Subido por Jhonatan Guarin

Nuevos farmacos antiagregantes y anticoagulantes

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Tema | Nuevos fármacos antiagregantes y anticoagulantes.
Implicación en la práctica anestésica.
Módulo | Últimos avances en anestesiología
Juan V. Llau Pitarch / Raquel Ferrandis Comes
INTRODUCCIÓN
La administración de fármacos que alteran la hemostasia, ya sean antiagregantes plaquetarios (AAP) o anticoagulantes (AC), es cada día más frecuente en el
periodo perioperatorio. Esta situación supone un reto importante porque se debe
valorar de forma cuidadosa el balance entre el riesgo trombótico implícito a la
suspensión del fármaco y el riesgo hemorrágico inherente a su acción terapéutica.
Igualmente, el manejo de los antiagregantes y los anticoagulantes para la realización de una anestesia regional sigue siendo motivo de controversia.
Aunque existen muchas clasificaciones de los AAP y los AC, la que se muestra
en la tabla 1 es bastante didáctica, pues aúna las características esenciales de
cada grupo para establecer sus diferencias.
Contenido
Introducción
Conceptos
farmacocinéticos básicos
Valoración de los riesgos
trombótico y hemorrágico
Manejo perioperatorio
de los antiagregantes
plaquetarios
Manejo perioperatorio de
los anticoagulantes tipo
antivitamina k
Manejo perioperatorio de
los anticoagulants orales
directos
Anestesia neuraxial en
pacientes tomadores de
fármacos antiagregantes o
anticoagulantes
Bibliografía
Tabla 1. Clasificación de los fármacos antitrombóticos.
CONCEPTOS FARMACOLÓGICOS BÁSICOS
Antiagregantes plaquetarios (1-4)
Los AAP tienen en común su capacidad de inhibir el proceso de agregación
plaquetar, si bien realizan este efecto por diversos mecanismos y poseen capacidades diferentes para que la inhibición sea reversible o bien irreversible. La
mayoría de estos fármacos ejercen un efecto reversible, recuperándose la función
plaquetar una vez eliminado el fármaco de la circulación. Para asegurar que no
exista ningún efecto antiplaquetario residual, será necesario suspender su administración al menos 5 vidas medias del fármaco.
Nuevos fármacos antiagregantes y anticoagulantes. | 2
Implicación en la práctica anestésica.
Los antiagregantes de uso más frecuente, aspirina
y clopidogrel, son los que, por tener un efecto irreversible, nos plantean un mayor dilema en la evaluación
preoperatoria. La aspirina (ácido acetil salicílico) produce la acetilación irreversible de la enzima ciclo-oxigenasa (COX) de las plaquetas (isoforma COX1) reduciendo la formación de tromboxano A2 (TXA2), que es
un potente agonista plaquetar e induce la secreción
de los gránulos de la plaqueta y su agregación. Dosis
bajas de aspirina (100 mg/día) son suficientes para
inhibir la síntesis de TXA2 casi en su totalidad. El clopidogrel produce un bloqueo irreversible del receptor
P2Y12 de la superficie plaquetar e impide de forma
selectiva la activación y agregación plaquetar inducidas por el adenosindifosfato (ADP).
El trifusal, por su parte, actúa al igual que la aspirina inhibiendo la COX1 plaquetar pero con mínimos
efectos sobre la COX1 vascular, e inhibe la AMPc-fosfodiesterasa. Es un fármaco no aprobado en Estados
Unidos y por ello ausente en las guías americanas.
Sin embargo, ha demostrado una eficacia similar a
la aspirina en prevención cardiovascular tras infarto
de miocardio y también en la prevención del ictus,
por lo que el tratamiento con trifusal a dosis 300mg/
día es una recomendación incluida en las guías de la
Sociedad Española de Neurología.
Heparina no fraccionada y heparinas de
bajo peso molecular 3, 5-8
La mayoría de la HNF y de las HBPM son de origen
porcino. Las HBPM son colecciones de moléculas de
heparina que tienen unos pesos moleculares medios
considerablemente inferiores a los de la HNF, a partir
de la cual son obtenidas mediante despolimerización
química o enzimática. Existen diversos preparados
comerciales de HBPM que difieren en el peso molecular medio en sus propiedades farmacocinéticas y en
sus perfiles anticoagulantes, por lo que, aunque se
trata de fármacos similares, pertenecientes al mismo
grupo farmacológico, evidentemente, hay un consenso general en considerar que no se trata de productos
clínicamente intercambiables.
El mecanismo de acción anticoagulante de la
HNF y de las HBPM se ejerce fundamentalmente a
través de su unión a la AT (figura 1, modificada por los
autores a partir de un esquema de Weitz de 1997). Tanto
la HNF como las HBPM son capaces de unirse a la AT por
la existencia en ambas del pentasacárido específico,
provocando un cambio conformacional que determina
el aumento de la capacidad de inhibición del F-Xa por
parte de esta a través de un único locus de unión.
La inhibición del factor IIa necesita otro locus donde
ensamblarse de forma simultánea a la cadena de
sacáridos de la heparina, de manera que las HBPM
que tienen mayor proporción de cadenas menores
de 18 sacáridos presentan una capacidad mayor de
inactivación del factor Xa que del IIa.
Figura 1. Mecanismo de acción de la heparina no fraccionada y de
las heparinas de bajo peso molecular.
Anticoagulantes orales tipo antivitamina k 9, 10
Los fármacos antagonistas de la vitamina k (AVK)
de uso habitual en nuestro medio son los dicumarínicos: acenocumarol (sintrom®) y warfarina (aldocumar®). Ejercen su acción mediante el antagonismo de la vitamina K, inhibiendo la síntesis hepática
de los factores de la coagulación IIa (trombina), VII,
IX y X, y también de las proteínas C y S, implicadas en
la hemostasia fuera de la cascada de la coagulación.
Tras su administración oral, se absorben bien,
pero por su mecanismo de acción tienen un comienzo de acción lento, ya que se requiere la eliminación
de los factores de coagulación ya sintetizados. Se
fijan intensamente a las proteínas plasmáticas y se
eliminan por metabolización hepática. Sus efectos
anticoagulantes tienen una gran variabilidad interindividual y están expuestos a muchas interacciones con fármacos y alimentos, a errores o incumplimiento del tratamiento (que es muy frecuente en los
pacientes con ingesta crónica). Ello hace que sea
necesaria su monitorización regular y el ajuste de
dosis frecuente. La monitorización, afortunadamente, es sencilla, rápida y está muy estandarizada con
el International Normalized Ratio (INR), que es claramente preferible a otros test que también valoran
la vía extrínseca, como son el tiempo de protrombina o el Índice de Quick por ser más variables en
sus resultados. Habitualmente, el INR debe situarse
en torno a 2.0 y 3.0 en la mayoría de indicaciones
(tromboembolismo venoso, fibrilación auricular),
Nuevos fármacos antiagregantes y anticoagulantes. | 3
Implicación en la práctica anestésica.
aunque en determinadas indicaciones de alto riesgo
trombótico debe ser algo superior (prótesis vascular
cardiaca mecánica en posición mitral).
Anticoagulantes orales de acción directa
9, 11-14
Los ACOD que se han introducido recientemente en clínica actúan como fármacos anti-Xa
(apixaban, rivaroxaban y edoxaban) o anti II-a
(dabigatrán) (tablas 2 y 3).
Entre las características que en el momento actual
pueden agrupar los ACOD, merece la pena destacar:
• Se administran por vía oral.
• No precisan de la antitrombina para ejercer su
acción (son anticoagulantes de acción directa).
• Si bien se puede obtener la reversión parcial de
los test de coagulación con la administración de
concentrados de complejo protrombínico con alguno de los fármacos (concretamente rivaroxaban), en el momento actual no existe ningún antídoto específico para la reversión inmediata de
su efecto anticoagulante.
• Las pruebas de coagulación disponibles habitualmente (INR, Tiempo Parcial de Tromboplastina
activado -TPTa-) no se correlacionan con un nivel
de riesgo hemorrágico ni es posible establecer
recomendaciones para la administración de productos hemostáticos en función de los mismos.
Por otra parte, los ACOD poseen algunas
características que los diferencian entre sí y que
podemos resumir en
• Poseen diferentes mecanismos de acción.
• Poseen distintas características farmacocinéticas:
son diferentes su biodisponibilidad, el tiempo
para alcanzar la máxima concentración plasmática, la vida media, la unión a proteínas, las interacciones y las vías de metabolización y excreción.
VALORACIÓN DE RIESGOS TROMBÓTICO
Y HEMORRÁGICO
El manejo perioperatorio de los pacientes en
tratamiento anticoagulante o antiagregante se
basa en una correcta valoración de los riesgos
trombótico y hemorrágico. Hasta la fecha, no se ha
validado un método de estratificación específico
para el periodo perioperatorio, por lo que ha sido
necesario adaptar las escalas generales propuestas
y utilizadas en otros contextos.
El riesgo trombótico (tabla 4) clasifica a los
pacientes en bajo, moderado y alto riesgo. Esto
supone, por ejemplo y para el caso de los pacientes anticoagulados, un riesgo anual inferior al 5%,
entre el 5 y el 10% o superior al 10%, respectivamente, de sufrir un evento tromboembólico (10, 15, 16).
Este riesgo sería el asumido en un paciente al que
se suspende el anticoagulante anti-vitamina K (AVK)
y no recibe terapia puente con heparinas de bajo
peso molecular (HBPM). No obstante, esta escala
es orientativa porque no considera circunstancias
personales que aumenten el riesgo trombótico y que
deben valorarse individualmente, tanto en el caso
de los pacientes en tratamiento con anticoagulantes
como en el de los que reciben antiagregantes (como
el riesgo trombótico asociado a la cirugía).
Respecto al riesgo hemorrágico, cabe diferenciar el riesgo de sangrado inherente a la propia cirugía, del eventual incremento del sangrado esperado
a causa del efecto de un fármaco anticoagulante o
antiagregante. Siguiendo esta premisa, se puede
establecer una relación de procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos en los que la asociación con
el tratamiento anticoagulante puede determinar un
incremento del sangrado (tabla 4). Más allá de un
simple listado de procedimientos, existen dos propuestas interesantes que se aproximan a la idea de
estratificación de riesgo hemorrágico en los pacientes en tratamiento antitrombótico.
Apixaban
(Eliquis®).
Mecanismo de acción.
Anti-Xa.
Pico de acción (Tmax)
3-4 h.
Metabolización hepática /excreción fecal-biliar. 75%.
Excreción renal de fármaco activo.
25%.
Vida media plasmática.
8-15 h.
Tabla 2. Aspectos esenciales de la farmacocinética de los ACOD.
Rivaroxaban
(Xarelto®).
Anti-Xa.
2-4 h.
66%.
33%.
7-11 h.
Dabigatran
(Pradaxa®).
Anti-IIa.
1/2 - 2 h.
20%.
80%.
14-17 h.
Nuevos fármacos antiagregantes y anticoagulantes. | 4
Implicación en la práctica anestésica.
Apixaban (Eliquis®).
Rivaroxaban
(Xarelto®).
Dabigatran
(Pradaxa®).
2.5 mg /12 horas
(12-24 postop).
10 mg/24 h
(6-10 h postop).
220 mg/24 h
(1-4 h postop).
Prevención del ictus en la fibrilación auricular.
5 mg/12 h.
20 mg/24 h.
110-150 mg/12 h.
Tratamiento del SCA.
5 mg/12 h.
2.5 – 5 mg/12 h.
50-150 mg / 12 h.
10 mg/12 h.
5 mg/12 h.
2.5 – 5 mg/12h.
15 mg/12 h (3 s).
20 mg/24 h.
20 mg/24 h.
150 mg/12 h.
Tromboprofilaxis en COT.
Tratamiento de la ETEV.
1ª semana.
6 meses.
6-12 meses.
Tabla 3. Dosificación de los ACOD en las diferentes indicaciones establecidas en cada uno de ellos. COT: Cirugía ortopédica y traumatológica; SCA: Síndrome coronario agudo; ETEV: Enfermedad tromboembólica venosa.
En uno de los casos17, la estratificación del riesgo hemorrágico perioperatorio se basa en cuatro predictores que son los antecedentes de sangrado del
paciente: ser portador de válvula mitral mecánica,
tener una neoplasia activa y recuento bajo de plaquetas, denominándose genéricamente “BleedMAP”. La
otra propuesta se denomina puntuación “HASBLED”,
e incluye como predictores de sangrado: la hipertensión, la función renal y/o hepática alterada, los antecedentes de ictus o de sangrado previo, el tener un
ratio internacional normalizado (INR) lábil, la edad
mayor de 65 años y la historia de consumo de drogas
o alcohol; un resultado igual o superior a 3 en pacientes crónicamente anticoagulados por fibrilación auricular o por otra razón, se catalogó como un predictor
independiente de sangrado en el estudio prospectivo-observacional-multicéntrico original18.
MANEJO PERIOPERATORIO DE LOS
ANTIAGREGANTES PLAQUETARIOS
El manejo perioperatorio de los antiagregantes plaquetarios ha supuesto, desde hace bastantes años, una cuestión de controversia importante,
entre otras razones por la gran variedad de AAP que
existe: con diferentes mecanismos de acción, farmacocinética, vida media, etc. (tabla 5).
En general, podemos establecer las siguientes
recomendaciones, extraídas y compiladas a partir
de algunos de los artículos de referencia1, 15, 19, 22-45:
1
Mantener el tratamiento AAP siempre que el riesgo hemorrágico de la cirugía lo permita. En caso
de precisar suspensión porque así lo aconseja
el tipo de cirugía que se vaya a realizar, el tiempo de interrupción será el mínimo necesario
(aspirina entre 2 y 5 días y clopidogrel entre 5 y
7 días, en función del riesgo trombótico y hemorrágico de cada paciente).
2 En los pacientes en los que se pueda mantener el
tratamiento antiagregante, entre 5 y 7 días antes
de la cirugía se sugiere:
• En pacientes tomadores de aspirina, salvo
contraindicación, reducir la dosis a la menor
eficaz: 100 mg/día.
• En pacientes tomadores de clopidogrel como
antiagregante único, sustituirlo por aspirina
(100 mg/día) desde 5-7 días antes de la cirugía.
3. Consideraciones especiales en pacientes a los que
se ha implantado un stent coronario farmacoactivo.
• Debido al riesgo trombótico que supone, en
general se recomienda el retraso de cualquier
intervención quirúrgica programada no urgente hasta pasados al menos 3 meses después
de la colocación de un stent metálico o 12 meses si se trata de un stent farmacoactivo.
• En el caso de cirugía no demorable, el mantenimiento de la antiagregación plaquetaria es una
cuestión imprescindible para minimizar el riesgo trombótico del stent. Si esto no fuera posible
por el tipo de cirugía a que va a ser sometido el
paciente (neurocirugía, determinado tipo de cirugía urológica, cirugía de la cámara posterior
del ojo), es necesario saber que la retirada de la
tienopiridina y el mantenimiento exclusivamente
de asprina no supone eliminar el riego trombótico del stent coronario. La decisión, en todo caso,
merece una interconsulta multidisciplinar.
• La reinstauración del tratamiento antiagregante debe hacerse de modo temprano en el periodo postoperatorio, preferentemente en las
primeras 24 horas tras la cirugía, siempre que
el riesgo de sangrado asociado lo permita.
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Implicación en la práctica anestésica.
BAJO.
RIESGO
TROMBÓTICO
(Tratamiento con
antiagregantes).
MODERADO.
ALTO.
Entre 6 y 24 semanas tras
IAM, cirugía coronaria,
Más de 6 meses tras
Menos de 6 semanas tras
coronariografia
IAM, cirugía coronaria,
IAM, cirugía coronaria,
percutánea, stent
coronariografia
coronariografía percutánea,
metálico o accidente
percutánea, stent
stent metálico o accidente
cerebrovascular (6metálico o accidente
cerebrovascular (menos de
12 meses en caso de
cerebrovascular (más
6 meses si complicaciones).
complicaciones o DM
de 12 meses en caso de
Menos de 12 meses tras
o baja FE). Más de
complicaciones).
stent farmacoactivo.
12 meses tras stent
farmacoactivo.
Portadores de válvula cardiaca mecánica.
Bioprótesis cardiaca sin
FA ni otros factores de
riesgo para ACV.
Bioprótesis cardiaca
con: FA, ACV previo,
HTA, DM, ICC, >75 años.
Cualquier prótesis mitral.
Antiguas válvulas aórticas.
ACV < 6 meses.
ibrilación auricular.
RIESGO
TROMBÓTICO
(Tratamiento con
anticoagulantes
orales).
RIESGO
HEMORRÁGICO.
Puntuación.
CHA2DS2-VASc 0-2.
sin otro factor de riesgo
ni ACV previo.
Puntuación.
CHA2DS2-VASc 3-5.
Puntuación
CHA2DS2-VASc >5.
ACV < 3 meses. Enfermedad valvular reumática.
Tromboembolismo venoso.
Episodio único de ETEV
> 12 meses.
sin otro factor de riesgo.
ETEV hace 3-12 meses.
TVP recurrente.
Enfemedad neoplásica
activa.
Trombofilia tipo: Factor
V Leiden heterozigoto,
mutación heterozigota
del factor II.
ETEV reciente (< 3 meses).
Trombofilia tipo: déficit
de proteína C, S o
antitrombina, anticuerpos
antifosfolípidos o
alteraciones múltiples.
Procedimientos
quirúrgicos que
no suelen precisar
transfusión y en que
el sangrado no pone
en riesgo la vida ni el
resultado de la cirugía:
cirugía menor, biopsia,
extracción dentaria,
cirugía del segmento
anterior del ojo, etc.
Procedimientos
quirúrgicos con riesgo
elevado de transfusión:
cirugía cardiaca, cirugía
mayor ortopédica /
visceral / urológica /
ORL / reconstructora.
Procedimientos
quirúrgicos con riesgo
de sangrado en un
espacio cerrado y/o que
puede poner en riesgo el
resultado de la cirugía:
neurocirugía, cirugía
espinal, cirugía del polo
posterior del ojo.
Tabla 4. Modelo de estratificación del riesgo trombótico en pacientes sometidos a procedimientos quirúrgicos (adaptado y modificado
a partir de las propuestas de las referencias 10, 15, 16). ORL: Otorrinolaringología; IAM: Infarto agudo de miocardio; DM:
diabetes mellitus; FE: fracción de eyección; FA: fibrilación auricular; ACV: accidente cerebrovascular; HTA:
Hipertensión arterial; ICC: Insuficiencia cardiaca congestiva; CHA2DS2-VASc: Congestive heart failure/left venricular dysfunction, Hypertension, Age>75 (doubled), Diabetes Mellitus, Stroke (doubled), Vascular disease, Age
65-74, Sex cathegory (female); ETEV: Enfermedad tromboembólica venosa
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Implicación en la práctica anestésica.
MANEJO PERIOPERATORIO DE LOS
ANTAGONISTAS DE LA VITAMINA K
Podemos plantear las siguientes recomendaciones (extraídas y adaptadas a partir de las propuestas
de las referencias)10, 15, 16, 19, 22-24.
1
2
3
En los pacientes que van a ser intervenidos de una
cirugía dental o dermatológica menor, en aquellos
pacientes programados para cirugía de cataratas o
que se van a someter a un procedimiento endoscópico sin polipectomía, la mejor alternativa es el
mantenimiento de la administración de los AVK.
En los pacientes en los que sea necesario interrumpir el tratamiento anticoagulante con AVK
antes de la cirugía y en los que no se considera necesaria la denominada terapia puente, se
recomienda dejar de tomar el AVK 3 o 5 días
antes de la misma (acenocumarol o warfarina
respectivamente), reiniciando su administración
en las primeras 24 horas tras la cirugía, una vez
alcanzada la competencia hemostática.
Respecto a la terapia puente:
• En pacientes con alto riesgo de desarrollo de
tromboembolismo se recomienda la administración de terapia puente con una HBPM.
• Si el riesgo de tromboembolismo es moderado, la decisión final se basará en la valoración individual de los factores personales y
quirúrgicos en cada caso.
• La dosis de HBPM que se administrará a los
pacientes que reciban terapia puente dependerá del riesgo individual de trombosis y de
sangrado, habiendo tres propuestas fundamentales: dosis terapéuticas, dosis intermedias o dosis profilácticas.
• En los pacientes que reciban una dosis terapéutica de HBPM en la terapia puente, se
recomienda administrar la última dosis 24
horas antes de la intervención.
• La reintroducción de la anticoagulación en
los pacientes en los que se haya realizado
terapia puente se realizará a partir del día
siguiente a la cirugía, con HBPM a dosis intermedias o profilácticas. Se sugiere incrementar las dosis de HBPM a partir de las 48
horas tras la cirugía, manteniéndolas hasta alcanzar un INR de, al menos, 2.0 tras la
reintroducción del AVK.
MANEJO PERIOPERATORIO DE LOS
ANTICOAGULANTES ORALES DE ACCIÓN
DIRECTA
A partir de lo publicado hasta el momento, y a pesar
de las discrepancias entre las diferentes publicaciones,
se pueden hacer las siguientes recomendaciones de
manejo de los ACOD (apixaban, edoxaban y rivaroxaban como fármacos con acción anti-Xa, y dabigatrán
con acción anti-trombina) (tabla 6)10-12, 19, 22-32.
1
2
A los pacientes en tratamiento crónico con alguno de los ACOD, particularmente con dabigatrán,
que vayan a ser sometidos a una intervención
quirúrgica, se les deberá valorar la función renal
con base a su aclaramiento de creatinina.
Para el manejo habitual, se recomienda la estratificación del riesgo trombótico y hemorrágico,
así como la valoración de la función renal.
• En los pacientes que van a ser intervenidos de
una cirugía dental o dermatológica menor, en
aquellos pacientes programados para cirugía
de cataratas o que se van a someter a un procedimiento endoscópico sin polipectomía, se
sugiere mantener el tratamiento anticoagulante con el ACOD hasta 24 horas antes de la cirugía, y reiniciarlo lo antes posible.
• En pacientes con bajo-moderado riesgo trombótico (CHA2DS2-VASc inferior a 5) se sugiere la supresión del ACOD en función de la vida media del
fármaco, la función renal y el riesgo hemorrágico:
rivaroxaban y apixaban 1-3 días, dabigatran 2-4
días. No existen por el momento recomendaciones relacionadas con edoxaban, pero los comités de expertos sugieren que sea tratado como
los otros dos xabanes (rivaroxaban y apixaban).
• En pacientes con alto riesgo trombótico, se
sugiere valorar la realización de terapia puente con una HBPM, suprimiendo el ACOD 5 días
antes de la cirugía y administrando la HBPM
durante 3-4 días antes de la misma, en función del aclaramiento de creatinina.
• La reintroducción del ACOD se hará en los días
siguientes a la cirugía, manteniendo la anticoagulación con HBPM hasta ese momento.
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Implicación en la práctica anestésica.
MECANISMO DE
ACCIÓN.
ASPIRINA.
NR-Inhibición
de la síntesis de
TxA2
AINE.
R-Inhibición de
la síntesis de
TxA2
CLOPIDOGREL. NR-Bloqueo del
receptor P2Y12.
FÁRMACO.
PRASUGREL.
NR-Bloqueo del
receptor P2Y12.
TICAGRELOR. NR-Bloqueo del
receptor P2Y12.
ABCIXIMAB.
R-Bloqueo del
receptor GPIIb/
IIIa.
TIROFIBAN.
R-Bloqueo del
receptor GPIIb/
IIIa.
EPITIFABIDE. R-Bloqueo del
receptor GPIIb/
IIIa.
EFECTO
DURACIÓN
RETIRADA PREOPERATORIA.
COMPLETO. DEL EFECTO.
30’.
7 días.
3 días (solo si necesario).
1-4 h (según Según el
el fármaco). fármaco.
1-3 días (según el fármaco).
2-4 h
7-10 días.
(tto. crónico).
1-2 h.
10 días.
5 días
(3-7 d).
7 días.
2-3 h.
7 días.
< 10’.
24-48 h.
3 días
(2-5 d).
12-24 h.
10’-30’.
8-12 h.
4-6 h.
<10’.
8-12 h.
6-8 h.
Tabla 5. Características esenciales de los antigregantes plaquetarios más habituales. NR=No reversible; R=reversible.
ANESTESIA NEURAXIAL EN
PACIENTES TOMADORES DE
FÁRMACOS ANTIAGREGANTES O
ANTICOAGULANTES
La administración de fármacos que alteran la
hemostasia puede interferir con la realización de
las técnicas regionales, de forma que es necesario
conocer cuáles son los intervalos de seguridad en
relación con esta cuestión. De forma resumida las
recomendaciones más importantes serían 3, 33-36.
• Recomendación 1: AAP.
• Las técnicas regionales centrales o periféricas se pueden realizar con seguridad en los
pacientes que toman aspirina 100 mg/día (algunos autores proponen hasta 300 mg/día)
como fármaco único que altera la coagulación.
• Si los pacientes, además, consumen habitualmente AINEs y se considera necesaria la realización de un bloqueo neuraxial, se sugiere que
la asociación AAS-AINE sea sustituida entre 3 y
5 días antes de la cirugía por AAS-paracetamol.
• No se recomienda la realización de técnicas
anestésicas neuraxiales en pacientes en tratamiento con clopidogrel, aconsejándose una
ventana de seguridad de al menos 5 días. Sin
embargo, algunos foros entienden que con un
intervalo libre de clopidogrel de 3 días y un número de plaquetas en rango de normalidad (al
menos 250.000/microL), la punción subaracnoidea única con aguja fina podría realizarse
en aquellos pacientes en los que la relación
beneficio/riesgo así lo sugiera. El paradigma
de esta situación es la fractura de cadera, aunque esta sugerencia se encuentra fuera de recomendación en cualquier guía actual.
• Para los tomadores de prasugrel el tiempo de seguridad sugerido es de 7 días, para los que se encuentran en tratamiento con ticagrelor de 5 días y
para los tomadores de cilostazol 2 días, antes de
la realización de una técnica anestésica neuraxial.
Nuevos fármacos antiagregantes y anticoagulantes. | 8
Implicación en la práctica anestésica.
Tiempo mínimo sugerido desde la última dosis administrada (días).
FÁRMACO.
ClCr (ml/min).
APIXABÁN RIVAROXABÁN. DABIGATRÁN.
>50
30-50 >50
30-50
(*)
1 d
2d 2d
3d
Moderado-severo riesgo hemorrágico. 2 d
3d 3d
4d
Bajo riesgo hemorrágico .
Alto riesgo trombótico.
Valorar realización de terapia puente con
una HBPM.
Tabla 6. Propuesta de manejo perioperatorio de los ACOD. (*) En pacientes con función renal normal programados para un procedimiento
de “muy bajo riesgo hemorrágico” (ver texto), se sugiere no interrumpir la administración del ACOD. En los casos de apixabán o dabigatrán (dos dosis diarias), la última administración se realizará 24 horas antes del procedimiento, evitando la dosis inmediatamente
anterior. (NOTA: La realización de la terapia puente puede asociar un mayor riesgo de sangrado pero si se elige esta modalidad de manejo perioperatorio, se sugiere realizarla de forma similar a como se ha propuesto para la warfarina, es decir suspensión del ACOD 5 días
antes de la cirugía e inicio dosis terapéuticas de HBPM el día -4 (-3 si alteración de la función renal), siendo en todos los casos la última
administración 24 horas antes de la cirugía (mitad dosis).
• Recomendación 2: AVK.
La realización de una técnica regional neuraxial
no está plenamente recomendada en los pacientes
anticoagulados de forma crónica con warfarina o
acenocumarol, fundamentalmente por la dificultad
de manejo de la misma en el postoperatorio. Sin
embargo, se puede realizar sin problemas en aquellos pacientes en los que el AVK se ha retirado con
tiempo suficiente y el INR se encuentra en rango de
normalidad (en general, INR<1.4).
Cabe mencionar en este punto la sugerencia que
establece la guía escandinava sobre la necesidad
de un INR más o menos cercano a la normalidad en
estos pacientes34. Este artículo hace una propuesta
para aplicar la distinción sobre si el bloqueo neuraxial se va a realizar para obtener un beneficio exclusivamente de confort, si el beneficio esperado es
una disminución de la morbilidad, o si la realización
de la técnica neuraxial implicaría, según el criterio del anestesiólogo, una mejora de la mortalidad
esperada en el paciente en concreto. Dado que esta
propuesta es particularmente interesante a criterio
de los autores, reproducimos el supuesto original
con algunas modificaciones en la tabla 7.
• Recomendación 3: HBPM.
La realización de una técnica anestésica neuraxial debe seguir las siguientes recomendaciones de
seguridad (figura 2):
• Si la HBPM se administra en régimen de profilaxis previamente a la intervención quirúrgica,
la punción y/o inserción del catéter deberá realizarse, al menos, 12 horas después de la misma.
• Después de una punción neuraxial o de la retirada del catéter epidural, deberá haber un
intervalo de al menos 6 horas hasta la administración de la siguiente dosis de HBPM.
• Si la HBPM se emplea a dosis terapéuticas, el
intervalo de seguridad desde la última dosis
hasta la realización de una técnica regional
neuraxial es de al menos 24 horas. Se puede
reiniciar la administración de la siguiente dosis de HBPM en el postoperatorio a partir de
las 6 h de la realización de la técnica neuraxial
(entonces, la primera dosis será profiláctica) o
de las 24 h si se considera necesaria la administración de dosis terapéuticas.
• Recomendación 4: ACOD.
Se puede considerar que la realización de un bloqueo neuraxial es equivalente a una intervención de
alto riesgo hemorrágico y por lo tanto los tiempos de
seguridad podrían asimilarse a los recomendados en
dicho tipo de cirugías. Si se considera imprescindible
la realización de una técnica neuraxial, se pueden
seguir las siguientes sugerencias básicas25, 37, 38.
• Deberá haber pasado un intervalo mínimo de
3 vidas medias en cada caso para plantear la
realización del bloqueo (algunos autores recomiendan que se realice la punción neuraxial
exclusivamente en el caso de haber hecho una
terapia puente con HBPM y por lo tanto haber
dejado un intervalo de al menos 5 días sin
ACOD, equivalentes a unas 6 vidas medias)39.
Nuevos fármacos antiagregantes y anticoagulantes. | 9
Implicación en la práctica anestésica.
Beneficio esperado. Confort.
INR.
< 1,4.
Beneficio esperado. Confort.
INR.
< 1,2.
Anestesia subaracnoidea de punción única.
Disminución
Disminución
de la morbilidad.
de la mortalidad.
< 1,8.
< 2,2.
Anestesia epidural.
Disminución de la
Disminución de la
morbilidad.
mortalidad.
< 1,6.
< 1,8.
Tabla 7. Sugerencia respecto al resultado del INR deseado para realizar una técnica neuraxial en función del beneficio esperado de la
técnica frente a la anestesia general (modificado a partir de la referencia 34).
Figura 2. Esquematización de la ventana de seguridad para la realización de técnica neuraxiales en relación con la administración de
HBPM a dosis de tromboprofilaxis.
En la posición menos conservadora las sugerencias pueden resumirse en: 2-3 días en el
caso de tomadores crónicos de ribaroxaban
o apixaban y 3-4 días en el caso de pacientes
en tratamiento con dabigatrán, en función del
aclaramiento de creatinina.
• Se ha sugerido que los test de hemostasia deban
encontrarse en el rango de la normalidad (inferior
a una ratio de 1.2), siendo esencial el tiempo de
tromboplastina parcial activado para dabigatrán y
el tiempo de protrombina para rivaroxaban.
• En todos los casos, se deberá valorar estrictamente la necesidad y la relación beneficio/
riesgo de la realización del bloqueo.
• Recomendación 5: Bloqueos periféricos.
La realización de los bloqueos periféricos sobre
territorio profundo no compresible (fundamentalmente los bloqueos de plexo lumbar posterior, ciático con abordaje parasacro, infraclavicular, retroorbitario) deberán seguir las mismas recomendaciones
que la realización de los bloqueos neuraxiales.
Si el bloqueo es sobre territorio superficial o compresible, no existe la necesidad de ventana de seguridad
en relación con los fármacos que alteran la hemostasia.
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