que la función que justifica a
sus FAs es la de pacificador o sustentador de la paz.
Estas misiones, combinando funciones prominentes para civiles,
especialmente en los ministerios de relaciones exteriores, son difíciles
de imaginar sin el papel central que juega un MDN. Es obvio si se
estudia aquellos países que tienen una función más activa en el
sustento de la paz, no sólo tienen que resolver sus rivalidades entre
las instituciones, sino que también tienen que aclarar las funciones
Rodolfo Martinic Marusic
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centrales del liderazgo civil. En resumen, la eficacia de las FAs en el
entorno actual de mantenimiento de la paz, pone al MDN en el papel
central. El MDN es el vehículo por medio del cual se logra esta
coordinación amplia y extremadamente dinámica que es tan necesaria
para lograr la eficacia.
Este tercer propósito tiene un carácter definido como proceso, y en el
caso nacional, se comienza a perfilar desde el ministerio de Patricio
Rojas (1990/1994), cuando se sientan las bases para la participación
militar en operaciones internacionales de paz, luego formalizadas
como política de Estado durante el primer ministerio de Pérez Yoma.
Hasta la década de los años 90´la participación castrense en el
exterior estaba reducida al desempeño de observadores militares, no
obstante, en esos años la Armada y la FACH son las primeras
instituciones que arriesgan con el empleo de tropas más allá de las
fronteras.
Era, se puede asegurar ahora, un proceso irreversible, aunque
resistido por algunos actores, pues los condicionamientos
estratégicos estaban cambiando radicalmente con el término de la
Guerra Fría, y los países líderes mundiales comenzaban a
comprometer el empleo de la fuerza para llevar estabilidad y paz a
países convulsionados por conflictos intermésticos.
Como se sabe, dicha influencia no tardó en llegar a Sudamérica, y
entonces los países de la región, unos más temprano, otros luego,
enfrentaron compromisos internacionales, siendo emblemático el
caso de Uruguay que prácticamente empeño todas sus capacidades
militares en ese tipo de cometidos.
Volviendo al caso chileno, esta tendencia tuvo su momento de mayor
apogeo a partir del año 2004, oportunidad en que el Presidente
Ricardo Lagos autorizó la intervención militar como componente de
una fuerza multinacional en Haití, bajo el auspicio de la ONU. La
operación, más allá de sus cambios de denominaciones, duró trece
años, habría comprometido US$ 170 millones, así como la
participación de 13.000 efectivos nacionales.
Tal como lo propone este tercer propósito, la política de defensa
orientada hacia las operaciones internacionales de paz abría un nuevo
nicho de realización profesional militar, en circunstancias que era
esperable menores grados de conflictividad interestatal, entregando
además un escenario estratégico beneficioso para la integración entre
fuerzas de distintos países, un objetivo muy deseado por las
autoridades nacionales de aquella época.
Pero por supuesto que en esta materia no todo puede ser mirada en
clave optimista. Nótese que el propósito habla de “eficacia”, algo que
hasta donde se sabe nunca ha sido medido en el caso de la
participación nacional en Haití. Menos todavía si se involucra la
variable “eficiencia”.
Rodolfo Martinic Marusic
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Pudo haber algo de voluntarismo cuando el Estado de Chile decidió
enfrentar estas tareas internacionales, pero al menos paralelamente
se adoptaron los resguardos para sostener en el ámbito vecinal norte
una disuasión creíble, comprendiéndose de ese modo que la situación
estratégica nacional posee componentes singulares y diferenciales
respecto a otros países. Quedó igualmente planteado, en términos de
la política militar, el tema de la complementariedad entre la disuasión
y la cooperación.
Como en su momento se consignó, en la actualidad existe un
comprobado repliegue en misiones internacionales, y las pocas
existentes las componen grupos muy menores de efectivos. ¿Las
razones? No se pueden aventurar y darían para hacer un estudio
específico, más, a priori el caso debería hacer meditar acerca de las
consecuencias que producen los vaivenes en las decisiones que en
materia de defensa se adoptan.
Finalmente, una manifestación distinta de este tercer propósito se
puede advertir durante los dos gobiernos de centro–derecha, en cuyos
casos constan manifestaciones de interés político por ampliar la
política militar hacia los empleos y cometidos en escenarios no
convencionales.
Sin embargo, en esta materia se exterioriza uno de los problemas más
acuciantes de la defensa nacional como es su marco jurídico, que
aparte de anticuado, posee un espíritu restrictivo, prueba de ello es
que en varios casos ya antes detallados se ha optado por legalizar vía
decreto algunas políticas del sector.
Cuarto propósito:
El más importante en la creación de un MDN, es la maximización de
la eficiencia en el uso de recursos, fondos, personal y equipo.
Entiendo por eficiencia la capacidad de lograr una meta al menor costo
posible. En la fase previa, pre-democrática, las diferentes instituciones
de las FAs gozaban de enorme independencia en muchos países. Sus
misiones a menudo se superponían y a pesar de ello mantenían
programas de entrenamiento y abastecimiento separados. Si alguna
vez cooperaban era para asegurarse el mayor número de recursos
para cada institución por separado.
Muy a menudo, sus presupuestos eran secretos y aun en los casos
en que no lo eran, la población no tenía ninguna influencia sobre la
distribución de los mismos. Actualmente, con la democratización y
globalización que exigen transparencia, los privilegios y prerrogativas
adquiridos anteriormente han desaparecido.
Con gobiernos elegidos democráticamente que tienen que responder
a las demandas de los diversos sectores de la población, las FAs ya
no pueden darse el lujo de gozar de recursos abundantes. La
globalización y organizaciones tales como el FMI, el Banco Mundial,
la OTAN y la UE, así como Estados individuales y hasta inversionistas
Rodolfo Martinic Marusic
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individuales, exigen una justificación convincente antes de hacer
cualquier inversión en la defensa nacional.
En el caso de la Unión Europea, esta presión está codificada en los
estrictos requerimientos fiscales que surgen de ser parte de la Unión
Monetaria Europea. Como consecuencia de ello, los presupuestos de
defensa han caído prácticamente en todas partes y las FAs se ven
obligadas a ser tan eficientes como sea posible.
El vehículo a través del cual esta reasignación de recursos se ejecuta,
o por lo menos se centraliza, es un MDN. En el MDN los políticos
civiles pueden implementar programas que aseguren la transparencia
presupuestal, actuando como árbitros, minimizando la duplicación de
funciones entre las ramas, vendiendo todas las instalaciones
innecesarias y negociando con quienes venden equipos y
equipamientos y servicios.
El MDN es una institución que emplea a abogados, contadores y
planificadores para iniciar e implementar todos estos programas. Es
decir, el MDN es el lugar en el que se concentra una amplia variedad
de experiencia de gestión para una defensa y seguridad nacionales
eficaces y eficientes.
Se ha insistido en forma suficiente en que hasta que el MDN no contó
con su ley orgánica aprobada (2010), tuvo sus facultades de gestión
y control disminuidas, aunque desde 1990 se buscó aprovechar los
espacios administrativos disponibles para optimizar sus procesos. A
la luz de los hechos conocidos en el último tiempo, tales esfuerzos
parecieran inconducentes.
Al respecto, es de conocimiento público que, a pesar de los cambios
legales efectuados con posterioridad, los asuntos que comprende este
cuarto propósito han involucrado graves cuestionamientos al sector
de la defensa, y tiene su origen en anomalías y fraudes producidos en
la administración de recursos financieros, los cuales por lo demás son
objeto de investigaciones judiciales en curso.
Dichas irregularidades, que se podrían retrotraer a la primera compra
de sistemas de armas hecha en democracia (1993), cruzaron por
tanto la gestión de varios Ministros. Uno de ellos, el Ministro Francisco
Vidal formuló su autocrítica: “el no haber tenido una mayor injerencia
en la gestión administrativa de las FAs. Debí haber tenido más control
sobre la autonomía que va generando distorsiones, como las que
estamos viendo…”
Según se puede estimar, encima del daño patrimonial y moral que
significan tan reñidos hechos, y de las responsabilidades penales que
los tribunales lleguen a determinar, aquí conspiran contra la probidad,
transparencia y efectivo control, responsabilidades políticas, tanto las
que se desprenden de la alta rotación ministerial y consecuente laxitud
en el ejercicio de las facultades del cargo, como debido a la
parsimonia y cierto marasmo que se logra apreciar en la tramitación
de las iniciativas legislativas.
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Casos concretos han sido descritos en las páginas de esta crónica,
pero vale acotar que, en general, los proyectos legales del sector se
demoran diez o más años, en circunstancias que están destinados a
reemplazar legislaciones de hace cincuenta, o bien llenar vacíos
legales en que simplemente no existía normativa. En ese sentido, un
ejemplo clásico y directo es que la derogación de la denominada Ley
Reservada del Cobre, estuvo planteada desde los primeros gobiernos
de la transición, algo que resulta impresionante respecto a la fecha de
su modificación.
Por supuesto que no sería justo adjudicar todas las responsabilidades
a las autoridades de la defensa. Esto tiene que ver también con una
problemática más global: la lentitud en la modernización de la
institucionalidad del Estado. No menos importante para los mismos
efectos es constatar que existen áreas del quehacer estatal que no
aportan réditos electorales, y ahí, lamentablemente, parece ubicarse
la defensa.
¿Qué es lo que se ha hecho y falta por hacer para intentar robustecer
la eficiencia y el escrutinio público en el sector defensa?
 Se derogó la Ley Nº 13.196 (Ley Reservada del Cobre), siendo
reemplazada por un nuevo mecanismo de financiamiento de las
capacidades estratégicas de la defensa, a través de la Ley N°
21.174.
 Se aprobó un nuevo sistema de información y rendición de cuentas
de gastos reservados, Ley N° 21.211. Esta ley tiene como objetivo
fortalecer el control civil y democrático en la obtención, ejecución e
información de los gastos reservados, preservando la naturaleza,
objetivos y orientación de los mismos, en el desarrollo de las
funciones públicas.
 En junio de 2020 se ingresó a tramitación del Congreso Nacional
el proyecto de ley que establece un nuevo sistema de compras e
inversiones de las capacidades estratégicas de la Defensa
Nacional, con cargo al Fondo Plurianual para las Capacidades
Estratégicas de la Defensa y al Fondo de Contingencia Estratégico.
El proyecto de ley tiene dos objetivos esenciales, por un lado,
regular a nivel legal los aspectos fundamentales del sistema de
compras y adquisiciones conforme al nuevo mecanismo de
financiamiento de las capacidades estratégicas de la Defensa
Nacional y, por el otro, establecer los controles civiles y
democráticos adecuados para resguardar el uso correcto y
eficiente de los recursos públicos de acuerdo al plan cuatrienal de
inversiones, a la planificación del desarrollo de la fuerza y a la
Política de Defensa Nacional.
Reflexión final:
Superadas hace rato las vicisitudes de las relaciones político–militares
transicionales, queda la sensación que la defensa nacional en estos
últimos treinta y un años perdió oportunidades para construir una
política de defensa y política militar destinada a trascender, ya que su
elaboración careció de consensos políticos amplios, así como tampoco
Rodolfo Martinic Marusic
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se pueden objetivamente advertir acuerdos en la variable de las
relaciones civiles–militares, un problema que se exhibe con un
contenido inconcluso.
A menudo muy ensimismada; otras siguiendo guiones ajenos a la
realidad estratégica nacional; por momentos impartiendo cátedra,
haciéndole el quite a temas claves; a veces con falta de continuidad o
cambiando ejes importantes de orientación; y, en ocasiones viéndose
comprometida por errores cometidos por personas, pero
institucionalmente imperdonables para las actuales condiciones de
encrespamiento de la sociedad chilena, todo indica que la defensa
nacional tendrá que asistir a un período en que se pondrán a prueba
sus fortalezas, que obviamente las tiene, desde la perspectiva
institucional, histórica, geográfica y profesional, no obstante, la duda es
saber si dichos atributos podrán persuadir a las posturas que levanten
los denominados nuevos actores de la escena política y social.
Sin caer en tremendismos, es muy probable que, en el proceso
constituyente, el sector de la defensa nacional se vea sacudido por
condicionantes ajenas a su ámbito de quehacer profesional, y dentro de
las cuales una sociedad fundada en vínculos de desconfianza y con un
relato histórico en clave condenatoria, tiendan a sobreexponerse.
Es cierto, lo dichos precedentes pueden constituir una dificultad que
cruza transversalmente a todo el sistema político, económico y social
del Chile actual, empero, en ese contexto la defensa nacional tiene
detractores específicos en varios sentidos: aquellos que analizan la
evolución de la gobernabilidad democrática de la defensa y piensan que
existen aspectos fundamentales que aún están pendientes; otros,
partidarios resueltamente de la desconstitucionalización; están quienes
no comprenden su razón de existir, ni tampoco la naturaleza de sus
tareas dentro de la estructura del Estado; y, también, aquellos que
teniendo una mejor comprensión registran un bajo nivel de
involucramiento con estas materias.
Son tiempos muy complejos y llenos de incertezas, por lo que no cabe
especular, sin embargo, los nuevos actores que se encargarán de
moldear la comunidad y formas de vida del Chile del mañana, junto a
los grupos “autoflagelantes”, actores y testigos presenciales de los
defectos y bondades de la transición, tendrán ahora que sentar
acuerdos básicos para la convivencia dentro del ordenamiento
democrático, y ello comprenderá, naturalmente, la reformulación de las
funciones de la defensa nacional.
Las expectativas difícilmente pueden ser halagüeñas. Sólo queda
esperar que este proceso en construcción se haga con responsabilidad
republicana, recogiendo algunas de las experiencias positivas de la
defensa en los últimos treinta y un años, y que, en definitiva, el péndulo
de la historia no oscile una vez más hacia los extremos.
Santiago, invierno de 2021.
Rodolfo Martinic Marusic
Página 115 de 120
Bibliografía
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Fuerzas Armadas, Estado y Sociedad. Revista de Ciencia Política.
Volumen XXIII/N°2. 2003.
2. ANEPE. Retos a la seguridad y la defensa: Aportes para la reflexión.
Cuaderno de Trabajo Edición Especial. CEE. 2015.
3. Agüero, Felipe. Militares, Estado y Sociedad en Chile: mirando el
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4. Briones, S y Saavedra R. Liderazgo civil en defensa. En J.P. Rosso
y C. Faundes. (Editores). Fracturas en la Defensa Nacional. Nuevo
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5. Cavallo, Ascanio. La historia oculta de la transición. Memoria de una
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